¿Ha llegado el fin de los tiempos?
* Hoy en día circula, especialmente por Internet, todo un cúmulo de mensajes de tipo apocalíptico, junto con las más diversas interpretaciones de esos mismos mensajes. Lo inusual de la renuncia de un Papa (Benedicto XVI), despierta curiosidad y preguntas en muchos, y tal es el ambiente que favorece ese tipo de mensajes.
* ¿De qué fuentes provienen esos mensajes? Hay en la Biblia el libro del Apocalipsis; existe también la literatura apocalíptica, dentro y fuera de la Biblia; y hay además una serie de mensajes, que se atribuyen a Jesús o a la Virgen, algunas veces con gran despliegue y aprobación, como es el caso de Fátima, otras veces con alcance más bien modesto, cual sucede con tantas manifestaciones privadas que tienen hoy en día no pocas personas, a las que se suele llamar “instrumentos.”
* Esos mensajes no son consistentes sino que se contradicen bastante. Algunos aseguran que Benedicto XVI fue el último Papa verdadero, de modo que su sucesor sería ya un instrumento del mal; otros en cambio aseguran que el Papa que suceda a Benedicto XVI será especialmente estricto, y por ello será rechazado. Algunos ven la renuncia del Papa como algo inusual pero dentro de lo explicable y normal; otros en cambio sostienen que el Papa fue obligado a renunciar o que se vio abrumado por traiciones, presiones y escándalos y por eso renunció.
* Muchos, en todo caso, creen que se puede hacer corresponder estos hechos de nuestra historia con los relatos del libro del Apocalipsis o con partes de los mensajes cifrados que supuestamente se hallan en revelaciones privadas. Según ellos, estaríamos entrando en una etapa de la historia que se llama “fin de los tiempos.”
* El problema es que esa manera de interpretar la literatura apocalíptica hace de los textos una especie de “guión” de cine que estaría sólo al alcance de gente muy perspicaz. Ambas presunciones parecen ajenas a la Biblia: una interpretación de correspondencia, o de guión de cine, supone una especie de fatalismo y viene a declarar como inútil la apertura del ser humano hacia la conversión. Según indicaba el entonces Cardenal Ratzinger, ya en el año 2000, las profecías son siempre condicionales, porque finalmente la ley último del actuar divino está en aquello de “No quiero la muerte del pecador, sino en que cambie de conducta y viva,” según dijo el profeta Ezequiel.
* Es más correcto y sano leer el Apocalipsis, y toda literatura de su tono, como una invitación perpetua a la conversión y la esperanza, sabiendo que las escenas allí descritas son como prototipos del actuar del mal en sus diversas fases, y anticipaciones también de la presencia salvífica del Dios que nunca deja de ser Dios. El anticristo, por ejemplo, es presentado en singular en el Apocalipsis mientras que San Juan, en su Primera Carta, habla de “muchos anticristos,” donde se ve que una lectura por “prototipos” es más correcta y cercana a la Biblia.
* Queda claro que somos apremiados en la tarea de la conversión y la fidelidad, pero no por vía de pánico ni de lecturas sofisticadas, que en todo caso estarían lejos de la comprensión de los más sencillos. Nuestra fidelidad y caridad al proclamar el Evangelio de salvación son la mejor manera de aguardar al Señor “hasta que vuelva.”
29 comentarios
Y es terrible que en nuestro tiempo los cristianos hayamos perdido esa perspectiva fundamental. Porque el Señor algún día volverá ¿O es que hemos olvidado esta verdad esencial, que se encuentra en el símbolo de nuestra fe y en los corazones de los cristianos de todos los tiempos?
Es cierto que el Apocalipsis es el libro de las Sagradas Escrituras que más disparates ha inspirado a muchos comentaristas, que más frikis por metro cuadrado ha creado, pero es cierto también que el hecho de estar en las Escrituras merece, como mínimo, no ser arrojado a un rincón como si se tratase de una serie de enigmas irresolubles. Decir que se trata de una profecía "cumplida" es una solemne majadería. E intentar indagar, desde la fidelidad a la Iglesia y atendiendo a los signos de los tiempos (Lc. 12,54), es loable y merece ser respetado.
Por último, si la Iglesia ha aprobado las apariciones marianas de La Salette, Fátima o Akita -con las tremenda carga apolcalíptica y -ojo- cercana que muestran- me parece cuanto menos irreverente pasarlas por alto (no digo ya de otras presuntas apariciones -Garabandal o Medjugorge- que siendo cierto que todavía no han sido aprobadas oficialmente, sí merecen al menos como dijo San Pablo "no despreciar la profecía y ser examinadas para sacar lo bueno" (1 Tes. 5,21).
Lo mismo digo de los escritos de Santa Brígida o de la Beata Ana Emmerich, que sitúan en nuestra época hechos muy concretos -y especialmente duros- del libro del Apocalipsis. ¿Debemos evitar prestarles atención?
