¡Un auténtico plebiscito! (por lo eclesiástico)

Es la impresión -gozosa y esperanzadora- que me da. Desde que tengo uso de razón en la Iglesia no había presenciado NUNCA, que yo recuerde, este manantial de Fe y de Firmeza en la Fe de tantos Pastores. Auténticos Pastores según el Corazón de Cristo, porque lo llevan en su Corazón: de otra forma, seguirían mudos. Y sordos. Y ciegos. Y “muertos".

Porque han dejado de callar ante tanto desvarío, por decirlo lo más finamente que puedo; y están no ya hablando, sino “atronando” la Iglesia con sus voces, en una larga y sostenida escalada en defensa de Cristo, de su Iglesia y de las almas fieles, que están sufriendo profunda y dolorosamente, ante este descuartizar, públicamente, a la Esposa más Fiel.

Me refiero expresamente a la gran cantidad de declaraciones sobre “Traditionis custodes”, frente a los poquísimos pasos al frente de miembros de la Jerarquía a su favor. Llamativísimo. Además de esperanzador, por supuesto, por confirmar en la Fe, en especial la defensa de la Liturgia por excelencia, la Santa Misa: “Sacramento de nuestra Fe”. Porque sin la Eucaristía ni hay Iglesia, ni hay Salvación que nos valgan.

El destrozo que ha provocado este último Documento es solo comparable -porque no es sino su perfecta y coherente continuidad-, del producido por “Amoris laetitia“, con la que, según algunas interpretaciones, se cargó TODOS los Sacramentos, del primero al último. Aquí fue, aparentemente, más sutil: de hecho, a muchos les pareció incluso “positivo", que ya es parecer.

Me decía una persona, sacerdote por más señas, de buena doctrina, supuestamente bien formado y con proyección y capacidad de enseñar, me decía en confianza: “Bueno, yo es que no me meto en líos, y cuando llego a eso que dices me lo salto. Y si alguien pregunta, me salgo por la tangente”

Y otra persona, también aparentemente formada, me decía al respecto: “Pues yo lo he leído un par de veces, y no veo las cosas que usted dice”: ¡como si yo tuviera la culpa de lo que dice el susodicho Documento, o de su capacidad de “entender", y el equivocado y exagerado fuera yo, sí o sí, y estuviera criticando “de malas maneras” al Santo Padre!

No me voy a pronunciar sobre el Documento, que choca frontalmente con la Tradición de la Iglesia e que incide sobre su mismo Corazón, porque no lo he leído: lo confieso humildemente. Ni lo voy a leer. Tampoco me hace falta, porque no voy a ninguna de las ideas que, en concreto desarrolle o pueda desarrollar la tal obrita: paso. Me basta con lo que todo el mundo dice al respeto: que se carga, es decir prohibe -por “ordeno y mando” como toda “justificación"-, la llamada Misa Tridentina. Porque esto es lo esencial del tema.

Para los defensores a ultranza -y sin más criterio- de ciertas lecturas interesadas del CV II, aquí está exactamente lo que ha traído de suyo, por la misma fuerza de las cosas que allí se fraguaron. Y que ha sido su auténtico estribillo desde entonces, hasta “comerte el coco": “¡Concilio, Concilio, Concilio!”.

Y si alguien pretende decirnos que no viene de ahí, al menos que tenga la honradez intelectual, moral y eclesial -pura caridad- de decirnos de dónde viene todo lo que se cuece y se está cociendo en la Iglesia desde entonces. Porque está hecha unos zorros. Y, claramente, hay un antes y un después del Concilio, como es patente.

Y si a la vuelta de sesenta años y con la que ha caído sobre la Iglesia y sus hijos se pretende decir que “no se ha entendido el Concilio", solo quedan dos opciones: o es initeligible de suyo como primera opción;  o “nos están dando gato por liebre” y seguimos diciéndonos que estamos comiendo liebre con judías, día sí y día también. Por cierto: ese plato, exquisito es poco.

