(378) Del bien común confundido, y la desavenencia entre individuo y persona

El fin último del ser humano es Dios. Pero Dios no como bien meramente particular, sino sobre todo como bien común. Bien común, incluso, ¡de todo el universo! Sólo bajo esta perspectiva, la del bien común, entendemos mejor el sentido del castigo divino, de la distribución irregular de gracias, de la permisión del mal para la obtención del bien (no extrayéndolo del mal, ojo, sino con ocasión de éste).

El bien particular no tiene supremacía sobre el bien común. Y es que la distinción maritainiana, en un mismo sujeto, de individualidad y personalidad, ha deformado el concepto de bien común y, con ello, de la providencia divina. En consecuencia, y por desgracia, la espiritualidad cristiana se ha vuelto menos providencialista y más voluntarista.

La individualidad, a ojos del personalismo — lo comprobamos en Maritain, Guardini o Ratzinger, por ej.— es lo que el hombre tiene en común con el animal, con la especie, con lo biológico, con las sustancias, con el mundo físico. Según Teilhard de Chardin, está en evolución. Por eso las antiguas “disciplinas", como el derecho natural, que leen lo justo en el orden de las sustancias, dejan de tener validez para el mundo evolucionado de hoy; se precisa un sistema conceptual nuevo, moderno, fenomenológico; el de los derechos humanos. (Recuérdese que fue ésta la tesis mantenida por Ratzinger en su debate con Habermas, para justificar su no elección del recurso al derecho natural en aquella leve “disputa”).

La personalidad, sin embargo, a ojos del personalismo, es otra cosa bien distinta, que nada tiene que ver con la individualidad. Es la dimensión espiritual del hombre, que le distingue de los animales. Romano Guardini, por ejemplo, basa su estudio sobre ética en dejar bien clara esta distinción: ¡cuánto se diferencia la persona de los animales! Los animales ni siquiera existen, dice en otra parte, siguiendo, cómo no, a Heidegger. 

La personalidad, en la idiosincrasia personalista, no forma parte del orden cosista de las sustancias ni del mecanismo de lo objetivo. (La distición sujeto/objeto está más que superada. Todo es misteriosísimo. ¡No seamos objetivistas!) Es algo totalmente diferente. Y es que, para esta mentalidad, estando el concepto de sustancia tan pasado de moda debido al evolucionismo; estando el concepto de sustancia tan anclado en la cosmovisión escolástica, y siendo un concepto tan cosista, mejor es no utilizarlo ni siquiera para hablar de la transusbtanciación, preferible es relacionar ésta con la Encarnación; ni del concepto de persona, como hace Mounier, (que sin embargo, aun estando contra el concepto de sustancia, no es anti-sustancialista, como se explica en los manuales de personalismo; es que, simplemente, no le gusta utilizarlo, porque es cosista, y Dios nos libre de la (como diría Guardini) dictura de pensamiento cosista.

 

Es que, para la mentalidad personalista, ¡hasta el concepto de alma es cosista! Mejor hablar de dimensión espiritual, esa a la que el hombre se autodetermina para llegar a ser lo que quiera en el campo espiritual. Eso sí, dentro de unos límites normativos y administrativos. O no, depende, porque el mundo atómico, si seguimos a Chardin, está en proceso evolutivo de espiritualización, de personalización, de cristificación. Quién sabe si lo que hoy es una situación irregular, con el debido discenimiento, puede llegar a no serlo. Todo es cuestión de tiempo.

El caso es que el rollo éste de la distinción de individuo y persona confundió hasta el mismísimo Garrigou-Lagrange. Suerte que andaba el P.Meinvielle estudiándolo, y pudo convencer al famoso tomista de que se equivocaba.

 

La desavenencia introducida entre la individualidad y la personalidad nos remite a Kant y a su Crítica de la razón práctica.Y es que, como sabemos, la idiosincrasia personalista es kantiana hasta la médula, hasta cuando pretende ser antikantiana.Y hegeliana, aunque combata, aparentemente, a Hegel. Una vez sumergidos en el Maelstrom del pensamiento moderno, las diferencias se desvanecen y, o se es moderno, o se es tradicional.

Sigamos. En la cosmovisión comunitaria y personalista, el sujeto humano, que es naturaleza, sustancia, cosa, es opuesto al sujeto humano que es espiritualidad, libertad y autodeterminación axiológica. Dos almas viven en su pecho. No es descabellado, por eso, calificar de verdaderamente  fáustica, (como diría Spengler), es decir, verdaderamente moderna, esta distinción, que tanta angustia produciría en Kierkegaard, y que tan decisiva ha sido para la configuración del nuevo orden mundial.

 

La mentalidad personalista, siguiendo las huellas del comunitarismo de Maritain/Mounier, no quiere una sociedad caótica y desordenada, sino de chicos buenos; por eso no duda en someter al individuo al Estado, y abrumarlo con normas. Pero, ojo, que no se pase el Estado. Para prevenir el totalitarismo, quede claro que en cuanto persona el hombre no está sujeto a nada, es dueño y señor de su vida, se puede incluso autodeterminar sin que el Estado tenga que decir ni , todo lo contrario, debe incluso garantizar jurídicamente, y por qué no, económicamente, sus proyectos personales de autodeterminación espiritual, y para ello conviene defender la libertad religiosa.

Lo resumía el gran Leopoldo Eulogio Palacios en su ya clásico estudio sobre la primacía del bien común. Para Maritain, «el hombre como individuo se somete al Estado, y así evita los excesos del anarquismo; pero a su vez el Estado se rinde y sujeta al hombre como persona, y elude las enormidades del totalitarismo.»

Y sintetiza Palacios, de forma muy ilustrativa, la errónea conclusión comunitaria y personalista del bien comun: «el individuo, para el bien común; el bien común, para la persona». La contradicción de la tesis salta a la vista, porque si el bien común está subordinado al de cada persona única e irrepetible, que diría Rahner, entonces ni es un bien común ni tiene la primacía.

 

La primacía, en esta cosmovisión falsamente comunitaria, y ocultamente individualista, la tiene la persona particular. No hace falta ser un lince para darse cuenta de que estamos moviéndonos en las aguas territoriales del Leviatán, es decir, del liberalismo. No el liberalismo malvado, de primer o de segundo grado, no; contra ese se oponen Maritain y Mounier y compañía, faltaba más. Sino el liberalismo de tercer grado, diría León XIII, ese que es, en definitiva, el liberalismo de la persona particular absolutizada, la ideología que proclama la primacía del bien particular sobre el bien común.

¿Cuál será, entonces, el concepto de bien común que se desprende de esta perspectiva? Pues la de considerar el bien común como una suma de bienes privados y personales, de medios y recursos para todos los particulares, de humanismo integral y promoción de bienes materiales globales al servicio de cada ente privado. La consecuencia de esta mentalidad es que el bien común es considerado un valor o principio más entre otros valores o principios reclamados y contrarreclamados (diría Turgot) al Estado a título particular.

Pero esta no es la visión católica tradicional del bien común. De la cual, si Dios, quiere, trataremos en otro capítulo.

 

David Glez. Alonso Gracián

 

38 comentarios

  
Alonso Gracián
He pensado que sería bueno ampliar el tema del bien común, del que he hablado poco en este blog, asì que he escrito este post que complementa otros.
18/08/19 12:30 PM
  
tarci
A mi me cuesta mucho comprender la definicion de Bien Comun..ahora hay una reaccion de los jovenes bien informados del totalitarismo de hoy mediante los Estados y peor aun de el superstado que los organismos internacionales y los poderes anomimos economicos como el Banco Mundial y otros poderes tiranicos como la masoneria y los accionistas mayoritarios de grandes corporaciones y bancos como Rockefeller o Soros.

Esta reaccion se llama libertarismo.

Hablan de una escuela economica austriaca.

Sobre el Bien Comun la ultima definicion magisterial podria ser la de la Enciclica de Beneficto XVI Caritas in Veritatis 2009... Es importante ya que el globalismo de la ONU hace constante mencion de Bien Comun a sus politixas migratorias y anticonceptivas y ese no puede ser un Bien Comun porque machaca a las personas...


