"Todo lo que atares en la tierra..." (Mt 16, 19). I
Y a ti te daré las llaves del reino de los Cielos; y todo lo que atares en la tierra quedará atado en el Cielo, y todo lo que desatares en la tierra quedará desatado en el Cielo.
Son las palabras, ciertas y fuertes pero atinadísimas, de Cristo hablando a Pedro, al primer Papa de la Historia de la Iglesia, por la que nos viene la Salvación obrada por Él mismo en favor nuestro. Son palabras “roqueñas” para la primera “Roca” o “Piedra": para Pedro. Y para todos sus Sucesores.
Para muchos -a día de hoy, y con la que está cayendo en la Iglesia-, incomprensiblemente, les parece que son palabras que significan que al Papa, le está permitido TODO. Lo acuñan de esta manera: “el Papa es el Papa”. Y punto. Ya no hay nada más que decir o hacer al respecto. Cuando hay mucho que decir, hacer y aclarar al respecto.
De este modo, pretenden taparte la boca y señalarte como “antipapa” y, por tanto, “anticatólico", si pretendes que se equivocan: “¿Ha tosido el Papa?, luego eso es magisterio, y todos a toser… o no se está con el Papa ni, por consiguiente, con Cristo en su Iglesia".
Son los intérpretes “ad literam” de la Escritura Santa: TODO hay que entenderlo LITERALMENTE. Y esto es un error, condenado por la Iglesia Santa. Es la “lectura” que hace el fundamentalismo bíblico, muy en consonancia con el fideísmo. Y no lo digo yo como sacerdote: lo dice hasta Wikipedia. Incluso Francisco ha dicho que ‘hay mucho “talibán” en la Iglesia’. “El que pueda [y quiera] entender…“, que lo
haga; pero que no incordie, por favor.A la hora de INTERPRETAR la Palabra de Dios, hay otras formas de hacerlo, y no solo la literal; y son y están plenamente vigentes por autorizadas. Formas que vienen exigidas por el tema, y por la propia “forma". Por supuesto que hay Palabras que, si no son tomadas en su literalidad, no solo es que no se entienden, es que se deforman y dejan de significar lo que señalan. Por ejemplo: Esto es mi Cuerpo… Esta es mi Sangre… O bien: El que crea se salvará, el que no crea se condenará. Todo esto es ad literam, o tal cual.
Pero otras muchas, no. Hay que ver el texto y el contexto, por ejemplo. Y para ilustrarlo, nada mejor que las palabras con las que hemos comenzado este artículo: Todo lo que atares en la tierra…
Es imposible que esto solo se pueda interpretar y, en consecuencia, asumir -por el Papa en primer lugar, y por los fieles a continuación-, de modo LITERAL. Es decir: de modo ABSOLUTO. [Término que se ha puesto en primera línea después de unas palabras del Santo Padre referidas, ni más ni menos que a los Mandamientos de la Ley de Dios].
Porque el Señor Jesús, con sus Palabras, no le está dando a Pedro “un cheque en blanco”, ni lo está colocando como Soberano “Absoluto", sino como “Soberano Pontífice", que no es lo mismo. En la Santa Iglesia no hay más “absoluto” que DIOS -en Jesucristo; y, desde Él, el Padre y el Espíritu Santo-, y lo que de Él deriva: su Vida y sus Palabras y las verdades de Fe contenidas ahí. Y punto.
Todo lo demás, tiene su texto y su contexto, como he señalado: también la “Infalibilidad Papal”, acuñada, determinada y concretada en el Concilio Vaticano I, que se quedó exactamente en esto: había que dejar meridianamente claro qué era Magisterio y qué no; y, por consiguiente, cómo había que tratar, acoger y asumir las cosas que nos venían del Papa, porque no todo está al mismo nivel, porque no todo es lo mismo.
Y buena falta hacía, porque la que le iba a caer a la Iglesia y a sus hijos, entonces y ahora, era y es gorda. fue un auténtico “soplo del Espíritu Santo".
Esa Definición Dogmática -verdad de Fe Católica-, abordó la consiguiente responsabilidad, por parte de todos en la Iglesia de acatar esa Infalibilidad, por encima de criterios o gustos personales, en su Magisterio Extraordinario. A la hora del Magisterio Ordinario, la presunción cae también a favor del Papa… “porque es el Papa”: aquí cabe perfectamente.
Fuera de esto, la cosa cambia. Y puede hacerlo profundamente.
