(437) Más doctrina de la gracia
Dios no es causa directa ni indirecta del pecado.
El hombre es causa segunda del acto físico del pecado.
La voluntad libre es verdadera causa segunda subordinada de todo el bien que lleva a cabo. Por tanto, nada puede como causa primera, que es Dios.
Dios es causa primera de todo lo bueno, tanto común como individual.
El amor divino es causa del bien que perfecciona.
Los grados de perfección entre personas refieren diversos grados de amor de Dios, que ama a unos más que a otros y en diferente medida perfecciona.
Dios no reparte sus gracias por igual entre todos. Sin hacer arbitraria acepción de personas, tiene amor de predilección por unos más que por otros. Y a los que más ama, más perfecciona.
Nadie se condena por falta de gracias, sino por su propia culpa y merecidamente.
Bajo el influjo de la gracia eficaz la voluntad permanece dueña de su poder de elección, pudiendo optar por un bien distinto de aquel al que la gracia la mueve.
Dios quiere que todo el mundo se salve (Cf. 1 Tim 2, 4), por eso a todos da gracias en verdad suficientes para poder salvarse. Pero el hombre caído busca redención en sí mismo, en lugar de en Quien trae la verdad y la gracia (Cf. Jn 1, 17), rechazando el proyecto de justificación.
No todo es gracia, porque no toda obra buena requiere de ella. El orden natural no está totalmente destruido, contra la opinión protestante. El hombre, en su actual estado, puede realizar algunas obras moralmente buenas sin el auxilio de la gracia, aunque no sin ser movido creaturalmente por Dios, con su concurso divino. Ningún bien, por tanto, puede el hombre hacer sin que Dios le mueva, sea sobrenaturalmente, sea creaturalmente. Y como todo bien es intercedido por Nuestro Señor, sin Él no podemos hacer nada (Cf. Jn 15, 5).
El hombre adámico podría realizar la obra saludable con la gracia que Dios le da para que pueda hacerla. Pero al no querer, por el pecado, esa gracia es dada para nada, siendo un gran don que acaba desperdiciado por la obstinación.
Actúa la gracia eficaz sin crear necesidad, causando el buen y libérrimo obrar (Cf. Trento ses. 6ª, cap. XIII).
Dios niega o concede, cuando así lo estima justo y conveniente según su providencia y divina voluntad, un don infaliblemente mayor para vencer la resistencia adámica, de forma que la voluntad humana consienta libremente sin dejar de poder optar. Y este gran don es la gracia eficaz.
126 comentarios
_______
A.G.:
Nadie, nadie se condena por falta de gracias. A todos ama y a todos quiere salvar y a todos da gracias suficientes. Pero al permitir el pecado, consiguientemente, debe castigar a los malos y hacer justicia.
Está en sintonía con lo que vienes publicando acerca del "personalismo".
_________
A.G.:
No sabría decirle, tendría que leer con detenimiento dicho artículo.
1. Cuando habla de "concurso divino", lo entiende como premoción, ¿no?
2. ¿Y cómo puede concebirse la gracia suficiente respecto de un niño muerto sin bautismo?
Gracias.
________
A.G.:
La moción natural, o concurso divino, es en efecto una forma de premoción en el orden de las criaturas, por la que la causa primera mueve las causas segundas según la virtud de cada una de ella.
La segunda pregunta no puedo contestársela, tendría que estudiar el tema.
1) "Tiene amor de predilección por unos más que por otros" eso pocos lo predican. Ojalá fuese difundido más.
2) Tengo una duda, "El hombre es causa segunda del acto físico del pecado". ¿Es Dios la causa primera del acto físico?
_________
A.G.:
Así pienso yo, que esto debe volver a ser predicado.
El hombre en efecto es causa segunda del acto físico del pecado, y Dios causa primera. Ojo, del acto físico, no del pecado en cuanto pecado, no de la maldad, no del torcimiento de la voluntad, no de la pecaminosidad. De eso se encarga en exclusiva el hombre. Lo que pasa es que, si Dios decide permitir el pecado, para ello tiene que conservar la vida y los movimientos de los pecadores el tiempo que estime conveniente. Por eso, en un plano físico, Dios sigue conservando la vida del hombre, aunque le deje a él solo la maldad de la voluntad.
Si soy un elegido ( hipotéticamente ) que diferencia habría entre George soros y yo ? Por qué a mí y no a el ? Digo por que ya me imagino lo que piensan ustedes de el y coincido este sujeto se va a ir de este mundo como vivió , no parece que vaya a cambiar, y a parte el debe ser lo que es por que Dios tantas gracias no le habrá dado......
Hasta acá dejo el comentario no voy a extenderme tanto , si el tema se vuelve más interesante de lo que está ahora quizá agregué algo más. Saludos.
_________
A.G.:
La Iglesia siempre ha enseñado que no debemos presumir que estamos entre los elegidos, porque es vana presunción y lleva a descuidar la propia salvación. Lo que sí debemos es tener en cuenta lo que se llaman signos de predestinación. Si los hallamos en nuestra vida, es que vamos por buen camino. Si no, debemos cambiar de vida urgentemente y no tomarnos nuestra salvación con ligereza, como si fuera un juego intelectual, porque nos jugamos ir al infierno y tener un destino desastroso.
Estos signos de predestinación que nos indican si vamos por buen camino son, por ejemplo, el estar en estado de gracia, no en estado de pecado mortal; la devoción eucarística, el espíritu de oración, el amor a la Santísima Virgen, entre otros. Cuanto esto falta en nuestra vida, es probable que vayamos camino de la perdición, porque faltan señales de predestinación.
Así que si uno reconoce que estos signos faltan en su vida, debe pedir ayuda a Dios para cambiar ràpidamente, porque al igual que el humo indica que hay fuego, la falta de estos signos indica que va por mal camino.
En primer lugar Dios ama a unos más que a otros, sí, pero también según se mire, porque Dios ama infinitamente a todos y cada uno, aunque haya creado vasos pequeños y tinajas grandes que desde nuestro punto de vista contienen más o menos amor, pero que de hecho pueden estar todos llenos a rebosar, además de que Dios puede "estirarlos" si es necesario.
Es decir, no veo la necesidad de fijarse para comparar en el tamaño del recipiente, sino en la posibilidad de la plenitud hasta rebosar del amor infinito de Dios, plenitud que se puede dar sea cual sea su tamaño. Y eso es lo que quiere de cada uno, que no queden vacíos de Dios por llenar.
No me gusta el planteamiento de buscar signos de "predestinación", creo que es érroneo asentarse en un terreno tan resbaladizo. Otra cosa es seguir los consejos del Evangelio y de la Iglesia y asentar nuestra vida en esos pivotes firmes: Pedid y recibiréis, Ahí tienes a tu madre, Haced lo que Él os diga, Sin mí no podéis hacer nada...etc.
La iniciativa siempre es de Dios, pero la aceptación aquí y ahora es tuya, no está determinada de antemano por ningún destino fatalista,
En mi opinión y lo diré en verso ripioso:
"Tanto si el planteamiento determinista es ateo como si es teo, lo aconsejable es mandarlo a paseo."
_________
A.G:
No hay determinismo ni fatalismo. La Iglesia, desde tiempos inmemoriales, ha alentado a sus fieles a atender a estos signos para discernir su vida.
La aceptación también es de Dios, como causa primera, y del hombre,como causa segunda subordinada.
Añadiendo a la respuesta de Alonso.
Primero, efectivamente, si vienes hasta aquí es por causa-lidad. Cristo lo deja muy claro: «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y Yo le resucitaré el último día» (Jn 6, 44)
Segundo. ¿Cuál es la razón por la que Dios elige a algunos y no a otros? Hasta donde sé, no hay respuesta Magisterial de la Iglesia. Sin embargo, el más grande doctor de la Iglesia, recomendando cientos de veces por el Magisterio, santo Tomás de Aquino, responde así:
«La razón de esto está en la voluntad divina. Por eso, en Super Ioannem dice Agustín: "¿Por qué a éste? ¿Por qué no a aquél? No quieras juzgarlo si no quieres equivocarte".
También en los seres naturales sucede algo semejante, ya que en la materia prima, que es toda uniforme, se puede determinar por qué una de sus partes ha recibido forma de fuego y otra forma de tierra desde que Dios la creó: es decir, para que hubiera diversidad de especies en las cosas naturales. Pero por qué esta parte tiene una forma y aquella parte otra, depende de la simple voluntad divina. Lo mismo que de la voluntad del arquitecto depende que esta piedra esté en esta parte de la pared y aquélla en la otra, aun cuando la razón de arte estime que unas tengan que estar aquí y otras allí.
Sin embargo, aun cuando Dios no trate igual a quienes son iguales, no por eso hay iniquidad en Él. De ser así, se opondría a la razón de justicia si el efecto de la predestinación fuera pago de la deuda y no don de la gracia. En lo que se da por gracia, alguien puede dar libremente lo que quiera, o más o menos, mientras no deje de dar lo debido a quien le toque y no haya detrimento de la justicia. Esto es lo que dice el padre de familia en Mateo 20,14s.: "Toma lo tuyo y márchate. ¿Acaso no puedo hacer con lo mío lo que quiero?"».
(STh I, q. 23, a. 5, ad 3)
Podemos considerar aceptable, inaceptable, creíble, no creíble, etc lo que dice el Aquino; pero la cuestión central es, si esto es verdad o no es verdad.
Tercero. Soros habrá recibido las gracias suficientes para apartarse del mal y obrar el bien: «Fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito» (1 Cor 10, 13). Por ende, si cometió el mal, es por su culpa, porque, aunque esto mismo haya sido permitido por Dios, la causa primera del acto voluntario del pecado es la criatura, y no Dios. La iniquidad que hacemos lo obramos nosotros y viene de nosotros. El bien que hacemos lo obramos nosotros y viene de Dios.
__________
A.G.:
Muy bien explicado. Buen añadimiento.
Me parece muy bien que la primera causa de todo sea Dios, eso se da por sentado. Pero eso no quita para dejar bien claro que no estamos determinados y que el consejo es que sigamos esas indicaciones y que veamos si las estamos siguiendo, no "buscar signos", lo cual se presta a interpretaciones deterministas y fatalistas.
Me alegro de que diga que no hay determinación ni fatalismo, pero precisamente se trata de evitar el peligro de que alguien crea que lo hay.
"Este es mi Hijo amado. Escuchadle" "Pedid y recibiréis" "Ahí tienes a tu Madre" "Haced lo que Él os diga"...etc son apelaciones a nuestra conciencia e indicaciones para nuestra actitud y conducta aquí y ahora, no signos que tengamos que buscar en nuestro pasado para hacer cábalas sobre cuál parece que va a ser nuestro futuro.
Me parece el enfoque más prudente. En todo caso no es mi intención molestar.
Bendiciones.
_________
A.G.:
No hay que buscar nada en el pasado, solo ver si uno se preocupa por estar en gracia, comulgar, amar a la Santísima Virgen, etc. Porque esto indica que uno va por buen camino.
La predestinación incluye los actos libres, como expone el Catecismo, por tanto no hay determinismo, que es lo contrario de la libertad. Predestinación significa sencillamente que hay una causa primera, y que no es el hombre, que no es un dios autocausado sino sólo causa segunda subordinada.
El hombre adámico podría realizar la obra saludable con la gracia que Dios le da para que pueda hacerla. Pero al no querer, por el pecado, esa gracia es dada para nada, siendo un gran don que acaba desperdiciado por la obstinación.
-----------------------------------
Ecclesiam
Soros habrá recibido las gracias suficientes para apartarse del mal y obrar el bien: «Fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito» (1 Cor 10, 13).
-------------------------------------
Las dos afirmaciones parecen contradictorias. Si para el obrar es necesario el querer y la creatura no tiene el querer como consecuencia del pecado y el querer solo lo da Dios, entonces no tiene el modo de obrar.
__________
A.G.:
Si no quiere la gracia, Dios no va a obligarle a que la quiera. Porque debe ser libre. El pecado es lo mismo que no querer la gracia. El pecado aparta de Dios, que no deja de mandar gracias que son despreciadas voluntariamente.Quien peca elige el mal.
San Luis María de Montfort, por ejemplo, dice:
«La devoción a la Santísima Virgen es necesaria para la salvación, y que así como es señal infalible de reprobación -según lo han reconocido el mismo Ecolampadio y otros herejes- el no tener estima y amor a la Santísima Virgen, del mismo modo es signo infalible de predestinación el consagrarse a Ella y ser devoto suyo en verdad y plenitud total».
(Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, 40)
Y san Luis Mª de Montfort es de los santos del calibre de san Francisco Javier y san Vicente Ferrer; grandes predicadores que por la gracia de Dios obraron poderosas y perseverantes conversiones a la santa fe. La región de la Vendée fue predicada por san Luis, por ejemplo, y por eso durante la revolución francesa allí se encontraban los católicos más fervorosos, aún tras casi un siglo de haber muerto este santo.
Además, perdóneme Don Alonso, la afirmación: "Si no quiere la gracia, Dios no va a obligarle a que la quiera. Porque debe ser libre".
En mi opinión resulta problemática con esta otra: "Para que la voluntad acepte la gracia, necesita de la gracia. La gracia da el acto libre saludable del hombre. Cuanta más gracia, más libertad, más autenticidad, por así decirlo. (...) Para que la voluntad rechace la gracia, es decir, para abusar de la libertad, se basa a sí sola". Respuesta en "(436) Subjetivismo en la doctrina de la gracia".
No es necesario que Dios obligue a nada desde el momento en que la concesión de la gracia eficaz conduce a la salvación siendo ésta libremente aceptada por la creatura.
Las dos cuestiones son ¿Se salvan aquellos a quienes Dios decide dar los medios reales y efectivos para ello y se condenan aquellos a quienes Dios no se los da?
Si la salvación depende de la gracia que es otorgada según la providencia y divina voluntad, entonces ¿Cómo se entiende que "La Iglesia siempre ha enseñado que no debemos presumir que estamos entre los elegidos, porque es vana presunción y lleva a descuidar la propia salvación"?:
Es obvio que nadie puede presumir de estar salvo pero ¿No se entiende que dada la gracia eficaz ésta nunca va ser resistida? Si es así la propia salvación no va a ser descuidada.
_________
A.G.:
Dios no abandona a nadie, es el hombre quien abandona a Dios. Cuando el ser humano rechaza la ayuda divina, Dios, con toda justicia, puede negarle como castigo las gracias eficaces que, ojo, ya fueron rechazadas con el pecado. Porque el pecado es eso, rechazar la ayuda de Dios.
Sin embargo, aun cuando Dios no trate igual a quienes son iguales, no por eso hay iniquidad en Él. De ser así, se opondría a la razón de justicia si el efecto de la predestinación fuera pago de la deuda y no don de la gracia. En lo que se da por gracia, alguien puede dar libremente lo que quiera, o más o menos, mientras no deje de dar lo debido a quien le toque y no haya detrimento de la justicia. Esto es lo que dice el padre de familia en Mateo 20,14s.: "Toma lo tuyo y márchate. ¿Acaso no puedo hacer con lo mío lo que quiero?"».
-------------------------------
Soy un absoluto ignorante sobre estas cuestiones pero no creo que alguna vez haya podido estar en cuestión que las gracias concedidas por Dios sean pago de ninguna deuda. El problema es trasladar a la dimensión vivencial de la creatura las aseveraciones dogmáticas soteriológicas y que resulten inteligibles, porque Dios es padre no un ser oscuro y arcano. Y esa paternidad es una paternidad inteligible, entendida humanamente, por analogía con la humana.
A saber: Dios ama a todos y quiere que todos se salven. Luego no es solo que Dios da lo que quiere, sino que Dios da lo que quiere y es bueno.
Luego, no está en cuestión la afirmación: " mientras no deje de dar lo debido a quien le toque y no haya detrimento de la justicia", perfecta desde un punto de vista formal, sino que la pregunta es cómo se interpreta eso en el caso concreto sabiendo de la paternidad divina, la dependencia de la creatura respecto del Padre o el amor y la misericordia divinas. Y que además no contraríe a la lógica.
________
A.G.:
Dios no abandona si no es abandonado primero. El pecado es un rechazo del auxilio divino y la autoglorificación del hombre. Dios quiere que todos se salven y a todos da la gracia que necesitan para poder, en verdad, salvarse. El problema es que el hombre al pecar no quiere salvarse, quiere pecar, quiere rechazar a Dios.
Exacto, pudiendo optar por un bien distinto, pero no haciéndolo nunca de hecho, por eso se llama "gracia eficaz".
Saludos cordiales.
_________
A.G.:
Así es. Está conectada infaliblemente con el consentimiento.
Si Dios nos ha elegido, ha sido por su inmensa Bondad, nada más. No porque seamos buenos, sino para que lo seamos. Y así puede haber elegido incluso a Soros, que mientras hay vida hay esperanza, como vemos en el caso del Buen Ladrón.
Pero es dogma de fe que nadie, sin revelación divina especial, puede tener certeza de su propia elección y predestinación (menos todavía de las de los demás, obviamente, salvo cuando la Iglesia canoniza a un santo).
Saludos cordiales.
«Si alguno dijese que el libre albedrío, movido y puesto en acción por Dios, no puede cooperar por asentimiento a la llamada de Dios, ni disentir si así lo desea» (Can. IV)
Si el libre arbitrio desea disentir, así lo hace.
Por eso se da la gracia para que el libre arbitrio no quiera disentir, sino que quiera consentir. Y así, con la gracia eficaz, el libre arbitrio,pPudiendo rechazar la gracia, no quiere rechazar, porque se da la gracia para que no quiera rechazar la gracia.
Eso coincide con Orange II: «el querer ser limpios se hace en nosotros por infusión y operación sobre nosotros del Espíritu Santo»
Por eso, el querer consentir a la gracia «se hace en nosotros por infusión y operación sobre nosotros del Espíritu Santo».
Si no lo aceptamos así, se pone en contradicción la declaración infalible de Orange II con la de Trento.
Hay que interpretar Trento bajo la hermenéutica de la continuidad, no de la ruptura.
“Se ha objetado a la tesis tomista que destruye la libertad como el calvinismo, en cuanto conduce a sostener que el libre albedrío, movido y excitado por Dios, no puede resistir; lo cual es precisamente la tesis de los reformadores, condenados por el Concilio de Trento, que define (sess. VI, canon IV) “Si quis dixerit, liberum arbitrium a Deo motum et excitatum nihil cooperari assentiendo Deo excitanti atque vocanti... neque posse dissentire si velit, sed velut inanime quoddam nihil omnino agere, mereque passive se habere, anathema sit” (Dz, 814). Esta objeción y otras semejantes fueron hechas a San Agustín por los pelagianos y semipelagianos. A menudo Santo Tomás las ha citado y resuelto (I, q. XIX, a. 8; q. CV, a. 4; I-II, q. X, a. 4, etc.). Los tomistas responden que el Concilio de Trento no ha querido, ciertamente, condenar la doctrina de la gracia intrínsecamente eficaz, ni la de la premoción física, como netamente lo han declarado Benedicto XIV y Clemente XII. Pablo V había declarado también, al final de las congregaciones De auxiliis, el 28 de agosto de 1607: “Sententia Patrum praedicatorum plurimum differt a Calvino: dicunt enim praedicatores gratiam non destruere, sed perficere liberum arbitrium, et eam vim habere, ut homo operetur juxta modum suum, id est libere”. Esta decisión de Pablo V fue luego confirmada por decreto de Benedicto XIV el 13 de julio de 1748. Además, entre los Padres del Concilio había muchos tomistas; uno de ellos, Domingo de Soto, hasta trabajó en la redacción de los cánones. Asimismo, es muy probable que los Padres del Concilio en el susodicho canon hablen de una moción divina intrínsecamente eficaz, pues de ella hablaba Lutero cuando decía que era inconciliable con el libre albedrío. El pensamiento de los conciliares, por consiguiente, es más bien que la moción intrínseca e infaliblemente eficaz no destruye el libre albedrío, pues, aunque el hombre no resista a ella de hecho, conserva la potencia de resistirla; "remanet potentia ad oppositum", como comúnmente dicen los tomistas” (La predestinación de los santos y la gracia, pp. 369-370).
Simplemente está claro lo que quiere decir que si lo desea puede disentir en vez de consentir.
Una gracia actual en unos casos se rechaza y en otros se acepta según el libre albedrío.
Si no se resiste la gracia actual, serâ eficaz y si se rechaza no lo será.
Y la gracia del impulso a desear aceptarla igualmente puede resistirse.
Si Trento quisiera decir lo mismo que Báñez lo habría dicho, pero no dice eso. Lo habría formulado así y no de la forma en que lo hace.
Y si afirmas en un juicio general que puede resistirse eso es incompatible con asegurar q nunca se ha resistido ni jamás se resistirá de hecho en ningún caso. Solo puedes decir que esa remota posibilidad existe.
Así que lo que decís estará muy bien pero no tengo por qué creerlo porque no es doctrina infalible. Y no me parece que sea tan rotundamente anticalvinista y antijansenista como lo que dice Trento.
________
A.G.:
Es de sentido común, y de fe, que si la gracia es eficaz, lo será hoy, y lo será mañana, y lo será siempre. Las promesas de Dios son irrevocables. De lo contrario, no sería eficaz. Dios con su gracia es eficaz y siempre lo será.
Y yo también. Pero no dice lo que uds quieren que diga. Si hace falta repetimos.
_____
A.G.:
Su error es presuponer que porque de hecho no se vaya a rechazar, implique una necesidad o un determinismo. Sin embargo, a diferencia de la opinión protestante, la doctrina católica enseña que una gracia puede ser eficaz y al mismo tiempo no violentar la libertad, sino antes bien activarla. Y esto es verdad de fe y de razón. Porque es contradictorio pensar que si Dios, como enseña Trento (s. 6,c.13), CAUSA la obra buena, al mismo tiempo pueda no causarla. Si Dios causa, siempre que causa, causa. Y nunca se va a producir que Dios cause y al mismo tiempo no cause. Por eso, aunque puede no causar, cuando causa es infalible que lo hace.
Que algo no vaya a ocurrir no tiene por qué deberse a que produzca una necesidad determinista, como Ud. tal vez suponga erróneamente. Sino a la eficacia del causante, esto es Dios. Porque si Dios es eficaz, no puede ser eficaz y al mismo tiempo ineficaz. La gracia es eficaz siempre, de lo contrario no sería eficaz.