Y jamás olvidemos que el Señor, que nunca hablaba en vano, nos instó a vivir "con los lomos ceñidos y encendidas las lámparas" (Lc. 12,35)
Nota de Fray Nelson:
Yo no olvido la dimensión apocalíptica, y de hecho predico con la debida frecuencia lo que afirma el Credo sobre el retorno de Cristo como Señor y Juez. Además, no tengo dificultad en admitir la posibilidad, y para mí, la verdad, de lo dicho en Fátima o La Salette. Mis puntos claves, en cambio, son dos: 1. Evitemos la interpretación "por correspondencia de hechos," o sea, el interpretar lo apocalíptico como guión de cine. 2. Recordemos que las profecías son condicionales y no anuncios fatalistas ineluctables.
Gracias por escribir.
?Y por qué hay ya que tomarlas como profecías? Es que ya sabemos que la Iglesia se va a pronunciar favorablemente sobre Medjugorge? Es la fidelidad a la Iglesia o a Luis Lopez lo que es loable? La verdad a mi parroco lo tienen frito todos estos seguidores de profecias que proliferan como setas ahora, los idolatras de las profecias: el mas asiduo de la parroquia, alguna monja de la congregacion, y unos cuantos mas, estan convencidos de que el proximo papa sera el anticristo, por unos avisos de una geta profetisa que circula por internet. Mejor quedarse corto de profecias que seguir con estos cuentos infumables y tan contagiosos entre los idolatras; el nuevo Baal.
Nota de Fray Nelson: En general, estoy de acuerdo con tu advertencia, Oscar, aunque quizás no con tu tono. Y debo comentar que lo que citas entre comillas no es mío sino de este comentario de Luis López.
Que el Señor va a venir va a venir de eso no hay duda, insisto en esto de la gran tragedia y esta nos incumbe a cada uno de nosotros, pues debemos evangelizar sin descansar a nuestros hermanos, pidamos a nuestro Señor la gracia de acometer esta gran obra de misericordia hacia nuestros hermanos que se fueron de la amistad con Dios.
Nota de Fray Nelson: En cuanto son exhortaciones a la conversión, a que tomemos a Dios en serio, bienvenidos sean esos mensajes, aunque muy a menudo "non constat de supernaturalitate." El punto es que muchos de esos profetas, con o sin comillas, se acostumbran a ser tomados como "boca de Dios" y les traiciona su deseo de auditorio y de importancia, además de otras prebendas en términos de prestigio, trato e incluso riqueza. En todo caso, mi post alude a las presunciones de información escatológica.
Quizá sea bueno que matice, Padre, de lo contrario no hace más que adherirse a un mero punto de vista que, en la gran mayoría de los casos, rebaja el cristianismo a una inmanencia vital, cuya esperanza se encuentra como encallada el hombre («vivamos la Fe», «tengamos una experiencia con Cristo», «sintamos el amor de Dios», «unámonos de las manos y vivamos la experiencia cristiana», etc).
La confianza que una gran cantidad de católicos (sacerdotes y obispos incluidos) deposita en teólogos heterodoxos, con el fin de encontrar respuestas tibias a los complejísimos problemas que nos aquejan hoy en día («siempre han habido guerras», «siempre han habido terremotos», «siempre han habido apostasías», etc), ha logrado herir en lo más íntimo la Esperanza cristiana, terminando por vaciar de contenido la escatología. ¿Qué sacerdote, obispo o teólogo habla del Anticristo o del falso Profeta en los términos en los cuales se referían los Santos Doctores?
Toda profecía es oscura; sin embargo estas se esclarecen en la medida en que se acerca su cumplimiento, de donde se sigue que no podemos interpretar las profecías como si fueran un guión de cine, pero sí podemos -y debemos- estar atentos a los acontecimientos: Que hemos terminado un siglo en donde hubieron guerras y conflictos sin precedentes, es cosa evidentísima. Que los Estados, ONGs y otras instituciones (católicas inclusive: La cismática Conferencia Episcopal Alemana) promueven el asesinato de inocentes, el genocidio más grande y atroz de toda la historia de la humanidad, es otra cosa ciertísima. Que hay una apostasía generalizada es cosa clarísima, no sólo en aquellos que hace años dejaron de asistir a la Santa Misa, sino también en los católicos (obispos y sacerdotes inclusive) que cambiaron su Fe por absurdos. Que el veneno está en las venas mismas de la Iglesia, también es cosa ciertísima, hecho que, por lo demás, fue denunciado por San Pío X cien años atrás.
Que el Papa renunció en medio del año de la Fe y de los festejos por el Concilio, y con una Encíclica escrita y sin publicar, es otra cosa que debiese preocuparnos, no sólo porque se trata de un gesto sin precedentes, sino porque el hecho mismo da lugar a una infinidad de hipótesis, lo cual inevitablemente posibilita el surgimiento de profetas -y pseudoprofetas-, de videntes -y pseudovidentes- que anuncian catástrofes -con o sin razón- en el Nombre del Señor o de la Virgen Madre de Dios, trayendo más confusión al Pueblo de Dios. ¿Acaso no se trata de otro signo?. No obstante ello, hay muchos que alaban a Benedicto XVI por lo que hizo, algunos incluso llegan a hablar de un acto de virtud heróica. Pero curiosamente se trata de los mismos que alababan a Juan Pablo II por no renunciar, pese a sus problemas de salud (otro acto de virtud heróica). El principio de no contradicción dejó de existir en las mentes de muchos, y eso es más que un signo suficiente para darse cuenta de que algo está pasando.
