InfoCatólica / Tal vez el mundo es Corinto / Categoría: Iglesia

2.01.15

Las tres grandes intenciones para el 2015

Se abre ante nuestros ojos un año nuevo. Quiero presentarte las tres grandes intenciones que considero indispensables en nuestro corazón, si somos creyentes y católicos convencidos.

(1) Hay que orar mucho por la Iglesia perseguida con la violencia y buscar caminos de expresar nuestra solidaridad con los hombres y mujeres que arriesgan su vida y su todo por permanecer fieles a Jesús. Hablo de muchos de nuestros hermanos en África (Nigeria, por ejemplo, y en parte, Egipto), o en Asia (Siria, Iraq, por ejemplo, y en partes de la India y otros lugares).

(2) Hay que orar por la Iglesia perseguida por la seducción de la mundanidad, y pedir a Dios que se levanten voces claras y vigorosas que sepan tapar la boca a los sacerdotes, obispos y cardenales irresponsables, o en complicidad de pecado, que proponen barbaridades, como los que hablan de reconocimiento de matrimonio gay o de dar la sagrada comunión a los divorciados. Ese tipo de personas hacen mucho daño y van a presionar mucho para que en la segunda parte del Sínodo de la Familia, a celebrarse en este 2015, se imponga su punto de vista y la Iglesia produzca un documento traidor a Cristo y al Evangelio. Si algo así sucede, pasarán siglos antes de que el daño se repare, aunque por supuesto la Iglesia no se acabará. Esta intención implica interceder fervientemente por el Papa aunque sabemos que un error suyo en esto no termina la autoridad de la Iglesia ni del papado mismo. Pero sería un daño espantoso y hay que suplicar que Francisco sea claro en sus palabras y firme con la firmeza de Cristo en lo que hay que defender en cuanto al matrimonio y la familia.

(3) Hay que orar por las graves tensiones internacionales, que no cesan, sobre todo con Corea del Norte y con Rusia. En esto no se trata de creer que nosotros los de Occidente somos “buenos” porque hay grandes valores morales en esos países, sobre todo en Rusia, que están siendo despreciados y prostituidos en nuestros países, sobre todo en el Atlántico Norte, o sea Estados Unidos, Canadá y Europa, donde pareciera haber una guerra contra la familia y un afán tenebroso de imponer lo que San Juan Pablo II llamaba la cultura de la muerte. Muchos temen que la situación de Ucrania y la simultánea presión económica sobre Rusia desencadenen desastres irreversibles.

Así que hay que orar. Todos. Con amor. Con perseverancia. Con la mirada puesta en Cristo, Hijo de Dios vivo y Rey de Reyes.

21.12.14

¿Y cómo será la Navidad en…?

Para millones de católicos la Navidad será tiempo de comidas especiales, reuniones familiares e intercambio de regalos más o menos útiles. Para los católicos en Siria, Nigeria, Pakistán o Iraq, las cosas serán muy distintas. Un número no pequeño de quienes viven en esos países, y también en otros sitios, sentirán en su carne que son excluidos, odiados, expulsados a la noche fría, obligados a buscar afecto lejos de los humanos, como el Niño en el portal de Belén.

Será diferente también la Navidad en las familias que este año perdieron un ser querido, o tienen ahora un pariente secuestrado. Para 43 familias en México estas fechas serán espantosamente duras. Y en México y en otros lugares, muchas mujeres no querrán ver al niño Jesús porque no quieren ver bebés, y su única razón, aunque no se atrevan a decírsela, es un aborto que cometieron hace un tiempo.

No todo será superficialidad o dureza. Para muchos católicos esta será su primera Navidad después de haber reencontrado la fe. Un buen retiro espiritual, una confesión bien hecha, la evangelización recibida en un buen grupo de oración, les han permitido encontrarse con un Dios vivo. Para ellos Jesús ha pasado a ser el motivo verdadero y real de la Navidad, y por ello, con comidas especiales o no, con regalos o no, se sienten privilegiados de recordar y celebrar que “el Verbo se hizo carne y acampó entre nosotros…”

Un porcentaje pequeño pero muy significativo de hombres consagrados celebrarán por primera vez la Navidad como diáconos o sacerdotes. Su mente, perfumada todavía con el reciente crisma, no podrá dejar de comparar la humildad del Niño en el pesebre con la humildad de la Santísima Eucaristía en sus propias manos–manos que todo sacerdote sabe que son infinitamente indignas de portar al Rey de Reyes.

