Sacerdocio/Sacerdote. IV
Sacerdos, alter Christus! De aquí no nos podemos apear: dejaríamos de ser lo que somos. Pereceríamos. Como han perecido tantos hermanos nuestros, seducidos por los halagos del mundo.
Claro que, a la vez, iban bien vacíos de Cristo: así no hay forma de luchar y vencer. O sea: faltos de Vida Interior, de Savia Divina, de Espiritualidad Sacerdotal, de Intimidad con Jesucristo Salvador: El mismo que ha muerto por nosotros y nos ha liberado de nosotros. Y del Mundo. Y del Demonio. Y de la Carne. Y que nos hace Sacerdotes. Y nadie más. Por supuesto: en la Iglesia, y solo en Ella.
Por esto -gracias a Él, y a nuestra Fe en Él y en el Sacramento del Orden Sacerdotal-, podemos ser -¡pues lo somos!-, por la fuerza del Sacramento, y de modo inmediato: otros Cristos, el mismo Cristo.
Una vez asentado esto nuevamente, cabría preguntarse -deberíamos hacerlo todos los Sacerdotes, con urgencia y hondura-: todo esto, ¿cómo se realiza? ¿Dónde lo encuentro? ¿Cómo lo busco, pues, con ansias, de modo que este buscar -para vivir coherentemente mi ser ontológico, que me ha cambiado radicalmente al ser ordenado Sacerdote-, sea mi modo concreto de vivir “mi” Sacerdocio, mi “ser Sacerdote"?
Sólo hay un SITIO donde encontrarlo, donde alcanzarlo, donde realizarlo y donde vivirlo: la Eucaristía, que “se confecciona” en la SANTA MISA. Que haya más sitios, o más situaciones, no le quita a ésta su Primacía, muy por encima de cualquier otra que uno pretenda presentar.
Jesucristo, en la Última Cena, reunido únicamente con “los suyos", nos hace Sacerdotes exactamente para: haced esto en memoria mía.
Dejando bien claro que haced esto es lo que constituye y configura la memoria. La Santa Misa no es primeramente “memoria": la Santa Misa es primaria y radicalmente “haced esto”: la Consagración del Pan y del Vino, que por la Transubstanciación, y sólo por ella, se convierten en Cristo: SON Cristo.
Pero con una connotación imprescindible -e ineludible, por real-, para que haya Misa: Esto es mi Cuerpo “que será entregado por vosotros”. Esta es mi Sangre, “que será derramada por vosotros”: sin el Viernes Santo, no hay Jueves Santo que valga…, salvo si no eres católico, o pretendes ir de “católico a lo biden".
Y, lógicamente y como colofón que cierra el ciclo, sin la Resurrección “en el primer día de la semana, muy de mañana, estando aún oscuro", ni el Jueves ni el Viernes son lo que son.
Este es el Triduo que mantiene viva “la memoria” de Cristo. No como mero “recuerdo", “teatrillo” o “ensoñación"; sino en su Presencia Real en medio de nosotros, hasta el fin del mundo: como entrega TOTAL, Sacrificial, como verdadera Oblación, para remisión de nuestros pecados. Único Sacrificio realmente Redentor.
Cuando a los Sacerdote se nos sustrae -del modo que sea; o dejamos que nos lo birlen, que también puede ser-, nuestra identidad sacerdotal, que está en la Santa Misa, hemos dejado de ser Sacerdotes. Y hemos dejado de ser Cristo.
Esto es lo que operaron algunos -una vez más, a sabiendas- tras el Concilio último. Demolieron la Santa Misa tal como había sido concebida y vivida desde siempre en la Iglesia. Como ejemplar y referente ahí estaba el Concilio de Trento. Refrendado además por todos los Papas posteriores, uno tras otro, incluidos Juan XXIII y Pablo VI.
Una demolición que tuvo varias vueltas de tuerca. Que vamos a recoger, sin intención de ser exhaustivos.
1. Lo más grave: el intento -logrado en tantos sitios; y, como no podía ser de otra manera, refrendado por tantas autoridades eclesiales- de equiparar primero y superar después el Sacerdocio Común de los fieles -mejor: de la misma Comunidad, del Pueblo-, respecto al Sacerdocio Sacramental: el Sacerdocio Ordenado del Clero: secular o regular.
Hasta el punto de que, en tantas diócesis se ha llegado a recomendar al pueblo que, en ausencia de su párroco, no pretendan buscar sustituto, ni vayan a otro pueblo a oír la Santa Misa en día de precepto, sino que se reúnan ante el altar: que lo importante es la “identidad” de la Comunidad, y no el Precepto, por fuerte que este sea.