Si Ud. reconoció en el post anterior que la eficacia de la gracia es intrínseca, lo razonable es que ahora reconozca también que dicha eficacia no puede darse al mismo tiempo que la ineficacia. Por tanto, si la gracia es eficaz, lo será ahora, y también en el futuro, que es lo que se afirma. Porque Dios no va a ser eficaz hoy pero no mañana, a no ser que Ud. crea que la eficacia de la gracia depende de la voluntad, y no es intrínseca, desdiciéndose de sus comentarios anteriores.
"Los tomistas, considerando que el acto libre, como todo acto, es especificado por su objeto, dicen como el Concilio de Trento: "bajo la moción divina eficaz, la voluntad conserva la potencia de resistir; puede resistir, si lo quiere, pero bajo la gracia eficaz no lo quiere nunca, como Sócrates sentado puede levantarse, pero jamás está al mismo tiempo sentado y de pie".
Para comprender bien esta eficacia de la gracia, que consigue lo que quiere, y lo conseguirá si quiere, sin violentar la libertad, como enseña Trento, sino perfeccionándola, es necesario tener claro dos principios filosóficos: el sentido compuesto, y el sentido dividido. Que Néstor Mártínez ha explicado muy bien en su blog.
En definitiva, como explica Santo Tomás en la Suma, que no tiene nada de jansenista ni de calvinista: "De esto mismo que nada resiste a la voluntad divina, sigúese que no sólo se hagan aquellas cosas que Dios quiere se hagan, sino que también sean hechas contingente o necesariamente las cosas que así quiere lleguen a ser".
A mí me pasa al revés.
El caso es que tenga ud razón o no la tenga y por muy tomistas que sean, no son infalibles y no tengo por qué creer lo que dicen.
En cambio lo que dice Trento lo encuentro muy claro. La gracia actual se puede siempre aceptar o resistir.
No dice que haya un tipo de gracia especial que no se resista nunca de hecho. Otra cosa es que a la gracia actual que no se resiste se le llame eficaz, porque lo es, al no ser rechazada.
Que la gracia que se acepta sea eficaz -y la que se resiste no lo sea - es así porque la voluntad de Dios es que la gracia actual no sea irresistible y se pueda resistir -o no.
Eso no significa que su eficacia esté en la voluntad de aceptarla: su eficacia está en la misma gracia, pero la voluntad que la rechaza impide esa eficacia.
Naturalmente eso pasa porque Dios quiere contar siempre con nuestra posibilidad real de disentir o aceptar de hecho.
Puedo comprender lo que dijo de Garrigou Lagrange y las semillas de eficacia en la gracia suficiente que se acepta. Semillas que se rechazan al resistir la gracia suficiente . Eso lo considero aceptable.
Pero decir que hay un tipo de gracia especial eficaz que nunca se resiste, que Dios se la da a los elegidos predestinados a la salvación y no se la da a los que no elige para la salvación, aunque es necesaria para obrar bien, eso para mí supone declarar insuficiente la gracia suficiente y parecerse al calvinismo y al jansenismo una barbaridad.
Me quedo con Trento. Tal como se lee. Y ningún problema con Orange etc.
Pero el bañecismo no es obligatorio.
Y como sigue sin ser doctrina obligatoria esa explicación por muy tomista que sea, no tengo por qué creerla.
Por supuesto que Santo Tomás no es calvinista ni jansenista, puesto que es muy anterior. Tampoco San Agustín, pero se hartan de citarlo también los jansenistas y calvinistas.
Lo interesante sería saber cómo reaccionarían estos santos al calvinismo y al jansenismo.
Pero en todo caso, la doctrina infalible es la de Trento, sin tener que hacer malabarismos para entender lo que expresa con mucha claridad.
_________
A.G.:
Exactamente, la aceptación de la gracia no puede no ser causada por Dios.
Su error es presuponer que porque de hecho no se vaya a rechazar, implique una necesidad o un determinismo. Sin embargo, a diferencia de la opinión protestante, la doctrina católica enseña que una gracia puede ser eficaz y al mismo tiempo no violentar la libertad, sino antes bien activarla.
-----------------------------
Entonces es deducible que quien no es libre es quien no recibe esa gracia y la especie humana queda dividida en dos: Quienes reciben esa gracia eficaz que conduce a la salvación y quienes no.
Así mismo no es comprensible que quien no recibe esa gracia eficaz, que es la única forma de no resistir la gracia, pueda ser acusado de culpabilidad. Siendo que todo bien procede de Dios, el hombre sin el auxilio de la gracia no puede hacer el bien, y sin auxilio de la gracia eficaz no puede no resistir la gracia.
Para comprender lo que se entiende comunmente por bien y por mal en el orden natural resulta adeuado acudir a los principios del derecho común: como se conceptúa la culpabilidad y la inocencia, los grados de la primera y las figuras del atenuante y el eximente.
En el orden sobrenatural la consideración es que todos somos malos y merecemos el infierno eterno excepto aquellos que, siendo malos, reciben la gracia necesaria para no rechazar la gracia y que serán salvos.
Tampoco es comprensible como puede ser que Dios ame a aquel a quien no da el modo de no resistir la gracia, esto es: la gracia eficaz. Siendo así que su destino es no la muerte natural sino la condenación eterna.
No creo que no haya un solo padre o una madre que no cambiasen el don de recibir esa gracia por el hecho de que sea su hijo quien la reciba. Y viceversa. Y no se trata aquí de un pecado de soberbia y de querer ocupar el lugar de Dios, sino que de esa forma todo se vuelve incomprensible, extraño a la vivencia humana
_________
A.G.:
Dios quiere que todos se salven (Cf. 1 Tim 2, 4). Da gracia suficiente para salvarse. Gracia que es un gran don divino, porque da el poder real y verdadero de aceptar la gracia. Quien no acepta la gracia es porque no le da la gana, debido al pecado. El hombre al pecar resiste la gracia, y esto no es propiamente libertad, sino abuso de libertad. Al abusar de la propia libertad, se abusa de la gracia. El asunto aquí no reside en que la gracia suficiente sea una gracia insuficiente, que no lo es, pues da la real y verdadera capacidad de aceptar la ayuda de Dios. El problema está en la maldad del pecado, que hace vana la gracia recibida y aparta voluntariamente al hombre del auxilio de Dios. Es el poder del mal, frustrar la gracia. Por qué Dios permite esto, es un misterio, pero es un hecho que permite que se le rechace y se elija el mal. La tradición de la Iglesia enseña que permite que su gracia sea rechazada para obtener un bien mayor. Por eso hemos de creer que Dios permite que el hombre no le acepte porque es bueno para el bien común mostrar justicia con los que le niegan.
Puse a soros y a mí en el ejemplo por qué sinceramente para mí, la vida desde que abrí los ojos no tiene sentido si fuera por mí no existiría.... Pero mi deseo no es hacer sufrir a mis seres queridos, por eso pienso y digo para que Dios me creo ? O sea para que creo a un caparazón vacío como yo ? Si yo fuera un elegido eso quiere decir que si no existiera otro hubiese tomado mi lugar ...... Y si no fuera un elegido entonces mi existencia solo seria para sufrir esto me hace acordar al budismo "la vida = sufrimiento" por mí mentalidad le tengo simpatía al budismo sólo eso , es una filosofía bastante coherente sin la existencia de un Dios.
Cuando dicen que todos somos esclavos del pecado me siento como un niño prisionero de guerra privado de libertad , hay montones de niños con hambre en distintas celdas , hay poca comida , viene un soldado a darme la poca comida que queda a mí y no a los demás niños , y acá le preguntaría al soldado por qué a mí y no a ellos ? , Lo mismo con Dios si yo no existiría otro estaría en mi lugar......
La vida no la veo de forma individual , la veo de forma colectiva si estoy bien y los demás no y yo muy feliz no voy a estar que digamos.
Estoy cerca de hacerme católico creo que un poco más y doy el paso adelante. Saludos.
_________
A.G.:
El hombre es libre, pues aunque está herido por el pecado, aún conserva su libertad. Lo que esclaviza es el pecado.
En cuanto a la respuesta que le da, se contradicen vds con lo de la gracia suficiente insuficiente sin el plus de la eficaz.
Lo del misterio está muy bien. Yo también considero que hay un misterio que uds no resuelven con su lógica ni yo con la mía. Solo que el misterio lo destripa inadecuadamente en su último renglón, por el que me alegro enormemente de que Santo Tomás no sea infalible - prefiero no calificarle por pensar de ese modo de Dios y desde luego ese no parece el Dios de Jesús que quiere que todos los hombres se salven, sino que desgraciadamente se parece bastante al de Calvino.
Y me temo que el Dios de Calvino sí que es una razón convincente para el ateísmo.
En cambio yo no encuentro nada lógico lo que dice Federico María, del mismo modo que él no me encuentra lógico a mí.
Que Dios quiera que la gracia actual se pueda resistir de hecho y que solo resulte eficaz cuando se acepte, puede que sea un misterio, efectivamente, pero no atenta en absoluto contra la omnipotencia divina puesto que es Dios, en su omnipotencia, el que lo quiere así.
Dios quiere que todos los hombres se salven con tal de que acepten su gracia para salvarse, pero lo contradictorio sería que no diera a todos esa oportunidad real - no esa falsa oportunidad de una gracia suficiente que no es suficiente y jamás se acepta sin un plus que no les da.
La aceptación de la gracia naturalmente es causada por Dios en tanto en cuanto no se resista la voluntad divina, porque él en su omnipotencia lo ha decidido así. En cuanto a la perfección de Dios me parece a mí que son uds los que le hacen parecer imperfecto, yo no tengo ningún problema por ese lado.
Lo mismo digo de la omnisciencia. El hecho de que Dios lo conozca todo porque para Él todo está presente no contradice la libertad con la que tú eliges libremente el bien o el mal, aceptar la gracia o resistirla. Debe haber algún bien en el libre albedrío, en la capacidad real de elegir, aunque vds no lo vean o lo atribuyan a algo tan absurdo como que sea bueno para el bien común mostrar "justicia" con los que lo niegan, cuando encima se dice que a los que lo niegan no les ha dado el plus que da a los que le aceptan y que sin él no lo aceptarían.
El misterio es que Dios quiera ser amado libremente.
En cuanto a la causa de la aceptación desde luego será Dios, pero solo quiere serlo si nosotros queremos dejarle. Es Él quien lo quiere así en su omnipotencia y sabiduría.
Y si predestinara realmente a las personas, las predestinaría a todas al final a la salvación, puesto que quiere que todos los hombres se salven. Solo que no creo en esto porque las enseñanzas de Jesús y de la Iglesia previenen contra la posibilidad de condenarse y por tanto es real - aunque aplicando la teoría de uds podría ser una opción real y no ocurrir jamás de hecho.
Yo prefiero atenerme a lo que dicen las escrituras y la Iglesia: ante ti pongo la muerte y la vida, elige.
Aunque si se insiste en que nunca se elige de hecho la muerte cuando Dios te da un plus, voy a tener que creer que le da ese plus a todos los seres humanos. Porque el Dios Amor de Jesús es incompatible con el de Calvino.
No sé si puede parecer que me paso, pero no soporto a Calvino y su extraño "Dios", al que no identifico en absoluto con el del Evangelio de Jesucristo. Con Calvino sí que el ateísmo está servido.
2. El Ángel de Luz y todos los ángeles caídos rechazan el proyecto de Dios de la Creación. Para los ángeles caídos no hay Gracia pues la Misericordia y la Justicia de Dios está en el mismo Acto de crear la vida angelical.
3. El pecado es acto de Satanás, es el pecado y el infierno es donde permite Dios que esté fuera de Su Santidad y sin Su Amor eternamente.
4. El hombre no es el pecado es herido en su naturaleza mudable por el pecado que es Satanás. El origen del pecado en el hombre, el hombre viejo.
5. Dios recapitula la Creación en cuanto al género humano que ha sido constituido pecador. La Gracia de Dios es corona de Misericordia y Justicia en la recapitulación: el don de Dios al mundo en la plenitud de los tiempos.
6. El don de Dios al mundo es desde Adán al último hombre, el Alfa y el Omega, la Nueva Creación, el hombre nuevo. Dios permite el pecado, permite el acto de Satanás para probar a sus elegidos y para santificación. Elegidos porque conoce hasta el último pelo de cada hombre.
7. En tiempo de Iglesia, no hay Gracia sin la Fe racional en el don de Dios al mundo: la Encarnación, la Navidad, el Evangelio, la Pasión, la Muerte en Cruz y la Resurrección pues si no son hechos históricos nuestros pecados aún no han sido perdonados. Y la Cruz no es la santificación o justificación completa en la Verdad como cree el protestante porque en la Eucaristía la Resurrección nos va creando como hombres nuevos por la Presencia Real y Sustancial del Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo previamente en estado de Gracia por el Sacramento de la Confesión y por supuesto habiendo sido bautizados.
Que la Paz del Señor esté con Ud's.
La aceptación de la gracia que Ud. llama eficaz, en el orden de la causalidad primera:
1. O depende de Dios.
2. O depende del hombre.
1. Si depende de Dios, entonces está en la línea del tomismo, de la gracia intrínsecamente eficaz, que de hecho no es dada a todos.
2. Si depende del hombre, entonces le quita a Dios su influjo causal sobre ella. Ergo, hay una entidad (de la que depende nada menos que la salvación eterna) que es causada por el mismo hombre sin Dios... Esto atenta contra la omnipotencia de Dios, et cetera.
Dios a todos da la oportunidad: no es falsa porque sea suficiente y no efectiva de hecho. Lo que está detrás y permite comprenderlo mejor, en lo que cabe, como dice el P. Garrigou-Lagrange, es la analogía del ser, la distinción entre el ser en potencia y el ser en acto. El ser en potencia no es la nada: es una real capacidad (aquí, de orden sobrenatural). Pero es capacidad, no actualidad. Se ordena a la actualidad, pero no llega a la misma por el pecado: ergo, es la voluntad creada la única culpable.
Coincidimos plenamente en que esto no es el calvinismo. El tomismo se distingue del calvinismo, pero también del molinismo, que se acerca al semi-pelaginismo.
La salvación la causa Dios ofreciendo la gracia suficiente a todos y haciéndola eficaz siempre que el hombre no la resista.
Si el hombre la resiste no es eficaz porque Dios omnipotente, misteriosamente, no quiere obligar a nadie a recibirla y, si no la resiste, Dios causa esa eficacia porque así lo ha dispuesto Él.
No hay ningún problema de omnipotencia.
En cuanto a la controversia esa de la gracia, igual que ud considera que el molinismo se acerca al semipelagianismo otros pueden considerar a los bañecistas - ¿o a los tomistas?- cerca del semicalvinismo y el semijansenismo.
Yo creo lo que dice Trento y no tengo ninguna objeción que hacer a ninguna doctrina infalible. En cambio no tengo por qué creer a molinistas, bañecistas etc en nada que no haya sido declarado doctrina infalible y como no me convence su forma de intentar "destripar" el misterio, me quedo con Trento y el catecismo.
Gracias por intentar explicarlo, pero definitivamente yo no veo que el único planteamiento posible sea el que hacen uds con esas opciones.
Bendiciones
En lo que coincidimos, de entrada, es en la complejidad del asunto, al que se le han dedicado tratados enteros y que es difícil de desentrañar en unos breves comentarios.
De todos modos, a ver si lo entiendo:
"La salvación la causa Dios ofreciendo la gracia suficiente a todos y haciéndola eficaz siempre que el hombre no la resista".
Ese "siempre que...", es decir, esa no resistencia del hombre: ¿es causada por el hombre solo o por Dios en el hombre? No podría ser causada por el hombre solo siendo Dios mero "espectador". Ergo, la causa Dios. Ergo, Dios hace que el hombre de hecho no resista.
Pero ¿Dios puede hacer que el hombre no la resista de hecho?
1. Sí. Eso está en la línea de la doctrina tomista, si no lo es.
2. No. Ergo Dios no puede hacer algo que tiene entidad, y sí lo puede hacer el hombre... Si así fuera, Dios no sería omnipotente.
"...si no la resiste, Dios causa esa eficacia".
Pareciera como si la no resistencia fuera una previa condición puesta por solo el hombre a la eficacia causada por Dios.
Pero nada puede ser causado por el hombre sin que Dios lo cause previamente (en ese sentido se habla de pre-moción). Entonces es Dios quien hace que de hecho no se resista.
Ni el tomismo ni Báñez niegan el libre albedrío, al contrario: lo salvan. Mientras que en el puro molinismo, que paradójicamente parte del intento de salvarlo, esto mismo se vuelve problemático. La cuestión está en la distinta concepción del libre albedrío.
El semipelagianismo es erróneo y está condenado, mientras que no sé a qué se refiere con ese calificativo de "semijansenismo" o "semicalvinismo". Toda herejía es "semi-católica" en la medida en que conserva algo o toma ("jairéo") algo de la doctrina católica. En ese sentido no me parece que habría problema en sostener que los jansenistas y los calvinistas toman algo del agustinismo y del tomismo, pero no todo: allí está su error... Pero las cosas se deben mirar y definir desde la verdad y el ser, no desde el error. Por eso, por ejemplo, en todo caso, uno podría decir que un jansenista es semi-agustiniano, pero no que un agustiniano es semi-jansenista.
Tampoco se trata de "destripar" el misterio, sino de hacer Teología, según dice el Concilio Vaticano I (Dei Filius, IV): "Ac ratio quidem, fide illustrata, cum sedulo, pie et sobrie quaerit, aliquam, Deo dante, mysteriorum intelligentiam eamque fructuosissimam assequitur, tum ex eorum, quae naturaliter cognoscit, analogia, tum e mysteriorum ipsorum nexu inter se et cum fine hominis ultimo...".
El mismo Molina decía expresamente apartarse de santo Tomás. Fueron algunos molinistas los que inventaron esa "comedia del bañecianismo", como decía el P. del Prado, pues en este punto dicen lo mismo santo Tomás y Báñez y del Prado y Garrigou-Lagrange. Por eso no parece acertada esa distinción entre tomismo y "bañecianismo" que Ud. parece plantear.
Dios a todos da la oportunidad: no es falsa porque sea suficiente y no efectiva de hecho. Lo que está detrás y permite comprenderlo mejor, en lo que cabe, como dice el P. Garrigou-Lagrange, es la analogía del ser, la distinción entre el ser en potencia y el ser en acto.
-------------------------------
O sea, que Dios otorga la gracia necesaria para salvarse en potencia pero no en acto. Que es como una especie de cheque que se da al portador pero que no sirve ni para comer porque no se puede cambiar por comida. Jeje.
Supongo que a los que se condenan al ¡infierno por toda la eternidad! tambien los ama en potencia pero no en acto.
Hay muchas cosas interesantes que dices, pero lo que me llamó mucho la atención es que estés a un paso de convertirte a la fe católica.
Es como que venga una persona a una casa familiar, y viendo a los hermanos que entre sí están discutiendo y no se ponen de acuerdo, esa persona, que está totalmente cuerda y en sus cabales, diga: "Tengo deseos de formar parte de la familia, ¡adóptenme!"
¿No diríamos que es un milagro esto? Sí, sin duda. Por eso dice Jesucristo: «Mis ovejas escuchan mi voz; Yo las conozco y ellas mi siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre» (Jn 10, 29). Nadie puede arrebatarlas, tampoco los malos católicos. Porque aún en medio de diversas voces, sus ovejas no siguen a un extraño: «Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños» (10, 5)
Por eso, aún en medio de tantas voces y tantas palabras «Mis ovejas escuchan mi voz», sí, escuchan su voz, pues Él ha dicho: «Todo el que es de la verdad, escucha mi voz» (Jn 18, 37)
GAB (¿Por qué será que pareces Tulkas?):
Aún en el supuesto caso de que la gracia eficaz sea sólo una opinión (que no lo es, puesto que es doctrina católica), ¿de verdad crees que habrá alguien sensato que prefiera su opinión o la tuya a la de santo Tomás y san Agustín de Hipona, los más grandes doctores de la Iglesia? ¿Quién se cree uno para simplemente oponerse a las voces de estos santos doctores? Si no somos capaces de proporcionar argumentos más contundentes que los de estos sapientísimos y doctísimos santos, ciertamente es extremadamente temerario oponerseles sin más, porque según nuestra opinión contraría al Evangelio.
Y por cierto, es imposible que la enseñanza de los doctores vaya en contra del Evangelio. Si me dices de un santo, sin más, ya es muy temerario, pero quizá cabría cierta posibilidad que se haya expresado mal o haya cambiado de parecer. Pero, ¿de un Doctor de la Iglesia? ¿No sabes que la Iglesia y su autoridad están comprometidas cada vez que nombra a alguno como Doctor de la Iglesia? Fíjate lo que dice Benedicto XVI en la Carta Apostólica para la proclamación de Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia:
«La declaración de Doctor de la Iglesia Universal de un santo supone el reconocimiento de un carisma de sabiduría conferido por el Espíritu Santo para bien de la Iglesia y comprobado por la influencia benéfica de su enseñanza en el pueblo de Dios»
En la misma carta, así es como se proclama a los doctores de la Iglesia: «Nosotros, acogiendo el deseo de muchos hermanos en el episcopado y de muchos fieles del mundo entero, tras haber tenido el parecer de la Congregación para las Causas de los Santos, tras haber reflexionado largamente y habiendo llegado a un pleno y seguro convencimiento, con la plenitud de la autoridad apostólica declaramos a san Juan de Ávila, sacerdote diocesano, y santa Hildegarda de Bingen, monja profesa de la Orden de San Benito, Doctores de la Iglesia universal, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo»
Mira, si quieres disputar de verdad sobre estas cosas, antes si quiera de exigirte que entiendas de lo que hablas (porque se nota que no entiendes) es necesario exigirte que sepas contra quiénes te estás oponiendo. No es contra Bañez o Alonso o Néstor, a quienes, ya solamente por ser otros hermanos en la fe y de mayor o menor autoridad sapiencial, debemos reverencia y estima; sino que estamos hablando de san Agustín y santo Tomás, los que la Iglesia considera los más grandes doctores de la fe, ni más ni menos. Santos sapientísimos.
Lo primero es que tengas gran respeto y reverencia por estos autores, porque, si eres católico, tienes que saber que son tus hermanos en la fe, y que no están muertos, están vivos, más vivos que cualquiera de los que aquí escribimos. Luego, que la Iglesia misma los ha declarado como santos doctores y ha ensalzado a uno de ellos como el buque de insignia de los expositores de la fe católica, esto es, a santo Tomás de Aquino.