Yo estoy perplejo. Y más perplejo quedo con la liviandad con que se tratan estos temas.
Nota de Fray Nelson: Supongo que lo de la liviandad lo dices refiriéndote a otros autores o lugares porque has visto, en mi caso, el análisis y la seriedad que preceden a mi opinión. Sobre el veneno en las venas de la Iglesia, creo que es un modo extremo de decir las cosas, porque esa metáfora da a entender que es irremediable el mal, y no es así.
No veo contradicción en que distintas personas, en distintas circunstancias de sus vidas, y de la vida de la Iglesia tomen distintas decisiones. Lee esto de Bruno Moreno.
Sí son condicionales las profecías, incluyendo la Encarnación, en la medida en que el sí voluntario era necesario. Donde entra una voluntad entra un margen de libertad más allá de lo condicionado. Por supuesto, un imposible "no" no haría imposible la obra de la salvación de otro modo o camino, porque tampoco Dios está condicionado.
Nota de Fray Nelson: Pido que nos ciñamos al tema de este post.
Nota de Fray Nelson: Garabandal ha recibido desaprobación expresa del Obispo, en su calidad de Ordinario del Lugar [en], y tal desaprobación no ha sido levantada, cambiada, o invalidada por instancia superior. En lo que a mi concierne, Garabandal no es argumento que sume nada.
He escuchado con atención el video y me gustado mucho, en especial cómo ha explicado lo de la "
Interpretación de correspondencia".
Me ha despistado bastante, cómo ha despachado lo del "chip". Me explico:
a/Sin una búsqueda exaustiva, he encontrado esto: http://fundacion-eticotaku.org/2012/04/27/estados-unidos-pretende-finalmente-implantar-el-polemico-microchip-obligatorio-para-acceder-al-futuro-sistema-de-salud/ Al parecer, se ha rechazado.
b/El problema es: Que se ha intentado y que la tecnología existe; no es ciencia ficción -de hecho se utiliza en mascotas y otros-, luego se puede intentar de nuevo y utilizarlo.
c/¿Tiene algo que ver con El Apocalipsis, 13/16.17?
d/La pregunta, por si lo intentan de nuevo -tal vez absurda; pues La Iglesia nos daría las pautas; pero como hay tanto falso profeta, aún dentro de ella (Caso Pagola, Masiá...)- es: ¿Debe negarse el católico a tal implante? O es mejor, esperar a llegar a ese puente, para intentar pasarlo. Aún así, prefiero quedarme con lo que escribe Vd.: "Es más correcto y sano leer el Apocalipsis, y toda literatura de su tono, como una invitación perpetua a la conversión y la esperanza".
Gracias y disculpe por lo extenso del mensaje.
Nota de Fray Nelson: Observa, José Ignacio, que la línea de argumentación es la misma: suponer que la "marca grabada o tallada" (xaragma) equivale a "algo" que ha sido "implantado" es ya forzar las palabras, y la única razón por la que se fuerzan es porque se quiere hacer corresponder el texto con una realidad que se supone que estaría sucediendo en nuestra época. No niego el texto sagrado, Dios me libre, sino que afirmo que buscar esa clase de correspondencias no ayuda a entender ni a aplicar lo que el texto quiere decirnos.
Otro asunto es que suelen ser los " intelectualizados" los que necesitan más conversión que los sencillos.
El Papa, este y los anteriores dicen otras cosas más profundas sobre las apariciones marianas y los profetas. El CVII también.
Lo que dice la Biblia, antiguo y nuevo testamento es exactamente lo contrario de lo que nuestros "naturalizados" pastores se empeñan en convencernos.
Dice la Biblia literalmente:
- Que Dios no hace nada sin anunciarlo antes a sus siervos los profetas.
- Que no se apague el Espíritu y no se desprecien las profecías, ANTES BIEN, que se examine todo y se retenga lo bueno.
- Que en los últimos tiempos el Espíritu se derramará y nuestros niños profetizarán (La Salette, Lourdes, Fatima, Garabandal, Medjugore etc).
- Que el ES anunciará las cosas "que han de venir".
Si quiere Fray Nelson le pongo todas las citas de los Santos Padres Apostólicos y sus interpretaciones sobre el falso pastor, la Apostasía de la Iglesia, el Katejon, el Anticristo etc etc.
Son Padres Apostólicos, santos, doctores y mártires.
No se pueden mezclar profecías de santos, patronos, beatos, místicos y apariciones aprobadas con libros anónimos. Eso no es discernir.
Fatima, la Salette, Lourdes; Akita, la de Nigeria, la Madre de todas las naciones en Holanda etc dicen lo que dicen. Por dejar Garabandal y Medjugore de lado por los tiquismiquis.
Igualmente despreciar a San Francisco de Asís, a San Juan Bosco, a Santa Hildegarda (co patrona de Europa), Santa Brígida (idem), la.beata Emmerick, Santo Padre Pío y cien etc más es cuanto menos temerario.
Porque todo confluye sin contradicción alguna en que ya, aquí y ahora, estamos en una etapa única y especialísima desde la primera venida.
