"La democracia no tiene nada que ver con la verdad"
La frase, como pueden comprender fácilmente, no es mía, no. La ha proclamado a los cuatro vientos un icono vivo del “pensamiento débil", Gianni Vattimo, filósofo, escritor, comunicador, profesor de filosofía, eurodiputado neomarxista, antes nietzschiano, antes nihilista, antes cristiano, antes católico…, pero nunca ateo. Una persona que, a lo que se ve, no se casa con nadie, o sus matrimonios le duran solo una temporadita. Todo este currículum está elaborado según declaraciones de su propia boca y de su propia pluma.
Lo reproduzco de nuevo: “la democracia no tiene nada que ver con la verdad". Y en esa misma línea podría afirmarse que “la democracia no tiene nada que ver con el bien". Las dos afirmaciones tienen la misma base y el mismo recorrido: la democracia no tiene nada que ver con el “ser” de las cosas. Por eso, en su práctica real, en su día a día, es un “invento” degraciado, cruel e inhumano.
Pero, ¿qué significa, realmente, que “la democracia no tiene nada que ver con la verdad?” Significa algo muy serio y muy iluminador: que “la democracia occidental” y por definición de quien la conoce muy bien desde dentro, pues toda su vida la ha vivido en ella, y además ha teorizado sobre ella con los recursos de sus posturas filosóficas y de su innegable intelectualidad -que no pocas veces le ha traicionado-, es un invento voluntarista, desgajado de las constantes antropológicas de la persona humana, que son:
1. Su “capacidad de conocer la verdad de las cosas".
2. Su “obligación moral de hacer el bien y vivir para darle cumplimiento".
3. El reconocimiento y aceptación de su “ser social y sociable por naturaleza", empezando por el ámbito familiar, que es donde todo hombre nace y tiene derecho a nacer. Es decir, desde el fundamento “del ser de las cosas", empezando por la verdad y la dignidad de su propio ser, que está en Dios, y que aprende y recibe en el seno de su familia.
Es decir: la democracia occidental está montada sobre la MENTIRA -el mal intelectual-, sobre la INMORALIDAD -contra la obligación “moral” que tiene el hombre de hacer el bien, a sí mismo y a los demás: “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a tí"; este es el primer principio de la ética o de la moral-, y, por tanto, CONTRA la persona humana, a la que debería servir, por servir al “BIEN COMÚN” de la sociedad. Su fruto más genuino -y no puede ser otro- es la CORRUPCIÓN, que tiene como base la MENTIRA, y como soporte (anti)jurídico el llamado “voluntarismo o POSITIVISMO jurídico“, o sea, la mera voluntad de los gobernantes. ¡Para echarse a temblar! ¡O para volar hasta Marte como lugar más cercano!
Por/para conseguir todo esto, lo primero que se plantea la democracia occidental, cuando no ha nacido ya con este fundamento, es “matar a Dios": borrar cualquier rastro -hasta “físico” de la presencia de Dios-, echarle de su casa, dejarle sin hijos -los hombres-, para que estos vivan y se lo monten “como si Dios no existiese”. Que sí existe, y es imposible demostrar racionalmente lo contrario…, pero como si no. De hecho el ateísmo es irracional, y no pasa de un mero voluntarismo. Eso sí, es un pecado grande.
Lo segundo -y es empeño tan trascendente para la persona humana como el anterior- es “matar a la familia”. Para ello se ha ido marcando -paso a paso, para no alertar y espantar la caza- toda una escalada terrorífica y demoledora, que ha incidido, dramática y especialmente “contra” la mujer, porque es la que más “aporta” en el mundo familiar; pero, por contra y a su vez -aunque esto no se lo dicen, claro-, es la que más ha sufrido los inevitables e ineludibles efectos: “libertad sexual", “derecho al sexo", “sexo seguro” -sin consecuencias “desagradables"-, divorcio, anticoncepción, aborto, vientres “comprados” -de las más pobres y por los más ricos-, “otros modelos de familia", ideologías LGTBI a capón, etc.