Benedicto recoge la doctrina social y dice que hay un bien individual y junto con el bien relacionado con el vivor social de las personas..es en definitiva el bien comun de todos nosotros.

Desear el bien comun es exigencia de la justicis y la caridad de la polis ( instituciones juridicas, civiles y culturales de la ciudad).

Todo cristiano esta llamado a esta caridad.
Por lo tanto desde la perspwctiva del Amor:

El Bien Comun inspurado por la Caridad es superior.

Asi ae construye la CIUDAD de DIOS universal a la que avanza la familia humana.

Benedicto intenta orientar el inminente globalismo y dice LA GLOBALIZACION ha de abarcar el Bien Comun a toda la familia humana..la ciudad del hombre que prefigura la ciudad de Dios.

eso recomendo Benedicto en el 2009 y vemos que tal globalizacion a hecho lo contrario porque hafavorecido la degradacion y la injusticia de la familia humana..de hecho tiende a la desestructuracion de familia humana..a su disgregacion...ya qye el modelo de relacion llamado ciudadania global rompe dos instituciones naturales que protegen a la Persona... Familia y Nacion.
Tambien el Bien Comun de esa globalizacion ya no promueve a la persona con una identidad femenina y masculina y sometida a su gramatica natural de su ser criatura racional y espiritual corporea...

El Bien Comun de esta globalizacion segun la Agenda de la ONU es sostenible..que abarca a l planeta biocentrico..a generaciones futuras y pasadas..esto significa espiritus del pasado y ponerse al nivel material no racional.
18/08/19 4:02 PM
  
Manu
Para los autores personalistas no todo lo que es real, existe de la misma manera. Existen ontologías regionales. No es lo mismo la existencia de una piedra (para los estoicos era la forma modélica de existir), que la existencia de una obra cultural o una persona.
Por ejemplo, si nos preguntamos dónde está la novena sinfonía de Beethoven, desde un punto objetivista diríamos que la partitura está guardada en un museo. Pero habríamos contestado con verdad y rigor?


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A.G.:
Es mejor dejarse guiar en estos temas por la philosophia perennis y la veterum sapientia.
18/08/19 4:09 PM
  
tarci
Tambien dice Benedicto:"La iglesia no tiene soluciones tecnicas que ofrecer..no pretende de ninguna manera mezclarse con la politica de los Estados" Caritas in Veriatis"
La Iglesia tiene una mision de verdad en favor de una sociedad a medida del hombre, de su dignidad y de su vocacion.
Entonces pienso que deberian dejar de hablar de un concepto ambiguo que la ONU tambien utiliza con otro sentido "desarrollo humano integral"

Asi como la ONU habla de genero..igualdad de genero y la admon provida de trump desvela su manipulacion exigiendo que en todos los tratados elimine ese termino para sustituirlo por mujer..igualdad de la mujer..

Aqui tenemos un gran problema por querer dirigir las enciclicas a los hombres de buena voluntad y hacer casi inefable el significado.

Desarrollo humano integro por el bien natural de la persona por ejemplo.

Mi pregunta...el personalismo de Karol Woityla difiere de Ratzinger?
Benedicto avanzo hacia la verdad asumiendo el personalismo de San Juan Pablo II?


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A.G.:
Pienso que el personalismo de Wojtyla es algo diferente del de Ratzinger, aunque con puntos comunes.Y hablo de sus obras privadas, como autores privados. Ratzinger ante todo es teólogo, Wojtyla más filósofo.
18/08/19 4:20 PM
  
tarci
Por otra parte la doctrina social de la Iglesia al hablar a los hombres de buena voluntad con un lenguaje profano como si se tratase de un dialogo con quien no posee fe para llevarlo al bien..trata de hablar con el periodo de la historia de la ilustracion y esta recibiendo por respuesta el robo de su lenguaje para proyectar una historia horizontal exclusivamente del espacio y el tiempo (temporal.agenda onu 2030..Pacto contra clima es de concepto espacial).

Dice Juan Pablo II sobre la dimension vertical de la historia de Europa..que la historia no esta escrita unicamente escrita por hombres.Junto con los la escribe tambien Dios. La Ilustracion se alejo decididamente de esta dimencion de la historia que podriamos llamar trascendente..la dimension vertical( que omite la ONU y sus aliados).

Juan Pablo decia que en cambio la Iglesia se refiere conatantemente a esa dimension vertical.

Por eso todos esos filosofos a los que se rwfiere el blogger probablemente consideren al hombre de foma incompleta o incorrecta como individuos o incluso como accesorios de un todo..que evoluciona..

Juan Pablo nos lanza la pregunta

?Como escribe Dios la historia?

La respuesta la podeis encontrar en el libro "Memoria e Identidad"

Tal vez el blogger considere importante la identidad del hombre que hoy esta siendo atacada y que se relaciona con el Bien Comun
18/08/19 4:39 PM
  
tarci
Perdon blogger me puse a leer su entrada anterior y me aclaro e iumino mucho.. Porque algunos jovenes libertarios piensan que el bien particular va sobre el bien comun por la injerencia del Estado sobre los derwchos fundamentales cuando decide el Estado que Bien Comun es lo que arbitrariamente decide con falsos derechos humanos actualmente..inclusi con la privacion de derechos de ensenanza y de propiedad a la Iglesia que historicamente impidio el desarrollo de los pueblos.

Como explica usted la persona es un fin en si mismo y esto impide la subordinacion de la persona al Estado y al superestado Global Citizen)


Entonces si que Benedicto desarrollo la teologia de un principio denominado"RELACIONALIDAD" del genero humano.. Toda comunidad tiene como modelo la relacion de unidad de la Santisima Trinidad.. Puesto que "la unidad de la familia humana NO ANULA DE POR SI ALAS PERSONAS, los Pueblos o las cultura; sino que las hace mas transparentes los unos con los otros unidos en su legitima diversidad"

"Esta perspectiva" se ve iluminada por la relacion entre las Personas de la Trinidad en una unica sustancia divina. La Trinidad es absoluta unidad, en cuanto las tres Personas son relacionalidas pura".
"La transparencia reciproca entre las Personas divinas es plena y el vinculo es total.
"Dios nos quiere asociar a esa realidad de comunion."Para que sean uno como nosotros soMos uno"

"Tambien las relaciones entre los hombres se han beneficiado de la referencia del Modelo Divino ...
De la misma manera que la comunidad famiar no anula en su seno a las personas que la componen"

caritas in veritatis..

tambien:

"La comunidad de los hbres no absorve en.si a la persona anulando su autonomia como sucede con las diversas formas de totalitarismo"

Sino que la valoriza eso mas aun porque la relacion entre PERSONA y COMUNIDAD es la de un TODO hacia otro TODO".

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A.G.:
Se usa mucho la imagen de la relacionalidad, y se pone como ejemplo o modelo la de las Personas divinas en el seno de la Trinidad. A mí no me parece una analogía adecuada, porque la relación entre personas es una relación entre sustancias individuales, pero la relación entre las Personas divinas no, porque las tres Personas divinas son un único Dios, no tres dioses.
18/08/19 5:14 PM
  
Andrés
Zubiri prefiere hablar de sustantividad para referirse al ser humano, de esta manera incorpora al concepto de sustancia el nudo relacional que constituye el ser humano.
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A.G.:
Confieso no haber leído mucho a Zubiri, salvo algunos textos y algunos libros. Tendré que profundizar en ello y comentarle con mayor conocimiento de causa. Lo que he leído no me ha gustado mucho.
18/08/19 5:46 PM
  
Manu
Usted dice:

Mejor hablar de dimensión espiritual, esa a la que el hombre se autodetermina para llegar a ser lo que quiera en el campo espiritual.

