La masacre en Orlando y la Ley del mar y la ola
El discurso políticamente correcto, con motivo de la masacre del sábado 11 de junio de 2016 en la ciudad de Orlando, Florida, va más o menos de la siguiente forma:
Estamos frente a un ataque homófobo que demuestra hasta dónde son profundas las raíces de la intolerancia en tantas partes. Mientras enviamos un saludo de condolencia a los heridos y a las familias de las víctimas, debemos asegurarnos de hacer más difícil el acceso a las armas, debemos mejorar nuestros servicios de inteligencia antiterrorista y sobre todo debemos insistir por todos los medios en la construcción de una sociedad incluyente en la que estos actos resulten imposibles. Ello supone inculcar a todos, desde la más temprana edad, el mensaje de la tolerancia hacia todas las orientaciones sexuales, y supone castigar duramente todo iscurso homófobo, venga de donde venga, con especial atención a las religiones, y sobre todo al cristianismo.
Tal es el mensaje que, con algunos adornos de más o de menos, han enviado los líderes que el mundo padece actualmente, incluyendo a la reina Isabel II, David Cameron, Francois Hollande, y por supuesto Barack Obama. Las naciones se unen para “pagar tributo,” como si se tratara de héroes, a las víctimas del espantoso crimen que segó sus vidas el pasado 11 de junio. De modo que en la zona exlusiva de Soho, en Londres, se observa con piedad laicizada un minuto de silencio; la torre Eiffel se viste del secuestrado arco iris, en Sidney se celebra un secularizada vigilia por las víctimas, y así sucesivamente.
Por supuesto, la irracionalidad y brutalidad de una matanza semejante están fuera de cuestionamiento. Nada puede justificar un acto de agresión que alcanza a acercarse a lo que se hace con tantos fetos humanos antes de nacer. Se trata de un crimen perpetrado y realizado con frialdad, crueldad y altísima sevicia que despierta indignación, asco y repulsa en todos. Eso está claro.
Quien desee quedarse con la versión políticamente correcta, puede parar aquí su lectura. El que quiera seguir, que lo haga asumiendo el riesgo de leer cosas que le pueden cuestionar.
* * *
Asumo que si Usted siguió leyendo lo hizo bajo su responsabilidad.
Quiero referirme a quí a la teoría del mar y la ola, que con otros nombres puede ser conocida en otras partes. Es una teoría fundamentalmente propia de la estadística, de los resultados aleatorios y de la distribución normal descrita en la “campana de Gauss.” No tiene que ver con homofobias, homofilias o islamismo radical pero ciertamente ayuda a entender los fenómenos de radicalización y su prevención real. Se puede aplicar a las acciones extremas propias del arte, la política o los medios de comunicación, con pocas variantes.
La idea fundamental es esta: si estamos frente a un mar encrespado las crestas de las olas y los “valles” entre las olas alcanzarán distintas alturas, las primeras por encima y las segundas por debajo de lo que sería el mar en calma.
Dos cosas hay que observar aquí:
(1) Cuanto más altas son las olas, más profundos son los valles. Traducido: toda radicalización engendra la radicalización contraria y en cierto modo la alimenta.
(2) Cuanto más agitado esté el mar, mayores serán tanto las olas como los valles entre ellas. Si el mar está excesivamente agitado veremos actos de particular brutalidad y crueldad. No sabemos en dónde se levantará esa ola gigantesca pero sí sabemos que sucederá.
Sobre esta mínima base teórica uno puede intentar aplicaciones a la realidad social. Pero hay aplicaciones superficiales y aplicaciones más profundas.
Una aplicación superficial es la de la tolerancia “liviana” (light) que considera que todo consiste en que nadie condene a nadie, o que nadie se meta con nadie. El engaño aquí es creer que el lema “viva y deje vivir” aquieta los mares, impide el surgimiento de extremismos, y por consiguiente es un recurso eficaz contra los terroristas.
Lo que no ve la tolerancia light, que es la que tristemente caracteriza cada vez más a la sociedad occidental, es que para hacer aceptable su mensaje estos tolerantes son espantosos dictadores. Por ejemplo: para quitar de en medio al cristianismo, que con su mensaje moral es un obstáculo para la ideología de género, se multiplican los mensajes cristianófobos, con burlas a la Cruz, a la Virgen, o a la Eucaristía.
Otro ejemplo: para inculcar su “tolerancia” en las escuelas, los adalides de esta ideología proponen que los niños y niñas se vean expuestos desde la más tierna edad a las expresiones homosexuales, transexuales y bisexuales, con amplio material gráfico y abiertas invitaciones a pasar de lo teórico a lo práctico (¿recuerdan la escuela en Bélgica que simuló el matrimonio de dos niños varones?).
Otro ejemplo: para predicar esta “tolerancia” hay que encarcelar al Cardenal Cañizares porque se ha atrevido a predicar lo que dice el Nuevo Testamento.
Otro ejemplo: para que la “tolerancia” sea ciudadana, hay que llenar de espectáculos homosexuales y de travestis toda una ciudad, incluyendo barrios residenciales, de modo que los papás que no están de acuerdo con este modo de pensar deben irse de sus casas ese día o dejar que sus hijos vean lo que los papás consideran simplemente burdo, grotesco y vulgar. Pero los sentimientos de esos papás no importan. Estamos imponiendo tolerancia y los que no estén de acuerdo han de ser castigados sin tolerancia alguna.
Uno se da cuenta que la tolerancia “light” de “viva y deje vivir” significa simplemente que un grupo se arroga ser dueño de la verdad y desde su alta cátedra vocifera: vamos a imponer lo que nosotros creemos que debe ser la sociedad y nos burlaremos, humillaremos, señalaremos, amordazaremos, acusaremos y perseguiremos a los que no estén de acuerdo con nosotros.
Es terriblemente decepcionante intentar un diálogo con los detentores de la verdad propia del pensamiento único actual: lo único que se logra es un chorro de insultos, de los cuales los tres más leves y todavía publicables son: homófobos, inquisidor y medieval. Es lo único que sale de la tolerancia “light.”
Pido entonces que quienes van leyéndome hasta aquí hagan el ejercicio mental de ponerse en la situación descrita en algunos de los ejemplos que he mencionado antes. Suponga… haga el ejercicio de suponer que Usted es un padre de familia que respeta a las personas homosexuales pero no quiere un espectáculo de travestis burlándose de la Pasión de Cristo en frente de su casa. ¿Qué recursos le quedan? La marcha ha sido permitida y aplaudida por la alcaldesa de su ciudad; la policía vigila que nadie impida la marcha; cualquier agresión contra los de la marcha implica arresto; si Usted sale con un cartel contrario, la gente literalmente lo escupe. ¿Qué hace Usted? Pues Usted se traga su rabia, o se va ese día de ahí, o maldice en silencio, y siente que una oleada de impotente ira lo revuelve por dentro. Eso: una oleada de indignación.
Pero su oleada de indignación no produce nada. Usted, Usted en particular, no sale a comprar elementos para fabricar una bomba y estallarla en la próxima marcha del orgullo. Creo que Usted no hace eso. El problema es que como Usted hay muchos otros. Así como son muchas las gotas del mar, así son muchos los que sienten ira en silencio. Un día conversan: con un pariente, con un amigo, con un vecino. Resulta que un día alguien dice: “Habría que hacer algo… ¿qué sigue de aquí? Ya en Canadá legalizaron sexo con animales; ya hay proyectos de ley en Holanda para darle cauce legal a la pedofilia; ¿hasta dónde vamos a llegar?” Pero todavía no sucede nada: si acaso un grupo secreto en Facebook, o algo así.