Esta reverencia a los doctores lo han demostrado los santos. Por ejemplo, leemos en la vida de santa Catalina de Siena (que cabe añadir que también es Doctora de la Iglesia): «Recuerdo la respuesta que dio en cierta ocasión Catalina a un obispo que aducía la autoridad de San Agustín contra la comunión frecuente. Si San Agustín -le dijo la Santa- no la censura, no comprendo, señor, por qué la censura usted. Al citar su autoridad con ese fin Vuestra Señoría se coloca frente a él» (Vida de santa Catalina de Siena de San Francisco de Capua).
Tengo la experiencia directa de dar esta enseñanza a gente sencilla y muy devota, y ver cómo la aceptan con alegría y gran prontitud: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a [los que se creen] sabios e inteligentes, y se las has revelado a [los que reconocen que son] pequeños» (Mt 11, 25)
Por eso, antes de decir que alguno de estos hace agua, revisa bien el casco, examina bien si no te engañas.
Lo que hace que la capacidad no se torne de hecho efectiva es la culpa del hombre: él es el que no cobra el cheque porque no quiere y el que lo hace inservible de hecho. No Dios. El cheque en sí es válido y sí que se puede cambiar, pero el hombre no lo cambia. ¿Por qué? Porque no quiere, voluntariamente no quiere. ¿Dios puede hacer que quiera? Sí. ¿Por qué hace que unos quieran y otros no? Por misericordia hace que algunos quieran. Por justicia permite que algunos no quieran, y no queriendo, así permaneciendo, a la larga, se condenen.
No es una cuestión ni un misterio para ridiculizar, como al parecer Ud. hace y le quita así a su planteo bastante seriedad... El pecado, que explica la condenación, no es para reírse. En definitiva es un misterio que nos induce a depositar en Dios nuestra esperanza (no en nosotros) y a orar, como bien lo vieron San Agustín y Santo Tomás. Los que se condenan se condenan porque quieren. Dios los ama, nadie lo niega, y Jesucristo, que por todos murió, es la irrefragable prueba.
Si Ud. puede llegar a explicar, en lo que cabe, tal misterio atribuyendo al hombre mismo la capacidad de tornar eficaz la gracia suficiente a todos concedida, pues "salve": me inclino ante un nuevo doctor que ha superado y dejado atrás a los divinos Agustín y Tomás (y ha solucionado, no sé cómo, las absolutamente insostenibles consecuencias que se siguen de negar la doctrina de estos santos doctores). Sin embargo, no se ofenda Cos...: hasta que no logre Ud. exponerlo, prefiero seguir humildemente tras los pasos de estas dos grandes luminarias, máximamente recomendadas por mi madre la Santa Iglesia Católica, fuera de la cual no hay salvación.
Si Dios otorgara la gracia necesaria para salvarse en acto a todos, todos se salvarían..., porque "¿acaso alguien puede resistir a su voluntad?" (Rom 9, 19).
Y entonces, ¿por qué no da la gracia necesaria en acto a todos? "Pero tú, ¿quién eres para discutir con Dios? [...] ¿No es el alfarero dueño de su arcilla, para hacer de un mismo material una vasija fina o una ordinaria? ¿Qué podemos reprochar a Dios, si queriendo manifestar su ira y dar a conocer su poder, soportó con gran paciencia a quienes atrajeron su ira y merecieron la perdición? Y si Él quiso manifestar la riqueza de su gloria en los que recibieron su misericordia, en los que Él predestinó para la gloria, en nosotros, que fuimos llamados por Él, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los paganos, ¿qué podemos reprocharle?" (Rom 9, 20-24).
ARTÍCULO 3
LA LIBERTAD DEL HOMBRE
1730 Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. “Quiso Dios “dejar al hombre en manos de su propia decisión” (Si 15,14.), de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección”(GS 17):
«El hombre es racional, y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos» (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 4, 4, 3).
I. Libertad y responsabilidad
1731 La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza.
1732 Hasta que no llega a encontrarse definitivamente con su bien último que es Dios, la libertad implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, y por tanto, de crecer en perfección o de flaquear y pecar. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Se convierte en fuente de alabanza o de reproche, de mérito o de demérito.
1733 En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a la esclavitud del pecado (cf Rm 6, 17).
1734 La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que estos son voluntarios. El progreso en la virtud, el conocimiento del bien, y la ascesis acrecientan el dominio de la voluntad sobre los propios actos.
1735 La imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, la violencia, el temor, los hábitos, los afectos desordenados y otros factores psíquicos o sociales.
1736 Todo acto directamente querido es imputable a su autor:
Así el Señor pregunta a Adán tras el pecado en el paraíso: “¿Qué has hecho?” (Gn 3,13). Igualmente a Caín (cf Gn 4, 10). Así también el profeta Natán al rey David, tras el adulterio con la mujer de Urías y la muerte de éste (cf 2 S 12, 7-15).
Una acción puede ser indirectamente voluntaria cuando resulta de una negligencia respecto a lo que se habría debido conocer o hacer, por ejemplo, un accidente provocado por la ignorancia del código de la circulación.
1737 Un efecto puede ser tolerado sin ser querido por el que actúa, por ejemplo, el agotamiento de una madre a la cabecera de su hijo enfermo. El efecto malo no es imputable si no ha sido querido ni como fin ni como medio de la acción, como la muerte acontecida al auxiliar a una persona en peligro. Para que el efecto malo sea imputable, es preciso que sea previsible y que el que actúa tenga la posibilidad de evitarlo, por ejemplo, en el caso de un homicidio cometido por un conductor en estado de embriaguez.
1738 La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el respeto al que éste tiene derecho. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa (cf DH 2). Este derecho debe ser reconocido y protegido civilmente dentro de los límites del bien común y del orden público (cf DH 7).
Dice vd: "Pareciera como si la no resistencia fuera una previa condición puesta por solo el hombre a la eficacia causada por Dios."
No, la no resistencia para que la gracia sea eficaz es una condición puesta por Dios omnipotente, porque en su sabiduría infinita y misteriosa ha dispuesto que quiere ser amado libremente y que si alguien quiere resistir su gracia le dejará hacerlo.
Trento dice que la gracia actual puede resistirse o no, que se puede asentir o disentir. Y lo dice utilizando el concepto de poder ocurrir en el sentido normal. Si quisiera decir lo mismo que vds, lo habría dicho.
Y evidentemente es contradictorio decir que algo puede ocurrir para asegurar luego que nunca ha ocurrido y que nunca ocurrirá jamás. Poder ocurrir supone una posibilidad abierta de hecho en cada caso y no tiene sentido cuando se asegura que nunca ocurrirá.
Pero lo que yo niego es que el creyente normal tenga que apuntarse a teorías molinistas, bañecistas, lo que sea...cuando la doctrina infalible de Trento se entiende mucho mejor y no hace falta más.
La gracia actual puede resistirse en el sentido normal de poder ocurrir de hecho.
Si no se resiste, me parece muy bien que se le llame gracia eficaz porque es eficaz y desde luego la causa de su eficacia es Dios que ha decidido que sea eficaz si no se resiste y ha decidido que el hombre pueda resistirla si quiere.
Y si se resiste me parece normal que no sea eficaz, y desde luego la responsabilidad es del hombre y es normal que se le pidan cuentas. Pero eso es partiendo de que no estoy de acuerdo en lo que dicen vds de que Dios da a unos un tipo de gracia que no se resiste nunca de hecho y a otros otro tipo que se resiste siempre de hecho. Cada gracia actual se puede resistir o no.
Pero me da igual si tienen razón vds o los molinistas o ninguno de los dos o cualquier otro grupo, porque en cualquier caso lo que dicen no es doctrina infalible y segura y no tenemos obligación de pensar como vds.
Eso es lo que realmente me interesa que quede claro: lo que es doctrina infalible y lo que no lo es.
---------------
GAB:
Entendido lo primero. Ahora bien, ¿también sostiene Ud. que la no resistencia, en cuanto condición puesta por Dios, tiene que ser causada por Dios, i.e. que Dios hace que el hombre no resista de hecho?
Si en el fondo no hay otra posibilidad de entender la afirmación de Trento que la explicación tomista, entonces Trento dice eso, aun cuando no esté tan manifiestamente expresada tal identidad y haga falta el razonamiento teológico para manifestarlo explícitamente. Y precisamente eso es lo que trata de hacer el tomismo con su explicación, hasta donde entiendo.
El sentido en que Trento utiliza el "poder" que Ud. menciona, es el sentido que le dieron quienes formularon los cánones, entre los cuales, volviendo a lo que le cité de Garrigou-Lagrange, había tomistas, como Soto. De cualquier manera, el tomismo respeta el sentido profundo de tal expresión.
Dice Ud.: "Y evidentemente es contradictorio decir que algo puede ocurrir para asegurar luego que nunca ha ocurrido y que nunca ocurrirá jamás. Poder ocurrir supone una posibilidad abierta de hecho en cada caso y no tiene sentido cuando se asegura que nunca ocurrirá".
Esta afirmación, al sostener que es contradictorio que haya una capacidad que nunca pase a actualizarse, parece reducir la capacidad nunca actualizada a la no-entidad, lo cual es negar el ser en potencia. Distinto es decir que algo no puede ser actualizado a sostener que no se actualiza nunca de hecho. La potencia como tal no supone que siempre llegue a actualizarse. Que la potencia no se actualice nunca es una posibilidad que no la torna en nada, sino que la deja como potencia. De hecho hay muchas capacidades que jamás se actualizan sin dejar por eso de ser reales como capacidades. Asimismo, negar la realidad de la potencia en cuanto tal, realmente distinta del acto, es volver a Parménides y Heráclito.
Coincidimos en que el creyente no tiene que apuntarse a teorías. La cuestión está en que la doctrina tomista, frente al molinismo, no es presentada como una mera teoría opinable, una posición válida como alguna otra... Y entonces, volviendo a lo que le decía respecto de Trento, si es la explicación que late en la fórmula conciliar, entonces el creyente, al menos implícitamente, acepta el tomismo al aceptar a Trento. Y de nuevo volvemos a que el quid es aclarar cómo el tomismo es la única explicación válida de Trento, como sostienen grandes tomistas, con bastante fundamento.
"Dios ha dispuesto ser amado libremente"... Pero el amor libre de la creatura no puede no ser causado por Dios mismo. Entonces, cuando libremente ama la creatura a Dios aceptando la gracia, es Dios quien hace que la acepte. Entonces, la condición de que Ud. habla la pone Dios por sobre la creatura, como cualquier otra entidad, en la producción de la cual siempre la causalidad primera es de Dios, jamás de la creatura.
Para no alargarme ya demasiado...
"...la causa de su eficacia es Dios que ha decidido que sea eficaz si no se resiste".
A mi entender: al decir "si no se la resiste", está poniendo una condición previa a la decisión de Dios que confiere eficacia a la gracia. Es decir, que Dios haría que la gracia sea eficaz si no se la resiste. Pero: ¿cómo puede ser que no se la resista? La no resistencia es algo positivo, que no puede no ser causado por Dios. Entonces es Dios quien hace que no se resista. Entonces Dios hace que la gracia sea eficaz. Y lo es entonces en sí misma, no por el consentimiento de la creatura. Porque si depende del consentimiento de la creatura, volvemos a lo mismo: ¿quién causa el consentimiento libre de la creatura? Dios. Así Él hace que la creatura de hecho no resista nunca a la gracia eficaz, que por eso es infalible (además de intrínsecamente eficaz), conservando sin embargo la creatura la potencia "ad oppositum": por eso no se niega la libertad ni se cae en el calvinismo. Por algo Trento agregó al "neque posse dissentire" una aclaración importantísima: "si velit".
«Diferimos las cosas en este asunto (…) porque si una y otra parte convienen en la substancia con la verdad católica, esto es, que Dios con la eficacia de su gracia nos hace obrar y hace que nosotros pasemos de no querer a querer y dobla y cambia las voluntades de los hombres, de lo que se trata en esta cuestión, pero sólo son discrepantes en el modo...» (Denzinger-Schönmetzer suppl ad 1997)
Aquí es claro que ni si quiera en la controversia de los auxilios el Papa consideró que se disputaba sobre la eficacia intrínseca de la gracia, sino solamente de los modos. Es decir, ambas partes asumían la verdad católica de la eficacia intrínseca de la gracia. Por ello el Dr. Eudaldo Forment comenta que esta controversia no fue entre molinismo y tomismo, sino entre congruismo y tomismo, pues la doctrina de Molina fue atenuada por Francisco Suárez y San Roberto Bellarmino para la disputa.
Y lo que dice allí el Papa es una doctrina definitiva, pues el Código de Derecho Canónico dice:
Can. 750 § 2. Asimismo se han de aceptar y retener firmemente todas y cada una de las cosas sobre la doctrina de la fe y las costumbres propuestas de modo definitivo por el magisterio de la Iglesia, a saber, aquellas que son necesarias para custodiar santamente y exponer fielmente el mismo depósito de la fe; se opone por tanto a la doctrina de la Iglesia católica quien rechaza dichas proposiciones que deben retenerse en modo definitivo.
Y es obvio que el Papa decreta de modo definitivo la eficacia de la gracia, pues dice de ella que es la verdad católica. Y no puede ser verdad católica si no fuera definitiva.
Por supuesto, la eficacia de la gracia es una doctrina tomista-agustiniana, así que se entiende muy claro que el Papa habla de esta doctrina de la eficacia de la gracia, que no depende del asentimiento de la voluntad para ser eficaz, sino que causa el asentimiento de la voluntad porque es eficaz.
Pues bien, la negación pertinaz de una doctrina definitiva es delito canónico y merece el castigo de una pena justa (cf. Can. 1371, 1).
Y quien decide que va a doblegar la voluntad solo si el hombre se deja doblegar la voluntad es Dios omnipotente, que en su infinita sabiduría decide hacerlo así.
Esto sirve para responderle también a vd, Federico.
Y por supuesto entiendo todas esas explicaciones sobre acto y potencia.
Solo que cuando decimos que algo puede ocurrir no podemos asegurar que jamás ocurra, eso de que jamás ocurra es una posibilidad extrema aunque muy poco probable. Cuando se asegura que algo no ocurrirá nunca, entonces se dice que no puede ocurrir. En este caso dicen que no puede ocurrir porque Dios no deja que eso suceda.
A sus artificios filosóficos contesta Cos con un sentido del humor muy lógico.
Y en Trento habría muchos tomistas, pero el caso es que no dijeron lo que dicen uds. En realidad lo que dicen uds se parece muchísimo a lo que dicen Calvino y Jansenio, solo que lo maquillan mucho.
Pero en definitiva, dicen que Dios ha elegido desde la eternidad a unos seres humanos a los q les va a dar un tipo de gracia que no se resiste, la eficaz, y otros a los que solo les va a dar una gracia que jamás se acepta a la que paradójicamente llaman suficiente.
Trento dice que Dios da gracias actuales q se pueden resistir o no.
No dice que haya dos tipos de gracias para dos grupos de seres humanos. ¿Las gracias que sirven para los predestinados a salvarse y las que no sirven para los predestinados a la condenación? Ah no, que eso no puede decirse pues es justo el calvinismo que se condena en Trento, pues un poquito de maquillaje y listo.
Son uds deterministas católicos como otros son deterministas protestantes o deterministas musulmanes o deterministas ateos. Pero ser determinista no forma parte del dogma cristiano. Y me niego a serlo.
Bendiciones.
Lo cito:
"...siempre que la voluntad se deje doblegar". Ergo, si no se deja, Dios no podría. Inaceptable.
"...solo si el hombre se deja doblegar". De nuevo lo mismo. Límite injustificado a la potencia de Dios.
"...eso de que jamás ocurra es una posibilidad extrema aunque muy poco probable". Aquí acepta que puede no ocurrir jamás que se actualice una potencialidad. Pero a renglón seguido dice: "Cuando se asegura que algo no ocurrirá nunca, entonces se dice que no puede ocurrir". Esto no es correcto: que algo no ocurrirá nunca es una afirmación de facto, mientras que decir que no puede ocurrir va más allá: es una imposibilidad que excluye entonces la potencia.
Lo llamativo es que lo que decimos "nosotros", que Ud. califica de jansenismo o calvinismo maquillados, es lo que dicen san Agustín y santo Tomás..., de modo que a ellos mismos está calificando como nos califica a "nosotros". Y que yo sepa no se ha calificado así a sus doctrinas sino quizá por semipelagianos (o afines).
Los que se condenan se condenan porque quieren. Dios los ama, nadie lo niega, y Jesucristo, que por todos murió, es la irrefragable prueba.
(...)
(Rom 9, 20-24)
-----------------------------------
Si ha parecido que me burlaba de usted, lo lamento. Nada mas lejos de mi intención. Es simplemente que no encuentro la lógica en esta interpretación. Aunque, desde luego, yo no tengo la solución.
La cita de Romanos habla de destruir lso vasos malos pero eso no es lo que pasa con las personas, que no son destruidas, sino condenadas al infierno por toda la eternidad.
"Los que se condenan se condenan porque quieren". Se condenan porque no tienen forma querer el acto salvífico. Es volver otra vez a lo mismo.
"Dios los ama, nadie lo niega, y Jesucristo, que por todos murió, es la irrefragable prueba". Son precisamente estas cosas las que dejan de tener sentido. Se habla de amor pero no sabemos lo que significa. Encontrsaríamos sentido si se dijese que ama y redimió a aquellos a quienes da la forma de salvarse.
-----------------------------------
Dice Ud.: "Y evidentemente es contradictorio decir que algo puede ocurrir para asegurar luego que nunca ha ocurrido y que nunca ocurrirá jamás. Poder ocurrir supone una posibilidad abierta de hecho en cada caso y no tiene sentido cuando se asegura que nunca ocurrirá".
Esta afirmación, al sostener que es contradictorio que haya una capacidad que nunca pase a actualizarse, parece reducir la capacidad nunca actualizada a la no-entidad, lo cual es negar el ser en potencia. Distinto es decir que algo no puede ser actualizado a sostener que no se actualiza nunca de hecho.
-------------------------------
El problema con estas proposiciones es que hay que ajustarlas bien.
Si decimos: ¿Un motor en reposo puede mover un coche? La respuesta es si.
Si determinamos las premisas con mas precisión y preguntamos: ¿Un motor en reposo que no tiene gasolina puede mover un coche? LA respuesta es no mientras no tenga gasolina.
Un saludo.
De todos modos, si la gracia para cambiar la voluntad necesita a su vez ser aceptada por la voluntad, ¿esta aceptación le viene de Dios o solamente de su voluntad? Si solamente de su voluntad, es semipelagianismo y está condenado por la Iglesia, pues el querer le viene de Dios, como dice Orange II: «el querer ser limpios se hace en nosotros por infusión y operación sobre nosotros del Espíritu Santo»
De cualquier modo es insalvable con el dogma católico su postura, pues en última instancia siempre el querer le viene de Dios. Incluso el querer querer aceptar la gracia.
De todos modos, esto último no puede remontarse hasta el infinito. Porque si usted dice que el querer querer aceptar la gracia, a su vez tiene que ser aceptado por la voluntad, Dios le tiene que dar la gracia de querer aceptar, y si a su vez esta gracia tiene que ser aceptada por la voluntad, etc, se sigue que jamás habría actos voluntarios, pues cada acto voluntario dependería de otro y así hasta el infinito. Y es evidente que es falso que no hay actos voluntarios..
No hay otra opción: Si la aceptación de la gracia del libre arbitrio viene del libre arbitrio, eres semipelagiano; si viene de Dios, eres católico.
PD: Eso de llamarnos "deterministas", mofarse y volver a la predestinación hace más sospechosa a esta persona, que por cierto no es sincera pues cambia de nick estando prohibido. Esto lo digo por la moderación. Igual acaba siendo Tulkas.
Agradezco a Ester esas citas del catecismo. Estoy de acuerdo con ella en que el catecismo lo explica mucho mejor.
Veo ahora también un comentario de Ecclesiam que se me había pasado y que no sé muy bien por dónde cogerlo.
No sé por qué tiene que aludir constantemente a comentaristas ausentes.
En cuanto a recordar, a mí vd a menudo me recuerda a Rimu, pero no me había parecido pertinente hacer ese tipo de observaciones.
Pero a mí no me coloque lo que no he dicho.
Y yo no he dicho en ningún momento que espere convencer a nadie de nada, se lo dije ya en el post anterior.
Lo único que he pedido es que se reconozca que no tengo por qué creer nada que no sea doctrina declarada infalible.
Yo me las apaño bien con el catecismo y la doctrina infalible y no necesito teorías falibles que líen las cosas.
Me parece excelente que haya santos y doctores de la Iglesia, lo cual no los hace infalibles, aunque sirvan de ejemplo a todos los católicos. Sobre gustos no hay nada escrito y yo puedo preferir por ejemplo a Santa Teresa de Jesús o a Santa Teresita en vez de a Santo Tomás de Aquino como guía espiritual.
Yo reconozco el mérito como pensador de Santo Tomás de Aquino, pero insisto en que eso no le hace infalible.
En cuanto a San Agustín, era bastante menos riguroso expresándose y si en vez de batallar contra el pelagianismo le hubiera tocado luchar contra el calvinismo, igual tendríamos menos citas susceptibles de ser utilizadas por Calvino. Pero no se trata de especular sobre lo que no ocurrió.
Son santos y doctores y me parece muy bien tenerlos en cuenta, pero eso no quita para que yo siga exigiendo que se deje bien claro qué es lo que es doctrina declarada infalible y qué no.
En cuanto a vds hay bastantes diferencias. Alonso sí ha sido paciente y amable, y me ha aportado ideas. Vd ni lo uno ni lo otro.
Con Federico no estoy de acuerdo pero no tengo quejas de su actitud y le agradezco sus explicaciones aunque no me haya convencido.
Vd es un practicante nato del "ad hominem".
Yo sigo pidiendo exclusivamente que se diferencie lo que es doctrina infalible y lo que no lo es.
En cualquier caso, bendiciones y adiós.
Y si estoy cerca de convertirme a la fe católica solo faltan detalles ( me refiero a algunas preguntas más ), y viendo los demás comentarios voy a pedir permiso para meterme a la conversación , y por supuesto con el permiso de Alonso más tarde voy a mandar un mensaje algo extenso por así decirlo jajaja. Saludos.
Federico,
Parece que los ataques ad hominem de Ecclessiam y sus falsas acusaciones cunden ejemplo.
