(481) Pecado y situación irregular
Paráfrasis 1
«Para entender de manera adecuada por qué es posible y necesario un discernimiento especial en algunas situaciones llamadas “irregulares"» (Amoris laetitia, n. 301)
Es habitual en la teología moral contemporánea sustituir el concepto de pecado por el término más convencional de situación irregular. La nueva expresión, sin embargo, no es neutra. Es un término de procedencia administrativista, que añade la semántica del convencionalismo a los conceptos morales.
De esta manera, una norma es convencional cuando es independiente del orden moral, y está fundamentada en un convenio consensuado o pacto local o costumbre mayoritaria, o incluso en la sola voluntad del legislador.
Su infracción, por regla general, no supone culpa moral sino mera sanción administrativa. La infracción de la “norma” de no adulterar, por ejemplo, bajo este punto de vista, no constituiría pecado, sino sólo situación irregular en el ordenamiento administrativo.
Frente a la concepción sub specie aeternitatis del numen tradicional, el convencionalismo administrativista en teología, interpreta los preceptos de la ley moral como si fueran parte de un reglamento de orden interno, establecido arbitrariamente por la autoridad humana. La vinculación con el orden del ser deja de ser necesaria, porque el sentido de las normas es sólo funcional y procede de un pacto de voluntades, no de la esencia de las cosas ni mucho menos de la Revelación divina.
En consecuencia, reinterpreta la ley moral como ley meramente penal, o lo que es lo mismo, como norma directiva de carácter corporativo, cuya activación depende del compromiso de la conciencia subjetiva y no de la naturaleza de lo mandado.
Hablar, por eso, de la transgresión de los Mandamientos divinos como de infracciones administrativas de una mera ley penal, es decir, de «aquella cuyo quebrantamiento no supondría culpa moral alguna (aunque sí jurídica)» (Antonio ROYO MARÍN, Teología moral para seglares, BAC, Madrid 1957, p. 122) supone un rasgo de administrativismo teológico.
Sabemos que toda ley verdadera y legítima, en cuanto reflejo de la ley eterna, «establece un vínculo moral que nadie puede sustraerle, y obliga, por consiguiente, en conciencia a su cumplimiento» (Íbid., p.125.) El pensamiento tradicional católico nos enseña que «no pueden admitirse leyes meramente penales cuando se trate de verdaderas leyes», (Íbid., p.125.) porque el legislador no puede ignorar la naturaleza de las cosas y separar el orden jurídico del orden moral mediante convenciones normativas.
Por eso, si queremos recuperar un sentido auténticamente católico de la ley moral, debemos descartar expresiones como situación irregular para hablar del pecado. Porque confunde gravemente, y conduce a pensar que el pecado no es un estado de condenación moral, sino sólo una excepción minoritaria, una circunstancia especial del ordenamiento general.
Situación irregular, por tanto, suena a hechizo lingüístico moderno. A transmutación terminológica, de esas cuyo objetivo, en la revolución cultural contemporánea, es cambiar la naturaleza de las cosas. Un recurso más de la goecia posmoderna.
7 comentarios
-Un orden convencional arbitrario administrativo.
Este enfoque sería una mera regulación de los actos morales con un enfoque buenista y "buenrollista".
-Un orden objetivo que obedece a una ley eterna de naturaleza intelectual.
En este caso de lo que se trata es de hacer un acto de voluntad para cumplir cuanto antes la norma y salir de la situación de pecado.
Pero en ambos casos, me parece a mí, que se trata de algo externo que no toca a la interioridad del corazón.
En el primer caso se amputa la responsabilidad y en el segundo se corre el riesgo de la neurosis de culpa.
Hablar con expresiones tan blandas como "situación irregular" y otras parecidas tiene un efecto parecido al paciente que tiene un cancer de pulmón y sale de la consulta del médico con la idea de que tiene una bronquitis y necesita un jarabe para la tos. Sale muy tranquilo, pero la enfermedad seguirá su curso y le matará.
La única esperanza de curación es un diagnóstico explícito y un trtamiento enérgico.
Ocultar la verdad de las cosas es lo contrario de la misericordia, es un abuso. Perjudica sobre todo al débil y al ignorante, aquel "hermano débil en la fe por el cual Cristo murió", como decía San Pablo.
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A.G.:
Muy bien expuesto. Como bien dice, la única solución es un diagnóstico explícito. Gracias.
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A.G.:
Muy cierto. Gracias por su comentario. Es así.
Ojala me ayude a entenderlo. Gracias y saludos.
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A.G.:
Yo creo que es por falta de fe en la eficacia de la gracia. Si uno no confía en la soberanía de Dios, desespera de poder salir del pecado.
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A.G.:
En el Reino de los Cielos, la autoridad, que es Dios mismo, dará a cada uno lo que le corresponde. Dios castiga con justicia a los malos y premia a los buenos.
Lo irregular trae irregularidad hasta el fondo.
Debemos dejar la idea que lo que hacemos son meros pecadillos
He leído varias veces este post y ahora le comento que el sector que promueve este sofismo "irregular", el es que mas intenta manipular la conciencia. parece que para un sentido aboga a la subjetividad pero por otro sentido la intenta anular y su pensamiento lo propone como norma general mandatorio y obligatoria, so pena de excomunión y criminalización si no se somete..
muchas gracias don Alonso...
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