"El Hijo del Hombre será entregado a los sumos sacerdotes..." (Mt 20,18)
Se repite la Historia. Pasa siempre, y en todos los órdenes de la vida; fundamentalmente porque ni aprendemos ni queremos aprender. Solo que, en este caso y por desgracia, se rechaza la propia Palabra de Dios. Porque ahora, y en su Iglesia, Jesús vuelve a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y ellos le condenarán a muerte. Tal cual.
No soy alarmista, ni vendedor de tragedias, ni veedor de males ocultos, pues bien a la vista están. Pero, por dramático y blasfemo que sea lo que está pasando, no por eso es menos cierto: ahí tenemos a una parte de la Jerarquía Católica crucificando de nuevo a Jesucristo. Hay ejemplos practicamente cada día; y por todas partes además.
Porque todo lo que está pasando en la Santa Madre Iglesia, desde el famosísimo Concilio hasta nuestros días, absolutamente todo, viene auspiciado, fomentado, reglado, asumido, alentado, tolerado y consentido -en una medida o en otra, cada uno sabrá de su responsabilidad personal, dejando a salvo las excepciones que haya-, por algunos -bastantes- miembros de la Jerarquía.
Es más: es patente que ninguno de los temas que están en el candelero viene auspiciado por la base de los fieles; antes bien, los fieles, los verdaderos fieles, son ninguneados inmisericorde y miserablemente: son las primeras víctimas, que, para gran parte de la Jerarquía ni pretenden enterarse de que existen. ¡Y se han Ordenado para ellas!
El asunto es tan evidente que da grima y vergüenza ajena tener que decirlo. Y de los que “se hacen ciegos, sordos y mudos a conveniencia, aunque contra toda lógica humana y sobrenatural” -no entro a su buenísima intención, porque no aporta nada-, para qué hablar… Ellos sabrán por qué. Yo, no.
¿Quién ha montado la burla blasfema de la “comunicatio in sacris” con los “hermanos separados o separatistas", presidida, faltaría más, por miembros de la Jerarquía Católica? ¡Es que era una Misa supuestamente “católica"! Pues eso.
¿Quién está presionando para que en EEUU los Obispos no se pronuncien sobre los católicos oficiales y oficialistas que presumen de eso y son abortistas “a muerte"? (no pueden ser otra cosa, dado el tema). Pues una buena parte de la Jerarquía; de allí y del mismo Vaticano, con Ladaria de “la voz de su amo".
¿Quién ha tapado, como mínimo, los temas de conductas aberrantes -ojala no hubieran nacido: más les valiera que les atasen una rueda de molino al cuello y los echasen al mar, ha dicho el Señor- en el seno de la Iglesia? Parte de la Jerarquía.
¿Quién ha convertido en “ritualismo" y “sacramentalismo” la vida espiritual de los hijos de Dios en su Iglesia en medio del mundo? De este modo la han matado. Ustedes mismos, no se corten, que tienen la respuesta bien a mano.
¿Quiénes han favorecido, sí o sí, la ruptura entre Doctrina y Vida, hasta el punto de que mucha gente ve y constata -con asombro, desconcierto, miedo y sin posible solución: cada persona es un mundo- que, efectivamente, la Fe “parece” que ya no les “arregla” nada de su vida real, personal y concreta? Y no les “arregla” significa que “no les sirve": y la tiran por la ventana. La respuesta es evidente.
Resumiendo: ¿De dónde ha partido la DESCRISTIANIZACIÓN de naciones enteras, católicas desde milenios atrás? Sigan dando en el clavo, que aciertan.
¿Qué cardenal ha dicho que va a rezar para que los fumadores lo dejen? ¿O que está a favor de los indultos de gentes que se han saltado las leyes? Grandes temas eclesiales, y de primer orden.
