(223) Genealogía de lo político- teológicamente correcto, I
Tópicos, tópicos y más tópicos, conforman la mente en crisis eclesial de hoy. Hay tantas cosas que reformar, para que brille en todo su esplendor la Iglesia, que es casa del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad (1 Tim 3, 15).
Vamos en busca de la identidad católica perdida, a través de una densa niebla de conceptos y prejuicios que hemos de clarificar.
Lo político-eclesialmente correcto es ante todo una declaración de paz frente al modernismo, que no quiere la paz, sino la guerra. Bebe de sus fuentes, porque surgió de él.
El modernismo es el enemigo. Presentarle batalla con una espada sin filo (el personalismo) forjada en sus propias herrererías, no tiene sentido.
La primera víctima de esta crisis ha sido la teología moral. Habría que clavar Veritatis splendor en las puertas de las catedrales.
1.- Personalismo y luteranismo.- Es eclesialmente correcta una visión irreligiosa de la ley natural.- Los personalistas han proyectado la pretensión naturalista de Bonhoeffer (1906 -1945) —una “interpretación no religiosa de los conceptos teológicos” (Resistencia y rendición, p. 248-49)— al activismo provida, como si fuera posible una interpretación aconfesional de la ley natural. ¿Olvidan que la ley natural es católica?
—El activismo provida aconfesionalista está conectado con la teología luterana.
2.- Personalismo y anglicanismo.- Es eclesialmente correcta una visión antropocéntrica del cristianismo.- Toda la religión cristiana gira en torno a la persona humana —dice el personalista—. ¿Acaso creen, como asegura Delante de Dios, ese librillo del obispo anglicano inglés John A.T. Robinson (1919- 1983), que la búsqueda de Dios es sinónima de la búsqueda del hombre? O como dice, retratándolo, Abbagnano: «El problema de Dios es simplemente el de reconocer lo que hay de más verdadero, de más auténtico en la experiencia humana» (Historia de la Filosofía, vol.3, p. 795).
¿Olvidan que el cristianismo no es humanismo, porque el hombre se ha hecho inmundo a ojos de Dios? ¿Olvidan que el hombre se cayó de la gracia, y es hijo de la ira divina por naturaleza?, puesto que «habiendo perdido todos los hombres la inocencia en la prevaricación de Adán, hechos inmundos, y como el Apóstol dice, hijos de ira por naturaleza» (Concilio de Trento, ses. VI, cap. I) necesitaron de un Redentor?
—El naturalismo personalista en la evangelización está conectado con la teología liberal del anglicanismo.
3.- Personalismo y antitomismo.- Es eclesialmente correcta la minusvaloración del ser humano como sustancia.- Es que a Mounier (1905- 1950), el fundador protomarxista del personalismo, «no le gusta, por ejemplo, usar la palabra “sustancia” para referirse a la persona, por las connotaciones cosistas que despierta, pero, al mismo tiempo, no es antisustancialista», (explica Juan Manuel Burgos en El personalismo, Palabra, Madrid 2000, p. 61). No nos extrañe, entonces, la desustanciación de la ley moral, reducida a mero ideal, y los mandamientos a norma convencional.
O sea, que para ser eclesialmente correctos, del ser humano es mejor no hablar en plan tomista —porque el tomismo es hoy la pura incorrección eclesial—; mejor no decir que el ser humano sea sustancia, o que tiene naturaleza, o que la ley natural es eterna, no nos tachen de tomistas. Pero eso sí, ello no implica ser antisustancial. El personalismo desustancia a la persona humana no porque esté contra el concepto de sustancia en sí, sino porque es concepto esencialmente tomista. Puede más un prejuicio que la tradición filosófica de la Iglesia.
—El antitomismo institucional está conectado con el progresismo mouneriano.
David G. Alonso Gracián
20 comentarios
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Excelente enfoque, Alonso, pues efectivamente, la corrección política y la religiosa están íntimamente relacionadas. Democracia y Modernismo están vaciados en la misma matriz. ¿Cuál matriz? La del fariseísmo acomodaticio y camaleónico.