Porque el “atar y desatar” hay que entenderlo -y es su contexto preciso y necesario-, en orden a “la Salvación de las almas”, siguiento el mandato expreso de Cristo. De modo que, cuando el Papa dice una cosa que no está en este “contexto", todos tenemos que aplicarnos aquello de Jesucristo de “ver, oír y entender“. Obligada y necesariamente. Otra cosa muy distinta es que haya gentes que pretendan que nos comportemos como marionetas. Pero, desde luego, no es eso la Voluntad de Dios.
Precisamente por esto, escribí reiteradamente en su momento que: “en la Iglesia Católica NADIE tiene el poder de cerrar los templos e impedir la administración de los Sacramentos a sus hijos”. Como nadie tiene poder para cambiar los Sacramentos, o para decir que los Mandamientos no tienen una validez absoluta sino “relativa", que es lo que les queda.
Y NADIE es NADIE. Porque en Ella no hay un Poder Absoluto; sino, repito, un Poder -de Gobernar, Enseñar y Santificar- en orden a la Salvación de las almas. Y solo en este orden. Y, en este orden, el CERROJAZO, o esos “cambios” no son de recibo, porque NO VIENEN de DIOS.
¡Que la Iglesia NO es una SECTA: es la Iglesia Fundada por Cristo! Y la Iglesia es el único sitio donde debería haber un cuidado exquisito respecto a la libertad y la responsabilidad personales: qua Christus nos liberavit!: con la libertad que Cristo nos ganó.
Porque en ningún otro sitio existe, porque en ningún otro sitio “se nos gana” esa libertad; por eso tampoco “se nos puede conceder", porque nadie la posee por uno mismo: Dios sí, y por eso nos la puede dar, y nos la da.
Así lo ha entendido siempre la Iglesia; y por eso acuñó: ab interius nemo iudicat: “nadie puede juzgar respecto a la Conciencia personal”. Aquí, hasta el Poder de la Iglesia se detiene; también el del Papa. Precisamente para RESPETAR, por VALORAR al máximo, la LIBERTAD personal; que RESIDE, muy en particular y muy en especial, en la propia CONCIENCIA.
NADIE en la Iglesia -y mucho menos fuera de Ella-, puede FORZAR la Conciencia de otro. Justo lo contrario que se ve en el mundo político y social, donde continuamente -por situarse contra Dios-, se arrasa con ese INTANGIBLE MORAL que es la propia Conciencia.
Y añade, acotándolo: nisi Deus: “solo Dios puede entrar ahí”. Y nadie más. Porque la Conciencia es el “lugar", o sea, el “Santuario” del encuentro personal entre Dios y uno mismo. Por esto tenemos ENTENDIMIENTO o INTELIGENCIA: para juzgarlo TODO con, desde y hacia Dios. Es nuestra primera OBLIGACIÓN MORAL.
Pero, además, sabemos que la Fe no puede oponerse a la Razon. Y esto significa que lo que va contra la racionalidad -contra la Razón-, no puede ser de Fe o exigido por la Fe, porque ES INMORAL. Ni puede ser imperado por tanto, por Autoridad alguna, ni civil ni eclesiástica. Y, si lo hacen, abusan de su Autoridad, y se apean de ella, lo quieran o no; es decir: nos liberan de la obligación de OBEDECER “en conciencia”.
Por supuesto: hay que tener en cuenta que, como nos enseña la Iglesia Católica, y nos lo enseña también la experiencia personal -y ajena-, en la DUDA o en la CONFRONTACIÓN respecto a la VERDAD, la PRESUNCIÓN está a favor de Dios; y, en consecuencia, de la Fe. Y de la Iglesia Fiel.
Porque la Fe, al venir de Dios directamente, es la que SANA, ELEVA y PROTEGE a la Razón de los desvaríos que bien pueden darse -se dan, de hecho- en y desde aquí. La FE, infundida por Dios, ni desvaría ni puede desvariar.
Para mayor confianza y seguridad, estamos al cabo de la calle de los HORRORES que las mentes sin Dios no es que sean capaces de promover, sino que los promueven a diario: ¡nada se les opone! Porque sin la Fe, la Razón “se transforma” en un MONSTRUO. Dentro y fuera de la Iglesia: por lo civil y por lo eclesiástico. Y sobran ejemplos.
Precisamente esa CARGA de “atar y desatar”, unida inexorablemente al CARGO -Romano Pontífice; los obispos, en el ámbito que les es propio-, hace que el Papa sea el primer interesado en actuar conforme al MANDATO de Cristo; luego, los obispos. Lo expresó magistral y magisterialmente Benedicto XVI en estos mismos términos, denunciando que el Romano Pontífice no es un Soberano Absoluto ni Absolutista.
