16.10.23

Un amigo de Lolo – Campanadas de necesidad – I, Humildad

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación

Como suele ser habitual con el Beato de Linares (Jaén, España) Manuel Lozano Garrido, más conocido como Lolo, lo que escribe mueve a percibirlo como algo importante. Y eso es lo que ha pasado con esto.

El que esto escribe tiene por buena cosa publicar los artículos que Lolo dio a la luz pública (en los más diversos medios escritos) en la página de la Fundación Lolo. Y, como podemos imaginar, los hay de toda forma y condición cumpliendo siempre la característica de ser más que recomendable su lectura.

Pues bien, cumpliendo con tan gozosa labor, me correspondió publicar un artículo-petición tituladoDoce peticiones para doce campanadas” que Lolo había publicado el 8 de enero de 1955 en la revista “Signo”.

Debo reconocer que al leer las tales “campanadas” (referidas las mismas a las primeras del primer día del año) tuve la sensación de que tal texto debía ser difundido lo más y mejor posible porque son unas verdaderas campanadas de necesidad. Y por eso, a partir de hoy mismo, paso a publicar, con la ayuda de Dios, una a una, las doce de las que habla el texto con un humilde comentario del que esto escribe que es, sin duda, lo peor de todo lo que aquí se va a traer…

Vamos a poner siempre el texto que precede a las campanadas que es el que sigue:

Estoy ante Ti, Señor, en este instante fugaz, a caballo de dos tiempos. Hace frío, y hace ahora en raro crepitar de estrellas. Se diría que todo descansa, pero el silencio de ahora nace de un duermevela electrizante.

¡Ves, Señor! En tus plazas y pueblos se han congregado muchedumbres con las frentes en alto; pero Tú no te hagas ilusiones, porque esos ojos que se describirán de ansiedad están hoy polarizados apenas por la estricta circulación de un reloj. Es absurdo, mi Cristo, pero así es. “Entonces- dirás, ¿es que al fin se reúnen para amarse?” No; en el fondo, esas células que integran lo que se llama la multitud tienen entre sí la repelencia de lo egocéntrico. Para ellos, en la autopista del tiempo corren hoy sólo dos leves saetas la carrera de lo personal. Apenas cuando crucen conjuntamente la cinta de las doce oirás el estruendo con que cada uno festeja el aparente hallazgo de un seguro de vida.

Para entonces, quiero ofrendarte mi súplica.

He oído ya la puesta en marcha de una sonajería y el martillo de bronce está en alto para la danza de las horas y el rigodón de la vida. En su honor, barrena ya la noche la pacífica metralla del champán y de lo que pudo ser tu sangre, el vino. Pero antes que con las burbujas llegue hasta tu rostro la afrenta que omite la gratitud a tu nombre, tolera que te envíe, como doce recursos de urgencia, los telegramas de otras tantas súplicas para cada una de las doce campanadas que inician el año.”

Y, a continuación, lo que corresponde a cada una de ellas.

Campanadas de necesidad – I Humildad

I

HUMILDAD

Para este primer tañido, permite, Señor, que dé la primacía a la Humildad. Para mí y mis hermanos pido la gracia que nos haga ser esos niños que aseguran tu reino.

Desde las encrucijadas que son las fronteras hasta los círculos que delimitan el carácter, se escucha el restallido de un látigo de soberbia. Cada día, en el altar del dios yo, se inmola el amplio holocausto que va desde la flor silvestre de la libertad humana hasta el bárbaro genocidio de los pueblos. Por eso, Cristo, revitaliza la lección de tu presencia junto al hedor del establo. Que por ella se extinga en nuestros corazones la sed de dominio y el “non serviam” que estamos coronando. Que vuelva la personalidad para el hombre; y la Ciencia te sitúe como eje de toda sabiduría. Que caiga sobre nuestra cerviz tu yugo, que más que yugo es un divino carisma.”

Podemos decir que Lolo empieza bien estas primeras campanadas del año porque lo hace con algo que tantas veces nos falta como es la humildad.