En el último artículo del P. Javier se pone un vínculo a este sermón imperdible y sumamente reciente de un prominente monje argentino, que explica a las maravillas la esencia del fariseísmo actual. Agregar https://
soundcloud.com/monjes-de-cristo-orante/domingo-xxxi-del-tiempo-durante-el-ano-ciclo-a
De esta crisis de fe es imposible salir utilizando un amasijo de tópicos humanistas, o sea el personalismo. Ineficaz, a todas luces, contra el monstruo modernista, entre otras cosas porque ha surgido de él, aunque no comparta su deseo de heterodoxia.
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A.G.:
Gracias Miguel Grosso. Me anima. Gloria a Dios y a su Madre.
Es el afán de complacer al mundo. Sin duda, fruto del semipelagianismo, que sobrevalora la parte humana. Por eso piensa: si no nos enfentamos al mundo, el mundo nos aceptará. ¿Y cuál es la forma de no enfrentarse al mundo? Diluyendo la propia identidad.
Para eso el personalismo reflexiona así: En lugar de anunciar la herida mortal que padece el ser humano, lo ensalzamos. Así nos creerán amigos y no enemigos.
Y también es cierto que el personalismo trata de mantener en pie "la fe" (que a la larga termina no siendo propiamente católica) utilizando para ello elementos modernistas. Un disparate.
Bueno, un disparate teológico pero en la práctica no es ningún disparate: así se consigue mantener la chapa de "católico" sin conflictos, ninguneos ni persecuciones. Conozco infinidad de ejemplos. Están convencidos que han encontrado ¡Eureka! el "justo medio". Exhiben con orgullo los rótulos de "conservadores" y de "moderados" que les ponen los mundanos. Se consideran muy "democráticos", y los hay quienes hasta se atreven a decirse "liberales". En España votan al PP o a VOX, en Argentina a Macri.
Dicho lo cual, apunto lo siguiente:
Todo esto es algo muy pero muy viejo, es "subirse al carro del vencedor". Y si el vencedor exige acomodar las creencias más entrañables, pues se hace, ¡y el personalismo nos da el atajo!.
No es la primera puerta falsa que ofrece el mundo a los católicos para claudicar elegantemente, creyendo que no apostatan. Desde el Protestantismo las ha habido numerosas, hábilmente aderezadas de "religiosidad".
¿Y quién es "el vencedor"? El Liberalismo. O sea la Democracia. O sea las Multinacionales y los Grandes Multimillonarios, con sus sociedades secretas sirviendo a sus fines.
Vencedor que ha traído, sí, un gran "progreso" material, pero amasado con INJUSTICIAS e INMORALIDADES que ha hecho posible una acumulación de poder en pocas manos que jamás vieron los siglos.
Y acá viene el conflicto con el tomismo: razonar con la cabeza como éste hace, lleva a poner negro sobre blanco las tales injusticias e inmoralidades, dejando en claro que la actual "civilización salvaje" (al decir de Castellani) tiene pies de barro. O de estiércol maloliente, para ser más precisos.
Entonces mejor el personalismo, que nos permite prenderle una vela a Dios y otra al diablo y quedarnos tan panchos, disfrutando sin complejos de los placeres de la democracia.
PS: En el audio que enlacé se enseña que el fariseísmo moderno es mucho más sofisticado que el evangélico.
Y esto lo agrego yo: es el caldo de cultivo en el que prospera el personalismo y es "LA" peste en la Iglesia de nuestros días.
2.- "Personalismo y anglicanismo.- Es eclesialmente correcta una visión antropocéntrica del cristianismo. Toda la religión cristiana gira en torno a la persona humana". Primera vez que oigo que el personalismo es anglicano, o tiene alguna relación con Robinson. El personalismo cristiano habla de PERSONAS que incluyen precisamente tanto a las personas humanas, como a las angélicas, como a las divinas. Que diga lo que quiera Robinson. ¿Dónde está el problema?
