La tentación de secuestrar a los muertos
Como miles de millones de personas en todo el mundo, yo rechazo con indignación los hechos que condujeron a la muerte humillante e injusta de George Floyd. La pregunta es: ¿valida ese hecho a todos los hechos que se han sucedido después de su muerte?
Existe en efecto la gran tentación de “secuestrar” a los muertos, es decir, utilizar su muerte “icónica” como un argumento en favor de determinadas causas. Es algo que tiene mucha lógica: puesto que la muerte es lo más serio que puede acontecer a un hombre, y una muerte injusta despierta, con toda razón, oleadas considerables de indignación, siempre habrá quien quiera aprovechar esa fuerza de opinión para dar un impulso a sus propias ideas o agendas.
El proceso de “secuestro” de un muerto tiene varias fases, según se puede ver en el doloroso caso del asesinato de Floyd, y en otras historias semejantes, que, por desgracia, no escasean:
1. Difusión mediática extensa de los hechos mismos y del dolor causado. Esto incluye repetir en todas las plataformas la manera como murió y el brutal golpe emocional que ello ha representado para su familia, amigos, vecinos, u otras personas asociadas con él de alguna forma.
2. Proceso de “limpieza” del pasado de la persona asesinada. Todos tenemos manchas en nuestro pasado. Por otra parte, no cabe duda de que, cuanto más inocente aparezca la víctima, más duro es el impacto que produce que haya sido maltratado y finalmente asesinado. Por supuesto, no estoy diciendo yo que en ningún sentido estuviera justificado lo que le sucedió a Floyd; pero estos análisis hay que hacerlos para no ser juguetes de quienes manejan los hilos de los movimientos sociales.
3. Multiplicación de manifestación de protesta. Los medios de comunicación muestran que el impacto del crimen consumado es global, y por una lógica que los antropólogos conocen muy bien (en estos tiempos de baja lectura de filosofía), lo que es global se interpreta como universal, y por tanto, como propio de la naturaleza humana. Dicho de otro modo: si no te unes a la protesta eres inhumano.
4. Adhesión de buen número de celebridades. Gente de los mundos de la música, la actuación, y sobre todo, por supuesto, la política, se “suben al vagón” de la protesta global, entre otras cosas, para ganar puntos al presentarse como informados, relevantes, sensibles e incluso valientes. Habrá quien lo haga con sinceridad pero cabe temer que este es el punto donde el muerto empieza a ser secuestrado.
5. Movimientos sociales, que ya existían antes de los hechos, levantan la bandera del fallecido. Es aquí donde se consuma el “secuestro.” Poco a poco, de un modo casi insensible, la gente empieza a sentir que Floyd era miembro de ese grupo, que ahora reivindica su muerte–sea esto verdad o no.
6. El “icono” es impuesto por el grupo, espacial y temporalmente. La fecha de su deceso será recordada por el respectivo grupo, como si se tratara de uno de los suyos. Seguramente las preocupaciones de un hombre como Floyd eran múltiples y quizás no estaba entre sus prioridades apoyar a tal o cual grupo o movimiento social. Pero una vez que hay lugares que llevan su nombre y fechas asociadas a su nombre, gracias a la presión de un determinado movimiento o grupo, lo que queda en la opinión pública es la sensación de que Floyd desde siempre y para siempre perteneció y pertenecerá a ese grupo. Ya es de ellos. El “secuestro” se ha completado.
7. Se establece un lenguaje de condena a todo el que cuestione la pertenencia del fallecido al movimiento en cuestión. Es lo propio de toda inquisición–que las hay muchas en nuestro tiempo.
Reitero: siento indignación y asco de que algo como la muerte de George Floyd suceda en nuestro tiempo. Es una vergüenza para la Humanidad. Y sin embargo, el dolor no debe volvernos ciegos frente a aquellos que, con gran oportunismo, saben mucho de eso de secuestrar muertos.
8 comentarios
Nota de fray Nelson: Como has enviado varios comentarios que se repiten, he escogido este para comentar también algo yo mismo.
1. Tu idea de "más allá de ser católicos hay que cruzar la frontera y ser cristianos" no es aceptable, como podría mostrarse después de conversaciones, posiblemente extensas, de apologética (cuyo lugar no es este).
2. Peter: cada artículo se enfoca en un punto, que no tiene que corresponder con lo que tú ves, piensas o con lo que muchos grupos enfatizan. El punto que yo argumento es real y va mucho más allá de los desórdenes o el vandalismo. Pienso que esa parte no la has percibido. Es lamentable el vandalismo pero ese no es el centro de mi denuncia. Por favor, lee de nuevo.
3. Por supuesto, hay que trabajar y servir a las minorías, que las hay en todas partes. Y precisamente para servir mejor hay que buscar que esa labor no quede secuestrada por los grupos de poder que quieren presentar a Floyd y a todas las víctimas como si fueran "suyos."
