Gil Tamayo: sí..., pero no. Y lo siento.
A Gil Tamayo le han hecho una entrevista en El Mundo, diario que tiene un marchamo de identidad católica impecable, en la que salen diversos temas, todos de actualidad.
Las respuestas del Portavoz, son quizá académicamente irreprochables; al menos a simple vista, o a vista de quien necesita algún ajuste óptico o corrección oftalmológica. Porque en sus declaraciones, en algunas, se sale por la tangente o se queda en la superficie o, por la directa, simplemente tergiversa el asunto. Y como no es tonto, hay que pensar que lo hace aposta: gages del oficio.
Portavoz también es eso, sirve también para eso y entra en el sueldo. Pero les hace un flaco favor a sus superiores, además de a sus ovejas: que se supone que los pastores lo son porque las tienen.
Y yo le voy a entrar a esos temas que él desenfocada o en los que se escurre: porque no estoy de acuerdo con alguna de sus respuestas o de sus enfoques; porque no es mi portavoz; y porque quiero ayudarle, y también a los señores obispos; y, cómo no, a las almas todas.
1. GT embrolla las cosas; porque diluye las respuestas al mezclar cosas de naturaleza muy diversa. Y me explico.
Si los obispos salen a la calle o no, x motivos más que sobrados -de hecho, bastantes obispos franceses sí salieron- es un tema opinable, y es su problema: ellos son los que deben decidir. Y si optan por ser “prudentitos", pues ellos sabrán.
Pero una cosa es “no manifestarse en la calle", y otra muy distinta es “no manifestarse en absoluto"; o sea, callarse. Y declarar una vez que tales leyes -las que pretenden imponer los políticos de todo signo, de tufo LGTBI- son inhumanas y ya no volver sobre el tema… eso es “no manifestarse ‘cuasi’ en absoluto".
Actitud que rechina aún más cuando se nos da la matraca sobre inmigrantes, por ejemplo, o cosas así: todas requeteevangelicas de primerísimo orden, y esenciales para la urgentísima recuperación eclesial, por ejemplo para el tema de las vocaciones, que ya no sabemos ni dónde meterlas: desbordados vamos.
2. GT desinforma o desorienta; porque pretender -así lo dice claramente- justificar el cuasi mutismo episcopal con “más sociedad civil” no sólo es un error, sino una cortina de humo; por no decir que no es honrado.
Que los obispos deseen -y lo digan- que los católicos se impliquen más y se mojen en los temas temporales, que es es su vocación específica, es algo lógico y necesario. Y encomiable. Pero…, es casi la primera vez que lo dicen, no se ha oído en casi ningun medio de catequesis en 40 años, y no se ha enseñado nunca a llevarlo a la practica. Lo que da un balance deplorable. Y se recoge que la “Sociedad civil” ha desaparecido, absorbida e idiotizada por los políticos.
Pero hay más, y más serio: lo primero que tienen que saber los obispos -para luego ejercerlo- es que SON PASTORES, y deben encarnar al Buen Pastor. Y esto, independientemente de lo que deban hacer, hagan o dejen de hacer “sus” ovejas. Es más: el Buen Pastor “va por delante de las ovejas", precisamente para que las ovejas sepan por dónde ir, qué comer, dónde refugiarse, cómo escapar y dónde abrevar. Por eso, sin pastor, están perdidas: tienen muy poco futuro. Lo mismo que en manos de mercenarios.
La política de “que cada palo aguante su vela” los obispos no puedan permitirselo, porque hacen traición, con eso, a “sus” ovejas: las dejan a merced del lobo; en los casos que nos ocupan, los POLÍTICOS de turno, que son auténticos TRITURADORES de personas y haciendas.
Acogerse a que “los católicos han de ser mayores de edad", “adultos” solo será honrado por parte de los pastores -y les servirá por tanto a las ovejas-, si aquellos lo enseñan, si educan para ello, y si ponen a disposición de los fieles católicos los medios necesarios: los “arman", es decir, les ponen en las manos las armas necesarias para el combate: no para mandarlas al matadero.
Podría seguir, pero creo que, por hoy y con esto hay más que suficiente.
Sí le digo a GT lo del título: “sí…, pero no".
12 comentarios
A los obispos españoles, con honrosas excepciones que todos conocemos, ni se les ve ni se les espera cuando hace falta. Son, como ahora se dice, "de perfil bajo", políticamente correctos, buenoides materialistas, preocupados de su carrera y de su statu quo.
Hace unos meses estuve con un obispo por un problema financiero que había surgido en su diócesis. Su única preocupación era "que esto no aparezca en los medios de comunicación". Con un pastor así ¿qué puede esperar el rebaño?
Las cuestiones importantes, de calado doctrinal y pastoral, las abordan lo justo para cumplir. En cambio cuando les tocan el IBI o la X del IRPF, ahí va la CEE con todo su despliegue para preservar su situación económica. Que no me parecería mal si no fuese ésa su mayor preocupación.
Y lo de "más sociedad civil" y que los laicos se impliquen en la política tiene guasa. Los obispos están callados o tomando aperitivos con los políticos anticristianos ¿y esperan que los laicos den la cara?