Estamos -lo admitamos o no, nos guste o no, miremos hacia otro lado o no, nos sangren todos los poros o estemos tan contentos y tan panchos-, frente por frente al “espíritu del Concilio” en estado “puro": su auténtico “motor” y su verdadera intención: desmantelar la Iglesia Católica que, hasta entonces había sobrevivido a todos los vaivenes de la historia de los hombres -el último envite: el modernismo impulsado por los masones, acogido desde dentro de la Iglesia por clérigos en todos sus niveles-; y de Ella misma también, como sociedad hecha, no solo por el Espíritu Santo, sino también por todos los que, generación tras generación, han sido el “hoy” de su historia interna y externa, desde la Jerarquía.

El Demonio es muy listo: ha sido ángel, “espíritu puro". Y viendo que desde fuera, y tras dos mil años de combate contra la Virgen y su Descendencia, no había logrado lo que pretendía: extirpar hasta el último germen o semilla de Ella; al contrario, se había fortalecido y, como consecuencia necesaria, se había desarrollado y extendido, espiritual  y materialmente, cambió de táctica: y empezó a luchar contra Ella y sus hijos -o sea, contra Dios-, desde su mismo INTERIOR.

Y ahí está él, y ahí estamos nosotros -al menos, debemos estar, o se nos llevará la corriente, que es fortísima-, para perdición y/o condenaciòn, propia y ajena. 

Hoy, más que nunca -si se puede hablar así-, hace falta la verdadera Vida Sobrenatural o Vida Interior, que se cimenta y construye con la Oración, la frecuencia de Sacramentos, la petición de auxilio al Señor y a su Madre Santísima con el rezo del Santo Rosario, la buena y sólida Formacion pues, sin ella, no podremos dar “razones de nuestra Fe", para que todo esto no nos destruya y pase de largo, además. Y nos salvemos. Y salvemos a muchos, si no puede ser salvar a todos: en Sus Manos -de Cristo y de su Madre- lo ponemos.

La lucha de los hijos de Dios en su Iglesia es la de SIEMPRE: contra el mundo, el demonio y la carne, sus enemigos “tradicionales". Ahora, los hijos de Dios en su Iglesia debemos luchar también y a la vez con un “cuarto enemigo": el “Caballo de Troya” dentro de la Iglesia.

Lo que el Demonio ha entendido a la perfección, y ha puesto en práctica -con gran éxito: todo hay que decirlo-, desde el CV II. Ha construído una “mina", que era el modo que se tenía hace siglos para “entrar” en los reductos mejor fortificados y -de ahí el nombre de su efecto-, “dinamitar” sus defensas. 

Hoy, en la Iglesia, tantos hijos suyos, sabiéndolo o sin ni siquiera darse cuenta, están siendo invadidos y derrotados por el peor de los Enemigos: el Demonio. Y, o vamos a la brecha abierta, a taponarla, con la propia vida si es necesario -y puede serlo perfectamente-, o toda la ciudad perecerá. Porque una vez derribado el “muro” de la Eucaristía -Cristo mismo-, ya no quedan más muros que nos protejan: todo estará perdido.

Es la única “explicación” posible al “desmantelamiento", tan puesto al día y tan eficazmente, de la Iglesia desde dentro de la propia Iglesia. 

En esas estamos: lo queramos o no, hagamos caso o nos apartemos. Porque a esa batalla nos ha convocado no solo el mismo Jesús, sino también su Madre.

En Garabandal quedó netamente puesto de manifiesto; pero algunos de los miembros de la Jerarquía Católica de España y de Roma -los que les tocaba pronunciarse como tal Autoridad-, no quisieron darse por aludidos: es más, intentaron, y lograron, echar tierra encima. Y lo enterraron todo: todo “un éxito". Y lo estamos pagando.

