(215) Los grandes tópicos del personalismo, III: fe contra religión

1.- La obra de Dietrich Bonhoeffer (1906- 1945), pastor protestante asesinado por los nazis, ha nutrido con algunos tópicos teológicos la mente personalista de hoy. Lugares comunes que perduran hasta este momento, incuestionados, popularizados, mutados de una forma u otra, y que tienen un papel importante en algunas tendencias de la nueva evangelización.

Y es que tiene cierto atractivo para la mentalidad occidental, secularizada y antimetafísica, que se separe netamente la fe de la religión. Por eso presentar el mensaje cristiano como un mensaje espiritual pero no religioso tiene cierto éxito aparente.

Nicolás Abbagnano, existencialista, historiador de la filosofía, lo capta perfectamente: «Por primera vez, en la obra de Bonhoeffer, se intenta una interpretación no religiosa de la fe: es más, se contrapone la fe a la religión» (Historia de la Filosofía, vol. 3, cap. XVI, 864, pág. 793).  No era la primera vez,  como cree Abbagnano.  Porque la relectura no religiosa de la fe fue el objetivo del humanismo renacentista,  que idolatraba Maritain. 

 

2.- Bonhoeffer niega que la religión sea condición mediadora de la fe.- Por ello es absurdo el proselitismo. Porque “captar” para la propia religión, cuando lo importante no es la religión sino la fe, es, bajo este punto de vista, un sinsentido.

Una fe adulta, bajo esta perspectiva, no consiste esencialmente en sacramentos, creencias o ritos, propios de una inmadura mentalidad meramente religiosa. Sino en tener una fe personal, que sirva al hombre en su búsqueda natural de sentido; una fe entendida como experiencia natural (naturalmente espiritual) de realización personal, que supere los limites conceptuales, sacramentales y cultuales de la religión heredada.

Presentar la necesidad de fe como la necesidad natural de algo (Alguien) que dé sentido inmanente a la vida, es otro de los temas recurrentes del personalismo. Que gusta de recurrir, para ello, a la obra de otro de sus autores de culto, Victor Frankl (1905- 1997), del que hablaremos en próximos artículos.

Para ser auténtica, por tanto, se dice que la fe debe transcender la rígida religiosidad de culto y dogma, propia de inconversos, y los límites formalistas de su creencia inmadura. Es la tesis a la que inevitablemente nos conduce Bonhoeffer, lo quiera o no, con su Resistencia y rendición. Como explica Abbagnano:

«El intento, muchas veces repetido por la apologética religiosa, de llevarlo a depender de creencias de las cuales se ha liberado, se asemeja al intento de volver a la juventud a un individuo que ya es un hombre maduro» (Ib., p.246)

 

3.- El espacio para la fe, por tanto, para Bonhoeffer, no está en el mundo de las creencias ni de los ritos, no en la doctrina ni en lo sagrado, sino, como afirma en Resistencia y rendición, p. 216, en el centro del hombre y de su mundo.

Estamos padeciendo hoy día las consecuencias de esta visión no doctrinal ni cultual de la fe, una reinterpretación del cristianismo que se ha convertido en tópico para muchos evangelizadores, y está presente incluso en documentos oficiales de la Iglesia, catequesis, cartas pastorales, textos formativos de grupos parroquiales, asociaciones y movimientos.

Demasiado a menudo escuchamos que ser cristiano no consiste en tener creencias o profesar doctrinas ni catecismos, separando netamente fe y religión. Y es idea que, llevada al extremo, fundamenta el situacionismo, no lo olvidemos. No debe extrañarnos que los intentos de justificación de la tesis de Amoris lӕtitia se basen en esta separación: por un lado, el hombre concreto y su mundo, sus circunstancias, su existencia vital; por otro, la religión con sus doctrinas, normas y ritos. La fragmentación personalista deviene, fácilmente, en primacía subjetivista de la conciencia.