Sin embargo, ya se ve para dónde va el proceso: a medida que las olas se juntan aleatoriamente, coincidencialmente, inevitablemente, las alturas y las honduras se van haciendo mayores. es cosa de tiempo para que la altura de una de esas olas reviente en una explosión, una masacre, un tiroteo indiscriminado. El proceso descrito sucederá de modo estadísticamente inevitable, sin que importe si estamos hablando del surgimiento del rock, las FARC, el puntillismo, la música de cámara, o las masacres cada vez más frecuentes en Estados Unidos.
De ahí la importancia creciente de una palabra: des-radicalización. Palabra terriblemente ambigua, al llevarla a la práctica, porque para gente como Obama o como los Clinton, o como los miles de la marcha Je suis Charlie Hebdo, significa lo ya descrito: tolerancia light. Que todo quepa. Que aceptemos todo. Que cada uno viva y deje vivir. Que los papás vean entonces cómo el estado les secuestra sus hijos y los hace pensar y vivir en contra de los principios de los mismos papás.¿En qué lenguaje hay que decir y gritar que eso no funciona, que nunca ha funcionado y que nunca funcionará?
Ya me parece estar escuchando a algunos adversarios de la Iglesia Católica: “Pues ahora que os sabéis minoría, ahora sí habláis de tolerancia, y de respeto a todos. ¿Dónde estaba ese respeto en época de Galileo y de la Inquisición?” Buena pregunta, sobre todo si lleva a que, estudiando historia, uno aclare algunas de las muchas mentiras que se han dicho sobre esos episodios de la historia del cristianismo.
En todo caso, a quien así se expresa habría que replicarle: “Suponiendo que tuvieras razón en el tamaño de tus juicios históricos, que no la tienes, tu gran propuesta ¿cuál es? Predicar una especie de venganza contra el cristianismo para así ayudar a que no haya radicalización en la sociedad?” Cualquiera se da cuenta de lo absurdo de tales venganzas. Y sin embargo, suceden. A mi conocer, España es el país-referencia para tales hechos.
La pregunta subsiste: si la tolerancia light no arregla nada y si la venganza histórica lo empeora todo, ¿en qué ha de consistir una verdadera des-radicalización? Por favor, tómese nota que respuestas elegantes y fáciles como: “respeto por las ideas ajenas;” “hacer cumplir las leyes propias de una sociedad plural” o cosas parecidas son inútiles. El que se mete con dos ametralladoras a una discoteca para dispararle a desconocidos–y en esa medida, inocentes–hace tiempo sabe que lo que va a hacer está por fuera del marco legal. Y no le importa.
Hablar de “mejorar la inteligencia (léase: espionaje) sobre civiles” tampoco ayuda. Una estadística reciente habla de que los servicios de inteligencia franceses están siguiendo los pasos a más de 9700 personas. ¿De verdad creemos que el Estado puede vivgilar a un nnúmero infinito de ciudadanos? ¿Es eso posible y sobre todo: deseable? ¿Qué pasa si Usted empieza a ser investigado simplemente porque tiene un ámigo árabe?
Hablar de que “estamos en una sociedad democrática” no calma los mares. ¿Cuántos actos terroristas recuerda Usted, en los últimos años, sucedidos en Corea del Norte, Chino continental, o Cuba? Los actos terroristas se dan más bien en las democracias, y quizás haya una razón para ello: es en las democracias en donde ha prosperado a mayor velocidad y profundidad al dictadura del relativismo, que, como vemos, no admite disidencias. Además, aquí vale de nuevo lo de las leyes y códigos: el terrorista ya sabe que está obrando en contra y al margen de la ley y de la mayoría; de hecho, su acto desesperado es un modo de gritarle a la mayoría: “¡No pudisteis conmigo!“
La verdadera respuesta tiene que venir de otro tipo de sosiego. El mar interior no se sosiega con imposiciones de tolerancia light, ni con revanchas absurdas nacidas de prejuicios históricos, ni con millones de cámaras de CCTV. Y el problema es el mar interior porque ya hemos visto que todo empieza cuando la indignación, de algún modo explicable y en alguna medida razonable de alguien, queda aplastada por la imposición de otros.
Eso significa que en esto, como en tantas otras cosas, está en lo correcto Benedicto XVI cuando afirma de la necesidad de recuperar la capacidad de hablar con razones. La intransigencia de quien quiere imponer, por ejemplo, su ideología de género es la ola que genera el valle, y a mayor imposición más actos de terror. repito: no es algo que yo quiera; no es algo que yo respalde; es una ley estadística. Ayer,, en Orlando (Florida) mañana… la ola estallará en alguna otra parte. Y no puedes controlar y vigilar a todos los ciudadanos, todas las horas, en todos los lugares.
Es casi gracioso que la gente crea que todo o mucho se arregla con quitar las armas de fuego. ¿No habrán oido que existen otras cosas que se llaman aviones, y que pueden estrellarse contra torres? Lo que quiero decir es: la ola estallará, con pistolas, con metrallas o con bombas, o con lo que sea. La solución no es tan simple. Los terroristas no son tan tontos.
Hablar razonablemente… un arte casi sepultado, y no por casualidad. Los que impulsan ideologías y lobbies no quieren razones porque las razones no ayudan su causa. Cuando una persona es capaz de decir, por ejemplo, que el feto que lleva una madre es un ser vivo pero no un ser humano, el ridículo es mayúsculo. Para no caer en él, nada mejor que escupir tres o cuatro blasfemias a ver si así logran intimidarlo a uno. Pero que Usted me grite “¡Homófobo!” ayuda tanto como que yo le grite “¡Depravado!” Así que dejemos los gritos, y aprendamos, re-aprendamos, el arte y ciencia de presentar razones, argumentos, sin insultos, sin burlas, sin descalificaciones previas.
Puede parecer que el camino de la conversación razonable y civilizada es largo pero la alternativa, según lo expuesto, son más tragedias… y más discursos vacíos.
47 comentarios
Este es el titular, pero dice que luego se radicalizó en el Islam, ya conocía esos ambientes.
Un incómodo manto de silencio se ha extendido sobre las sorprendentes palabras de Hillary Clinton. Quizá la dama ha hablado más de lo conveniente.
“Los códigos culturales profundamente arraigados, las creencias religiosas y las fobias estructurales han de modificarse. Los gobiernos deben emplear sus recursos coercitivos para redefinir los dogmas religiosos tradicionales”.
Nota de fray Nelson: Considero inútil la especulación sobre intenciones que difícilmente pueden comprender ni siquiera los cercanos al terrorista.
Esa teoría de cresta y ola no tiene fundamento en este caso; una cosa no implica la otra. Y si así fuere, peor todavía porque significaría que se deben hacer las cosas para evitar crestas de ola y no por convicciones personales. Me explico, no se tiene que abortar por elementales razones de moral, ética y solidaridad humana aparte de ser pecado horroroso pero no porque ese comportamiento pueda crispar a según que personas intolerantes hasta el punto de realizar masacres.