Sería interesantísimo volver a leer lo publicado sobre Garabandal, quedándonos con los mensajes de la Virgen María. Y buscar ponerlos por obra: con nudestros jerarcas, o al margen de ellos. Porque para rezar no tenemos que pedir permiso a nadie: nos lo ha dado Cristo mismo: ¡venid a Mí…! ¡Orad! Ni tampoco nos lo puede quitar nadie.

Amén.

PS: INCREÍBLE e INCOMPRENSIBLE (por decirlo finamente), por cierto, lo de Cañizares en este tema.

24 comentarios

  
Belzunegui
¿Debemos obedecer al papa? ¿ A cual de los dos? ¿Al que dice que el rito de siempre es un tesoro, una lex orandi que se corresponde fielmente con la lex creyendi, que no podemos desperdiciar, o al que dice que hay que desperdiciarlo porque hay que inventar nuevas leyes orandi, cuanto más pachamámicas mejor, y nuevas leyes credendi?


Papa en ejercicio no hay más que uno. El otro, es Emérito: una figura que "inventó" el anterior, por propia voluntad, como ya había insinuado claramente en su primer Discurso como Papa. No admitir esto es condenarse a vagar por las entretelas intelectualoides, igual que los que rechazan a Dios, y pretenden decirnos que hay "demasiadas preguntas sin respuestas": cuando las han abandonado voluntariamente, y se han quedado colgados de la brocha.
31/07/20 11:59 AM
  
Pedro L. Llera
En esa batalla estamos, codo con codo, los cuatro gatos que quedamos, padre... Dios le bendiga.




Igualmente, Pedro. Pero, con el Señor y su Madre, el "pusillus grex" vencerá. Y ahí estaremos también, Dios mediante.
30/07/21 8:51 PM
  
Jordi
“Bueno, yo es que no me meto en líos, y cuando llego a eso que dices me lo salto. Y si alguien pregunta, me salgo por la tangente”.

Sí sí o no no, lo que venga que más viene del diablo. La omisión, la duda, lo elusivo, es negar la verdad, y por tanto, se peca gravemente (mortalmente) por omisión. Callarse o salirse por la tangente cuando hay obligación prescriptiva de hablar y defender la verdad, decir media verdad ocultando las restantes, decir media verdad con mentiras, todo ello es pecado grave.
30/07/21 8:57 PM
  
Jordi
Así como una minoría de la Iglesia quiere ir contra la parte mayoritaria de la Iglesia (Amoris laetitia, Traditionis custodes) para llevarla a un cisma, así lo mismo sucede con el gobierno Sánchez, que es una minoría sustentada por la policía, que quiere llevar a una guerra civil y a una III República con sus leyes dictatoriales. Vidas y vías paralelas de dos minorías, la progresista y la socialista-comunista-independentista, que quieren romper la Iglesia de la Tradición y la soberanía y unidad de España. Pero España es un país de santos y guerreros, y no nos vamos a estar callados, combatiremos.
30/07/21 9:02 PM
  
Hermenegildo
Muy bien como siempre, D. Juan Luis, pero no hay que echar las campanas al vuelo. Aunque la actitud ante el nuevo Motu Proprio de obispos como los cardenales Cupich y Nichols haya sido prudente, no por ello pueden incluirse entre los "auténticos Pastores según el Corazón de Cristo, porque lo llevan en su Corazón: de otra forma, seguirían mudos".




Pero han hablado.
La conversión le puede llegar a cualquiera en el momento más inesperado: Spiritus, ubi vult spirat!
30/07/21 9:14 PM
  
Mariana M
Es muy valiente de su parte, Padre Aberasturi, decir que no ha leído el motu proprio. Lo entiendo perfectamente porque a mí me hace daño leer lo que dicen esos documentos, entonces me lo salteo. Y cuando alguien cita textual, sea documento o charla, donde lo noto, lo paso.
Se puede leer perfectamente a través de las opiniones varias de los demás. Pero, esto algunos lo van a criticar con facilidades.
Que Dios bendiga abundantemente a todos las sacerdotes de Cristo que levantan su voz.
Nadie nos puede quitar la oración, muy bien dicho Padre. Y las peregrinaciones que es el pueblo que va a pedir intercesión a María Santísima.
30/07/21 9:18 PM
  
Vicente
Debemos obedecer al Papa.