Yo también he leído a Tulkas y resulta claramente meridiano que es alguien que no tiene nada que ver conmigo ni en estilo ni en cultura ni en nada. En esto último me dio la impresión, como aprendiz en estas cuestiones, de que no solo a mí, sino también a uds les da mil vueltas. Pero como no está aquí deberían dejarle en paz.
Por mi parte soy una persona sencilla que no utiliza más argumentos que su propia lógica aplicada a la doctrina infalible que conozco sobre este asunto. Y cuando he intervenido para tratarlo he usado el alias Trento y GAB, porque me parece inadeacuado poner Trento, como estaba haciendo en el post anterior, en los comentarios que no estoy citando Trento.
Espero que vuelva a centrarse vd en lo que digo y no en las falsas especulaciones de Ecclessiam sobre mis alias.
Yo tengo la disposición de aprender y ya agradecí, como Trento, a Ecclessiam que me mandara al blog del P Iraburu, cuya información he encontrado muy interesante.
Algunas ideas de Alonso sobre la gracia suficiente y a través de él de Garrigou Lagrange me pareció que eran compatibles con el "Dios quiere que todos los hombres se salven" y el libre albedrío real, aunque también me pareció que si se les aplicara la lógica de Ecclessiam tampoco las dejaría en pie.
Pero ser una persona menos "enterada" que vds no me impide asimilar lo que dicen y estar o no en desacuerdo.
Lo que me importa es lo siguiente:
1- Como dije, que se aclare al máximo lo que es realmente doctrina definitiva infalible y lo que no. Al margen de que vds crean que hay una sola solución lógica y que es la suya.
2- Que se reconozca que esta es una cuestión abierta a la que distintos pensadores le han dado o intentado dar distintas soluciones.
3- Que se reconozca que las personas corrientes no tenemos por qué interesarnos ni tomar partido en sus polémicas de auxiliis y que nos basta con el catecismo y la doctrina realmente infalible sobre el tema.
Y respecto a lo que vd me plantea concretamente en su último comentario:
Yo no califico de nada a Santo Tomás ni a San Agustín, porque como le he dejado claro pienso que lo que dice San Agustín se puede malinterpretar - como creo que hace Calvino- y sobre Santo Tomás, la verdad es que no creo que esa diferencia entre gracia suficiente y gracia eficaz sea cosa suya, pues no he visto que jamás lo citen haciendo esa diferencia.
Pero en cualquier caso sí afirmo que no han sido declarados infalibles y que no sé lo que habrían dicho personalmente de haber estado en Trento y que no tengo por qué creer que hubiera dicho en todo caso exactamente lo mismo que dicen algunos tomistas.
En cuanto a la observacion que me hace por duplicado:
("...siempre que la voluntad se deje doblegar". Ergo, si no se deja, Dios no podría. Inaceptable.)
Ya le he dicho repetidamente que Dios sí podría pero es que no quiere, porque en su omnipotencia y sabiduría ha decidido no forzar la voluntad humana que le ofrezca resistencia.
La iniciativa es de Dios y si no se resiste sigue adelante, pero su soberana voluntad ha decidido que si se le quiere resistir permitirá el rechazo. Por eso la culpa es del ser humano que en vez de dejarse mover por Dios a querer aceptar la gracia decide resistirse.
La omnipotencia de Dios no tiene la menor merma porque simplemente se trata de lo que Él quiere permitir.
Naturalmente la aceptación de la gracia y el querer aceptarla viene de Dios y el rechazo de la voluntad humana que se opone.
Y no se remonta al infinito porque el primer paso ya he dicho que lo da Dios.
Ecclessiam,
Lo que tenía que contestar ya se lo he dicho a Federico, con vd no deseo hablar de nada, excepto decirle que yo no me he mofado de nada. Simplemente he expuesto una realidad: el problema del determinismo es filosófico y yo diría que incluso psicológico, y en todas partes cuecen habas. Respeto el determinismo de los demás pero reivindico mi derecho a no serlo.
Ya he observado en otro blog que la tiene tomada con ese comentarista con el que no tengo nada que ver, como es obvio, aunque ud aproveche para calumniar.
Y de todos modos cuando vd recurre al quién lo dice en vez de al qué dice, se pone tristemente en evidencia.
No quiero malos rollos, así que olvídeme.
Y a los demás, no deseo molestar a nadie.
Lo único que suplico por el bien de la fe católica de todos es mi petición inicial y recurrente: que se diferencie claramente qué es doctrina infalible y qué no lo es.
Ante la necesidad actual de buscar información sobre el tema he descubierto, por ejemplo, que las matizaciones sobre la gracia suficiente que hace Marín Sola a Báñez sí son compatibles con el "Dios quiere que todos los hombres se salven" y el libre albedrío y decididamente anticalvinistas.
También que siguen surgiendo diferentes explicaciones como las del Padre William Most...
Pero lo que yo considero esencial en esta controversia ya lo he expresado arriba en esos tres puntos.
Gracias por todo y perdón por las molestias.
1. Con la sola fuerza natural de la voluntad no se puede realizar ninguna acción saludable. Es necesaria la gracia para todo acto referido a la salvación. Valor doctrinal: de fe divina y católica. La negación de esta tesis supone herejía.
2. El hombre caído con sus fuerzas naturales no puede merecer la gracia ni disponerse para recibirla. Valor doctrinal: de fe divina y católica. Y su negación es herejía.
3. Dios concede algunas gracias que por su eficacia propia tienen un efecto infalible en el consentimiento. Valor doctrinal: teológicamente verdadero. Y su negación, error teológico.
4. El hombre, bajo el influjo de la gracia eficaz infalible, sigue siendo libre, pudiendo elegir otra cosa, De fe divina y católica y su negación es herejía.
5. Dios da gracias que son verdaderamente suficientes para hacer aquello para lo cual se dan. Valor doctrinal, de fe divina y católica definida y su censura es herejía.
Puede consultarse en "Dios santificador, la gracia", Ibáñez y Mendoza, editorial Palabra
Mover la voluntad de alguien que ofrece resistencia no es forzar la voluntad. Ese es uno de los errores en los que cae. Pero es un error muy antiguo, ya santo Tomás lo solucionó hace siglos. Veamos las objeciones y respuestas a ellas de la STh, I, q. 105, a. 4:
Objeciones por las que parece que Dios no puede mover la voluntad creada:
1. Todo lo que es movido por algún agente extrínseco es coaccionado. Pero la voluntad no puede ser coaccionada. Luego no es movida por agente alguno extrínseco. Por lo tanto, no puede ser movida por Dios.
2. Dios no puede hacer que cosas contradictorias sean a un mismo tiempo verdaderas. Esto se seguiría si Dios moviese a la voluntad, puesto que moverse voluntariamente es moverse por sí mismo y no por otro. Por lo tanto, Dios no puede mover la voluntad.
3. El movimiento es más del motor que del móvil; por eso el homicidio no se atribuye a la piedra, sino al que la arroja. Así, pues, si Dios, moviese la voluntad, se seguiría que las obras voluntarias no se le imputarían al hombre ni para el mérito ni para el demérito. Esto es falso. Por lo tanto, Dios no mueve la voluntad.
Respuestas:
1. Se entiende que es coaccionado lo que es movido por otro cuando es movido contra su propia tendencia. Pero si es movido por otro que le da la propia tendencia, no se dice que haya coacción, como no es violentado un cuerpo pesado al ser movido hacia abajo por el que le empuja. Así, pues, Dios, al mover la voluntad, no ejerce sobre ella coacción alguna, ya que es Él quien le da su propia inclinación.
2. Ser movido voluntariamente es ser movido por sí, esto es, por principio intrínseco. Pero esto no excluye que dicho principio intríseco sea movido por otro principio extrínseco. De este modo, moverse por sí mismo no está en contradicción con ser movido por otro.
3. Si la voluntad de tal modo fuese movida por otro que bajo ningún concepto se moviese ella por sí misma, sus obras no se le imputarían para mérito ni para demérito. Pero como el ser movido por otro no excluye el que la voluntad se mueva por sí misma, como acabamos de decir (ad 2), de aquí se sigue que no desaparezca en ella la razón de mérito o demérito.
La primera respuesta es clave: "es Él quien le da su propia inclinación". Por eso, cuando Dios mueve la voluntad de alguien que resiste, le da la inclinación a dejar de resistir; no es que lo hace elegir en contra de su tendencia volitiva, sino que le cambia la tendencia volitiva.
No recuerdo si fue uno de los bloggers de aquí en Infocatólica (si es así, me disculpará mi falta de memoria) que mencionó que, es precisamente un prejuicio ateo el que impide captar que Dios pueda mover la voluntad sin forzarla. Porque para el ateísmo, Dios no existe ni tiene nada que ver con el mundo. Por eso, si Dios existe y mueve la voluntad, es como un agente o causa externa totalmente ajena al universo que fuerza algo que (según la mentalidad atea) existe independiente de Dios. Para el teísmo es justo al revés.
Nosotros no tenemos libre arbitrio porque Dios nos permite tener libre arbitrio; nosotros tenemos libre arbitrio porque Dios causa y posibilita que tengamos libre arbitrio. En lo que nos permite o deja es que nuestro libre arbitrio obre el pecado.
Igualmente, aceptar la gracia de Dios es un bien. Por tanto, tiene a Dios como Causa Primera.
La libertad consiste en elegir una de las partes pudiendo elegir la otra. Pero bajo la gracia infaliblemente eficaz se elige una de las partes pudiendo elegir la otra. Por tanto, bajo la gracia infaliblemente eficaz se conserva la libertad.
Pruebo la Menor: Elegir una de las partes pudiendo elegir la otra es querer algo sin estar determinado a ello por la bondad de aquello que se quiere. En efecto, podemos elegir algunos bienes porque no se identifican con el bien sin más, al cual queremos necesariamente. Pero bajo la gracia infaliblemente eficaz, se quiere algo sin estar determinado a ello por la bondad de eso que se quiere. Por tanto, bajo la gracia infaliblemente eficaz se elige una de las partes pudiendo elegir la otra.
El molinismo, además, está de acuerdo con el tomismo en que la gracia eficaz nunca es rechazada de hecho. Solamente difiere en la manera de entenderlo, porque para el molinismo las gracias son eficaces precisamente porque no han sido rechazadas.
Eso se parece al rey del cuento del “Principito” de Saint Exupery, que siempre era obedecido porque sólo le mandaba a sus súbditos lo que ellos querían hacer.
Es claro que eso conserva solamente el nombre de la “eficacia”.
Es imposible que la voluntad de la creatura haga eficaz a la gracia, porque en esa hipótesis, antes del consentimiento de la creatura, no hay eficacia alguna, y después, no hace falta.
Saludos cordiales.
_________
A.G.
En efecto, así es sin duda alguna.
Néstor te agradecería una breve síntesis del concepto de eficacia en sentido dividido y en sentido compuesto, cuando puedas.
Sí puede estar de pie porque se puede parar, no puede estar de pie, porque no puede estar sentado y de pie al mismo tiempo.
A lo primero se lo llama “sentido dividido”, porque se considera al “estar de pie” como posibilidad del individuo en sí mismo considerado, “dividiendo” a ese predicado “estar de pie” del sujeto de la frase “está sentado”.
Mientras que lo segundo es “sentido compuesto”, porque se toma al predicado de la frase en composición con el sujeto de la frase, y así, es claro que habría una contradicción si la frase fuese verdadera.
Eso quiere decir que a mismo tiempo que está sentada, la persona conserva la posibilidad de estar de pie…pero en sentido dividido, no en sentido compuesto.
Igualmente, al mismo tiempo que la gracia eficaz mueve infaliblemente a la voluntad de la creatura racional, ésta conserva la posibilidad de hacer otra cosa o de no hacer eso que hace…pero en sentido dividido, no en sentido compuesto.
Y entonces, así como mientras esté sentada, la persona va a seguir, infaliblemente, sentada, aunque pudiendo siempre (en sentido dividido) estar de pie, así también mientras esté bajo la gracia eficaz, la creatura racional estará siempre, infaliblemente, haciendo aquello a lo que la gracia eficaz la mueve, aunque pudiendo siempre (en sentido dividido) no hacerlo o hacer otra cosa.
Y es que para el libre albedrío no hace falta que la posibilidad de no hacer lo que se hace o de hacer otra cosa distinta sea en sentido compuesto y no solamente en sentido dividido.
Porque si fuese en sentido compuesto sería absurdo y contradictorio.
En efecto, el que elige ir al cine no puede elegir no ir al cine en sentido compuesto, igual que el que está sentado no puede estar de pie en sentido compuesto.
Porque entonces estaría a la vez eligiendo ir al cine y eligiendo no ir al cine, lo cual es absurdo.
Por tanto, la posibilidad de hacer otra cosa o no hacer lo que se hace en el libre albedrío es siempre solamente en sentido dividido.
Y entonces, no tiene nada de particular que así sea también al considerar la infalible moción eficaz divina.
Pedir que para que la moción divina respete el libre albedrío se debe poder dar efectivamente alguna vez (o sea, en sentido compuesto) que bajo la moción divina eficaz la creatura racional no haga eso a lo que la mueve esa moción, o haga algo distinto, es lo mismo que pedir que al tiempo que se realiza el acto de libre albedrío, efectivamente no se realice, o sea, que pueda no realizarse en sentido compuesto.
Es decir, en el ejercicio de la libertad esas posibilidades alternativas quedan siempre en puras posibilidades, y nadie se asombra por ello.
Saludos cordiales
________
A.G.:
Está muy claramente expuesto. Y es muy a propósito para entender esta y otras cuestiones. También, incluso, para distiguir el fin efectivo del fin útimo, cuya confusión está, por ejemplo, en los errores del sobrenatural de de Lubac y del neomodernismo en general. Muchas gracias.
"No hay bien que no tenga a Dios como Causa Primera".
Pruebas por las Sagradas Escrituras:
«¿qué tienes que no hayas recibido?»
1 Cor 4, 7
«No os engañéis, hermanos míos queridos: toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de rotación»
St 1, 17
«Nadie puede recibir nada si no se le ha dado del cielo»
Jn 3, 17
«No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios»
II Cor 3, 5
«Mas, por la gracia de Dios, soy lo que soy»
I Cor 15, 10
«separados de mí no podéis hacer nada»
Juan 15, 5
Prueba por el Magisterio:
«Que el hombre no puede nada bueno sin Dios. Muchos bienes hace Dios en el hombre, que no hace el hombre; ningún bien, en cambio, hace el hombre que no otorgue Dios que lo haga el hombre» (Orange II, Can. 20)
«De lo que es propio de los hombres. Nadie tiene de suyo sino mentira y pecado. Y si alguno tiene alguna verdad y justicia, viene de aquella fuente [divina]» (Can. 22)
Prueba por la filosofía:
Dado que «todo lo que existe de algún modo existe por Dios» (Santo Tomás de Aquino, STh I, q. 44, a. 1) y «todo lo existente, por existir, es bueno; ya que el mismo ser de cualquier cosa es bueno, como también lo es cualquiera de sus perfecciones» (q. 20, a. 2). Por consiguiente, se sigue necesariamente que todo lo bueno existe por Dios.
_________
A.G.:
Queda probado desde luego. Gracias por este y los demás comentarios.
[1034] Jesús habla con frecuencia de la "gehenna" y del "fuego que nunca se apaga" (cf. Mt 5,22.29; 13,42.50; Mc 9,43-48) reservado a los que, hasta el fin de su vida REHÚSAN creer y convertirse.
------------------------
Para que haya rehusamiento -No querer o no aceptar algo. RAE- tiene que haber la posibilidad de elección de la cosa rehusada.
Ejemplo práctico: si la cosa rehusada está en plano inferior pero el plano de la creatura está inclinado hacia arriba y no tiene forma de cambiarlo por sus medios, entonces no tiene forma de alcanzarla.
------------------------
[1035] La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las PENAS del infierno
---------------------------
Si entendemos como pena "Castigo impuesto conforme a la ley por los jueces o tribunales a los responsables de un delito o falta" (RAE), que es como se explica -como castigo-, para que haya delito debe de haber dolo.
---------------------------
La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para LAS QUE HA SIDO CREADO Y ASPIRA.
---------------------------
No diferencia entre dos tipos de creaturas. Afirma que todo el mundo aspira a la vida y la felicidad y ha sido creado para ello. No dice que "algunas vasijas han sido creadas para ser destruidas". No resulta comprensible que Dios santísimo, el único dador de vida, padre amoroso, cree a creaturas con el anhelo de la felicidad y no les de los mecanismos apropiados para la salvación efectiva.
---------------------------
[1037] Dios no predestina a nadie a ir al infierno (cf. DS 397; 1567); para que eso suceda es necesaria una AVERSIÖN VOLUNTARIA a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final.
---------------------------
Para que la aversión sea voluntaria tiene que haber la opción real de rechazar esa aversión. Ejemplo del plano. Es necesario entender -por si alguien pudiera estar confuso- que cuando se habla de rechazo no se hace de una forma grosera -por ejemplo, alguien se desplaza a algún sitio con un cuchillo y comete un crimen-, el rechazo puede ser simplemente mental, de pensamiento.
Ademas, como dice Gaap ¿hemos de pensar que en el catecismo se está utilizando un lenguaje ambigüo, donde la verdad queda confusamente expuesta, que no es claro? Por el contrario, el catecismo parece claro en lo que expone, aunque, por supuesto, no agote el misterio.
Por eso, como acertadamente decía Federico María en un comentario, aunque haga falta el razonamiento teológico para manifestarlo explícitamente, la conclusión tomista de la causalidad eficaz divina está presente por deducción en Trento, como está presente, también, en el Catecismo actual cuando habla de la providencia de causas segundas, y en general, en toda explicación consistente del misterio de la gracia.
Apartarse de Santo Tomás es inconveniente porque el razonamiento deja de ir por cauces seguros, y es facil entonces confundirse con aspectos que no se deducen indirecta o directamente de los textos magisteriales. Santo Tomás es luz para el pensamiento, porque recoge todo lo verdadero de la filosofía griega y romana y de la teología de los padres, y sobre todo del Doctor de la Gracia, san Agustín, exponiéndolo todo con una razón teológica esplendorosa.
El eximio e injustamente minusvalorado Báñez fue un intérprete noble y fiel de Santo Tomás, que no tiene una doctrina propia, sino que se dedica a explicar y exponer la doctrina tradicional a la luz de los principios tomasianos. Por eso no existe un bañecianismo, sino, simplemente, tomismo, en este caso hispánico, porque es fundamento de nuestra filosofía y teología patria del Siglo de Oro.
Nadie ha dicho que Dios no pueda seguir moviendo la voluntad cuando esta se niega a ser movida, precisamente he dejado muy claro que se trata de que no quiere moverla si la voluntad se resiste al movimiento.
Supongo que puede ser parecido lo que digo a eso que comentó Alonso de que según Garrigou Lagrange al rechazar la gracia suficiente se rechazan las semillas de gracia eficaz.
De lo que dice Néstor, nada que objetar a los dos primeros párrafos y el último.
Como se puede ver yo no he dicho que la voluntad de la creatura haga eficaz la gracia, sino que puede resistir la gracia y que si no se resiste es eficaz.
Y de lo de en medio, cierto es que la gracia que no se resiste es eficaz.
Lo que opino es que el resto de lo que dice y de lo que pueda decir el molinismo es que ni es doctrina infalible ni tiene por qué interesarnos a los creyentes y podemos rechazarlo si no nos parece lógico, aunque me parece muy bien que vds piensen que es la única posibilidad lógica.
Muy agradecida a Alonso por poner esos puntos que son doctrina infalible, eso precisamente es lo que pedía, que se aclarase eso.
Reviso esa lista de cinco puntos y no tengo nada que objetar a ninguno de ellos.
En el 3 subrayaría el "algunas" y en el 4 lo de "sigue siendo libre, pudiendo elegir otra cosa"
Los añadidos que se hagan a esos cinco puntos para explicarlos, son ya detalles que no tengo por qué aceptar. De eso se trata. No tengo por qué aceptar ni el bañecianismo ni el molinismo ni ninguna otra corriente que pueda haber habido o haya en el futuro.
Rechazo como dije antes que se diga que hay dos tipos de gracias, las suficientes que nunca se aceptan y las eficaces que siempre se aceptan y que Dios haya decidido de antemano quiénes van a recibir las eficaces y quiénes no, de modo que en realidad están determinados unos y otros aunque se quiera decir que solo lo está un grupo - algo imposible porque si no se pertenece a uno se pertenece al otro.
El bañecianismo arreglado por las matizaciones sobre la gracia suficiente de Marin Sola me parece aceptable.
El Padre William Most, en principio pinta bien.
Pero en cualquier caso con el catecismo y Trento sigo teniendo bastante.
Si me parece oportuno seguiré interesándome por el tema y si no me lo parece, al menos alguien ha señalado cuáles son los cinco puntos doctrinales y tal como están formulados no tengo ninguna objeción.
Bendiciones y adiós.
_________
A.G.:
Agradecido a Ud. por interesarse en la doctrina de la gracia, que es hoy por hoy la doctrina más desconocida y olvidada, en la que pocos católicos se interesan como deben.
Me refería a los comentarios hasta 4:35.
He visto que hay otros que no tengo tiempo de leer porque tengo que salir. Deberes ineludibles.
"Nadie ha dicho que Dios no pueda seguir moviendo la voluntad cuando esta se niega a ser movida, precisamente he dejado muy claro que se trata de que no quiere moverla si la voluntad se resiste al movimiento". (05/09/20 6:15 PM)
Veamos.
Tu dices "porque en su omnipotencia y sabiduría [Dios] ha decidido no forzar la voluntad humana que le ofrezca resistencia"
Y luego dices:
"se trata de que [Dios] no quiere moverla si la voluntad se resiste al movimiento"
Una cosa es que Dios no quiera mover la voluntad, y otra cosa es que Dios no quiera forzar la voluntad; aquí entiendo "forzar" por coaccionar.
En cualquier caso, si admites que Dios puede mover la voluntad del que rechaza su gracia para que la acepte pero por su decisión y querer no lo hace, hay dos grupos:
Primero, los que Dios quiere permitir que rechazen su gracia.
Segundo, los que Dios no quiere permitir que la rechazen.
Si Dios puede mover la voluntad del que rechaza su gracia es solamente porque quiere permitir ese rechazo, porque tu mismo has admitido que puede moverla pero no lo hace por su voluntad/su decisión.
