(289) El aborto es también un acto irreligioso
1.- Dar muerte directa e intencionadamente a un inocente es un acto intrínsecamente malo, y no es lícito jamás, conforme enseña la Palabra de Dios: «no hagas morir al inocente y al justo» (Ex 23, 7).
2.- Dar muerte a un inocente, por ejemplo mediante un aborto, es un atentado
-contra Dios, al que se pretende privar injustamente de su señorío, rechazando su absoluta potestad sobre la vida.
-contra el prójimo, al que se priva injustamente de su vida.
-contra la sociedad, a la que se priva injustamente de uno de sus miembros.
4.- Es oportuno que el Catecismo mencione la agresión a la santidad del Creador. Porque así queda claro que dar muerte a un inocente es un atentado, primero, contra la soberanía de Dios. Y que por ser un atentado contra Dios es, también, un acto irreligioso. Es decir, no es un asunto meramente humanístico, porque también queda afectado el honor divino: «es un atentado contra Dios, cuyo supremo dominio queda violado. Sólo El es el dueño de la vida» (Antonio ROYO MARÍN, Teología moral para seglares, BAC Madrid 1957, p. 429).
5.-Pero tambien es un atentado contra Nuestro Señor Jesucristo, porque impide que el no nacido alcance sobrenaturalmente su fin último. En este sentido, es rechazo de la realeza de Nuestro Señor, porque sólo Él es dueño de la redención del linaje humano, y «a El sujetó todas las cosas bajo sus pies» (Ef 1, 22). Impedir que el no nacido reciba el santo Bautismo, y por él la gracia de la justificación, es un atentado contra la potestad que Cristo tiene sobre la descendencia de Adán, que ha comprado con su Sangre.
6.- Por todo lo dicho, se ve claramente que el aborto, que es «un caso particular de la muerte de un inocente» (Antonio ROYO MARÍN, Op. cit. p. 430), tiene un carácter gravemente irreligoso.
5 comentarios
Sin embargo por desgraciada experiencia personal, cuando se discutía con un psicólogo sobre esto, su respuesta es que esa "masa celular es un ser humano en ¡Potencia!" (La exclamación es mía)
Mientras estamos en el seno materno somos "potenciales seres humanos" para muchos de nuestros semejantes.
Paz y Bien
Quiero, a fin de ilustrar la afirmación de que el aborto supone un daño para el prójimo, traer aquí lo escrito por el pintor Oskar Kokoschka en 1971, en sus memorias, relativo al hijo abortado voluntariamente por su mujer Alma Mahler:
"La culpa de que nuestra relación se hundiese ya antes de la guerra la tuvo aquella operación en una clínica vienesa, que no pude perdonar a Alma Mahler. Nadie tiene derecho a truncar intenciondamente el desarrollo de un ser vivo por culpa de una negligencia. Además, fue una injerencia en mi propia evolución personal, eso está claro como la luz del día. Ser siempre consciente de lo que es la vida exige un constante esfuerzo mental. No hay que conformarse con vegetar." (Mi vida, Tusquets, 1988, p. 118).
Que un hijo sea suprimido unilateralmente por uno de los dos que lo han engendrado es un acto totalitario contra el nasciturus y también contra el progenitor que está a favor de esa vida.
A pesar de que se les decía una y otra vez que en la discusión de la ley no había participado ni tenía nada que ver la Iglesia, ellos insistían, y ahora veo que lo hacían porque al ser un hecho irreligioso, los promotores del aborto ven a la religión como su enemiga.
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