¿También si te manda cortarte la cabeza, o cortársela al vecino? ¿No hay límites a la obediencia? La "obediencia ciega" está totalmente descartada -prohibida- por la moral católica. Tú verás...
30/07/21 9:38 PM
  
Oscar
Para ahorrarle tiempo, aqui el resumen mas conciso que le puedo hacer de TC: Muerto el perro (Misa tridentina), se acabo la rabia (resistencia al CV2)

Pero al perro que lo dejaron famelico y lo intentaron matar varias veces desde 1970, hoy esta bien alimentado y fuerte, da envidia verlo. Algunos dicen que muerde, dicen que tiene la rabia, le tienen pavor.
A muchos les ha faltado tiempo para decir que el perro no muerde, que no tiene la rabia. Esos que le dieron la espalda cuando estaba famelico.
Pero en realidad el perro si muerde, bien lo saben los de TC.
30/07/21 10:02 PM
  
maru
P. Aberasturi, yo es que lo de "obedecer al Papa...." tampoco lo veo, porque ya sabemos que a lo largo de la historia de la Iglesia, hubo Papas y Papas; hasta Papas herejes. Para mí, tanto A.L. como Trad. C., han sido de lo más desafortunado, pero ahí están. Ni que decir tiene que estoy de acuerdo con lo que vd cita . Solo nos queda rezar;, como vd.bien dice, nadie nos lo puede prohibir.
30/07/21 10:25 PM
  
Maria M.
La Misa tradicional celebra la liturgia de la Palabra y después la liturgia de la Eucaristía, exactamente con el mismo respeto y solemnidad que la misa ordinaria, me atrevería a afirmar que aún mejor, pero comprendo que esto es una valoración personal.

Lo que no me cabe en la cabeza es como puede el Papa Francisco cuestionar al Espíritu Santo', echando por tierra las decisiones del Papa Emérito Benedicto XVI sobre la misa tradicional.

Me parece una gran falta de respeto hacia el Papa Emérito y Papas anteriores y para colmo y la gota que colma el vaso se atreve a hablarnos de las sorpresas del Espíritu.....más bien yo diría las sorpresas de Bergoglio, que va de sorpresita en sorpresita, tomando decisiones equivocadas que no llevan a la Iglesia a nada bueno.....la falta de unidad es tan evidente.....entre otras cosas....que solo queda rezar y pedirle a Dios que actúe cuanto antes....Ven Señor Jesús!!!!
30/07/21 11:44 PM
  
Rafa Gomez
El Motu Propio creo que tiene escasa repercusión práctica en la vida de los fieles (hay pocos que acudan a la Misa Tridentina), si bien tiene gran importancia desde el punto de vista de la tradición y la liturgia. Por tanto, habría que reflexionar sobre otras repercusiones que podría tener. Una de ellas podría ser conocer a aquellos que son o no seguidores de las actuales directrices del Vaticano. ¿Para qué?: ya veremos.
30/07/21 11:53 PM
  
Tulkas (1 Timoteo 2,1-8 / Rom 11,32)
Son los últimos coletazos agónicos de la mentalidad del Vaticano II.
Pero es cola de escorpión y morirá haciendo daño.
31/07/21 12:36 AM
  
Argia
De las apariciones de Garabandal, se han cumplido los dos mensajes.
Esto, cuando en la fecha en que ocurrió era imposible saber que era verdad lo referente a la jerarquía.
El sacerdote Jose Luis Saavedra, hizo su tesis doctoral sobre estas apariciones, y tiene unos videos muy buenos, y faciles de ver, porque explica lo que paso en y con Garabandal de una forma amena.
Falta que pase, el Aviso, el milagro, y el castigo.
Estos acontecimientos estan profetizados para cuando haya una persecución patente.
31/07/21 3:46 PM
  
