Vidal, "veneno mortal".
Sí. Y cada vez, según pasa el tiempo y se hace más mayor, más “veneno mortal” se vuelve el Vidal.
Viene a cuento de lo que ha escrito Arregui -tal para cual, o a cual peor-, alojado cuasi amorosamente en RD -la letal “picadura” perversa, ponzoñosa y mortífera del momento-, con el aplauso maligno y cálido del susodicho Vidal.
Ya que, a imagen y semejanza de los demonios que nunca se toman vacaciones, él nunca descansa tampoco en su arremeter contra la Iglesia Católica. Y de eso vive el buen hombre…, cobrando hasta de “institucioncillas” -para aparentar seguir siendo algo-, y “personajillos” de la propia Iglesia, que quieren seguir siendo algo. Y ahí tienen a RD como vientre “maternal"; aunque sea de alquiler y pago…
Por otro lado, no deja de ser un empeño suicida; pues de la impre de que el Vidal, “veneno mortal", no se da cuenta de que, en cuanto acabe con Ella -es una mera “hipótesis de trabajo” que no va a ocurrir ni en sus sueños más oníricos-, no sé de qué va a vivir: no va a tener quién le pague, ni dentro ni fuera de Ella. Porque RD será ya superflua. Memento: “¡Roma no paga traidores!”.
“A lo que íbamos Blasa!.
El tal Arregui, por nombre José, y con un currículum de profundo calado; que, una vez que ha dejado de ser franciscano y sacerdote, se presenta como “teólogo": pues debe ser lo único en lo que, a estas alturas, puede refugiarse; “teólogo” que vive de los “escandalos” que va generando periódicamente, y que se los acogen donde los quieren publicitar y publicitarse, pues se ha largado un articulito sobre el Novell. Bueno, y mejor dicho: “a propósito de Novell", que no es lo mismo.
Y digo “a propósito de", pues lo primero que destaca es que “no voy a juzgar la decisión, compleja y seguramente dolorosa, y supongo que compartida con la mujer de la que está enamorado”… ¡Cómo se va permitir él, como buen exfranciscano y mejor exsacerdote, “juzgar” a Novell y su circunstancia, por fa!
Por cierto, han salido informaciones que señalan que el tal Novell, siendo Obispo titular, llevó la anulación del anterior matrimonio de la susodicha; cosa que parece curioso como mínimo, o casualidad de las que existen muy pocas, o donde todo empezó… ¡vayan ustedes a saber; pues el “abandonista a la fuga” de su condición de obispo, no va a soltar prenda!
Pues el Arregui, una vez asentado esto, ¿adivinan a quién arrea, ya sin misericordia alguna? ¡A la Iglesia Católica! ¡No se iba a ir de rositas, la Iglesia, con el morbo levantado por el exobispo: Arregui no podía dejar de sacarle rédito al tema. ¡No sería “el Arregui"! Ni Vidal, “veneno mortal", sería lo que es.
Por eso añade, sin solución de continuidad: “sino al sistema eclesiástico que hace que toda esta historia, siendo tan humana, haya de ser vivida de manera dolorosa e inhumana por tantos lados”. No acaba de explica los “lados", pero ahí queda eso. Bueno: ni siquiera empieza a explicarlos.
¡Hay que ver cómo dispara este “teólogo” de postín, y de tan impecable trayectoria eclesiástica! Claro que, disparar disparará, incluso a quemarropa…, pero no acierta ni una. ¡Sea el Señor alabado por siempre jamás!
Porque vamos a ver, alma de cántaro. ¿El Novell no sabía, allá por su juventud que, si se hacía cura -y luego obispo, para mayor “desgracia” suya-, no podía ya casarse? ¿Lo ignora acaso el que se mete en un seminario o en una casa de religión? ¿Y lo sigue ignorando cuando ya ha llegado a la meta: ser cura, o religioso o fraile?