¿O qué otro ha entendido ahora que hay que cuidar del planeta; y que el “sínodo de la amazonia” hay que entenderlo como “espacio de afirmación de identidad y de toma de conciencia de la misión"? ¿Sabe de qué está hablando? Yo no: lo digo desde mi pequeñez más absoluta en estos horizontes.
¡Sea uno cardenal para todo esto: para preocuparse en su oración por los fumadores, que deben ser un peligro público y anti-eclesial de magnitud planetaria! O misionando pro la amazonia, como si no tuviese bastante con lo que tiene. Y todo, con la que está cayendo en la Iglesia.
¿Y lo de las señoras o señoritas “sacerdotas u obispas", como mínimo? Ahí estamos, martilleando en el mismo sitio: en las Manos y en los Pies de Cristo, después de clavarle las espinas y molerlo a latigazos de nuevo.
Así podríamos seguir…
Ni siquiera nos sirve aquel criterio que da el Señor a las gentes respecto a los “sacerdotes” de la época: que hagan lo que les dicen, pero no lo que hacen, pues dicen pero no hacen. Ahora ya ni eso: porque no podemos hacerles caso ni en lo que dicen -dicen y se manifiestan contrarios a las mismas palabras de Jesús-, ni mucho menos respecto a lo que hacen: se comportan como auténticos mercenarios.
Es más: para ser fieles a Jesucristo hay que dejar de serlo respecto a todos estos. Porque hasta la OBEDIENCIA, en la Iglesia, tiene un límite: que nos manden pecar. O que nos manden abandonar y vender a las ovejas: que sería pecar por nuestra parte, y el Señor nos pediría cuenta, y bien corta. ¡No podemos servir a Cristo y a estos! Y ha llegado el momento de escoger. Necesariamente. Para salvar, de entrada, la propia alma. Y luego y con ello, las demás.
Voy a recoger unas palabras de los “Dictados de Jesús a Marga” , que no tienen desperdicio. Copio: “Cuando Yo venga, ¿os encontraré creyendo (Cfr. Lc 18,8)?, ¿os encontraré confiando?, ¿amando? O quizá mi Resto, en quien confío, también ha bajado a formar parte de los impíos… ¡Oh, no me abandonéis ahora, cuando más os necesito!
Venid a Mí. Venid Conmigo. No dejéis que Satanás se ría viendo cómo ha conseguido haceros perder el Amor”.
El que quiera entender, que entienda. Porque nos sigue hablando Jesucristo, el Hijo de Dios vivo.
15 comentarios
Mientras pueda leer que alguien tan razonable y bien formado, sigue manteniendose fiel y denunciando tanto desmadre, no me sentiré tan sola en este mundo que parece que se ha vuelto del revés.
Dios le bendiga.
Atemos el demonio con el santo rosario porque el Triunfo del Corazón Inmaculado está a la puerta. Bendiciones.
Muchísimas gracias por tus palabras. Vamos a unirnos en oración y sacrificios continuos -en la medida de nuestras posibilidades-, para que el Señor tenga piedad de nosotros, por tenerla de su Iglesia.
Digo que es temerario porque esas acusaciones mucho mal hacen a los fieles y da alas a los enemigos de la Iglesia que están al acecho y por otro lado son los concilios los que han ido conformando nuestra fe y el Vaticano II se celebró con tantas garantías o más que el resto. La mejor forma de destruir la Iglesia es destruir la cabeza.
El padre Iraburu decía en infocatolica hablando de las herejías y los cismas:
"Pero como ya San Jerónimo observa, práctica e históricamente, herejía y cisma casi siempre van de la mano, pues el cisma se auto-justifica alegando herejía en la Autoridad apostóllica. Y conduce siempre a negar la primacía del Sucesor de Pedro."
Debemos ser muy prudentes y si tenemos que corregir, hagasmoló con caridad mansedumbre y prudencia.
Desde el mayor respeto.