Mariana M
Con respecto a la persona que se sale por la tangente, esto no es sin un esfuerzo. Porque tiene que acallárselo y hacer el tonto.
¿Por qué no lo dice? Por falta de libertad, para evitar sanciones de su comunidad, etc.
Se trata de enfrentarse al gran jefe, como en una tribu.
Pero, esta persona no está siendo auténtica, está forzada, y eso es un tipo de alienación.
El silencio o el "no me consta" sea quizá una respuesta más sana.






También el silencio y el no me consta son insanos: porque es engañar y eludir el deber, en conciencia, de enseñar y formar.
31/07/21 3:47 PM
  
Mariana M
Es cierto lo que dice, Padre. No hay que engañar, eso es muy serio.




Y menos, cuando lo que se pretende es ENSEÑAR en un medio de "Formación Católica".
31/07/21 7:33 PM
  
Mariana
Padre José Luis:

GRACIAS: Que Dios lo colme de Bendiciones!!!

Usted con su amor por la verdad e interés por la salvación de las almas, San Josémaría con las tres campanadas, el Padre Sanahuja con sus libros, entre otros nos están enseñando a vivir la "comunión de los santos"

Gracias Padre de todo corazón...... Pido Su Bendición y sus Oraciones!!!






Reza x mí, q falta m hace... Yo rezo todos los días x los q m leéis
31/07/21 10:14 PM
  
AJ
Padre, está dando por hecho que el modernismo y la masonería se acabaron dentro de la Iglesia, cuando yo creo que nunca se fueron. Lo que denunció san Pío X en Pascendi (encíclica que hay que leer para saber con quien lidiamos) tiene mucha similitud con lo que pasa ahora. Yo no creo que el problema nazca en el Concilio. Creo que en el Concilio, los modernistas infiltrados encontraron su forma de salir a la luz, aprovechando el buenismo de la época y las ambigüedades de los textos (que las hay. En ese sentido Nostrae Aetate es intolerable). Recordemos que muchos de los que hicieron la letra del Concilio son los mismos del Espíritu del Concilio. Bien siendo los principales promotores o permitiendo los desvarajustes.

Y desde entonces, la Iglesia parece un autobús de colores que va a toda castaña hacia un barranco, mientras el conductor se ríe y los pasajeros dan palmitas y cantan Bob Dylan y bailan el Cumbayá.








Afirmar q doy por hecho q el modernismo y la masonería están finiquitadas es no haberme leído, o no haberme entendido.
31/07/21 10:21 PM
  
AJ
En cuanto a la misa Tradi:

Lo creáis o no, ha tenido un gran crecimiento a pesar de las trabas y más después de la pandemia. Especialmente en países como EEUU, Inglaterra o Francia. Las parroquias han multiplicado los asistentes. Los seminarios están a tope y van muchos jóvenes (de los pocos que siguen yendo a Misa) y muchos con familias numerosas. Se han dado cuenta de que no es cosa de nostálgicos.

Y, es cierto, que la gente se ha empezado a preguntar cosas sobre la reforma litúrgica y a empezar a preguntarse sobre el concilio y lo que allí pasó. Nada que no se haya preguntado alguna vez algún fiel que va a la Misa normal. Y esas preguntas han empezado a incomodar a los revolucionarios del Espíritu del Concilio. De ahí el decreto. Lo más curioso es que el propio Papa, pone al mismo nivel tanto el CVII y el Magisterio de los Papas como la reforma litúrgica. Y, señores, yo or ahí no paso. Ahora va a resultar que se puede criticar la liturgia de Trento y anterior por "atrasada", "oscura" o "carca" y la del Vaticano II no (que no tiene nada que ver como se celebra la misa ahora a como la propuso el CVII). Ahora va a resultar que el Vaticano II, que no tiene anatemas, va a echar más gente de la Iglesia que los anatemas de Nicea o Trento. Es que no me fastidies
31/07/21 10:29 PM
  