Aquellas mujeres que han llegado a la maternidad este año, sobre todo si este don les ha sido dado por primera vez, no podrán dejar de hacer otra comparación válida y bellísima: su bebé les va a parecer como un Niño-Dios, un don inefable que les recuerda el Don todavía mayor del Hijo de Dios encarnado.

Con los ojos de la mente podríamos aún evocar muchas otras escenas: los que están en cárceles y hospitales; los que por su trabajo o profesión prácticamente deben hacer caso omiso de todo lo religioso y concentrarse en sus labores, por ejemplo de cuidado de la salud, o de vigilancia; los que tienen a todos sus parientes y amigos muy lejos; los que son creyentes y están en países o realidades ateas o secularizadas al extremo…

Siempre me llamó la atención el nombre de la especial bendición que el Papa da en Navidad y en Pascua: “Urbi et Orbi,” es decir, para la Urbe–Roma, que es su rebaño propio–y para el Orbe, para el mundo entero. En el mismo sentido, propongo yo: cuando llegue el momento de abrazarnos en Navidad, no olvidemos a los que estando lejos de nuestros brazos jamás deben salir de nuestro amor y de nuestra oración. Amén.

8.12.14

Cosas que #HeNotado

#HeNotado que cada vez que menciono que hay perros que son alimentados mejor que muchos niños… sale alguien a defender a los perros.

#HeNotado que cuanto más queremos acomodar el Evangelio al #mundo, más se desacomoda el mundo.

#HeNotado que hay una proporción ente sacar a Dios de las decisiones y echarle a Dios las culpas

#HeNotado que los que dicen haberse cansado de ser buenos sólo dicen la verdad en aquello de que están cansados.

#HeNotado que tanto en las letras como en la vida, “información” y “deformación” están demasiado cerca.

#HeNotado que las bebés abortadas tienen muy pocos derechos de mujer.

#HeNotado que los que quieren que la Iglesia cambie según su antojo quieren el cambio pero no a la Iglesia.

#HeNotado que uno siempre tiene tiempo para lo que ama; hay quienes consideran largo un minuto para Dios y corta una tarde con sus amigos.

#HeNotado tendencia en las editoriales católicas a preocuparse cada vez menos del contenido y cada vez más del volumen de ventas.

#HeNotado con sorpresa que pocas personas insultan con tanta fuerza como los predicadores de la nueva “tolerancia.”

Primero publicado en mi cuenta de Twitter.

2.12.14

Sobre la naturaleza de la jerarquía en la Iglesia

La iglesia somos todos y los entes no piensan. Eso nos han enseñado. ¿O será que cuando acá escriben iglesia se referirán a algunos laicos, curas, obispos, arzobispos y cardenales que quieren, que los que somos iglesia, pensemos como ellos quieren? Yo trato de vivir el catolicismo como Jesús nos lo ha dicho desde hace más de 2000 años… (Fragmento de una conversación/cuestionamiento en Facebook)

* * *

¿Puede hablarse del pensamiento “de la Iglesia”? Para algunos, la respuesta es que no, y su razón es que “la Iglesia somos todos,” de modo que la expresión “lo que la Iglesia piensa” quedaría así limitada a la jerarquía.

El problema con ese modo de pensar, a pesar de la popularidad de la que parece gozar, es que equipara a la Iglesia con una realidad creada a partir de decisiones o acuerdos humanos, al modo como se crea una empresa o como la gente se reúne en el club de su preferencia. Y eso NO es lo que enseña el Nuevo Testamento (NT).