Me gustaría que me mostrara una frase de Guardini; Wojtyla o Mounier en la que dijeran que la Autodeterminacion tiene como finalidad "ser lo que el hombre quiera"
Gracias
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A.G.:
La "auto" determinación es eso, como si dijéramos "auto-crearse". Se deduce de la indiferencia de la libertad, tanto para el bien como para el mal, de ese supuesto derecho al bien y derecho al mal. Si lee los escritos de estos autores verá cómo, aunque con buena intención, introducen la idea de autodeterminación axiológica de la persona, del hombre mismo, una especie de creación de uno mismo al margen separadamente del dato de la especie o el caso. Hay muchas citas de estos autores al respecto, en este blog.
18/08/19 5:54 PM
  
tarci
Perdon Blogger pero lei los comentarios sobre la comunicacion en el Bien Comun negando que el hombre fuese un fin en si mismo como si fuese parte de la comunidad.
En um blog humanitas se retoma la respuesta de Benedicto sobre la pregunta que es el hombre.

Y dice que es un todo..abierto.. Puenso que si el hombre es la unica criatura amada por Dios por si misma..si es un fin en siismo.

Transcribo la conversacion de Benedicto:

Influenciados por la filosofía, los teólogos a menudo piensan tener que responder que la semejanza con Dios consistiría en la naturaleza espiritual del hombre. Dios es espíritu, se decía; el hombre tiene espíritu y, por tanto, este es el elemento que lo vincula con Dios, que lo hace aparecer a imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, nada contenido en las Escrituras justifica esta delimitación. Podría entonces comprenderse que, a partir del siglo XIX, apareciese de golpe, en sentido contrario, la opinión según la cual las Escrituras partirían de una concepción de Dios ingenua, que contemplaría la semejanza del hombre con Dios más bien como algo corpóreo. Que las Sagradas Escrituras tendrían determinada concepción de Dios y que el hombre se asemejaría a esa concepción por su caminar erecto y cosas por el estilo.
Pienso que es posible demostrar que ninguna de las dos asevera­ciones da en el blanco. Las Escrituras nunca distinguieron claramente entre espíritu y cuerpo. Semejante desdoblamiento filosófico les es ajeno. Todos los conceptos antropológicos de las Escrituras nombran al hombre como un todo. Y si bien lo enfocan desde diversos ángu los, es decir, ponen mayor énfasis en uno u otro aspecto, ninguno de tales enfoques lo divide. Si, por ejemplo, se dice alma, con ello se está hablando decididamente de una existencia, de un hombre completo; y, a la inversa, si se habla de la carne, sencillamente se está enfocando a un entero ser humano desde otro punto de vista. Las Escrituras no saben, por tanto, de división, sino que conocen al hombre solo como algo indiviso, más aún, como unidad indivisible, que es creatura de Dios y que como tal y en su totalidad es obra de Dios. Y esa creatura hombre, esa creatura indivisible, es un bien reservado para Dios. En consecuencia, este hombre como unidad, que realmente existe, ese hombre real y viviente en cuanto tal y en cuanto entero, es la imagen y el bien reservado de Dios.
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A.G.:
El ser humano es un compuesto de alma y cuerpo, una unidad.La distinción que introduce el personalismo, sobre todo Maritain, se refiere a separar la individualidad de la personalidad, que en el fondo supone confundir la individuación con la individualidad. Por aqui van los tiros.
18/08/19 6:33 PM
  
Luis Fernando
La misma palabra autodeterminación ya da la idea de ser lo que uno quiera.
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A.G.
Exactamente, y así se entiende en general, por eso el tópico de que Dios respeta la libertad del hombre, que es libre para rechazarlo y autoexcluirse, de elegir la religión que prefiera, etc.
18/08/19 6:50 PM
  
Manu
Ya, pero sería bueno analizar alguna cita concreta sobre libertad o autodeterminación.
Yo, sinceramente, no recuerdo ninguna en la que Wojtyla, Mounier o Guardini relacionen la libertad con el mero querer.
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A.G.:
Libertad, querer en sí, autodeterminación, todo es lo mismo.
No se trata de interpretar citas aisladas sino de comprender el sentido general y las implicaciones y consecuencias de las tesis propuestas. Se trata de entender qué es en el fondo lo que significa una teoría filosófica.

En el caso de la autodeterminación en Wojtyla, en Persona y acto, o en La estructura personal de la autodeterminación, se trata del querer del hombre (no sólo de su voluntad aisladamente) sino de su querer en sí mismo, es decir, no en cuanto referido a un objeto externo (Wojtyla dice un valor, aunque tradicionalmente se trata de un bien), sino en cuanto al propio querer de la persona, mediante el cual se autodetermina.

Por eso pretende Wojtyla que el hombre al elegir en cierto modo se elige. No se trata de determinar su acción, sino de determinarse a sí mismo, de elegirse en cuanto sujeto que elige.

En este sentido, el querer es la autodeterminación, y la autodeterminación es la libertad. En el acto de autodeterminación, el hombre al elegir se elige, porque se trata a sí mismo como el objeto del querer, como el valor que quiere la voluntad.

Por eso dice Wojtyla que "La autodeterminación apunta hacia el interior, hacia el sujeto, que, deseando ese valor, eligiéndolo, simultáneamente se define a sí mismo como un valor [o sea, como objeto del querer]".

Porque, como decía, a Wojtyla le parece insuficiente que el querer se dirija a algo distinto del propio sujeto, pretende que se dirija a sí mismo. Por eso afirma que "concebir la voluntad meramente como un “querer” que se dirige hacia un objeto correspondiente (por ejemplo, hacia un valor que es también un fin) no explica plenamente su dinamismo". El dinamismo no es hacia afuera (hacia el bien) sino hacia sí. Por eso el hombre al autodeterminarse lo que hace es convertirse en objeto de su querer: "objeto de mi propio sujeto", dice Wotjtyla.

La autodeterminación, por tanto, no trata de la intencionalidad de la voluntad, esto es, del dirigirse a un objeto, sino del querer del sujeto, del querer en cuanto querer-se, determinar-se. Así lo reconoce el autor: "Esta autodeterminación, que se expresa en voluntades particulares, trasciende la pura intencionalidad de esas voluntades (independientemente de si son simples voluntades o complejos procesos de la voluntad). La intencionalidad apunta hacia el exterior, hacia un objeto, que, por ser un valor, atrae la voluntad a sí mismo. La autodeterminación, por el contrario, apunta hacia el interior, hacia el sujeto".

Por tanto, si la autodeterminación no es cuestión de intencionalidad, sino de reflexividad, en realidad de lo que se trata es del querer en sí mismo, no como acto aislado, sino como movimiento del hombre hacia sí mismo.

18/08/19 9:34 PM
  
Chico
El bien común es el bien de cada persona. Si en una nación una sola persona no goza del bien común que tienen las otras ahí en esa sociedad ya no hay bien común
18/08/19 10:39 PM
  
tarci
Blogger tal ves la division alma cuerpo se refiera a la posibilidad de matar el cuerpo a diferencia de matar el alma que lo segundo se hace mediante el pecado y lo primero se hace por medio fisico y de forma natural como consecuencia del pecado original.

Pero respecto a las divisiones filosoficas o teologicas sobre el hombre y la mujer..veo que no deberín de distinguirse tanto porque como mencionaBenedicto estas solamente limitarian nuestro concepto.

Por ejemplo se han derivado profanamente las ideas de sexo..sexualidad...relacion sexual...y hasta genero en el Magisterio. Hablando de Laudato Si.

Mientras la Sagradas Escrituras como dice Benedicto hablan de "Mi Alma" .en lugar de hablar de primera persona...hablan de conocerse en lugar de derecho reproductivo...hablan de hombre y mujer en lugar de los sexos femenimo y masculino..el Magisterio habla de procreacion el Genesis habla de multiplicaos pero no de reproducirse.. Se habla de descendencia de la mujer capaz de pisar a la Serpiente... Una descendencia superior...No hablan de relacion sexual el magisterio habla de relacion conyugal..Pero Amoris artificialmente impone como legitimamente acto del hombre una relaciones no conyugales..

La Sagrada Escrirura no limita al hombre casi identificandolo con las especies animales.