De este modo, el hombre, ya sin referentes “objetivos” -ni Dios ni familia-, es decir, sin fundamentos “ajenos” a él mismo, o sin fundamentos que pueda reconocer “frente” a él mismo -como de hecho reconocen tantos y tantos, y los descubre el conocimiento común y espontáneo de las gentes, y los fundamenta científicamente la filosofía y la teología “realistas u objetivas"-, el hombre -y aún más la mujer- que ya no sabe de dónde viene ni a dónde va -desconoce el sentido de su vida y la de los demás, sus semejantes- se convierte así en un pelele en manos de los mandamases, que hacen con él lo que quieren -como vemos que están haciendo a diario y sin ningún pudor ni vergüenza-, además de convertirse en un pelele de sí mismo: las dos cosas son inseparables y, por eso, se dan juntas y se retroalimentan.
¿Por qué la democracia occidental necesita “matar a Dios"? Muy sencillo y directo: porque sin Dios la persona humana no tiene esos referentes “objetivos” de verdad, de bien, de dignidad…, de nada: porque, sin Dios, le falta el referente último del ser de las cosas, que proceden todas de Él, el Creador. Especialmente, el hombre sin Dios se queda “huérfano", suspendido en el abismo en que se convierte su vida. A las vacas les da un poco lo mismo todo esto, que yo sepa.
Y la democracia occidental necesita “matar a la familia” para poder cortarle a la persona humana no solo sus raíces -humanas-, sino también cualquier referencia o deber con los demás: es un verso suelto. O una vaca; y ya se sabe que los animales -todos- están al servicio de la especie o de la colectividad.
Por cierto y no es pequeño detalle: en esto, la democracia occidental es una copia calcada del nazismo, y del marxismo-leninismo-stalinismo-maoísmo-castrismo, etc. Por si alguien no había caído en la cuenta.
Todo esto, los impostores de la progrez de izquierdas o de derechas -que, a día de hoy, son perfectamente reversibles-, lo venden como una “conquista de la libertad” -menos para educar a tus hij@s conforme a tus principios y a tu derecho como padre, por poner un ejemplo-, con el trampantojo del “hacerse a sí mismo” -pero ojo como no estés de acuerdo con el mundillo y las dictaduras LGTBI, que serás acusado y dilapidado como “homófobo” o así-, del “no tener que rendir cuentas ante nadie” -excepto ante Hacienda, si no eres Pujol o asimilado-, y de la zanahoria “del estado de bienestar”: un estado que no impide que te eutanasien -a tí, o a cualquiera de tus hijos, tengan la edad que tengan- en cuanto les venga bien…, y un juez lo firme, que siempre lo hay. Como siempre habrá quien lo ejecute. Amén del “sexo a todo tren".
¿Alguien, en su sano juicio -en plenitud de sus facultades intelectuales y morales: es decir, sin renegar de ser persona humana- puede estar conforme con alimentar semejante monstruo? Parecería imposible… y, sin embargo, lo está. Millones, solo en España.
Y, para más escarnio, todo este tinglado se alimenta con los votos. Votos “humanos". Cosa que, por ejemplo, las vacas no hacen: no pueden. Pero, si pudieran, tampoco creo que quisieran; lo digo con sinceridad: los animales son “listos” por naturaleza, y el que no da la talla… no vive mucho, la verdad.
PD. Que nadie que quiera comentar me venga con que si yo quiero la dictadura u otras cosas del mismo nivel: un poco de dignidad personal -al menos intelectualmente-, y un poco de respeto a los demás. Por fa.
15 comentarios
Afirmar algo de la masonería, siendo una sociedad secreta es difícil, pero podemos saber lo que ellos mismos publican. En el Diario Masónico se publicó el artículo "Masonería combativa o barbarie", en la dirección diariomasonico.com/opinion/masoneria-combativa-barbarie (un framgmento mas abajo).
El fragmento:
"Es inevitable. El proceso que comenzó en Europa y Latinoamérica hace más de tres siglos, con la caída progresiva de los absolutismos nos ha llevado a profundizar en dos vías fundamentales: las democracias y la (teórica) desvinculación de éstas de la ideal del Estado-Iglesia, procesos ambos irreversibles."
También en youtube se pueden ver grabaciones de televisión de mi país donde se entrevistan a masones, en el programa "Sacro y Profano". Ahí ellos afirman que el lema de la revolución francesa fue hechura de las logias: la conclusión la revolución francesa, la separación Iglesia-Estado también lo es. Al relacionar dicha idea con la democracia, podemos concluir que es solo una extensión de la primera y en esa base, no queda mas que concluir que su artículo tiene toda la razón, no podemos creer que la democracia tenga algo que ver con la verdad o el bien. Pero podemos incluir que tampoco tiene que ver con la ciencia, el bien o cualquier otro valor trascendente.
