(434) Nominalismos neomodernistas
Personalistas y neoteólogos minusvaloran, por abstracta, la universalidad del conocimiento intelectual, y prefieren la experiencia estética privada de lo sensible, (como Hans Urs von Balthasar), sometiendo el entendimiento al singular concreto y subordinando la ley eterna a la situación existencial e histórica, como hace Amoris laetitia.
El neomodernismo sustituye el conocimiento intelectual por el conocimiento sensible.
El subjetivismo personalista reemplaza la doctrina clásica de la abstracción por la experiencia singular concreta, a la manera de los nominalistas. Y en este sentido, transmuta los conceptos universales en teorizaciones subjetivistas. Degenerando siempre, aunque se niegue, en solipsismo liberal.
La tesis dominante en la teología actual es la que afirma que los conceptos universales son inadecuados para expresar la verdad, y por eso hay que acudir a conceptos particulares y subjetivos, transmitidos no por vía escolástica y docente, sino sólo por mero testimonio personal.
Por ello es norma general, en la actualidad, evangelizar por “dialogo” e intercomunicación de testimonios subjetivos y no por exposición objetiva de nociones universales. La fe, de esta manera, ya no consiste en creer, sino en experimentar privadamente, sentir en particular, intercambiar experiencias religosas propias e intransferibles. Es una falsificación del verdadero testimonio cristiano, instrumentalizado para servir de alternativa espuria de la predicación, con objeto de hacer viable el pluralismo teológico moderado posconciliar. Condenan el relativismo como conclusión, pero aplauden el pluralismo moderado, que es su premisa.