Cisma, apostasía, Papas muertos, antipapas, guerras y castigo tremendo antes del "Triunfo de los Sagrados Corazones" ... todo confluye y concuerda.
Yo que no he perdido el juicio prefiero hacer caso a Jesús y sus consejos "examinad los signos de los tiempos", y a su Santísima Madre y sus apariciones certificadas por la Iglesia que a todo ese clero empeñado en ponerle remendos y palos en las ruedas al Espíritu Santo.
Rezaré por la conversión de los sacerdotes que es en lo que más énfasis ponen las apariciones.
Quizás por eso molesten tanto....
Nota de Fray Nelson: Catholicus, usas demasiadas comillas irónicas. ¿Quieres decir qué parte de mi video o del texto que le acompaña corresponde a una falsa sabiduría (gnosis), o a una tendencia "intelectualizada" o "naturalizada"? ¿En dónde desprecio yo a los santos, místicos o beatos?
Mi propósito es bien sencillo: 1. Evitemos la interpretación "por correspondencia de hechos," o sea, el interpretar lo apocalíptico como guión de cine. 2. Recordemos que las profecías son condicionales y no anuncios fatalistas ineluctables.
Al final queda simplemente la impresión de que tenías que hacer unos cuantos disparos, y aprovechaste mi video y mi texto para despacharte contra unos enemigos que te dañan la paz, la digestión o el descanso de la noche.
Eso sí: gracias por las oraciones.
- pero, me gustaría que detallara un poco cómo podríamos entender "el fin de los tiempos" sin una interpretación que usted ha llamado de correspondencia.
Gracias
Nota de Fray Nelson: Una vez que se ven los límites de la "interpretación por correspondencia" uno se da cuenta que es bastante incierto fijar el punto del "comienzo de los dolores" (véase Mateo 24,8).
De hecho, si uno lee ese capítulo 24 de San Mateo, se da cuenta que persecución, dificultades, catástrofes, y muchos otros elementos acompañan todo el proceso, y se dan antes de ese "comienzo" y después de ese "comienzo." En ese sentido, parece más sano lo que muchos Padres de la Iglesia han entendido leyendo el capítulo 1 de Hebreos: los tiempos últimos son ya estos tiempos nuestros. O también lo que dice San Juan: "Hijitos, es la última hora, y así como oísteis que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos; por eso sabemos que es la última hora" (1 Juan 2,18). Con un texto como ese es claro que poner líneas definidas en la historia humana, para decir que "ahora sí" son los tiempos últimos de los últimos, va más en la opinión o interés de las personas que en el designio mismo de Dios.
Nota de Fray Nelson: Hablar de "aparición" supone que se ha dado algo sobrenatural. En la medida en que se dice que no consta el origen sobrenatural, la aparición en cuanto aparición no es aprobada. Lo cual significa que el origen de todo lo que allí se diga, incluyendo la supuesta profecía de los cuatro papas, es, en el mejor de los casos, de origen puramente humano.
Unas precisiones: Hay profecías condicionales y profecías que son decretos. Lo que ocurre es que Dios en su sabiduría a veces no muestra su intención última.
Esto:
" Sí son condicionales las profecías, incluyendo la Encarnación, en la medida en que el sí voluntario era necesario"
María estaba predestinada desde el principio a ser Madre de Dios. Era un decreto. Su "fiat" obviamente estaba predestinado igualmente, lo que en nada merma su libertad. Sabe usted mejor que yo lo que es una gracia eficaz.
Dicho eso, las "profecías" de castigo se toman como condicionales porque Dios no quiere castigar y siempre hay lugar para el arrepentimiento. En teoría al menos.
Ahora bien, puede revisar el Catecismo. En cada Padre Nuestro pedimos fundamentalmente que se acelere la Segunda Venida, lo cual necesariamente implica que la Iglesia debe pasar por una Pascua igual a la de su Señor previamente, es decir ser "aniquilada" aparentemente, para luego resurgir gloriosamente. No puede haber una cosa sin la otra por decreto. Pero el martirio no se debe mirar como "castigo" sino como la mayor gracia posible.
Sobre Garabandal yo pensaba como usted, pero le recomiendo encarecidamente que se baje el libro en pdf "se fue con prisas a la montaña" y ya verá como se queda... como me quedé yo al ver tantos y tan claros testimonios de la vergüenza que fue la "comisión" que encargó el obispo aquel.
Royo Marín nada menos, los jesuitas de Comillas, Padre Pío, Madre Teresa y clarísimamente JPII (hay un testimonio directo indudable) creían en su verdad.
Por cierto, el reciente Obispo Mn Osoro tiene una carta abierta en la red dirigida a Conchita, que puede usted leer, y donde dice lo mismo que otro obispo: que él cree que hay que rehacer la investigación. Lo dice claramente. Es decir que reconoce lo vergonzoso de aquella otra (esto lo digo yo obviamente).
Luego están de nuevo las señales y signos, claro "idioma" de Dios según la Biblia, que no es fácil siempre interpretar pero que hay que "meditar y guardar en el corazón":
- El rayo sobre San Pedro. (Biblia y profecías)
- El meteorito (varias apariciones) sobre Rusia (Fatima y otros)
- La prueba nuclear de Corea (china). Profecías de místicos, santos y biblia.