Dime un país o un lugar donde se asiente la "recta" democracia, solo UNO, por fa.
No lo pillas, Forestier, o como te llames: yo, José Luis, modestamente.
La comparación que haces es una comparación imposible: porque es imposible la comparación entre el hombre y sus creaciones o sus errores, ya que están en dos planos muy distintos.
Pero es que, además, el hombre nació "bueno" de las manos de Dios, mientras que la democracia nació "mala" de las manos del hombre; tan mala, que ni le sirve -a la persona humana- ni le puede servir, puesto que sus coordenadas son exactamente las contrarias a las coordenadas antropológicas de "verdad" y "bien", sin las cuales el hombre no puede ser hombre; y, en el caso que nos ocupa, ni se le deja ser. De ahí que, lo que la democracia ha traído y "creado" es "la abolición del hombre" y de sus "nichos ecológicos" sin los cuales no puede nacer, ni vivir, ni desarrollarse, ni reconocerse: sólo "morir". Por ejemplo, la familia; y, yendo más al fondo, la Iglesia Católica.
Suena chocante, pero los aliados no tuvieron ningún freno para empezar a bombardear a la población civil, ni con bombas atómicas, dejaron a sus suerte a los judíos, y se comportaron en la postguerra con las alemanas, como lo que son, el primo de lo intrínsecamente perverso.
Así que este primo, solo podía terminan engendrando lo que ahora tenemos: sociedades adoradoras de Moloch.
Y mientras no se empiece a revisar esta Historia, seguirá la gran mentira monumental campando a sus anchas en Occidente.
"es perfectamente conforme con la naturaleza humana que se constituyan estructuras político-jurídicas que ofrezcan a todos los ciudadanos, sin discriminación alguna y con perfección creciente, posibilidades efectivas de tomar parte libre y activamente en la fijación de los fundamentos jurídicos de la comunidad política, en el gobierno de la cosa pública, en la determinación de los campos de acción y de los límites de las diferentes instituciones y en la elección de los gobernantes. Recuerden, por tanto, todos los ciudadanos el derecho y al mismo tiempo el deber que tienen de votar con libertad para promover el bien común" (GS 75)
"la Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica... " (CA 46)se
Para Oscar:
"El Magisterio de la Iglesia nos enseña todo lo bueno de la democracia", escribes, y me parece muy bien; solo que habría que añadir que lo que la Iglesia señala en GS y en CA, y que tú nos acercas amablemente, es exactamente lo que "no practica" ninguna de las democracias que existen realmente. Y es lo que he denunciado de la mano de una persona que no es ni católica: G. Vattimo, que "explica" a todo el que lo quiera entender -y lo deja meridianamente claro en mi opinión-, que la "democracia" y la "verdad" ni han casado, ni casan, ni casarán nunca.
Todo eso lo escribe la Santa Madre Iglesia para señalar, precisamente, lo que la democracia "debe ser"... si quiere "ser fiel y servir" a la persona humana y al bien común de la sociedad; cosa que, a día de hoy, no hace, la democracia, en ningún sitio.
También lo escribe -la Iglesia- para que sepamos discernir en conciencia católica -y no nos chupemos el dedo- lo que no es ni debe ser la democracia, y así podamos actuar coherentemente; y no solo los católicos, sino también todo hombre de buena voluntad; porque precisamente "lo católico" siempre está en línea con lo que todo hombre de buena voluntad puede reconocer, admitir y obrar, de cara a Dios y de cara a los demás. No me refiero a la "práctica" de la "religión católica" que los no católicos no tienen por qué vivir, sino a los fundamentos de "lo católico".
Y ninguno es poseedor de la vedad. Entre otras cosas porque la verdad, así en abstracto, no la posee nadie (ni siquiera la Iglesia).
Ya afirmó Churchill que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos; y lo es, porque aunque puede ser pervertida (especialmente por la corrupción), si la democracia es plena, se puede dotar de herramientas para ser controlada, entre otras cosas porque en el ADN de la democracia subsiste el convencimiento de que nadie es poseedor de la verdad y cada cual aporta su grano de arena a la misma.
Que pasa sin embargo con la Teocracia. Que como el poder "viene de Dios y su Verdad revelada" no admite discusión y por lo tanto es represor de los que son diferentes o piensan diferente.
