(153) Crucifixión
«Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo por su Cuerpo, que es la Iglesia.» Colosenses 1, 24.
***«Jesús está en el centro de todo, Él lo asume todo, Él lo soporta todo, Él lo sufre todo. Es imposible pegar a alguien sin pegarle a Él, humillar a alguien sin humillarlo a él, maldecir o matar a alguien sin maldecirlo o matarlo a Él mismo. El más bajo de los criminales tiene que pedir prestado el Rostro de Cristo para recibir una bofetada, de cualquier mano que sea; de otra manera, la bofetada no podría llegar a destino y quedaría en suspenso, en el espacio, por los siglos de los siglos, hasta que encontrase el Rostro que perdona.» (León Bloy, Diarios).
Ser otro Cristo. Es la santidad. La cruz, por gracia, tiene también tu rostro.
1.- Una manera de sentir con la Iglesia: padecer en tu propio cuerpo y en toda tu alma las heridas que infligen al Cuerpo de Cristo.
2.- Completa en tu carne el dolor de Cristo por su Iglesia.
3.- La Pasión de Nuestro Señor no padece incompletitud, pero le falta algo: lo que debes sufrir tú.
4.- Jesús es el centro de todo. También del sufrimiento. Todos los males que vinieron, vienen y vendrán, desembocan en sus llagas.
5.- Todos los males que nos aquejan han golpeado primero en Cristo. Por eso te alcanzan ya pasados por su Cruz, para que también sea tuya.
AÑADIMIENTO
Maravilloso es saber que Nuestro Señor nos encuentra primero, y que la iniciativa es siempre suya. Y hasta nuestro caminar en su busca, a menudo a tientas, o a gatas como los niños pequeños, es don que recibimos de su gracia, para que nuestros pasos, aun siendo suyos, sean también nuestros.
De igual forma, también Nuestro Salvador tiene la iniciativa en el sufrimiento. Cuando el dolor nos alcanza, ya ha golpeado primero en Él, ya ha sido sobrenaturalizado por su Sufrimiento. Y esto, hermanos, es fuente de grandes consuelos, de auxilios de perfección y generosidades sin fin.
12 comentarios
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A.G.:
Oremos María Teresa, por la Esposa de Cristo. Gracias.
Saludos cordiales.
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A.G..
Gracias Néstor. Lo hice con lápiz y bolígrafo, en el tren.
Muy buen artículo, Alonso.
Me hace mucho bien en estos momentos eclesiales tan difíciles, en los que me entran ganas de soltar toda la bilis.
Saber que nuestro sufrimiento ya los soportó Él,
todos mis sufrimientos, resulta extraordinariamente consolador.
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A.G.:
Lorenzo, sí que es grande León Bloy, como dices. Y cuánto sufrió por la Iglesia.
Yo creo que sí, que es consolador saber que Nuestro Señor padeció primero.
Gracias.
Personaliza Su Sacrificio por cada uno en particular y por todos a la vez.
Yo llevo mi cruz al cuello, distinta a la que llevan los demás y a la vez unidos en la misma. Cierto que no puedo renegar de ese Sacrificio tan de Dios para mi, hacerlo sería huir de mi salvación, del vencimiento por muerte de mi pecado y mi resurrección en El.
Gracias, me has empujado a meditarlo una vez más.
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A.G.:
Almudena, me gustó mucho cómo lo expresó. Gracias.
Me conforta en extremo, acabo de venir de misa y hasta que no he leído esto no me he enterado de nada. Gracias al autor, de verdad.
PD: Corrección fraterna: "Añadimiento" suena mal, mejor decir "añadido", "añadidura". .
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A.G.:
Gracias Curro Estévez. Me alegro mucho le haya ayudado este post.
La palabra Añadimiento tiene un sabor clásico que me agrada mucho; la he aprendido de uno de los más grandes estilistas de nuestro idioma, que era Azorín, él la usaba a menudo en sus libros, y a mí me gusta mucho, tiene un sabor arcaizante, como a Siglo de Oro. Gracias no obstante.
"Lo que tiene de original la respuesta cristiana, la de Juan de la Cruz, es que lo entregado no es una ley, sino una persona, y lo que es más, esa persona es Dios. Es, efectivamente, en Cristo donde Dios ya nos ha dicho todo, y por consiguiente ya no tiene nada más que decir. La respuesta de Juan de la Cruz no tiene que ver, por tanto, con el cristianismo, por ejemplo para mostrar que éste constituye la religión definitiva. Tiene que ver con otra cosa, a saber, con el objeto de la fe cristiana. En eso, además, se ve que es cristiano. Efectivamente se reconoce a un no-cristiano porque se interesa por el cristianismo (..................) En otro lugar yo me he entretenido llamando "cristianista" al que desarrolla este tipo de teoría (1) . Quería de esta forma distinguirlo del cristiano , el cual no se interesa por el cristianismo, sino por Cristo", de la misma manera que el judío no se interesa por el judaísmo sino por la Ley de Moisés".