No duda lo más mínimo el Beato de Linares (Jaén, España) en citar en primer lugar a la que tantos problemas nos evitaría si no cayéramos en lo que dice a continuación y que es un pecado más que grave por las consecuencias que trae: la soberbia.

Resulta síntoma de comprender el corazón del hombre y de atender al de Jesucristo cuando dijo que el Reino de los Cielos era de quien se manifestaba como un niño (entendiendo esto, claro está, como debe ser entendido) Y es que por eso pide Manuel Lozano Garrido (se lo pide a Dios, que es nuestro Señor) porque sabe que, de otra forma, será difícil que las puertas del Cielo (abiertas, precisamente, gracias a Cristo y a su sacrificio de Pasión) se nos abran y podamos entrar por ellas a ocupar una de las mansiones que nos está preparando el Maestro.

Bien sabe Lolo que la soberbia se enseñorea del mundo todo lo que puede y nos hace la vida más que difícil cuando atendemos a sus reclamos y lo hacemos sin darnos cuenta de que, en realidad, no somos nada ante Dios.

Soberbia que, por tanto, debe ser contrarrestada con la humildad porque de ella parte que no caigamos en la primera en aplicación de la segunda, base del “humus” a partir del cual formó Dios a nuestros Primeros Padres y delimita lo que en, en realidad, somos: vasijas de barro fácilmente rompibles si, por ejemplo, nos ensoberbecemos…

El dios yo”. A eso se refiere Lolo cuando aplica la soberbia en su estricto, pero básico, sentido. Todo lo ciframos a querer lo que creemos es necesario para nosotros y, si es posible, restregárselo en la cara a quien se ponga por delante. Y todo, cuando eso pasa, queda, como dice Lolo, queda como inmolado en ese altar de nosotros mismos para nosotros mismos. Y, como podemos comprender, eso no del gusto ni gozo de quien dio todo en vida por el prójimo y todo a Dios que no es otra persona que Manuel Lozano Garrido: nada de soberbia, todo humildad fue su vida.

No quiere Lolo otra cosa que pedir a Jesucristo (Dios hecho hombre) que no seamos dominadores, que en contra del “non serviam” apliquemos el “serviam” pues ya dijo el Hijo de Dios que no había venido a ser servido sino, al revés, a servir. Y, al parecer, eso no lo acabamos de entender y aplicamos en nuestra vida, justamente, lo contrario… ¿Y puede ser el discípulo más que su Maestro?

Y, por otra parte, si por carisma podemos entender qué es lo que conduce a la persona a lo largo de su vida quiere Lolo que, precisamente, el que lo es divino y que consiste en el yugo de Cristo sobre nosotros sea, eso, sobre nosotros y así dulcifiquemos nuestra soberbia hasta hacerla desaparecer a cambio de la humildad y por la humildad.

Bien podríamos decir con aquel eso de “humildad, divino tesoro” aunque, ciertamente, sea un “tesoro” encontrado y no escondido…

¡Ah!, y escribe Humildad con mayúscula. Por algo será…

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Campanadas que enmudezcan lo mundano siempre valen la pena y a nuestra alma bien le vienen.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (40)

“Dios, como el pan y el agua, existe para todos y satisface plenamente a todo el que se decida a saborearlo.”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

14.10.23

La Palabra para el Domingo - 15 de octubre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 15 de octubre de 2023 sino sábado, 14. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

 
Mt 22, 1-14

  
1 Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo:

2 ‘El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. 3 Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir.4 Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: ‘Mirad, mi banquete está preparado, se han  matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda."’ 5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; 6 y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. 7 Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.8  Entonces dice a sus siervos: ‘La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. 9 Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda. 10 Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. 11 ‘Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, 12  le dice: ’Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’ El se quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el  llanto y el rechinar de dientes.’14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.’”   

COMENTARIO

Dios nos llama para que acudamos

Es bien sabido que el Creador, que mantiene su Creación, quiere que estemos junto a Él. Nos llama, por tanto, cuando quiere llamarnos porque otra no puede ser la voluntad del Padre Eterno. 