En todo lo demás, totalmente de acuerdo.
Nota de fray Nelson: ¿Cuánta conexión tiene una ola con otra? Observa que yo no he hablado de causalidad. Toma en cuente la naturaleza estadística y aleatoria que tiene el fenómeno de la radicalización.
Y sí, José Ignacio. Las palabras de la siniestra ex-primera dama son terroríficas en cuanto marcan un cambio cualitativo en la presión sobre las creencias cristianas. Y no es la primera vez que ha dicho algo así.
Y tengo la certeza -la Biblia me la da- de que no es un farol; será el prólogo de una persecución implacable en un futuro no muy lejano.
En España y otros países hay matrimonio homosexual y nadie se mete en una discoteca a matar gais.
En Arabia Saudita, Irán, Afganistán y otros países islámicos no hay lobby gay ni agenda gay pero matan a los homosexuales.
En Rusia tampoco hay agenda gay pero existe una gran hostilidad hacia los homosexuales, con la pasividad cómplice del gobierno.
En la India igualmente el colectivo gay no tiene influencia y la homosexualidad se castiga con diez años de cárcel, como en muchos países africanos.
La violencia contra los homosexuales no es pues una relación causa-efecto, del tipo "cuanto más nos impongais más nos defenderemos".
La violencia contra los gais es simplemente intolerancia hacia lo que no te gusta.
Curioso que ahora casi pasan de puntillas sobre el dato de que el ataque ha sido perpetrado por alguien que juró lealtad al DAESH.
Y el DAESH ha atentado contra gente que corría la maratón de Boston, contra gente que cenaba en un restaurante de París, contra los que veian un partido del Real Madrid en Iraq, contra los que iban a misa en Siria o a una mezquita chiita en Pakistán.
También ellos provocaron olas?.
No me creo esas estadísticas extrapoladas de la física y aplicadas a la sociedad.
No se ha atentado contra políticos que impongan nada, sino contra gente que se divertía en una discoteca, en un lugar donde nadie obligaba a entrar al terrorista.
La "provocación" es subjetiva. Para algunos una manifestación del orgullo gay o una procesión religiosa son actos insoportables. Pues tendrán que aguantarse.
En ninguna ciudad de España ni del mundo ni las cabalgatas del orgullo ni las procesiones ocuoan todas las calles, así que simplemente el que no quiere verlas no las ve. Otra cosa es que además de no verlas quieras impedir que otros las disfruten. También el placer es subjetivo.
El cuello del ser humano tiene muchos músculos para girar la cabeza, y así no ver lo que no te gusta. Tan sencillo como eso. No te gusta, no lo mires. Y deja en paz a los demás.
Nota de fray Nelson: Desconoces la naturaleza fundamentalmente aleatoria de los fenómenos propiamente estadísticos, lo cual es parte de la tesis presentada en este artículo. Las FARC no existen en Italia. Las Brigadas Rojas no han operado a gran escala en Irlanda. El IRA no ha hecho grandes atentados en España. ETA no tiene células muy activas en Estados Unidos.
Tu objeción fundamental está basada en que buscas una relación causa-efecto entre las víctimas y los terroristas. Por su propia naturaleza el terrorismo obra según móviles "simbólicos" que atacan precisamente la INOCENCIA puntual de los atacados. ¿Qué habían hecho contra los terroristas las víctimas de las torres gemelas o las víctimas de Atocha, hace unos años en Madrid? En este tipo de análisis de "mares" no hay que buscar fotocopias sino disminuir las probabilidades de radicalización, y para eso precisamente la verdadera estrategia es privilegiar la expresión de argumentos... como por ejemplo se hace aquí.
Una cosa más: eso tuyo de que "si no le gusta, no lo vea," tan propio del "viva y deje vivir" es puro embuste. ¿No sería esa la razón para dejar los crucifijos que han sido eliminados de tantas partes? ¿Por qué a esos Cristos no se les aplica tu argumento? Porque claramente lo que se quiere es imponer un único punto de vista, con lo cual, los que nada pueden hacer sino tragarse su indignación, buscarán otros caminos de expresión. Así que, si quieres ser consecuente, ponte a defender por todas partes que los crucifijos se queden bien visibles.
Y atención: no toda rebeldía acaba en terrorismo. No todos agarran ametralladoras. Hay quienes se rebelan al modo cristiano, y de eso sí que conoce mucho España: se llama ser santos.
http://religionenlibertad.com/libertad-pensamiento-50238.htm
No por ser "moderno y muy extendido", un movimiento o desvío doctrinal o moral es exacto y verdadero. Así fue general, en el "siglo de las luces", la violenta persecución a todo aquel que no secundaba a "les enfants de la Patrie". Obtuvieron mayoritaria aceptación en Alemania el nazismo y en Rusia y sus satélites el nefasto comunismo.
Además, ¿no es un hecho que esas uniones -gays son de lo más efímeras, que la adopción de "hijos - juguete", en tales "hogares", es nefasta, que el divorcio aniquila a los hijos de tales padres y tantas y tantas calamidades innegables, pero que se cubren con un manto de pseudocomprensión, que...hasta comienza a infiltrarse en la misma Iglesia de Cristo?
Si un niño, en su escuela, respondiera al maestro que " 2 + 2 hace 5", ¿Qué diríamos del maestro que, por compasión, lo consolara: "No te preocupes, no pasa nada"? Si algún otro pretendiera que la capital de España es Sevilla y no Madrid, ¿aplaudiríamos al maestro de geografía, que no corrigiera el error?
Una de las obras de misericordia es "corregir al que yerra".
Y, "si es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; más tarde produce frutos de paz y justicia en los que han sido adiestrados por ella" (Hebr 12,11).
Viene a decir algo como "seguid así que yo no voy a haceros nada, pero alguien lo hará, seguid agitando las aguas y provocando olas".
Pero es que los seres humanos no somos objetos inertes y no se nos pueden aplicar las estadísticas de la física para explicar los comportamientos sociales.
La masacre de Orlando se debe al odio y el fanatismo religioso, combinado con la facilidad del acceso a las armas que ud parece no tomar en serio.
Es casualidad que en un país donde el terrorista de Orlando por 500 $ pudo comprar un AR-15 (la versión civil del fusil M-16 del ejército),mueran cada año 30.000 personas por arma de fuego? .
Y sí han leído bien, 30.000 entre homicidios y suicidios.
Es evidente que el que quiere matar también puede usar un cuchillo de cocina, pero seguro que en una discoteca no matas a 50 personas con un cuchillo.
Nota de fray Nelson: Además de la causalidad directa (tipo bolas de billar) existe la indirecta, que es de la que aquí se trata: llena de vendedores de droga un sector escolar y aunque no puedas asegurar por anticipado qué niño específico se volverá drogadicto, sí que puedes predecir estadísticamente que aumentará el consumo. Y es que es simpático que critiques ese aspecto de mi escrito, y de ahí pases al tema de las armas. Observa que tus críticas a una sociedad con demasiadas armas reafirma lo que yo digo: demasiada gente con acceso fácil a arma es presagio de más masacres: eso afirmas tú. Y en eso estoy de acuerdo, sólo que eso no es la raíz del problema. En todo caso, gracias por decirlo y contradecirte así delante de todos.
