Hoy es San Juan, Apóstol y Evangelista
Seguramente, aquel joven era discípulo de Juan el Bautista. Por eso, cuando nos dice en su Evangelio que después de haber escuchado de boca de quien bautizaba en el Jordán que aquel a quien señalaba era el Cordero de Dios, aquel joven (de cuyo nombre nada se dice en el texto bíblico pero que suponemos se refiera a sí mismo) y otro siguieron a Jesús y le preguntaron dónde vivía.
Aquel joven, de nombre Juan, era muy joven. Primero, por tanto, fue discípulo, luego Apóstol y, por fin, Evangelista. Y hoy, 27 de diciembre, tan sólo unas pocas horas después de que hayamos celebrado el nacimiento de su Maestro, hacemos lo propio con la persona de aquel que tanto nos dejó del mismo.
Decimos que tuvo que ser discípulo de Cristo antes de ser otra cosa.
Era, decimos arriba, seguidor de Juan el Bautista. Pero, una vez habiendo oído que aquel a quien señalaba su maestro era el Mesías, el Cordero de Dios, no dudó lo más mínimo en seguirlo y, claro, en dejar a quien hasta entonces le había enseñado el camino hacia el Todopoderoso. Aunque, a tal respecto, estamos más que seguros que el primo de Jesús no se enfadó ni nada por el estilo por haber perdido adeptos sino que gozó sabiendo que su misión la había cumplido a la perfección.