(54) Que nunca es bastante
1.- No imagino tormento mayor que estar sin Cristo. Por eso, ora, para estar con Él. Que nunca es bastante.
2.- Los discípulos pidieron al Señor que les enseñara a orar. Cuánto asombro les inundaría, contemplándole.
3.- Del Padre Nuestro en tu mente y en tu corazón todo el día, brotan tremendos surtidores de gracia en tu vida.
4.- Calla y escucha la Voz del Hijo del Hombre, orando en ti cuando oras.
5.- Pide ardiente deseo de perfección. Que nunca es bastante.
6.- No ores pensando en verte orar, sino mirando a Jesús.
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7.- El Paráclito te identifica con Cristo orante, y te hace participar de la confianza con que Él imploraba al Padre.
8.- La Voz del Hijo del Hombre atraviesa milenios y te levanta de la tiniebla en que estabas tendido. Levántate, y ora con esa voz.
9.- Cristo ora en ti cuando oras, su Cuerpo entero que es la Iglesia ora en ti cuando oras. Por eso tu oración nunca es individualista. Nunca, cuando oras a solas, oras tú solo.
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10.- Ten al Señor tu Dios, en su Perfecta Humanidad, todo el día en tu mente. No dejes de mirarle un solo momento. Que nunca es bastante.
11.- Sólo Cristo tiene la soberanía de tu voluntad necesaria para desvivirte al límite por Él, abnegarte por Él, determinarte sin descanso por Él. ¡Que nunca es bastante!
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12.- La creación del universo entero no es obra tan grande como la que Dios opera en ti al santificarte
13.- Nada sin la gracia. No desfigures tu vida cristiana con las muecas del mundo
14.- De tu camino de perfección, sólo puedo decirte: ¡más, y más rápido!
15.- La santidad es abnegación orante en la caridad
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¡Ama y abnégate en Cristo, en bien de Su Iglesia, que nunca, nunca es bastante!
10 comentarios
¡¡Oremos, que nunca es bastante!!
¡Qué elemento!, :-)
El Paráclito te identifica con Cristo orante, y te hace participar de la confianza con que Él imploraba al Padre.
O sea, esto:
Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que siempre me escuchas...
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A.G.-- Exactamente, le damos gracias, porque siempre nos escucha en su Hijo.
La oración nos consigue lo que necesitamos para ser santos. El Espíritu Santo nos da la confianza.
Dios le bendiga.
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A.G.-- Pidamos lo que el Señor quiere que le demos.
Ensanchar la oración para que abarque al mundo entero y que el Señor nos transforme, esa es la misión del orante en el seno de la Iglesia ,Él, el Eterno y su Hijo oran siempre en nosotros por su Amor, nuestras fuerzas crecen con la oración y la victoria está asegurada con Él que dió su vida por nosotros ,la oración es el nosotros en Él, participando de la Trinidad en la que hemos sido bautizados.
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A.G.-- Eso es, María de las Nieves, bien lo dices: "alli donde encontramos al Señor toda la Iglesia nos acompaña ,ya que la Iglesia es Una y Santa por la acción de el Espiritu Santo.".
Nuestras fuerzas crecen con las gracias que recibimos al orar, como bien apuntas. Cristo es nuestra fuerza.
Gracias por la reflexión y saludos en Cristo con su Madre.
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A.G.-- Así es, Silvia Liliana, nunca es bastante el tiempo que dedicamos a tratar al Señor.
Saludos en Cristo, con María, y gracias.
- No vivas sin Mi porque yo no podré vivir sin ti, nos susurra El Señor. Sin Cristo en nosotros la vida es oscuridad y tiniebla, miedo, angustia...
Gracias por la profundidad y claridad de tus palabras.
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A.G.- Estimada Almudena, es como bien dices, "Sin Cristo en nosotros la vida es oscuridad y tiniebla"
Gracias por sus palabras y saludos en el Señor, con su Madre
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A.G.-- Gracias por sus palabras y por leerlo.
Saludos en Cristo con su Madre.
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A.G.-- Tomo nota de la buena propuesta. Pongo manos a la obra.
Muchas gracias, y saludo en Cristo con su Madre Inmaculada
Estoy pensando en ir haciendo un librillo de pdf con sus post, para tenerlos más a mano en el ebook y rezarlos así muchas veces
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A.G.-- Gracias por tus alentadoras palabras.
Lo de recopilar los posts en pdf para el ebook es buena idea, desde luego.
Un saludo en Cristo, con María su Madre.
mirada de Dios, en su presencia, en una especie de diálogo constante con El,
recordándolo con la mayor frecuencia posible en medio de nuestras ocupaciones y
viviendo cualquier situación en su compañía. Cuanto más nos esforcemos en hacerlo, más
sencillo nos resultará hacer oración: ¡si no le abandonamos, le encontraremos más
fácilmente en el momento de hacerla! La práctica de la oración debe tender también a
la plegaria continua; no necesariamente en el sentido de una oración explícita, sino en el
de una práctica constante de la presencia de Dios. Vivir así, bajo su mirada, nos hará
libres. Con demasiada frecuencia vivimos bajo la mirada de los demás (por el temor a ser
juzgados o por el afán de ser admirados), o bajo nuestra propia mirada (de complacencia
o de autoacusación), pero solamente alcanzaremos la libertad interior cuando hayamos
aprendido a vivir bajo la mirada amante y misericordiosa del Señor."(Jacques Philippe - Tiempo para Dios-).
Les comparto este maravilloso pasaje del autor que me habiais recomendado.Muchas gracias.
La Paz de Cristo.
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A.G.-- Me alegro mucho, Luiscar73, le esté sirviendo. Tiene pasajes muy provechosos. Resalto esta frase: "La práctica de la oración debe tender también a la plegaria continua; no necesariamente en el sentido de una oración explícita, sino en el de una práctica constante de la presencia de Dios"
Y es que, junto con la oración litúrgica de la Iglesia, la oración continua, interior, simplificada, es importantísima. Todo el día tener al Señor en la mente, como bien apunta el autor.
Gracias por la cita, y saludos en el Señor, con su Madre.
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