 

4.- La idiosincrasia fenomenológica, por tanto, tiene sus teologías de culto, como la de Bonhoeffer.- Le sirven de apoyo, de andamiaje, de sustento. Y a pesar de su precariedad, ¡de cuánto prestigio han sido revestidas, como si fueran propiamente católicas! Y es que la Nueva Teología es al personalismo como el combustible al vehículo. Son inseparables. La una no tiene sentido sin la otra. Y es notorio que para desplazarse y moverse por el mundo secularizado, el católico en crisis conduzca su propio vehículo —y crea que no necesita subirse al tren de la Tradición y de las tradiciones. Un tren que procede, movido por Dios mismo, del tiempo de Cristo y los apóstoles hasta el día de hoy, hacia la Ciudad de Dios. ¿No habremos de subirnos a él? ¿Preferiremos neoconstructos?

 

5.- Propio del personalismo católico, además, por esta su concepción no religiosa de la fe, es la aconfesionalidad naturalista de sus actividades. Sea el movimiento provida, la reivindicación ciudadana, el activismo familiarista….Ni doctrina revelada, ni oración, ni confesionalidad explícita, ni reinado social de Cristo, han de enturbiar sus actividades, meramente éticas y nunca religiosas. Como si fuera posible defender la ley natural sin confesar a Cristo, sin proclamar su doctrina, a base de humanismo devoto. Basta la Encarnación, se cree, para que lo natural sea religioso sin tener que confesarse explícitamente como tal. Era la tesis de Maritain.

 

6.- El Papa emérito Benedicto XVI, en su mensaje a la Pontificia Universidad Urbaniana, criticaba así la disociación que Bonhoeffer establece entre fe y religión:

«el teólogo evangélico Karl Barth puso en contraposición religión y fe, juzgando la primera en modo absolutamente negativo como comportamiento arbitrario del hombre que trata, a partir de sí mismo, de apoderarse de Dios. Dietrich Bonhoeffer retomó esta impostación pronunciándose a favor de un cristianismo sin religión. Se trata sin duda de una visión unilateral que no puede aceptarse.»

 

Era importante esta crítica, y creo que pasó desapercibida. Porque en ella Benedicto XVI nos está advirtiendo contra la disonancia entre la fe y la doctrina, entre la fe y el culto, entre la fe y la moral. Disonancia actualísima.

 

7.- No nos quepa duda que la difusión de esta ruptura tiene consecuencias; entre otras,  la popularización de un sentido meramente natural del deseo de perfección, a la manera de los humanistas del Renacimiento, que tanto admiraban Maritain y de Lubac. Demasiado a menudo se presenta el hecho religioso como una transición continua de la naturaleza a la gracia, como una búsqueda natural de sentido que culmina en Cristo, anhelo presente en todo hombre por su propia naturaleza, y no por la fe recibida en el bautismo; ni por la gracia, gratuitamente recibida.

Demasiado a menudo se presenta el cristianismo como una espiritualización sin religión de la ley natural, cuyo mero cumplimiento ya es cristianismo, anónimo, pero cristianismo. Demasiado a menudo se nos predica, por parte de laicos o sacerdotes comprometidos con la evangelización, que la fe es el punto final de una búsqueda “mística” de sentido, pero que acaba en Cristo por transición natural. Demasiado a menudo se nos quiere hacer creer que hay que convertirse a esta disociación, o anclarse en un pasado infértil, de Cristiandad caducada.

La difusión del lema de la teología experiencialista de Bonhoeffer, «Jesús nos llamó, no a una nueva religión, sino a una nueva vida», es enorme. Obispos, laicos, agentes de evangelización, catequistas, teólogos comprometidos en labores de pastoral, enarbolan la bandera teológica de Bonhoeffer como si fuera católica, y afirman, sin complejos, que la fe en Cristo no es una religión, ni consiste en profesar doctrinas ni recitar credos ni cumplir con ritos ni dispensar sacramentos ni profesar una moral.