3.- "Personalismo y antitomismo.- Es eclesialmente correcta la minusvaloración del ser humano como sustancia". Más que un antitomismo, lo que veo en el personalismo es un NO querer entrar al trapo con cuestiones de escolástica tomista. Y sobre el abandono de la categoría de sustancia es tal porque entienden sustancia como COSA (y seguro que Santo Tomás estaba muy de acuerdo en no asimilar las personas a las cosas). Tampoco le veo mayor problema.
Parece que hablando mal de lo moderno y lo contemporáneo, y hablando mucho de Santo Tomás, ya tengamos resuelto el problema de la identidad católica perdida. No sé exactamente dónde queda el papel del Evangelio en todo esto, o el papel de la tradición (que es más que el tomismo).
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A.G.:
Creo que simplifica en exceso, y eso no contribuye positivamente al debate. Las obras de Robinson fueron muy populares, y difundieron las ideas de Bonhoeffer: la fe cristiana no es una religión, la fe cristiana no consiste en cumplir normas, ni tener doctrinas, sino sólo en seguir a una Persona mediante el servicio a los demás, a Dios se le encuentra siendo verdaderamente humano, etc. Me parece tan obvio que estas ideas han influido mucho en la idiosincrasia personalista actual. Tanto, que hasta Benedicto XVI ha tenido que denunciarlas en varias ocasiones, de actuales que son en la crisis actual. Son tópicos en la evangelización de los últimos cincuenta años.
Cuando los personalistas tachan de cosista el concepto de sustancia, como el de gracia, del tomismo, lo que están haciendo es atacar la metafísica tradicional, en concreto el concepto de ente. Sobre este concepto se basa toda la síntesis tomista, y resulta cosista a los personalistas, porque establece categorías y principios puramente racionales. Los personalistas prefieren hablar del hombre en términos de valores, afectos y sentimientos, y lo deforman, haciendo creer que la metafísica se refiere al ser humano como se refiere a objetos inanimados, como una mesa o una silla, lo cual es absurdo y tendencioso.
Me acusa de simplificar la cuestión, cuando ud. a través de sus post no hace más que presentar un personalismo desfigurado, en el que los personalistas estoy seguro no se reconocen, y además lo asocia con cuantos herejes y herejías se le van ocurriendo. A ud. le parecerá obvio que lo que dicen Robinson y los personalistas es lo mismo, pero si no es una fuente reconocida por los personalistas, ¿con qué derecho asocia sus nombres? Häring pase, pero asociar el nombre de protestantes como Bonhoeffer o Robinson al personalismo me parece lo que en teoría de la argumentación se conoce como envenar el pozo.
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A.G.:
Estimado jaime,
insisto en que no creo que el personalismo sea herético ni heterodoxo, pienso que tiene voluntad de ortodoxia, pero es una mala filosofía no filosófica, nutrida de Nueva Teología (de Lubac, Bonhoeffer, Rahner, etc.).
"los personalistas no es que tengan una visión irreligiosa de la ley natural, es que directamente no suelen hablar de la ley natural en los términos como lo hace la escolástica. Prefieren hablar de dignidad de la persona. ¿Dónde está el problema?"
Y esa dignidad de donde nace? Hasta donde yo se surje de la ley natural. Hablar de lo uno y negar lo otro es un absurdo.
También me llama la atención asociar sustancia a cosa, cuando debería de asociarse a esencia, al ser propiamente dicho... no entiendo porqué nadie puede hacer semejante asociación. En mi tierra hay una expresión para referirse a las personas que no tienen personalidad ni ideas propias: es un sin sustancia. No se me ocurre nada más alejado de la palabra COSA.