Sr. Aberasturi, a pesar de ser mejorable y no pretender ser propietaria de la verdad, la Democracia es millones de veces preferible a la Teocracia. La perversión de la democracia trae corrupción, la perversión de la Teocracia trae Inquisición.
Y si me dan a escoger yo lo tengo muy claro. No se usted.
Para Rufus:
Los sistemas de organización política "en abstracto", no existen más que en la realidad del día a día. Es lo que le pasa a la democracia.
La verdad "en abstracto" no existe: existe la realidad de las cosas, lo que las cosas son; y cuando las conocemos, entonces conocemos la verdad de las cosas, que esa capacidad tenemos.
La democracia no es el menos malo de los sistemas políticos, sino el más perverso: es corrupta y corruptora porque nace ya corrompida; está al nivel del marxismo -"repúblicas democráticas-, por ejemplo y sin ir más lejos, como lo demuestra el quehacer diario de las democracias y las leyes que emanan. En Argentina saben mucho de esto, me parece.
Si "nadie es poseedor de la verdad", ¿por qué y para qué escribes? ¿Por deporte? Vas a engordar... La verdad -como el bien- no es represora. Represor es el que pretende imponer la no-verdad con todo el peso coercitivo de las leyes, incluida la fuerza policial: esta es la mayor de las corrupciones.
La Iglesia Católica condenó la teocracia; porque es la primera interesada en desenmascarar esa superchería y esa falsificación.
Sin "verdad" y sin "bien", que son las constantes antropológicas de la persona humana y señalan su primer "deber", intelectual y moral -no sé si esto es demasiado para ti, perdona-, el hombre se convierte en una vaca. Es el ideal de las democracias occidentales: convertirnos en vacas para poder tratarnos como tales. Y es lo que hacen sin ningún pudor: ¡nos tienen tan engañados y tan conformes!
Si tú estás de acuerdo -si es lo que prefieres- con comportarte como tal -y que te traten como tal-, con el único y simple aliciente de que te dejan votar cada equis años..., tú mismo. Pero déjanos a los demás no estar conforme, y decirlo públicamente.
Y entre arrodillarme ante los políticos o arrodillarme ante Dios, o ante el Sagrario, por ejemplo, me quedo con esto. Yo lo tengo muy claro. No sé tú...
La democracia no es un filosofía, ni una ideología. es una fórmula de convivencia, no una proclamación de la verdad. Pero se basa en el respeto a la persona y a los derechos del hombre incluido el derecho absoluto a la vida.La iglesia la ha admitido plenamente y la Democracia Cristiana se fundó en Roma con el beneplácito de Pio XII. Otra cosa distinta son las múltiples formas que existen para destruirla, debidas a la maldad humana.
Para Carlos:
No puede haber "fórmula de convivencia" entre los hombres -sociedad, por tanto, y su gobierno- sin el respeto a la "verdad" y al "bien" objetivos, es decir, "reales". Porque "verdad" y "bien", precisamente porque son "objetivos", es decir, no dependen ni de uno ni de todos: no dependen de las "opiniones" personales o ajenas; y por ser, además, las constantes antropológicas de la persona humana -no me cansaré de repetirlo nunca- son, precisamente, los "puntos de encuentro" de todos los hombres: sin "verdad" ni "bien" la concordancia -la sociedad -y el hombre es "animal social- es imposible por sí misma; y, entonces, "obligadamente", porque no le queda otro camino, hay que "imponerlas". Falseándolas, necesariamente, de un modo burdo o más fino, pero FALSO.
Por eso, la democracia, que -por definición- no quiere saber nada de la verdad ni del bien, se convierte en una tiranía: de la mayoría, o de la minoría chanchullera. Pero, necesariamente, TIRANÍA. Y lo vemos -nos lo demuestra- todos los días.
Enhorabuena por ser valiente y decir la verdad bien clarita, aunque le pueda traer consecuencias desagradables (esperemos que no), pues esa es la única forma de que la gente se despierte y deje de ser zombie a beneficio de sus propios enemigos y enemigos de su salvación.
Para Forestier:
¿El "derecho al sexo", es libertad?
¿El "derecho al aborto", es libertad?
¿La "obligación" de aceptar los dictados LGTBI, es libertad?