Todo eso concentrado el mismo día de la renuncia de Su Santidad. Por no hablar de la gaviota que atacó a la paloma de la Paz del Papa y el terremoto de Roma.
Nosotros no debemos hablar el lenguaje del mundo, ni menos de los medios. Debemos, aun en el misterio y error, hablar en el lenguaje con que parece hablarnos el cielo.
Sencillamente es masivo, por todos lados y completamente convergente.
Muy de acuerdo con usted en no dejarse llevar por "el guión de cine", es más importante el kairós, pero también es cierto que es indispensable tener clara al menos una cuestión de sucesión cronológica advertida por Ntro. Señor:
Antes de su aparición debe venir el Anticristo.. "que nadie os engañe", porque caerán muchos como moscas al confundir al otro con el uno.
Ahí sí hace falta algo de guión.
Dios le bendiga. Le busco los links a lo citado.
Nota de Fray Nelson: Catholicus, te pido que no tomes este blog como plataforma para lanzar tus ataques a lo que consideras "oficialismo que se nos impone antievangélicamente." Con el debido respeto: lleva tus batallas a tus espacios, allí donde puedas identificar a quiénes deseas denunciar o corregir, y por qué motivos.
En cuanto a Garabandal, yo sigo el criterio de apoyarme en lo que está vigente. ¿Que habrá una nueva investigación? En buena hora, si así lo estima conveniente quien tiene la autoridad para hacerlo. Entre tanto, yo me rijo, y difundo, y tomo como argumento lo que está vigente. Así que no deseo convertir esta entrada de blog en una discusión sobre Garabandal ni es este el espacio para multiplicar enlaces sobre lo sucedido allí.
Por otro lado, son dos cosas bien distintas: desear el retorno del Señor y predicar lo que se anda diciendo sobre el Fin de los Tiempos. Como he dicho reiteradamente, mis puntos claves son dos: 1. Evitemos la interpretación "por correspondencia de hechos," o sea, el interpretar lo apocalíptico como guión de cine. 2. Recordemos que las profecías son condicionales y no anuncios fatalistas ineluctables. Esto vale también para el caso, único, de la predestinación de María, por cuanto en esa predestinación se incluye el acto libre y voluntario de ella, y exactamente eso es lo que quiero decir con que no son anuncios "fatalistas."
Y otro favor: no nos apresuremos a ver cincidencias, ni evidencia masiva. Para un ejemplo, ofrezco este enlace de un estudio sobre el rayo del 11 de Febrero de 2013 [en].
Por favor, no tenga respetos humanos y no obvie lo que Nuestra Madre pide. Los fieles sabemos ayunar y sacrificarnos, créaselo. Tan solo hace falta que nuestros santos sacerdotes nos lo recuerden.
Olvídense de "los que no van a venir" y preocúpense de los que sí quieren ir.
Nota de Fray Nelson: Catholicus, tus recomendaciones hacen presunciones sobre mi vida y mi servicio de predicación. Convendría que me conocieras mucho más, para saber qué predico, qué recomiendo y cómo lo hago. Por si acaso, mi página web es fraynelson.com. Entenderás que nuevos comentarios tuyos sobre cómo debo ser yo no necesariamente serán publicados. Esto digo sin dejar de agradecer la oración que tantos, incluyéndote, hacen por nosotros los sacerdotes.
Que vivimos un cambio de época es evidente. Y un cambio peligrosísimo, porque desde que existe el cristianismo nunca hasta ahora se había presentado lo malo como bueno y como un derecho amparado hasta en las leyes de tantos países, no de uno solo. Nunca. No hace falta citar ejemplos que todos conocemos.
¿ Profecías condicionadas ? Algunas sí, podrían evitarse con un sincero arrepentimiento general. En ese caso, más que profecías me parecen advertencias.
Lo malo, Fray Nelson, es que no veo signos de arrepentimiento a nivel mundial. Y, francamente, me parece una situación como para empezar a temblar, porque Dios Padre no consentirá que el sacrificio de su Hijo en la Cruz sea inútil ni que se implante definitivamente el poder de las tinieblas, contra el que nos alerta San Pablo en Ef 6,12
Nota de Fray Nelson: En general estoy de acuerdo contigo. Por eso también he publicado hace poco este video. ¿Hay que ver en ello un "cambio de época"? Quizás lo podrán juzgar con mayor acierto los que vengan después de nosotros.
1. La dia y hora del fin nadie la sabe, es como el morir hay que estar alerta para cuando llegue el momento, lo que se sabe es que los católicos que hayan de vivir ese momento al tener que enfrentarse directamente al Anticristo sabrán que la Parusia ha llegado en ese momento, a partir de ahí lo único que valdrá es mantener la Fe y los evangelios sinópticos pasaran a un segundo plano y el único texto sagrado que cuente será el Evangelio de la Esperanza, que es el Apocalipsis de San Juan.
