(312) Sardanápalo y la Iglesia actual
Mucho tiempo ha pasado desde que el gran Don Juan de Borja escribiera como lema de una de sus Empresas Morales, concretamente la 98, Humanarum rerum contemptus, —como si dijéramos, menosprecio de las cosas humanas.
Decía el hijo del Duque de Gandía, luego San Francisco de Borja, que
«Aunque con razón hemos de creer a los que nos aconsejan el desprecio de las cosas de esta tierra, habiéndolas ellos menospreciado, y tenido en poco, y habiéndose por su voluntad privado de los deleites que dan; también creo que no mueven menos los ejemplos de los que después de haber entregádose a todos los géneros de deleites, y contentos del mundo, nos desengañan y certifican que todo lo que hay en él es vanidad»
Es el ejemplo de Sardanápalo, cuya efigie funeraria, en el Emblema, chasquea los dedos mientras empuña el cetro. Con la castañeta, que dice el autor, muestra la nada que es el mundo; y con el cetro, el señorío que ha logrado.
Puede resultar escandaloso a oídos personalistas que, para nuestro autor, el menosprecio de las cosas de este mundo caído sea lo mismo que el menosprecio de las cosas humanas, demasiado humanas.
Nosotros lo encontramos razonable y sobre todo tradicional, teniendo en cuenta, además, que el actual enaltecimiento de lo humano viene acompañado de una crisis de fe como nunca se ha visto.
Mucho tiempo ha pasado, decía, desde que aquel eminente varón, en esta joya de la Tradición Hispánica, nos llamara a menospreciar los engaños del mundo.
Y no por capricho, sino con un propósito: la adquisición, al amparo de la ley moral, con el socorro de la gracia, de imperio sobre uno mismo —es lo que representa, en la figura, el chasquido (el menosprecio) y el cetro (el señorío).— Con este menosprecio tan hispánico, tan católico, tan ascético, nos anima a sobrevivir a esta nefasta Hora Actual del Hombre.
Nos exhorta Juan de Borja, con esta joya del pensamiento cristiano tradicional, a aprender del ejemplo de los que se abrieron en exceso al mundo, como Sardanápalo, y sucumbieron a sus deleites inmanentistas y sus engaños; pero que luego se desengañaron de él para certificar su vanidad fundamental.
Su emblema no ha perdido actualidad, antes bien la ha ganado, y no sólo a nivel personal, sino eclesial. ¿No debe acaso la Iglesia, en este crítico momento, hacer de Sardanápalo, que tras años de aggiornamento, se desengaña y reacciona? ¿No debe la iglesia, en este momento, chasquear los dedos (menospreciar el ethos moderno) y sujetar el cetro (aferrarse a la realeza de Cristo)?
Humanarum rerum contemptus. No hay otra.
Hemos de hacerlo, porque es nuestra responsabilidad. Por las generaciones futuras, por la Iglesia misma, por los que aún no tienen fe, para que no se espanten de tanto mal ejemplo, de tanta confusión, de tanta falta escandalosa de doctrina.
Lo volveremos a repetir, una y otra vez: es el momento de chasquear los dedos y aferrarnos a la realeza de Cristo.
Y hemos de hacerlo ahora, no en el sepulcro, ni como estatuas, sino en este momento presente, en que la Tradición comienza a palpitarnos de nuevo en el pecho, y la Sagrada Escritura nos arde en los corazones.
11 comentarios
__________ __________
A.G.:
No ceda a los tópicos, amigo Forestier. Esos argumentos de precaución desenfocan el asunto, que no es en modo alguno si la Creación es mala o buena. Se trata del mundo caído en estado de enemistad. La naturaleza humana, como sabe, aun sin perder su imagen y semejanza, ni su bondad original, está herida. Hijos de la ira, inmundos a ojos de Dios. Hay que nacer de nuevo.
Es el tema que trato insistentemente.Según una tradición local aquilatada como es la Hispánica, la de nuestros místicos, la de nuestros poetas y escritores, clásicos católicos; la de nuestros artistas (recuerde cómo trata este tema Valdés Leal); la de nuestros polifonistas y músicos (por ejemplo Juan de la Encina); la de nuestros juristas... En fin, en Gratis date hay una obra extraordinaria sobre elloDe Cristo o del mundo, del P. Iraburu. Expone con precisión y profundidad esta doctrina, al respecto de uno de los enemigos del alma, mundo, demonio y carne.
Cree usted que en /.../ existe algo de ese "liberalismo de tercer grado" de que nos hablaba León XIII.
Saludos cordiales.
__________
A.G.:
francisco,
como sabe no hablo nunca en mi blog de personas concretas ni de instituciones sino de ideas.
Tampoco domino el tema que me pregunta, porque mi atención se centra en filosofía y teología. La doctrina clásica de la realeza de Cristo, de la unidad católica, de la dignidad humana, del derecho público cristiano, por cierto, la he profundizado y consolidado gracias a grandes autores, de mente lúcida y cabal, como Álvaro D´Ors o Leopoldo-Eulogio Palacios, que recomiendo encarecidamente.
__________
A.G.:
Disculpa la desconsideración, Forestier, tienes razón en que fui brusco. No me lo tengas en cuenta. Verás, tus argumentos son buenos. Lo que ocurre es que, en realidad, tratan de un asunto distinto, pero que la tópica personalista asocia, desde hace tiempo, al tema tradicional del menosprecio del mundo. Por eso te aconsejaba no ceder a los tópicos, (y creo que es un buen consejo, porque es importante que nadie, ninguno, cedamos a ellos, y hay que estar siempre alerta) que consisten en tratar el tema del menosprecio del mundo caído como menosprecio de la creación o de la naturaleza humana no afectada por el pecado. En cuanto argumentos,los tuyos explican bien el error del gnosticismo maniqueo, por ejemplo, o del espiritualismo de corte protestante. Pero no es el caso del tema de este post.