¿Es la Iglesia la culpable de los actos -INMORALES, IMPRESENTABLES de todas todas-, de estos “urgidos abandonistas a la carrera", por poner estas condiciones para ser clárigo, religioso o fraile? ¿Acaso no tiene derecho a poner las condiciones que le parezcan oportunas, en línea recta con lo que, al hacerlo de ese modo, estableció el mismo Cristo, Fundador de la Iglesia Católica? ¿Tenía que hacerlo, Cristo -y la Iglesia más tarde- con las previas “bendiciones” del Arregui y del Vidal?. Amén otros por el estilo…
¡Ah, que le ha sobrevenido “el amor"! ¿Y la solucion es largarse a toda prisa, abandonando la plaza que se juró defender, con escándalo grave para propios y extraños? ¿No hay otra solución?
Para el Arregui, NO, desde luego. Porque sigue largando, a modo. ¡Desbocado está el buen hombre!
“El problema es que la Iglesia Católica aún no se ha reconciliado con el cuerpo, la sexualidad, el eros, y sigue absurdamente empeñada en imponer el celibato a su “cuerpo clerical", para mejor manejarlo”.
“¡Ponte al abrigo Juana, que hay turbión!”.
¡Pobre Arregui, con todos “los arreguis” del mundo mundial! Incluidos “los vidales", lógico: unos no serían nada sin los otros, y viceversa.
¡Los disparates a los que hay que someterse, renunciando hasta a la propia dignidad, para llegar a fin de mes con cierto desahogo!
Lo mejor es la última ráfaga que suelta -lo anterior ni me molesto en comentarlo-: “absurdamente empeñada en imponer el celibato…, para mejor manejarlo” (al clero).
Ahora va a resultar que el Novell “ha sido manejado” por la Iglesia Católica. Debe ser que “le obligaron” a que aceptase ser célibe para llegar a ser sacerdote: obligado también a serlo. Incluso en estas hipótesis -falsas, por supuesto: meras hipótesis-, el Novell sabía estas cosas.
Ni media palabra respecto a que el “obispo a la fuga” ha utilizado su cualidad y condición en la Iglesia para sus trapicheos: ni se le ha pasado al Arregui por la cabeza, dada su “selectiva” imaginación; que ya se ve que solo la tiene frente y contra la Iglesia.
Es como si el Arregui pretendiese que un Ejército -cualquier ejército de cualquier arma- quitase, de las condiciones para entrar ahí y cobrar, que puede haber ocasiones en que al soldado, tenga el rango que tenga, “se le exija disparar". Y no como ejercicio de tiro al blanco.
O quizá pretende que, una vez que uno ha entrado, sabiendo lo que es el Ejército y para qué está, y le ordenan disparar, ¡se largue corriendo y con el rabo entre las piernas! Gritando, para ser más convincente que: “¡hay que hacer el amor y no la guerra!”.
A estos últimos, en caso de guerra, los suelen juzgar como “desertores en tiempo de guerra"; y tienen un corto futuro personal en casi todas las partes del mundo.
Tampoco se ha debido enterar el Arregui -o se le ha borrado así como de repente, con la revolera del Novell-, que existe un fuerte lobby gay en la Iglesia. Más fuerte fuera de Ella, por supuesto. Pero existe, y trabaja; por poner un poner.
Como hay, desde siempre, un fuerte movimiento en contra del celibato: esto ya de toda la vida; pero que, hasta el presente, NUNCA ha conseguido ganar, en ningún sitio ni en ninguna época. Ni siquiera en la época Renacentista, o en el periodo Romántico. Ni por esas.
También se le ha debido olvidar que hace como cuarenta años -o más- que, en la Iglesia Católica, no se habla casi ni del Sexto ni del Noveno Mandamientos. Y así nos luce el pelo a muchos, o a todos, clérigos o no clérigos.
De todas formas, y ya puestos: ¿por qué no echarle la culpa a Dios de TODO: de ponernos unos Mandamientos, y exigirnos su cumplimiento; por darnos y traernos a su Iglesia; por morir por todos nosotros, pecadores; por empeñarse en llevarlos al Cielo, y por no dejarnos ser malos, malos, malos…? ¡Que mira que hace Dios mal las cosas!