2) A mí no me molesta que haya crucifijos donde tiene sentido que estén: en las iglesias, en casas y despachos privados, en edificios de la iglesia (hospitales, colegios, etc.), en la vía pública si son monumentos históricos (por ejemplo los cruceiros del camino de Santiago), etc.
En cuanto a que haya crucifijos en colegios públicos y otros edificios como juzgados, el parlamento, etc. cuando se supone que somos un estado aconfesional, ahí veo normal que se retiren.
Nota de fray Nelson: De nuevo te contradices. Los cruceiros de Santiago no nacieron allí, ni el Camino nació siendo Camino de Santiago. Si un día hubo derecho de ponerlos públicamente en un lugar que no cumple tus requerimientos, ¿por qué no puede una mayoría católica dejar sentir su identidad y la raíz de sus valores, que está en la Pasión de Cristo?
Nota de fray Nelson
Saludos cordiales.
Y coincido en que la solución debe ser la discusión razonable, aunque desde mi punto de vista, eso tiene algunos desafíos:
-Dialogar con los lobbies gay supone que si ellos aceptan nuestros argumentos, tendrán que aceptar que su estilo de vida es equivocado. Esto es muy difícil, creo yo y es por eso que hoy mismo muchos de ellos no argumentan sino que agreden (muestra de que en el fondo saben que no tienen la razón).
-El diálogo razonable supone tirar la idea de que no existe La Verdad, por lo que creo que es lo primero que se debe combatir.
-...se me fue el avión y ya no me acuerdo cuáles otros xD.
Un saludo.
Y esto, al final, sea como sea, debe salir por algún sitio. Y ahí tenemos lo que Usted muy acertadamente presenta como la ola, la cresta y la zona valle.
Creo que falta buena y sincera literatura al respecto. Ahí van preguntas: a que se debe el auge de la homosexualidad? hay más ahora que antes? Existen dos formas de homosexualidad, la digamos "normal" y la adquirida o viciosa?.
si gringo pero quienes gustan de escribir frases como esta nunca nos muestran como, ud ponganos el ejemplo, si no le gusta el articulo, el columnista o los comentaristas o el portal de Infocatolica entonces no venga a comentar. Yo por mi parte tomo a medias su consejo, solo veo que dice "gringo" el nombre del comentarista, leo las primeras dos lineas y las dos ultimas y unas cuantas palabras al azar y digo "de nuevo con lo mismo, mejor ni me molesto en leer el resto"
Nota de fray Nelson: Tomar un artículo como el mío y decir que lo resumiste con lo que antes dijiste es bastante más bajo que una burla. Pero si quieres empezar a razonar, aquí me encontrarás.
Y querer vivir libremente no debería provocar odio. Y si lo provoca no es culpa del que quiere vivir libremente.
Que en Pakistán ataquen iglesias cristianas no es culpa de los cristianos.
Que en EEUU ataquen una discoteca gay no es culpa de los gais.
Tampoco era culpa de los afroamericanos cuando luchaban pacíficamente por el fin de la segregación racial, y los supremacistas blancos ponían bombas en iglesias negras y mataban niñas (Birmingham, Alabama).
Hay gente que se siente ofendida por la simple existencia de cristianos, o de gais, o de negros, o de judíos, o de musulmanes, o de izquierdistas, o de conservadores. Y les parece insoportable que salgan a la calle o tengan lugares de reunión, en lugar de encerrarse en sus casas.
Pues que se aguanten.
Tan sencillo como eso. No es muy difícil de entender.
No sirve como argumento que en un país mayoritariamente musulmán los cristianos provocan olas que al final acaban en un tsunami.
Y lo mismo sirve para cualquier otro acto de intolerancia.
Nota de fray Nelson: Es tentador el tema de la "simple existencia" porque nos invita a pensar en todos como simples víctimas. Pero no es así. Cada caso hay que verlo por separado. Al respecto te transcribo una parte de un artículo recién publicado en Infocatólica sobre lo que produce la aprobación social del "inocente" estilo gay. Se llama
tiranía
. Lee:Charles Rhoads ha sido siempre un trabajador modelo y su experiencia lo demuestra. Treinta años al servicio de la empresa tecnológica SPX Flow situada en Rochester, estado de Nueva York (Estados Unidos), fue ascendido varias veces y tenía excelentes referencias de sus jefes. Sin embargo, ser cristiano en un ambiente hostil le ha costado su puesto de trabajo.
Los problemas para Rhoads comenzaron en una simple conversación de cafetería en su tiempo de descanso el 20 de abril de 2015. Cuando Rhoads entró en la cafetería, un compañero subordinado suyo llamado Craig Tyler estaba enseñándole las fotos de su boda gay a otro trabajador y al verle, Tyler le dijo que sí quería ver las fotos, pero éste rechazó la propuesta.
Tyler se molestó porque Rhoads no quisiera ver las fotos de su boda y al preguntarle por qué Rhoads le contestó que aunque le parecía una buena persona y compañero, para él «el matrimonio viene de Dios y no de las políticas de los hombres». Tyler le acusó, entonces, de «homófobo por menospreciar su relación homosexual».
Aunque en principio parecía que todo había quedado en un mera discusión sin mayores consecuencias, los problemas para este trabajador no habían hecho más que comenzar. A los tres días la empresa abrió una investigación y le despidieron. ¿Por qué? Rhoads lo ha contado todo al The New American.
«La conversación con mi empleado ocurrió un lunes y el viernes a las tres de la tarde me dijeron que me había acusado a la empresa por abuso de poder y que me iban a citar para dar mi versión de los hechos» señala Charles Rhoads.
«Me dijeron que mientras la empresa investigaba no me molestara en venir al trabajo el siguiente lunes. Me quitaron el ordenador, el teléfono de la empresa, las llaves del despacho y me echaron delante de todos mis compañeros de equipo. Por la noche en casa recibí la carta oficial de despido».
Gringo, ya perdí la cuenta del número de artículos de esa naturaleza. ¿Y qué camino le queda a Rhoads? ¿Entiendes cómo se hacen crecer las olas? Si tú quieres jugar al ingenuo o al ciego, juega solo.
2) Lo diré más claro. No me molesta que haya crucifijos en la vía pública. No debería haberlos en edificios públicos. Creo que se entiende bastante bien.
¿Por qué las vías públicas sí pueden tener signos religiosos y los edificios públicos no? ¿Los usan dos tipos de ciudadanos? No hay razones para eso más allá de tus palabras.
Nota de fray Nelson: "evolucionar con el tiempo," dices. Estimo gravemente ambigua esa propuesta. ¿Admitir entonces que la zoofilia es socialmente aceptable porque ya en Canadá se aprobó? Dar la bienvenida a los zoófilos y zoófilas? ¿Y también las relaciones poliamorosas? ¿Y qué tal algo de necrofilia, empezando por "ciertos casos," como siempre? ¿Y luego a quiénes más?
En segundo lugar le diré que le queda el camino de llevar a su jefe a los tribunales.
Ud no ha reproducido la totalidad del artículo, donde el propio Rhoads deja ver que la presunta homofobia es una excusa para despedirle por motivos económicos: no pagar los medicamentos de su esposa y contratar un sustituto tres veces más barato.