Te felicito que hayas hecho crítica a aquellos que quieren "secuestrar," la muerte de Floyd. Entiendo también los demás puntos valiosos que tocas. Ahora bien, a qué movimiento social pertenece Floyd? Y por qué otros movimientos sociales levantan la bandera del fallecido? Mi respuesta es que Floyd no pertece a un movimiento sino a un pueblo y un pueblo que tiene nombre pero que también puede ser representativo de otros pueblos en similares condiciones. Ellos son simpatizantes (no los que hicieron violencias). Muchos levantan su bandera porque ya se cansaron de bajarlas. Gracias a Dios porque los Obispos de la Iglesia Catolica de EE.UU y el mismo papa Francesco fueron de aquellos que levantaron la voz en contra de la muerte de George Floyd.
Nota de fray Nelson: Tus intervenciones (que han sido varias, y que se repiten, en lo que me has enviado) ayudan a ilustrar muy bien varios de los puntos que he intentado decir. Por eso deseo abordar varias de tus observaciones.
1. El tema del "pasado" de Floyd. Es curiosa la comparación que haces con santos como Pedro o Pablo. ¿Por qué sabemos de las traiciones del uno o de las crueldades del otro? Porque la Biblia habla de ese pasado. Lo que yo llamo "limpiar el pasado" es omitir esos hechos; borrarlos; nunca mencionarlos. Tu comparación es inadecuada pero sirve para mostrar lo que suele hacerse cuando se quiere construir un "icono" de una causa. Por la misma razón, y para dar un ejemplo, los comunistas han omitido sistemáticamente aquellos aspectos de las posturas de Lenin que ya no resultaban aceptables.
2. El pasado de Floyd es "comunitario." En lógica se suele llamar a ese tipo de afirmaciones "petición de principio." ¡Precisamente lo que hay que demostrar es eso: si el pasado de él es "comunitario"! Todo mi artículo va dirigido a cuestionar el que se quiera convertir a un INDIVIDUO en el rostro de una CAUSA. Y cada uno de los puntos que he señalado muestra que para lograr ese propósito se siguen unos pasos sobre los que cabe poner interrogantes. Cuando dices "el pasado de Floyd es comunitario" sencillamente niegas todo lo que he argumentado sin presentar, tú mismo, un argumento. Ahora bien: debe quedar claro que yo no estoy negando que hay discriminación racial y rastros claros de xenofobia en muchos estamentos de la población de Estados Unidos. Sólo que ese no es el tema de este artículo en particular. Otros han hablado--y lo han hecho muy bien--sobre esos temas de exclusión.
¿Qué significaría que el pasado de Floyd fuera "comunitario"? Significaría ante todo que la comunidad se identificaba con él, como persona, y que él, como persona, asumía sobre sí los intereses de la comunidad. Pues ya que estamos hablando de esto, hay que decir que ciertamente ninguna de las dos cosas parecen cumplirse en el caso de Floyd. La comunidad, sin importar la raza, vio en él una amenaza por varios años, según consta por los datos citados en el artículo de Wikipedia (2020/06/15):
Entre 1997 y 2005, Floyd fue arrestado ocho veces por posesión de drogas, robo y allanamiento de morada; estuvo encarcelado por períodos que totalizaron casi 41 meses. Luego, en 2009, se declaró culpable de un robo agravado con un arma mortal en 2007 y fue condenado a cinco años de prisión. Salió en libertad condicional en enero de 2013 después de casi cuatro años en la Unidad de Diboll.
Luego, felizmente, él tuvo una recuperación notable y sirvió de muchos modos a la sociedad, poniendo en práctica su fe cristiana. Por todo lo cual, repito, es una desgracia y una vergüenza de EEUU y de la Humanidad que haya muerto como murió. Pero decir que él representaba la comunidad o que la comunidad se veía representada en él es una exageración injustificada. Lo que tenemos más bien es el desastroso fracaso de un sistema policial lleno de prejuicios y luego el oportunismo de quienes quieren aprovechar la oleada de indignación para sus intereses. Es decir: "secuestrar" al difunto.
3. Voces de obispos y del Papa. Junto contigo, doy gracias a Dios por las voces levantadas en contra de la injusticia. Sólo que hay que levantar otras voces también para que no se produzcan manipulaciones y para no dar lugar a oportunismos. Los espacios de oportunismo hacen daño al bien común y de hecho al bien particular de las mismas personas a las que se quiere defender. Voy a dar solo un ejemplo: El portal SFgate.com, que no tiene afiliación alguna con iglesias cristianas ni con movimientos de derecha, reporta las reacciones de la gente contra Black Lives Matter a raíz de un bloqueo de tráfico en la autopista hacia el Oeste de San Francisco. Por favor, leer estos comentarios y luego responder si lo que está despertando ese tipo de protesta hace bien a la causa de las mismas personas de raza negra. A menos, claro está, que uno sea de la opinión, como enseña el neomarxismo, que hay que producir caos porque el colapso de las instituciones anuncia cambio de gobierno... Pero si tal es el propósito, ¿qué diremos sino que se está USANDO la muerte de George Floyd?
Menos mal la iglesia ya no dirige los destinos ni de Europa ni de nada.
