"En Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo Consigo". (Por Omella y Cía.)
Asi nos escribe san Pablo en su segunda carta a los Corintios. Y remata: En nombre de Cristo os rogamos: reconciliaos con Dios… para llegar a ser en Él justicia de Dios. O sea: SANTOS en Dios, pues de ningún otro modo podemos llegar a serlo, como es nuestra obligación: Esta es la Voluntad de Dios, vuestra santificación.
No hemos dejado a san Pablo, al que se le entiende todo de principio a fin: igual no era teólogo de despacho o de curriculum, y de ahí el magnífico resultado. Y sobre todo, que como nunca se soltó de la Palabra de Dios, seguimos acudiendo a él con total confianza y con plena seguridad. Y nos va fenomenal.
¿Tiene esto algo que ver con lo que vemos y oímos en el seno de la Iglesia, día sí y día también, por parte de esa serie de MERCENARIOS que lo que buscan, además de arruinarla moral, económica y espiritualmente, es comerse las ovejas más magras?
De entrada, “reconciliar al mundo Consigo“, significa “reconciliar A LAS ALMAS con Dios”. Porque MUNDO, puesto en boca de Dios, somos todos nosotros, SUS HIJOS, a favor de los que ha mandado a “SU” Hijo Primogénito para Salvarnos y Rescatarnos de NUESTROS pecados.
Por cierto: sin esa entrega -tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su propio Hijo-, en la que Dios Padre encarna a Abraham, al que le pidió que le sacrificara a su hijo primogénito y único -lo mismo hace Dios Padre: no iba a pedirle nada que Él no estuviera dispuesto a hacer-, estaríamos perdidos.
Pero ahora, ese “reconciliar al mundo” se ha convertido, por los muñidores de “la nueva iglesita de ‘viejo’ cuño", lo pretenden convertir -y ya puestos, convertirnos-, en volcarnos en el cambio climático, en el cambio de género…, y en darnos el cambiazo a la pachamama.
Lo digo ‘viejo’, porque el intento de cargarse a la Iglesia Católica es casi tan antiguo como Ella misma… Así que “nada nuevo bajo el sol”. Y esos mercenarios, que se han vendido al poder temporal, por venderse antes al mismo demonio, son también tan ‘casposos’ como todos los anteriores.
Por ejemplo, y sin irnos más lejos, pues no nos salimos de España. El cardenal Omella, el Presi de la CEE, no ha dudado de ¿denunciar? -me da que con la boca no ya pequeña, sino solo emitiendo un ligerillo murmullo que a nadie incomode pues a nadie llegue; o sea: una ¿denuncia? tal falsa como hipócrita y, por tanto, inútil-, “la corrupción” dentro de la Iglesia y de sus pastores, que contribuyen “no sin escándalo” a la desafección y “falta de confianza en la jerarquía” de la propia Institución.
Tampoco ha dudado en señalar que la Fe está perdiendo presencia en España -¡aún no se ha debido enterar, ni por los periódicos, que España ya NO es Católica!-, fruto de “las inconsistencias internas de la Iglesia y de los cristianos”, amén de las de los propios pastores de la Iglesia.
Finalmente, y como algo obligado que no podía faltar, pues es lo que se lleva y a lo que hay que estar sí o sí: “Por ello pido perdón, pues con nuestra falta de testimonio e incoherencias, por nuestras divisiones y falta de pasión evangelizadora, hemos contribuido…” etc.
Todo esto -que lo ha dicho él y no yo, que conste: porque luego las tortas me las llevo yo, como si estuviese hablando mal de alguien-, sería perdonable si, una vez hechas tamañas declaraciones, colgase su carguete, y se retirase a un convento a purgar su parte de culpa; para que, después de recomendar todo esto a muchos de sus colegas, y antes de irse, sacase un buen listado de cosas para poner fin a estas altas traiciones que se han consumado contra las almas -sus hijos, sus ovejas-, contra la Iglesia -su Madre Santa-, y contra Dios.
Y, si entre todos ellos, no se viesen capaces de hacerlo -por no saber, no querer, o porque les coge realmente muy desfondados-, sería la prueba del algodón para, mirándose al espejo, o mirando al Sagrario -si creen aún en Él-, largarse cuanto antes.
