¡Complejos fuera: la VERDAD existe! Parte Iª
Creo que deberíamos estar más que hartos -y rebelarnos: basta de silencio-, frente a todos estos insipiens, como los llama la Escritura Santa. Traducido a lo llano y directo: imbéciles; los que no saben nada de todo. Lo señala la propia Caridad de Dios, por cierto, que es Infinita.
Y no digamos frente a los que han creado un “sistema” -político, social y kultural- en el que LA MENTIRA “ES” el SISTEMA; y con ella, la CORRUPCIÓN y la VIOLENCIA. Hablo de políticos, en primer lugar; pero también de periodistas, educadores e intelectuales en general…
De entrada, con la admisión de la mentira como referente único y exclusivo, toda corrupción está ya como mínimo incoada y, por tanto, admitida: tiene las puertas bien abiertas. Es más, se la desea “como agua de mayo": por eso se miente. Y además, para lograrlo, se gastan los dineros que haga falta. ¡Será por dinero!
De salida, la misma mentira es también violencia, aunque no haya sangre, que es muy escandalosa; pero, indudablemente, mentir es faltar al respeto, ningunear y avasallar a los demás. No es ningún secreto que la violencia no es solo física: la hay también moral. Que es el caso.