Desde el mayor de los respetos:
Pretender que el CV II fue como los demás concilios de la Iglesia, es cerrar los ojos a la realidad de lo que pasó antes, durante y después del mismo. Máxime cuando, desde entonces y en la Iglesia, todo el acento se ha puesto en "¡Concilio, Concilio, Concilio!"..., y se ha destrozado a la Iglesia y se han descristianizado países enteros de acendrada historia católica.
Si no hay relación entre una cosa y otra, habrá que pensar que todo lo que ha venido después, empezando por las miles y miles de deserciones en su seno -que fue lo inmediato, y que poca gente recuerda: no sé por qué-, todo ha venido por "generación espontánea"; algo que no solo es metafísicamente imposible, sino que niega la evidencia: todo lo que ha pasado responde a un plan perfectamente preestablecido y magistralmente ejecutado. Ahí están las pruebas: por sus frutos los conoceréis.
El "negacionismo" tampoco sirve en la Iglesia, como no sirve en ningún sitio. Eso sí: tranquiliza muchísimo la conciencia... pero no arregla nada: las ve venir, y las ve establecerse; con la esperanza, supongo, de verlas también pasar. Pero estas cosas, intentan quedarse, desgraciadamente; al menos, mientras la Autoridad Competente no tome cartas en el asunto. En cuyo caso -no ponerse a ello-, ella misma se convierte, automáticamente y por su propia elección, en INCOMPETENTE.
La VERDAD de Dios, y la verdad de las cosas NUNCA puede dar alas a los enemigos de la Iglesia, que son "mentirosos y padres de las mentiras": la VERDAD es la primera y la única medicina.
Los que hacen daño a las almas buenas son los que hacen daño a las almas buenas: que están ahí, con nombres y apellidos, dueños y responsables de sus palabras y de sus obras, contrarias a Cristo. No es mi caso: lo digo humildemente, y en la presencia del Señor.
Te doy la razón en lo de la Cabeza, lugar donde no estoy yo ni siquiera con la intención. Yo intento CORFIRMAR en la FE a TODOS mis HERMANOS, como es mi OBLIGACIÓN ante Dios, ante la Iglesia y ante las almas. Que para algo soy sacerdote, gracias a Dios.
Yo no doy puñetazos a nadie, porque solo recojo las palabras que ellos mismos han dicho públicamente: se noquean solos, por desgracia. De hecho, así van muchos hoy por la Iglesia Católica: noqueados, técnicamente "sonaos".
Ya está bien de acusar de criticar peyorativamente al que únicamente recoge las palabras de los interesados, sin pronunciarse sobre los propios autores: admitiré la crítica hacia mí, cuando se califiquen las palabras recogidas por mí.
2. Si el camino emprendido en el CVII es lex orandi lex credendi en la liturgia (comunicatio in sacris), entonces a los católicos se les impide recibir toda la gracia y las virtudes que deberían, se separa Doctrina de Vida; y la herejía, la blasfemia y el sacrilegio se introduce y normaliza en la vida cristiana deformando la Fe verdadera por una fe herética.
3. Así, el Sacramento, que presupone la Fe, también nutrirá y fortalecerá las virtudes de la fe, la caridad y la esperanza en la vida temporal; solamente así los católicos recibirán los efectos y virtudes de la gracia del Sacramento (ex opere operantis). Por ello, el católico tiene una reverencia absoluta ante la Sagrada Eucaristía como si estuviese ante Dios mismo (porque ¡Él es! Yo Soy). Esto se expresa en silencio, vestimenta, gestos, palabras y pensamientos; acercándose y preparándose para recibir a Dios de una manera singularmente reverente: postrándose / arrodillándose / en genuflexión ante la Presencia real y sustancial de Dios. Pues, la recepción digna de la Sagrada Eucaristía es necesaria: Domine, non sum dignus: primero debemos adorar a Dios antes de poder recibirlo dignamente. Pues, la Eucaristía hace a la Iglesia. Arrodillarse y recibir en la lengua es expresión de humildad, reverencia, piedad, amor y asombro.