De hecho, y en el fondo, el que menos “libertad” tiene en la Iglesia para hacer y deshacer “a su antojo” es… el Papa. Porque es Cristo en la tierra. Es más: acaba de afirmar, hace pocos días, que “con la verdad del Evangelio no se puede negociar”. Y debe saberlo muy bien. Él, más que nadie; se supone.
Cristo NUNCA JAMÁS obró de ese modo, sino para SERVIR -y no para ser servido-; vino para SALVAR, y no ser salvado: para AMAR, ENTREGÁNDOSE por todos nosotros hasta el extremo: este es el acicate para nuestra personal CORRESPONDENCIA.
Por esto, cuando el Papa habla de cosas fuera de este horizonte del Mandato Recibido -la Salvación de las almas todas-, al margen de la Sagrada Escritura y de la Tradición de la Iglesia, NO las dice “como Papa", aunque lo sea; y, en sí mismo, lo que dice y hace tiene un peso que no posee lo que diga cualquier persona.
Las dice como persona que es, con derecho a hablar de lo que quiera, como todos. Y con la posibilidad de equivocarse, como todos. Y con el riesgo de que no se le haga caso, como con cualquier opinión. O se apunten opiniones contrarias. Y punto. Y ese hablar suyo NO es Magisterio: ni Ordinario ni Extraordinario.
Es, será, “lo que ha dicho”, en un momento dado, sobre un tema concreto… y nada más. Si quiere decirlo con más carga, que lo expecifique: pero no que suelte cosas, que no las explique, que cada uno se lo monte como quiera, que se cargue la mano contra los que se niegan a asumirlo -porque en conciencia no pueden hacerlo-, y que se alabe y aplauda a todo aquel que se instale en el “sí, buana”.
Esto, cuesta entenderlo a cierto tipo de personas, buenas y piadosas, debido fundamentalmente a la “formación” que han recibido: ¡las han educado así y les cuesta admitir otra cosa, incluso contra la misma y tozuda EVIDENCIA! ¡Y contra la propia Palabra de Dios!
¡Que en la Iglesia no existe el culto a la Personalidad! En la Iglesia Católica no hay más culto que a Dios, en la Persona de Jesucristo, el Hijo que se nos ha dado. Es decir: ¡no hay más culto que el Culto Eucarístico!
No vaya a ser que pretendamos absolutizar lo que no debemos, y relativicemos lo que no tenemos derecho a relativizar. Por ejemplo, respecto a los Mandamientos de la Ley de Dios NADIE tiene potestad en la Iglesia para cambiarlos o relativizarlos.
Por supuesto: de todos estos enredos -caso de haberse metido en semejantes berenjenales- se puede salir, superándonos a nosotros mismos: porque la Gracia, que nos viene de Dios y de nadie más, NUNCA nos falta, ni nos puede faltar: Dios no sería Dios; aparte de que el Señor y su Madre siempre están ahí, y a nuestro favor.
Eso sí: hay que rezar con total sinceridad y sin prejuicios ante Dios, exponiéndole las cosas con humildad, con ganas de aprender de Él, primeramente. Luego, FORMARSE con profundidad, sin “apriorismos deformantes”, sin “ideologías alocadas” y "sin soltar lo primero que a uno se le ocurre”, circunstancias todas que arrasan con todo, hasta con lo más Sagrado.
Hemos de estar en la Iglesia, junto al Señor, bebiéndonos sus Palabras, comiéndonos sus Gestos, llenándonos de sus Sentimientos y saciándonos con su Gracia. Y siempre con ganas verdaderas de “mojarnos” personalmente, de esforzarnos en/por ENTENDER. Especialmente dos cosas: qué es el hombre -que es uno mismo y de dónde viene-; y más especialmente aún: qué es -y qué le supone- como hijo de Dios.
Y la Luz se hace, porque Él nos la da. Y la Paz se posee, porque se está con Él.
Ciertamente, la tentación es real y próxima -y bien a la mano: sobran los ejemplos-, en la que podemos caer todos en la Iglesia; especialmente expuestos -y en ellos es especialmente grave- los miembros de la Jerarquía, de arriba a abajo, que son los más proclives a caer en ella; y es donde más daño hace. De ahí que el demonio tiene especial interés en que caigamos en ella: es el pan de cada día en la Iglesia de hoy.
De este modo, solo siendo muy de Dios, solo aprendiendo de lo que HACE y DICE, sin “inventos” que solo tienen de audaces la forma, pero que no pasan de traiciones a Cristo, no hay líos, sino VERDAD y LIBERTAD: se está con Dios en SU Iglesia. Y uno, CREE, AMA y ESPERA, que es lo que, de nuestra parte, nos SALVA.