De las consecuencias de este error para la vida cristiana, y de su nula proyección misionera, hablaremos en otro capítulo de esta serie, si Dios nos lo concede. 

 

David Glez. Alonso Gracián 

 

23 comentarios

  
Norberto
Entonces, ¿por qué y en quién habría de creer. en mí mismo?;¿fuera de Dios y de su Iglesia, qué posibilidades tengo de creer acertadamente?,¿me convierto en proveedor y cliente de mi propia fe, quien controla la calidad del suministro, yo?.

Frankl señala:"Al insconsciente espiritual le concierne la fe inconsciente, la religiosidad inconsciente,como innata relación inconsciente, y a menudo reprimida, del hombre con la transcendencia. Es mérito de C.G. Jung haberla aclarado; sin embargo, el error que cometió consitió en localizar esta religiosidad inconsciente donde se localiza la sexualidad inconsciente: es decir en el inconsciente instintivo, en el "ello". Pero a la fe en dios y a Dios mismo no se me arrastra, sino que yo debo decidirme por Él o contra Él; la religiosidad es del "yo" o no existe en absoluto".
15/10/17 9:16 PM
  
Alonso Gracián
Norberto,

la respuesta es clara: Escritura y Tradición (y tradiciones), y Magisterio de la Iglesia. Sana escolástica, Padres y Doctores, San Agustín, y sobre todo Santo Tomás.

Hay que creer en Cristo pero también en su doctrina, porque lo mismo son ambas cosas. Dar culto a Dios Uno y Trino. Cumplir la ley moral... Lo que siempre ha enseñado la Iglesia.

Y sobre todo: centrarse en lo esencial: confesión, eucaristía, sacramentales, oración de la Iglesia...
15/10/17 9:34 PM
  
Luis Fernando
Salvo los que se dedican a la apologética, y por razones sanamente proselitistas, siempre me preguntaré qué necesidad tienen los católicos de estar muy pendientes de lo que escriben teólogos protestantes que ni tienen la misma Revelación que nosotros, ni la misma Biblia, ni los mismos sacramentos ni, etc, etc.

El maridaje entre el protestantismo liberal y el modernismo "católico" es fruto de ese interés malsano.
15/10/17 10:02 PM
  
Alonso Gracián
Luis Fernando,

yo también me lo pregunto. Y creo que no puede ser otra cosa que el afán de novedades, la alergia a lo tradicional. Alergia que desemboca en ese fruto malo del que hablas, ese maridaje entre el protestantismo liberal y el modernismo "católico".
15/10/17 10:04 PM
  
Norberto
Alonso, eran preguntas retóricas, pero creo que tienes más mercancía en la alacena. El asunto es muy,muy relevante pues conozco a teólogos y facultades donde se "sustituye" la Escolástica por el "personalismo", por cierto personalismos hay varios, pero eso es algo que, creo, nos mostrarás seguidamente.
15/10/17 10:14 PM
  
Norberto
LF, es que ¡hay que publicar como sea!, los méritos académicos, la notoriedad, etc. llevan a eso. Además se publica lo que la corriente dominante, algunos lo falsifican como "mayor parte de los especialistas o la "comunidad cinetífica", decide que se ha de publicar, p.e. Pagola lleva 11 ediciones de su bodrio.
15/10/17 10:19 PM
  
Curro Estévez
En definitiva Alonso, nos quitaron el catecismo (doctrina cristiana, que decían nuestros bisabuelos), y el pueblo de Dios, desarmado, se ha rendido a los dogmas del protestantismo: No me des lecciones que yo ya veré que hago o dejo de hacer.
Por cierto, he oído que hay presiones para hacer santo, en nuestra Iglesia Católica, a Bonhoeffer. Visto el nivel existente con ciertas canonizaciones últimas, no me extraña. Anda por ahí un jesuita que ha escrito "Los santos de otras religiones", y...qué quieres que te diga, Bonhoeffer es el mejor de ese elenco.
Qué pena de Iglesia visible.
15/10/17 10:20 PM
  
Alonso Gracián
Sí, lo sé, amigo Norberto.