2. ¿Por qué se llega a esto? Es que antes -y siempre desde arriba, no hay que olvidarlo nunca jamás-, el mismo Sacramento del Altar se ha “desustanciado": se ha vaciado de su realidad óntica. Por tanto, si la Eucaristía ya no es por Transubstanciación, sino que es por “transignificación"; si no sólo son reales los accidentes del pan y del vino, sino que permanece la misma sustancia, a la que se une Cristo de algún modo y en el mejor de los casos; tampoco hace falta un nuevo sujeto óntico -el Sacerdote Ordenado- para producir tal efecto: la Transubstanciación; sino que vale cualquiera que “presida” la Asamblea, convocada para “el recuerdo": lo importante ahora es “el memorial", y “el pueblo reunido": la asamblea.
Pero, de este modo y con estos bueyes, la Eucaristía ha desaparecido como tal. El Sacerdocio y el Sacerdote, también. Y éste tendrá que buscarse otros quehaceres, pues se ha quedado sin el suyo: propio, exclusivo y específico. Que se dediquen a Cáritas, por ejemplo. O a pinchar discos. Así se han vaciado también los Seminarios, dicho sea de paso…
3. Para acabar de arreglar el tema -“al revés te lo digo para que me entiendas”-, se modifica la Santa Misa -la LITURGIA por excelencia propia-: se rebaja su Misterio y se diluye en gran medida su Contenido; se abre a la diversidad de posibilidades, a elegir “según las necesidades pastorales”, a la que se suma la riqueza de la espontaneidad del celebrante: barra libre.
A mayor abundamiento -es decir: para ir deconstruyendo lo Sacro por definición-, se quita también y como primera provisión de todos los cambios, el latín y el gregoriano; se permite que se manejen las Sagradas Formas por cualquiera, y de cualquier modo; no se deja reposo ni silencio en la Misa: no hay espacio ni tiempo para rezar; las homilías, o desaparecen o se limitan a unos minutillos como máximo, que nada aportan: un modo más de desistimiento o abandono del personal a su suerte: “que Dios os la depare buena”, parece decírsele a la gente desde las altas jeraquías…Y así todo.
No queda sino un ligero rastro, que no compensa, en absoluto, las pérdidas. Y lo que queda, por tanto -con prohibición expresa de la autoridad competente, o quizá más que incompetente, de pensar siquiera en volver atrás-, ya no alimenta, no suple las carencias: le falta la sustancia. Le falta Cristo Vivo, Real, Presente Sustancialmente con su Cuerpo, con su Sangre, con su Alma, y con su Divinidad en medio de nosotros, hasta el fin del mundo.
4. La Iglesia, por tanto, que “vive de la Eucaristía”, queda herida de muerte sí o sí: se ha quedado sin Alimento, sin Sustento, sin Vida. Esto es lo que ha llevado realmente a la descristianización. Esto explica, en su raíz, tanta parroquia vacía, tantos seminarios vacíos, tantas casas religiosas que echan el cierre, y todo lo que vemos y padecemos…
Porque la Eucaristía, Cristo Eucarístico o Eucaristizado, es ahora la Presencia Real por antonomasia en medio de Su Iglesia. Y, o le buscamos ahí, o no lo encontraremos nunca.
De ahí las reiteradas denuncias de Cristo mismo respecto a tantos sacerdotes que, a día de hoy y en tantos sitios, ya ni Consagran ni Reservan.
5. Los “avisos” -que los hubo-, y más tarde las “protestas” -que también las hubo-, de Juan XXIII y de Pablo VI, dadas las acogidas que tuvieron y el caso tan escaso que les hicieron, no sirivieron para nada.
Una muestra, entre muchas, del papa Pablo VI, denunciando la pérdida del latín: (que) “no solo atenta contra este manantial fecundísimo de civilización y contra este riquísimo tesoro de piedad, sino también contra el decoro, la belleza y el vigor originario de la oración y de los cantos de la liturgia” (Carta apostólica Sacrificium laudis). Aún así, se condenó al pueblo a quedarse sin todas esas virtudes y riquezas.
Porque, igual que cuando un alud está en marcha, cayendo desbocado por la ladera, arrasa cuando encuentra, así se ha consumado la tragedia de la Iglesia Católica, a costa de Ella misma: de sus Sacerdotes y de sus fieles… buscando que deje de ser lo que era y es. Por mor de sus altas jerarquías: porque todo se ha impuesto desde arriba, aunque se hayan derramado inútiles, ridículas y bufas “lágrimas de cocodrilo”.
