(150) La descatolización de la mente europea. Resumen de los artículos anteriores
El fin de la Escolástica supuso una grave dispersión de la mente europea. La termita nominalista comenzó devorando el pensamiento medieval desde dentro, minando la armonía de la fe y la razón, quebrantando la armoniosa consonancia del pensamiento cristiano medieval. El logos occidental se hizo profundamente fragmentario, como una catedral que empieza a ser demolida,
El comienzo de este derrumbe tiene un nombre: Renacimiento.
Como venimos demostrando en este blog, el Renacimiento supuso el comienzo de una feroz guerra contra ese proyecto de la razón católica llamado Escolástica. La filosofía medieval, debilitada por el virus nominalista que incubaba desde el siglo XIII, comienza a ser golpeada sistemáticamente desde diversos frentes de doctrina.
En esta época la Iglesia, sin embargo, sigue dando santos, sigue alentando un arte colosal, sigue dando fruto aquí y allá. Pero en general, con el Renacimiento se produce la victoria de la Vía Moderna y el nacimiento de los hombres nuevos, como los llamaba Santo Tomás Moro. A partir del siglo XVI, el tomismo queda aislado por el pensamiento neotérico, convertido en un mero deseo de la Iglesia, un anhelo de orden, claridad y restauración intelectual, pero poco más. Con la permisión del molinismo y la explosión de la revolución luterana, la Escolástica mediaval cae derrotada. Un conjunto de verdades de fe y de razón comienzan a ser eclipsadas, silenciadas, preteridas.
Es la crisis de la identidad católica europea, cuyas consecuencias son dos: la crisis de la razón y la crisis de la fe.
Contra el protestantismo, la Iglesia reacciona con esa maravilla doctrinal que es Trento. Pero contra el catolicismo reducido no hay reacción hasta la llegada del modernismo, que es una de sus mutaciones.
Por esta vía, la mente occidental deviene liberal. Es el camino del catolicismo reducido,o lo que es lo mismo, del humanismo nominalista voluntarista que se presenta como catolicismo sin serlo, y se convierte en la “forma moral” de la mentalidad liberal de Europa.
Contra él surgen ideologías antiliberales que no son sino metástasis del mismo mal.
Con el Renacimiento, el espíritu europeo es zarandeado por multiformes vientos de doctrina, dominado por el vértigo neopagano que lo mueve en todas direcciones sin rumbo fijo, confudido por una multitud de lenguajes conceptuales distintos, ajenos a la tradición intelectual cristiana.
Lo sintetiza con palabras muy expresivas Fray Ceferino Gnzález O.P. en su Historia de la Filosofía, T3, 1:
«La fermentación producida en los espíritus por todas estas causas, unida a la fascinación causada en los mismos por el Renacimiento, o digamos por la súbita aparición de las artes, de las letras y de la Filosofía greco-romanas, produjo ese movimiento filosófico, confuso, desordenado y complejo, que llena los siglos XV y XVI, y que representa la transición de la Filosofía escolástica a la moderna, o, si se quiere, el predominio y victoria de ésta sobre aquélla. El espíritu humano, atraído por la belleza plástica de la forma griega, desdeñó la belleza ideal y moral de las artes cristianas; lisonjeado en su orgullo y en su afán de independencia por los predicadores del libre examen, fascinado y lleno de entusiasmo en presencia de los nombres, de los escritos y de los sistemas de los antiguos filósofos de la Grecia, marchó desatentado y como ebrio en todas direcciones, abandonando el terreno firme de la subordinación de la idea filosófico-racional a la idea cristiana, echando en olvido y hasta menospreciando aquella sobriedad científica de que tan brillantes ejemplos diera la Filosofía escolástica en sus grandes y nobles representantes. Y la Filosofía del Renacimiento o de esta época de transición, salvas algunas excepciones, se levantó airada contra la Filosofía [7] Escolástica, en vez de levantarla de su decadencia, en vez de corregir sus abusos y defectos, en vez de restituirla al buen camino de que se había separado, en vez de perfeccionarla y desarrollarla en sus ideas y soluciones, y, sobre todo, en vez de completarla y agrandar sus horizontes y sus aplicaciones por medio del cultivo de las ciencias físicas, exactas y naturales. Si el espíritu humano, en vez de seguir en el orden filosófico la tendencia neopagana y racionalista del Renacimiento, hubiera restaurado la Filosofía escolástica, completándola y perfeccionándola, y en el orden religioso, en vez de recibir la influencia protestante con sus naturales frutos, el racionalismo y naturalismo, hubiera seguido desenvolviéndose y progresando bajo la influencia del Catolicismo, ¿cuál sería hoy el estado de la Europa?»