Si no lo hace porque iría en contra de sus perfecciones, entonces no es que no quiere moverla sino que no puede moverla.
Pero tu mismo has admitido que puede moverla pero no quiere/ha decidido no hacerlo. Entonces, en cualquier caso, pende de la voluntad de Dios el mover a unos a aceptar su gracia y el permitir que otros la rechazen.
Y esto es lo que dice santo Tomás junto con la doctrina de la Iglesia.
Dios quiere hacer que algunos acepten su gracia y les mueve su voluntad a aceptar, y quiere permitir que otros la rechazen y entonces deja que su voluntad la rechaze.
La predestinación protestante es necesitante, determinista, negadora de la libertad, tanto para el cielo como para el infierno.
La predestinación católica es NO NECESITANTE, esto es no determinista, afirmadora de la libertad, que incluye en sus decretos, y es sólo para el cielo.
"Ya le he dicho repetidamente que Dios sí podría pero es que no quiere, porque en su omnipotencia y sabiduría ha decidido no forzar la voluntad humana que le ofrezca resistencia" (05/09/20 10:48 AM)
Dios no puede hacer nada malo. Forzar a la voluntad humana, al parecer, sería algo malo. Por tanto, Dios no puede hacerlo.
Lo que Dios “sí podría”, entonces, en todo caso, será mover a la voluntad humana, sin forzarla.
Para que la voluntad humana ofrezca entonces “resistencia” a Dios, es necesario que Dios haya previamente determinado permitir esa resistencia, no moviendo a la voluntad humana a aceptar el llamado divino.
Por tanto, como dice Ecclesiam, tenemos dos posibilidades, solamente: O bien Dios permite la resistencia de la creatura racional, o bien no la permite. En el primer caso, la creatura peca libremente; en el segundo caso, libremente no peca y hace el bien.
Y no hay otros casos lógicamente posibles.
Y es claro que desde la Eternidad Dios ha decretado libremente en qué casos va a permitir el pecado de la creatura racional, y en qué casos no lo va a permitir.
Ahí está ya el meollo de la elección y la predestinación divinas.
Y por eso no tiene sentido acudir a la “moción falible o rompible” de Marín-Solá y Maritain.
Porque si la moción divina puede fallar, eso en todo caso supone la permisión divina de ese fallo, que Dios siempre puede impedir.
Y estamos de nuevo en lo mismo.
Saludos cordiales.
_________
A.G.:
Marín-Solá es que hace un apaño que se aleja de la tradición tomista y no encaja.
Mis disculpas. En todo caso, como persona sensata que parece ser, sabrá distinguir, aludiendo a lo que Ud. misma dijo, entre lo que se dice y quién lo dice o el modo como se dice.
Si quiere una exposición ordenada y muy completa, tiene en la web, si no lo leyó, el libro del P. Garrigou-Lagrange "La predestinación de los santos y la gracia". Es excelente, como todo lo que he conocido de este gran teólogo.
Néstor ha publicado, hace algún tiempo, varios posts sobre el tema. Y también, obviamente, Alonso Gracián. En todo caso, ambos ya han dicho, como epílogo y conclusión, lo fundamental, con lo que evidentemente me alineo.
El problema con Marín-Sola, Muñiz, Maritain, y algún otro es que precisamente se apartan de la línea tradicional del tomismo, acercándose al molinismo, a mi entender precisamente por tratar de "destripar" el misterio. Y así sus explicaciones quizá hasta parecen, prima facie, algo más inteligibles, pero en el fondo terminan siendo insostenibles, atentando contra el gran principio que aquí es el que da luz: «“Siendo el amor de Dios causa de la bondad de las criaturas, nadie sería mejor que su prójimo, si no fuera más amado de Dios” (I, q. 20, a. 3). Este principio contiene virtualmente el tratado de la Predestinación y el de Gracia, que se reducen a simples corolarios» (Garrigou-Lagrange, Réginald, OP, La Providencia y la confianza en Dios, DDB, Buenos Aires, 1945, p. 256 (nota)).
Finalmente, respecto del nick para hacer comentarios, desconocía absolutamente que debía emplearse siempre el mismo en diversos blogs de InfoCatólica, y por eso en algunos comentarios de un post anterior de otro blog, aunque de tema muy afín, y creo que únicamente en él, usé el nick de "Augustinus". Nuevamente mis disculpas. Y gracias.
_________
A.G.:
Gracias a Ud. por sus excelentes comentarios.
No veo la menor diferencia entre lo que dice Ecclessiam en su último comentario y lo que dicen los protestantes.
Néstor,
Cuando uno está sentado no estará a la vez de pie, pero hay un primer momento en que decide sentarse o negarse a sentarse porque si de antemano unos nacieron para estar sentados y otros para estar de pie y nunca sentarse no hay libertad ni responsabilidad que valga.
_________
A.G.:
Es muy diferente. Puede ayudar a entenderlo, tener en cuenta que Dios Todopoderoso puede mover la voluntad de alguien de forma que al moverla, la voluntad se mueva por sí misma. Es lo que enseña Santo Tomás, que la gracia mueve a la voluntad pero no como si fuera una bola de billar, digamos, empujada por el taco, sino que la mueve de manera que la voluntad se mueve a sí misma, vivificada. Lo explica muy bien León XIII en la Libertas, siguiendo a Santo Tomás, al enseñar que la gracia se entreteje de tal manera con la voluntad que la anima a dar lo mejor de sí, a moverse por sí misma. Pero no por sí sola, ojo.
La voluntad no se puede mover al bien por sí sola, porque es causa segunda, necesita de Dios causa primera.
Pero sí se puede mover al bien por sí misma, porque es causa segunda, movida por la causa primera a moverse por sí.
Creo que diferenciar bien moverse por sí sola y moverse por sí misma pueda ayudar mucho a entender esto.
¿La voluntad puede moverse POR SÍ SOLA para aceptar la gracia y hacer la obra saludable? NO.
¿La voluntad puede moverse POR SÍ MISMA para aceptar la gracia y hacer la obra saludable? Gracias al previo y constante influjo eficaz de la gracia, SÍ.
Añado, en sentido metafísico: es tal la dependencia de la criatura de Dios causa primera, que ni para el acto físico del pecado (los movimientos físicos y materiales del pecado) puede la voluntad moverse por sí sola. Mientras que para la maldad, para el torcimiento de la voluntad, para lo pecaminoso, sí puede.
Con la decisión acerca de sentarse o no pasa lo mismo. Si decido sentarme, la otra elección posible, la de no sentarme, queda en pura posibilidad, y no tiene sentido pedir, para que mi decisión de sentarme sea libre, que al mismo tiempo decida efectivamente no sentarme.
Tampoco tiene sentido decir que mi decisión de sentarme sólo es libre si puedo afirmar que de, digamos, 100 veces en que decido sentarme, una vez, por lo menos, decido también y al mismo tiempo no sentarme.
No, de 100 veces en que decida sentarme, las 100 veces la otra posible elección, la de no sentarme, va a quedar en pura posibilidad. Siempre que decida sentarme, va a ser así.
Eso no cambia si agrego que mi decisión de sentarme ha sido efecto de una infalible moción divina.
No es que ahora, de 100 veces en que decido sentarme, 110 veces va quedar la otra elección en mera posibilidad.
Lo único que estoy agregando es una explicación, no una modificación, del acto libre.
Y no hay forma de confundirse con el protestantismo, porque el tomismo y el protestantismo se basa en dos “ecuaciones” diferentes: para el tomismo, la libertad de la creatura es directamente proporcional a la eficacia infalible de la moción divina, mientras que para el protestantismo, es inversamente proporcional a la misma.
Para el protestantismo, así como para el pelagianismo (fraternidad de los extremos) cuanto más interviene Dios, menos lugar hay para el hombre.
Para el tomismo es exactamente al revés: más interviene Dios, más consistente y libre es la creatura.
Como dijo alguien, y en la línea de lo que dice Federico María: "Querían misterio, ¿no?"
Saludos cordiales.
________
A.G.:
En efecto así es. Este pasaje de tu comentario, Néstor, concretamente, es el núcleo de la defensa de la eficacia de la gracia de la gran Apología de Báñez:
Y no hay forma de confundirse con el protestantismo, porque el tomismo y el protestantismo se basa en dos “ecuaciones” diferentes: para el tomismo, la libertad de la creatura es directamente proporcional a la eficacia infalible de la moción divina, mientras que para el protestantismo, es inversamente proporcional a la misma.
Es lo propio de la voluntad el moverse por sí misma (en interacción con el intelecto, por supuesto, pero ése es otro tema).
Y Dios, Causa Primera y Primer Motor, mueve a cada cosa de acuerdo con su naturaleza, que Él mismo le ha dado.
La naturaleza creada sólo es ella misma en la precisa medida en que depende del Creador.
Por eso, Dios no puede mover a la voluntad creada sin que ésta se mueva por sí misma, así como ésta tampoco puede moverse por sí sola, sin la moción divina eficaz.
Saludos cordiales.
_________
A.G.:
Exactamente, por eso el acto que realiza la voluntad (movida por gracia eficaz) es verdaderamente propio y 100% suyo.
Lo que dicen los protestantes de la gracia irresistible, sin embargo, es que es irresistible porque el papel de la voluntad es nulo, es 0%. Las causas segundas están desactivadas.
Por eso fue condenada esa tesis también en el jansenismo, versión "católica" del protestantismo.
Saludos cordiales.
_________
A.G.:
Es que, en realidad, detrás del concepto de gracia irresistible protestante está la ngación de las causas segundas, que procede del nominalismo, pasa por Malebranche y la filosofía moderna e incluso se cuela en la filosofía existencialista.
Saludos cordiales.
_________
A.G.:
Gran parte de esas argucias y maniobras las explica genialmente el P. Beltrán de Heredia en su gran obra sobre Báñez y las controversias sobre la gracia.
¿Saben si existe algún estudio, especulativo o histórico, que trate sobre la vinculación existente entre las nociones de gracia y libertad nominalistas-molinistas y la tesis que establece la separación entre ascética y mística, y consecuentemente da pie a las "morales de la obligación"?
Encontré algunas alusiones sobre ello en Garrigou-Lagrange y en Pinckaers. Quizá ustedes saben si este tema ha sido estudiado más in extenso.
Gracias.
_________
A.G.:
Si incluye en esas morales de obligación la ideología moderna de los derechos humanos, en Verbo hay artículos de Danilo Castellano, Gambra, Caturelli, Alvear Téllez y otros. Aunque no específicamente centrados en el tema. En general, en las obras que critican el Estado moderno liberal, y el personalismo moral y politico, bajo el punto de vista de la tradición politica hispánica, se denuncian esas separaciones y morales modernas. Tal vez Vallet en sus escritos sobre derecho natural aluda al tema. Pero específicamente sobre eso, tendría que pensarlo y buscar. Lo haré.
Siendo el amor de Dios causa de la bondad de las criaturas, nadie sería mejor que su prójimo, si no fuera más amado de Dios” (I, q. 20, a. 3)
__________
No hay ninguna discusion en torno a que Dios ame a unos mas que a otros. No se habla de eso. De lo que se trata es de que el pensamiento de que Dios ama a aquellos a quienes no ofrece la ayuda efectiva para que la salvacion sea posible realmente, siendo asi no que tienen un destino "inferior" a los mas amados u otras alternativas, sino que su destino es el infierno eterno, es inconcevible. Mas aun si tenemos en cuenta que las creaturas que se condenan al peor de los males posibles son exactamente iguales que aquellas que se salvan. Es decir, sufren, tienen anhelos y esperanzas en la misma medida que los otros. Y asi han sido creados.
Ademas, no se puede hablar de premios y castigos.
No se puede achacar una responsabilidad real de impiedad aquienes no tienen la forma de querer la gracia y la falta de una resulta achacable a la falta de la otra.
Y muchos otros problemas que no se resuelven
con esta teologia, quiza mas bien lo contrario.
_________
A.G.:
Claro que tienen forma de querer la gracia. Por el bautismo se recibe, además, un organismo sobrenatural, las virtudes teologales, y multitud de gracias para querer la gracia. Dios ofrece a todos la ayuda real y verdadera con la que podrían salvarse. Los que no se salvan es por su culpa, no porque le falten gracias. Y esto es de fe divina y católica definida. La gracia suficiente es un gran don, que hace posible, en verdad, salvarse. Que la gente la rechace no es por falta de gracia, es por maldad, por pecado. ¿Cómo Dios permite el mal? Pues creemos que es para obtener un bien mayor. Pero es un hecho que Dios permite el mal, es decir, el rechazo del proyecto divino por el pecado mortal.
Vino Nuestro Señor y trajo la verdad y la gracia (Cf Jn 1, 17), y fue rechazado. Misterio de Iniquidad. Dios no niega gracias eficaces injustamente. Las niega en justicia, al que se lo merece por su maldad, porque se le ofreció querer la gracia y prefirió el pecado. Podría haber querido la gracia, porque tenía gracia para quererla y aceptarla, pero la rechazó. Dios quiere que todos se salven (1 Tim 2, 4) por eso la gracia que ofrece no es un paripé ni es inservible, es un verdadero don con el que el hombre puede de verdad querer recibirla y salvarse. Por eso no es que le falte gracia, sino que por sí solo tuerce su voluntad y se inclina al mal. Y Dios no es responsable de eso.
El misterio es más lógico que sea oscuro "del lado" del mal y de la condenación, pues precisamente el mal es carencia de ser, carencia de inteligibilidad y de luz.
Contrario sensu, el molinismo, por tratar de salvar la libertad creada, termina oscureciendo el lado del bien y del ser, al sustraer a la causalidad divina algo que le corresponde.
Lo que sostenemos es que todo bien, todo ser, toda entidad, de cualquier orden, viene de y es producida por Dios, es causada por Dios, en el orden de la causalidad primera, siempre, absolutamente. Sea el ser, sea la causalidad, sea la gracia, sea la libre determinación, sea la perseverancia final, sea la salvación eterna. Todo.
A todos Dios ofrece la ayuda. Es de fe. Por tanto, la salvación es posible realmente a todos. Es de fe. Esto es importante remarcarlo. Algunos piensan que porque nunca pasa al hecho es una ayuda ficticia... No. Porque quizá a alguno no le termine de cerrar no se debe llegar a negar la real posibilidad.
Que dicha posibilidad no se haga efectiva de hecho es sólo culpa de la voluntad creada. ¿Dios podría hacer que sea efectiva de hecho para los que se condenarán, incluso para todos los hombres? Sí, por supuesto. ¿Por qué no lo hace? Ahí está el misterio de la permisión del mal... Como decía Alonso, hay un fin superior, en definitiva el fin común de todo, el bien final del universo: la gloria de Dios, la manifestación de sus perfecciones..., de su misericordia, de su justicia.
La condenación eterna no es el peor de los males posibles. Es una pena. El pecado, el mal moral, es peor, mucho peor: en definitiva, como decía ya San Agustín (y también San Juan Casiano, el semipelagiano, en sus Colaciones, que tanto le gustaban a Santo Tomás (excepto la 13 y la 17, claro está)), es el único mal en sentido propio. Me parece que aquí hay un punto importante a reconsiderar... La condenación eterna, como justo castigo, es incluso un bien. Dada la obstinación en el pecado, es justo y bueno que haya una pena correspondiente. Pretender ser más misericordiosos que Dios, es faltar al principio de causalidad en la práctica, "in actu exercito".
No se puede decir que no pueden responder porque de hecho no responden. No se puede decir que Dios no les da lo necesario para que puedan responder por el hecho de que no hace que respondan.
La gracia eficaz no es necesaria para poder responder, sino para responder efectivamente.
Volvemos a lo mismo: sin la gracia eficaz no se puede hacer el bien en sentido compuesto, sí en sentido dividido.
La gracia suficiente es suficiente porque con ella sola se tiene capacidad de hacer el bien, en sentido dividido, no en sentido compuesto, como el acto libre es libre porque al mismo tiempo que se lo realiza es posible no realizarlo...en sentido dividido, no en sentido compuesto.
Y la gracia, eficaz o suficiente, es siempre gracia, o sea, gratuita, indebida, inexigible, imposible de plantear como objeto de un derecho de la creatura.
Si Dios da su gracia a todos, está muy bien, porque es Dueño de hacerlo así. Y si la da solamente a algunos, o a ninguno, igual, y por la misma razón.
La única alternativa a ésto es negar que la gracia sea gracia y hacer a Dios deudor de la creatura.
Saludos cordiales.
_________
A.G.:
Es que Dios permite el pecado. Como Dios permite el mal, permite el rechazo de la gracia. Y como pena deja endurecerse al hombre.
Por tanto, la permisión divina implica, como dice Garrigou - Lagrange, una voluntaria no conservación de la creatura en el bien por parte de Dios, lo cual (explicitando algo que está claramente contenido en lo que dice G.L., que habla de "la negación de un bien que no es debido") implica la negación divina de la gracia eficaz, en tanto que distinta del rehusamiento divino o "sustracción" de la gracia eficaz, que según G. L. es posterior a la previsión divina de las culpas y por tanto, posterior a la permisión divina de esas mismas culpas.
Agrega G.L.:
“Dios, indudablemente, débese a sí mismo el conservar en la existencia a una voluntad espiritual creada, pero no se debe a sí mismo el conservar en el bien a esa voluntad la cual, por su naturaleza, es defectible; si ello estuviera obligado, el pecado no sucedería nunca y la impecabilidad en María no sería un privilegio” (p. 252)
Por eso, tras citar el texto del Concilio de Trento que dice Dios no abandona nunca si antes no es abandonado, dice G. L. :
"Se puede decir aún con Santo Tomás (...) que después de un primer pecado, la permisión divina de un segundo y un tercer pecado es ya una pena del primero; pero no podría decirse otro tanto de la permisión divina del primer pecado, a la que no puede aplicarse el texto del Concilio de Trento que acabamos de citar" (Ibid.).
En efecto, la creatura racional no puede abandonar a Dios antes de abandonarlo por primera vez.
Por tanto, si para ese primer abandono le faltó la gracia eficaz, con la cual sin duda que no hubiese habido abandono alguno, eso no fue en pena de un abandono anterior, sino por la sola libre decisión divina, por la que Dios, con soberana independencia, reparte los dones sobrenaturales, que por serlo, son gratuitos, no exigibles de ningún modo por la creatura.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Y no me convence su respuesta Alonso, puesto que el condenado forma parte del grupo al que se le ha negado la gracia eficaz de hecho y la otra no será inservible en teoría pero como lo es de hecho, pues lo mismo da.
Lo de Nestor del sentido compuesto y el dividido no arregla nada.
Está claro que cuando uno decide algo no puede decidir a la vez lo contrario, pero antes de decidir cualquiera de las dos decisiones se pueden tomar: resistirse a sentarse o no resistirse a sentarse. En cambio según ustedes solo podrán no resistirse a sentarse de hecho si han sido elegidos por Dios de antemano para no poder resistirse de hecho.
Sobre que Dios pueda negar la gracia a algunos si quiere, no digo que no, pero entonces no se puede decir que quiere que todos los hombres se salven, pues si lo quiere dará una gracia del tipo que se acepta de hecho y no de las que no se aceptan de hecho. Una gracia suficiente que se acepte de hecho sin necesidad de un plus que no se le da.
Yo no tengo ningún problema con la idea de que cuanto más Dios más libertad, pero la cuestión es que vds dicen que Dios solo dará la gracia que libera del pecado a un grupo de personas que ha elegido de antemano y no se la dará a otro grupo de personas porque así lo ha decidido, no por nada que hayan hecho, por lo cual difícilmente puede ser justo exigir que no pequen personas que no pueden dejar de hacerlo de hecho, sea cual sea la teoría, según ustedes. Y se diferencian muy poco de la doble predestinación calvinista. En meros detalles. Y eso no es un misterio, eso es una monstruosidad.
Pero me dan igual sus trucos de prestidigitación para salvar el tipo ante Trento, la cuestión es que solo tenemos que creer lo que ha sido definido como doctrina infalible y si vds son los reyes de la lógica o de la contradicción lo mismo da: no hay obligación de pensar como los bañecianos por muy tomista que sea Báñez, ni como los molinistas, ni como ninguna otra opción, mientras que nos mantengamos dentro de los límites de lo que sí hay que creer. Mejor Marín que Báñez, en mi opinión, pero podemos desentendernos del todo de sus cuestiones filosóficas, o podemos elegir cualquier otra opción, por ejemplo William Most.
Me quedo con la doctrina declarada infalible y con todo lo que me parezca que va en esa dirección y no en la del calvinismo o el jansenismo o el pelagianismo o cualquier ismo que pueda alejarme del catolicismo y de la imagen de Dios revelada en Jesucristo, que quiere que todos los hombres se salven. El bañecianismo en mí tiene ese efecto negativo, me temo. Por muy tomista que sea, repito. Y lo digo desde dentro de los límites de lo que está definido como doctrina infalible. Así que adiós muy buenas.
Gracias a Alonso por decidirse a señalar los límites de la doctrina infalible en esos cinco puntos. Eso es lo que necesitamos saber. Por lo demás, eso de que alguien asegure, por ejemplo, que lógicamente Aquiles no alcanzará nunca a la tortuga, a mí lo mismo me da, porque la va a alcanzar de todos modos, de hecho.
Bendiciones.
Pero es claro el hecho de que no se puede deducir de ahí que Dios deba hacerlo con todos los que ha creado, porque si así fuese, no existiría la condenación eterna.
Saludos cordiales.
"Fides quaerens intellectum". "Ubi amor, ibi oculus".
Es sin duda más católico tratar de penetrar en el dato revelado, hacer uso del inestimable don de la razón, aplicarse a la ciencia más sublime, la sagrada Teología...; que conformarse con la sola fides, con la pura letra, con lo estrictamente considerado infalible, lo cual parecería incluso acercarse más al protestantismo del cual Ud. se quiere con sana razón alejar.
En cuanto a "diferenciarse poco del calvinismo", nos diferenciamos en la verdad católica, de la que no renegamos y hasta justificamos mejor que cualquier otra "postura" en lo que a esta cuestión concierne. Si eso le parece poco es cuestión suya. Quizá puede ser poco en la letra. En la realidad, es un abismo, y en las consecuencias. Calificar de "monstruosidad", por tanto, a nuestra posición es no sólo injusto, sino incluso ofensivo. "Están verdes"...