¿Qué "maten" a tu hijo enfermo -Charlie Gard- es libertad; y que no te dejen ninguna otra alternativa, como si tu hijo enfermo fuese un apestado contagioso, es también libertad?
¿Qué "chanchulleen con tu voto", es libertad?
¿La "obligación del divorcio", es libertad?
¿Qué se reconozcan más derechos a los perros que a las personas, es libertad?
¿Qué las menores de edad puedan abortar sin siquiera conocimiento de sus padres, es libertad? Ya ni siquiera se habla de "permiso" de los padres. Eso sí: para tranquilidad paterna y materna "se les prohíbe" que compren alcohol, y "se les obliga a llevar casco" si van en bici. Me quedo muy tranquilo...
¿Qué te rebajen o te quiten tu pensión, es libertad?
Y así podría seguir en un listado que se haría interminable, porque no hay por donde coger lo de "democracia y libertad".
"Democracia es respeto de la libertad", dices; pero, ¿de quién? Únicamente de la de "ellos" -los políticos y asimilados-: al resto, "nos dejan votar"; y todo lo demás que tenemos que hacer es PAGAR.
Lo malo es que hay mucha gente que se lo cree, aunque vean -diariamente y con sus propios ojos- lo contrario.
¿Qué prefiero yo? Un sistema que me deje ser libre porque me respete como persona: a mí y a todos. Y, de entrada: menos Estado, más persona y más sociedades intermedias. ¡Libertad!
Dios nos hizo libres incluso para negarlo. ¿Por que se empeñan ustedes en restringir esa libertad regalo de Dios?
Para Margarita, que no creo:
No me pilla de sorpresa tu atinadísima respuesta, pues ya he apuntado reiteradamente que hay gente así, como tú misma, que afirma que tenemos libertad que nos la ha dado Dios -eso dices-, "incluso para "negarlo".
El problema, como siempre, son las interpretaciones que se hacen de lo que no se entiende o no se quiere entender. Pero voy a intentar explicártelo, aunque sin ninguna esperanza de que lo llegues a pillar. Pero ahí va: cortito y despacito para no liarte.
Es cierto que Dios nos ha dado la libertad; Dios, y no los políticos ni la democracia, por poner un poner.
Es cierto que, con ella, podemos incluso negarLe; y Dios ha querido correr ese "riesgo". "Riesgo" -y aquí ya hay que poner algo de nuestra parte para empezar a entender las cosas-, únicamente para "nosotros", pecadores; o sea, para todo aquel que "Le" niega; porque "el que crea se salvará, el que no crea se condenará". Por cierto es "Palabra de Dios" -ahí tienes los Evangelios para encontrar la cita-, que no ha inventado la Iglesia Católica; pero la Iglesia -pues tal es su obligación ante Dios-, nos la recuerda, eso sí.
Pero ambién es cierto que "negarLe" nunca significa -porque no puede significarlo: aquí hay que volver a hacer un esfuerzo intelectual, aunque sea mínimo-, que solo por hacerlo -"negarLe- eso, ya y por sí mismo, se convierta en "verdad verdadera". Porque tal afirmación, a Dios, ni le toca.
En conclusión: se ve que eres un típico producto de tu tiempo, pero nada más. Eso sí: por serlo, has olvidado o machacado o perdido ya tus "constantes antropológicas", y te has convertido en "vaca", que es el producto o precipitado más preciado en democracia: para eso trabaja, y para eso paga.
¡Disfrútalo, Marga, y con salud! ¡Paz y bien! Y que Dios te ampare...
Rezaré por ti.
me habia salido un "toxo" inmenso para responder (que no refutar) (necesariamente) o explicar algunos puntos que ha tratado en su entrada; lo he eliminado, primero por ser demasiado extenso, segundo porque he visto una respuesta suya, D. José Luis, que era un tanto resumen a las cuestiones que a su vez planteaba yo.
Es que siempre he pensado que criticar, denunciar y manifestar errores o males sin proponer remedios, todas las reprobaciones caen en el saco roto, a lo sumo, como hacian antes algunos otros moralistas, en la era dorada de las ideas, se queda en cinismo. No lo digo por vd. que es creyente, antes de leerle contestando a Forestier, ya imaginaba que debia tener alternativa a la democracia como sistema politico.
Y vd. quiere, como he visto, realidades y no abstracciones (aunque tampoco vd puede zafarse de ellas) (como todos, claro); bien, yo le muestro algunas:
- desde 1945 la gente no se mata por las calles por idealizaciones.