También Jesús utiliza la parábola para referirse a Dios, a su definitivo Reino. Y nos habla de un banquete como expresión de la vida en el Cielo, como lo mejor que puede ser y suceder donde reina, en su definitivo Reino, el Todopoderoso. 

El banquete por excelencia es al que querríamos asistir en el Cielo. Allí, donde no hay dolor ni padecimiento alguno y donde la tristeza desaparece para siempre jamás, Dios está sentado a la mesa y espera nuestra llegada. Nos invita. Poco a poco va llamando a los que quiere que estén a su lado. Y envía a quien tiene por oportuno para llamarnos. 

El Creador no hace acepción de personas porque nos quiere a todos y a todos nos llama. Por eso, a lo largo de nuestra vida podemos optar por seguirlo o no seguirlo. Dios nos da libertad para hacer eso, incluso arriesgándose a que lo olvidemos y no queramos saber nada de Quien nos creó. 

Todo está preparado en el Cielo. Es más, está preparado siempre y para siempre porque a todos nos llega la hora de acudir ante el Padre y, de ser aceptados por nuestra limpieza de alma, pasar a su definitivo Reino. O, alternativamente, ir al Purgatorio hasta que estemos tan limpios de alma como Dios merece. 

Pero, el caso es que no siempre estamos dispuestos a seguir la voluntad de Dios y oscurecemos nuestro corazón sin querer, por eso, prepararnos para entrar en el banquete que el Creador nos tiene preparado. 

Muchos Son Los Llamados Y Pocos Los Escogidos. Mateo 22:14

El caso es que, incluso queriendo acudir es posible que no estemos convenientemente preparados por haber incurrido en actos pecaminosos o pensamientos del mismo jaez. Entonces Dios nos advierte para que sepamos a qué atenernos: tal forma de proceder no nos conviene nada de nada porque puede tener funestas consecuencias para nuestra vida eterna… o muerte eterna. 

A tal respecto, Jesús nos dice algo que es muy importante: Dios nos llama a todos, en efecto pero no todos acuden a la llamada. A los que sí acuden y responden positivamente a lo largo de una vida lo más cercana a lo que Dios quiere de nosotros, se les prepara un sitio en el banquete; a los que no responde positivamente sino todo lo contrario… a tales personas (a sus almas y, luego, tras la resurrección, a sus cuerpos y a sus almas) no les espera nada bueno. 

Habla Jesús del llanto y del rechinar de dientes. Y sólo puede deberse al Infierno y al destino que tienen aquellos que se empecinan en desoír la llamada de Dios a acudir a su banquete. ¿Dios nos llama y respondemos que no queremos acudir? 

Tal forma de ser y de actuar es gran ceguera que, además, no es nada conveniente para nosotros. 

Y, a pesar de eso, hay tanto ciego en el mundo…

 
PRECES

Por todos aquellos que no escuchan la Palabra de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que miran para otro lado cuando Dios los llama.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a estar atentos siempre a tu llamada y a seguirla.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Ser llamados por Dios y no escuchar… en realidad es un mal negocio espiritual.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

9.10.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Un corazón que comprende el dolor

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - Un corazón que comprende el dolor

Pero aceptar es comprender y la luz no irrumpe más que con las puertas del corazón abiertas de par en par.” (Beato Lolo, de su libro Cartas con la señal de la Cruz)

Cualquiera podría decir que Manuel Lozano Garrido pasó por situaciones físicas la mar de peliagudasy que las mismas podrían haber erradicado de él su alegría y su forma de ser. Sin embargo, bien sabemos que eso no fue así.

En su libro Cartas con la señal de la Cruz Lolo contesta, como el propio título dice, a cartas que le envían personas que se encuentra postradas en una cama o atadas a un sillón de ruedas y en muchas otras situaciones de tal jaez

EXCURSUS

Recomendamos vivamente la lectura de este libro, de sus Cartas con la señal de la Cruz, porque es un verdadero tesoro que, es seguro, además de conmover el corazón de quien lo lee por los casos que allí aparecen, es cierto y verdad que hará pensar en según qué situaciones por las que pasamos y, sobre todo, por las que no nos gustaría pasar nunca.