Me parece -siempre me lo pareció- que GT está ahí para hacer carrera, y eso explica su blandenguería, fiel reflejo de su presidente.
GT está ahí porque lo escogieron los obispos para ese puesto; que es el "sistema"
que se usa en la Iglesia desde... Tarancón, por poner un dato "cronológico", sin más connotaciones. Y él, como es lógico y eclesial, aceptó. Si con eso hace carrera o no, pues muy bien. Y, en ese puesto, hace lo que le dicen y lo que le dejan; no tanto lo que quizá le gustaría hacer. Supongo.
Como les gusta camuflarse con el mundo en lugar de combatirlo.
El perfil de parte de la jerarquía eclesiástica española y de buena parte del clero es el del apaciguamiento. No se ha aprendido de Julián Marías: "No hay que intentar contentar a quien no se va a contentar".
Ello va cogido de la mano de una especie de admiración pasmosa por los políticos. No se ha aprendido de Camilo José Cela cuando tras su etapa de senador afirmó de ellos que son personas por lo general "muy medianas".
Asimismo, el perfil bajo para no ahuyentar ovejas lleva al vaciamiento del tuétano cristiano católico. No se ha aprendido de R. Kipling: "Nuestros padres mintieron, eso es todo". Para muestra, el botón de abundantes homilías buenistas nada formativas, repetitivas y omisivas. Uno de los miedos más verbales es el de que, ya madurito, a uno le desmonten el castillo de papel en que se instaló tiempo ha. Allá por 1983 empecé a quedarme a cuadros cuando un sacerdote profesor de instituto me decía que la Eucaristía poseía un gran valor "simbólico".
Ya veo. Falta poco, si es que no se está ya en ese jardín, para que hasta la palabra misma encendida de "Il Vangelo secondo Mateo" de Pasolini se perciba como demodée, carca, o lo que es peor, peregrina o ininteligible.
Jesucristo no se iba a desdecir porque bastantes discípulos se alejaran al oír su Palabra.
Los Reyes fueron a adorar al Rey, y no al revés.
Se daba por echo que el oficio de los periodistas era informar con veracidad, libertad, amplitud... Actualmente todo periodista informa solo de lo que le dicen sus jefes, notifica lo que le dejan, lo expresa según lo políticamente correcto o pierde su trabajo. Esto es lo que hay. Los comunicadores no tienen libertad. Los portavoces menos, sean políticos o eclesiásticos sólo pueden decir lo que permite el interés general del momento. Aunque sean muchos los que piensen que no debería ser así.No es lo mismo dar testimonio que dar un comunicado.
Saludos cordiales.
Siempre leo lo que escribe más de una vez, es interesante pensar sobre ello, anima a plantearse temas que nos importan mucho como feligreses.
Pienso que necesitamos pastores llenos del Espíritu Santo, y también ovejas que conozcan la voz del Buen Pastor y aprovechen los prados verdes y el agua clara donde los buenos pastores nos conducen.
Las ovejas debemos saber pastar, rumiar el alimento, huir del lobo, beber las aguas sin enturbiar.
Los parroquianos tenemos que colaborar y hacer nuestra parte. Los párrocos tienen sus obligaciones y nosotros las nuestras. Los sacerdotes lo harán bien, mejor o regular, pero es que los fieles no aportan, salvo excepciones, la mayoría mal vamos y cada vez peor.
El pastor irá delante con su rebaño pero no puede pacer la hierba ni beber por sus ovejas. Eso es el mal de la comunidad eclesial, la pasividad de los creyentes que quieren que se les de todo echo, no lo aprovechan y ademas se quejan. Debemos tener iniciativa y compromiso personal en formarnos, estar disponibles para ayudar a otros a hacerlo, tener presencia más “activa” dentro y fuera, con prudencia pero sin complejos.
Puede que lo malo sea el clericalismo instalado entre clero y laicos. La pastoral familiar, de jóvenes y demás actividades no cunde porque para la gente “el clero es iglesia y los demás también pero menos”.
Mi opinión es que “los que vamos a misa” deberíamos tener un cambio de abajo arriba para que cambiaran las cosas.
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Si bien no puede decirse que ésto sea una definición completa y exhaustiva de la DEMOCRACIA que padecemos, sí en cambio señala uno de los aspectos más lacerantes y conocidos de esta sutil tiranía que se viste hipócritamente de libertad.
Para Ricardo:
LA CORRUPCION es, exactamente, la definición perfecta de la "DEMOCRACIA" que, como muy dices, "PADECEMOS". La "sutil tiranía" es TIRANÍA. Y "que se viste hipócritamente de libertad" es para NEGAR LA LIBERTAD; o sea, para OPRIMIR.
Sólo una pequeña “corrección” formal, si me lo permite: de vez en cuando se le escapan abreviaturas típicas de sms o WhatsApp, que no me parecen apropiadas para un texto público.
Enhorabuena por su claridad y valentía.
Muchas gracias por tus indicaciones, Angel.
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