De la parte de Dios ya sabemos lo que nos salva: Él, con su Pasión, Muerte y Resurrección, trayéndonos a “su” Iglesia.
17 comentarios
Por analogía con la interpretación de la palabra de Dios, el artículo 3 del Código Civil español dicta las normas de interpretación " las normas se interpretarán según el sentido propio de sus palabras,en relación con el contexto, teniendo en cuenta los antecedentes históricos y legislativos, en y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundmentalmente al espiritu y finalidad de aquellas," por supuesto que es de sentido común que no se puede utilizar la interpretación " ad literam".
Entiendo ahora la libertad de conciencia (no en mi adolescencia) que si tuvieramos que reconocerla en una persona ajena a mi, tendriamos que aplicar la frase muy caritativa de "no juzguéis y no seréis juzgados".
Se tiene que vivir, comunicar persona a persona, practicar cada cosa y cumplir tal cual lo mandado. Nada de organizaciones que ya existían y degeneraban en poder políticoeconómicoreligioso.
Muchos estudiantes universitarios tienen escasos conocimientos sobre la verdad de la civilización judeocristiana, tienen una mezcla de conceptos equivocados que da pena.
Parece mentira que en estos tiempos, con tantos medios de comunicación, la desinformación, la propaganda manipulada sea lo que abunda.
Hace un siglo la escolarización era escasa por falta de medios, se aprendía lo cotidiano para trabajar, muchos no sabían leer y se ignoraban muchas cosas, pero se escuchaba a los que sabían con respeto, se aprendían las cosas necesarias para la vida. Por eso el catecismo se aprendía desde pequeños con preguntas y respuestas que nunca se han olvidado, al vivirlas hemos ido comprendiendo, experimentando y aquí estamos, con más Fe y más verdadera que muchos teólogos.
Mientras los cristianos vivamos igual que los mundanos la Iglesia no será verdaderamente Cristiana, cuando el Señor venga no tendremos aceite en las lámparas, no habremos cumplido como siervos fieles, se encontrará lo que hay y llorará por nosotros.
El quiere apóstoles, quiere vivir en nosotros, por eso se nos da en la eucaristía, quiere comunidades de personas que le siguen según nos enseña, los asentamientos y apegos le ponen a morir… crucificado.
Dios le bendiga.
¿No le parece que es urgente que alguien nos defina más y mejor qué magisterio que hay que tener como inamovible? . Tenemos que formarnos y no todos podemos ser teólogos profesionales.
2. Un acto que pone patas arriba este artículo es una estatua de Lutero en los jardines vaticanos o la entronización de la pachamama en Roma o:
youtu.be/cmgK7e7dxqo (para eso soy el Papa).
3. Creo que sale del nivel personal. Y cristóforo se es en lo privado y en lo público, en lo civil y en lo eclesiástico, en lo mucho y en lo poco. Creo que el obrar hace al ser.
2. En nuestra constitución humana experimentamos una vida de vinculación entre nuestra conciencia individual y los principios de la ley natural moral.
3. La conciencia moral no es la ciencia moral, sino el juicio práctico acerca de la bondad o maldad del acto humano, por lo que no es libre de la ley natural moral. La conciencia moral no juzga 1. Hay algo que no termino de entender bien en relación a la "libertad de conciencia" introducida por el CVII.
2. En nuestra constitución humana experimentamos una vida de vinculación entre nuestra conciencia individual y los principios de la ley natural moral.
3. La conciencia moral no es la ciencia moral, sino el juicio práctico acerca de la bondad o maldad del acto humano, por lo que no es libre de la ley natural moral. La conciencia moral no juzga la ley natural moral, juzga los actos humanos personales concretos, en función de la ley natural moral. natural moral, juzga los actos humanos personales concretos, en función de la ley natural moral.
...“en la Iglesia Católica NADIE tiene el poder de cerrar los templos e impedir la administración de los Sacramentos a sus hijos”.
Aplausos por esa frase.
Que todos se lo graben a fuego: "los Mandamientos de la Ley de Dios NADIE tiene potestad en la Iglesia para cambiarlos o relativizarlos."
Si no son absolutos, no son el único camino a seguir para salvarse, porque no siendo absolutos no son obligatorios.
¿De que sirve cumplirlos si no son obligatorios?
ayl.tv/atencion-padre-tamayo-nadie-puede-atreverse-a-decir-que-los-mandamientos-de-dios-no-son-absolutos/
Non Nobis.
