(499) Modernidad y catolicismo son contrarios
Texto 9
«Por último queremos hacer notar que el personalismo nunca se enfrenta a la modernidad como si estuviera fuera de ella porque, aunque está entroncado con la filosofía clásica, es una filosofía moderna que nace, en concreto, en el siglo XX» (J.M. BURGOS, El personalismo, Madrid, Palabra, 2000, pág. 194).
Comentario crítico:
9.1, queremos hacer notar.— Se agradece que en el texto se quiera hacer notar, esto es, manifestar con claridad, lo que es el personalismo.
9.2, el personalismo nunca se enfrenta a la modernidad como si estuviera fuera de ella.— La idiosincrasia personalista es cronológicamente moderna, esto es, reciente, novedosa en la Iglesia, no tradicional; y axiológicamente moderna, pues comparte algunos, no todos, de los valores esenciales del mundo moderno; persigue un aggiornamento, una actualización del catolicismo respecto de la Modernidad, que siempre será problemática. Porque la esencia de la Modernidad, que es el culto personal y público a la persona, es incompatible con la esencia del catolicismo, que es el culto personal y público a Dios Uno y Trino.
Por esto es lógico, demasiado lógico que, para no enfrentarse con lo moderno, el personalismo modere los elementos antimodernos del catolicismo, y se autorreduzca, por ejemplo haciéndose “aconfesional", abandonando el derecho natural por los derechos humanos subjetivos, sembrando sospechas sobre la escolástica, relativizando el concepto de alma, etc.
Por tanto, si el personalismo no se enfrenta a la Modernidad es en detrimento de los derechos de Cristo. Se ignora la doctrina social y política antimoderna de Cristo Rey, tal y como la enseña el magisterio antimodernista y se opta por las constituciones liberales postrevolucionarias.
9.3, aunque está entroncado con la filosofía clásica.— La palabra entroncado, utilizada de manera rigurosa, debe dar a entender que el personalismo es una rama del pensamiento clásico, pero no es el caso; pues esta escuela es, por confesión de parte, moderna, si bien moderadamente (no está de acuerdo con todo); pero no se puede surgir de un tronco clásico y al mismo tiempo surgir de un tronco anticlásico.
No es cierto, por tanto, que entronque con el pensamiento clásico, pues el personalismo parte de un axioma centralísimo: la acción precede al ser, que es el axioma opuesto al axioma clásico, que dice que el ser precede a la acción.
9.4, “es” una filosofía moderna.— Se entiende que no sólo cronológicamente, sino también axiológicamente, aunque en parte; tiene una valoración positiva en general de la Modernidad, si bien no le da un cheque en blanco. Cree poder domesticar al Leviatán liberal.
Por eso, es filosofía “moderadamente” moderna. El problema es que, si es filosofía moderna, contiene principios y nociones esenciales del numen reciente: dignidad preadámica (independiente de la dignidad moral); sobrevaloración del cuerpo; minusvaloración del alma en pos de una vaga dimensión espiritual; maximización un tanto escéptica de la experiencia subjetiva; autodeterminación; primacía de la acción sobre el ser; prevalencia de la voluntad sobre el entendimiento; irenismo epistemológico; negación de los universales escolásticos; oposición entre verdad lógica y verdad ontológica, etc.
A menudo se le hará necesario sustituir una parte de los fundamentos del catolicismo tradicional, por una parte de los fundamentos del pensamiento reciente; con lo cual se produce un híbrido intelectual del que poco se puede esperar, salvo confusión.
12 comentarios
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A.G.:
Ecuanimidad significa imparcialidad. Respecto de la Modernidad, que es anticristiana en sus elementos esenciales, no se puede ser imparcial, sino estar de parte de Cristo.
La civilización reciente, antropocéntrica y liberal, de la que forma parte el personalismo, se opone al cristianismo, y se ve en las recientes legislaciones, en las recientes ideologías, en las recientes concepciones de la vida personal, familiar, social y política.
Syllabus error LXXX: "El Romano Pontífice puede y debe reconciliarse y transigir con el progreso, con el liberalismo y con la moderna civilización"
El objetante había invocado las ideas, en realidad no magisteriales, de Ratzinger / Benedicto XVI.
Pero es que contra el Syllabus Ratzinger opone, también con toda razón, la constitución pastoral Gaudium et Spes sobre la Iglesia en el mundo moderno que, junto con la declaración Dignitatis humanae sobre la libertad religiosa, realizaron la reconciliación y transacción oficiales de la Iglesia con el progreso, el liberalismo y la moderna civilización:
"El texto de Gaudium et spes desempeña el papel de un contra-Syllabus en la medida en que representa una tentativa de reconciliación oficial de la Iglesia con el mundo tal y como se presentaba desde 1789" (Ratzinger, Teoría de los principios teológicos, ed. Herder, Barcelona, 1985).