Sus palabras me han conmovido profundamente, haciéndome reflexionar sobre lo que tengo que corregir al decirnos las palabras de Marga.
Gracias Padre José Luis por estas conmovedoras palabras de Jesús....
Que gran ternura de Jesús
Al escucharlas, uno no puede permanecer sordo.
En ello nos va aceptar o rechazar el Amor con mayúsculas.
Gracias Padre, rece por mí por favor para no fallarle a Dios y perseverar.
Cuenta con mis oraciones. Y me acojo a las tuyas.
Muchas gracias por sus respetuosas explicaciones. Creo que disentir con respeto es muy de agradecer en estos tiempo. Gracias.
Padre creo que es injusto achacar al Concilio Vaticano II la decadencia y el abandono que se ha dado de sacerdotes y laicos. Pienso que el Concilio fue un intento de dos papas muy diferentes, de renovar lo renovable para que el mensaje cristiano fuera nejor entendido y parar las deserciones internas y externas que se estaban produciendo.
Había muchas prácticas religiosas que erán sociales, por costumbre y sin fe. Le hablo con toda sinceridad y crudeza, de lo que vivi
A los siete años en 1947 fui monaguillo. Un día al año por cuaresma venían unos curas de fuera y todo el pueblo (menos dos personas) iban a confesar. Los monaguillos andábamos por allí y me desconcertada que los hombres se tomaban el pelo unos a otros, haciendo bromas sobre la confesion y se decían: "Ya sabes cumplo y miento".
En una ocasión una señora llevó a San Antonio un ramo de flores grande y bonito. Había una celebración, y el sacerdote cogió el ramo de San Antonio para adornar el altar mayor. Cuando llegó a misa la señora montó en cólera y el sacerdote y la señora se dijeron de todo, no llegaron a las manos, pero no descarto algún empujón. De muy mala manera el sacerdote trataba de hacerla ver que Dios es más importante que San Antonio, pero para ella ni hablar.
Como los niños (ya tendría 10 años) nos enteramos de más de lo que parece, oí algo así como que la señora llevaba un ramo a San Antonio como agradecimiento, cuando conseguía interrumpir el embarazo de su hija.
En las misas la gente estaba en otra órbita, con mucho cuidado de las posturas externas, a lo sumo rezando el rosario, todas las mujeres iban a misa con el misal y el rosario y se impusieron las "misas dialogadas" el sacerdote por un lado y los fieles por otro. Yo rezaba el Confiteor Deo sin tener idea de lo que decia.
Esto influyó en mi pero a los 12 años en 1952, fui al seminario. Allí caí en la cuenta que la religión era auténtica y no sólo una pose como yo había visto o había creído ver. Aquel año entramos en el Seminario de Segovia 70 seminaristas. Yo estuve cuatro años y como todo era pecado decidí que me sería imposible ser un buen sacerdote y me fui.
Pero encontré a Dios y supe que siempre estaría dentro de mi y que mi religión era de fe, diferente a la que yo veia en la mayoría de mis amigos, ya joven, que practicaban como yo, pero que creían a lo sumo "que algo habra"
En mi juventud y ya casado siempre viví en la presencia de Dios pero comulgaba muy pocas veces.
A raíz del Vaticano y durante el Vaticano fui descubriendo a un Dios Padre misericordioso y comencé a hacer apostolado. Entre mis conocidos he tenido fama de conservador pero dialogante y comprensivo.
De aquellos 70 seminaristas menos de 20 llegaron a sacerdotes y antes y después del Concilio han ido marchándose, y no se si unos 10 habrán terminado sus días de sacerdotes.
Creo que muchos, ellos o sus padres, utilizaron el Seminario como medio de formación y quizás más de uno llegó a sacerdote como medio de vida y prestigio.
