De la rigidez y los rígidos
Los dos términos están de moda; de “rabiosa actualidad", como diría un clásico especialista en ella. Y lo es por mor de una nueva andanada que ha recaído -¡cómo no!- sobre los “rígidos” y, de rebote, sobre la rigidez que ejercen, que es su fechoria más peligrosa: a la que hay que temer más que a un nublado. Algo así como la DANA por la España de estos días.
Ciertamente, y como viene siendo ya costumbre en la iglesia de hoy -algo así como una de sus señas de identidad-, nunca se identifica a los tales: son eso, “los rígidos". Algo así como Arzálluz, cuando se soltó con aquello de que “unos movían el árbol y otros cogían las nueces". Y se quedó tan ancho el hombre: que tenía ganas de darle a la lengua.
Pero no acaba ahí el tema, pues a continuacion y para quien quiera entender, el autor de la diatriba se pone a hablar de los “cismáticos” y de los “cismas” que, dice, es donde acaban las rigideces y los rígidos.
Y no digo que no haya habido rígidos que hayan acabado así: Lutero, sin ir más lejos, por citar a un egregio varón -fraile él, en su día-, bien conocido del Santo Padre; un sujeto que, con su vehemente “rigidez” arrastró tras de sí ni más ni menos que a media Europa, a la que arrancó, a sangre y fuego, de la Iglesia Católica. Sin embargo y curiosamente, el Santo Padre no duda en calificarle de “medicina para la Iglesia". Ya se ve que, como casi siempre, hay “rígidos” y “rígidos".
Es lo que se cuenta de los bancos: si debes a un banco 1000 € tienes un problema. Si les debes 10.000.000 € el problema lo tienen ellos. Pues eso más o menos, o por el estilo.
Ahora bien. Supongo que habrá “rigidos” que no han montado un cisma, ni se han convertido en cismáticos, ¿no? ¿O todos acaban necesariamente así?
Por tanto, se me ocurre que, a la hora de hablar de los “rígidos” y su “rigidez", habrá que matizar un poquito, ¿no les parece? De entrada, y para evitar interpretaciones erróneas, habría que precisar qué se entiende por tales especímenes.
La RAE los define con dos acepciones: “que no se puede doblar / torcer"; y “riguroso, severo". Pues vamos a entrar al tema, porque “que no se puede torcer", quiere decir que “va siempre recto o rectamente". ¿Es esto lo que se critica, porque es esto lo que molesta, hoy, en la Iglesia?
“Riguroso, severo” quiere decir que “se toma las cosas en serio” y no cede fácilmente; mucho menos si no hay razones de peso; de tanto más peso cuanto más importante sea la cuestion a tratar o dirimir. ¿Molesta también esto, hoy, en la Iglesia? La verdad de la buena: sí; da toda la impresión.
Por ejemplo y haciendo caso a la descalificación con la que abríamos el post. ¿Es un “rígido” un católico que sostiene que son 10 los Mandamientos de la Ley de Dios, y que son 7 los Sacramentos que nos dejó el mismo Jesucristo en su Santa Iglesia? ¿Es un “rígido” un católico que sostiene que para poder comulgar hay que estar en gracia de Dios, es decir, no tener conciencia alguna de estar en pecado mortal? Y si sabe de cierto que se está en pecado, o hay duda más que razonable de estarlo, debe necesariamente confesarse antes si quiere comulgar ¿Defender la Doctrina de siempre, acuñada y contenida en el Catecismo de la Iglesia Católica, es “rigidez"?
Así podríamos ir poniendo ejemplos: cada quien podría aportar los que más le indignan, o los que más le duelen en lo profundo del alma. Lo que sobran son temas y cuestiones.
Por contra, debe ser signo fidedigno de lealtad a la Iglesia Católica decir públicamente lo contrario de lo que se ha creído siempre, por todos y en todas partes. O sea, situarse en el extremo opuesto del arco no debe ser nada cismático, ni herético, ni burla blasfema.
Con todo, lo que más asombra, lo que más angustia y lo que más indigna en estos tiempos que corren en la Santa Madre Iglesia, es la “soltura” con la que se manejan los que saltan con todo lo más opuesto a las “rigideces” apuntadas, caso de que lo sean, que ya es mucho caso; estos, no solo no son “rígidos", sino que más bien (más mal, en estos casos) son de una manga no ancha, sino…, vamos que no tienen ni mangas por donde meter los brazos, y se les doblan con cualquier brisilla.