La CULPA siempre es de Dios, y NUNCA nuestra. Cosas de la vida. Así nos la metió el Demonio con Adán y Eva y, aunque es “mentiroso, y padre de la mentira” como nos lo dice Jesucristo, seguimos haciendole todo el caso del mundo.
Curiosamente -deben ser cosas de mi Ángel Custodio, que me trabaja muy bien: se lo agradezco de corazón-, me he topado con estas palabras de la Virgen a Marga. Aunque la cita es un poco larga, no me importa copiarla casi entera:
“Mira cómo los hombres se oponen, (…) a la conquista del Amor de Dios. Y es por su soberbia (…) Pecado de soberbia ante el Amor de Dios, ante el TODO. La nada se engríe frente al Todo. (…) mira cómo lo insensato reina frente a los sensato, lo irracional frente a lo racional. Es la hora de las tinieblas. (…) El Amor no encontrará cauce donde derramarse, (…) porque desde su misma Iglesia son los ministros los que no le dejarán abrirse paso.
(…) Y cuando todos han huido de los campos de batalla, han dejado la siega, han dimitido de sus funciones, han dejado sus puestos y han sido ocupados por el mal, (…)
No dimitáis, no desertéis, no dejéis vosotros vuestras funciones, (…)" (“Dictados de Jesús a Marga”, tomo I, 20-01-2003).
Ya digo que me he topado con estas palabras. Pero, en mi opinión: más a propósito, imposible. Para completar y rematar, añado la continuación. Ahora es Jesús el que habla:
“¿Sabes, hija?: el mundo de los afectos, del que todavía no os habéis hecho vencedores, puede acarrearos mucho mal. Hoy en día es de Satanás. (…). Se encuentra hoy muy revuelto. Mucha gente os va a fallar, y muchos de ellos entre los más allegados. Por eso será también muy duro para los que me sigan. Os encontraréis con traiciones inesperadas, que os herirán profundamente el corazón, pero estaréis a semejanza del mío: herido de Dolor por el Amor” ("Dictados…", Tomo I, 29-01-2003).
Y, a continuación, la solución: la verdadera y única solución: Él mismo. Su corazón. Su Espíritu.
“Haceos fuertes en mi Corazón contra la guerra del corazón humano, que no se ha podido formar adecuadamente. Es infantil, y ahora se enfrenta a batallas de adulto ducho. Pero todo lo podrá Conmigo, si antes se ha hecho fuerte en mi Corazón. Mi Corazón tiene poder para reavivar al débil, resucitar al muerto: mi Corazón tiene todos los Poderes de Dios. (…) Conmigo todo es posible.
Y nadie podrá decir jamás que se enfrentó a esta batalla ingente solo, abandonado de la Mano de Dios: nadie lo podrá decir jamás. Porque a mis siervos les infundí un espíritu de hijos, que les hizo gritar: ‘¡Abba!’ ¡Padre!, y jamás volvieron a sentirse nunca solos, jamás huérfanos. (…) Él no deja a los suyos sin asistencia, jamás retira su Espíritu” (Ibid.).
La deserción en la Iglesia, como es evidente y notorio, no es solo de los que abandonan a la carrera sus cargos y sus funciones, materialmente; hay muchos que ahí siguen, aparentemente, pero lo han dejado todo igualmente. Y no sé qué es peor. Las dos posturas ahí están. Bien vigentes. Cada uno sabrá, en conciencia, de su vida.
¿Y qué añadir del Arregui y del Vidal? Como dicen es Asturias: “¡probetines!”. En Aragón son más gráficos, más pegadicos a la tierra que pisan; por eso prefieren: “¡Animalicos!”.
17 comentarios
No digamos ya cuando es una palabra tan solemne como la de los religiosos.
No es honorable quien no cumple su palabra.
Esto es lo que pone en Religion digital, ¿ pero como es posible que un matrimonio civil sea Válido ?
Seguramente sean cosas del Vidal & Cía. O una fake más de las que hace profusión y bandera la "gran" RD.
Me pregunto entonces cómo después de haber tenido semejante experiencia (manifestación de actividad diabólica delante de sus narices), ahora se dedica a atacar a la Iglesia de esta manera. La pregunta no deja de ser un poco retórica, porque parece bastante evidente que tanto Vidal como Novell están siendo tentados muy fuertemente por el malo.