Quise poner la respuesta, porque mucha gente se lo pregunta de verdad, confundidos, alimentados malamente con el único pan que le dan, no el tradicional, sino el artificial, lleno de conservantes y colorantes; no heterodoxo del todo, pero pobre en nutrientes.

Bien lo dices, el asunto es relevante, porque es una especie de sustitución, como dices, o más bien una usurpación. Que deja la mente católica desarmada y muy débil contra el modernismo.
15/10/17 10:22 PM
  
Feri del Carpio Marek
No es afán de polemizar, pero el libro "El precio de la gracia" de Bonhoefer ha sido elogiado en este portal, particularmente en un post de Luis Fernando, pero creo que también en algún otro blog. Por cierto, sé de un sacerdote, que dentro de lo poco que lo conocí, me pareció buen sacerdote, que en el seminario de su diócesis dicta la materia sobre la gracia, y da para lectura a sus seminaristas ese libro.

______________
A.G.:
Boenhoffer tiene cosas bastante buenas, es la verdad. Otra cosa es sustituir la enseñanza tomista por sus obras, como se hace. Pero es bueno reconocer la verdad allí donde se exprese. También Kierkegaard tiene cosas excelentes de gran profundidad. Yo he leído muchísimo a Jünger y lo he utilizado en mis posts, y es un autor que se convirtió al final de su vida leyendo a Bloy. El problema está en quedarse con lo malo de estos autores, lo cual ocurre cuando hay deficiente formación, que no es el caso ni de Luis Fernando ni mío jeje
16/10/17 1:06 AM
  
Feri del Carpio Marek
(El que me haya parecido buen sacerdote no significa que me parezca bien que dé como una referencia para la doctrina sobre la gracia al libro de un protestante. Eso no me parece un error, me parece un horror)
______________
A.G.:
Como sabes, yo soy un admirador de John Piper, pastor bautista que habla de la gracia de forma excelente, mejor que muchos católicos semipelagianos. Obviamente también tienen errores importantes en otras cuestiones.

La docencia de la Iglesia jerárquica debe ser tradicional.
16/10/17 2:14 AM
  
Juan Manuel
Luis Fernando... yo creo que se perdería mucho quien no leyera Kierkegaard o a Lewis (en guardia siempre de no dejar entrar errores). A sabiendas de que la salvación se da sólo dentro de la Iglesia, no por eso
Dios deja de dar perlas entre los infieles, y por medio de ellos a sus hijos.

Saludos.
16/10/17 4:36 AM
  
Margarita Camus
Sr. Glez. Gea
Usted responde a LF diciendo que ese afán de maridaje entre catolicismo y protestantismo es debido a la "alergia a lo tradicional".
Yo pienso, más bien, que la "alergia a lo tradicional" viene provocada por un inmovilismo anclado en concepciones del mundo medievales y ya superadas por el conocimiento científico actual y el deseo de "maridar" ese conocimiento del mundo (que no tiene nada que ver con el que tenía Santo Tomás) con el seguimiento de Cristo.
Un saludo
16/10/17 12:38 PM
  
Norberto
Juan Manuel, "las perlas" se pueden admirar pero si no se ensartan no forman collar, y por tanto ¿de qué sirven?.
Un collar de perlas con un cordón de cáñamo haría resaltar las perlas.
Si Dios se tomó los milenios necesarios para darnos una Revelación completa, si solo presentamos aquellos aspectos que, académicamente, nos atraen formaremos cristianos discapacitados.
16/10/17 1:05 PM
  
jaime
1.- Yo creo que meter a Dietrich Bonhoeffer en un post sobre personalismo es mezclar churras con merinas. ¿Dijo él que era personalista? ¿Le meten los personalistas dentro del saco del personalismo?

