Vamos a aclarar las cosas, de una vez. I
O, al menos, a intentarlo. Porque no se puede añadir oscuridad sobre oscuridad: tiene que hacerse la luz sin cálculos ni tapujos. Y eso solo se puede hacer con la verdad en la mano. Con la verdad completa, guste o no guste. Sin cuquerías. Sin falseamientos. Ni mucho menos pretender “ser más papistas que el papa"; porque esto hace tanto daño -como mínimo- como ir “contra” el papa: las dos cosas oscurecen, aunque pueda parecerle a algunos que no.
Por eso, hay que decir las cosas y mostrarlas a la luz. Y luego cada uno entenderá lo que tenga que entender: lo que quiera Dios que entienda, o lo que uno esté dispuesto a hacerlo o a rechazarlo. Porque el Señor no nos pide a todos lo mismo, pidiéndonos lo mismo a todos. Así, quiere que todos los bautizados, sus hijos, seamos santos, por ejemplo; pero no de la misma manera, sino cada uno en y desde su sitio, con sus circunstancias personales, que serán siempre las mejores circunstancias -las permite el Señor, y cuenta exactamente con ellas para ese fin- para que cada uno sea santo. Esta es su Providencia amorosa; porque cada persona es única e irrepetible: no somos fotocopias. Nunca y para nada. Y menos para Dios, nuestro Padre.
Pues a lo que iba. La división entre los miembros de la Jerarquía católica no solo es patente sino que, además, se hace cada vez más pública -también más evidente-, con el consiguiente desconcierto -cuando no algo más que “pequeño escándalo"-, entre los fieles, sus ovejas. Ejemplos tenemos todos los días y a todas horas.
Lo penúltimo que ha saltado a la palestra son las barrabasadas del card. Marx, doliéndose en su corazoncito -que se le desborda de enorme- porque la Iglesia Católica no sea “pionera en la defensa de los derechos LGTB"; ni lo sea ni lo haya sido: quizá se le escapa a este sr. cardenal que así, “derechos LGTB” tal cual, hasta antesdeayer no existía ni el nombre; y hasta 1994, por ley -civil- estaba prohibida la homosexualidad en Alemania. Pero bueno, “pelillos a la mar".
Lo último, unas declaraciones del cardenal de Perú en las que brillan algunas “perlitas” y descalificaciones -a lo directo, y con trazos más que gruesos- contra los 4 cardenales de las “dubia”, sus hermanos, se supone. Y puede estar en su derecho de hacerlo; derecho que no discuto. Pero, en todo caso, es el mismo que tengo yo para decir lo que voy a decir a continuación.
En primer lugar, señalar la contradicción en la que incurre. Y así, no duda en criticar y condenar a los cardenales de las “dubia” por “haberlas publicado", para añadir inmediatamente: “no me parece correcto, realmente no". Mientras, él, está “publicando” sus opiniones contra sus hermanos cardenales en Notimex, una agencia estatal de noticias en la ciudad de Méjico.
Por si no había quedado claro, lo remata: “Creo que cualquiera puede manifestar con gran franqueza lo que quiera” [que debe ser lo suyo por lo del primado, a la vez que se lo niega a los otros; con lo cual, ¿en qué quedamos? ¿se puede o no se puede?], “pero saltar a la prensa ya es otra cosa. Me parece que se equivocaron, aunque se trata de gente buena”: es todo lo más que va a decir en su favor. Y para dejar el asunto ya liquidado: “Hay que estar atentos, no seamos tontos, pero las cosas no deben ventilarse en los medios de comunicación".
Bueno, ya se ve que se ha dado bula a sí mismo para hacer exactamente lo contrario, de tal manera que, lo que niega tan ricamente a los demás cardenales, él si puede hacerlo con toda tranquilidad de conciencia, según parece manifestar. Debe ser cosa del “Primado” o así.
El otro punto, en mi opinión, es más de fondo. No se puede criticar a los 4 cardenales de las dubia, calificarlos de malos y de que han hecho mal, y luego no decir ni una palabra sobre los cardenales, también hermanos suyos -más hermanos suyos a lo que se ve que los anteriores-, que dicen burradas, cuando no “herejías", dicho esto último en lenguaje coloquial y no en lenguaje teológico.