Reconciliación abrazada sin reservas por los personalistas como Wojtyla / Juan Pablo II y, a su nivel académico, Juan Manuel Burgos.
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A G.
Es más bien parcial, no sin reservas, pues ni el personalismo de Wojtyla ni el de Burgos aceptan todo de la Modernidad. El autor del libro que comento en este post rechaza cosas como el subjetivismo moderno, por ejemplo, pero cree poder utilizar otros elementos.
“Esta cultura ilustrada queda sustancialmente definida por los derechos de la libertad. Se basa en la libertad como un valor fundamental que lo mide todo: la libertad de elección religiosa, que incluye la neutralidad religiosa del Estado; la libertad para expresar la propia opinión, a condición de que no ponga en duda precisamente este principio; el ordenamiento democrático del Estado, es decir, el control parlamentario sobre los organismos estatales; la formación libre de partidos; la independencia de la Justicia; y, finalmente, la tutela de los derechos del hombre y la prohibición de las discriminaciones. […]
Ha sido y es mérito de la Ilustración el haber replanteado estos valores originales del cristianismo y el haber devuelto a la razón su propia voz. El Concilio Vaticano II, en la constitución sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, ha subrayado nuevamente esta profunda correspondencia entre cristianismo e Ilustración, buscando llegar a una verdadera conciliación entre la Iglesia y la modernidad, que es el gran patrimonio que ambas partes deben tutelar” (Subiaco, 1º de abril de 2005).
Antítesis sin paliativos de la proposición condenada LXXX y, en general, del Syllabus en su integridad.
Vaya por delante que lo que voy a exponer puede ser una "burrada" dada mi ignorancia y escasos conocimientos. Solo vislumbro pinceladas del tema.
No hay nada "salvable" del pensamiento moderno?. En el sentido de poder ser "purificado", "reconducido", "iluminado",o la raíz del mismo hace esto imposible.
Según veo yo este tema, nosotros seguimos a al Verbo, la Palabra encarnada, la Verdad revelada en Nuestro Señor Jesucristo. Cuya adhesión es radical y total, no hay otra verdad para el hombre.
Por la razón humana, podemos llegar al conocimiento del mundo. Ese conocimiento lo extraemos de la realidad externa a nosotros.
Eso son los dos canales de conocimiento:la revelación y la razón. Que no se contradicen.
Ahora la cuestión es "estamos hechos para Dios" y como decía San Agustín "estamos inquietos" hasta que no descansamos en El. No es este punto donde se agarra el personalismo?. No lo sé, digo,deduzco.
Aquí entra otra esfera del hombre:el corazón.
Tal vez el problema se encuentra en el desplazamiento de la búsqueda de la verdad dentro de uno mismo, cambiando el eje hacia el hombre. Además las experiencias personales valen para uno mismo, no dejan de ser subjetivas.
Que es la modernidad....? las cosas no son lo que son, sino lo que uno quieren que sean. Este ES EL GIRO. Giro dado ya desde el Renacimiento, y esto no para desde aquella,hasta hoy, donde el hombre marca y pone las pautas.
Pero vuelvo a preguntar, es posible encontrar dentro del personalismo aspectos que puedan ser útiles de MANERA OBJETIVA.?.
Disculpe lo tosco del comentario, y lo poco ordenado en el pensar. Pero aunque no hablemos de personas concretas, referencia para muchos, es evidente que les hemos leído y nos hemos formado con ellos, y ellos están influenciados por esta tendencia filosofíca:el personalismo.
Y todo es ósmosis. Por lo cual si todo es pernicioso, la cosa es harto complicada de desbrozar.
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A G.:
En el personalismo hay cosas buenas y malas, siendo muy difícil distinguirlas. En esencia, desustancia a la persona y siembra el escepticismo experiencialista moderno en la mente católica.
Peter Henrici, jesuita suizo, filósofo personalista (en concreto blondeliano), profesor en la Universidad Gregoriana (1960-1993) y obispo auxiliar de Coira, Suiza (1993-2007), afirmó en 2003:
“En mi opinión Blondel es el filósofo del Vaticano II, en particular por su convicción de que hay una verdadera compenetración entre las realidades terrenales y la gracia divina. La modernidad no es un adversario que haya que combatir, sino una vía de acceso al cristianismo.”
La modernidad no es un adversario que haya que combatir, sino una vía de acceso al cristianismo .....
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A G.:
Blondel es modernista, sin duda, y ha hecho un daño enorme, siendo de Lubac su principal difusor.