Nota de fray Nelson: ¡Qué bueno que alguien menciona por fin los tribunales! Estaba esperando esa mención. Mira los tribunales en acción: El Doctor Morin condenado a sólo 18 meses de prisión que, en la práctica, significan que no pagará ni un día de cárcel. Y mira: estamos hablando no de que lo hayan condenado por matar fetos humanos, porque eso lamentablemente ya lo permite la ley española. Estamos hablando de que fue más allá, abusó de la ley, para matar todavía más gente, incluso en el caso de embarazadas menores de edad. Esos son los tribunales. Esa es la justicia en ese caso. ¿Queda en paz uno que busca justicia cuando ve que ese monstruo de raza humana ni siquiera tuvo que presentarse a oír su sentencia, y que no pagará un día de reclusión? ¿Eso es lo que vale un bebé para la audiencia de Barcelona? Por supuesto, la única conclusión posible es que esos tribunales, gravemente sesgados, no distribuyen sino que profanan la justicia. ¿Se entiende entonces por qué caminos crece la indignación y surgen las olas de las que habla mi artículo? ¿Necesitas más ejemplos? ¿Qué tal las profanaciones? ¿Qué tal las agresiones contra personas y lugares de culto de la Iglesia Católica? Casi 200 agresiones en el año 2015. ¿Quieres contarnos cuántos han pagado un día de cárcel por escupir sobre nuestra fe? ¿Esos son los tribunales en los que uno puede sentir que se hace justicia? De nuevo, Gringo: gracias por mencionar el asco de justicia que tenemos en muchos países.
2) La vía pública no es igual que un edificio público como un juzgado, un ayuntamiento, una comisaría, etc. En ningún país del mundo rigen las mismas normas para la vía pública y para los edificios públicos.
Se puede pasear un perro por un juzgado? .
Se puede tocar la guitarra en mitad del Parlamento?.
Pueden los musulmanes rezar en el salón de plenos del ayuntamiento?
Nota de fray Nelson: Lo de los musulmanes en el ayuntamiento no lo respondo aquí, no sea que cuando lo responda ya estén rezando en alguno de esos sitios de gobierno de la península ibérica, o ve tú a saber dónde. Sobre los otros ejemplos que dices son irrelevantes para la discusión que traemos. Por supuesto que hay comportamientos distintos en unos u otros sitios pero el tema no es si los perros orinan o las guitarras suenan bien sino este: si la fe puede hacerse presente en un lugar que de suyo no está destinado al culto. T postura es incoherente en eso pero yo por lo menos me alegro de que estés de acuerdo parcialmente con que la fe no debe quedar estrangulada y recluida en los templos.
Cuando los homosexuales se defienden de las críticas de la Iglesia no están siendo intolerantes, simplemente se están defendiendo. Tratar de darle la vuelta a la realidad y acusar a la víctima llamando a los homosexuales dictadores, portadores del pensamiento único, imperio gay, lobby gay, etc, es un argumento cobarde y torticero. Y torticero es decir que denunciar al cardenal Cañizares por sus comentarios intolerantes es, a su vez, intolerante. Denunciarlo es un medio de defensa empleado por las víctimas de su intolerancia, no al revés. ¿Qué deberían hacer, según usted, los homosexuales ante comentarios como los del cardenal Cañizares? ¿Quizás "tragar su rabia, irse ese día de ahí, maldecir en silencio, y sentir que una oleada de impotente ira los revuelve por dentro, una oleada de indignación?
Es posible que los homosexuales se pasen de la raya en algunas ocasiones cuando se defienden ante la pública intolerancia de la Iglesia y lleguen a la violencia verbal e incluso física, pero eso, de nuevo, no es intolerancia, sino violencia. Una violencia, por cierto, cuyo origen usted explica muy bien con lo de las alturas y las honduras de las olas que se van haciendo mayores. En este caso, la primera pequeña ola la ha puesto la Iglesia y usted, con este artículo, le da un poquito más de impulso.
Otro tema es el de la intolerancia hacia la Iglesia Católica. Sobre eso también se podría hablar, pero no mezclándolo con el tema de la intolerancia de la Iglesia hacia los homosexuales y la lógica defensa de éstos, porque son cosas distintas.
Nota de fray Nelson: Qué bueno que pases a argumentar. Es mucho más respetuoso que ofrecer como resumen de lo mío dos frases de tu cosecha.
Aquí, pues, queda publicado en su integridad tu argumento, que se basa todo en esta frase: la homosexualidad (entiéndase: la práctica homosexual, no sólo la tendencia) ha de ser aceptada en la sociedad.
De ahí derivas con bastante lógica una serie de consecuencias: PUESTO QUE la homosexualidad es un comportamiento que debe ser aceptado socialmente, ENTONCES obra mal la Iglesia Católica, con grave intolerancia, al condenar ese tipo de práctica.
Y luego, PUESTO QUE la Iglesia Católica ha obrado de modo intolerante y abusivo contra los homosexuales, ENTONCES es comprensible que estas personas, como un colectivo, busquen la defensa de lo que es su derecho y ataquen, o mejor contra-ataquen a quien les niega su derecho.
Se ve, pues, que todo lo tuyo pende de la primera frase dicha: la homosexualidad ha de ser aceptada en la sociedad.
Antes de entrar en esa discusión, tantas veces sostenida en otros ambientes, he aprendido que es útil preguntarse por la CALIDAD de la argumentación. Me explico: ¿qué hace, en tu opinión, que la homosexualidad deba ser socialmente aceptable, y otros comportamientos amatorios no lo sean? Hablo, por ejemplo, del incesto, la pedofilia, la poliamoría, la poligamia, la poliandría, y así sucesivamente. ¿O en tu concepto todo cabe y todo vale?
Antes las culpas se la echaban a la Iglesia Católica, que era la que tenían más a mano, pero esta Europa sin raíces cristianas, porque así lo decidieron, se está luciendo. Y la violencia del Islam, aunque carguen contra los cristianos también, algo tiene que ver con la visión de en lo que nos hemos convertido. No les debemos de gustar por reflejo de que tampoco nos gustamos a nosotros mismos. Los cristianos están pagando más que su cristianismo las conexiones que ellos creen ver con Occidente precisamente cuando éste ya no es cristiano. Los próximos atacados pueden ser los "Amigos del Vino" sólo porque el Islam lo tiene prohibido. Un desbarajuste monumental extra e intramuros.
Ese tío era un terrorista islámico, y lo mismo que entró en una sala de fiestas gay hubiera entrado en una iglesia o un restaurante.
Y la explicación a sus actos es simplemente el odio y la intolerancia islámica. Porque se sientan ofendidos los islamistas no van a dejar de existir los gais, ni los cristianos, ni la gente que come cerdo y bebe alcohol.
La "ofensa" es sólo una excusa.
La próxima vez en lugar de un fanático islámico, puede causar una masacre contra homosexuales un fascista, uno del KuKluxKlan, o cualquier otro radical, y la excusa será la misma, la "ofensa", pero la explicación será la misma: la inclinación a sentir odio, el convencimiento de que tus ideas son verdades absolutas, la creencia de que la violencia y tomarse la justicia por la propia mano está justificada.
La gente normal por mucho que no le gusten el matrimonio gay, los desfiles del orgullo, no se sienten "ofendidos" y no compran un fusil para matar homosexuales.