Creo que está explicado y contestado en el post.
Jesús previamente a entregar las llaves
Pregunta quién decís vosotros que soy Yo.
Y Pedro respondeTu eres el Hijo de Dios viviente. Y poco después le habla de morir y Pedro retocede y Jesús le dice. Apártate de mi Satanás tu piensas como los hombres y nosotros?
El Señor se da completo y la Iglesia fundada sobre la Verdad que es El le es entregada; el Deposito de la Fe Revelada y a El mismo en los Sacramentos.
El Papa es representante deJesucristo en la tierra con un encargo a cumplir. Hacer visible al Señor en todo.
Es Infalible si sigue la Revelación; la Tradición y el Magisterio.
El Papa ha opinado en temas que no son infalibles y habla más del hombre que del Hijo de Dios encarnado y sufriente.
Si hablamos del hombre es más psicológico pecador ;necesitado; es cierto oprimido etc.
Sólo en Cristo Jesús está el Hombre perfecto la Humanidad glorificada y El y solo El cumple la Voluntad Divina que le costo la muerte en Cruz cargando todos los sufrimientos internos y externos de todos nosotros criaturas .separadas de Dios.Hoy mas que nunca hay que predicar la Verdad.
Carguemos nuestra cruz unamosla al Calvario alli murio y resucitó el Señor y la Misa es este sacrificio doloroso y Cristo se nos da para reproducirse en nosotros y ser otros Cristos; ;todo lo demás es voluntad humana y lejos de la vida Divina y la Santidad que se nos ofrece.
Busquemos todos vivir fundidos en Jesucristo desde la Jerarquía y los fieles y dejémonos de pensamientos humanos que despersonaliza la Semejanza con Nuestro Señor.
"Jesús no tenía ámbito territorial en donde asentarse y desde allí predicar. Ni Pedro tampoco. La Iglesia y a su cabeza el Papa, desde el año 756 y hasta año 1870 (año de la declaración de la infalibilidad Pontificia) estuvo y tuvo los Estados Vaticanos. De 1879 y hasta el año 1929 no tuvo territorio en donde mandar. Ahora tiene 44 hectareas que se conoce como "Estado de la Ciudad del Vaticano".
La autoridad de "atar y desatar" es pastoral, no política, como cree o pudo haber creído alguien. La metáfora de 'atar y desatar' procede del lenguaje rabínico y se refiere a prohibir o permitir. Aunque Cristo no le otorga a San Pedro un territorio para gobernar, pero si le otorga las 'Llaves del Reino', la legítima autoridad en su nombre como 'Gran Visir' de su Reino en la Tierra: la Iglesia. Es autoridad otorgada de manera específica para asuntos de Fe y Moral pero también autoridad administrativa (de gobierno) de la Iglesia, como queda claro en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Cuando el imperio romano otorgó legítimamente bienes muebles e inmuebles a la Iglesia de Roma, estos quedaron también dentro del ámbito de las responsabilidades y derechos temporales del Papa, no de cierto Papa sino de la autoridad pontificia, quienquiera sea el titular de la misma. Esa estructura de autoridad espiritual y administrativa se replica en todos los episcopados, con la condición de obrar en obediencia a la sede apostólica. Es la voluntad expresa de Cristo que así sea, Él sabía que su Iglesia crecería con el tiempo de manera espectacular: "El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo, y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas." Mt 13,31-32
Hay gente que dice o piensa que es preferible equivocarse siguiendo al Papa, que siguiendo a otro aunque tenga la verdad.
La obediencia ciega es propia de fanáticos, no de católicos.
Los católicos no podemos obedecer leyes injustas o abusivas, ni civiles ni eclesiásticas. La fe y la razón están por encima.
Mateo 18:18 «Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
Pue parece asi, que no hay un Papa, sino que todos los cardenales han sido elegidos Papas.
Por otra parte, se sabe que por lo menos cuando fué elegido el Papa Francisco, habia cardenales de distintos criterios o tendencias, entonces ¿ cuales son los que se recogen ?
Siempre habia pensado, que el Papa gobernaba con la ayuda del Espiritu Santo, y luego en segundo lugar con la de los cardenales, obispos y ayudantes, que parece distinto.
El Espíritu Santo ayuda a todos, del Papa abajo: es su Misión. El problema viene o está en el caso que le hacemos o en el desprecio que le dispensamos. Dios NUNCA nos sustituye: ni para hacer el mal. Esa es nuestra personal responsabilidad. La de todos en la Iglesia.
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