2. Cada generación de católicos lo que si vive son typos de los ultimos días. Sabemos que en la Parusia el Papa solo podrá apoyarse en el Pueblo de Dios, no ha de extrañarnos viendo lo que es la Curia; el Anticristo será un a-nomos (¿Cuantas personas conocemos que se jactan de no seguir ninguna regla?); caerá fuego del cielo, es decir bombas nucleares, la semana pasada Pyongyang amenaza con un ataque nuclear preventivo; la Bestia marcara a sus esclavos, a dia de hoy la revolucion de las TiCs permiten un control sobre el individuo nunca visto, ¿La marca será un Codigo de barras digital?
Los cristianos asesinados por Nerón lucharon contra un hombre no contra el demonio, pero ello no impide que se hicieran una idea de la repulsa que los14400 deberán vivir.
Asimismo Joaquín de Fiore indicaba que en los ultimos tiempos pasaremos a la Edad del Espíritu Santo en donde la jerarquía eclesiástica desaparecerá y los católicos llevaran una vida de monjes y no me extraña, se esta desnaturalizando de tal manera la familia que en Occidente ya no compensa casarse, y todo lo que ocurre aqui acaba llegando al resto del planeta.
Por otra parte llegara un dia en que solo se dejaran ejercer derechos jurídicos a aquellos marcados por la Bestia, entre dichos derechos véase el matrimonio.
Yo personalmente no haga caso a ninguna aparición, seamos serios por favor.
Nota de Fray Nelson: Sugiero que no le hagas caso al hereje Joaquín de Fiore, y su heterodoxa teología de la historia.
Por otro lado, sí que estoy de acuerdo con lo que escribiste: "Cada generación de católicos lo que si vive son typos de los últimos días."
Y por último decirte que no veo pérdida de seriedad en creer la verdad de las apariciones de Fátima o de Lourdes.
Me imagino, pues, que su fe y esperanza en la Parusía (con todo lo que ello implica) es condicional, como condicional tendría que ser su fe y esperanza en lo que el Espíritu Santo REVELÓ que acontecerá. ¿O hay profecías que no son condicionales?
Meditar en los atributos divinos podría ayudar a comprender la insensatez que implica siquiera pensar, que Dios pueda revelar algo que acontecerá en el futuro, sobretodo si es para nuestro consuelo en medio de la situación; y que ese mismo hecho, sea falible. ¿Qué Fe ameritan las palabras de Jesucristo, si puede que no se cumplan? Una vez más, el simple y sencillo sentido común aquí está fallando. El principio de no contradicción.
Por lo mismo, Padre, le pido que matice. Una cosa es decir que las profecías son condicionales (la escatología cristiana), por cuanto el tiempo de su cumplimiento puede adelantarse o alejarse en la medida en que el mundo se acerque o se aleje de Dios; y otra bien distinta es afirmar existe una posibilidad de que estas no se cumplan, porque son condicionales, y sobretodo porque, según su opinión, no estamos en los últimos tiempos.
Un discurso parecido al de las profecías condicionales ha llevado a los pseudoteólogos (y a sus alumnos) a decir que ninguna profecía se cumplió con Jesucristo: que fueron los evangelistas, especialmente Mateo, quienes intentaron hacer coincidir lo que había sido anunciado con la vida de Jesucristo, llegando incluso a inventar cosas de su vida para acomodarla a los textos del Antiguo Testamento. Este es tan sólo uno de los amargos frutos que trae consigo el apartarse de la Esperanza cristiana, el vaciar de contenido la profecía.
Nota de Fray Nelson: He explicado lo que entiendo por condicional: es, por una parte, lo opuesto al fatalismo; por otra, significa que implica la voluntad humana. No estoy eliminando profecías, ni parusía, ni el hecho de que este mundo pasará. Yo no he dicho que existe la posibilidad de que no se cumplan. Lo mío lo expresaste bien en estas palabras tuyas: "decir que las profecías son condicionales (la escatología cristiana), por cuanto el tiempo de su cumplimiento puede adelantarse o alejarse en la medida en que el mundo se acerque o se aleje de Dios." Así que puedes sosegarte. Y para otra ocasión: menos ironía, hombre, que bien amado y estudiado tengo al querido Tomás.
Nota de Fray Nelson: Catholicus, ¿respiras? ¡Catholicus... Catholicus...! ¡Responde!
Nota de Fray Nelson: Yo no creo que "vamos" al final de los tiempos, yo creo que ese final ya empezó en el siglo I, como lo enseña la Primera Carta de Juan.
Nota de Fray Nelson: 1. El hecho de que haya muchos opositores lamentablemente eficaces en contra de la fe (anticristos) no quita la posibilidad sino que la prepara, posibilidad de nuevos enemigos mayores y aún más eficaces en confundir y engañar. Alguno, especialmente perverso, estando cercana ya la segunda venida de Cristo, corresponde a lo que interpreta Torres-Amat.
2. La multiplicación de autores no significa que deba la Iglesia multiplicar las condenas de doctrinas erróneas, cuando se ve que se las puede agrupar en categorías suficientemente claras.
Nota de Fray Nelson: Yo no predico miedo. Ni miedo a que venga ni miedo a que no venga por ahora sino después. Por otro lado, es fácil hacer listas de males. Es buen ejercicio hacerlas para otros siglos distintos del nuestro. ¡Te llevas más de una sorpresa!
Dios le bendiga.