María Cristina
Estimado Padre José Luis: Sus artículos y los del Padre Jorge, son lo primero que leo en Infocatólica. Son un consuelo, en medio de tanta tristeza. Me adhiero a todo lo que dice Mariana en su comentario. ¿Qué diría San Josemaría con este último Motu Proprio? Sus Tres Campanadas fueron proféticas. Hoy le he pedido mucho al “Santo Cojo”, por la Iglesia y por la Compañía... Gracias por darnos luces en estas tinieblas. Aquí en Ave María, Florida, tenemos la dicha de poder asistir a tres Misas semanales según el Vetus Ordo. Bendito sea Dios y la Virgen Santísima que se ve cuida de Su Pueblo. ¡Acuérdese de mí en el altar! Pido su bendición.




Reza por mí, que falta me hace. Todos los días pido por los que me leen. Por supuesto, mi bendición de sacerdote para ti y los tuyos.
01/08/21 3:17 AM
  
Soledad
Claro y valiente el artículo.

Que el demonio actúa desde el interior lo vemos en dos claros síntomas, que llevan su marca:los errores manifiestos y la división dentro de la Iglesia.

En estos tiempos, aparte de apoyarnos en todo lo que Vd. dice, ante la orfandad y soledad que experimentamos, la Stsima Virgen es el camino, el rosario su arma poderosa. A mí me gusta sentirme dentro de la legión de Nuestra Señora, y últimamente, acudir a la intercesión de los santos.Mi piedad está recorriendo caminos nunca transitados.... la iglesia militante, está dando paso a la triunfante y las animas del purgatorio. Me siento acompañada y esperanzada. La comunión de los santos, es más fuerte que los pecados, las decepciones o descaminos de quienes deberían ser luz.
Cuando alguien con valentía y verdad alza la voz,la iglesia se hace presente. La Iglesia siempre está,para quien busca la verdad.

Gracias. No sabe Vd. cuanto bien hacen sus palabras.
Omnia in bonum.





Gracias a Dios siempre, por encima de todo y en primer lugar.
01/08/21 7:43 AM
  
Oscar Alejandro Campillay Paz
El Concilio Vaticano II, cómo todos los concilios, ha sido una inspiración de Dios.
San José María Escrivá fue incluso, un gran precursor con su intuición sobre la santificación del laico, y Álvaro del Portillo fue determinante en la preparación misma del Concilio.
Benedicto XVI declara que el mismo Catecismo de la Iglesia Católica "es uno de los frutos más importantes del Concilio Vaticano II" (Porta Fidei, 11)
Y recuerda la mirada de San Juan Pablo II:
"En ciertos aspectos, mi Venerado Predecesor vio ese Año como una «consecuencia y exigencia postconciliar», consciente de las graves dificultades del tiempo, sobre todo con respecto a la profesión de la fe verdadera y a su recta interpretación. He pensado que iniciar el Año de la fe coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II puede ser una ocasión propicia para comprender que los textos dejados en herencia por los Padres conciliares, según las palabras del beato Juan Pablo II, «no pierden su valor ni su esplendor. Es necesario leerlos de manera apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos cualificados y normativos del Magisterio, dentro de la Tradición de la Iglesia. […] Siento más que nunca el deber de indicar el Concilio como la gran gracia de la que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. Con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza». Yo también deseo reafirmar con fuerza lo que dije a propósito del Concilio pocos meses después de mi elección como Sucesor de Pedro: «Si lo leemos y acogemos guiados por una hermenéutica correcta, puede ser y llegar a ser cada vez más una gran fuerza para la renovación siempre necesaria de la Iglesia» (Porta Fidei, 6)

Bendiciones!