Lo que a veces se llama, en tono de desconfianza, “jerarquía,” no es otra cosa que la lógica y única posible continuación del ministerio de los apóstoles. Los datos del NT son suficientemente claros:

1. La Iglesia nace de la predicación de los apóstoles (mira Hechos; y Romanos 10).

2. Los fieles son asiduos a sus enseñanzas (mira, de nuevo, Hechos).

3. Los apóstoles enseñan con autoridad, que incluye declarar qué es y qué no es conforme al Evangelio (mira Gálatas).

4. La autoridad apostólica incluye el derecho, extremo ciertamente pero real, de declarar a una persona por fuera de la comunión con la Iglesia (mira el caso del incestuoso en 1 Corintios).

5. Esta autoridad no declina ni puede disolverse porque los desafíos de los creyentes no son menores, sino incluso mayores, a lo largo del tiempo (mira 1 y 2 Timoteo, y Tito); por ello es preciso que la fe y la doctrina tengan su custodia natural en los sucesores de los apóstoles.

6. No hay ningún otro grupo en la Iglesia que pueda reclamar autoridad así venida de los apóstoles, si tomamos en serio el NT.

7. En ningún caso la enseñanza de fe y moral de la Iglesia es asunto de votaciones, consensos o mayorías. Tampoco fue así en el camino que siguió Jesucristo. Él no hizo un referendo para ver si era buena idea ir a la Cruz.

Luego la Iglesia “de todos” donde “todos” determinamos qué hacemos y qué queremos, no es la del NT. Es una herejía que parece amable a algunos pero que no corresponde a la fe cristiana. No puedo decirte otra cosa.

Esto no quita sino que muestra la gravedad de los pecados de los obispos y sacerdotes cuando abusan de su autoridad, o cuando caen en codicia, vanidad o arrogancia.

Y en contra de ese tipo de faltas–de codicia, vanidad o arrogancia–se ha ido el Papa Francisco, en buena hora. Lo que hay que arrancar es el pecado, no negar lo que Cristo dispuso y el Espíritu Santo atestigua con claridad.

24.10.14

Algunos se cansaron

Es un poco triste reconocerlo pero hay que ser honestos: algunos se cansaron de batallar contra la corriente. Un día se sintieron sin fuerzas, y casi sin darse cuenta, empezaron a dejarse llevar por el fluido suave y el ritmo arrullador de las aguas que iban corriente abajo.

Poco importó en un primer momento que fueran aguas venenosas. Poco importó que hubiera un penetrante hedor que se pegaba a todo: sus palabras, sus ropas, sus casas. La comodidad de dejarse llevar parecía buena razón, y al fin y al cabo, a los malos olores uno termina por acostumbrarse.

Se cansaron de decir que la paga del pecado es la muerte; su discurso cambió, y empezaron a decir que ante todo hay que ser humanos, y que Dios es tan misericordioso que en realidad no importa que pequemos, porque–ya revolcados bien abajo en esas aguas inmundas–les parecía imposible que hubiera condenación. Admitir que puede haber infierno y condenación Cansado?eterna es admitir que uno puede llegar allá si enseña lo que es falso aunque sea seductor. Así que cerraron los ojos y dijeron mirando a las cámaras que Dios no podía ser tan terrible.

Algunos se cansaron de pelear. Entregaron sus armas. Ya no soportaron más que la sociedad los excluyera, que la opinión pública los lastimara, que los medios de comunicación los ignoraran, que los parlamentos aprobaran leyes en contra de lo que siempre se enseñó. Se cansaron de ser sal que fastidia y dejaron de salar. Insípidos, con una sonrisa inocua, con un discurso debidamente censurado y autorizado por el “Nuevo Desorden Mundial” salieron a los púlpitos y a las cámaras y proclamaron que la Iglesia había cambiado. En realidad sólo ellos habían cambiado pero usurparon el nombre de la Esposa de Cristo.

Se cansaron de ser vituperados y maltratados. Cambiaron entonces su enseñanza y la acomodaron a los oídos adúlteros del mundo. Un aplauso sonoro fue la respuesta de parte de ese mundo, que de tiempo atrás esperaba tal cansancio. Los de las tinieblas se miraron y sonrieron con gesto de victoria. El rostro de los enemigos de la Iglesia brillaba con entusiasmo: “¡La hemos derribado!,” se dijeron al ver caer algunas de las altas torres de la Esposa, la Casa de Dios, la Católica.

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