Creo que sin el Concilio abría sido peor.
Nos enteramos de la riqueza de la misa.
Hay menos religiosidad social, pero más autenticidad.
Esto es una mínima parte de mis vivencias.
Que nunca nos falte la Caridad
GRACIAS
Eres un buenazo, "frailevi": que el Señor te conserve así. Pero hoy, hasta "lo sociológico" ha desaparecido, y ha dado a luz una sociología y una sociedad ATEAS. También muchos en la Iglesia se dicen eso que tú te dices: "somos menos, pero mejores". ¿Será el "ideal" y la "perfección" de la Iglesia cuando esta desaparezca del todo?
Ahí lo dejo.
¿No decimos que Dios toma la iniciativa en la vocación y elige a quien quiere, y no los más dotados?
Las causas de la descristianización son muchas y muy variadas; y el laicado no somos precisamente los más inocentes por muchas razones (indiferencia, falta de formación, pasotismo apostólico, religiosidad mágica, etc, etc); pero volviendo a la jerarquía, ¿tan mal elige Dios a sus pastores?, claro que se me dirá que Dios no es el culpable, sino la falta de fidelidad de los que eligió........o es que la vocación es un tinglado humano;.en fin, hay cosas que no me cuadran.
No me extraña que no te cuadren las cosas: es lo que uno consigue cuando mezcla cosas heterogéneas y pretende que no le "explote" la mezcla. Y es lo que te pasa.
Al Papa no lo "elige" Dios: lo eligen los cardenales por votación "democrática", con papeleta personal incluida.
A los obispos los "nombra" el Papa asesorado por algunos de los que le rodean y tienen esa función específica. Y luego, los consagran tres obispos a los que se les da ese encargo para esa función concreta y para ese momento específico.
A los sacerdotes, los "ordenan" los Obispos, tras oír los informes correspondientes, tras sus años de estudios determinados.
La "vocación" sacerdotal, que es la misma para todo el escalafón de la Jerarquía católica, la da Dios. Esto sí. Eso no quita que puedan "colarse" gentes sin ella; como no quita que, teniéndola, haya gente que la deje o la tire por la ventana.
Personalmente, no conozco a nadie que en la iglesia Católica, y hablando seriamente, diga lo que tú escribes: "¿No decimos que Dios toma la iniciativa en la vocación y elige a quien quiere y no los más dotados?". A nadie. Tú eres la excepción. Si aciertas o no, tú sabrás. O no.
La "vocación" es "llamada de Dios": está en el lugar opuesto a lo que llamas "un tinglado". Creo que confundes lo que pasa en la política y con los políticos con lo que es y pasa en la Iglesia.
Vamos a ver, usted reconoce que la vocación es llamada de Dios (Dios, digo, es el que toma la iniciativa, no el hombre).
Luego resulta que al Papa no lo elige Dios, sino unos cardenales por votación "democrática" (muy significativo que lo de democrática lo ponga entre comillas, yo lo interpreto que puede haber muchos chanchullos e influencias).
A los obispos y presbíteros se les ordena después de deliberar su idoneidad tras estudios de informes y asesoramientos........lo cual también pudiera dar lugar a influencias de muchos tipos.
¿Entonces en que quedamos, que hay llamada e iniciativa de Dios o es un sistema que los hombres hemos montado? Y no, no voy por el rollo político.
Yo siempre he entendido que la vocación (toda vocación) es llamada e iniciativa de Dios y no nuestra. El hombre la puede acoger y secundar, o no. Pero no la inventa.
Ya vas afinando. La VOCACIÓN es divina siempre. La auténtica. Luego, como es necesario, está la correspondencia humana. Porque las cosas de Dios con los hombres son siempre cosa de DOS: Dios y el hombre. O, dicho de otro modo, de la Gracia divina y la libertad humana. Así se "edifica" la Santidad. Y así se construye -o se destruye, depende- la Iglesia.
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