La gente normal si no le gustan las leyes, recurre a la desobediencia civil, promueve boicots, funda partidos políticos, y no es ninguna ingenuidad: alguien pensaba hace cincuenta años que se acabaría la segregación y habría un presidente negro en los EEUU?.
Los gais no son culpables ni por activa ni por pasiva de que un chalado les ataque, y no compro el duscurso de 'ellos se lo buscaron, tenía que pasar tarde o temprano' etc.
(PD: yo creo que el dr. Morín debería haber tenido una condena mayor).
Nota de fray Nelson: Gringo, te pido que no preguntes lo que ya ha sido aclarado. No hay una relación causa-efecto DIRECTA, o por lo menos, no se ha esclarecido en modo alguno, ni tal forma de causalidad es relevante para este artículo mío. De hecho, la tesis es que la imposición de una tolerancia que silencia a los que no estamos de acuerdo agita mares que engendran olas, y la suma de esas olas produce de modo estadístico y por ello no predecible atentados como estos. No se trata de disminuir el drama ni quitar la responsabilidad; se trata, repito, de una explicación estadística que se ha cumplido aquí y que seguirá cumpliéndose sea que te agrade o no.
Sobre la responsabilidad de los individuos específicos que murieron, ya me he expresado: en cuanto víctimas de un ataque terrorista, en ese sentido son inocentes. Pero el movimiento LGBT que impone, amordaza y persigue agita aguas que un día se vuelven contra personas con tendencia o práctica homosexual.
Y gracias por la sensatez que has mostrado en el caso vergonzoso para la justicia española, del Dr. Morín. Ya ves lo que eso significa: más indignación que millones debemos tragarnos a la fuerza.
Puede servir para la física pero no para la sociología.
Es falso que los homosexuales estén provocando "olas" y que se les acabe atacando por una ciega ley estadística.
Las personas no nos comportamos como meros objetos físicos.
Para empezar porque hay gente que no se ofende porque a los gais se les reconozcan derechos, y otros ya están predispuestos a ofenderse por cualquier cosa.
Repito, en Arabia o Irán ahorcan a los gais y allí no han hecho nada para provocar olas, simplemente existir.
Habla ud de amordazar, imponer, perseguir.
Además a qué se llama "amordazar"? Poner una demanda no es amordazar, ni una sola demanda contra el cardenal Cañizares ha prosperado, tampoco contra el obispo de Alcalá. Simplemente vivimos en una sociedad en la que se judicializa todo, y digas lo que digas alguien te demandará, sea un cura que da un sermón, sea un humorista como Leo Bassi que se disfraza de Papa. Al final todas esas querellas son archivadas porque la libertad de expresión prevalece.
No conozco un solo caso de un cura condenado por decir que la homosexualidad es pecado.
Así que no exageremos.
En EEUU y otros países como Irlanda (donde ud residió) el matrimonio gay se ha aprobado en referendums, o por votación en parlamentos elegidos democráticamente, así que no hay ninguna imposición dictatorial.
A quien no le gusten las leyes ya sabe los medios pacíficos y democráticos para cambiarlos. El problema no es la democracia sino las personas: si en Irlanda quedara una mayoría verdadera de católicos no habría matrimonio gay.
Y cuando todavía están calientes los cadáveres de cincuenta personas, y sabemos que en muchos países la homosexualidad está penada con la muerte o la cárcel, acusar a los gais de ser los que persiguen, parece un chiste macabro.
Nota de fray Nelson: Empecemos por tus incoherencias. Vuelves al tema de que los seres humanos no somos inertes. Buen descubrimiento. Y sin embargo, la estadística se aplica a seres libres también. Date una vuelta por facultades de sociología, mercadeo, ciencia política o economía: te contarán algunos datos que pueden ser nuevos para ti. Todos basados en estadísticas de seres en principio libres.
En segundo lugar, está lo de los tribunales. Llegamos a ese tema porque yo cité cómo crece la indignación frente a la impotencia que despierta el sistema con sus múltiples sesgos. Tu opinión sobre Cañizares o sobre Reig Plá simplemente confirma mi teoría, sólo que tú te sitúas del lado de los que quieren encarcelar a estos obispos. Sorpresa: eres parte de una ola creciente, que intentará una y otra vez aumentar su tamaño. Esta vez ya creían que tenían un titular bien grande y gordo: "Cardenal de la Iglesia Católica tras los barrotes por atreverse a hablar contra los homosexuales" No les ha funcionado esta vez. pero la ola crece. ¿Se entiende el propósito de mi artículo?
En tercer lugar, hablas del cambio de las leyes por las rutas pacíficas. ¡Qué más quisiera yo! ¿Sabes? Me haces acordar lo sucedido en Colombia, mi país: con gran dificultad se abre paso un proyecto de ley que castiga a los parlamentarios que no cumplan con una cierta cuota de asistencia de manera que no se roben (todo) su sueldo, que es colosal. El proyecto no fue aprobado. ¿Por qué? Porque el día de la discusión o votación ¡no había quorum! Ya me entiendes mejor lo de la indignación? ¿Ya entiendes mejor cómo, al acumularse hechos como estos un día la gente se lanza a la calle, o pone una bomba o apoya a Podemos?
En cuarto lugar, es importante que no me calumnies. Por tercera y última vez te repito: no he culpabilizado a las víctimas del bar Pulse, que en cuanto asistentes ese día a ese lugar eran inocentes de la espantosa masacre que les cayó encima. Mi tema es la negación de los derechos por vía de las imposiciones y provocaciones del lobby LGBT.
Si no tienes más argumentos, es mejor callar, gringo y usar tu tiempo en otras cosas, como las ya sugeridas sobre las estadísticas en ciencias humanas. Si en cambio vas a repetir lo ya dicho, comprenderás que no lo publique. Necesito más tiempo para difundir la sensatez y valentía de Cañizares y de Reig Pla.
Nota de fray Nelson: La expresión que usas falsea mi postura: "la ofensa supone un solo tipo de reacción" No me reconozco en esa frase. Por favor, toma en serio el carácter estadístico y acumulativo del símil del mar y las olas.
En realidad, yo no creo, ni he dicho, que la práctica homosexual deba ser aceptada en la sociedad. He dicho que debe ser "tolerada". La diferencia es fundamental. "Aceptar" es aprobar, dar por bueno, cosa que nadie exige (o no se debe exigir) a nadie que piense de otra manera. "Tolerar", por otra parte, es permitir algo, sin que sea necesario aprobarlo.
La Iglesia Católica no tiene por qué aprobar la práctica homosexual. La Iglesia es muy libre de pensar que la práctica homosexual es pecado y de prohibirla a los fieles. Es más: la sociedad debe tolerar esa manera de pensar de la Iglesia.
Ahora bien, cuando representantes de la Iglesia a todos los niveles empresan palabras como "repugnante". "da asco". "antinatural", etc. en homilías que se sabe que van a aparecer en los periódicos, o en páginas web, esos representantes de la Iglesia están siendo intolerantes y están faltando el respeto a las personas que no piensan como ellos.
Aun en esos casos, la Iglesia puede hacer uso de su libertad de expresión para decir en público casi lo que quiera, pero, de la misma manera, los ofendidos pueden hacer uso de la suya para rebatirla con contundencia e incluso para denunciarla a las autoridades si existe la posibilidad de que ciertas expresiones puedan ser interpretadas como incitación al odio y, por lo tanto, constitutivo de deliro. Otra cosa es que es denuncia sea o no reconocida.