La gracia suficiente no es inservible de ningún modo para aquello que es su efecto: hacer a la creatura racional capaz de hacer el bien necesario para salvarse. El que no le dé a esa creatura el hacer efectivamente el bien no la hace inservible, porque no es ésa su finalidad.
“En cambio según ustedes solo podrán no resistirse a sentarse de hecho si han sido elegidos por Dios de antemano para no poder resistirse de hecho.”
Falso. El poder hacer algo lo da la gracia suficiente, y esa esa para todos los hombres. La gracia eficaz es para no resistirse a sentarse, siguiendo el ejemplo.
En este tema no se entiende nada si no se parte de una clara distinción entre “poder hacer” y “hacer”.
“Sobre que Dios pueda negar la gracia a algunos si quiere, no digo que no, pero entonces no se puede decir que quiere que todos los hombres se salven,”
Sí se puede decir, pero hay que especificar con qué tipo de Voluntad quiere Dios eso. Porque si lo quisiese igualmente para todos los hombres, siendo Dios Omnipotente, todos se salvarían, lo cual no es el caso.
“por lo cual difícilmente puede ser justo exigir que no pequen personas que no pueden dejar de hacerlo de hecho, sea cual sea la teoría, según ustedes.”
Sí pueden dejar de hacerlo de hecho, lo que sucede es que de hecho no dejan de hacerlo.
“que solo tenemos que creer lo que ha sido definido como doctrina infalible”
Pues no ha sido definido como doctrina infalible por la Iglesia lo que sigue:
“Y se diferencian muy poco de la doble predestinación calvinista. En meros detalles. Y eso no es un misterio, eso es una monstruosidad.”
Al contrario, luego de las controversias “De auxiliis”, los Papas salieron a defender a los tomistas de esa acusación:
BENEDICTO XIII: Breve "Demissas Preces", a los Dominicos, 1724:
“Despreciad con gran ánimo, por tanto, queridos hijos, las calumnias intentadas contra vuestra sentencia especialmente de la gracia por sí e intrínsecamente eficaz y de la predestinación gratuita a la gloria sin ninguna previsión de los méritos, que laudablemente hasta ahora habéis enseñado, y que vuestra escuela con recomendable estudio se gloría de que proceden de los mismos santos doctores Agustín y Tomás, y de que son consonantes con la Palabra de Dios, los decretos de los Sumos Pontífices y los Concilios, y los dichos de los Padres.”
BENEDICTO XIV al Supremo Inquisidor de España sobre la controversia "de auxiliis", 1784:
«Tú sabes que en las celebérrimas cuestiones sobre la predestinación y la gracia y sobre el modo de conciliar la omnipotencia de Dios con la libertad humana, hay en las escuelas multiplicidad de opiniones. Los tomistas son acusados como destructores de la humana libertad y como seguidores no ya sólo de Jansenio, sino hasta de Calvino; pero como ellos responden muy bien a lo que se les objeta y su sentencia no fué nunca reprobada por la Sede Apostólica, en ella se hallan impunemente los tomistas y no es lícito a ningún superior eclesiástico en el presente estado de cosas removerlos de su sentir.”
Saludos cordiales.
Vino Nuestro Señor y trajo la verdad y la gracia (Cf Jn 1, 17), y fue rechazado. Misterio de Iniquidad. Dios no niega gracias eficaces injustamente. Las niega en justicia, al que se lo merece por su maldad, porque se le ofreció querer la gracia y prefirió el pecado. Podría haber querido la gracia, porque tenía gracia para quererla y aceptarla, pero la rechazó.
-------------------------------------
Néstor
Por tanto, si para ese primer abandono le faltó la gracia eficaz, con la cual sin duda que no hubiese habido abandono alguno, eso no fue en pena de un abandono anterior, sino por la sola libre decisión divina, por la que Dios, con soberana independencia, reparte los dones sobrenaturales, que por serlo, son gratuitos, no exigibles de ningún modo por la creatura.
--------------------------------------
Con el inmenso respeto y admiración que se les debe, pero si esto no es una contradicción, entonces yo no entiendo nada.
Por otro lado, nadie dice que Dios deba nada a nadie, sino que obra de acuerdo a su naturaleza amorosa y justa. Que Dios crea al hombre a su imagen y le habla y es inteligible para él. No se puede decir que cualquier cosa es atribuible a Dios -excepto que sea algo contradictorio, que les veo venir, jeje- porque al ser Dios la bondad suprema todo lo que le sea atribuible es bueno. Los misterios de Dios son luminosos, de sobreabundancia, debidos a su omnipotencia, realidad inabarcable que solo podemos llegar a acariciar con el entendimiento, pero no suponen un velamiento oscuro, un enigma inescrutable cuyo sentido se escape refractariamente al entendimiento natural de la creatura. Cuando se utilizan palabras o conceptos tales como amor, paternidad, justicia, culpa, etc, se entiende que se utilizan en un sentido comprensible según, o análogamente, el uso con el que son utilizados en el orden natural y que constituyen positivamente, y de forma reconocible, el bien de la persona y de la sociedad.
“puesto que lo que es dable conocer de Dios está manifiesto en ellos, ya que Dios se lo manifestó. 20 Porque lo invisible de Él, su eterno poder y su divinidad, se hacen notorios desde la creación del mundo, siendo percibidos por sus obras, de manera que no tienen excusa” (Romanos 1:19-20)
----------------------------------
Néstor
Por eso, tras citar el texto del Concilio de Trento que dice Dios no abandona nunca si antes no es abandonado, dice G. L. :
"Se puede decir aún con Santo Tomás (...) que después de un primer pecado, la permisión divina de un segundo y un tercer pecado es ya una pena del primero; pero no podría decirse otro tanto de la permisión divina del primer pecado, a la que no puede aplicarse el texto del Concilio de Trento que acabamos de citar" (Ibid.).
----------------------------------
Entonces ¿Garrigou - Lagrange no dice lo mismo que Trento?
En el esquema tomista de la gracia le falta lo que le falta también a la biblia, que cosa le falta ? El origen del mal...... A ver Dios quiere que le obedezcamos, para eso necesitamos la gracia, si no da la gracia entonces su intención es que la creatura "pise el palito" para luego castigarlo.
Resulta que Dios es soberano de todo lo creado ( es lógico si uno de sus atributos es Todopoderoso) está en nuestro pensamientos , nuestros movimientos , está en literalmente todo, Adán y Eva estaban bendecidos por la gracia de Dios pero resulta que esa gracia tan eficaz no era por que a Eva se le ocurrió comer la manzana, sin Dios no podemos hacer nada ni siquiera pensar ya que el decide por nosotros y nos mueve, entonces donde surgió el pensamiento de desobedecer a Dios ???.
Lo mismo podría decir de lucifer que se hizo malo a sí mismo pero donde salieron esos pensamientos malos ? De la nada ? Ya que como dicen de Dios lo malo no puede salir entonces de donde ?.
En todo esto de la gracia eficaz , condenación , salvación hay algo que no me termina de cerrar del todo y es el origen del mal si no es de Dios entonces de donde ?.
En el esquema tomista junto con la biblia sabemos que Dios controla todo , creo un mundo bueno , el nos mueve a hacer el bien y nosotros no podemos hacer nada sin el , el es el bien , la verdad y la belleza pero lamentablemente en este mundo existe el mal , la mentira y la fealdad , Adán y Eva pecaron ( pero sin Dios nada podemos hacer ) , lucifer se hizo.malo ( por qué tenía maldad en su interior???),Todo bien estamos todos condenados nos merecemos el infierno eso lo sabemos muy bien , Dios no está obligado a salvar a nadie pero todavía no sabemos nada del origen del mal (que es la causa de la condenación de toda la humanidad y en cima es nuestra culpa según Dios ) si no fue el entonces de donde está su origen ? En este esquema tomista podemos usar la paradoja de Epicuro.
Y lo que le dije a Néstor arriba , Epicuro dijo algo similar "¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni tengo medios para saberlo. Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se preocupan de nosotros."
Sin embargo me parece sentir lo mismo que he experimentado al presenciar ciertos programas televisivos de cocina donde compiten los mejores chefs que hacen maravillas con su arte y ciencia. Uno se entusiasma, hasta que recuerda que afuera hay niños muriéndose de hambre.
La evangelización que nos urge debe hablar con sencillez al conflictuado hombre de hoy.
Sospecho que los nuevos herejes no se ocuparán de estos temas con esta profundidad, sino que buscarán convencer al hombre, de que ese Dios en que se le enseño a creer, no le ama, que le ha usado, que nada significa para Él, que le ha mentido.
Así, amargado en su soledad y desconfianza, como un huerfano, será presa facil del infame usurpador que parodiará la paternidad de Dios.
Hay un tiempo para cada cosa bajo el sol. Un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recojerlas. No parece el tiempo de estos debates.
Afuera el mundo se congela por falta de amor.
Y las almas caen al infierno como copos de nieve. Qué estamos haciendo?
Lo que he dicho que es una monstruosidad es el calvinismo. Que vds se parecen en muchas cosas es un hecho. Que yo no les voy a acusar de calvinismo también, pero si vds pueden llamar semipelagianos a los que rechazamos el bañecianismo, simplemente porque entendemos con sentido común el concilio de Trento, también con todo derecho les podemos llamar semicalvinistas o semijansenistas a vds - una cosa por la otra. Lo mejor es el respeto mutuo de todo el que se encuentre dentro de los límites de la doctrina declarada infalible.
A mí me parece perfecto que vds sigan exponiendo sus teorías, pero sin la pretensión de que todo católico tiene que adscribirse a ellas, cuando resulta que estamos de acuerdo con la doctrina infalible aunque no estemos de acuerdo con los artificios filosóficos de los deterministas.
Vds se consideran la única salida lógica, pero yo encuentro más lógica cualquier teoría católica antes que la de vds. Y elijo cualquier teoría que no me resulte disonante con el catecismo, el Evangelio, las verdades declaradas infalibles por la Iglesia. Como también puedo elegir simplemente pasar de todas.
En cuanto a adherirse a una verdad, solo tiene garantía de verdad lo que ha sido declarado infalible. Los protestantes no dicen eso, los protestantes se dedican por su cuenta y separados de la Iglesia a malinterpretar las escrituras y de paso a algún santo anterior a su cisma.
Yo creo en las escrituras y las interpreto con la Iglesia y cuando hay distintas opiniones me quedo con la que encuentro más en línea con la doctrina infalible.
Agradezco infinitamente a Alonso que haya aclarado lo que es verdad infalible respecto a este tema. Y una vez que lo sé, del resto de lo que dicen vds puedo pasar, simplemente porque no me parece razonable su modo de destripar el misterio. No pasa nada, pueden seguir pensando lo que quieran y exponiéndolo, lo que no pueden es pretender imponerlo a los demás como LA verdad católica.
Néstor,
Ahora resulta que Dios quiere que todos los hombres se salven pero no quiere que todos los hombres se salven. Pero sin que ello tenga nada que ver, por lo visto, con lo que haga el hombre o deje de hacer, como es lógico, porque eso lo determina Él, según vds,eligiendo a priori lo que va a hacer cada uno (hacer de hecho, claro). De la frase mía que vd cita había aclarado yo que el verbo poder sobraba, posteriormente.
Digamos que Dios elige desde la eternidad, según vds, a un grupo de seres para no resistir a su gracia de hecho y a otros para resistirla de hecho, para ello, además de hacer dos grupos hace dos tipos de gracia diferentes a unos les dará una y a los otros la otra.
Me parece muy bien que se monten ese edificio filosófico, pero no tenemos por qué compartirlo, pues no veo entre los cinco puntos señalados anteriormente como doctrina declarada infalible que haya que aceptar el bañecianismo, sí o sí.
Y respecto a las acusaciones posteriores a Trento y la defensa de vds, me parece muy bien que decidiera el papa que dejaran de acusarse unos y otros y que permitieran unas teorías y las otras.
Pero es que yo les devuelvo su acusación ante las pretensiones de que tenemos que pensar obligatoriamente como vds para ser católicos. Mejor que cada uno piense lo que quiera dentro de los límites de la verdad definida como infalible y se deje de acusaciones, tal como pidió el papa.
Con Trento no tengo ningún problema, ni con Orange ni con ninguna doctrina infalible, lo tengo con el bañecionismo - no tengo pruebas de que SantoTomás dividiera las gracias en dos tipos para dos grupos etc; pero si lo hubiera hecho, pues tampoco él es infalible... así que pasaría exactamente igual.
Pues cada cual que elija la teoría que más concorde le parezca con la doctrina infalible de la Iglesia.
Sigo quedándome con el catecismo y Trento.
Aunque agradezco que hayan expuesto sus teorías y aún más que haya expuesto Alonso los límites de la ortodoxia en esos cinco puntos, independientemente de la teoría que sostenga cada cual.
Gracias por todo y adiós.
"La evangelización que nos urge debe hablar con sencillez al conflictuado hombre de hoy."
El catecismo basta y sobra para ser católico y para evangelizar. Las escrituras están suficientemente aclaradas por la Iglesia católica sin necesidad de meterse en filosofías. Los límites de la doctrina definida como infalible son pocos y claros. A quien le de por la filosofía tiene doctrinas varias donde elegir, de las que el católico también puede pasar por completo.
Dios es un misterio de Amor, sabiduría y bondad y ama todo lo que ha creado. Quiere que todos los hombres se salven, con tal de que se dejen salvar por Él, porque si le rechazan no les va a obligar a aceptarle. El Camino está expuesto sencillamente en su Evangelio y en la doctrina de la Iglesia.
Y por consiguiente, dejo esta polémica. Bendiciones.
El mal, es una cierta privación, limitación o deformación del bien creado por Dios y del que somos llamados a participar.
Por qué existe? Por qué Dios lo permite? En ello hay un misterio. Y como todo misterio no hay falta de lógica o explicación sino un impedimento temporal de nuestra inteligencia para abarcarlo.
Sin embargo Jesús nos enseña que el sufrimiento humano (experiencia de ese mal) existe en el mundo para generar amor.
Dios mismo en cuanto hombre, experimentó todo el sufrimiento humano y fue a través de este sufrimiento que paradojicamente venció al mal.
Precisamente en la debilidad y sufrimiento humano fruto del pecado, el hombre se hace más receptivo a la gracia salvifica de Dios alcanzada por la obediencia redentora del Hijo.
Asi se cumple que, "en donde abundó el pecado sobreabundó la gracia".
En realidad todo la miseria y fealdad del alma alejada de Dios, si no está contaminada por la malicia del rechazo obstinado a su amor, genera mayor compasión y misericordia de Dios. Por ello nadie puede afirmar que a más pecados menos gracias para resistir esos pecados.
Todo el Evangelio nos dice lo contrario.
Mientras más pecados comete el alma más se "inclina" Dios a compadecese y más gracias le son ofrecidas a esa alma para salvarle.
Por supuesto, esto escandaliza a todos los hijos "mayores" que no aceptan que Dios nos ama aun "cuando eramos sus enemigos". Y que suplicó el perdón incluso por lo que le crucificaban.
Por ello la locura no es tanto que así Dios nos ame, sino que nosotros no le amemos.
La locura es que el amor no sea amado!
Bendiciones.
1. Dios, Yo soy, es omnipotente, omnisciente y omnipresente. Dios es el Ser, conoce el Ser y el no-Ser y está presente en la Creación y Nueva Creación. Dios es la libertad y en Su bondad, misericordia y justicia dona Su Vida a Sus criaturas por puro Amor: al ángel y al hombre.
2. El no querer Ser, el no-Ser, está privado del Yo soy, privado del Amor de Dios, privado de Su santidad y libertad concedida en la Verdad, Bondad y Belleza.
3. Dios no es causa del pecado, el mal, aunque lo conozca. Cuando crea hace buenas a todas las criaturas. Pero, Dios concede grado de libertad a imagen y semejanza a sus criaturas porque quiere tener una relación de Amor desde la libertad de donación Personal, no una relación como la que podemos tener nosotros con una piedra. Libertad en el terreno de la Verdad, el Bien y la Belleza.
4. Entonces, ¿por qué infringen la Ley eterna de Dios, que es el pecado, el mal, el Ángel de Luz y todos los ángeles que le siguen? Misterio el de los ángeles caídos que niegan el Ser voluntariamente, quedan abnegados del proyecto de Dios cambiando la Vida del Ser por la del no-Ser.
5. El Ángel de Luz es creado por Dios, Dios no crea a Satanás ni le obliga a ser Satanás, a ser el no-Ser. Por lo que, Dios omnipotentente y omnisciente ni es causa directa ni indirecta del pecado. El conocer algo no es causa para hacerlo como se conoce que no debe ser. Nadie fabrica un motor para que funcione mal aunque se conozca cómo funciona mal. En Dios no está la causa porque ni crea el mal funcionamiento ni lo hace funcionar mal. Es el accidente que tiene libertad el que decide funcionar mal porque quiere estar por encima de su hacedor, la soberbia, y quiere funcionar cómo él diga y no la Ley eterna de Dios. El Creador sigue siendo el mismo por la eternidad. Los ángeles caídos mudan irreversiblemente por la Justicia original de Dios a ser privados de Dios. El ámbito de los mismos es moverse en el no-Ser: la mentira, el mal y la fealdad.
6. En el proyecto de Dios el género humano es creado a imagen de Dios, esto es que ha sido hecho a imagen de Cristo, porque Cristo es precisamente la “imagen de Dios invisible” (Col 1,15), esto es que cuando Dios moldea el barro, piensa en Cristo, el hombre nuevo. Puede que los ángeles caídos rechacen de pleno que Su Creador se rebaje al nivel de Su criatura inferior y tengan que adorarla.
7. Dios no le da por a Satanás en el mundo. Es mediante el engaño del Padre de la Mentira y la aceptación libre de Eva y Adán, la manzana no existe es un invento, por la que entra el pecado en el mundo y obtiene el poder Satanás de ostentar ser el Príncipe del mundo convertido en reino de tinieblas.
8. El género humano queda constituido pecador, esclavo de la mentira, el mal y la fealdad, pierde la condición de hijo de Dios, su naturaleza muda, queda herida, inclinándose al mal. Pero, la herida de la imagen y semejanza queda reparada por Cristo en la Cruz. Y por la Resurrección quien voluntariamente coopere con Dios, acto meritorio, lo va creando de nuevo para que pueda ir al Cielo por los méritos de Nuestro Señor, perdonados por el Padre y santificados o justificados en la Verdad, el Camino y la Vida por el Espíritu Santo.
9. En la Creación, la Cruz, el Árbol de la Vida, es Misericordia y Justicia original de Gracia suficiente para quienes no conocen al Mesías. En la Nueva Creación, en el tiempo de Iglesia, la Resurrección es Gracia eficaz en la Eucaristía.
10. Para el protestante basta solamente creer en Cristo porque la justificación completa está en la Cruz. Es decir, que en la Cruz quedan perdonados todos los pecados, Gracia suficiente y eficaz, por lo que con el Bautismo y tener sólo Fe basta para ser justificados y salvos. Pero, esto es falso, es quedarse sólo con la misericordia de Dios sin Su justicia.
11. Para el protestante es quedarse en el hombre viejo pecando pero con Fe en Cristo que ya los ha salvado sin colaboración de acto meritorio. Pero, el cristiano tiene que cooperar en la Cruz con Cristo, tiene que compartir el sufrimiento de la Cruz, el hombre viejo tiene que ser crucificado en la Eucaristía. Por ello, el Apóstol nos dice: «En todo apremiados, pero no acosados; perplejos, pero no desconcertados; perseguidos, pero no abandonados; abatidos, pero no aniquilados, llevando siempre en el cuerpo la muerte de Cristo, para que la vida de Jesús se manifieste en nuestro tiempo. Mientras vivimos estamos siempre entregados a la muerte por amor de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal... sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también con Jesús nos resucitará...» (2 Cor 4,7-15).
12. Dios en su obrar libre se humilla y se hace hombre históricamente. La Encarnación, la Navidad, el Evangelio, la Ultima Cena, la Pasión, la Muerte en Cruz y la Resurrección son hechos históricos, son base de la fe católica racional porque si no lo son no existe la Gracia pues nuestros pecados aún no han sido perdonados y nuestra fe es vana. La Palabra de Dios encarnada nos dice que hay cosas que no puede evitar porque respeta nuestra libertad. En el acto meritorio (libre) con fe divina la Gracia es eficaz en los Sacramentos y suficiente en la vida cristiana. El don de Dios al mundo, la Gracia, es inmerecida pero el Amor primero quiere salvar al género humano. Otra cosa distinta es que la criatura se deje amar y santificar por Dios. Como dice Santa Teresa de Calcuta: «"Seré santo” quiere decir: me despojaré de todo cuanto no es Dios. Despojaré mi corazón y lo vaciaré de toda cosa creada; viviré en la pobreza y en el desprendimiento. Renunciaré a mi voluntad, a mis inclinaciones, a mis sueños y a mis fantasías y me convertiré en un esclavo voluntario de Dios».
Que la Paz de Nuestro Señor esté con Uds.
Quizá por excluir de plano algunos de estos debates la evangelización está hoy como está..., pues si no se funda en la verdad y en la sana doctrina, si no se alimenta de ella, se queda en mera asistencia social (en el mejor de los casos).
Si no fundamos rigurosamente la necesidad de la gracia y su eficacia intrínseca e infalible, la necesidad de la Santa Iglesia Católica, de los sacramentos..., entonces la oración no tiene ya casi sentido, todas las religiones serían igualmente salvíficas, la Santa Misa y los sacramentos serían cosas prescindibles, y más vale entonces quedarse en casa tranquilo, a salvo del Covid-19, que asistir al Santo Sacrificio y recibir el Cuerpo del Señor. O a lo sumo lo miramos por youtube y tan tranquilos... Y muchas iglesias cerradas, los comercios abiertos, y la gente, al parecer, no consciente de que el Covid, en realidad, es lo de menos...
La muerte de hambre a que alude es quizá principalmente la crisis de fe, la cual no se combate llenando el vientre de comida (sin negar que haya que hacerlo, obviamente, y que sea algo necesario).
Los nuevos herejes viven de las viejas herejías, máxime si, como Ud. dice, no tienen el nivel de los antiguos herejes. Combatiéndolas, entonces, se caen por la base sus nuevas reformulaciones, que hoy se cuelan por todos lados.
Que ¿qué estamos haciendo? Tratando de comprender, en lo que nos es dado, la grandeza del amor de Dios y de su gracia, que es el germen de la vida eterna, y el misterio de por qué caen las almas como copos de nieve en el infierno, como Ud. dice. Y en consecuencia adorar al Altísimo y sus inescrutables designios, y colaborar, desde aquí, en la salvación de las almas. ¿Qué cree que hacen los bienaventurados...? Hay muchos miembros en el Cuerpo Místico: no todos tienen la misma función.