Para estar a la altura de las filosofías modernas, el cristianismo secularizado en forma de personalismo hubo de incorporar elementos modernos que se alejaban o rompían con la doctrina tradicional católica. Ocurrió lo mismo con el americanismo, que fue una adaptación del catolicismo a los ideales y valores estadounidenses, con el objetivo de que los católicos fueran integrados en la sociedad y la política de Estados Unidos y los protestantes abandonaran la idea de que los católicos no eran buenos y verdaderos estadounidenses, pues debían obediencia y lealtad al Papa antes que al gobierno de Estados Unidos. Fue una estrategia política que marcó la aceptación de la libertad religiosa por la Iglesia Católica.
Burgos dice que el personalismo nació para ofrecer una alternativa al “individualismo” y al “colectivismo”. En la segunda categoría incluye al marxismo y al nazismo/fascismo, y la primera cabría esperar que la identificara con el liberalismo, pero no es así, ya que la reduce al egocentrismo o al capitalismo salvaje. Esto implica que el personalismo no se opone al liberalismo y, por tanto, a la modernidad.
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A.G.:
El personalismo en general se opone al liberalismo de primer y segundo grado, pero al aceptar presupuestos esenciales de la Modernidad, cae en un liberalismo moderado. Tampoco es eficaz su lucha contra el individualismo, pues su apelación comunitaria no logra superar el subjetivismo moderno aunque intenta vencerlo.
Me parece que mientras no exista una disputa honesta sobre las ideas que se han propagado al interior de la Iglesia en los últimos 100 años, con nombre y apellido, no vamos a poder revertir la crisis, que es principalmente doctrinal.
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A.G.:
Ciertamente hace falta un debate honesto sobre esto. Pienso que los añadidos personalistas en textos magisteriales, como pasa con Amoris laetitia, simplemente no son magisterio. Son sólo reflexiones privadas incluidas en textos magisteriales.
Me gustaría que me aclarase un poco el concepto de “dignidad preadámica”.
Gracias
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A.G.:
Gracias. Dignidad preadámica es la que se atribuye al ser humano sin tener en cuenta que por la Caída se ha hecho enemigo de Dios e inmundo a sus ojos. Esto es, una dignidad natural al margen del desorden original y de la indignidad moral en la que incurre por el pecado.
Mi consulta es la siguiente: ¿qué debo entender por la frase clásica "acto de ser"?
esta frase me da a entender que "primero es el acto y luego el ser"
pero me parece que "primero es el ser y luego el acto." puesto que primero debo existir para poder realizar acciones.
por favor, le pido que me aclare la duda.
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A.G.:
El ser es acto y la esencia es potencia. Cuando la esencia, que es como un vaso, por así decir, recibe el ser y lo limita, también recibe su actualidad; entonces, como efecto, se produce la existencia.
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A.G.
Opino que no se trata de falibilidad sino, simplemente, de opiniones privadas introducidas en textos magisteriales
Creo que es un error atrincherarse en el pasado y, también, lanzarse de forma acrítica en los brazos de la modernidad.
A mí me ha dado mucha luz en este sentido, tanto el magisterio de Juan Pablo ll, como el de Benedicto XVI.
A este respecto me gustaría recordar el siguiente texto de la encíclica Fides et Ratio de Juan Pablo II:
"La fecunda relación entre filosofía y palabra de Dios se manifiesta también en la decidida búsqueda realizada por pensadores más recientes, entre los cuales deseo mencionar, por lo que se refiere al ámbito occidental, a personalidades como John Henry Newman, Antonio Rosmini, Jacques Maritain, Étienne Gilson, Edith Stein y, por lo que atañe al oriental, a estudiosos de la categoría de Vladimir S. Soloviov, Pavel A. Florenskij, Petr J. Caadaev, Vladimir N. Losskij. Obviamente, al referirnos a estos autores, junto a los cuales podrían citarse otros nombres, no trato de avalar ningún aspecto de su pensamiento, sino sólo proponer ejemplos significativos de un camino de búsqueda filosófica que ha obtenido considerables beneficios de la confrontación con los datos de la fe. Una cosa es cierta: prestar atención al itinerario espiritual de estos maestros ayudará, sin duda alguna, al progreso en la búsqueda de la verdad y en la aplicación de los resultados alcanzados al servicio del hombre. Es de esperar que esta gran tradición filosófico-teológica encuentre hoy y en el futuro continuadores y cultivadores para el bien de la Iglesia y de la humanidad".
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A.G.:
Del extremo malo, esto es, del error, hay que huir. Más aún cuando se mezcla con verdades. Por eso es muy importante extremar la prudencia y poner en suspenso toda doctrina que no esté arraigada en la tradición y sustentada en Santo Tomás.
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