Supongo que los rabinos evitan las categorias filosoficas pero por otro lado la inflyencia de la fosofia griega permitio ascender mas a la Verdad.

Deseara mucho una filosofia que ascendiese tomando al hombre como un todo como lo describe Benedicto superior a la Creacion sin deliimitar la gramatica de Dios
18/08/19 10:50 PM
  
Manu
Muchas gracias por su explicación.
Pero yo no veo la relación que usted establece entre ese querer de la subjetividad personal y la caída inexorable en el relativismo.
Menos además en Wotjila.
A mí me parece que simplemente hace un análisis fenomenológico del querer de la subjetividad humana, la vinculación con una norma convencional no la veo.
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A.G.:
No me parece que haya relativismo en la filosofía de Karol Wojtyla, lo que hay es el intento bienintencionado de catolizar el concepto moderno de libertad.

Tampoco creo que Wojtyla defienda
el convencionalismo, su intención es presentar la moral cristiana con los elementos de la filosofía moderna, pero claro, la filosofía moderna es convencionalista. Por eso es común al personalismo, y se da en Wojtyla, el referirse a la ley moral como a la norma, a la manera kantiana, y poner la obligación en el hecho del consentimiento. Recuerde que la autodeterminación o sea la libertad se refiere al sujeto mismo no al objeto de la voluntad o sea la ley moral. Y en eso consiste el convencionalismo.

Por fortuna tenemos en Veritatis splendor una espléndida síntesis de teología moral que nos ayuda a comprender bien que la ley natural es participación de la sabiduría divina eterna.

Por otra parte tenga en cuenta Manu que todo análisis fenomenológico es reflexivo, pliega al sujeto sobre sí mismo, porque la fenomenología es una puesta entre paréntesis de todo saber recibido y heredado.
18/08/19 11:54 PM
  
augusto padilla
Estimado Alonso:
Nuevamente lo felicito por sus artículos sobre el personalismo y me permito recomendarle una nota de Infocaótica sobre un gran amigo del Padre Julio,que fue también uno de mis maestros:el Dr.Guido Soaje Ramos.
Cordialmente,
Augusto
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Soaje Ramos: trilogía sobre el bien común

Guido Soaje Ramos fue uno de los grandes del pensamiento tomista argentino del siglo XX (más información, aquí y aquí). Profundamente realista, Soaje “pegaba en el ser” como gusta decir uno de sus discípulos. Para ir a las cosas mismas, para pensar mejor la realidad, se valió de Santo Tomás. Con un estilo analítico, riguroso y erudito. Pero su tomismo no fue mera repetición y glosa, sino un sistema abierto al debate con posturas divergentes y aportes personales como su elaboración del problema del “valor” desde una perspectiva realista.
Una parte importante de la obra de Soaje permanece inédita. Algunos hemos tenido ocasión de leer escritos no editados, gracias a discípulos que conservan copias entregadas por el maestro. El INFIP está tratando de dar publicidad a trabajos inéditos, agotados o de difícil acceso, para que puedan tener la amplia difusión que merecen.
Dejamos los enlaces a versiones digitales de tres trabajos de Soaje sobre el bien común:
[1] Sobre la politicidad del derecho.
[2] Los padres de Occidente y la mutación del horizonte humano.
[3] El fin de la comunidad política para el Aquinate: ocho tesis.
El trabajo [1] es un clásico dentro de la obra de Soaje, muy citado por sus discípulos, una referencia fundamental sobre el fin de la comunidad política. El [2] es menos citado, pero muy interesante, pues en él se enuncian ideas sobre las relaciones entre la Iglesia y la comunidad política que serían mantenidas a lo largo del tiempo y retomadas años después como se puede apreciar en [3].
Cabe advertir a los lectores que no se trata de textos de fácil lectura, ni abundan los ejemplos didácticos. No obstante, quien desee profundizar en el tema encontrará una notable riqueza. Para muestra, algunos botones:
- El bien común político es un bien humano:
«…puede definirse el bien de que se trata, de una manera que atienda principalmente a lo que se podría llamar el repertorio de sus notas "casi formales", como el bien de todos, humano y completó. Por la primera de esas notas se indica su condición de bien "común". Condición que le conviene por una parte, en razón de ser para la comunidad ya existente un patrimonio formado por las generaciones anteriores y a la vez una herencia para las venideras; y por otra parte, en razón de su comunicabilidad, es decir, de su participabilidad por los miembros de la comunidad.
Pero también común en cuanto por su grandeza y su complejidad ha menester para su realización una empresa colectiva, cuya eficiencia desborda las posibilidades de los miembros aislados. Por este último sentido se alcanza la otra nota, a saber, la de completo o perfecto; mas antes habrá que decir dos palabras sobre la nota de bien humano. Aunque resulte una exigencia obvia, el bien común político ha de ser un bien humano; es decir, un bien que sea perfección, no de un ser cualquiera sino del hombre con su específica naturaleza, que está ahí en las cosas…
Pero perfección que hay que alcanzar, pues no la tiene el hombre con sólo tener su ser y sus potencias; que el hombre debe alcanzar conforme a un orden teonómico y no por el simple ejercicio de una pura posibilidad decisoria. Pero esta perfección que caracteriza al bien común y que justifica se lo llame perfecto o completo, encierra en este caso un peculiar sentido de plenitud.
Es lo que denotan expresiones como éstas: "perfecta suficiencia de la vida", "todo lo que basta al hombre no sólo para vivir sino para bien vivir". Por eso el elemento formal del bien común político es tal armónica plenitud de todos los bienes humanos. Los hombres que integran la polis podrían, ciertamente, alcanzar sin ella algunos importantes bienes humanos; pero sólo la comunidad política se muestra capaz de promover las formas múltiples de actividad requeridas para un vivir pleno. Y sería superfluo explicar detenidamente que la comunidad internacional, todavía en estado incoativo, puede realizar mejor que cada pueblo esta plenitud de bienes humanos; con todo, valga esta observación para lo sucesivo.» [1]
- El bien común temporal se subordina al fin último; distinción entre orden natural y sobrenatural:
«La tesis de la finalidad trascendente del hombre implica, pues, que el bien común temporal, sin perder su valor intrínseco de fin intermedio, debe subordinarse al Bien Común Sagrado y eterno. Precisamente en razón de su naturaleza de bien humano, y por tanto moral en su contenido principal, el primero de esos bienes comunes -e.d. el bien común temporal- ha de tener en cuenta y acatar las exigencias del segundo -el Bien Común Sagrado-. Dice el Aquinate: "Pero el hombre viviendo virtuosamente se ordena a un fin ulterior que consiste... en la gozosa posesión de Dios; ahora bien, el fin de la multitud humana es necesariamente el mismo que el del hombre singular. Luego no es la vida virtuosa el último fin de la vida asociada, sino el llegar por la vida virtuosa a la gozosa posesión de Dios"(De Reg. Princ., I, 14)...
Mas aquí se inserta la necesaria distinción entre el orden natural y el orden sobrenatural en punto al fin último del hombre. Con respecto a este asunto, el Aquinate, con su habitual respeto del orden natural, sostiene que si para llegar a ese fin antes indicado le bastara al hombre con el poder de su naturaleza (humana), incumbiría a la autoridad política dirigir a los hombres hacia ese fin -natural aunque trascendente…» [3]
- La dualidad de fines causa la dualidad de sociedades y de poderes:
«…la criatura humana tiene una vocación sobrenatural a un “Bonum Comune” Sagrado, trascendente y sobrenatural al que no se tiene acceso sino en virtud de la gracia divina y por y en la sociedad religiosa también sobrenatural instituída por el mismo Dios: la Iglesia. Esta situación existencial del hombre entraña como consecuencia que no corresponda a la autoridad política la realización del más alto de los fines humanos, sino al gobierno divino de Cristo y de su Vicario, jefe visible de la Iglesia”. Mas no ha de verse en lo expuesto ningún teocratismo; el mismo Santo Tomás nos dice: "El poder espiritual y el poder temporal derivan ambos del poder divino. El poder temporal está, pues, sometido al poder espiritual en la medida en que Dios lo ha sometido, es decir, en lo concerniente a la salvación del alma; y es por eso que en este terreno es preciso obedecer al poder espiritual antes que al poder temporal. Pero en lo concerniente al bien temporal de la ciudad es necesario obedecer al poder temporal antes que al poder espiritual de acuerdo a San Mateo (XXII, 210): Dad al César lo que es del César" [2]
P.S.: referencias para citar:

SOAJE RAMOS, G. Sobre la politicidad del derecho, en: Boletín de Estudios Políticos, Univ. Nac. de Cuyo, Mendoza, 1958, N° 9.