Por ejemplo, y también sin ir más lejos, el cardenal Marx, que se ha largado con que, en la Iglesia Católica de rito latino, se podrían aceptar sacerdotes casados, sin mayores problemas; bueno: con algunas condiciones y en algunos sitios: todo sin concretar, lógicamente, no vaya a ser tenido por “rígido". Hay que despistar algo, todavía… aunque muy poco ya, tal como están las cosas. O se puede decir, públicamente, en la Iglesia católica que no existe el demonio: nadie te desmentirá. Por esto, no ha salido ninguna voz autorizada en/desde el Vaticano poniéndolos en su sitio: deben estar en su sitio, a lo que se ve, seguramente.
Lo que viene a demostrar que, cuanto más gorda se suelte, cuanto más “gordo” se sea en la Iglesia, y en la medida en que se haga todo con mayor publicidad, más fácil es no solo no ser catalogado de “rígido” sino ser tenido como lo más de lo más. A las pruebas me remito.
Son los tiempos que corren. Borrascas, huracanes, gotas frías… frutos y/o coletazos del CV II, que anegan y arrasan países enteros, antes católicos y hoy eriales y desiertos espiritualmente hablando. Que se han llevado y se llevan por delante a personas e instituciones: les faltaban “cimientos", a lo que se ve; o no entendieron que, en cualquier momento les podía decir el Señor: -”Necio, hoy mismo te pedirán la vida; y lo que has amasado, ¿para quién será?“.
Y, por supuesto, seguro que hay gentes que siguen pretendiendo defender estas cosas como “soplos claros del Espíritu". Lo que confirma que cada uno se ciega con lo que quiere, y se autoengaña de la misma forma.
Pero no podemos acabar el asunto sin acudir al Evangelio, no vaya a ser que el mismo Jesús haya dicho alguna cosa al respecto. Y -¡bingo!- lo ha dicho.
Lo hace a propósito de la alabanza pública que hace de Juan Bautista -¿será un “rígido"?-, tras responder a los discípulos que Juan le había mandado desde la cárcel para preguntarle si era el Mesías o había que esperar a otro. Jesús les contesta recordando las señas mesiánicas que habían recibido de Dios Padre, y que se cumplían todas en Él. Y cuando se han ido, empieza a poner por las nubes a Juan el Bautista:
¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿Qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? (…) Pues, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta… (cf. Mt 11) Palabras que no tienen desperdicio.
Es interesantísimo constatar que lo que empieza con una palabras que pueden parecer de poco calado -¿una caña sacudida por el viento?-, algo así como una metáfora oriental tan al gusto de aquellas latitudes, acaba con una declaración absolutamente definitoria de Juan: y más que profeta! … Entre los nacidos de mujer no ha habido nadie mayor que él.
Ya se ve que lo de la caña sacudida por el viento -o sea: doblada, inclinada, tumbada, tronchada: igual que los de la “soltura” para los cambios a todo trapo, de todo signo y de cualquier dirección-, tenía muchísima miga.
Es decir: la caña que no se dobla, venga el viento de donde venga y traiga la fuerza que traiga, va a quedar como una de las primeras señas de identidad, en concreto la más visible para todos, de lo que es un verdadero hombre de Dios. No se dobla, no se tuerce, es recio, fiable, con el que se puede contar. Juan Bautista, como Jesús, pagará con su vida su “rigidez". Los “sueltos” y los “espectadores mudos y enmudecidos” no están dispuestos a pagar nada por nada ni por nadie.
Mucho más determinantes son aquellas otras palabras del Señor; bueno, más que determinantes, definitivas (o “rígidas” según categorías “aggiornadas"): Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.
¡Mira que si resulta que Jesús era un “rígido” de lo más “rígido"…! (Perdoname, Señor, ya sabes por qué lo digo; y que no va por Tí).
En el lado opuesto estarán siempre los “chaqueteros", los que cambian eso, de chaqueta, con la soltura de un maniquí. Son los que se apuntan siempre al número premiado, aunque sea a costa de jugarse el alma, que se la juegan. Nunca pondrán su vida en juego, ni para jugársela por el Señor: el único que vence siempre. Y así les va.
Esto no lo entenderán nunca en RD, con Vidal, “veneno mortal” como pluma de cabecera, ni sus gerontas trogloditas de plantilla, pues solo viven a costa de la Iglesia para destrozar la Iglesia -que es lo más penoso que puede hacer uno-, usando la mentira como su rúbrica más personal e inconfundible.