- desde mas o menos tambien esa fecha, como nunca antes en la historia se ha podido disponer de alimento, salud y cultura (ésta ultima, no entraremos ahora si "decadente" o "progresista") para el mas comun de los mortales
Esas realidades, innegables, al menos se dan en lo que conocemos como Occidente. Me parece que huelga añadir que no exentas de vicios o maldades, como el aborto (por ejemplo). Occidente "modelo" de democracias.
Lanzar maldiciones de la democracia (se entiende, liberal) lo hacen en primer lugar, los democratas, porque conocen bien lo que es. A diferencia de otros sistemas politicos, incluso de alguno que afirmaba acabar o finalizar la historia.
Ya me disculpará, al final me va a salir otro "toxo"; me ha complacido ver (por fin!, creame) a alguien que si propone alternativas, cito, con su permiso:
"¿Qué prefiero yo? Un sistema que me deje ser libre porque me respete como persona: a mí y a todos. Y, de entrada: menos Estado, más persona y más sociedades intermedias. ¡Libertad! "
leyendole, pienso está vd. muy proximo, ya no digo al anarquismo (su mala prensa es muy merecida) (en mi opinion), pero si al miniarquismo.
Saludo,
Para Sonia:
-Me parece que no sabes lo que es "cinismo". Te lo copio de la RAE: "Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables". También: "Impudencia, obscenidad descarada". ¿Podrías decirme dónde ves eso en lo que yo he escrito? No vaya a ser que hayas leído a otro.
-¿Donde has visto "abstracciones" en lo que he escrito y defendido? ¿Hablar de la verdad, propugnar que podemos conocerla y que debemos mantenernos en ella, es o son "abstracciones"?
-Que en Europa y desde 1945 no ha habido ninguna guerra..., simplemente es FALSO. Ahí está la de Yugoslavia, sin ir más lejos. Por no hablar de todas las que ha fomentado fuera de sus fronteras, con las que ha entregado países enteros al ISIS, también por ejemplo.
-¿El aborto es "cultura" y "salud"? Que baje Dios y lo vea. Y podría seguir con el listado de otras "realidades" culturales, modélicas y salutíferas de las democracias occidentales. En todo caso, se lo puedes preguntar a Charlie Gard y a sus padres, si te has enterado de qué va la cosa.
-Traer a colación los "logros" cruelmente inhumanos de las democracias occidentales no es "lanzar maldiciones de la democracia". Como decir que los imperativos LGTBI o las "ideologías de género" van en contra de la dignidad de la persona humana no es lanzar maldiciones contra nadie, y menos contra un "colectivo" con o sin "orgullo". Es exponer la verdad sobre la dignidad de la persona, y tenerla presente, y sin admitir al respecto "rebajas" y, mucho menos, "obscenidades descaradas", o sea, CINISMO.
-Etc.
¿Me podría usted citar, en la historia de la humanidad, una sola guerra entre dos democracias?
Gracias.
Para Antonio I:
"Unión Europea" es un término político. Que Yugoslavia no perteneciese a ella no quiere decir que no fuese Europa.
No tengo ni idea si ha habido guerras entre dos democracias; tampoco tengo ningún interés en el dato. Mucho más relevante es que las democracias del mundo occidental no han dejado de producir guerras, una tras otra y sin parar aunque, eso sí, fuera de sus fronteras. Eso no ha impedido que miles y miles de europeos -sus soldados- hayan muerto en ellas, como no impide los muchos más miles y miles que han matado.
No contentos con eso, los políticos de las democracias occidentales han mandado a sus ejércitos contra gobernantes y gobiernos legítimos, y han echado en manos del Isis a Libia, Siria -que no se han comido gracias a Rusia-, Irak -este no totalmente-, y a punto estuvieron de entregarles Egipto -lo tuvieron unos pocos años-, y Túnez, donde fracasaron pero por los mismos tunecinos, no por los occidentales.
La guerra no solo no ha faltado sino que ha sido una constante; y ha salido de las democracias occidentales.Y también te puedo decir por qué motivos; pero no lo voy a hacer.
¿Lo de Cataluña y País Vasco es "nacionalismo exacerbado" y es fruto "de la rigidez de un sistema totalitario que no deja cultura democrática y cuando implosiona se abre la caja de los truenos"?
Pues tú me dirás, Antonio I
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