SOAJE RAMOS, G. Los Padres de Occidente y la mutación del horizonte humano, incluída en “Europa continente cultural” (volumen colectivo), Mendoza, Instituto de Filosofía de la Univ. Nac. de Cuyo, Mendoza, 1947.

SOAJE RAMOS, G. El fin de la comunidad política para el Aquinate: ocho tesis. Ponencia a la XVI Semana Tomista de 1991 (Buenos Aires).

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A.G.:
Ruego por favor no realizar comentarios tan extensos, no copiar textos largos, aunque sean interesantes como éste. No conozco nada de este autor, lo leeré. Gracias.
19/08/19 2:52 PM
  
tarci
Desde mi ignorancia sobre la filosofia del personalismo ..me atrevo a compartir la mirada de Benedicto..

Como el blogger comenta a la filosofia personalista se agrego revelacion.

Entiendo que el grave retroceso del penaamiento a partir de la ilustracion fue omitir el pensamiento enriquecido con la revelacion de Dios.

Benedicto al buscar la respuesta de que es el hombre se basa en el Genesis..los salmos y en San Agustin..ademas de todo su saber.

La definicion de persona que aprendimos en la escuela es sustancia individual de naturaleza racional..

Sin embargo para Benedicto en su enciclica Caritas in Veritatis las tres Personas divinas son pura relacionalidad.( ver comentario anterior)

Tenemos ademas una vocacion ontoligica a ser uno con Dios

( los dos son uno ) habla de comuniom siguiendo el modelo trinitario en el matrimonio..y de en la famiiia y la familia de los Pueblos de forma menos radical...siempre esa relacion trinitaria es de amor y verdad.

PAra el blogger:
.

Esa relacionalidad dice el blogger no le convence como modelo para la persona porque la Trinidad es una suatancia y los hombres son sustancias individuales.


Sin embargo Benedicto descubre que no es la categoria filosofica de un espuritu lo que nos hace semejantes a Dios..eso no lo dice la Biblia.

La imagen y semejanza no ezta en la sustancia del hombre ..sino en su relacion con Dios.


Lo mas esencial del ser homvre es su relacionalidad con El.

Justo lo que define como Persona Divina "relacionalidad"

Tenemos otro concepto superior de Persona...no estriva en su sustancia ni su grado racional.

El bien comun tiene que ver con la relacion del hombre con Dios..una forma concluyo es permitir al hombre abrirse al otro y a Dios.

Entonces concluyo que Bien Comun debe i
radical
19/08/19 3:08 PM
  
tarci
Falle al final mi telefono tiene teclado diminuto.


La relacionalidad de la Trinidad se da en Caridad y Verdad..supongo que esa relacion tiene que guiar nuestra comunion.


Ahora transcribo a Benedicto de la revista humanitas gravacion del Inatituto Benedicto XVI Univ.Ratisbona:

" En concordancia con lo anterior, rige en el Antiguo Testamento la prohibición de fabricar imágenes de Dios, porque Él mismo se ha hecho una imagen: el hombre. Es esa la única imagen legí tima: el hombre viviente. Solo este, el hombre viviente, es la imagen que de un modo más o menos legítimo nos permite suponer cómo es Dios, el Dios que ha hecho por sí la imagen, representándose en ella. En la humanidad del hombre se realiza lo que es Dios; tampoco, entonces, en aquello que podría pintarse de un hombre, sino que en la humanidad del hombre, que es la única que puede hacer e hizo Dios. El hombre es la única imagen auténtica de Dios. Esto no solo constituye la irrupción de la humanización en la religión, como nos inclinamos a pensar, sino que también el proceso a la inversa. Es la definitiva irrupción del hombre en sí mismo, ya que descubre que en él hay algo más que tan solo él mismo. La afirmación de que el hombre es la única auténtica imagen de Dios no es solo el descubrimiento de Dios en lugar de los dioses, sino que igualmente contempla el descubrimiento del hombre, quien entonces y solamente así se encuentra a sí mismo. El hombre se hace hombre cuando ex presa más que solo a sí mismo, cuando no se representa únicamente a sí mismo, sino cuando es expresión de lo divino, de lo santo, de lo completamente diferente. No es hombre cuando se encierra en sí mismo, contemplándose como falto de enigma y nada más que de su propiedad; será más él mismo cuando haya dejado de quererse solo a sí mismo, cuando haya reconocido que a sus espaldas se abren los abismos y que su ser alcanza el infinito. Para decirlo de otro modo: es hombre propiamente tal cuando deja de actuar solamente para sí mismo, cuando deja de considerarse completo y cerrado, cuando se reconoce como punto de irrupción de lo divino. Solo habrá descubierto al hombre cuando descubra a Dios.
Esto se relaciona estrechamente con un pensamiento que fue desa  rrollado por la teología de los Padres y que, bajo esa forma, no procede directamente de la Biblia, si bien corresponde a su concepción general. Quisiera representarlo con una sola frase de san Agustín, quien escri bió:Eo quippe ipso imago eius est quo eius capax est eiusque esse particeps potest [1]
. El hombre es imagen de Dios precisamente porque es capaz de Dios y puede estar en comunidad con Dios. También se podría decir esto en forma más breve: ser a imagen y semejanza de Dios significa capacidad de Dios —capax est et particeps esse potest. Ser a imagen de Dios no debe definirse aquí como un concepto sustantivo a fin de poder decir que la sustancia del hombre es algo similar a la sustancia de Dios, sino que debe entenderse como concepto de relación. Ser a imagen y semejanza de Dios significa ser capaz de Dios. El hecho de que entre Dios y el hombre exista una relación de características especiales es algo que puede entenderse en sí cuando hablamos de “imagen”. La imagen no es merced a la sustancialidad, a la sustancialidad de los colores que se emplean, u otras razones similares. Si en este caso contemplo la cantidad solamente en sí misma, entonces ella reside en sí misma. Imagen es algo dado más bien a través de la relación que contiene, es algo dado por la indicación de algo que está más allá de ella misma, que es lo que representa. Es decir, su ser imagen reside en su relacionalidad, no en lo que es en sí, y de ese modo lo entiende en este caso el hombre. Su ser imagen no es algo que él contenga en sí, sino que su ser imagen consiste en una relacionalidad de su existir, a través de la cual remite más allá de sí mismo. Solo que a diferencia de una imagen material muerta, tanto la propia relación como la propia relacionalidad están en este caso vivas; es algo que está en el hombre como movimiento, o al menos como una posibilidad de movimiento. Ser imagen de Dios significa la remisión interna y el carácter de estar remitido el hombre a la trascendencia, su posibilidad, más bien su necesidad interior, de trascenderse a sí mismo hacia lo absoluto. Para decirlo de otro modo: ser imagen de Dios no quiere sencillamente decir una relación de arriba hacia abajo, que, de acuerdo a la fe, es propia de todas las co sas creadas, sino más bien una relación de retorno, el retorno del eco, aunque ahora como algo viviente, de modo tal que el hombre no se enfrenta a Dios únicamente de espaldas, sino también de cara a Dios."

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A.G.:
Le ruego no copie textos tan largos.

Hay una confusión importante.El personalismo desustancia la persona, sustituye lo sustancial del hombre por lo relacional, y eso tiene como consecuencias graves errores.