Porque el cardenal de Perú lo enmarca muy fuertemente: “Esto lo digo con mucha claridad: el demonio tiene objetivos, busca dividir". Es tremendo: porque esto lo dice contra 4 cardenales que no han hecho más que lo que tenían obligación de hacer; y no por ellos, sino por los fieles y por la Iglesia.
Por contra, en relación a los cardenales que propugnan -y practican: lo han dicho públicamente- dar la comunión a los católicos divorciados y recasados por sus pistolas; que defienden “los derechos” de los “practicantes” LGTBI -casi ninguno católico, fijo, ni ganas de serlo, supongo-, y propugnan, por tanto, una “discriminación positiva” -como ha pasado en el mundillo civil-, y les conceden de facto una “bula” que se niega a los demás católicos a los que sí se les recuerda la vigencia de los Mandamientos -al menos hasta hace una semana-, y cosas por el estilo, ¿estos -que también existen y están ahí largando en los medios- no dividen? ¿No hacen ni dicen nada malo? ¿Van de la mano con la Iglesia y hacen lo que tienen obligación de hacer? ¿No están tentados o engañados por el demonio? No me negarán que es más que fuerte.
Entonces, y aunque no lo haya pretendido ni lo pretenda: si el señor cardenal primado señala con el demonio a los cardenales de las “dubia", y calla clamorosamente respecto a los que son envenenadores de conciencias y demoledores de la Doctrina y de la Fe católicas, está poniendo de manifiesto algo demoledor: que los que defienden la Doctrina y la Fe son los malos, y los que la atacan y la derriban, los buenos. Y se cumple en él mismo, a pesar de que lo denuncia en los demás, otra contradicción: “no buscarle tres pies al gato", porque -sigue diciendo- “la obligación de todos los fieles es mostrar cercanía al líder católico". ¡Acabáramos!
Pero aquí vuelve a fallarle la objetividad y la lógica al bueno del cardenal primado. Y le pregunto sinceramente -aunque ya sé que todo esto no lo va a leer y, por lo tanto, no me va a contestar, ni lo pretendo-: ¿cargarse, como hacen Marx, Kasper & cía, la Doctrina y la Fe bimilenaria de la Iglesia, “es mostrar cercanía al líder católico"?
Yo, personalmente, nunca me lo hubiese imaginado; pero, tal como están las cosas, ya se ve que todo es posible…
Y seguiré, claro; esto hoy ya se ha alargado demasiado, pero no lo puedo dejar aquí, porque hay más. De fondo, naturalmente. Insisto.
29 comentarios
Ignoro el por qué de sus declaraciones. Quizás, evitar complicaciones, no lo sé. Si sé que apoyar Amoris Laetitia porque se hace demasiado rollo con todo, porque no sabemos "ver" la continuidad con el magisterio anterior es desconcertante en los labios de este cardenal. Recemos por el y por muchos, porque el miedo de ha colado en ellos, para defender la Verdad.
Para Manolo:
No sé quién eres, ni a qué te dedicas, ni si hemos comido alguna vez juntos y tenemos esa confianza que te hace llamarme "majo"; pero si tienes mando en plaza, en la que sea, y te sobra una parroquia, me la das, que yo, contento oyes.
No intento "aclarar" las declaraciones de cardenales, y menos del Perú, sino defender a la gente sencilla que está muy sola y a expensan de tantas y tantas opiniones cruzadas; amen de tanto desbarre, sin una voz que, teniendo la obligación de no dejarlas solas, las abandona a su suerte. Hablo en general, y no lo digo por el cardenal de Lima, que no es el caso.
Que Dios le colme de bendiciones y le aumente en todo según Su Voluntad.
Mi enhorabuena para él.
Para Manolo:
Yo no he criticado a ningún cardenal, en el sentido peyorativo del término. Eso sí he dado mi opinión, argumentada, sobre lo que han dicho algunos cardenales. Y unas cosas me parecen bien, y lo digo, y otras mal, y lo digo también. Y tengo perfecto derecho a hacerlo, en la Iglesia y fuera de ella.