La Iglesia, en cuanto Cuerpo de Cristo, debe padecer, lo mismo que Nuestro Señor DEBIÓ padecer, para luego triunfar sobre la muerte (Palabra de Dios). Este es el núcleo de la esperanza cristiana. El martirio es el acto humano que glorifica más a Dios, por cuanto el martirizado derrama su sangre por Amor a Cristo, siguiendo sus mismos pasos. Pero el martirio no sería posible sin los perseguidores. Tampoco sería de un mérito extraordinario conservar la fe en tiempos donde la herejía se predica desde las sedes episcopales. No sería de una virtud fuera de lo común conservar la esperanza estando inmersos en un mundo caótico. Clamar a Jesucristo en medio de una catástrofe, suplicándole que vuelva pronto, tampoco podría darse si no se tuviera una esperanza firmísima en las promesas evangélicas. Etc. De donde se sigue que el fatalismo que usted percibe en las profecías escatólogicas tiene que ver con el enfoque que usted le da, el cual -insisto- vacía de contenido el mensaje profético, máxime si tergiversa o confunde relevaciones absurdas con profecías canónicas y otras que, aunque sean privadas, debiesen recibir un mínimo de respeto por parte de quien sea se llame católico.
Como usted ha admitido que las profecías se cumplirán infaliblemente, aunque el tiempo en el cual se verifique sea condicional, haría falta, por último, interpretar los acontecimientos que han marcado los últimos decenios a la luz de lo que nos dicen las profecías, pero me queda claro que usted no estará de acuerdo con ello por dos motivos: 1. Porque siempre han habido problemas, y la humanidad y la Iglesia -para usted- siempre han estado igual. 2. Porque para encontrar algo de correspondencia con los sucesos de los últimos decenios, tendría que darle una lectura a las profecías tipo «guión de cine» (como dice usted), aunque haya sido revelado para nuestra esperanza. Lo primero no es más que un intento de bajarle el perfil al desastre actual. Lo segundo no se condice con la Fe en el cumplimiento de lo anunciado por el Señor, siquiera en el esclarecimiento de la profecía en la medida en que se acerca su cumplimiento, hecho que por lo demás se encuentra en la misma Revelación: en ella consta que piadosas personas (Simeón, Zacarías, etc.) y los Apóstoles veían el cumplimiento de las profecías en Jesucristo («...Y se acordaron que estaba escrito...», en la Biblia, no en un guión de cine), a pesar de su incredulidad en la prueba.
Los tiempos no están para apaciguar los ánimos. Muchos de nosotros solemos ser tan tibios, que la mera negación de un hecho evidente por parte de un sacerdote nos insta a utilizarlo como justificación para seguir obrando igual y no convertirnos. La predicación, pues, lejos de rebajarla a un tibio consuelo, debiese tener espectantes y sobrios (que no asustados) a todos los católicos. Menos festejos y aplausos por el Papa, la nueva evangelización y el concilio, y más penitencia, penitencia y penitencia, que sólo esto podrá alejar lo que se tarde o temprano llegará.
Nota de Fray Nelson: 1. Las profecías que son propias del depósito de la fe se cumplirán ciertamente, no de modo fatalista ni al margen de las voluntades humanas, sino con ese ritmo extraño de la Providencia divina que, siendo soberana, no destruye sino que hace posible la libertad verdadera de cada hombre y cada mujer.
2. ¿Habrá persecuciones? Ya las hay. Las habrá peores, algunas, y menos graves, otras. Lo que toca interpretar, hermano, y en eso diferimos, no es el tiempo, en cuanto meses o años, sino cómo están los corazones. Yo no he dicho que la Iglesia siempre haya estado igual. No me pongas palabras que no he dicho. Y por supuesto, no me pongas en el bando de los que "tranquilizan." Dale un vistazo o un "oidazo" a mis predicaciones y verás que no es así, y Dios me libre de caer en palabras complacientes.
Y sigue viva mi alma gracias a santos sacerdotes como usted, que nos dan la vida sacramental.
Una visión de Wojtila al hilo de su última nota:
“Estamos ahora ante la confrontación histórica más grande que los siglos jamás han conocido. Estamos ante la lucha final entre la Iglesia y la anti-Iglesia; entre el Evangelio y el anti-Evangelio. No creo que el ancho círculo de la Iglesia estadounidense ni el extenso círculo de la Iglesia universal se den clara cuenta de ello. Pero es una lucha que descansa dentro de los planes de la Divina Providencia, y es un reto que la Iglesia entera tiene que aceptar” (Wall Street Journal, noviembre 1978).
Cualquier parecido con el Catecismo 675 y 677 no debe ser casualidad pues lo firmó él :-)
P.d: No te preocupes Victoria María - precioso nombre- que me defiendo solo bastante bien. A veces hasta demasiado :-). pero gracias!
Nota de Fray Nelson: El punto es cuánto dura ese "ahora," del que opinó (era sólo su opinión) Karol Wojtila en 1978. En 2013 llevamos 25 años de ese "ahora." La Carta a los Hebreos habla de un "hoy" que ya se ha prolongado unos dos mil años. Deducir de un texto de 1978 que los acontecimientos de 25 años después están cobijados por la misma profecía no está prohibido pero fíjate que ya te pone en la ruta de lo que yo, y tantos otros, proponemos: estamos en los últimos tiempos desde la época de los apóstoles. Por supuesto, ello nos llama a estar atentos y a vivir en la fidelidad, el fervor y la evangelización... siempre. Cuando lean esto dentro de doscientos o más años, dirán: "Oye, hay que aumentar el fervor" ¡y tendrán razón!
