¡Qué atrevida es la ignorancia! Claro que peor las ideologías.
La ignorancia, que ya es un mal en sí mismo sea cual sea su horizonte, cuando se pretende “norma” y se intenta “discurrir” con ella como bandera, amén de retratarte, te deja con todas las vergüenzas al aire: excepto la vergüenza moral, que ya no se tiene, porque se ha abandonado mucho antes.
Por eso, cuando se intenta “argumentar” -¡qué sarcasmo!- con ella, pues… ¡sale lo que sale! Sinsorgadas, por decirlo suavemente.
Un ejemplo de libro lo tenemos en la última rajada de la señora de Cospedal que, como de la Iglesia Católica no tiene más que una idea muy somera -si se puede llamar “idea” a lo suyo-, se apunta a todas y cada una de las “machadas” -¡ahora sí!, aunque en un sentido muy distinto al que lo emplea ella- al uso y consumo de la ignorancia y de la ideología dominantes.
Es que no se deja ni una en el caletre; porque, acomplejada sin saber ella misma muy bien por qué ni de qué -los demás sí estamos al cabo de la calle sobre sus deficiencias en la temática que nos ocupa-, tiene que “demostrar” que, del tema eclesial y de la opinión de las mujeres al respecto -les habrá consultado a conciencia, digo yo-, sabe y mucho: de ahí esa retahíla de memeces que suelta.
Les recojo: a Cospedal le extraña que, en la Iglesia, “ni por asomo se considere que el problema de la falta de vocaciones se puede resolver permitiendo la ordenación de mujeres sacerdotes"; y también y antes “la posibilidad de ordenar a sacerdotes casados". Opina y propone que, con la abolición del celibato, “se evitarían muchos casos de ruptura de la regla conocidos y aceptados de forma completamente hipócrita"; añadiendo que “para algunos, incluso desaparecerían perversiones que con demasiada asiduidad se han dado en nuestra Iglesia; mejor dicho en los sacerdotes de nuestra Iglesia con relaciòn a sus fieles". Y sigue, que hay más: los estamentos eclesiales “son mucho màs conservadores que el resto… y no consideran a la mujer como parte fundamental para dirigir, pensar o decidir, sí para ayudar, ejecutar y funcionar". Y, sin cortarse un pelo, que para eso ha sido lo que ha sido, califica el NO categórico a la ordenación de mujeres como un “disparate monumental y una injusticia manifiesta que, por su reflejo claramenta machista [esto no podía faltar bajo ningún concepto], provoca el rechazo de tantas mujeres jóvenes a los postulados de una Iglesia que, como de muchas de ellas, es la mía": así, con un par, tal cual y sin anestesia…
¿Qué autoridad tiene esta buena señora dentro de la Iglesia? Da la impre, de que ninguna. ¿Desde qué postulados se lanza a la yugular de la misma -la Iglesia- con los clichés más “moderns trans", por no tildarlos lisa y llanamente de “gilipolleces", en perfecto castellano?
Pues, desde los mismos por lo que es partidaria del aborto “self service"; de la destruccion de la familia con la anticoncepción, el divorcio, el ayuntamiento estable o temporal, el arrejuntamiento homosexs o multisexs; de la corrupción de menores con la ideología de género… y demás programas al uso y abuso.
Y eso que no le tiembla la mano para declarar que la Iglesia Católica es la suya -dos o tres veces en su vida ha debido ponerse peineta y mantilla, y salido en una procesión-; pero, a lo que se ve, pues lo dice públicamente, no tiene el más mínimo respeto hacia Ella: se apunta a todo lo que la mancilla, la calumnia y la combate: hermosa manera de pertenecer a una iglesia. Con gente así, da gusto ser párroco, por ejemplo. U obispo. O cardenal, como Kasper o así
Por supuesto, no está al día de lo que la Iglesia ha declarado y declara al respecto -por ejemplo, del “sacerdocio femenino"-, lo últimísimo con el mismo papa Francisco, y antes con san Juan Pablo II dejando zanjada la cuestión para siempre en la Iglesia. Y, caso de estarlo, le importa un pimiento: la deologia que ha contagiado al 99% de los políticos occidentales -descuento a Trump: el único que se salva, por lo que dice y hace, soltándose de la mano del NOM: ¡le salva ser millonario antes que político: justo lo contrario que al resto!-, las ideologías, repito, suplen con muchas creces.