Al menos el de Solsona, aparte de tenerlo ¿"bien"? montado, ha sido desgraciadamente coherente con el escándalo que había originado… y del que no estaba dispuesto a bajarse. Y se ha ido. Pero es “mejor” esto, que el cinismo de seguir cobrando de la Iglesia… para seguir contribuyendo a su destrucción.
Insisto en que todo esto lo ha dicho él, Omella. Yo, simplemente, he tirado del hilo, he añadido lo que, en buena lógica, se le ha quedado por decir y he sugerido, lógicamente, lo que me parecía totalmente digno y obligado, por coherente.
Incluso, cuenta El Periódico, ha llamado a los obispos, sus compañeros de viaje a Santiago, a afrontar cuestiones como la falta de fe y la “corrupción” dentro de la Iglesia “que nos duelen muy de veras, y pedimos perdón a Dios, a las víctimas y a la sociedad, a la par que trabajamos por su erradicacion y prevención”.
¡Es que habla ya igual que Sánchez!, con su mismo aplomo y su acento más cínicamente sincero…, para no señalar nada en concreto.
Quien sí habla muy en concreto al respecto es la Virgen, en los “Dictados de Jesús a Marga”: (está hablando de los jerarcas de la Iglesia en España, y dice:) “Olvidaron la sobrenaturalidad de las almas, que pertenecen en última instancia a Dios". (29-02-2012).
Pero la Virgen no deja ahí las cosas, sino que tira del hilo, y señala: “El Poder que ha tentado a todos. El Poder que ha sucumbido a todos". (01-03-2012).
Para, a continuación soltar la bomba: “Con este nuevo gobierno en España [El salido de las elecciones del 20 de noviembre pasado, puntualiza Marga], la Iglesia cree que campará por sus fueros. Pero esto no es posible. Porque detrás de este gobierno, hay lo mismo que detrás del otro: Masón. La Masonería. Habrá pactos, cesiones, plebiscitos. Habrá toda suerte de ‘chanchullos’ los unos con los otros. Toma y daca. A ti te doy, y tú me cedes. Toda suerte de contratos, de cesiones y pactos.
Pero esta no es mi Verdadera Iglesia. No lo es, la que pacta con Satanás. Lo que hace es conservar su puesto. Su puesto en el mundo.
Cuántos, antaño, por no pactar con el Diablo, en otros países, han perdido todos sus derechos {¿Lo dirá por los católicos en la China Comunista? Esto es de mi cosecha}. Aquí daréis muestras de cobardía total. Y de España no quedará ni su nombre. ¡Oh, noble nombre, ligado a amplios ideales! Noble nombre, España, del que no queda ya ni la sombra". {Claramente, no habla en clave política, señalo yo; sino que, a mi entender, sigue denunciando la corupción en la propia Iglesia por parte de los jerarcas}.
“Hay muchos que todavía no creen en la Abolición de la Eucaristía. Esta vendrá”. (07-03-2012) {Pienso yo que lo dice la Virgen como la señal de las señales del intento de destrucción de la Iglesia}
Con todo, y por si a alguno le parece muy fuerte, aún señala la Virgen más detenidamente y con mayor determinación: “Sois vosotros, mis ministros, quienes, con malos consejos, conducís a las turbas camino todos del Abismo [Cfr. Ez 34, 2ss; Jr 10, 21; 12, 10s; 23, 1s]. No son culpables las ovejas, sino que sois culpables vosotros. (…)
Los miembros de la Iglesia, hoy en día, no encuentan la luz. Y es porque los pastores no se la saben dar, no se la saben mostrar. hacerles a ellos responsables de sus faltas, no es más que quitaros a vosotros la responsabilidad de vuestra vida licenciosa, de pecado, y responsable de haber perdido la luz”. (31-10-2011)
Por tanto: tampoco son cosas mías: ¡que las ha dicho la Virgen María!
Y, a partir de ahí, “que cada palo aguante su vela”.
Y el que no lo crea, es su problema. Y tiene un problema.
6 comentarios
Un abrazo
Todo esto tiene un nombre y es que la cabeza visible, además de velar por nuestra moral y dogma juega también a la política.
https://infovaticana.com/2020/03/14/madrid-se-queda-si-misas/
https://infovaticana.com/2020/04/27/omella-ha-pedido-al-gobierno-que-vuelvan-las-misas-publicas/
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