No sé si con su planteo Santo Tomás hubiera debido escribir algo... Si nosotros, yo al menos, no estoy ni con mucho a su altura, al menos trato de comprenderla en la medida de mis cortas posibilidades, y difundirla, fiel a las enseñanzas de mi Madre la Iglesia. Si más hubieran sido fieles a tal sabia directriz, el modernismo no habría adquirido las preocupantes proporciones que hoy manifiesta y la evangelización andaría por más sanos cauces. Pero si se vacía el Evangelio, no se puede hablar en el fondo de "evangelización" y de la salvación de las almas, sino más bien de salvar a las ballenas, a la tierra o al koala, de "discriminación" hacia otras religiones, de celebrar el aniversario de la "D"eforma protestante, y un largo y lamentable "etcétera".
En el fondo de todo este planteo que Ud. parece decir que está fuera de tiempo, citando al Ecelsiastés, late la sencillez que Ud. dice es necesario predicar: Dios lo es todo y de Él depende todo, absolutamente todo. Eso es lo que dice el tomismo (es el "principio de predilección"), y a partir de ahí es consecuente, radicalmente consecuente. Eso es el Evangelio. No se trata de predicar las distinciones entre "sensu composito" y "sensu diviso" a gente sencilla, sino de comprenderlas, para que la predicación no pierda a esa gente sencilla, sino que la pueda orientar por el cauce de la sencillez evangélica, que nos induce a abandonarnos sencilla y humildemente en el Señor, sabiendo que nuestra salvación depende de Él últimamente, que Él es el motivo de nuestra esperanza, y que por eso nuestra oración debe ser ferviente, nuestra caridad hacia Él debe ser inmensa, y en Él y desde Él debe extenderse a todas las almas, a las que nuestra oración ayudará mucho más que otros medios que hoy, desgraciadamente, están más de moda.
Finalmente se trata también, como decía el primer Santo Padre, más bien el Espíritu Santo a través de él, de la "disposición a defender siempre nuestra esperanza, respondiendo a todo el que nos pida razón de ella" (cf. 1 Ped 3, 15). Me parece que no otra cosa hemos estado tratando de hacer...
Sobre la polémica de auxiliis... bien, no soy teólogo, pero si tengo leído a santo Tomás, y no dice lo que dice Bañez. Ni tampoco lo que dicen Suárez o Bellarmino. Y así todo, los tres lo citan y los tres aducen su autoridad. Se le dice tomista a Bañez porque era dominico y la OP se apropió de Tomás en su momento y se inventó un aquinometro para decir quien era tomista y quien no.
Por cierto, es lógico que Tomás no tenga una respuesta sobre de auxiliis simplemente porque vivió en el siglo XIII y esa polémica no existía (ni las condiciones que la generaron). Eso no quiere decir que no se pueda hacer una respuesta "tomista" sobre la misma, a la luz de sus principios, pero no es tan sencillo y no se puede simplemente decir "Tomas dixit" porque vaya, resulta que también hay citas del Angelico que también favorecen al congruismo o incluso al molinismo.
Saludos
Pero no sólo eso, sino que ni si quiera los cánones de Trento son tan claros que no precisen ser aclarados e interpretados para ser entendidos conforme a la doctrina católica.
Eso demuestra que es absurdo sostener que el Concilio Vaticano II es mal Concilio porque puede ser mal interpretado. También lo sería Trento.
No por nada el autor "GAB" dice "Me quedo con Trento y el Catecismo" y no hace mención de quedarse con el Magisterio completo ni menos con Orange II, porque es claro que tiene en consideración que los textos de Trento y el Catecismo parecen favorecer en la interpretación hacia su postura; no así de Orange II y los demás, como lo dicho por el Papa sobre la eficacia de la gracia.
Ignora ciertas partes del Magisterio para quedarse con lo que parece favorecer su opinión; tal y como hacen ahora muchos modernistas con el CVII. Sólo que esta persona lo hace con Trento.
Por eso es que Dios permite el mal, así saca bienes con ocasión de esos males. Ahora ya hay un argumento más que se puede usar para defender al Sacrosanto Concilio Vaticano II en contra de los tradicionalistas/lefebvristas.
_________
A.G.:
Debo disentir.
Trento es muy claro y preciso. Trento no es ambiguo. El Concilio Vaticano II, sin embargo, adolece a menudo, en sus más de 700 páginas, de ambigüedades y anfibologías.
GAB tiene razón en que no debe meterse en filosofías ni teologías. Y es que eso es para unos pocos, para los que Dios conceda esa vocación. Lo que ocurre es que durante decenios la doctrina tomista de la gracia ha sido silenciada, minusvalorada, y el pueblo de Dios no la conoce. Y cuesta, mucho, volver a introducirla.
No es cuestión de volver a la carga cuando esta serie de comentarios ya estaba concluyendo...
Santo Tomás no dice lo que dice Bañez: es Báñez quien dice, en esta cuestión al menos, lo que dice Santo Tomás. Fíjese las pruebas que aduce Garrigou-Lagrange: son firmes.
Si el "aquinometro" se hace con los textos y principios del Angélico, entonces es válido.
No me parece que sea lógico, como dice, que Santo Tomás no tenga una respuesta a la controversia "De auxiliis" (fíjese en el último post de Néstor, "Prioridad de la lógica...", en las respuestas a algunos comentarios) porque vivió algunos siglos antes... Las verdades que expone son intemporales. Y si bien la "controversia" como tal no existía, sí trató esas cuestiones (el libre albedrío, la gracia intrínsecamente eficaz e infalible), a partir de las cuales se puede responder al lado no-tomista.
Santo Tomás no favorece al molinismo, de ninguna manera. Lo excluye de modo absoluto (léase "ciencia media", léase no necesidad de la premoción divina). El mismo Molina, con sinceridad, reconoce apartarse de Santo Tomás. Que se cite a Santo Tomás es otra cosa. Los mismos herejes citan la Sagrada Escritura, dicho sea de paso, y nadie diría que la misma los favorece... Y San Agustín mismo, en quien pretendieron inspirarse algunos herejes, se defendía diciendo eso mismo: que él no tenía la culpa, pues la misma SE es tergiversada por los heterodoxos.
Pero que sea ambigüo tampoco significa que sea malo. Por ejemplo, las Sagradas Escrituras precisamente contiene una oscuridad tal que puede ser interpretada de muchas formas; como lo demuestra la herejía protestante. Pero no sólo eso, los mismos Padres de la Iglesia no tenían unanimidad en todas sus interpretaciones de la Escritura. Y no hablo de nimiedades, sino de cosas como el milenio cristiano o el Anticristo.
Y dada la oscuridad de las Sagradas Escrituras, san Pío X en su Catecismo dice: «La Iglesia prohíbe las Biblias protestantes porque, o están alteradas y contienen errores, o porque, faltándoles la aprobación y notas declarativas de los sentidos oscuros, pueden dañar a la fe. Por esto la Iglesia prohíbe hasta las traducciones de la Sagrada Escritura aprobadas antes por ella, pero reimpresas después sin las explicaciones aprobadas por la misma» (889).
A lo que voy es, que, independiente del texto o la claridad, los hechos son los hechos: hay quién usa Trento para ir contra el Magisterio previo.
Y así como Trento puede y debe ser interpretado en continuidad, lo mismo el Concilo Vaticano II.
De modo tal que la objeción de ambigüedad del Concilio queda invalidada.
Y ya que cite a san Pío X, vale añadir como conclusión lo que dice en su Catecismo en los numerales 186 y 189:
¿Quiénes componen la Iglesia Docente?
Componen la Iglesia docente todos los Obispos, con el Romano Pontífice a la cabeza, ya se hallen dispersos, ya congregados en Concilio.
¿Estamos obligados a escuchar a la Iglesia Docente?
Sí, por cierto; todos estamos obligados a escuchar a la Iglesia docente, so pena de eterna condenación, porque Jesucristo dijo a los Pastores de la Iglesia en la persona de los Apóstoles: “El que a vosotros oye, a Mí me oye, y el que a vosotros desprecia, a Mí me desprecia”.
_________
A.G.:
No tiene sentido hablar de hermenéutica de la continuidad para Trento. Porque Trento es diáfano, y Trento dice con claridad la verdad católica, por ejemplo que la gracia se puede rechazar. Otra cosa es que esta afirmación se utilice de forma inadecuada en un debate teológico y se realicen deducciones incorrectas.
Pero el Concilio Vaticano II, junto a pasajes que dicen también la verdad católica, tiene textos ambiguos que se prestan a varias interpretaciones, y por eso Benedicto XVI habló de hermenéutica DE LA REFORMA en la continuidad.
Trento, sin embargo, no quería reformar nada sino reafirmar la doctrina tradicional contra protestantes, aunque sin entrar en profundidades, sino con claridad y precisión recordar lo esencial.
Por lo demás, las Sagradas Escrituras sin notas explicativas puede dañar la fe, por los sentidos oscuros. Es decir, esos textos oscuros necesitan ser explicados e interpretados conforme a la doctrina católica.
Por eso no se sustenta la objeción de la ambiguedad. El CVII puede y debe ser entendido correctamente. Lo mismo dígase de las Sagradas Escrituras.
Ecclessiam falta a la verdad respecto a mí.
He resumido que me quedo con Trento y el catecismo, como base suficiente, porque naturalmente tanto Trento como el catecismo están de acuerdo con toda la doctrina infalible de la Iglesia y además son claros. No estaba rechazando el VII ni Orange ni ningún otro concilio.
Pero además su interpretación restrictiva es de mala fe, pues como sabe perfectamente, tanto en este post como en el anterior, he repetido un montón de veces que estoy de acuerdo con las
Escrituras, con Orange, con los 5 puntos en los que Alonso resumió la doctrina infalible que se refería a esta cuestión que tratábamos etc.
En cuanto a lo que dice Alonso, tiene razón. La filosofía no es para todo el mundo y por tanto puedo pasar de ella.
Aunque confieso que en principio me interesa la filosofía, como me interesa la ciencia y creo que no están en contradicción con la fe. Pero Dios siempre será el misterio de amor trinitario que se nos ha revelado en Jesucristo y siempre su misterio superará a nuestro entendimiento.
Desde luego puedo ser católica y pasar de la filosofía. Solo que tal vez no lo haga, porque una vez aclarado lo que es doctrina infalible, puedo introducirme tranquilamente en ese terreno si quiero, aunque no tenga esa obligación.
Y miren por donde he descubierto que el padre William Most trata el tema de una forma que sí me parece convincente, mientras la bañeciana me parece contradictoria. Y todo de acuerdo con la doctrina infalible de la Iglesia.
Aprovecho para decir que me ha parecido muy razonable el comentario de Juan Manuel.
De nuevo gracias al blogger por su paciencia y de nuevo peticiòn a Ecclessiam de que procure no aludirme calumniosamente para que yo no tenga que contestar. Mejor que no me aluda en absoluto.
Despedida cordial, si puede ser.
___________
A.G.:
Bueno, calma a todos, que este debate ha sido siempre amistoso y enriquecedor. Sigamos así que vale la pena hablar de estas cosas.
Por ejemplo, si uno tiene intención de atinar a la diana, pero luego falla en realizarlo.
Por ello alguien puede tener intención de concordar con el Magisterio, pero luego fallarla.
Un ejemplo claro son la inmensa mayoría de los católicos piadosos de hoy, que, en la intención quieren profesar la fe católica, pero luego caen en, por ejemplo, el semipelagianismo.
También reconocí (y lo hice en mi comentario en este post) que a la luz del pensamiento de santo Tomás se puede (y se debe, en mi opinión) considerar problemas, tomar postura en controversias o refutar errores que vinieron después en el tiempo. Ahora bien, en esta cuestión puntualmente, es problemático aducir su autoridad, porque las dos partes lo hacen y ninguna con mala fe (que Suarez y Bellarmino eran buena gente che, por no decir otros que también opinaron/opinan así). A mi me parece que eso sucede porque como la controversia no existía, ni el calvinismo... bien, como la cuestión no se suscitó a fondo, Tomás no tuvo una respuesta a fondo y no se puede decir "esto es tomista, esto no".
Lamento si cayó mal que comentara tiempo después. En sí mismo no me metí con la controversia que llevaban. Disculpas a Alonso entonces.
Saludos.
No resistirse es no hacer nada, en vez de hacer algo malo que sería resistirse. Luego podrá querer positivamente, con la ayuda de esa gracia que no ha resistido. No tengo ningún problema con esa cita de Orange y pienso desde luego que todo bien viene de Dios.
Pero en todo caso, quedamos en señalar los límites de la doctrina infalible y no llamar herejes ni semiherejes a los demás.
En la cuestión de quién es lógico y quién es contradictorio, evidentemente no nos ponemos de acuerdo, pero desde luego yo no tengo interés en convencerles de nada, me basta con que dejen de acusar falsamente a la gente de ser semipelagianos y que se reconozca que los demás, dentro de los límites de la doctrina infalible, tienen derecho a no pensar como los bañecianos.
Y con esto creo que queda suficientemente aclarada mi postura, sin ninguna pretensión de que la compartan, solo de que no la malentiendan.
Así que eso es todo.
Bendiciones.
____________
A.G.:
«he dicho que es movida al bien, siempre que no se resista a la gracia.»
Pero es incorrecto esto que dice, porque hace depender a Dios de lo que haga el hombre, que sería quien en última instancia decide. Y sabemos que la iniciativa de la aceptación es de Dios, que no tiene que esperar a ver qué hace la voluntad humana para dar gracia.
Si no se resiste, en principio no se hace nada, ni bueno ni malo, de modo que no veo el problema en que la gracia siga su curso ya iniciado. Todo el bien procede de Dios. La voluntad es movida por Dios.
Si se resiste, se hace algo malo, con las consecuencias negativas consiguientes.
_________
A.G.
Si no se resiste, es decir si se acepta, es por la gracia, es efecto de la gracia. Dios lo causa, como enseña Trento ses. VI cap. XIII
Pero si se resiste, sí hace la voluntad algo malo por sí misma, con las consecuencias que Dios omnipotente ha dispuesto para el caso.
_______
A.G.:
Debe hacer un acto positivo y además sobrenatural, por eso debe darlo Dios, porque la voluntad no puede realizarlo con fuerzas meramente naturales. Acto que, si además la persona está en estado de gracia, es meritorio para salvarse.
Con todos mis respetos, ¿qué entiende por "semicalvinismo"?
Gracias.
---------------------------------
Y le agradezco, Alonso, por la referencia de autores que me dio.
Federico,
Con todos mis respetos, no tengo ganas de seguir en esa lìnea. Pero le contestaré que es semicalvinista el que llama semipelagiano al católico ortodoxo que desde Trento critica la doble presdestinación.
Creo que con esto deberían estar claras las posturas de cada cual.
Obviamente no vemos las cosas igual, pues para mí no resistir es no hacer nada ni bueno ni malo y además considero que el texto de Trento dice exactamente lo que dice.
Y para vds no.
Tengo quehaceres ineludibles.
Bendiciones.
__________
A.G.
No, Dios causa, como dice Trento, y causa un acto entitativo, un bien, una obra buena que en estado de gracia es incluso meritoria, y por eso Dios debe causarla.
que Dios causa el movimiento de la voluntad del hombre.
Es algo así como establecer una ley lógica, pero está ley se muestra insuficiente para comprender en profundidad el misterio de la libertad humana.
__________
A.G.:
Se sabe muy bien, porque Dios concede que tengamos cierta luz sobre esto. Causar significa que Dios mueve, que Dios da, que Dios activa; en definitiva, que el acto saludable es efecto de la acción de Dios sobre la voluntad, a la que impulsa a moverse a sí misma. Causar significa que la voluntad no puede moverse por sí sola, necesita de un primer motor, que es Dios.
Al no resistir no ha hecho nada. No hacer nada es no hacer nada, no es moverse por sí misma a hacer algo.
Es la voluntad q resiste la q hace algo (malo) por sí misma.
________
A.G.
La voluntad sí hace, acepta. Se mueve por sí misma, por la gracia, aunque no por sí sola. La gracia la mueve y la voluntad acepta, es un acto cien por cien de la voluntad y cien por cien de la gracia.
En consecuencia la gracia la moverá y la voluntad se moverá por sí misma con la gracia, en ese acto cien por cien de la voluntad y cien por cien de la gracia. Añada lo que dijo antes de los méritos etc.
En cambio si se resiste sí hará algo malo con las consecuencias correspondientes.
No sabía que había estado "metido" en los comentarios del post que le mencioné. De todos modos, "de nominibus non est disputandum". Sea que lo llamemos "refutar" o no, es claro, como dice, que una postura posterior que contradice al Angélico, sea explícitamente, sea en las consecuencias lógicas de sus principios, no es tomista, por más citas de santo Tomás que traiga. Aquí el "aquinometro", para emplear su expresión, valdría. Incluso habría que considerar si santo Tomás no se planteó en alguna objeción (a la que luego respondió, i.e., la resolvió) lo que el mismo Molina propone, como la incompatibilidad de la premoción con el libre albedrío (y por eso rechaza la premoción, diciendo no entenderla). Que Suárez sea "tomista", dicho sea de paso, es muy-muy discutible (para decirlo suavemente), por más "buena gente" que haya sido, que no lo niego. Varias de las 24 tesis no las acepta... Escoto está beatificado, y de tomista no tenía nada. San Francisco de Sales es otro ejemplo en esta cuestión. Pero en fin, yendo a lo que dice, trayendo a una controversia temporalmente posterior los principios del Angélico, se puede perfectamente decir que una posición es tomista en la misma, mientras otra, aun pretendiendo fundarse en el mismo, no lo es. Y me parece que aquí coincidimos (corríjanme si me equivoco) Alonso, Néstor, Ecclesiam y yo: en la controversia "De auxiliis" el auténtico tomismo está representado por Báñez y es la posición correcta. Así piensan, por otra parte, los PP. del Prado y Garrigou-Lagrange, entre otros.
Nunca hablé de "mala fe". Me parece que nunca lo di a entender ni en manera alguna fue mi intención. Pero evidentemente si dos posturas contradictorias pretenden ambas fundarse en santo Tomás (aquí no entra el propio Molina, por explícita confesión), alguna de ellas no se funda en santo Tomás (a no ser que el Angélico se haya contradecido él mismo). Ergo, una está errada. Y nada autoriza a suponer "mala fe" ("delictum non praesumitur, sed probari debet"), máxime tratándose de de santos.
No cayó mal nada. Lo dije porque algunas cosas ya se venían tratando, como lo de Báñez, y GAB, que era la objetora, se estaba despidiendo (aunque no termina de hacerlo). (El uso del "che" me induce a pensar que somos compatriotas..., por más que siendo el apelativo de un personaje que nada simpático me resulta, no me guste mucho emplearlo...).
Porque no resistir a la gracia es consentir a la gracia. Ya que no hay punto medio cuando Dios da la gracia: o la consientes (no resistir) o no la consientes (resistir).
Por eso, el consentir a la gracia es algo bueno, y para eso es necesario el querer consentir, y el querer consentir se nos da por el Espíritu Santo, como afirmó Orange II.
De ahí que Dios hace que el hombre quiera consentir a su gracia. Si decimos que Dios da su gracia a los que no resiste su gracia, eso es afirmar que el hombre pone de su parte algo que Dios no le da, y eso es semipelagianismo, porque finalmente es solamente el hombre quién se salva, es solamente el hombre quién elige a Dios; Dios ya no es salvador ni es el que elige a los hombres, sino sólo un espectador impotente que espera que el hombre acepte su gracia.
Y eso hace falsa a la Escritura que dice:
«¿quién puede resistir a su voluntad?» (Rm 9, 19)
También:
«El hombre proyecta muchos planes, pero sólo se realiza el plan del Señor» (Pr 19, 21)
Porque entre los planes del Señor está el que Él dará la vida eterna a algunos de manera infalible:
«Mis ovejas escuchan mi voz. Yo las conozco y ellas me siguen; Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; no me las arrebatará nadie de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es más que todas las cosas; y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre».
Juan 10, 27-29
Y añado una anécdota de santa Catalina de Siena, en que Dios, por la oración de la santa, convirtió de modo eficaz a un pecador que había endurecido su corazón:
"Catalina le hizo presente con tanta fuerza como dulzura el peligro a que exponía su alma, pero el hombre cerró el corazón a sus conmovedoras palabras. Se retiró por fin firme en su negativa y entonces Catalina se quedó sola para acudir al arma de la oración. Yo, creyendo ganada la partida por Catalina, empecé a discutir con Nanni para ganar tiempo. Apenas habían transcurrido unos pocos minutos cuando aquel hombre obstinado, volviendo a la presencia de la Santa, nos dijo: «Por cortesía, quiero hacer una concesión: yo tengo cuatro enemigos; consiento en sacrificar a aquel de ellos que ustedes quieran designarme».
Se dispuso a retirarse definitivamente, cuando de pronto exclamó: «¡Oh, Dios mío! ¿Qué consuelo es este que siente mi alma, a la sola palabra de paz que he pronunciado?». Y agregó: «Mi Dios y Señor, ¿qué poder me retiene y está triunfando sobre mí? No puedo irme y carezco de fuerza para negarme. Confieso que estoy vencido». Y cayendo de rodillas, dijo sollozando: «Santa Virgen, aquí me tienes dispuesto a hacer lo que tú me ordenes. Comprendo que Satanás me tenía encadenado... En adelante seguiré tus consejos; por piedad, dirige mi alma y líbrame de las acechanzas del enemigo»". (Vida de Sta. Catalina de Siena de san Raimundo de Capua, c. 6)
Este es un ejemplo claro del triunfo infalible de la gracia eficaz, doctrina católica, pues como dice el Papa Paulo V: «Dios con la eficacia de su gracia nos hace obrar y hace que nosotros pasemos de no querer a querer y dobla y cambia las voluntades de los hombres».
«Confiadamente confesamos la predestinación de los elegidos para la vida, y la predestinación de los impíos para la muerte; sin embargo, en la elección de los que han de salvarse, la misericordia de Dios precede al buen merecimiento; en la condenación, empero, de los que han de perecer, el merecimiento malo precede al justo juicio de Dios. Mas por la predestinación, Dios sólo estableció lo que Él mismo había de hacer o por gratuita misericordia o por justo juicio» (III Concilio de Valence, can. 3).