Un saludo en la Fe
El Pantócrator (Maiestas Domini) como la festividad de Cristo Rey son los restos que quedan de la visión cristocéntrica cristiana. El cristiano con una visión antropocéntrica rechaza la Maiestas Domini, si no explícita si implícitamente. El Cristo Rey: "Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria", es tan olvidado por muchos como el Primer Mandamiento de Jesús: "Amarás al señor, tu Dios, con todas tus fuerzas, todo tu corazón y toda tu voluntad" y los primeros Mandamientos Mosaicos que hablan de la adoración, la celebración del Sabath y no utilizar su nombre en vano ni blasfemar.
Es decir, la visión antropocéntrica desplaza a Dios del punto central como los sagrarios fueron desplazados del puesto que ocupaban porque todo va unido, de manera que la Trinidad toda se puso a servicio del hombre y no el hombre al servicio de Dios.
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A.G.:
Palas Atenea evidentemente estoy de acuerdo con todo cuanto dice.
Lo político-eclesialmente correcto, sin embargo, es otra cosa. Es lo que denuncio.
Esto no lobentiendo, pues me parece que hay principios universales: respetar los padres, no robar...
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A.G.:
Sí, y en esos principios universales también se encuentra el amor a Dios, darle culto, etc. Quiero decir que esa visión aconfesional, no religiosa, de la ley moral, ha sido potenciada por las ideas de Bonhoeffer.
A esto se le querrá dar un matiz -engañoso- que oscurezca la advertencia del relativismo resultante, apelando a la dignidad de la persona humana. Pero la misma dignidad de la persona humana deja de ser metafísicamente explicable, y, por consecuencia, tan sujeta a las voluntades de "auto-realización" como personas existen en el mundo. (Prueba de ello es el eufemismo: "muerte digna" que significa eutanasia, y por qué no "nacimiento digno", o sea, eugenesia).
Sin ley natural, la razón se reduce a voluntad, no por eliminación o negación de la inteligencia, sino por hacerla fácticamente inútil para descubrir verdad que pueda regir y deba seguirse y aplicarse -ayer, hoy, mañana y siempre- pues lo que se saca del medio es justamente la verdad (propiedad del juicio que afirma lo que es, y que niega lo que no es).
Por tanto, ¿cómo es posible considerar la ley natural como un tema innecesario y desvinculado de la dignidad de la persona? Que me lo expliquen!!
"Y esa dignidad de donde nace? Hasta donde yo se surje de la ley natural. Hablar de lo uno y negar lo otro es un absurdo".
Hablar de la ley natural no significa negarla, como parece desprenderse de su comentario.
Y de nuevo, una vez más, hablamos como si "ley natural" fuera un concepto unívoco, cuando no es así. En cierto sentido, hablar de "ley natural" puede entenderse ya como una secularización de la idea cristiana de los "Mandamientos divinos". Al igual que un personalista habla de dignidad humana para que le entiendan los no cristianos, un tomista habla de ley natural para que le entiendan los no cristianos. Lo mismo que ud. pregunta ¿de dónde viene el fundamento de la dignidad? Y respondemos, de la imagen de Dios según la cual ha sido creado el hombre; así podría preguntar otro, ¿de dónde viene el fundamento de la ley natural? Y responderíamos igualmente: de la ley eterna que Dios ha establecido en su creación. Y en ambos casos, puede darse la tentación nominalista que tanto interesa al anfitrión de este blog.
"NO hablar de la ley natural no significa negarla".
Y aprovecho para comentar a Marisa:
1.- Ud. dice que es mejor hablar de "ley natural", porque esta expresión no se presta a los malentendidos a los que se puede prestar el uso de la palabra "dignidad" (como lo evidencia la expresión "muerte digna"). Pero en realidad la "ley natural" se puede prestar exactamente a los mismos equívocos (o peores). En ámbitos no católicos la ley natural se puede interpretar desde la ley del más fuerte (lo cual es muy natural) hasta la ley de la Naturaleza (así en mayúscula, etsi Deus non daretur). A un católico le hablas de ley natural o dignidad y te entiende; a un no católico le hablas de dignidad y te entiende, pero si le hablas de ley natural tienes que especificar en qué sentido tomas dichas expresión.