Rémi Brague: "Sobre el Dios de los cristianos"
1) Se refiere a los que están interesados en la Historia de la Iglesia, para defenderla o rebatirla o para mostrar su valor "civilizador"
Es decir, lo que viene a decir a través de San Juan de la Cruz es la centralidad de Cristo y que el cristiano se define por ser cristocéntrico.
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A.G..
No capto del todo, Palas Atenea, el sentido de la cita, necesitaría leer un poco más.Pero el mensaje que extrae es fundamental: no ser cristianista, sino cristiano, es decir, centrado en Cristo. Eso es importante
Me da miedo ser masoquista y no veo util al dolor.
Pero esta nueva prespectiva , en la que Jesus inicia el camino de redencion sufriendo primero por nosotros , es algo que da sentido y anima a soportarlo.
Gracias por la reflexion , y que Dios le bendiga.
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A.G.:
Creo que sí, Maribel, que este enfoque ayuda mucho: conforta saber que todo mal que nos aqueja pasa primero por Cristo. Él nos lo devuelve ya sobrenaturalizado, y por la fe y la gracia podemos convenirlo en provecho nuestra y del pròjimo. Es santificador, precisamente, porque Cristo ya lo ha sufrido antes.
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A.G.:
Verdad. No hay otra manera, ni siquiera a la hora de entender las mediaciones, por ejemplo el ministerio petrino. O se es cristocéntrico o no se entiende nada y todo de malentiende.
Últimamente pienso mucho en la Encarnación y cómo Jesús, ya en el seno de la Santísima Virgen, siendo aún un montoncito de células era Dios y Hombre verdaderos. Es un misterio de amor tan grande y precioso que sobrecoge.
De los quince dias que pasó allí, al segundo recibió el viatico y la unción de los enfermos. Despues de eso, comenzó a decaer irremediablemente hasta el final. Comparti su cruz, fui en pequeña medida su Cirineo y su Veronica. Fueron los dias mas dolorosos y a la vez los mas importantes de mi vida. Compartiendo alli la cruz de mi madre entendi realmente que a los cristianos nos toca ser "otros Cristos". En pequeña escala, mi madre sufrió su pasión y ya vivió su pascua. Murio conmigo a mi lado y con su mano en la mia. Tengo la esperanza de que este en la paz del Señor, o camino a ella. Nunca antes habia sentido tan fuerte esto de llevar la cruz. Agradezco a Dios que me haya dado la gracia de ayudarla, aunque sea un poco, a llevarla hasta el final. Y dado que me han leido les pido, a quien desee hacerlo, una oracion por Matilde, mi madre. Muchas gracias a todos.
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A.G.:
Estimada Gabriela, siento mucho el fallecimiento de su madre. Oro por ella. Y le agradezco sinceramente el testimonio, y sus emotivas palabras.
En efecto, momentos como los que ud nos relata son ocasión privilegiada del Amor de Dios, en que asistimos a la Pasión de su Hijo, al asistir a la pasión particular que sufren las personas que amamos. De alguna manera, la gracia nos configura con los sufrimientos del Primogénito.
El Señor lo sufrió primero, por su madre, por ud, por todos nosotros. Saber que Nuestro Señor Jesucristo sobrenaturaliza nuestro dolor y el de nuestros seres queridos, nos conforta profundamente. Sabemos por la fe, que gracias a la gracia el sufrimiento tiene valor redentor, y es fuente de bienes por la Comunión de los Santos. Dios obtendrá fruto de su dolor.
Gracias de nuevo y que Dios la bendiga.
Gracias una vez más, Alonso, por recordar a todos dónde está el centro, el Logos a cuya imagen fuimos creados. Como tantas veces se ha dicho aquí, la tragedia del hombre es no reconocer a su centro. Sin su centro, sin este Logos, la cultura y las sociedades que se han levantado sobre su negación tienden irremisiblemente a su disolución. Ya lo estamos viendo.
Un fuerte abrazo y bendiciones de Cristo y de su Madre María Inmaculada.
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A.G.:
Gracias amigo José Díaz por sus amables palabras, y por las buenas aportaciones que siempre trae a este blog. En efecto, damos gracias, de alguna manera, a Dios por permitir la culpa que dio razón de ser al Sacrificio de su Primogénito.
Porque sólo en el Hijo descubrimos qué somos, sólo en profundo misterio del Verbo Encarnado hallamos nuestra identidad perdida.
Gracias amigo y un abrazo.
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A.G.:
Gracias Gabriela por su testimonio cristiano y sus palabras. En este ambiente secularizado, como dice ud, la cruz refulge, la cruz consuela, da vida, da sentido. En medio del remolino, es quietud, paz y estabilidad.
Prometo escribir sobre la Comunión de los Santos.
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