FIN DEL EXCURSUS

Decimos arriba, pues, que no erradicó la enfermedad ni el sufrimiento que se derivó de la misma la alegría de Lolo. ¿Y esto, cómo era posible?

En estas pocas palabras que hemos traído hoy aquí el Beato de Linares(Provincia de Jaén, España) lo dice, como suele decirlo Lolo, con toda sencillez pero, sobre todo, con toda claridad. Y, al parecer, no hacen falta grandes cosas ni pensamientos exagerados. Lolo, en su sencillez profunda, lo dice.

Ciertamente, antes de este texto Lolo debe haber hecho uso de la palabra “aceptar” al respecto del sufrimiento(no otra cosa puede ser tratándose su libro de lo que trata…) Y por eso dice luego, ahora mismo, lo que aquí dice.

¿Y qué dice Manuel?

Manuel dice que hay que comprender el sufrimiento porque comprender es aceptaro aceptar es comprender que, para el caso, parece ser lo mismo.

Cuando se comprende el sufrimiento se ha de entender que nos explicamos el mismoy, yendo más allá, que estamos de acuerdo con lo que nos pasa y que, al contrario, no lo tenemos como realidad incomprensible para nosotros y nos nos preguntamos eso tan socorrido de ¿Por qué a mi me pasa esto?…

En realidad, la comprensión no es más que (en lo tocante al sufrimiento) llegar a descubrir el sentido más profundo que tiene el mismoy no quedarse en la superficie de la aguja, la venda o cualquier otro instrumento que caiga sobre nosotros…

¿Acaso el sufrimiento es más de lo que es?

Sí. Lolo demostró a lo largo de su dolorosa y sufriente vida que, en efecto, el sufrimiento es mucho más de lo que es. Por eso, comprenderlo es llegar al fondo del mismo y, al fin y al cabo, aceptarlo como es y, a lo que a nosotros respecta, tenerlo como una parte de nuestra vida que es muy valiosa y de la que podemos obtener fruto abundante.

Pero es que, cuando comprendemos el sufrimiento(como efecto de lo dicho inmediatamente arriba) la luz entra en nuestro corazón.Y entra porque, a través de tal comprensión, hemos abierto las puertas del mismo. Y es que, en efecto, si no aceptamos lo que debemos aceptar es más que probable que las llaves con las que tantas veces cerramos el corazón no abran nuncala puerta de acceso al mismo.

Y, ya, para terminar, sólo nos queda decir que Lolo fue un verdadero ejemplo de comprensión del sufrimientosobre el que sobrenada con total perfección.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (39)

Dios no podría ser feliz si no pudiera hacer felices ”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

7.10.23

La Palabra para el domingo - 8 de octubre de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 8 de octubre de 2023 sino sábado, 7. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

Mt 21, 33-43
  
“33 ‘Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. 34 Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. 35 Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. 36  De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. 37 Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán.’ 38 Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia.’ 39 Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. 40 Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?’ 41 Dícenle: ‘A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los  frutos a su tiempo.’ 42   Y Jesús les dice: ‘¿No habéis leído nunca en las Escrituras: = La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? = 43 Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.’”

         
COMENTARIO
 
Y Dios envío a su Hijo a la viña y ya sabemos qué pasó
 
Jesús, como es más que conocido y verdad, hablaba de forma que aquellos que le escuchaban entendieran lo que quería que conociesen. De no haberlo hecho así y llegar al mundo con algún estímulo sobrenatural estricto sensu seguramente nadie habría entendido nada de lo que dijera y tal no era la misión que debía cumplir. 

Hacía uso, por eso mismo, de la parábola que, por decirlo pronto, no era invento suyo sino que ya se utilizaba en su tiempo en cosas de enseñanza espiritual. Y se servía de ella pues haciendo lo propio con ejemplos de la vida ordinaria eran muchos más los que acababan por entender lo que quería decir. 