Los “rígidos” vamos a seguir, con la gracia de Dios y cobijados en nuestra Madre la Iglesia Santa, los ejemplos que nos han dejado los santos, los mártires y “los perseguidos por amor a la Justicia": nos critique quien nos critique. A estas alturas…
El banderín de enganche está abierto. ¡Anímense, señoras y señores! Se está en el mejor sitio, felices de poder ser hallados dignos de sufrir, si falta hiciera, por el Señor y su Iglesia. Además, Jesús bien merece jugárselo todo a Su carta, que es la ganadora.
Y, con Él, ¡nos llamaremos vencedores!
Amén.
46 comentarios
Me parece que los únicos rígidos que dañan la Iglesia son los farisaicos de siempre, lo que "rasgan sus vestiduras si se cura en sábado". Los hubo en la Iglesia y los hay.
Los demás, los que defienden la sana doctrina, más que rígidos, son hombres y mujeres con columna vertebral, que saben ponerse de pie y mirar de frente.
Sobre el aparentar de los "chaquetero"s recordé un texto de Juan Manuel de Prada de un artículo titulado "moderaditos" que decía:
"Prefiero al hombre que eleva la voz para decir sin ambages lo que piensa, aunque lo que piensa sea erróneo, que al hombre que oculta o disfraza lo que piensa es decir el "moderadito".
El moderadito odia al hombre comprometido como el eunuco odia al hombre viril"
Que Dios nos conserve viriles en la Fe!
Bendiciones!
Es muy probable que sea eso lo que se critica; pero como no se dice ni se matiza nada, pues pasa lo que pasa... Lo que no anula, sin embargo que cuando se dicen auténticas burradas, tampoco se dice nada, con lo que el "lío" está cocinado y servido, pronto para ser degustado.
QUE OIGA! Gracias, padre,
Si usted cree que los museos son rígidos el problema no lo tienen los museos es suyo.....
Demuestra, ante todo, una pereza intelectual notable. Pereza que cubre un mundo de ignorancia, de mala fe y de bajeza moral increíble por parte de quien lo utiliza. Como le faltan razones para acusar de cosas concretas al contrario, lo utiliza como arma arrojadiza para hacerle daño sin más. Tras el insulto se esconde la antipatía, la mala baba, la envidia ( como la que sentía Caín de su hermano Abel ), el odio a todo lo santo, a la Tradición recibida de nuestros mayores, al Magisterio secular de la Iglesia.
Lo mismo que en política con lo de “facha”, no debemos tener miedo a que nos tachen de rígidos. Si demostramos que nos afecta el insulto, entonces lo emplearán una y otra vez para callarnos. Sucede como con los perros. Si nos asustan sus ladridos, se vendrán arriba y nos intimidarán aún más.
Ha sido usted nombrado, entre otros, rigorista oficial por José María Vidal en la truño revista Religión di-vidal.
Que envidia, Felicidades. Algún día seré tan grande yo también, porque que te critique la mencionada protestante revista es un lujo. Eso es que se están haciendo las cosas bien y ya te puedes ir al cielo.
Esto es un timbre de gloria por el que le felicitamos.
La tendencia general, no solo de la Iglesia sino del mundo, es que un montón de personas buenísimas se estén fastidiando continuamente mientras se hacen pactos con los "revoltosos" a costa de ellos, pero héteme aquí que el justo no es más que una modalidad del pecador-un pecador que trata de no serlo-y lleva también consigo el pecado original, de manera que tiene más posibilidades de volverse pecador, que es más fácil, que las que tiene el pecador de volverse justo. Jugar con eso es jugar con fuego porque puede ocurrir que unos se le vayan por quedarse corto y otros por pasarse de listo.
Hay que tener en cuenta que en el mundo los problemáticos no son los asesinos sino las víctimas directas, si son heridas, o indirectas si son parientes del muerto. Mientras todo el mundo se preocupa muchísimo por la figura del perpetrador la de la víctima se vuelve muy pesada, no saben qué hacer ni cómo callarla y acaban exigiéndole que perdone y se calle de una vez.
Si la Iglesia copia el método aquí se va a quedar el apuntador. En realidad los que ya estamos y no vamos a salir estamos dispuestos a beber el cáliz hasta las heces, pero eso roza el heroísmo y no es el heroísmo algo muy en boga hoy en día, francamente yo no llevaría la cosa a los extremos de ver cuántas personas heroicas hay dentro de la Iglesia porque podríamos llevarnos una sorpresa. La primera ya se está dando con la apostasía generalizada.