Por si no lo sabes, "crítica" significa en primer lugar "juicio". Y "juzgar" -"emitir un juicio o una crítica": "enjuiciar" o "pronunciarse"-, que es la verdadera operación de la mente, es lo más humano que existe. Menos de eso se es una vaca. Por eso, lo estamos haciendo continuamente: hoy hace calor, esto es blanco, no me gusta, qué bien, esto es una burrada, etc.; todo esto son "juicios" o "críticas"; o sea: "pronunciamientos intelectuales", fruto de tener "entendimiento". Que es lo propio y específico de la persona humana.
Es cierto que, en un mundo de tolerancia y de buenismo, donde se puede imponer hasta la obligación de ser homosexs desde el parvulario, la palabra "crítica" se puede hacer casi "in-tolerable". Pero eso es el fruto maduro y buscado de la "cultura" de la ESO y de la fuerza de las "ideologías"; que, como no tienen nada que ver con "la verdad" son, por eso mismo, esencialmente in-humanas.
Un cordial saludo.
Pero lo que hizo hace unos meses cayendo en idolatría, llamando al papa poco menos que fuente del Espíritu Santo y lo que Dijo hace poco en una entrevista que hasta Religión Digital la puso de Titular (a que nivel habrá descendido Cipriani que Religión Digital lo puso de titular y referente), no solo es indefendible sino muy criticable. Pues Cipriani sabe cómo nadie lo qué pasó en Aparecida con el documento herético que no solo no quiso firmar sino que hizo que se regresará a Lima, y además sabe cómo nadie EN QUÉ A CONVERTIDO SS FRANCISCO LA PUCP Y LO QUE PASÓ DETRÁS DE CÁMARAS.
Que ahora diga lo que dice del Papa, solo se entiende desde la óptica de quién no quiere que le acepten la renuncia por edad que está próxima a presentar.
Pero no me gustan esos comentarios que buscan razones de interés personal en las opiniones del cardenal peruano... Da la impresión de que todo el que no opina como yo lo hace por avaricia o por ambición, lo cual es, al menos, poco respetuoso...
Cipriani ha estado bien
De hecho se ha quedado corto.
Es muy significativo ver como los que maniataban la boca de teólogos de prestigio modernos en la época de JPII piden ahora libertad de expresión.
Hay que hacer con ellos como Cristo con los fariseos: no contestar.
Si los dubitativos siguen dudando probablemente es que no saben leer.
Y si no, que pregunten a Schonborn
" es increíble que sepas respirar" BOB DYLAN PREMIO NOBEL LITERATURA 2016
¿Cómo se puede decir que el planteamiento respetuoso de dudas por parte de varios personales constituye "una estrategia contra Francisco"? Es indignante.
Para Hermenegildo:
Es lógico que el decano de teología de san Dámaso no pueda "imaginarse al Papa emérito participando en una estrategia contra Francisco". Ni él, ni yo, ni nadie en su sano juicio católico.
Luego, su opinión -la del decano- sobre los "dubia" y sobre los "dubia y Benedicto", eso ya es harina de otro costal.
Y que plantearle los "dubia" al papa Francisco sea "una estrategia contra Francisco", ahí muestra su opinión personal, que no necesariamente coincide con la realidad; más bien coincide con el "oficialismo" que se ha instalado en la Iglesia en torno la papa Francisco.
Le reitero mi felicitación por su valentía y honestidad.
Si le sirve de consuelo, ahora el clero está dividido, conozco sacerdotes que opinan como usted pero callan por prudencia, también conozco a otros encantados con los Nuevos Aires en la Iglesia.
Yo lo que no entiendo es que se les meta tanta caña a 4 Cardenales por hacer unas preguntas razonables sobre una exhortación que a la luz de los hechos, claramente admite interpretaciones. Y otra lo que hacen muchos obispos, cardenales y algún sacerdote públicamente cargándose todo lo relativo a la homosexualidad que se dice en la Biblia y llegan a considerar la Sodomía como un don y a pedir el matrimonio gay ( se supone que el matrimonio es unitivo y reproductivo), que se casen los homosexuales si quieren pero civilmente, porque o cambian antes la Biblia o al homosexual se le pide Castidad no matrimonio. Si el fin del matrimonio se cambia, ya no sólo se admite el adulterio y la homosexualidad, también el onanismo y la masturbación ( total no es necesario reproducirse y como bien dijo el Papa las cristianas no tienen que parir como conejas).
Dejar un comentario