La relación intratrinitaria no es analogía adecuada de la relación interpersonal, porque en ésta última hablan personas humanas, sujetos independientes, individuos, pero las Personas divinas no son sujetos independientes ni individuos aislados. NO se puede utilizar la Escritura para anular la realidad metafísica del hombre.
19/08/19 3:12 PM
  
Andrés
Respecto a la relación sujeto-objeto, Guardini no la elimina ni dice que esté superada:
"La Filosofía actual tiende a rechazar la contraposición de sujeto y objeto. Bien es verdad que se hizo notar aquí un excesivo mecanicismo, pero no debemos dejarnos arrastrar por una moda. Pues no es menos cierto que la contraposición, la distancia, la posibilidad de ver a lo lejos y de acercarse son algo esencial a nuestra relación con el mundo".
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A.G.:
Es lo de siempre con el personalismo, ni sí ni no sino todo lo contrario, ni en contra ni a favor. Peo el hecho es que sí que hay una confusión entre el sujeto y el objeto, más allá de las afirmaciones de índole subjetivista que lo niegan. En Guardini lo que ocurre es que, para no caer en la dictadura del cosismo, no resalta como debe la dimensión objetiva, y entonces la subjetiva queda sobredimensionada y confundida con la otra.
20/08/19 12:36 PM
  
Luis Fernando
El lenguaje filosófico de Guardini es una empanada mental de dimensiones megalíticas. No queda claro si él mismo sabía que lo quería decir.
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A.G.:
Como filósofo es muy confuso y va demasiado por libre, dejándose llevar por las palabras. Luego está la influencia de Heidegger, que le confunde aún más.
20/08/19 2:27 PM
  
Toni Lerma
Maritain dijo expresamente que “el bien común de la ciudad no es la suma de bienes privados”, y usted afirma que de su filosofía se desprende lo contrario. Confieso que no tengo muchos conocimientos del tema.
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A.G.:
En la primera etepa de Maritain hay cosas buenas y doctrina sana. Luego, a partir de Humanismo integral, la cosa cambia para muy mal.
20/08/19 2:55 PM
  
Andrés
Seguramente a Guardini no le acabaría de convencer su frase inicial de entender a Dios como un Bien común antes como un Bien particular.
Creo que tampoco le acabaría de convencer a Ratzinger.
En "Introducción al Cristianismo" Ratzinger escibe:
"En un mundo que en último término no es matemática, sino amor, lo mínimo es máximo, lo más pequeño que puedo amar es lo más grande, lo particular es más que lo general, la persona, lo único y lo irrepetible es también lo definitivo y lo supremo".
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A.G.:
El personalismo exalta lo individual, como toda filosofía de corte existencialista y liberal. Sin duda, de procedencia nominalista. Ese libro de Ratzinger es de una etapa en que estaba influido por Kierkegaard, que tanto peso tiene entre los personalistas. Y ya sabe Ud. que Kierkegaard es individualista. En Temor y temblor lo opone a lo general, refiriéndose a la ley moral universal. Puede producir graves errores
20/08/19 3:23 PM
  
Miguel
Estimado Alonso:
Sus artículos son excelentes, pero a veces resultan difíciles de entender para muchos lectores. Esa dificultad de compresión restringe considerablemente la posibilidad de buenos efectos de sus escritos. ¿Quizá usted pudiera poner notas explicativas para superar este inconveniente? ¿O enlazar ciertas palabras o frases de sus artículos, de modo que el lector sea dirigido a explicaciones adecuadas? Etc.
Gracias por su excelente apostolado en defensa de la Verdad.
Dios lo bendiga.

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A.G.:
Muchas gracias. Tendré en cuenta su propuesta, y procuraré ser más asequible. Laus Deo Virginique Matri.
20/08/19 4:02 PM
  
Andrés
Luis Fernando
Guardini tiene una forma de pensar un poco distinta a la estructuración de los latinos que nos gusta la forma analítica y discursiva. En el caso de Guardini, le gusta pensar en bloque y de forma simbólica (algo parecido a San Buenaventura).
Decirte también, por si en algún momento tuvieras interés, que el año pasado López Quintas publicó un libro sobre Guardini titulado "La belleza de la fe".
Este libro fue uno de los recomendados por José Ignacio Munilla como lectura para el verano de 2018.
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A.G.:
Lo que le pasa a Guardini es que no es tan buen filósofo como se pretende. Como teólogo es algo mejor. Pero es confuso. Y para colmo, padece la influencia de Heidegger. Me parece bien que tenga sus seguidores y guste a muchos, pero en mi opinión está muy sobrevalorado. Más que nada por el argumento de autoridad. Von Balthasar, Guardini, de Lubac, están sobrevaloradísimos.

A su lado, como en general al lado de los autores de la Nueva Teología, la escuela española es inmensamente más rica, más clara, más sólida, más católica. Un rato con el Royo Marín, con Ávaro d´Ors o con Leopoldo Eulogio Palacios vale por muchas horas de Nueva Teología.
20/08/19 4:53 PM
  
Horacio Castro
Sobre que “Ser a imagen y semejanza de Dios significa ser capaz de Dios”. Dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra ( ). Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó” (Génesis 1:26 y 27). Es el Hijo quien se humana como modelo de santidad para todos los hombres. Cuando Jesús dice «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo» (Lucas 6, 36), no significa sed ‘iguales’ a vuestro Padre. Y cuando en Mateo dice: «vosotros pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» (5, 48) significa sed ‘humanos perfectos’. Está excluida del cristianismo toda actitud de autosuficiencia ante Dios, ( ) el hombre se salva por pura gracia.
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A.G.:
Exactamente, la semejanza no significa igualdad, el hombre está hecho a imagen y semejanza, pero no es igual a Dios, como muy bien dice. La salvación libre es por gracia, la condenación por culpa propia.
20/08/19 5:34 PM
  
Luis Fernando
Andrés, reconozco que tengo un "problema": del siglo XX no me interesa ya nada que no sea tradicional y tomista. No es el caso de Guardini.

20/08/19 9:54 PM
  
Javier
"El bien particular no tiene supremacía sobre el bien común"
Siempre que hablemos de bienes del mismo género, para no contradecir al doctor de Aquino.
Lo que yo no veo con agrado es asumir que Dios pueda asimilarse al bien común; aunque no estoy seguro de que usted lo haya expresado, quizás yo no le he interpretado bien. Saludos.


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A.G.:
"la persona humana está destinada al bien común de la sociedad, pero no sólo a éste, sino también al bien común del universo, y a ese bien común por excelencia que es Dios."
"bien común extrínseco, trascendente y separado del universo: Dios mismo."
(Leopoldo Eulogio Palacios, La primacía absoluta del bien comun)
21/08/19 12:50 AM
  
Javier
A Leopoldo Eulogio Palacios le ha faltado decir ... al bien común de la sociedad humana. Bromas aparte, no puedo estar con la esencia del texto. Dios y el bien común son entidades distintas, como son distintos el bien común y el bien particular, con la salvedad de que la distancia entre las dos primeras es inconmensurable. Desde mi punto de vista esa presentación de Dios como bien común es más una imagen didáctica que una posibilidad filosófica.
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A.G.:
No existe una sola persona para la cual Dios no sea un Bien (el bien absoluto, transcendente y supremo, al margen de que sea reconocido como tal.Todo bien de toda persona viene de Dios).

Luego Dios es bien común a todas las personas.
21/08/19 12:51 PM
  
tarci
Siguiendo el hilo de Benedicto XVI sobre su pensamientp sobre las Personas Divinas y lo que hace al hombre ser hombre..en bos casos la relacionalidad ..pura en la Trinidad y en el hombre mas limitada..

Usted me dice que va contra los fundamentos de la metafisica..pensar que no es la sustancia lo que fundamenta al hombre..lo que le hace semejante a las Personas en la Trinidad..

Sin embargo en esta linea Benedicto no cosifica al hombre como un individuo..sino lo define indirectamente como persona.

Benedicto se mantiene fiel en ese pensamiento en su obra y magisterio.. Incluso para explicar o interpretar las ideologias que esclavizan al hombre.