En cuanto a su útlimo párrafo sobre "otros comportamientos amatorios", por supuesto que pienso que se deben tolerar (no, "aceptar"), siempre y cuando no inflijan violencia indeseada o incluyan aprovecharse de menores.
Nota de fray Nelson: Sin entrar a discutir ni los fundamentos ni las consecuencias de tu postura, te pregunto: Según tu opinión, para que un comportamiento deba ser tolerado por la sociedad, y ello incluye a creyentes y no creyentes, ¿es necesario y suficiente que no inflija violencia indeseada y que no incluya aprovecharse de menores? Quiero estar seguro de que esa es exactamente tu posición.
1) Claro que hay estadísticas sobre los seres humanos, pero no estadísticas de la física que ud pretende aplicar a seres humanos. [Editado]
Nota de fray Nelson: Gringo, vuelves una y otra vez a los mismo puntos. Por ahora está bien el espacio y tiempo que has logrado aquí.
Supongo que quiere que me encierre yo mismo en una frase y atraparme con un argumento ad absurdum o con un ejemplo concreto al que sea imposible aplicar lo que yo haya dicho, pero yo no veo el mundo y la moral de forma maniquea, en blanco y negro, sino lleno de matices y variantes. Llámeme relativista, si quiere.
Ahora que lo pienso, probablemente, ahí se enraiza la tolerancia, en no absolutizar ni el bien ni el mal. Si usted tiene absolutamente claro lo que es bueno y lo que es malo y no ve términos medios ni excepciones, supongo que le resultará muy difícil ser tolerante.
Nota de fray Nelson: En efecto, te llamo relativista. Y veo a dónde conduce tu relativismo: a legalizar incesto, canibalismo consentido, poligamia, poliamorismo. Y veo tú radical incoherencia: ¿crees que con añadir la frase mágica "salvo excepciones" estás diciendo ALGO?
Gracias por mostrar tan clara y espantosamente adónde se llega con la falsa tolerancia. Dios te bendiga.
¿Por qué algunos se resisten a aceptar que también debe haberlo respecto a la homosexualidad?
Señoras y señores cristianos, ateos, musulmanes, judíos, etc. nadie está pidiendo llegar a un término medio. Tampoco se está pidiendo coordinar el derecho de libertad de expresión con la igualdad y el derecho al libre desarrollo personal e individual. No, no va de eso. No, no va de ustedes.
Va de un señor que cogió un arma y acometió una matanza en un local gay. Y sí, en tanto que es un atentado planeado a un local destinado específicamente al ambiente homosexual, es homofobia. Los mataron por su condición sexual, fueron víctimas de una violencia estructural e institucionalizada en su máxima expresión: asesinato. Y no, la violencia heterosexual no existe, que nadie venga con lo de "entonces cuando matan en un bar hetero es una matanza heterosexual", por favor.
Simplemente, es algo que está ahí y contra lo que hay que luchar. Y no, no va de religiones ni de opiniones de heterosexuales estudiando cómo y en qué forma deben visibilizarse y/o desarrollar su sexualidad personas que poco tienen que ver con ustedes.
El otro día escuché, y pocas veces he escuchado sentencias tan lúcidas mientras esperaba la guagua, que: "un heterosexual en contra del matrimonio gay es como un calvo despotricando del tinte". Ni pincha ni corta.
Si en algún momento,queridos "leyentes", se han sentido ofendidos por la "conducta" homosexual de alguien; es simplemente que progresivamente están perdiendo el privilegio de ejercer violencia sobre personas homosexuales. Cuesta entenderlo pero es así.
En todo caso, la teoría de la ola no explica el atentado ya que son los homosexuales quienes sufren, a diario, la violencia homofóbica. Serviría para explicar, por ejemplo, que algún afectado por ese tipo de violencia cogiera un rifle y arrasara con una Iglesia o una mezquita (Sí, he dicho mezquita: MEZQUITA).
No estaría justificado. Sería condenable y no tiene nada que ver con la autodefensa; pero es lo que, a mi juicio, explicaría su teoría.
Besos.
Nota de fray Nelson: Ante todo, puedes enviar a otros tus besos. Gracias.
La comparación entre racismo y homosexualismo ha sido una estrategia constante de imposición de la agenda LGBT. Obama por ejemplo, la ha usado repetidamente para presentar como un avance en la lucha contra la discriminación todo aquello que haga avanzar la ideología de género.
Pero, ¿es lógicamente consecuente ese modo de pensar? ¿De verdad es igual el hecho de tener piel blanca, cobriza o negra, al hecho de ser hetero- bi- u homosexual?
Es fácil darse cuenta de que el argumento que iguala discriminación racial con "discriminación" por orientación sexual simplemente prospera por la pereza mental que es tan frecuente en la raza humana y que dificulta hacer las necesarias distinciones.
Doy razones:
1. Cada niño nace con un color de piel. Nadie hasta ahora ha demostrado que se "nazca" homosexual o "trans." El famoso, muy financiado y nunca encontrado "gen homosexual" es sólo un mito. De modo que no hay base natural en la orientación sexual que sea comparable con la concentración verificable de melanina.
2. Lo anterior implica que los abanderados de la ideología de genero deben echar mano de un argumento distinto: cada quien tiene derecho a definirse como quiera ante la sociedad; si alguien quiere ser socialmente algo distinto de lo que la biología manda, entonces la sociedad misma, y el Estado, deben respaldar esa decisión. Por ejemplo: si alguien nació biológicamente hombre pero quiere cambiar su registro civil y empezar a ser mujer desde hoy a las 12 de la noche, el Estado debe apoyar tal decisión. ¿Puede hacerse algo parecido con al raza? ¿Ha propuesto alguien seriamente que el Estado permita a todos que sus pasaportes digan "tez negra" si la persona es de raza blanca? Claro que no.
3. Una historia muy socorrida ara suscitar simpatía hacia la fluidez en la orientación sexual es aquello de "Yo era una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre..." Aparte de la antropología de juguete que una afirmación tal implica, que no equivale menos que a una especie de platonismo recocinado sin la menor crítica, imaginemos que alguien dijera: "Yo soy un blanco encerrado en el cuerpo de un negro" O en términos de nacionalidades y etnias: "Yo soy un europeo encerrado en el cuerpo de un colombiano..." Esas historias nadie las recibe. ¿Por qué? Porque no son comparables la raza y la orientación sexual.
4. Si uno pudiera hipotéticamente trasladar la argumentación de la discriminación racial a una discriminación como la que se supone que se da por orientación sexual, ¿cuál sería la razón lógica para no aplicarlo a otros tipos de comportamiento? Por ejemplo: el incesto. En este sentido, el que firma Ramontxu es más consecuente en los comentarios que ha escrito por ahí: puestos a aprobar el comportamiento homosexual, aprobemos de una vez todo lo que sea consentimiento entre adultos. Las sociedades sin embargo han tenido buenas razones, basadas de fondo en la biología y al corporalidad misma del ser humano, para no admitir que la voluntad humana es omnipotente--con lo que ello implicaría como sobrecarga para la sociedad.