2.- La distinción entre religión y fe está efectivamente en Bonhoeffer y como bien dice el post se retrotrae a una exageración de Barth (quien más bien contrapone Religión a Revelación, más que a la fe). Pero no es un tópico habitual de los escritores del personalismo.

3.- Muy de acuerdo con el punto 5. El personalismo tiene el riesgo de convertirse en criptocatolicismo o peor aún, catolicismo vergonzante. Pero el problema está en el personalismo mismo, sino en sus seguidores.

4.- Me parece que los últimos Papas nos han dado un buen ejemplo de fidelidad a la Tradición, a la vez que han sabido valorar positivamente lo que de verdadero hay en las últimas corrientes filosóficas. Acumular citas para probar esto sería tedioso.

5.- La condena en bloque del personalismo corre el riesgo de tirar al niño junto con el agua sucia.

__________ __________
A.G.:
jaime,

en este post yo no afirmo que Bonhoeffer sea personalista, sino que es un teólogo de culto para el personalismo. No me atribuya tesis que no enuncio.

La diferenciación fe/religión es tesis de Bohoeffer, y es tópico de la mentalidad personalista. Lo hemos escuchado a menudo, y puede leerse en multitud de libros que proponen una pastoral personalista como integrante de la Nueva Evangelización. ¿Ud. no ha escuchado eso de que creer en Cristo no consiste en profesar doctrinas ni catecismos ni en cumplir preceptos? Todos lo hemos escuchado. Forma parte de la idisosincrasia personalista. Forma parte de ese misteriosismo anti-sistemático del que Marcel es máximo exponente.

Respecto a lo que dice de los últimos Papas, a mí también me lo parece. Ya he afirmado en varias ocasiones que San Juan Pablo II y Benedicto XVI aprovecharon lo bueno del personalismo.

No condeno en bloque el personalismo porque, repito, los últimos papas han aprovechado lo bueno y verdadero que tiene. Lo he repetido ya en varias ocasiones.
16/10/17 3:38 PM
  
chico
Lo malo que tienen esos autores no católicos ,es que si se los enseña demasiado en los seminarios, y algo sí sucedió, a seminaristas ignaros e incautos y que están aprendiendo, se les mete en el alma, sin que éstos se den cuenta, ideas erróneas, que luego repercuten en todo: En sus estudios, vidas, y posterior doctrina una vez ya curas.
16/10/17 4:08 PM
  
Ricardo de Argentina
«Jesús nos llamó, no a una nueva religión, sino a una nueva vida» Bonhoeffer
---

Esto es pura sofística sibilina.
Jesús nos llamó a una nueva vida a través de la religión por Él instituida.


17/10/17 1:11 AM
  
Ricardo de Argentina
¿Ud. no ha escuchado eso de que creer en Cristo no consiste en profesar doctrinas ni catecismos ni en cumplir preceptos? Todos lo hemos escuchado. Forma parte de la idisosincrasia personalista. (pero) No condeno en bloque el personalismo porque, repito, los últimos papas han aprovechado lo bueno y verdadero que tiene.
----

"QUIEN ME AMA CUMPLE MIS MANDAMIENTOS"

La "idiosinrasia personalista" es un pozo hediondo.
Si los autores personalistas tiran en ese pozo verdades católicas, allá ellos.
Pero ir a buscar a ese pozo verdades que fueron expuestas mucho antes y mucho mejor por egregios pensadores incuestionablemente católicos, me temo que es un error.