Ese aspecto está muy claro, lo que ya no lo está tanto es cómo se produce la respuesta libre del ser humano a la iniciativa divina.
Se sabe muy bien, porque Dios concede que tengamos cierta luz sobre esto. Causar significa que Dios mueve, que Dios da, que Dios activa; en definitiva, que el acto saludable es efecto de la acción de Dios sobre la voluntad, a la que impulsa a moverse a sí misma. Causar significa que la voluntad no puede moverse por sí sola, necesita de un primer motor, que es Dios.
--------------------------------
Si la ecuación fuese así de simple entonces no se puede decir que existe la posibilidad de resistir a la gracia pero que de hecho no se resiste. No la hay. Si Dios activa, da el querer y el obrar, enrtonces no se puede resistir. LA crearura concursa secundariamente en el acto salvífico, pero tampoco lo puede resistir. No puede resistir el acto todopoderoso de Dios. No se pueden decir las dos cosas a la vez.
Peo como apunté en otras intervenciones, ese no es el problema. EL verdadero problema es el de los condenados, que no tienen opción real de salvarse, siendo su destino el infierno eterno.
_________
A.G.:
Se resiste, simplemente, porque Dios lo permite. Si Dios no lo permitiera no habría resistencia. Es un hecho que Dios permite el mal. Por otra parte, resistir la gracia para pecar no es propiamente un acto de libertad, sino un abuso voluntario, un indicio de libertad, una posibilidad.
Efectivamente, estoy persuadido de que los cuatro concordamos.
Ester;
Santo Tomás tiene una respuesta a ello en la Suma teológica I, q. 105, a.4, en el que explica el modo en el que Dios mueve la voluntad.
Sin embargo, no la transcribo porque considero que es compleja de entender, porque lo complejo es aquello complicado, y lo complicado es aquello en el que está co-implicado (implicado con) varias cosas, cosas que se necesitan saber para entender. Dejo, entonces, a su juicio y al de los demás lectores el ir a leerlo, pues la Suma está gratuita y sin necesidad de descargar en Internet.
También porque aquí no estamos disputando el modo en que Dios mueve la voluntad, sino si Dios mueve o no mueve la voluntad.
Añadir que la disputa de los auxilios fue precisamente respecto del modo, porque ambas partes (la congruista y la tomista) aceptaban la doctrina católica: que Dios con la eficacia de su gracia mueve la voluntad del hombre.
Aclaro nuevamente esto, porque la acusación al molinismo de caer en semipelagianismo es diversa de la cuestión de los auxilios, porque allí no era molinismo vs tomismo, sino congruismo vs tomismo. El congruismo fueron tesis modificadas de Molina por Suárez y san Roberto Belarmino para hacerlas aceptables a la doctrina católica.
Cos:
San Alfonso María de Ligorio dice que efectivamente el pecador sí puede salvarse con la gracia suficiente, pero no se salvará:
"¿Y cómo nos abandona Dios? O envía la muerte al pecador, que así muere sin arrepentirse, o bien le priva de las gracias abundantes y no le deja más que la gracia suficiente, con la cual, si bien podría el pecador salvarse, no se salvará. Obcecada la mente, endurecido el corazón, dominado por malos hábitos, será la salvación moralmente imposible; y así seguirá, si no en absoluto, a lo menos moralmente abandonado. «Le quitará su cerca, y será talada...» (is., 5, 5). ¡Oh, qué castigo! triste señal es que el dueño rompa el cercado y deje que en la viña entren los que quisieren, hombres y ganados: prueba es de la abandona. Así, Dios, cuando deja abandonada un alma, le quita la valla del temor, de los remordimientos de conciencia, la deja en tinieblas sumida, y luego penetran en ella todos los monstruos del vicio (Sal. 103, 20)". (Preparación para la muerte, c. 17, p. 2)
San Alfonso es Doctor de la Iglesia. Así que su doctrina es completamente coherente con la enseñanza de la Iglesia (Y ya que lo cito, le recomiendo que lea el libro completo).
El problema está en no distinguir, confundiendo el acto y la potencia. El hacer y el poder. Que no es la filosofía de Aristóteles o de algún particular, así como la circulación de la sangre no es la biología de William Harvey o de algún particular.
Si el libre arbitrio conserva la potencia de elegir, el poder elegir, no se puede decir que no tiene posibilidad de elegir.
Si luego su potencialidad, su capacidad de obrar, se dirige a una cosa, y siempre se dirige a una cosa, es porque ese poder elegir se actualizó, pasó del poder hacer al hacer, hacia aquél acto.
Por eso es imposible sostener que la gracia suficiente es incompatible con el poder obrar, porque precisamente lo que hace la gracia suficiente es darle capacidad de obrar.
Es como decir que, porque el padre dio al hijo veinte euros para comprar la zapatilla y el hijo eligió no comprarla, el hijo no tuvo los veinte euros para poder comprarla. Absurdo.
Y esto es lo que se viene explicando y re-explicando por los estimados Alonso y Néstor desde hace varios comentarios.
Se resiste, simplemente, porque Dios lo permite. Si Dios no lo permitiera no habría resistencia. Es un hecho que Dios permite el mal. Por otra parte, resistir la gracia para pecar no es propiamente un acto de libertad, sino un abuso voluntario, un indicio de libertad, una posibilidad
-------------------------------
No hay abuso. Y la voluntariedad hay que entenderla dentro de un marco de acción viable. LA libertad de toda creatura esta limitada por las condiciones del medio en el que habita y por aquellas otras que la configuran en su ser. Si entre estas condiciones no está el factor que le posibilite para llevar a cabo la acción salvífica no hay posibilidad de que ésta se realice.
Si entendemos por libertad la acción salvífica entonces no hay verdadera libertad. Si entendemos la posiblidad de ella, tampoco. Tampoco indicio, en ninguna de las dos acepciones del diccionario.
1. m. Fenómeno que permite conocer o inferir la existencia de otro no percibido. La fuga del sospechoso fue un indicio de su culpa.
2. m. Cantidad pequeñísima de algo, que no acaba de manifestarse como mensurable o significativa. Se hallaron en la bebida indicios de arsénico.
A no ser que entendamos que la creatrura recibe la gracia suficiente y que ésta consistiese en una especie de "visión", una forma de percepción sensitiva de la objetividad del estado de gracia, entonces si que creo que podríamos hablar de indicios libertad según la acepción primera del diccionario, sin embargo como percepción parcial de la creatura no como elemento que intervenga en la descripción de su obrar. Además, esto acentuaría la problematica de la circunstancia, siendo que la creatura es capaz de percibir la bondad y felicidad del estado de gracia pero no tiene forma de acceder a é y ni si quiera de desearlo.
Pero es que además, tampoco hay resistencia. Si no puede desear algo, no hay deseo, si no hay deseo no hay resistencia.
resistir
1. tr. Tolerar, aguantar o sufrir.
2. tr. Combatir las pasiones, deseos, etc. U. t. c. prnl.
3. intr. Dicho de un cuerpo o de una fuerza: Oponerse a la acción o violencia de otra. U. t. c. tr. y c. prnl.
4. intr. Dicho de una persona o de un animal: pervivir.
5. intr. Dicho de una cosa: durar (‖ continuar sirviendo). Este coche todavía resiste.
6. intr. Repugnar, contrariar, rechazar, contradecir.
7. prnl. Dicho de una persona: Oponerse con fuerza a algo. Se resistió a ser detenido.
8. prnl. Dicho de una cosa: Oponer dificultades para su comprensión, manejo, conocimiento, realización, etc. Este problema se me resiste.
No resistir a la gracia es no resistir a la gracia, o sea NO HACER nada y no hacer nada no es hacer algo bueno, es NO hacer nada malo.
Resistir a la gracia sí es hacer algo malo, que no hace el que no resiste a la gracia, porque no está haciendo nada, ni bueno ni malo.
Si decimos que Dios da su gracia a los que no resisten su gracia, eso es afirmar que el hombre NO pone de su parte NADA y que lo bueno es lo que Dios le da, y eso NO es semipelagianismo, porque el hombre que NO HACE NADA, difícilmente puede ser el autor de su salvación.
Y si luego hace algo, 100% la voluntad humana y 100% la gracia divina, es porque la gracia de Dios ha seguido su curso actuando en él.
Siempre es Dios quien salva al hombre del modo que Él ha decidido hacerlo, le guste o no le guste a los semicalvinistas que acusan de semipelagianismo a los demás.
A Federico,
El concilio de Valence es un concilio nacional y muy anterior a la aparición del calvinismo, por lo que resulta mucho más claro el lenguaje del concilio universal de Trento, especialmente dedicado al tema.
Pero aún así es evidente que a lo que llama Valence "predestinación" no es, como Ecclessiam, a esa decisión injusta a priori de crear a seres para la condenación, con una decisión a priori de negarles la gracia que hace falta para que pasen de la potencia al acto bueno, de modo que nunca harán el bien de hecho porque no se les va a dar lo que hace falta para esa actualización.
Lo que dice es: "... los que han de perecer, el merecimiento malo precede al justo juicio de Dios..."
De modo que está bien claro que primero están las malas obras y después sus consecuencias y no que a priori se les haya elegido para condenarse.
Que para Dios todo esté presente y que lo sepa todo no quiere decir que haya elegido crear dos grupos de personas y dos tipos de gracia, uno para los que ha decidido que se salven y otro para los que ha decidido que se condenen.
Parece que estaba equivocada al apreciar su actitud y me ha sorprendido su comentario un tanto cínico sobre que yo no acabo de despedirme. Son vds los que no dejan de referirse a mí o a lo que he dicho o a lo que se inventan que he dicho.
Yo ya dije que "despedida cordial si puede ser". Y la condicional la puse por algo.
Además, Trento condenó la proposición que sostiene que el hombre no hace nada al asentir la gracia:
«Si alguno dijere, que el libre albedrío del hombre movido y excitado por Dios, nada coopera asintiendo a Dios que le excita y llama para que se disponga y prepare a lograr la gracia de la justificación; y que no puede disentir, aunque quiera, sino que como un ser inanimado, nada absolutamente obra, y solo se ha como sujeto pasivo; sea excomulgado». (C.. XVI, Can. IV)
Como dice san Pablo: «No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien» (Rm 12, 21), para que, como en otro lado dice san Pedro, «aquello mismo que os echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta en Cristo. Pues más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal. Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu» (I Pe 3, 16-18)
Con la ayuda de la gracia, sigamos disputando apaciblemente los argumentos del contrario, pues si no curamos su desconocimiento, al menos daremos batalla a sus errores.
Y vd concretamente podía dejar de practicar el ataque ad hominem y las falsas acusaciones.
En cuanto al tema.
Y no, no resistir es no resistir. En principio es simplemente NO HACER nada. Otra cosa es que después se coopere con la gracia para querer y para hacer.
Tampoco sé a qué viene la cita sobre que no se puede decir que el hombre nada coopere a la gracia, cosa que yo no he dicho. Repetimos:
"Resistir a la gracia sí es hacer algo malo, que no hace el que no resiste a la gracia, porque no está haciendo nada, ni bueno ni malo.
Si decimos que Dios da su gracia a los que no resisten su gracia, eso es afirmar que el hombre NO pone de su parte NADA y que lo bueno es lo que Dios le da, y eso NO es semipelagianismo, porque el hombre que NO HACE NADA, difícilmente puede ser el autor de su salvación.
Y si luego hace algo, 100% la voluntad humana y 100% la gracia divina, es porque la gracia de Dios ha seguido su curso actuando en él. "
Queda bien claro que he dicho que el hombre no hace nada, en principio, cuando no se resiste a la gracia, y que luego con la gracia, el 100% es la voluntad humana y el 100% la gracia divina.
Así que haga el favor de no falsear lo que digo, no descalificar gratuitamente a los demás, no acusar falsamente de lo que no se ha dicho etc. Y prescindir de sus ataques ad hominem permanentes.
Y no hace falta que vuelva a decirme que no está de acuerdo conmigo, eso ya lo sé. Ni yo con vd. Pero eso no justifica su mala actitud.
De acuerdo con Ester, con Cos y con Juan Manuel
Gracias a Alonso por todo.
Es como decir que, porque el padre dio al hijo veinte euros para comprar la zapatilla y el hijo eligió no comprarla, el hijo no tuvo los veinte euros para poder comprarla. Absurdo.
-------------------------------
No es el mismo caso. El hijo tiene la posibilidad real de comprar la zapatilla, a no ser que consideremos que la acción humana está completamente determinada por leyes que escapan a toda consideración volitiva. Esto podfría ser. De hecho hay mucha gente que así lo considera, con argumentos totalmente racionales y dignos de consideración.
Si creemos que no, que la libertad humana existe, que la creatura toma sus decisiones a través de un examen de las repercusiones de éstas, aunque esta decisión responda adecuadmente a las limitaciones que le son propias a la creatura y al medio en el que se mueve, la opción real de comprar o no las zapatillas se da.
De muchos casos reales, de los que se dan realmente, unos hijos compran las zapatillas y otros no. El por qué de esa decisión es un cúmulo complejo de circunstancias. A lo mejor un hijo no las compra y le da el dinero a los pobres, otro se lo gasta en vino y un tercero abre una cuenta en el banco con el dinero. En cualquier caso, el acto responde a las circusntancias concretas de la creatura y al concurso de la voluntad. Una voluntad, como digo, tambien limitada, que se ejerce dentro de unos límites.
----------------------------------------
El problema está en no distinguir, confundiendo el acto y la potencia.
------------------------------------------
Ese es otro de los problemas que encuentro. Nadie va a un juicio en el que ha sido acusado de algo y utiliza como estrategia de defensa el que "señor juez, yo quería hacerlo. Pero en potencia, claro. No en acto".
Si no hay acto no hay posibilidad real. Decir que Dios da la posibilidad porque la da en potencia es lo mismo que decir que no la está dando realmente.
-------------------------------------
Federico María
Respecto de la "doble predestinación", GAB, si lo que sigue es "semicalvinismo", entonces los católicos y los tomistas somos "semicalvinistas"...
«Confiadamente confesamos la predestinación de los elegidos para la vida, y la predestinación de los impíos para la muerte; sin embargo, en la elección de los que han de salvarse, la misericordia de Dios precede al buen merecimiento; en la condenación, empero, de los que han de perecer, el merecimiento malo precede al justo juicio de Dios. Mas por la predestinación, Dios sólo estableció lo que Él mismo había de hacer o por gratuita misericordia o por justo juicio» (III Concilio de Valence, can. 3).
-----------------------------------------
Efectivamente, a mi parecer, este texto habla claramente, de forma explicita, literal, de doble predestinación.
Al menos estamos de acuerdo en que la discusión doctrinal está volviendo sobre lo mismo que unos y otros ya hemos expuesto.
Me parece que nadie pretende sino "atacar" posiciones, y hasta si seguimos en la lid es por un interés auténtico por el otro, queriendo que llegue a ver la verdad, y no por el mero "ganar una partida".
Por eso me parece un tanto exagerado lo que dice: "Parece que estaba equivocada al apreciar su actitud y me ha sorprendido su comentario un tanto cínico sobre que yo no acabo de despedirme. Son vds los que no dejan de referirse a mí o a lo que he dicho o a lo que se inventan que he dicho".
Lo justifico:
1. Yendo a las acepciones de "cínico" que da el Diccionario de la RAE, considero que sería ir demasiado lejos atribuir tal carácter a mi comentario (incluso atemperándolo con el "un tanto").
1.1. adj. Dicho de una persona: Que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas. U. t. c. s.
1.2 adj. Propio de una persona cínica. Sonrisa cínica
1.3. adj. Impúdico, procaz.
1.4-7. (Otras no pertinentes).
2. Sí que he dejado de referirme a Ud. en varios comentarios. Y también Ecclesiam. Ergo, no se aplica el "no han dejado de...".
3. Evidentemente nos referimos a lo que ha dicho cuando a Ud. nos referimos. Con lo de "inventar" también me parece que va demasiado lejos. Vamos a la RAE: la primera acepción no tendría nada de reprensible, la segunda no se aplica, y respecto de las otras dos no creo que sinceramente crea algo que no hemos procurado, como fingir o levantar embustes.
3.1. tr. Hallar o descubrir algo nuevo o no conocido.
3.2. tr. Dicho de un poeta o de un artista: Hallar, imaginar, crear su obra.
3.3. tr. Fingir hechos falsos.
3.4. tr. Levantar embustes.
Me refería a un hecho: antes de su despedida "condicional" había dicho: "dejo esta polémica. Bendiciones" (06/09/20 11:36 AM) (y no aludo a los varios "adioses" que escribió). Luego continuó con comentarios: en ese sentido "no termina" de despedirse. Y punto. Sin dobles intenciones.
Por lo demás, la cita del Concilio de Valence, en lo que hace a la predestinación de los impíos post praevisa demerita, se refiere a la expresión del sentir católico, que se refleja, por ejemplo, en Mt 25: "Id al fuego eterno". Entrar ahora en el tema de la reprobación sería abrir otro universo. Únicamente quería mostrarle que la doble predestinación la entendemos en un sentido que dista abismalmente del calvinismo, como distan la verdad y el error. Por eso considero que no es nada feliz su expresión de "semicalvinismo" calificando cuanto sostenemos.
Una última acotación: Cuando Dios da la gracia, el hombre consiente o no consiente. Por eso, no resiste o resiste.
No resistir es un acto bueno, porque implica consentir a la gracia, que es lo que estamos hablando. Pues estamos hablando del consentimiento de la gracia. Y entre consentir y no consentir no hay tercera posibilidad, lo uno es un acto bueno y lo otro malo, lo uno implica no resistir y lo otro resistir.
Valga una analogía: si estamos hablando de estar sentado o no estar sentado, no estar de pie implica estar sentado, y estar de pie implica no estar sentado.
Por eso, no resistir a la gracia implica necesariamente consentir a la gracia, y eso, como dice Trento, es una obra, un acto: «Si alguno dijere, que el libre albedrío del hombre movido y excitado por Dios... nada absolutamente obra, y solo se ha como sujeto pasivo; sea excomulgado»
Ciertamente parece lo mejor cerrar los comentarios, pues solamente se presentan las mismas objeciones, ya previa y suficientemente refutadas.
Y gracias por todo, Don Alonso: excelente post que dio para mucho.
Y Deo gratias!
"No es el mismo caso.."
No es el mismo caso porque es un caso análogo. Porque así como la criatura tiene posibilidad real de actuar, así tiene el hijo la posibilidad real de comprar.
"Ese es otro de los problemas que encuentro. Nadie va a un juicio en el que ha sido acusado de algo y utiliza como estrategia de defensa el que "señor juez, yo quería hacerlo. Pero en potencia, claro. No en acto".
Si no hay acto no hay posibilidad real. Decir que Dios da la posibilidad porque la da en potencia es lo mismo que decir que no la está dando realmente."
Si hay posibilidad, hay posibilidad, no hace falta el acto para que haya posibilidad. Es verdad que para el acto es necesario la posibilidad, pero para que haya posibilidad no es necesario el acto.
Toda semilla en buen estado tiene posibilidad de germinar. Pero no hace falta que germine para tener la posibilidad. Y, de hecho, hay semillas en buen estado que jamás germinarán, teniendo la posiblidad de germinar. Por ejemplo, porque fueron digeridas por algún animal.
Otro ejemplo: todo hombre tiene posibilidad de ser asesino, pero no todo hombre es asesino. Porque no todo hombre pasa a ser asesino en acto, aunque tenga la potencia de ser asesino.
Otro: toda persona con capacidad intelectual suficiente es graduado en potencia, porque puede graduarse de cualquier carrera de la universidad. Pero no es necesario que se gradue de ninguna carrera para tener esa potencialidad. Así, hay muchos hombres inteligentes que, pudiendo graduarse, nunca lo hacen.
Aún más: todo niño sano tiene la potencialidad de ser un adulto, pero no es necesario que llegue a ser adulto para tener esa potencialidad. Así, hay niños que mueren antes de ser adultos, pero previamente poseían la potencialidad de serlo, aunque de hecho nunca lleguen a serlo.
Para que se vea todavía cómo es inconsistente sostener que "Si no hay acto no hay posibilidad real." es como decir "Si el auto no se destruye en un accidente (Si no hay acto) no es posible que se destruya en un accidente (no hay posibilidad real)"
Es decir: la posibilidad del auto de ser destruido sólamente tendría una vez que el auto es destruido. Antes de ser destruido, no tendría esa posibilidad. Por lo tanto, todo auto que no se destruye en un accidente, no tiene posibilidad de ser destruido en un accidente.
Si esto fuera verdad, entonces, si alguno tiene auto y no se ha destruido en un accidente, debería dejar de pagar el seguro, quitarle los cinturones y el airbag, e ir a 200 por hora en la autopista, etc; que mientras no se destruya en un accidente, no tiene posibilidad de ser destruido.
En fin, Dios mediante no quedará sin fruto este diálogo. Que más de una vez he visto claramente la mano de Dios en medio de nosotros.
Dios nos bendiga y María Santísima ruegue por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.
Digan lo que digan quien no se resiste en principio se limita a no hacer nada. Si luego consiente y coopera será obra de la gracia que no ha resistido.
Si estoy en medio del mar y cuando vienen a salvarme nado en dirección contraria me estaré resistiendo a que me salven, haciendo eso. Pero si no hago nada no estaré resistiendome a que me salven, aunque no nade en direcciòn del barco ni pida ayuda ni haga nada. Puedo no hacer nada de momento, ni consentir. De modo que quien esté en el bote que se me acerca cuando llegue a mí me pedirá que suba y yo entonces consentiré en subir y luego hasta cooperaré a remar hacia la costa.
Pero mientras no haga nada no estoy haciendo nada. Y el que me salva es el del bote, no yo.
La cita del anatema sobra, puesto que yo no he dicho que no haga nada cuando me subo al bote.
Federico,
En ocasiones sí se ha tergiversado lo que he dicho y a su mofa no la llame cinismo, llámela como quiera, pero si son uds los que me aluden son los culpables de que no me pueda despedir en paz.
En cuanto al concilio nacional, ya le he contestado antes. No es el lenguaje que utiliza Trento, no es preciso ni adecuado, puesto que las malas obras son previas a la reprobación, por lo q no se trata de predeterminación
Espero que se me deje contestar, ya que se les ha dejado aludirme.
Y a ver si esta es la definitiva, si puede ser.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.