Nota de fray Nelson: Gracias por la honestidad con que muestras de qué corazón y con qué intenciones nos escribes. Eso simplifica la comunicación.
También te agradezco la comparación que haces con el proceso de canonización. Yo no había mencionado esa palabra y me parece que describe muy bien lo que se ha tratado de hacer con Floyd, como se ha intentado con muchos otros personajes del pasado: una especie de "canonización secular." Supongo que es lo que intenta mostrar la imagen que publiqué, la que pone alas a la figura de Floyd.
Tu intervención sirve para recordar lo que es una canonización en la Iglesia. Tiene varias fases, con numerosas entrevistas, investigación histórica, revisión de documentos, testimonios juramentados. ¿Y qué se quiere mostrar a lo largo de ese proceso, que tarda años? Dos cosas, básicamente: (1) Si en aquella persona hubo una virtud realmente sobresaliente ("heroica" la sigue llamando la Iglesia); (2) Si hay señales objetivas de que esa persona es un intercesor verdadero ante Dios.
El punto (1) requiere examinar las virtudes humanas fundamentales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza); así como las virtudes teologales (fe, esperanza, caridad). Todo ello debe haberse cumplido en la persona y en más de una de esas virtudes tuvo que haber sobresalido en un grado altísimo, que raya con lo imposible con las solas fuerzas humanas.
El punto (2) requiere que personas afectas al candidato a ser beatificado y luego canonizado pidan su intercesión y que se demuestre médica y científicamente que sí suceden milagros reales por esa intercesión. Muchas veces esa espera paciente de un milagro puede atrasar o llevar a que se archive un proceso.
Por supuesto, no hay comparación posible con lo que sucede en un caso como el de George Floyd. Si bien hemos rechazado y seguiremos rechazando con toda la claridad posible el brutal asesinato que terminó con su vida, eso no nos vuelve ciegos a la manipulación ideológica que luego se quiere hacer de su muerte.
Lo que dices que "el mundo según fray Nelson no debe hacer nada en nombre de sus muertos" es palmariamente falso. Es necesario protestar. El caso de Floyd no es aislado. Las estadísticas muestran unos sesgos del todo inaceptables contra la población de origen afro. Pero hay una diferencia entre protestar y pretender seguir el proceso de creación de un icono, como lo he descrito en mi artículo.
1. Difusión mediática extensa de los hechos mismos y del dolor causado. Esto incluye repetir en todas las plataformas la manera como murió y el brutal golpe emocional que ello ha representado para su familia, amigos, vecinos, u otras personas asociadas con él de alguna forma.
¿Entonces que es lo que quiere de los medios de comunicación que no digan como sucedieron los hechos?
Me parece que lo que se pretende es decir que no se haga tanto alboroto por la muerte de un delincuente, que la policía tenia sus motivos y bueno así es la vida pero que ya paso. Y no decir que en estados unidos y en muchos países existe el racismo que es el problema de fondo y que si el hombre tenia su prontuario pues el policía que lo ato también lo tenía.
Nota de fray Nelson: Un adjetivo como "extensa" (en la expresión: difusión mediática extensa) es evidentemente una comparación. Y de eso se trata. Muchas otras muertes no importan quizá porque suceden en el orden de los miles y de los millones, cada año. Pienso sobre todo en el caso del aborto. Si bien cada vida humana es preciosa, en cada aborto hay TODOS los agravantes que hacen peor ese crimen que todo lo que sucedió a Floyd, sin demeritar en nada la gravedad del modo como este fue asesinado.
Y hablando de noticias que no resuenan: ¿dónde están las marchas cuando una doctora reconoce que asesinó a una persona (la "eutanació") en contra de su voluntad, sobre todo, cuando se sabe que no es un caso aislado? ¿Por qué eso no tiene la cobertura que objetivamente merece en los medios? ¡A eso es a lo que me refiero cuando digo que se da cobertura "extensa" a unos muertos y no a otros!
Yo te invito a que no trates de adivinar lo que yo "quiero." Con gusto lo puedo decir yo mismo: quiero que cese la injusticia racial; y quiero igualmente que cese la manipulación ideológica que, partiendo de un dolor real, quiere producir un movimiento en el que Floyd, como persona real, interesa cada vez menos. Mira nada más las actuales consignas del movimiento CHAZ o CHOP en Seattle ahora mismo [enlace en inglés].
Y no: yo no estoy justificando de ninguna manera el comportamiento agresivo, brutal y finalmente asesino de quienes terminaron la vida de George Floyd. Stop second guessing, dicen en el país donde vivió y murió Floyd: deja de ver intenciones mías donde no las hay ni yo he sugerido nada parecido. Por cierto: querer presentarme como un cómplice de semejante barbaridad como es el asesinato de Floyd corresponde al punto 7 que yo mismo enuncié ;-)
Nota de fray Nelson: Esa es una gran pregunta, que nos conduce al cuestionamiento central: Dios y el problema del mal. Obviamente ese cuestionamiento desborda el intento de este post pero si tuviera que sugerir algo, sugiero este artículo.
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