Este el reto que tenemos encomendado los miembros de la Jerarquía, sea cual sea el nivel en el que cada uno esté: que la Santa MIsa sea la Santa Misa. Que se recupere lo perdido, y se abandone lo nefasto. Que lo Sagrado -lo más Sagrado- sea real y exactamente lo Sagrado. Que se adore. Que se haga Presente a Cristo en medio de todos nosotros. Que se le busque y se le venere, porque se nos haya enseñado a hacerlo, poniéndonos en el alma el Hambre y la Sed del Dios Vivo, en la Eucaristía.
Y el pueblo fiel debe ayudarnos y exigirnos esta dimensión de la Vida de la Iglesia, que es la Vida de todos en la Iglesia. Porque no queremos morir, sino VIVIR.
12 comentarios
Cambiar las formas para cargarse todo: x eso s cambian.
https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2013/february/documents/hf_ben-xvi_spe_20130214_clero-roma.html
- No estoy de acuerdo con que la Iglesia cometiese un error en el caso de Galileo porque no pudo demostrar nada y desde la fe nada cambiaba, y con otras cuestiones.
- La presión del mayordomo y la dimisión supongo que algo interfirieron.
2. Debe retornar la libertad del Sacerdote para celebrar en el usus antiquior. Diría más, es urgente celebrar la liturgia romana clásica en todas las ahora llamadas Diócesis el día del Señor.
3. Desde que entraron en vigor los nuevos libros litúrgicos tras el Concilio Vaticano II, el pueblo de Dios del rito latino ha sufrido los constantes efectos adversos de una reforma precipitada y de gran alcance, impregnada de nominalismo, voluntarismo, protestantismo, racionalismo, anticuarianismo, hiperpapalismo y otros errores de la herejía del Modernismo.
4. El esfuerzo por recrear y remodelar la liturgia romana ha ido acompañada por el esfuerzo de la primavera del 68 por recrear y remodelar desde la humanidad y el Estado laicista la sociedad borrando lo sagrado de la misma.
5. El hombre no es dueño de la Liturgia divina, pues todos estamos llamados a ser administradores de lo sagrado, desde el laico hasta el Papa.
6. La liturgia celestial en la tierra viene por la Tradición sagrada como principio rector de toda liturgia cristiana auténtica, que tiene su origen en Cristo y es guiada por el Espíritu Santo a lo largo del tiempo de Iglesia desde Pentecostés. Por lo que, los rasgos identificativos prominentes de todos los ritos tradicionales, ya sean orientales u occidentales, están ausentes en el Novus Ordo.
7. Esta ausencia, esta falta de identidad en el usus recentior con el don del progreso de la Tradición apostólica en el usus antiquior originada en Cristo y asistida por el Espíritu Santo, ha provocado una crisis de ruptura con la Tradición litúrgica que lo aleja de la liturgia de los ritos clásicos e imposibilita que lo llamemos el Rito Romano. Dicho de otra forma, al igual que ahora hablan de un rito maya como rito nuevo para territorios en misión, el Novus Ordo es un rito nuevo que nada tiene que ver con el rito romano, aunque se le llame así. Si queremos celebrar el rito romano tal cual, hay que retornar al rito tradicional, al Rito Romano en su robusta y perenne riqueza, sin necesidad de ningún permiso especial, tal como expuso Benedicto XVI que en paz descanse. Pues, la fidelidad a la liturgia latina tradicional es, en su raíz, fidelidad a la Iglesia romana y a Cristo mismo, que ha inspirado amorosamente el crecimiento y la perfección de nuestros ritos religiosos durante +2000 años. El Novus Ordo se puede llamar Rito Vaticanosegundo, pero no Rito romano. A modo de ej. es como llamar a un barco automóvil cuando en realidad ha roto el andar el camino por carretera para andarlo por agua teniendo ambos el mismo motor de la Liturgia divina, pero el Rito es totalmente diferente.
Sepa que paso sus artículos a dos sacerdotes que conozco. Muchas gracias P. Aberasturi.
OLÉ, OLÉ Y OLÉ!!!
Don José Luis: Otro dulce Cristo entre nosotros!!!!
Gracias!!!! Me siento privilegiada de poder comunicarme con usted!!!!