Fíjese que le responde a Ricardo con que no predica "miedo".
Lea por favor Catecismo 2817, lo que hacemos en el Padre Nuestro es pedir por acelerar la Parusía. Es eso!
y:
2818 En la Oración del Señor, se trata principalmente de la venida final del Reino de Dios por medio del retorno de Cristo (cf Tt 2, 13)
Pues como un cristiano puede tener miedo de lo que Cristo nos enseñó a pedir?.
Si estamos de verdad enamorados de Cristo, queremos su Venida y verle ya aquí y ahora, pase lo que pase, como cualquier enamorado ciego de Amor.
Otra cosa es imperfección por apego al mundo...
Dicho esto, reconozco que yo también tiemblo un poco al leer el Apocalipsis :-)
Nota de Fray Nelson: Repites lo mío. No entiendo bien el servicio de este nuevo comentario tuyo. Por supuesto que no predico miedo. Por supuesto que suspiro por el retorno del Amado Cristo. Ello, sin embargo, no impide que me forme una opinión sobre si es o no razonable y fiel a la enseñanza de la Iglesia leer lo apocalíptico en clave de correspondencia.
Tiene toda la lógica. Cristo advierte que primero vendrá la apostasía, necesaria para la venida y engaño del Anticristo. Pero es que habrá además un "falso pastor" según el Apocalipsis.
En definitiva, el horror, desengaño, herejías, perdida de fe etc etc todo lo que les rodee será sombrío. La Iglesia "visible" en las catacumbas.
Su única esperanza lógica: aferrarse a las profecías.
Lúcido Castellani.
Nota de Fray Nelson: ¿Y qué dice Castellani de la Sagrada Escritura, los sacramentos, la caridad fraterna, los convertidos, en esas horas difíciles? Eso de aferrarse como "única forma" a las profecías, dando a entender además que las profecías son como un cuerpo compacto, como si fueran una "Biblia para la última hora" tiene muy mal aspecto...
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Supongo que lo que dice la Biblia:
- la Caridad se habrá enfriado en aquellos días, se matarán los hombres entre ellos.
- Como la apsotasía será masiva y la mayoría de fieles, engañados, seguirán al Anticristo ("si no se acortan los tiempos") ya puede imaginar que los "sacramentos" serán profanados, no serán tales y toda "abominación de la desolación" será introducida en la Casa de Dios - no me regañe que esto lo escriben los Padres de la Iglesia -.
- Todo eso debe ser más o menos así, si no no sería la "Gran Tirbulación" anunciada por el Señor. No dice tribulacioncita, sino Gran Tribulación... "como no la ha habido desde el Principio"
Por todo eso dice el Catecismo que la prueba de fe para los fieles será terrible.
No parece que en esos días estemos con conversos ni nuevos evangelizados...
Y sí, tiene un aspecto fatal, en eso creo que estamos todos de acuerdo :-).
La Esperanza estará en ese prometido "Triunfo del Inmaculado Corazón" en Fátima, o el Reino del Sagrado Corazón, o el esplendor de la Nueva Iglesia de Emmerick, o los Nuevos cielos y Nueva Tierra...etc etc que todo eso vendrá rápido y de improviso, porque todos confiamos en la promesa del Señor de que "se acortarán los tiempos" en atención a los elegidos.
Esas profecías serán alimento de Esperanza para esos "pocos" años de tinieblas.
Insisto que tiene mucha lógica...
P,d: Sobre el "ahora" de hace dos posts, mi visión es que el siglo XX es el Siglo de Fátima. Ahí se condensa todo desde una visión sobrenatural. Ya sé que los "eruditos" estaban en otras cosas y en otras teologías y hasta despreciaban esos avisos de Dios como cosas de viejas piadosillas, pero es que yo me muevo internamente en esos términos. Un siglo desde un gran anuncio no es mucho tiempo, cuando consideramos que tantos doctores y santos cifran en 7000 años la historia humana hasta el fin. Estamos casi al 6000 según calendario judío. A saber...
Nota de Fray Nelson: No me expliqué o no me entendiste. Yo no preguntaba sobre una opinión general de Castellani sobre la Biblia; mi inquietud surge de que me llama la atención ese presentar a "las profecías" (como si fueran un grupo compacto, unificado interiormente) como única esperanza. ¿Y es que ala Biblia, el conjunto de la Biblia y no sólo lo apocalíptico, va a dejar de dar esperanza en aquellas horas difíciles?
Difiero de ti en cuanto a conversos y nuevos evangelizados. Un portal como Religión en Libertad presenta cada día testimonios y testimonios de cómo Dios se ha hecho presente en muchas vidas, a menudo haciendo portentos y maravillas. Tu afirmación: "No parece que en esos días estemos con conversos ni nuevos evangelizados..." puede ser gravemente injusta.
Pero creo que el tema puede dejarse ya en este punto.
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