En el siguiente post continuaremos profundizando, no sin dolor, cómo el alma europea comenzó a tirar por la borda los grandes logros del pensamiento cristiano mediaval, cómo el afan de novedades y doctrinas levantó una Torre de Babel donde antes habia catedrales; cómo fue construyendo, cegada por el falso esplendor de la autorredención, la mente católica moderna.
9 comentarios
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A.G.:
Verdad, Marcial, es ensalzado sin criterio católico. En el Renacimiento todavía el cristianismo tenía pujanza, pero se estaba criando un monstruo: la Modernidad.
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Es una excelente y lúcida definición del marxismo, y de toda la ideología llamada "de izquierda".
Se avergüenzan públicamente de sus padres ideológicos liberales porque ya no se pueden ocultar los frutos de su codicia y las lacras de su egoísmo desatado.
Pero ellos, la izquierda, los defensores nominales y oficiales de los pobres, son infinitamente peores. A lo pobres ni los aman ni los redimen -¡faltaba más!-, pues los necesitan como eterna excusa ideológica y como ariete contra quienes no se atreven a mentir tanto como ellos.
Son la hipocresía en su máxima expresión, porque al tiempo que reniegan del liberalismo aburguesado subsisten merced a sus dádivas, que les llegan copiosas porque de última comparten ambos -derecha e izquierda- la misma meta: imponer los ideales de la Francesada.
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A.G.:
Gracias Ricardo. Lo cierto, desde luego, es que el progresismo, tanto el de derechas, como el de izquierdas, es una imitación del amor a los pobres. Su padre es la Modernidad, entendida como rechazo de la ley moral y autorredención.
Estoy estudiando a Santo Tomas y me topo con algunos términos que desearía conocer más.
Comprendo los términos materia y forma así como los términos accidente y sustancia. Sin embargo, desearía saber ¿cuál es la diferencia entre materia y accidente? y ¿cuál es la diferencia entre forma y sustancia?
Agradecería mucho la aclaración sobre este tema.
Bendiciones
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A.G.:
Muchas gracias. Es que es un tema importante, conocer la causa de muchos males que nos aquejan.
«Por lo tanto (Dios) se dirige al primer ejemplar de su criatura, y le dice: "No te he dado una forma, ni una función específica, a ti, Adán. Por tal motivo, tendrás la forma y función que tú mismo desees. No tendrás límites. Tú definirás tus propias limitaciones de acuerdo con tu libre albedrío. De tal manera, que podrás transformarte a ti mismo en lo que desees.»
(Pico de la Mirandola, Discurso sobre la dignidad del hombre)
Esta frase de Pico de la Mirandola parece sacada del mismo Génesis 3.
El espíritu es el mismo; "No tendrás límites" o "Seréis como dioses".
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A.G.:
Es eso, ser dios de sí mismo, autorredimirse, ser lo que uno quiera por encima de la propia esencia.
Porque si eso fue un "renacimiento", lo anterior, la Edad Media y la Cristiandad, fueron la muerte. Recuerdo muy bien a una profesora de Historia del secundario, muy liberalota ella, que nos decía abiertamente que la Edad Media era la "Noche negra de la Historia". Y me parece lo más lógico que como liberal ella piense así, pero no me parece lógico que los católicos llamemos "Renacimiento" a lo que en rigor fue la Repaganización de Europa. Con todas sus terribles secuelas: la Deforma Protestante, la Francesada, el Liberalismo, hasta llegar al actual y diabólico N.O.M.
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A.G.:
Ricardo, dices muy apropiadamente:
Porque intuyo que no sólo la Ideología de Género, sino también el mismísimo Liberalismo hunde sus raíces en ese período de la Historia muy mal es llamado el Renacimiento.
En efecto, es lo que intento demostrar, que estos males vienen de esa impostura.
Repaganización, y lo peor, la crianza de dos monstruos: la reforma protestante, y el catolicismo reducido.
Voy a escribir algo sobre la cuestión que me plantea, a ver si consigo explicar de forma clara el asunto. Gracias.
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