Este artículo suyo merece un marco de oro. Lo he enviado a varios sacerdotes conocidos. Ojalá lo entiendan
Sin base y fundamento la vida de Dios y de nuestro Señor Jesucristo no llega a los fieles y sabemos que por los Sacramentos Bautismo Confirmación y Orden sacerdotal que imprimen un carácter permanente por acción del Espíritu Santo enviado por Jesús prometido en la Última Cena.
Y que instauró el Mandamiento único del amor
Amaos los unos a los otros como YO os he amado también instituyó el Sacerdocio y la Eucaristía
Toda esta realidad de la vida del Señor ha llegado hasta nosotros siendo necesario Pedro los apóstoles y los fieles convertidos a Jesucristo ;hoy representada en Papa Obispos Sacerdotes Diáconos para que llegue a los fieles la Revelación del Padre llevada en la tierra por la humanidad de Cristo Jesús y dando continuidad a su Mensaje de salvación universal dejó estos hombres en la tierra para que a través de unos y de otros la humanidad pueda ser llevado al Reino de los cielos y ser santificada .
Mantenemos la unidad del mensaje que es Cristo Jesús su Persona; su Palabra ;Sus hechos sus curaciones y unir Cabeza y fieles cuerpo en una unidad total en Jesucristo Mediador entre Dios y los hombres y dice nadie va al Padre sino po Mi.
Hoy y siempre el Sacerdote representa a Cristo Cabeza y en esencia por su llamada vocacional vive a Cristo en su interior y eso nadie se lo pueda arrebatar porque ha dado Su si y definitivo a Cristo Jesús Resucitado y es Sacerdote para siempre otro Cristo en la tierra y haciendo al Señor presente en la Eucaristía el misterio escondido se hace luz comunión; encarnación de la vida divina en cada fiel esta vida supera la vida natural porque estamos injertados en Cristo Jesús y a partir de esta realidad Eucarística todos podemos vivir vida sobrenatural gracias a eternos Sacerdotes santos y santificando la glesia y da igual otras voces porque no llevarán a la santidad del Reino de los Cielos y pedimos a estos Sacerdotes que queremos vivir y no morir y esta vida es sobrenatural y es Misterio de la Iglesia y Ministerio sacerdotal .
Gracias Padre Aberasturi oramos por Usted y los Sacerdotes en esta iglesia Santa y tenganos presentes en la Santa Misa
Contad con las intenciones d la Santa Misa diaria.
¿Y como se pudo llegar a todo esto? ¿será quizá a punta de "falsa misericordia" y "corazoncitos"(solo amor)?!....
Por desgracia estos mismos Papas abrieron la 'caja de Pandora', quizá no fue su directa intención (quiero pensar), pero considero que no hubiera sido posible sin su anuencia parcial o al menos condescendencia. Es como lo que acontece hoy en Alemania, si no se hubieran sentido alentados y envalentonados por los gestos y enseñanzas del Papa Francisco y especialmente su camaradería inalterada hacia ellos y la inacción hacia sus herejías y abusos sacrílegos, no hubieran llegado tan lejos.
Simón Simón Satanás ha pedido permiso para zarandearos es decir para tentarlos y para impedir con todas sus fuerzas que el camino que yo os he dejado que es el Reino de los cielos él lo quiera bloquear.
Jesús le dijo a Pedro yo rogue por ti para que cuando vuelvas al camino confirmes en la fe a mis hermanos.
Somos conscientes de los ataques que van contra el Papa Francisco Sacerdotes Obispos y estos ataques sabemos de quién vienen pero la Santa Iglesia no decaerá porque está fundada por Jesucristo sobre la cabeza del Papa ;sufrirá tribulaciones y dolores intentarán engañar a sus sacerdotes pero no decaerá.
Así esta Fe y confianza en Jesucristo y en saber que su Iglesia esta asentada sobre roca por eso toda crítica y toda destrucción sabemos de quién viene ;es doloroso como atacan a los Ministros sagrados y nosotros como fieles debemos orar por todos ellos para que se mantengan en su identidad primera para la que fueron llamados de predicar el Reino de Dios y abrir las puertas del cielo
Ánimo padre a Aberasturi sacerdote del Dios Altísimo que es Sacerdote para siempre y nadie le podrá quitar su identidad sacerdotal.
Con usted oramos por el Papa y por todos los Ministros sagrados sacerdotes frente a esta tribulación o persecución producto de la inconsciencia y de no conocer verdaderamente quién es Cristo Amor eterno; también como Iglesia oramos por los que la persiguen y la manchan para que se conviertan a Cristo Jesús
Orar orar orar y orar
Muchísimas gracias por tus oraciones. Q Dios te lo pague.
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