Fray o mosén
Tú lo quisiste
Tú te lo ten
2. Bien, el sacerdote es ordenado sólo en las manos. Las manos de un sacerdotes son las manos de Cristo. Los sacerdotes tienen que pastorear a las ovejas siguiente a los Corderos, a los Obispos, custodios del Depósito de la Fe católica, en comunión con el Vicario de Cristo. Vidal y Arregui enarbolan la bandera del anatema, al seguir los pasos de Judas Iscariote, porque estan continuamente dando besos traidores al Señor para intentar entregarlo al mundo. Pero, la Victoria de la Cruz es la Victoria sobre el Pecado, eternizada con la Resurrección que es la Victoria sobre la Muerte y ya nada pueden hacer contra la Iglesia Santa del Señor.
3. Los Corderos son los Enviados, los Apóstoles y sucesores (Obispos). Así, el sacerdocio pleno tiene sentido sólo en los Apóstoles (Obispos), por lo que la Iglesia siempre es apostólica. La ordenación episcopal es de toda la persona entera. Por ello, el caso Novell y a propósito de lo que vemos en muchos Obispos en activo hoy, de negar a Cristo, es camino de esa iglesia falsa y cristo falso, el mismo camino de los fariseos y saduceos que niegan al Mesías. Camino de perdición que da mucha tristeza por ver la pérdida de Luz y Amor en estas almas ennegrecidas por la carne, el mundo y el demonio.
Pero si que me gustaría comentar algo que no acabo de entender: que un sacerdote deje el ministerio porque se ha "enamorado" de una mujer.
Vamos a ver, que uno se enamora si quiere, y si no quiere, no se enamora.
Que me parece que estamos hablando de personas adultas y de cierta madurez, no de adolescentes quinceañeros, que se fascinan por el primer amor lleno de fantasía y platonismo.
Pero es que además, cuando uno llega al sacerdocio, tiene antes 5 o 6 años de seminario para discernir (con ayuda, se supone), si lo tuyo es el celibato perpetuo, si Dios te lo pide, y te conoces a ti mismo, tu afectividad y sexualidad para dar un paso firme y coherente por este estado de vida.
A nadie se le obliga, pero si optas por ello, te debes a tu comunidad (y a Dios), y también tendrías que dar alguna explicación y no desaparecer de cualquier manera.
Pero no culpar a la Iglesia por ello.
Saludos cordiales.
Tampoco creía en los ángeles ni en la Trinidad.
De que corriente teológica es afín?., Debe ser de alguna evangélica.
Esta cabreado porque no pudo con su tocayo ( por el apellido) y Obispo de San Sebastián, que ahora emiten sus charlas del Catecismo en Radio María pero entre las dos y las tres de la madrugada, y por eso lo tenemos que pagar el resto de la Iglesia?. Contra la ira que le embargue la virtud de la paciencia, paciencia ya que algún día monseñor D. José Ignacio Munilla Aguirre también dejará de ser Obispo, como el dejo de ser residente en el santuario vasco de Aranzazu
Pido a Dios que le ayude a Novell a superar una crisis en la que sus compañeros de episcopado no parece que le hayan echado una mano, sino quizás al cuello.
Y Francisco ¿no se ha dignado siquiera a llamarle por teléfono, como acostumbra para salir en los medios, para pedirle que persevere, que acuda a la confesión?
Pobre necio que sólo conoce y muy seguramente ha practicado el "eros" por no haber descubierto el "agape" por el que comprendería por qué darse a los demás y ser sacerdote.
Por cierto, para usted: No se dice "más mayor" pues mayor ya es superlativo. Superlativo como la maldad de un virus que mata al organismo en el que se hospeda, como Vidal "veneno mortal" lo hace en la Iglesia. Vacunada, por cierto, hasta el fin del mundo.
Simplemente recomendaros un artículo de Juan Manuel de Prada sobre este caso que creo que apareció en el ABC, pero también se podrá acceder digitalmente. Lo he leído y creo que es bastante bueno.
Dejar un comentario