(152) Diarios octubre 2016.- Savonarola. Galimatazo renacentista. Fray Bartolomeo
Del 12 al 27 de octubre de 2016
1. Lecturas.- Savonarola, de Luis María de Lojendio, Espasa-Calpe 1960. En la pág. 32 encuentro este tremendo pasaje:
«[Savorarola, en su poema “De Ruina Ecclesiae"] ve a la Iglesia (renacentista) como al hijo prodigo en los días de su máxima aflicción: buscando ávidamente las bellotas con que alimentarse». Fray Jerónimo pasa largas horas de penitencia y oración, preguntándose qué debía hacer.
«Y la Iglesia le respondió: “Tú, piangi e taci: e questo meglio parme”. La Iglesia le dijo: ¡Tú, llora y calla!» Y luego prosigue: «Pero, ¿podría callar acaso? ¿No vestía el hábito de una orden fundada precisamente para clamar?»
Galimatazo Renacentista.- Francisco Patrizzi (†1507) se malempeñaba, Sísifo antiescolástico, en demostrar por todos los medios que El Filósofo era un vicioso, un indeseable, y que sus obras no eran suyas, sino de otro griego al que copió. Se arrimó cual burgaíllo al Papa para pedirle y medio exigirle que prohibiera terminantemente la enseñanza de Aristóteles en las escuelas católicas.
—Pero había otro antiaristotélico mucho más loco y rabioso: Pedro Ramus (†1572). En Animadversiones in Dialecticam Aristotelis, Ramus radicaliza su furor teológico contra El Filósofo, no ya en metafísica, sino en toda disciplina. Ramus finalmente abandonó el catolicismo para hacerse calvinista y proclamar su principal tesis antiescolástica a los cuatro vientos, que condensaba así: nada de cuanto enseñó Aristóteles es verdadero.
La mosca sincrética zumba y rezumba a los oídos de la mente católica, y su zumbido siempre tiene el mismo vicio: el odio a la razón.
Los dogmas no son meras ideas misteriosas incomprensibles, sino verdades muy concretas y muy reales reveladas por Dios y declaradas por la Iglesia para nuestra seguridad y salvación. Los humanismos naturalistas, autógenos, autorredentivos y antiescolásticos por esencia, son susceptibles de caer en los excesos de una teología del misterio que incordie, con picadura de insecto, la sana relación entre la teología y la razón, entre lo sobrenatural y lo natural.
Prosigo la lectura de la biografía de Savonarola, por Lojendio.- Investigo cuales fueron sus errores, si los cometió; estudio su figura fascinante, con la intención de alcanzar un juicio completo sobre él y la naturaleza de las cuestiones implicadas en su muerte.
Este pasaje conmueve:
«Las noticias que de aquellos días se conservan nos lo muestran macerado y consumido por ayunos y penitencias; dormía sobre un jergón de paja, usaba los hábitos más pobres y más gastados, pero limpios. Villari resume la referencia diciendo que cuando pasaba por los claustros parecía más ben una sombra que un hombre vivo. Prestaba los más modestos e incluso viles servicios. Y llevando al extremo su humildad, pretendió quedar relegado a la simple condición de hermano converso. Pero no fue posible. Hubo de doblegarse a la obediencia. Los superiores vieron en él un espíritu cultivado. Había estudiado Aristóteles y Santo Tomás. Descubrieron el fuego de su natural elocuencia. No en vano fray Jerónimo había ingresado en la orden de predicadores. Había de prepararse, pues, para predicar (contra los males de la Iglesia del Renacimiento)»
Qué vida tan estremecedora y qué pena terminara tan mal. Qué alma tan sinceramente cristiana, y cuán inteligente, comparada con esos pretenciosos y rabiosos diletantes como Patrizi o Ramus. Combatió en Nombre de Cristo el disparate renacentista, el absurdo galimatias protoliberal, el galimatazo sincrético, pero no pudo contener su propio exceso. Cuando las aguas se desbordan, la riada arrastra todo.
***
La nada política en que vive el catolicismo actual es ante todo consecuencia de graves errores teológicos. El más importante, el aconfesionalismo humanista, padece un crónico horror al martirio, consecuencia sin duda de su visión semipelagiana de la vida cristiana.