No debemos confundir el desprecio de lo creado con el desprecio del mundo caído en cuanto caído, en cuanto que está en estado de enemistad y pendiente de una restauración, de una restitución al plan original. Es por esto que no se trata de menospreciar lo creado, sino las pompas, los engaños, que decían los barrocos, por ejemplo Baltasar Gracián, los deleites en que el estado de enemistad ha sumergido al mundo, ese Gran Teatro que es vanidad y nada más que vanidad.
La Creación, en general, y el hombre en particular, sigue conservando su bondad original, que no ha sido del todo destruida, pero el deterioro que sufre es grande, tanto, que es inmundo a ojos de Dios e hijo de la ira. Este estado de enemistad suscita un sistema de preocupaciones y cuidados que alejan del fin último, por eso es vital su menosprecio. Porque sólo liberándonos, ascéticamente, de sus cantos de sirenas, podremos alcanzar por gracia el señorío sobre la propia vida personal y social.
El personalismo desactiva este tema tradicional del menosprecio del mundo, refiriéndolo a la Creación. Por eso hay que intentar no dejarnos influir por él y colocarnos en la perspectiva adecuada, cuyos fundamentos deja claros el P. Iraburu en su libro. Debemos estar muy alertas, porque los católicos de hoy hemos sido formados en un sistema de conceptos que, sin darnos cuenta, andan interfiriendo nuestra percepción de la cosmovisión tradicional.
________
A.G.:
francisco,
disculpe que edite el comentario pero como comprenderá, y ya he comentado, no entro a comentar ideas colectivas de ninguna institución, porque no forma parte de mi forma de abordar los problemas filosóficos-teológicos. Espero lo comprenda.
_________
A.G.:
En efecto, es un tema clásico. Muy querido, especialmente, para el catolicismo de las Españas.
Jesús no quería con el silencio cómplice ganarse el solideo y tener un puesto en la sinagoga al ver la via caritis corruptora de los judíos en el templo. Jesús no se queda de brazos cursados tampoco, sino que alerta haciendo un cordel. luego le acusan diciendo de que destruiría el templo y luego cínicamente se burlan y le dan 40 latigazos con 3 puntas (en el descansa la perfección santa no en la subjetividad ni la idolatría del hombre y sus placeres a punta de atenuantes y discernimientos para la purificación).
Es decir, cuando por el templo corre agua infectada uno no se puede quedar de brazos cruzados como bien dice el post. Para esta misión sobre todo mucho "confesionario eucaristía adoración", dejarse amoldar por el cordel de Jesús, entrar en la via crucis despojarnos, confiar..... etc.
saludos
_________ __________
A.G.:
carmelo, me ha gustado eso de dejarse amoldar por el cordel de Jesús.
Da Ud. la receta para salir de esta crisis: confesionario, eucaristía, adoración. le añadimos doctrina, y tenemos el remedio completo. Entiendo, además, su alusión al via crucis como el papel del sufrimiento.
Ha llegado el momento en que todo ha de pasarse por el Mundo del Dolor, para que salir purificado.
---
Esto que dices no es verdad, pues la Iglesia SIEMPRE ha enseñado que los tres enemigos del alma son el MUNDO, el demonio y la carne. Con lo cual la Iglesia no sólo "menosprecia" al mundo, sino que lo ha despreciado abiertamente antes, durante y después de la Edad Media.
---
"El concepto de mundo el algo equívoco y ambiguo,..."
---
Bueno, claro, "mundo" no tiene un significado unívoco, pero cualquier católico de primera comunión sabe distinguir entre el mundo "bueno" de la Creación, ("Y vio Dios que era bueno"), y el desastre del mundo mundano, fruto del Pecado Original, que es uno de los tres grandes enemigos del alma.
__________ _________
A.G.:
En efecto, mundo, demonio y carne. Y podemos añadirle, con no poca conveniencia, modernismo.
Pero durante el CVII comenzó a proponerse la derogación de esta pía distinción, generándose una confusión que perdura, corregida y aumentada, aún en nuestros días.
__________
A.G.:
El problema, amigo Ricardo, en mi opinión, es que el personalismo, que es la idiosincrasia que rechaza esta visión tradicional del mundo como enemigo, era la mentalidad teológica latente en esos días.
De ciertos pasajes ambiguos y defectuosos del Concilio pueden darse una interpretación personalista, que peca de exceso de optimismo. Otros pasajes, sin embargo, enseñan la doctrina tradicional.
Creo yo que el problema, ante todo, es la mentalidad personalista que se intensificaba, en progresión, hasta hoy.
---
Eso lo vio con meridiana claridad SPX al establecer el "Juramento Antimodernista", sin negar en absoluto el peligro de los tres enemigos del alma, antes bien, advirtiendo que una vez instalada esa viscosa herejía modernista, los tres enemigos del alma la tenían fácil para deglutírsela.
Tanto parece ser esto cierto, que la crónica trágica de la apostasía reinante es meramente la crónica de la entrada triunfal del Modernismo en la Iglesia, luego de que el Personalismo le abriera las puertas de par en par.
__________ __________
A.G.:
Esa entrada la describió muy expresivamente Pablo VI, con la famosa imagen del humo de Satanás entrando por la rendija.
---
¡Y lo es al día de hoy de manera eminente!
En la mayoría de la parroquias que me ha tocado frecuentar, el "establishment" parroquial es decididamente pro mundano, en el peor de los sentidos.
__________ __________
A.G.:
Lo es al día de hoy, sin duda, Ricardo. Tanto, que se ha constituido paradigma.
Dejar un comentario