Y tal es el caso de la que recoge, en el día de hoy, el evangelio de San Mateo. 
Y es muy dura para los oídos de los que la estaban escuchando no muy habituados a escuchar según qué cosas… 

Dios, que había creado al hombre y lo había conducido a lo largo de la historia de la humanidad, conocía el declive que seguía su creación humana. No siempre actuaba de forma fiel y se apartaba de su lado más veces de las que era conveniente… para la misma. 

Por eso, de tanto en tanto y desde cuando escogió a Abrahám como padre de la fe de un pueblo, hasta entonces, politeísta,
se veía en la necesidad de sugerir, a determinadas personas, que comunicasen al pueblo elegido lo que quería Dios de él. Eran los llamados profetas que, como bien sabemos, no siempre fueron bien mirados por los destinatarios de los mensajes del Creador. En verdad, lo extraño es que fueran bien mirados y atendidos  en cuanto decían. 

El Periódico de México | Versión para imprimir | Columnas-VoxDei | «La  piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido»

Ciertamente da la impresión de que aquellos que escuchan a Jesús no acaban de entender que se estaba refiriendo a su mismo pueblo, a los profetas escogidos por Dios y a la muerte que les habían procurado sus propios hermanos en la fe.

Pero aún hay algo peor: no acaban de ver que se está refiriendo a Él mismo como el Hijo del dueño de la viña (Dios) que es enviado y, luego, asesinado de forma vil por aquellos que había acudido a salvar. 

Sin embargo, 
aciertan en el diagnóstico de la situación: se les despojará de todo. 

Todo estaba a punto de cambiar, empezando por tal despojamiento.

En efecto, 
Dios había enviado a su propio Hijo. Aquellos que le estaban escuchando serían de los que traicionaría, otra vez, a Dios, y procurarían su muerte. Y, ciertamente, el Reino se les iba a quitar a través de una nueva, definitiva, alianza hecha a través de Aquel que les estaba hablando. 

Sin embargo, incluso hablando así, muchos, ciegos voluntarios, no le entendieron porque no querían entender nada que se opusiese a su orgullo y/o a su soberbia. Y así les fue.

 
PRECES

Por todos aquellos que no quieren entender lo que Cristo dice.

Roguemos al Señor.

 
Por todos aquellos que ven en Cristo al Mesías enviado por Dios al mundo.

Roguemos al Señor.
 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener siempre a tu Hijo como hermano y Dios mismo hecho hombre.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

No seamos nosotros de los que matamos a Cristo… otra vez.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

2.10.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Hacerse cargo de uno mismo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien. 

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual. 

 

Frases que bien valen la pena – Hacerse cargo de uno mismo

 

“El mundo, con un sol muy grande encima, es esplendoroso, pero unas tinieblas también son bonitas cuando cada hombre se hace cargo de la oscuridad y enciende la lámpara de su propio corazón.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

  

No cabe la menor duda de que el Beato Lolo era una persona verdaderamente optimista. Pero no lo era, como suele pasar a veces, por ignorancia de la realidad o de la verdad sino, justamente, por lo contrario: era perfecto conocedor de “su” realidad y de la verdad acerca de la misma. Y por eso es capaz (porque hay que ser muy capaz) de escribir lo que hoy traemos aquí y que recoge su maravilloso libro Las golondrinas nunca saben la hora.

Es cierto y verdad que en nuestra vida hay cielos luminosos y otros que no lo son tanto. Y en la de Manuel Lozano Garrido es bien sabido que hubo muchos de los segundos pero también sabemos que era un verdadero portento para hacer posible lo que es casi imposible que es, a saber, que lo malo venga a ser bueno. Y para eso hay que tener un corazón fuerte, un alma bien preparada para eso y una fe a prueba de todas las circunstancias que se oponga a una vida mínimamente soportable en lo tocante a lo físico… 

Aquí lo vemos con una claridad meridiana: mundo esplendoroso vs. tinieblas. Es decir, dos situaciones que, como es fácil apreciar, son absolutamente contrarias. 