Documento del conflicto a la comunión-Conmemoración conjunta luterano-católica romana de la reforma en el 2017. Página 72 nº. 154. Acuerdan eliminar el concepto de la terminología “transustanciación”, por lo tanto ya no habrá consagración, no habrá presencia real de Cristo. ESTA ES LA MAYOR DE LAS ABOMINACIONES.
www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/chrstuni/lutheran-fed-docs/rc_pc_chrstuni_doc_2013_dal-conflitto-alla-comunione
*Daniel 9,27: “A la mitad de la semana HARÁ CESAR EL SACRIFICIO Y LA OFRENDA”. Daniel 8-9-11 y 12.
*Cardenal Billot, S. I. — «La Parousie», 1920: En los tiempos finales… el sacrificio perpetuo será abolido, la iniquidad se posará sobre él; el santuario profanado y la verdad arrojada a tierra». (Daniel, VIII, 11). «Este es el Sacrificio de nuestros altares, que entonces, en esos terribles días, será proscrito, en todas partes prohibido; y, salvo los Sacrificios, que podrán celebrarse en las sombras subterráneas de las catacumbas, quedará interrumpido en todas partes».
Pastores que deberían "apacentar" y cuidar al rebaño, huyen y lo abandonan a los lobos; cuando no, ellos mismos, actúan como verdaderos lobos.
Oremos por la Santa Iglesia y por nuestros hermanos cristianos que rozan abiertamente la apostasía.
Y creo que viene de la Reforma, tras ésta aparecieron los puritanos, Cromwell, Calvino, etc, al separarse de algo superior que orientaba, mientras en los católicos eso siempre ha estado presente y al reconocer que el hombre no puede sólo con sus fuerzas se era más tolerantes con lo fallos propios de las limitaciones que se reconocían, y se animaba a ser mejores, Hoy por ejemplo mientras se tiende a relativizar lo que se ha creído siempre se oyen términos peyorativos hacía personas que antes creo no se oían,
Su observación de los acontecimientos y posterior análisis brinda una explicación inteligente y muy interesante.
Va en la lógica de descubrir "el móvil" de los sucesos.
Esa línea de razonamiento nos pone por lo menos ante dos posibilidades:
1-una estrategia humilde y caritativa de Pedro (errónea por humana o no, no lo sabemos) de como pilotear en la tormenta; que es la que usted describe.
2-El Santo Padre obedece voluntariamente a directivas del mal con objetivos demoníacos, teoría a la que muchos observadores heréticamente adhieren (aunque no lo digan de frente), y que yo rechazo por totalmente absurda e imposible.
Estimada Sra. Palas: Con todo respeto
Quiénes serían los más fieles? Para pertenecer a este grupo de elegidos debemos expresar que el Papa es malévolo, masón o infiltrado sionista? Yo no me considero "infiel" y nunca me he sentido de pasta flora y tratado a batacazos. Y sin embargo creo y reafirmo y reafirmaré siempre mi ortodoxia.
Entiendo su preocupación por la conducta de las "personas buenísimas", pero también es razonable, que si la bondad de estos es de raíces firmes y su CONFIANZA está toda en el Señor, de tal modo que SABEN a ciencia cierta que SOLO ÉL, conduce su Iglesia, no se perderán. Dando por supuesto que al mismo tiempo perseveran en el bien... de lo contrario se cumpliría en ellos lo que sucedió con el hijo mayor de la parábola del hijo pródigo, que nunca desobedeció a su padre por amor...
...a la ley.
Palas, ¡oh sí! el Papa Pío XII, de felicisima memoria, tan estático en su porte personal como firme en la Fe. Eran otros tiempos, sin duda.
Habrá oído la expresión "llevamos un tesoro en basicas de barro", creo que Dios conduce a su Iglesia pero en el plano temporal está también en manos de hombres limitados, quizás por aquello de que se vea que algo perfecto es obra de Dios y no de los hombres que la conducen. Jesús sabía que los hombres a los que la encomendaba podían fallar cuando le predijo a Pedro que le negaría tres veces, lo que también nos muestra que Jesús sabía de la fragilidad humana incluso en los más cercanos. Quizás la diferencia es que era claro que Pedro falló, lo que no significaba condenarle para siempre luego rectificó y murió mártir. En la parábola del hijo pródigo es cierto que el hermano se porta como un rígido al que le parece mal que se acoga al hermano arrepentido, pero es que a los que se llama rígidos ahora no son como ese hermano sino que son como el padre, el hijo pródigo es acogido porque se arrepiente y es la novedad cristiana, pero lo que no hace el padre es acogerle si sigue llevando su vida desordenada de crápula ó negociar con ello. Porque sin una ley no sería necesario el arrepentimiento del hijo y la misericordia del padre, porque sería en teoría igual llevar una vida desordenada que llevar una vida normal ó estaría confusa la diferencia, y a veces parece que es a lo que vamos y por comentarlo llaman rígidos.