A estas gentes, en el entendimiento, solo les caben las “ideologías” xq son “NADA, con aire a presión": para aceptarlas hay que renunciar a PENSAR. Y se nota en cuanto hablan.
¡¡¡Qué sabrá esta de cómo funciona la Iglesia POR QUERER DIVINO!!! Da la impresión de que muy poquito: hace mucho que en Ella solo está de turista.
No sabe -no admite- que la Iglesia es extremadamente escrupulosa en distinguir a la perfección -le va su “Ser o no ser” la Iglesia que quiso el Señor Jesús- todo lo que Dios ha puesto en Ella, de lo que Ella pone de cara a Dios y de cara a las almas todas; pues, desde Dios, está para ellas única y exclusivamente.
Desde luego, NO ESTÁ para los postulados de la pseudocultura de turno, fruto de las ideologías de todo género; porque sabe y predica que, sin Dios, no hay cultura digna de ese nombre, por digna del hombre, al que debe servir y formar: la Fe nos la ha dado el Señor y le ha dado su contenido, precisamente para “elevar” y “dignificar” las culturas, y hacerlas dignas del hombre.
Un ejemplo histórico y, por tanto, de libro, fue cómo consiguió la Iglesia española, llevar la Fe Católica desde la Tierra de Fuego hasta el Canadá, arramblando con los ídolos, los sacrificios humanos, la esclavitud, la crueldad, la injusticia… y llevando, con y desde la Fe, la paz de Dios, la dignidad humana y el mestizaje: expresión física y por tanto real de esa Fe: lo que no ha ocurrido con ninguna otra
colonización-evangelización, hechas desde otros presupuestos. Con ninguna. Y sólo la masonería ha conseguido asolar lo conseguido.
Esto, que lo debería saber la señora de Cospedal, tan católica ella a lo que se ve -dado lo que le importa la Iglesia: su Fe, su Doctrina, sus Sacramentos y sus postulados-, que ¡se apunta a todo lo contrario! A todo lo que la Iglesia debe abominar, por mandato divino y servicio a los hombres.
No me voy a molestar en pretender “desmontar” esas burradas, aunque algo, poco, he dicho al respecto. Basta leer el Catecismo. O el Evangelio que es mucho más corto. O recitar el Credo -más corto aún- con detenimiento. Y, por encima de cualquier otra consideración o toma de postura: ¡CREER!
Que conste que, dejando claro que no tengo nada contra esta buena señora, he escrito esto, en primer lugar, porque me lo ha dado hecho; pero, en segundo lugar, porque esas declaraciones y esa postura ante la Iglesia se da en una gran multitud de “católicos” que van desde los “no practicantes", o sea, los católicos de “trampantojo", “espantapájaros", “ni fu ni fa", “aguachirles", “descafeinados", “no sabe no contesta” y asimilados…; hasta los defensores a ultranza de una “iglesia” que, en el lado opuesto a los anteriores, solo les conviene a ellos y a lo que ellos dicen que debe ser: NO lo que la IGLESIA ES desde Cristo, su único Fundador y su único Salvador: para estos ¡no se salvan ni los papas santos!
Todos, unos y otros, se caracterizan por, diciéndose “católicos", no admitir lo que la Iglesia es, lo que dice, lo que declara lo que defiende. Nunca están -ni estarán- de acuerdo: son como los “indepes” eclesiales.
Pero, en la Iglesia, lo peor son los desgarros de las HEREJÍAS, de lo que vamos sobrados en estos últimos años. Hoy, más que ayer, aunque ni siquiera se atrevan a llamarlo herejías: ni sus autores y promotores, cosa lógica, ni los que deberían ser celosos guardianes.