Pues, en este caso en el que nos sitúas, cómo es posible que haya llegado la descristianización más absoluta al mundo occidental?
Lo de inspiración de Dios, Juan XXIII dijo que había tenido un sueño.
Precursor, no quiere decir ni participante, ni siquiera estar a favor.
Don Álvaro fue determinante a la hora del papel de los laicos y del sacerdote, pero no le han hecho ni caso, a lo que se ve; porque la Iglesia la hacemos también los hombres, todos, y no siempre para bien.
Así podríamos seguir sin faltar a la verdad de lo pasó antes, durante y después del CV II.
01/08/21 10:12 AM
  
AJ
Es que lo que dice un comentario sobre el papel de los laicos no es del todo cierto. Que pasa, que en la Iglesia antes del Vaticano II, ¿ los laicos no importaban? Es que nos machacan constantemente con ese tipo de argumentos que son falacias. Así, a bote pronto, puedo pensar en decenas de santos canonizados antes del concilio que eran laicos: San Luis de Francia, Fernando III el santo, Santa Isabel de Hungría, Santa Mónica, San José, Ana Line, Tomás Moro... A los concilios, los países cristianos llevaban su delegaciones y la gente daba su opinión. Los laicos fueron esenciales en crisis como la de Arrio, llegando incluso a echar obispos de su sede por herejes. Así que no vengamos con medias verdades
01/08/21 7:04 PM
  
Néstor
Una cosa es el Concilio y otra el "Espíritu del Concilio" tal como lo promovieron siempre los progres.

Por otra parte, en todo Concilio intervienen de hecho muchos espíritus, no todos buenos, y más que en ninguno de ellos, diría yo, en el Vaticano II.

Allí hubo una lucha a brazo (metafórico) partido entre el Espíritu Santo y el otro "espíritu". Pero como la Iglesia ha declarado Ecuménico al Vaticano II, debemos creer que finalmente ganó el Espíritu Santo, por más apretado que haya sido el tanteador.

Claro, eso no quita que el otro espíritu haya estado activísimo después del Concilio y con la excusa del Concilio, como todos sabemos.

Por eso, tiempo de discernimiento de espíritus.

Saludos cordiales.
02/08/21 3:13 AM
  
Perplejo
Estoy muy de acuerdo con los comentarios de Óscar Alejandro Campillay y de Néstor. El Concilio Ecuménico II -como fruto del Espíritu Santo- ha sido una bendición para la Tradición de la Iglesia. Debemos creerlo por la fe. Las palabras de Juan Pablo y de Benedicto XVI, que aparecen citadas en uno de esos comentarios, son expresivas al respecto. Sin embargo, esas palabras van acompañadas
de sendas condiciones (coincidentes) para que la bendición surta efecto: ".. es necesario leerlos (los documentos) de manera apropiada.." y ".. si lo leemos y acogemos (el Concilio) guiados por una hermenéutica correcta..". Y esto es lo que no siempre ha sucedido. La lucha durante el post Concilio y al interior de la Iglesia, de dos visiones antagónicas de la misma, no lo ha permitido. Sesenta años de lucha durisima, de carácter principalmente espiritual. Y claro, los frutos generados por el Concilio - ¡no el Concilio como fruto en sí mismo, sino los frutos de su aplicación!- resultan contradictorios, cuando no dolorosos y decepcionantes para muchos. ¿Debería esto sorprendernos? Acaso, como se nos dice del mismo Jesús, no es posible que el Concilio ( y la hermenéutica firmemente elegida para interpretarlo) se haya constituido en signo de contradicción, en bandera de discordia para que se manifiesten las intenciones de muchos?






Cada uno es muy libre d creer en lo q quiera respecto a lo q no es de Fe., Como es casi del CV II. Para mi, desde luego, no tiene nada q ver cómo signo de contradicción, etc...
04/08/21 12:16 AM

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