Cito de Sal de la Tierra quw por casualidad hoy lei:
Sobre la actual concepcion sel mundo esas ideas de autonomia y antiautoritarias(respecto a la ley natural) son muy frecuentes. predominan tanto como el conceptp de poder.(poder politico de la Iglesia).
Y en consecuencia en cosecuencia de esto es que si el sujeto autonomo es el que tiene la ultima palabra, tambien puede quererlo todo....

En el fondo los documentos del Cairo y de Pekin(sobre la Conferencia de Poblacikn y Desarrlo y la de la Mujer ONU) se percibe una concepcion drl mundo.
SE COCIBE AL HPMBRE DE UN MODO PURAMENTE INDIVUALISTA, el hombre es SOLO EL MISMO.

Y esa otra pretencion de hacerse dueno de la propia vida muentras es posible y sin que nadie sin que nadie pueda poner obstaculos son partes ontegrantes del PROYECTO de VIDA QUE SE OFRECE a los hombres de hoy.

estando las cosas asi..las reglas sean injerencia en mi vida...contra lo que hay que defenderse...

"El hombre queda privado de su DIMENCION RELACIONALQUE ES PARTE DEL MISMO Y QUE NECESITA PARA LLEGAR A SER EL MISMO.


esta pretension de ser la unica y ulta instancia de si mismo y la otra pretencion de hacerse dueno de su propia vida mientras sea posible son partes del proyecto que hoy se ofrece al hombre.((seria la auto creacion o degradacion dice en Caritas in Veritatis)


Solo si perdemos la vida la prppia vida tendremos vida como dijera Cristo esa decision se ofrece en la libertad del hombre.

Negarse a ser criatura es negarse a someterse a unas normas..
ademaa hay una conciencia innara a ser someridos a prueba que debe confrontarae con una unidad de medida superior.

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A.G.:
El ser humano tiene una dimensión metafísica. Saberlo no es cosificarlo, sino conocer qué es el hombre. Resaltar en exceso lo relacional en detrimento del ser del hombre es un grave error.
21/08/19 3:36 PM
  
Estoy cansado
Estoy cansado de que se sustantivicen a la ligera ciertos términos.
El bien común sin la individualización, no puede ser "común", sino simplemente "bien". Valga decir, el bien común es ante todo un estado de conciencia expresante de una necesidad real, una carencia existencial ínsita a todo ser: la in.com-ple-ti-tud.
Desde esa óptica Dios, siendo el bien supremo, es un bien común. Nótese la radical diferencia tras la sutileza semántica.
El ser humano posee en su cerebro sectores especializados en la diferenciación y reconocimiento de rostros, porque para él es fundamental desarrollar todo el proceso analógico que, diferenciándolo del todo, establezca la relación de igualdad que lo ubique y cualifique existencialmente en dos expresiones indisolubles ínsitas a su ser: la individualidad, que lo extrae o rescata de la in-di-fe-ren-cia existencial; y la personalidad, que lo descubre y entrelaza en valores y propósitos existenciales trascendentes; siendo el principal y más trascendental de todos: el bien, que por ser de todos, es común, y por ser común, es necesidad y deber de cada uno.
Estos criterios llevan a una concepción de las instituciones jurídicas y políticas radicalmente diferente a forma imperante, y apenas vislumbrada por los novedosos postulados de los Derechos Humanos, que de a muy poquito, y negados y tergiversados y prostituidos, desbrozan caminos dentro de la selva institucional iuspositivista.
Así como los Derechos Humanos, sin el estado de conciencia que los aprehenda y los surtantivice auténticamente al existir humano, no sirven de nada.
Así también, sin el proceso de individualización y personificación que los cualifique en cuanto bien supremo y en tanto necesidad y deber existencial, el bien común resulta tan útil como el chicle pegado a la tablilla del pupitre.
21/08/19 3:45 PM
  
tarci
en conclusion el hombre no puede ser dueno de su propia vida...no se puede pertenecer asi mismo ni a otro.

sus derechos fundamentales no son disponibles

ningun hombre puede pertenecer a otro.

el hombre solo pertenece a Dios == eso seria su dimension relacional..lo que le hace hombre

los animales y las cosas pueden pertenecer al hombre asi lo dispuso Noe despues del diluvio...salvo la sangre..y la sangre de otro hombre tendria que ser vengada..como precio del valor no disponible.

Si la relacionalidad desbanca la sustancia ..yo intuyo qye no va contra los presupuestos de la metafisica sino que los supera.
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A.G.:
Desustanciar al hombre produce grave errores, no sólo morales y antropológicos, sino también sociales y políticos.
21/08/19 3:49 PM
  
tarci
y si la relacionalidad no niega la sustancia..como la Trinidas no niega la unidad?

y si el hombre encierra un misterio tambien onabarcable para el hombre porque el mismo no se pertenece no puede abstraerse a si mismo???
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A.G.:
Podemos conocer qué es el hombre. Por la razón natural y por la fe. No es un misterio inabarcable, porque podemos conocer la esencia del ser humano. No de forma absoluta, pero sí en la medida en que Dios lo concede, y en que es racional.

El término misterio se debe dejar, más bien, para las realidades sobrenaturales que, al no ser accesibles por la razón, necesitan de la fe sobrenatural para ser conocidas.
21/08/19 6:53 PM
  
Horacio Castro
Ciertamente, la existencia es el acto de ser. El hombre creado por Dios es sustancia porque tiene su ser o realidad en sí, mientras que Dios es por sí mismo. En Dios hay un solo Ser sustancial increado, y tres Personas realmente distintas entre sí.
21/08/19 10:23 PM
  
Javier
Admito a Dios como bien supremo y absoluto. Y admito que el bien común es un mandato de nuestro Creador, no puede el hombre gobernarse sin ese bien común sin ofender a Dios a cuya semejanza fuimos creados; la parte se debe al Todo y sin Él nada es. Creo que coincidimos, salvo mi tozuda resistencia a no separar al bien supremo del bien común, o a colocarlo separadamente. Creo que también disentiremos en cuanto comparto cierto pesimismo agustiniano sobre la ciudad terrena, pero ese pesimismo es histórico y no ontológico, insisto en que no imagino otra posibilidad que la del bien común como norma racional del hombre creado que quiera vivir bajo el Cielo de su Dios. Saludos.

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A.G.:
Es por influencia personalista que Dios no se entiende como bien común. Pero Dios es bien común transcendente.
21/08/19 10:54 PM
  
Javier
Le aseguro que esas influencias han debido poseerme mientras duermo. Quizás lo que sucede es que necesito leer más sobre el asunto, casi lo aseguraría. Desde luego descarto leer al Padre Sosa, no estoy en condiciones de lidiar con que Dios sea un bien simbólico. Le agradezco muchísimo su enorme interés por aclararnos estos asuntos.
22/08/19 6:57 PM
  
Palas Atenea
Andrés: Un poco rara me resulta esta afirmación: "Guardini tiene una forma de pensar un poco distinta a la estructuración de los latinos que nos gusta la forma analítica y discursiva" teniendo en cuenta que era italiano hijo de italianos aunque fuera de nacionalidad alemana. Cuando sustituyeron a Romano Guardini por Karl Ranher en la misma cátedra el alumnado bajó muchísimo porque Guardini era infinitamente más ameno que el otro. Y lo mismo digo de San Buenaventura, que también fue italiano. Son dos italianos con "estructuración no latina" según usted. ¿Y cuál es la estructuración latina habida cuenta la cantidad de teólogos latinos que ha habido, todos ellos con distintas "estructuraciones"?
24/08/19 9:35 PM
  
Andrés
Palas Atenea:
Este tema lo aborda Alfonso López Quintás en su libro Romano Guardini y la dialéctica de lo viviente.
Básicamente, López Quintás expone que el pensamiento latino procede de forma analítica, estructura el discurso de forma que trata de exponer un tema dando cuenta de todo lo tratado. Sin embargo para el pensamiento alemán lo importante es dar cuenta de la conexión genética del tema abordado.
Por ejemplo la dialéctica de lo viviente de Guardini se basa en la teoría de los contrastes. De lo que se trata no es tanto de analizar sino de intuir la realidad de forma profunda, luego, el análisis discursivo, se sitúa en un segundo momento.
En cualquier caso se trata de una generalización, por ser de un determinado sitio no estamos abocados inexorablemente a pensar de una misma forma.
Además, en el caso de Guardini y San Buenaventura cobra especial importancia su fuerte inclinación mística.
Todos sabemos que Santo Tomás y San Buenaventura eran contemporáneos y tenían una valoración bastante distinta sobre el Aristotelismo.
San Buenaventura, sin ser del todo contrario a él, sin embargo veía el peligro de que se podía caer en un exceso de racionalismo filosófico. Este tema lo abordó Ratzinger en su tesis de habilitación universitaria.



