(292) La doctrina en su esencia, contra la confusión
1.- Es urgente recuperar una visión esencial, sencilla y elemental de lo que es la doctrina, contra la confusión moderna. Para ello, resultará beneficioso volver a la distinción clásica.
2.- La profesión de la doctrina cristiana es lo que caracteriza al verdadero cristiano.
3.- La doctrina cristiana no es un conjunto de ideas privadas, filosóficas o teológicas, sostenidas personalmente por pontífices, o intelectuales católicos, o miembros relevantes de la jerarquía.
4.- Hay que decir, en primer lugar, que la doctrina cristiana es aquella que el católico, en cuanto accipiens, recibe de la Iglesia.
5.- La Iglesia, en cuanto tradens, entrega la doctrina.
6.- El acto de entregar/recibir doctrina es un acto de traditio, es decir, de tradición. Porque procede del primer tradens, que es Nuestro Señor Jesucristo. Por eso Jesucristo es motor de la tradición, y por ello causa de la doctrina.
En este sentido, el Catecismo Mayor de San Pío X explica:
«¿Qué es la doctrina cristiana? - Doctrina Cristiana es la doctrina que nos enseñó Nuestro Señor Jesucristo para mostrarnos el camino de la salvación.»
7.- Para comprender bien qué es doctrina, es urgente tener claro que, aquí, enseñó es lo mismo que entregó. O mejor aún, que enseñar es contenido de entregar, es decir, que la enseñanza es entrega, o sea, tradición puesta en marcha por Jesucristo. Por eso, la Iglesia, en cuanto receptora o accipiens, recibe de Cristo la doctrina, y en cuánto dadora de ella, es segundo tradens, o mejor dicho, mediación del primer tradens, que es Cristo.
8.- La doctrina, en su esencia, es lo que Cristo ha entregado a la Iglesia para ser transmitido, y cuya recepción constituye la identidad del cristiano.
Como enseña de nuevo el Catecismo Mayor:
«¿Quién es verdadero cristiano? - Verdadero cristiano es el que está bautizado, cree y profesa la doctrina cristiana y obedece a los legítimos Pastores de la Iglesia.»
9.- Veamos ahora las partes esenciales de la doctrina entregada por Cristo, para su transmisión de generación en generación:
«¿Cuántas y cuáles son las partes principales y más necesarias de la doctrina cristiana? - Las partes principales y más necesarias de la doctrina cristiana son cuatro: El Credo, Padrenuestro, Mandamientos y Sacramentos.»
Comprobamos, pues, que no puede haber vida sacramental, ni vida moral, ni vida de oración, ni vida creyente, al margen o contra la doctrina.
y 10.- Para entregar la doctrina de Cristo, la Iglesia recibió también la autoridad para enseñarla con su magisterio, y la potestad para administrarla, defenderla y dispensarla.
Es por esto que la Iglesia, Casa del Dios vivo (1 Tim 3, 15) , es columna y fundamento de la doctrina, es decir, de lo que creemos, de lo que pedimos y de lo que obramos. En definitiva, de la verdad creída, pedida y obrada.
Lo más básico, por fundamental, tiene que estar absolutamente claro.
9 comentarios
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A.G.:
Sin duda alguna, Juan Andrés. De hecho, el Catecismo Mayor las relaciona con la doctrina, cuando dice:
«¿Qué es la doctrina cristiana? - Doctrina Cristiana es la doctrina que nos enseñó Nuestro Señor Jesucristo para mostrarnos el camino de la salvación.»
Justamente las ideologías nacen de suponer que la Doctrina Cristiana es un mero "relato" que fue útil en una determinada época de la "evolución de la humanidad".
Por ello es que Ideología y Doctrina me parecen incompatibles entre sí.
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A.G.:
Interesante. Muy de acuerdo, Ricardo
Excelente, recurrir a la doctrina es recurrir a Jesús, el “verbo se hizo carne”. los demonios inmundos sienten que la Doctrina de Jesús los va a destruir, a la vez que saben que es El es el Santo de Dios. Es decir los anti-doctrina de Jesús son apostatas que están dentro, y tiene “gran voz”, con jerarquía o sea que les pesa la lengua, lo son porque siente que no impulsa su espíritu inmundo y el espíritu de Jesús los entristece se sienten en soledad, o siente que no es posible nada de los propuesto. La asedia del que esta dentro comienza sintiendo como una Carga no llevadera la Doctrina y arremete contra ella, mediante ambigüedades, confusiones y debates interminables. Complica la unidad haciendo incendio una contra otra Diócesis, desbaratando la unidad.
le sigo siempre sus post, Don Alonso
Echo en falta algo crucial (o quizás el artículo anterior se ha escrito para "invitar" a silenciar lo que voy a escribir): y si la Iglesia, o alguna parte de ella, o algunos de sus dirigentes, o buena parte de su jerarquía, desviara de una u otra manera ese menssje-vida de Jesucristo por medio de sus palabras, actos u omisiones?
No debiera, quien se siente cristiano y comulga de corazón con ese mensaje primordial de Jesucristo, anunciar (e incluso denunciar) públicamente y en el seno decla misma Iglesia que se podría estar hablando/actuando en nombre de Jesús de manera diferente (includo contraria) al mendaje que él predicó?
Porque no concibo pensar en una Iglesia, seguidora de Jesucristo, en la que sus dirigentes se sientan tan henchidos de perfección divina que no puedan admitir (exigiendo "obediencia ciega" a unos fieles que no son menores de edad) la necesidad de un importante autoexamen de conciencia, en cuanto a las estructuras, actuaciones y palabras que autoridades actuales (como en el pasado) puedan estar sosteniendo.
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