Y esto sí tiene “mérito", porque hacía muchísimos siglos que no lo veíamos en la Iglesia: ni el descaro que enarbolan los herejes, ni la falta de amor a la Iglesia de los que deberían encarnar y ser el Buen Pastor, al que representan, que es lo que está detrás.
El Evangelio de la Misa de hoy es especialmente significativo para lo que nos ocupa. Habla Jesús: “Vino Juan, que ni comía ni bebía, y decís: he ahí a uno poseído por el demonio. Vino el Hijo del hombre que come y bebe, y decís: he ahí un comedor y borracho, amigo de publicano y pecadores".
Exégesis: el caso es CRITICAR. ¿Por qué? Porque los que obran el bien -empezando por Jesús, “el único Bueno” y siguiendo por la Iglesia y sus Santos-, nos retratan y nos dejan como vinimos al mundo: por eso se rechaza, incluso públicamente -¡se precian de afirmarlo y de autoafirmarse!-, lo que hace y dice: siempre podremos retorcer el lenguaje para acomodarnos a lo que mejor nos convenga, por arriba o por abajo.
Y siempre habrá alguien, en y de la propia Iglesia, que lo bendiga. O que “coja la mano al que se somete a un suicidio asistido". Seguro que luego le celebra unos funerales hasta con gregoriano…
Pero el Señor es tozudamente realista y no deja el menor resquicio: “El que crea se salvará, el que no crea se condenará".
“A buen entendedor…".
Amén.
10 comentarios
En fin, que problemas en la Iglesia haylos, pero no es sólo cuestión de ignorancia. Y los feligreses, ¡alucinados y desconcertados!
Nos debería llevar al Señor Jesús y a su Iglesia, porque todo, absolutamente todo, es Providencia Divina para que, como dice san Pablo, "seamos santos e inmaculados en su presencia por el amor".
Yo creo que en su caso, dicho subjetivismo, es un intento de conciliar la intuición religiosa con un cierto resentimiento por no dar alcance a las exigencias de la misma.
Es tristísimo para el destino de un país que la sucesión de sus presidentes de gobierno se realice con la única esperanza de echar a su espantoso predecesor. Acabamos de Suárez hartos. Tras el breve paréntesis de Calvo Sotelo, acabamos hartos de González; después, de Aznar, ZP, Rajoy y ahora al Sánchez de ahora, que parece que será el liquidador, el que culmine el destrozo que iniciaron y continuaron sus predecesores.
Tengo una última esperanza: más bajo ya no es posible caer, pues literalmente desapareceremos como país (y hasta físicamente, dada nuestra demografía). Bien es verdad que siempre me sorprenden: siempre logran envilecernos más y más, sin límite, sucediéndose en el poder siempre uno que es peor que el anterior, sea del PSOE o del PP. Y no olvidemos que también es verdad que somos nosotros, el soberano pueblo español, los que les votamos y toleramos todo.
Para Miguel:
Todo bautizado es católico: esto es inamovible. Y no es lo mismo "no practicar" -ser un mal hijo- que "no estar bautizado": no ser hijo: ser una vaca, por ejemplo. Un "mal hijo", siempre podrá arrepentirse y "volver": podrá hacer de "hijo pródigo", y encontrarse los brazos de su padre. Una vaca no puede volver a Dios: es que no puede ni quererlo, porque no puede ni soñarlo.
La pena es que muchos son así cursis y progres, para vivir quieren ser como las ricos de derechas, pero para pensar escogen las ideas de izquierdas, todo muy aparente, no tienen base de conocimientos ni formación, siguen modos y modas según el grupito en el que se mueven.
Yo estoy rodeada de familia y amigos así, “muy buena gente que saben estar” según los criterios al uso, pero yo rezo por ellos como por mi para que el Señor nos convierta y no perdamos la Vida.
Doy gracias a Dios por tener sacerdotes-maestros como usted que están pendientes de enseñar como hay que ser.
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