El verdadero rostro de Juan XXIII
Uno de los inmensos bienes que trae la canonización de Juan XXIII es la recuperación de su perfil espiritual y pastoral. Bien sabido es que numerosos progresistas han querido tomar como apoyo a sus posturas una especie de caricatura del Papa Bueno. Se ha querido sistemáticamente usar su lenguaje de caridad y misericordia como una especie de complicidad bonachona ante el pecado, o como licencia para despreciar los mandamientos de Dios y las leyes de la Iglesia. Semejante engaño va a ser más difícil de sostener a medida que la estatura y la reciedumbre espiritual del Papa Roncalli alcancen su genuina dimensión.
El ecumenismo de Juan XXIII no es negación de la verdad de la fe; la compasión de este gran Papa no es aprobación de mediocridad ni permiso para pecar; su anhelo de paz no se disuelve en irenismo ni en pura diplomacia o negociación de contrarios.
Sólo el amor nos hace verdaderos pero sólo la verdad preserva la pureza del amor, y lo defiende de los numerosos ídolos que tratan de suplantarle. He aquí una lección que tendremos que recordar muchas veces, ahora que la Providencia de Dios nos ha concedido al Papa Francisco, en tantas cosas semejante al humilde Papa de Sotto-il-Monte.
5 comentarios
Famosas son también sus declaraciones a favor de una presencia más incipiente del latín en la Iglesia y de la Filosofía Tomista.
Así que no sé como contras pueden los progresistas haber secuestrado su figura...
Nota de fray Nelson: Un balance mucho más justo del Vaticano II lo encuentras aquí.
Nota de fray Nelson: esta es una lista parcial de lugares donde he estado en los últimos diez años: Irlanda, Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, España, Chile, Argentina, Taiwan, Corea del Sur, Ecuador, Panamá... En ninguna parte he oído a ningún sacerdote hablar en contra de la Legión de María. Personalmente tengo inmenso aprecio hacia la Legión, y donde me es posible, la promuevo abiertamente, así como la santidad, así lo creo, de Frank Duff.
Además , ¿Por que aceptó el nombre e un anti papa?)
Nota de fray Nelson: ¡Ve a la fuente, hermano!
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