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A.G.:
La idea que expone se basa en un error de graves consecuencias para el pensamiento católico. Consiste en considerar la philosophia perennis como un estilo o talante filosófico local, el latino, siendo, sin embargo, universal. La philosophia perennis no es una simple escuela, ni es reemplazable, ni es racionalista; todo esto son prejuicios de la escuela existencialista; todo lo contrario, es el acervo de principios y nociones universales del conocimiento, fuera del cual el entendimiento se pierde y queda sumergido en confusión. Como constatan los hechos.

Aunque se justifique esta impostura con la jerga fenomenologica, lo cierto es que la filosofía y la teología que se componen al margen del acervo del conocimiento humano, universal, clásico y tradicional, están destinadas a la confusión, porque no se puede pensar claro si se dejan aparcados los principios y nociones que otorgan claridad al pensar.

No hay más que comparar textos. Puede Ud. leer los escritos sobre ética de Guardini, por ejemplo, o las obras sobre la verdad de von Balthasar, y compararlos con los escritos clásicos, digamos un Royo Marín, y constatar la enorme oscuridad y falta de claridad de estos autores, que se limitan a cavilar y a elucubrar a su manera. Van por libre, e ir por libre, en esto, es fatal, por muy piadosas intenciones que se tengan.

Ir por libre es necesario para el método fenomenológico. Que, de hecho, se basa en suspender teleológicamente el acervo de verdades y principios del conocimiento universal, dándole un simple valor local (el pensamiento latino) y relativizando su necesidad universal y carácter providencial para la Iglesia.

Las consecuencias del pensamiento francoalemán las sabemos todos. La crisis doctrinal, la división intelectual, la falta de claridad teológica, la debilidad del logos, son fruto de esta imprudentísima sustitución del acervo clásico por las teorizaciones de la mentalidad post-luterana, existencialista y nominalista. No cuela. Hay que volver a la sana escolástica, al pensamiento perenne en su síntesis aristotélico tomista. Confusión o claridad.

El acervo universal y perenne es expuesto con enorme precisión pòr una tradición local, no de valor local, como la francoalemana, sino de valor universal, y es la escuela hispánica. Aquí, en lengua castellana, contamos con obras de enorme valor, en las que encontramos una gran claridad de ideas y limpieza intelectual; es la escuela católica hispánica.Que esta escuela, nuestra, sólidamente católica, se sustituya por la confusa y vacía escuela francoalemana, es algo disparatado, ingrato para con nuestros antepasados, y suicida. Que el catolicismo hispánico abandone su acervo de tesoros doctrinales, de valor universal, para irse detrás de las elucubraciones del existencialismo alemán y francés, que solo tiene interés en el contexto de la crisis de ideas de la Europa post-revolucionaria, es algo que nos está pasando factura.

Una o dos páginas de Juan de Borja, de Álvaro d´Ors, de Leopoldo Eulogio Palacios, de Vallet de Goytisolo, de Fray Luis de Granada, de Donoso Cortés, de Vázquez de Mella, de Covarrubias, de Santa Teresa, de Domingo Báñez, de Rafael Gambra, de Royo Marín, etc, etc, (siglos de sabiduría católica) vale por todos los montones de libros de Guardini, de Lubac, Maritain, Rahner, Ratzinger o von Balthasar.

La cuestión, por tanto, es la siguiente: la philosophia perennis es universal y necesaria, no es una escuela local. Entre las escuelas locales, las hay que se fundamentan en lo universal de la philosophia perennis, como es la tradición local hispánica; y las que se fundamentan en teorías particulares surgidas de conyunturas y procesos de descomposición, como el pensamiento existencialista fracoalemán católico. Nosotros tenemos una traditio.Hemos recibido generación tras generación el acervo universal de manos de nuestra tradición local. Por gratitud y por sensatez, tenemos una deuda con nuestra propia cultura.
25/08/19 10:47 AM
  
Estoy cansado
De ninguna forma puede Dios ser el bien común. Tan fácil, así por así. Dios es el bien, pues desde él no existe referencialidad posible, lo contrario sería pensar un Dios privilegiador, y por ende injusto, lo cual es absurdo, Por eso mismo en el mundo de Dios no exiiste maldad, ya que ésta se engendra en la conciencia existencial de que se trate. Y es desde ese estoy en algún lugar, por algo y para algo, que el homo sapiens se descubre en cuanto individuo y en tanto persona, y desde allí, desde una auténtica relación de igualdad, encuentra al semejante, y en él a Dios y el bien eterno que expresa, y en ambos al bien común, es decir, la comunidad existencial, la posibilidad de la salvación de la incompletitud que lo delimita existencialmente, cooparticipando de la búsqueda y disfrute del bien eterno que le significa Dios.
Se debe insistir. Dios es un bien común, y el bien común por excelencia, en cuanto acto comprensión existencial respecto del bien eterno que él expresa. Valga decir, lo relevante no es el bien común en sí, que de hecho existe y existirá por siempre como el bien universal indifirenciado, sino el descubrimiento de esa comunidad respecto de él, todo el proceso cognitivo-volitivo de individualización y personificación, que implica, y, lo consecuencialmente principal, la forma en que se le asuma.
Porque, le resulta muy cómodo al creyente, asumir el bien común en Dios, sin más ni menos, como el víver en la despensa del abasto, de tan solo ir por él y ya. Desviándose así del norte de su fe, porque no es Dios en quien debe buscar y puede hallar el bien común, sino en su semejante, en el prójimo coopartícipe del supremo y eterno que le significa Dios.
Y de la institucionalidad política ni se diga. Mientras el bien común siga siendo producto de una convención de intereses resumida en un "contrato" de sociedad, la institucionalidad política y jurídica continuará del timbo al tambo.
Muchísimo tiene que aportar nuestra religión a la sociedad humana contemporánea. La cuestión es que para ello primero debe sustanciar los términos con el hecho existencial concreto, llenarlos con vida, dotarlos de auténticos, ciertos, vivibles, eficaces y, desde allí, transcendentes propósitos de fe. Siendo esa la tarea pendiente a la que la filosofía le saca el cuerpo, por temor de hacerse "mundana" y perder el grado superlativo del conocimiento, que no ya tiene, amén de encontrarse con los reales linderos de su eficacia, muchísimo más próximos de lo que presume.
En fin, el asunto es si ¿estará todo dicho y hecho en la Iglesia Católica? o ¿habrá algo por decir, hacer y sobre todo por cambiar?
25/08/19 4:21 PM
  
Andrés
En su anterior comentario hay demasiadas ideas anudadas.
Guardini no creo que quiera acabar con la "philosophia perennis", tan solo quiere abrirse a otras fuentes del pensamiento cristiano, como San Buenaventura (que evidentemente no es un fenomenologo).
Como he dicho antes, Guardini quiere recuperar la intuición de lo profundo, Husserl se queda recluido en un solipsismo.

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A.G.:
Los personalistas acuden frecuentemente a los Padres, pero en un sentido muy personalista, para leer en ellos la confirmación de sus teorías, como hace de Lubac. La crisis es más de fondo, hay una verdadera suspensión del acervo tradicional, tachado de racionalista; son muchos los prejucios contra la philosophia perennis.
25/08/19 5:28 PM

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