2.- No creo que los personalistas consideren el tema de la ley natural innecesario; y mucho menos, desvinculado de la dignidad humana (y si lo hacen, peor para ellos). Repito mi impresión: se trata de decir lo mismo de modo nuevo.
NB: es curioso, pero ahora que caigo, el Señor en el Evangelio no habló ni de Ley Natural ni de Dignidad de las personas (me refiero a las expresiones, obviamente).
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A.G.:
Jaime, no olvide una cosa:
la ley natural es ETERNA. Es la razón de Dios, su sabiduría, en cuanto conocida por el hombre.
La dignidad humana es un concepto diferente. Muchos personalistas, como Ud. sabe, los confunden.
1- "Ud. dice que es mejor hablar de "ley natural", porque esta expresión no se presta a los malentendidos a los que se puede prestar el uso de la palabra "dignidad" (como lo evidencia la expresión "muerte digna")".
No, no he dicho eso. Digo que la misma "dignidad" queda vacía de contenido si se pierde la referencia a un sustrato metafísico, y por ende permanente y fundante de todo lo verdadero y bueno.
"A un católico le hablas de ley natural o dignidad y te entiende; a un no católico le hablas de dignidad y te entiende, pero si le hablas de ley natural tienes que especificar en qué sentido tomas dichas expresión."
Pues la solución es distinguir, clarificar, fundamentar, explicar. No confundir ni seguir "dando por sentado" qué se entiende por "dignidad", pues, como intenté mostrar, sin un orden objetivo no hay cómo "medir" o "ajustarse" a un sentido no-voluntarista de lo digno.
2- No creo que se trate de lo mismo, justamente por eso es fundamental la distinción conceptual y verbal. Tampoco distinción significa contraposición. Todo lo contrario: qué sea bueno o no para el hombre, y por tanto "digno" de su naturaleza y, más aún, "dignificante" de su naturaleza, dependerá -en principio y primordialmente- de lo que entendamos por "naturaleza" humana. De ahí, creo, el empeño en desterrar este término -naturaleza-, pues con ello se destierra también la referencia a un orden natural, a una ley natural, a un origen y a un fin naturales, y deja al hombre "libre" para elegir qué quiere ser (y hacer). "Libre" (entre comillas), porque toda esta falta de fundamentación conlleva también la malinterpretación de la auténtica libertad.
No da lo mismo hablar o no de una ley natural; tampoco da lo mismo confundir las cosas.
1.- La gente no entiende la dignidad de modo voluntarístico cuando apelas a la propia experiencia: te das cuenta de lo que es la dignidad humana cuando te la intentan pisotear. En la dignidad humana encontramos un lenguaje común, los católicos y los no católicos.
2.- Precisamente, soy de los que piensan que la dignidad humana no se contrapone a la ley natural; estamos de acuerdo en esto. Pero repito que la apelación a la "naturaleza" no es tan unívoca como pensáis. Mirad si no a los de la deep ecology. Me diréis: es que hay que explicarles bien el concepto de ley natural, para que no se confundan. Bien, entonces yo digo lo mismo de la dignidad: es que hay que explicarla bien, para que no se confundan.
"La gente no entiende la dignidad de modo voluntarístico cuando apelas a la propia experiencia".... "Bien, entonces yo digo lo mismo de la dignidad: es que hay que explicarla bien, para que no se confundan".
Ud. no refuta nada de lo que he dicho, más bien lo confirma, contradiciéndose.
A lo mejor es que no pretendo refutar, sino tan solo aclarar(me).
Y no acabo de ver exactamente dónde está mi contradicción.
Si a la dignidad hay que explicarla bien para que no se confundan, entonces no es verdad que en la dignidad humana encontramos un lenguaje común los católicos y los no católicos.
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