17/10/17 1:32 AM
  
DylanBOB
Kierkeggard y Lewis son perlas. Y mentira que no formarán collar. Para el formado es un soplo de brisa fresca. Pero bueno es como decirle a un católico amante de la poesía que no lea a Tagore por ser malsanamente hindú... En fin no sabes lo que te pierdes si no lees a Tagore! (y nada que ver con el cáñamo y demás razonamientos).
17/10/17 11:05 PM
  
Feri del Carpio Marek
“Ya no se tiene el coraje de presentar la Fe como un todo orgánico en sí misma.
Sino como reflexiones selectivas de experiencias antropológicas parciales fundamentadas en una cierta desconfianza de la totalidad.
Explicada por una crisis de la Fe, o más Exactamente, de la fe común de la Iglesia de todos los tiempos” (Cardenal Joseph Ratzinger)
19/10/17 11:23 PM
  
Norberto
Parece que "alguien" apoya el asunto de este post https://infovaticana.com/2014/10/23/benedicto-xvi-pronuncia-un-discurso-en-roma/
20/10/17 1:40 PM
  
Martinna
Aprendo muchísimo con estos artículos y comentarios y quiero daros las gracias a todos porque sois una ayuda para mi que recibo de Dios.

No soy filosofa ni teóloga, sin embargo tengo tres cuartos de siglo vividos como católica de parroquia y he pasado por todos los vaivenes desde Pío XII hasta ahora. Opino que el conocimiento, la experiencia etc. Pueden dar sabiduría o error según cómo se vivan. Cuando se tiene una cultura de leer, oír, estudiar y vivir de espaldas a Dios te puedes equivocar seriamente en muchos asuntos, pero si se vive pidiendo ayuda a Dios siempre se tendrá muchísimo que agradecerle por tanta que da de tantas maneras.
Esto se puede ver en personas como Alonso Gracian, Iraburu y tantos otros que Dios les ha concedido protección y sabiduría. Y se puede ver en personas como yo que somos más vulnerables a las modas, cambios, tendencias, Dios nos ha protegido y cuando pudimos ser confundidas por muchos sucesos y teorías inconvenientes, siempre nos ha proporcionado oportunamente lo adecuado para no perder la fe, para discernir, para mantenernos en la verdad con El.
Los problemas de la Iglesia y del mundo siempre son lo mismo la autonomía de creyentes y no creyentes que hacen lo que creen que deben hacer sin darle su sitio a Dios.

__________ __________
A.G.:
Muchas gracias Martinna. Del padre Iraburu me considero hijo espiritual y discípulo, y mi blog al servicio de su proyecto, que es el proyecto de infocatólica: reforma o apostasía- Gloria a Dios.
21/10/17 12:20 AM
  
Palas Atenea
A mi modo de ver no hay forma de llevar una nueva vida si no es por el camino de la religión. Incluso así es difícil porque necesita de la Gracia y de nuestra recepción de ella, pero una fe a la carta tiene unas exigencias tales que, en vez de simplificar, complica. Yo no puedo seguir a Cristo sin sacramentos, sin dogmas, sin la Virgen María y sin mediadores.
Podré leer a Kierkegaard, a Bonhoeffer o a quién sea pero me saltan las alarmas. También es lícito y provechoso leer las "Meditaciones" de Marco Aurelio, por ejemplo, o la poesía de Tagore porque hay sabiduría humana que no tiene que ser exclusívamente católica, pero hay niveles y Bonhoeffer no es San Agustín.
Un católico percibe esa diferencia claramente, acabo de leer un sermón del Cardenal Newman (sermones católicos, Rialp) y yo, de manera intuitiva, incluso aunque me den a leer un párrafo anónimo, percibo si es católico o no. De otra manera lo católico no tendría identidad ninguna, pero me doy cuenta que muchas personas han perdido esa capacidad, lo cual me parece peligroso.


__________ __________
A.G.:
Magnífico su comentario. Tal cual.
21/10/17 5:19 PM
  
Norberto
Palas, la capacidad perdida sobre todo en los pastores, y, también en una caterva de advenedizos que persiguen notoriedad editarial a cualquier precio.
No aproximamos al final del Año Litúrgico, ¿cuantos explicarán, sabiendo lo que dicen, los Novísimos?.
Cuántos transigirán con Halloween, para congraciarse con el mundo, aquí me paro.
21/10/17 11:16 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.