—El cristiano es piedra de tropiezo. Imposible evitarlo. Siempre llega el momento en que el Padre nos lo reclama. Necesario es llevar a cabo el plan que el Señor nos concede, a su manera, y no a la nuestra, dispuestos para el martirio.
AÑADIMIENTO
Sufrirás, como Cristo. Porque la gracia te configura con sus padecimientos. Sus llagas nos salvaron.
Impresiona el terror al martiro que se apodera de la mente occidental cuando se vuelve voluntarista. La sobrevaloración de lo humano, disfrazada de humanismo, propicia el estudio de sistemas de pensamiento sincréticos, eclécticos, decadentes; alejandrinismos, esoterismos, cabalismos, deconstruccionismos de todo género y especie. Es la credulidad insana del que ha perdido la fe católica.
Cuando bajo pretexto de una mayor preocupación por lo humano, Cristo deja de ser el centro, la mente europea se fragmenta y acoge en su seno al Leviatán. La crisis está servida, y la caja de Pandora abierta de par en par.
15 comentarios
Sus virtudes y su innegable condición profética me parecen dignas de ese reconocimiento.
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A.G..
Joaquín, le edito su alusión personal. Le ruego se limite a dar su opinión, sea positiva o negativa.
Me parece bien que exponga su parecer sobre Savonarola, pero no que vaya más allá. Hablemos de forma amistosa aunque tengamos pareceres opuestos.
Saludo cordial.
No soy el mejor de los cristianos, pero tengo claro que prefiero conmemorar (o celebrar, como se diga ahora) a Savonarola mil veces antes que a Lutero (vaya papelón lo de Suecia). La verdad, aunque duela, siempre antes que una mentira, aunque calme. La primera lleva a la salvación del alma; la otra sólo sirve para tranquilizar nuestra (mala) conciencia y nos inclina hacia la condenación eterna. Y si me tachan de inmisericorde, cerril o intransigente... pues qué se le va a hacer. Es lo que tiene ejercer el libre albedrío.
Savonarola, últimos escritos. Comentarios al Miserere.
Ya el ardiente dominico el mundo huye,
y buscando paz al yermo se recluye;
y andando el yermo al mundo ansía guerra.
Y guerra, tronando al pueblo con ira,
desató el medievo, que al mundo mira,
cual dél renace en nada, en polvo, en tierra.
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A.G.:
Portó el estandarte medieval en el seno mismo del Renacimiento.
Buena observación, le habría encantado a Bloy.
Muchas gracias por el bello y emotivo poema.
¿Por qué lo llaman errores cuando son crímenes? .
¿no ves ese crimen, gringo, que está ante tus ojos, y pretendes juzgar las leyes que regían una ciudad de otro país hace cinco siglos?
Quitate primero la viga del ojo, hermano.
Ya he dicho muchas veces que no me gusta el aborto.
Incluso encarcelaria a médicos que practican abortos.
Tampoco reivindico la figura de Savonarola.
No veo diferencia entre su represión puritana y el actual Irán de los ayatolas
Si lo que él hizo fue hace cinco siglos, lo de Lutero también fue hace quinientos años, y lo de Mahoma mil cuatrocientos .
Pero eso no os impide criticarlos. Cuando se trata de no católicos no os importa que haya pasado mucho tiempo. Doble vara usáis.
Pues yo los crítico a todos.
Hermano.
Savonarola no erró en los principios, sino en su aplicación; no se puede imponer la austeridad cristiana por la fuerza.
Lutero o Mahoma erraron en los principios, y por tanto su aplicación errónea fue consecuencia lógica del primer error.
Te considero de corazón mi hermano en cuanto hijo de Dios. No había ironía por mi parte.
Con todo, nada que ver con lo que sucedió con la Reforma y con los llamamientos a exterminar campesinos y judíos hechos por Lutero.
Muchos contemporáneos suyos lo veneraron si no como santo, sí como un varón intachable en su vida y su fe. Muchas comunidades dominicanas lo veneran o al menos lo justifican. Miguel Ángel, un protegido de los Medici, lo tenía por tal e influyó mucho en su vida y sus escritos, tal como recuerda en su memorable estudio otro homosexual célebre, A. Blunt.
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