5. Las opciones raciales no tienen de suyo ninguna consecuencia en cuanto al modo como se engendran y educan seres humanos, y por ello no cambian esencialmente el futuro de la sociedad. La admisión de la homosexualidad implica en cambio un hecho biológico sin precedentes por la sencilla razón de que la naturaleza a ligado la procreación a la diferenciación sexual.
Se ve, pues, que la comparación con el racismo es insostenible y se ve que sobre la base de un sofisma no hay por qué admitir recursos legales.
Pero si las leyes y los medios de comunicación repiten sin cesar esos sofismas y si las opiniones contrarias son amordazadas, burladas o demonizadas, entonces... ya entiendes mejor el artículo publicado.
Y permítame felicitarlo también por la respuesta caricaturizada que le ha dado a un comentarista ingenuo, que se cree eso del "derecho a la tolerancia". Excelente y precisa respuesta la suya, y muy profunda, que muestra de un pincelazo no solamente la contradicción implícita en el supuesto y famoso "derecho", sino sobre todo SU HIPÓCRITA Y SESGADA APLICACIÓN EN LA PRÁCTICA.
Gracias por su artículo valiente y provocador.
Ciertamente los líos que predeciblemente nos acompañan están coherentemente relacionados con la certeza del “azar”, con la independencia impredecible del proceso de Poisson, y, más allá de la bella curva normal, éstos están ligados, en su magnitud, con las llamadas leyes de potencia que ajustan tanto la violencia natural, como la nuestra, mediante curvas lineales en escalas doble-logarítmicas.
Hay, gracias a Dios, muchos más terremotos pequeños que grandes, pero, de una manera coherente y asombrosamente simple, todos ellos se alinean de manera tal que en magnitud y en probabilidades producen, en efecto, una línea recta al graficarse en dos logaritmos. Como es bien sabido, por cada seísmo de magnitud 7 hay diez de magnitud 6 (10 veces más pequeños) y 100 de magnitud 5 (100 veces más pequeños), y esta relación es la famosa distribución de Gutenberg-Richter en los terremotos. Las tales leyes de potencia, llamadas así pues la probabilidad de sobrepasar un evento de una magnitud dada es simplemente proporcional a dicho valor elevado a una potencia (negativa), describen también, por ejemplo, los incendios forestales, las avalanchas y las erupciones volcánicas, pero también, y ya no a Dios gracias, las ubicuas leyes de Pareto de las desigualdades económicas (hay muchos más con menos y muchos menos con más) y la sencilla y profunda relación de potencia de Richardson acerca de los conflictos y las guerras que han sucedido en la historia. Allí, en ésta última relación, que abarca las grandes guerras mundiales, se observa, al alinearse dichos eventos violentos por magnitudes y probabilidades, que para evitar las "olas" más grandes (para emplear una analogía con su bello artículo) se deben evitar las medianas, pues la más grande es solo una mediana que creció. Y si se quiere evitar la ola mediana, pues toca evitar la más pequeña y, así sucesivamente, llegándose a la conclusión que la única solución verdaderamente pacífica es volvernos santos, acogiendo el llamado de Jesús de ser perfectos tal y como Dios Padre lo es.
Es mi entender que la ciencia moderna de la “complejidad" aporta pautas que permiten dialogar de una manera imparcial acerca de los problemas que nos aquejan y que los resultados universales descubiertos en dicha teoría apuntan hacia una única solución basada en el amor de Jesús. Por ejemplo, en el mismo espíritu de la ola y el mar, se puede aprender de la forma en que ocurre la turbulencia natural, guiada por el príncipe del poder del aire, para reconocer que los remolinos egoístas deben ser cambiados en unos amorosos para lograr la serenidad del amor, el cual resulta estar simbolizado por un camino verdadero y no disipado en el que se ve la única manera de llegar al Origen, es decir al Padre. Similarmente, se puede aprender acerca de la forma en que el orden se transforma paulatinamente en el desorden que llega al bien llamado caos, para comprender que todo ese procedo genera un árbol (una higuera para ser precisos) de la cual es siempre mejor bajarse para regresar a la raíz, a la esencia y nuevamente a la santidad del amor.
En estos tiempos modernos, en los que acaso cualquier camino pareciera ser igualmente válido, es particularmente relevante el encontrar su artículo valiente. Es cierto, existen pautas, acaso improbables, pero ellas terminan siendo coherentes con geometrías rectas en vez de fraccionadas, con entrar por la puerta angosta y no la otra engañosa, con recordar la imperiosa necesidad del Sacramento de la Reconciliación, pues aún desde la ciencia moderna se puede apreciar la realidad horrenda del infierno y la majestuosidad que provee nuestra redención. Mis trabajos, regalos inmerecidos, ciertamente muestran que Jesús es el Cristo y a él debemos ir, aún si esto conlleva, con probabilidad creciente, el martirio.
Mi página en la red contiene materiales que he empleado en una clase en la Universidad de California, Davis por los últimos 15 años y en diversas universidades y conferencias. Tal vez algunos de sus lectores encuentren lo que está allí pertinente: puente.lawr.ucdavis.edu/ensenanza_ccc.htm. En puente.lawr.ucdavis.edu/misericordia.htm se encuentran tres charlas con el tema común de la misericordia, las cuales enfatizan la necesidad del arrepentimiento. La página también incluye enlaces a libros (en español y en inglés) y algunos artículos y poesías. En efecto, en puente.lawr.ucdavis.edu/canciones_el_cero_es_potencia.htm se haya una canción relacionada a las leyes de potencia y sobre todo al antídoto en la potencia unitiva del cero.
"La simple declaración de que existe una ley natural que prohíbe la homosexualidad activa ya es homofobia."
Homofobia y exceso de imaginación por no llamarlo de otra forma; "...existe una ley natural que prohibe la homosexualidad activa...", ¿de dónde saca usted eso?, ¿dónde está escrita esa "ley" que prohíbe?, imagino que no se refiere a la Biblia, verdad, porque de ser así comprenderá que a quienes no creen les suene a totalitario que pretenda que sus creencias personales sean de obligado cumplimiento para toda la sociedad.
Este artículo en el fondo no es más que una versión disfrazada con referencias a la estadística de los conocidos, y tantas veces usados por los creyentes: "algo habrán hecho", "eso les pasa por provocar", etc,etc,etc
Nota de fray Nelson: A veces me asombran los asombrosos poderes de "síntesis" de algunos lectores. Ponen la frase mágica, en este caso: "este artículo en el fondo no es más que," y luego sueltan lo que les viene en gana.
Ahora imaginen a un renzo como este haciendo leyes, educando niños y controlando medios de comunicación. Imagínenlo, y entenderán mejor el artículo pubicado.
Es una realidad y debemos subir nuestra voz. No sigamos omitiendo ésto.
Nota de fray Nelson: Comentario que publico en su integridad para que se muestre el espesor argumentativo de algunos lectores...
Y ahora por favor, imaginen, señores, un tipo o tipa como el que esto escribe CON PODER para hacer leyes, educar niños y controlar medios de comunicación.
Imaginen eso, e imaginen que los tribunales le dan la razón a alguien así mientras niegan a todos los demás cualquier posibilidad de réplica.
Imaginen eso... y entenderán mejor el artículo publicado.
Saludos y bendiciones a todos.
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