(71) La cruz, a secas
1.- El Espíritu de Cristo te hace preferir la cruz.
2.- A menudo el Señor consiente se avive el dolor de la cruz que llevas, para que llegues al extremo, a hechura Suya.
3.- Para moverte a una mayor abnegación, permite Dios desaparezca todo consuelo, y te sorprendas a ti mismo padeciendo lo que nunca, por tu propia decisión, habrías sido capaz de soportar.
4.- La cruz es un imposible para el voluntarista.
5.- Tu carne aborrece ser levantado en sufrimiento, a imagen del Crucificado. Por eso la gracia. Para hacerte nacer de nuevo, y renacido te desvivas por participar de la desgarradura de Cristo.
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6.- El dolor siempre orante como arte de recibir regalos. La cruz, recipiente de gracia.
7.- No te inventes problemas innecesarios, que te enorgullecen, para eludir la cruz necesaria.
8.- La cruz del Señor, por gracia, permanece activa en nosotros, de forma que nuestra amistad con Dios, recuperada por el Sacrificio redentor de su Hijo, es amistad de cruz.
9.- La cruz, a secas, sin lo que te gusta de la cruz, comprueba cuánto esplende.
10.- La cruz, a secas, es tu oración constante. Amor mostrado y demostrado, que te mueve.
Santidad o muerte.
Alonso Gracián
4 comentarios
Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado: él, que era Dios, quiso ser juzgado bajo el poder de Poncio Pilato y morir.
Si buscas un ejemplo de obediencia, imita a aquel se hizo obediente al Padre hasta la muerte: Si por la desobediencia de uno –es decir, de Adán– todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos.
Si buscas un ejemplo de desprecio de las cosas terrenales, imita a aquel que es Rey de reyes y Señor de señores, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer, desnudo en la cruz, burlado, escupido, flagelado, coronado de espinas, a quien finalmente, dieron a beber hiel y vinagre.
No te aficiones a los vestidos y riquezas, ya que se repartieron mis ropas; ni a los honores, ya que él experimentó las burlas y azotes; ni a las dignidades, ya que le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado; ni a los placeres, ya que para mi sed me dieron vinagre.
gracias Alonso
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A.G.:
Gracias milton por tan bello comentario. Desde luego, la gracia nos configura con el Señor y nos modela a hechura suya.
Quedé con la piel de gallina.
Reconozco mi incapacidad para pedir algo semejante pero...
El da su gracia.
Eso lo sabemos.
:)
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A.G.:
Sí, lo sabemos, da su gracia, que hace callar todo temor al dolor. Y aún más, nos hace participar de la cruz de Cristo, de una manera que escandaliza al mundo, y que se llama santidad.
Gracias Maricruz.
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A.G.:
Es un don del Señor, que quiere configurarla a su sufrimiento, para que ame a su manera. Y ello implica purificar la abnegación, para que la adversidad se convierta en fuente de bienes.
Ánimo en Cristo, con su Madre.
En cualquier caso es muy humano no querer sufrir, si hay que ir se va, pero si nos dan a elegir, mejor no. El mismo Cristo dijo lo si es posible aparta de mi este caliz, aunque creo que tal vez lo hiciese mas por misericordia hacia nosotros que un deseo suyo de evitarlo. Para mostrarsenos en toda su humanidad.
El problema de Dios es que le das la mano y se toma el brazo, sin que te des cuenta al final caes en que lo quiere todo, sin reservas, y tu que pensabas que tenías algún rinconcito propio, nada del otro mundo, al final hasta eso quiere que lo entregues, como El.
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A.G.-
Juan Nadie, le agradezco mucho su comentario y saber que los puntos que menciona han resonado y llegado a la meta.
Me ha gustado mucho eso que dice del Señor: "sin que te des cuenta al final caes en que lo quiere todo, sin reservas"
Saludo en Cristo Resucitado
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