Son 40 días a partir del 17 de Sep. hasta el 26 de Oct. dedicados a orar, ayunar y hacer sacrificios por La Iglesia, que nos pide a todos los Bautizados el cardenal Burke y el Obispo Schneider.
Gracias padre Aberásturi por su preocupación por los rígidos... y menos queridos del papa Bergoglio... pero a lo mejor los mejores ante el Altísimo!
¡¡¡qué difícil es la situación!!!. Nuestro Señor Jesucristo ha permitido esta situación en Su Iglesia y Él sabe porqué. No es fácil hallar la mejor actitud en todos los casos, porque soluciones fáciles no hay. Sí podemos guiarnos por principios fundamentales... como la fidelidad a Cristo, como proclamar la Verdad a pesar de cualquier represalia, como aferrarnos a los Dogmas y a la doctrina tradicional de la Iglesia. Llega la intuición, llega la constatación, pero ¿qué hacer?; y muchos tenemos la certeza interior de lo que se cuece desde hace años... pero hay que ser prudente en la crítica sin dejar de ser valiente.
Es todo un reto el que nos ha puesto nuestro Señor, pero es por algo. En mi caso estuve alejado de la fe unos cuantos años y no me puedo quejar... como católico que se alejó en su momento no tengo derecho de clamar a Dios sino piedad y compasión.
Ahora el post-concilio por fin llegó a su zénit, como un veneno diabólico que se infiltró en las raíces y que ya está llegando a las últimas ramas y hojas... pero creo que también es el último acto de la función. El veneno está arriba pero ya no está abajo. Muchas raíces están muertas, pero otras han sobrevivido, por la Gracia de Dios. Todos debemos ahora mostrar nuestras cartas, eso es al menos positivo... no más mentiras, no más falsas máscaras. Es Cristo quien nos separa. Ó con Él ó contra Él.
Por lo pronto las Iglesias entre semana están más llenas que nunca. Muchos sacerdotes están recuperando la sana doctrina después de años de desánimo y apatía provocados por la frialdad y la apostasía masiva de los fieles (que a su vez tenía su origen en gran medida en el espíritu post-conciliar infiltrado en las propias jerarquías de la Iglesia). La adoración al Santísimo y el Santo Rosario vuelven a ocupar su espacio en las parroquias.
La Iglesia remanente está despertando... ¡Qué bonito!, ¡era necesario que así fuera!, ¡Gracias Santísima Trinidad! ¡qué maravilla Tus decretos y Tus misterios!.
Creo que era algo así, no?
Saludos cordiales.
"la misericordia busca derramarse a raudales, ante todo, prohibiéndose a si misma toda clase de juicio acerca de estas pobres creaturas que tratan de hacer lo mejor que pueden en las muy difíciles circunstancias en que les ha tocado vivir".
Creo que para que la misericordia se de hay que juzgar y mostrar lo que es verdadero y bueno, lo que no quita que luego se de a raudales teniendo en cuenta las circunstancias, discernimiento se dice ahora. Primero porque no va a beneficiar en la vida terrena que esas personas vivan en el error, imaginemos que por la mentalidad de relativizar la sexualidad una persona joven de una zona periférica tiene con frecuencia relaciones esporádicas, va a ir creando situaciones perjudiciales para esa persona misma y para otros, inestabilidad familiar, embarazos no deseados, hijos fuera de una pareja estable que muchas veces se abandonan... algo que agrava la falta de una situación económica estable, mal ambiente y falta de referencias, etc, al final esos hijos muchas veces de familias desestructuradas que les ha faltado desde la infancia una orientación buena acaban a su vez mal, y lo mismo con cosas como la violencia, el tráfico de drogas, las adiciones, abandono escolar... Y al final la falta de una referencia sobre lo que está bien y mal perjudica más a los desfavorecidos que no tienen el colchón del ambiente de otras clases. Y en esto creo que la pobreza material es algo relativo mientras la digamos pobreza moral es más objetivo, en muchas cosas los pobres de hoy son más ricos de lo que eran las clases medias e incluso los ricos de hace 100, 200 ó 500 años, sin embargo éstos no estaban en la marginalidad, lo que cambiaba era que tenían orden social, cultural, etc, en sus limitaciones materiales, de desarrollo de la tecnología, etc. Por eso creo que es bastante más grave incluso en esta vida la pobreza moral que la material.
Saludos cordiales.
Dejar un comentario