Alguien puede pensar que Lolo no tuvo muchos momentos, así dicho en general, en los que el sol luciera esplendoroso sobre su cabeza si hablamos de una vivencia ordinaria. Sin embargo, eso, sostener eso, supondría no conocer muy bien a nuestro amigo Manuel. 

Es cierto que sí, que lo pasó mal físicamente y eso bien puede leerse en sus libros donde se habla, de p a pa, de todas sus dolencias y de los intentos de corregir las mismas. Y es que Lolo no era masoquista ni buscaba el sufrimiento por el dolor para caer bien a Dios dándole lástima o algo así. No, eso no era así… 

Lolo, bien al contrario, conocía muy bien las tinieblas por las que pasaba la gran mayoría del tiempo desde que enfermó allá por los primeros años 40 del siglo pasado. Y, como decimos arriba, lo dijo bien dicho donde debía decirlo. Sin embargo, aquí el linarense universal nos da un consejo que es seguro nos puede venir muy bien. 

Hacerse cargo de la oscuridad entendiendo por ella aquellos momentos en los que podemos verlo todo negro según sea nuestra situación física, supone tener un corazón grande y saber aceptar el sufrimiento ser capaz de hacer dos cosas que son muy propias de Lolo: sobrenadar el mismo y procurar tenerlo “con escafandra” en el sentido de que no trascienda al prójimo (siendo eso, como podemos comprender, casi imposible…) 

Y es que Lolo sabe que el corazón, también en el suyo, hay una luz que podemos encender cuando todo lo vemos más bien negro o pasamos, así, por una tiniebla (que es no es negritud pero se le acerca bastante) Tal luz, tal “lámpara” es la de la fe, es Dios mismo en su Persona del Espíritu Santo que mora en el corazón como en un templo. Con tal luz podemos alumbrar nuestro camino y, eso, salir bien de las tinieblas. 

Y sí, bien sabemos que eso es muy difícil pues no es del todo extraño que el sufrimiento ciegue la luz de la que habla Lolo. Pero… bueno… él supo muy bien tenerla encendida muchos años e iluminar su sonrisa y su alegría. Y, aunque, claro, eso sean cosas propias de santos también a nosotros nos da Dios tal posibilidad… si queremos, claro. 

Y Lolo quiso, vaya si quiso.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

  

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (38)

  

“Las horas más dichosas de nuestra vida, esas que, porque fueron nobles, dejan un dulce recuerdo, no son más que semillas desprendidas del colosal granero de felicidad que es el corazón divino.”

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

30.09.23

La Palabra para el Domingo - 1 de octubre de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 1 de octubre de 2023 sino sábado, 30 de septiembre. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


Mt 21, 28-32

 
“28 ‘Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ’Hijo, vete hoy a trabajar en la viña.’ 29 Y él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue.30 Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: ‘Voy, Señor’, y no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?’ – ‘El primero’ - le dicen. Díceles Jesús: ‘En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios.32 Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él.’”
        

COMENTARIO
 
Cumplir la voluntad de Dios que conoce nuestro corazón 
 
Cuando Jesús hace sabedores a los que le escuchan de algo que quiere que aprendan lo hace de forma que sea, en efecto, fácil de aprender. No dice cosas enrevesadas y que puedan ser difíciles de entender sino que enseña como el Maestro que lo hacía bien y no como otros de su tiempo (a tenor de lo dicho por aquellos que le escuchaban) 

Aquello de los dos hijos tenía su miga. Los dos le habían mentido a su padre pero sólo uno de ellos hace lo que su padre le había dicho que hiciera. No es que Jesús quisiera decir que estaba bien mentir si el fin era bueno pero, había que reconocer que aquel caso era muy especial. 

En realidad, sólo el primero actúa bien. No es que estuviera bien que mintiera pero, al menos, se arrepiente de lo que hace. Seguramente sabía que debía hacer lo que su padre le había dicho que hiciera y que no podía hacerle aquel feo. Aunque no podemos dejar de reconocer que su progenitor debió preocuparse cuando vio que aquel que era su hijo le manifestaba que no quería ir a trabajar a la viña familiar. 

Al contrario, el segundo queda muy bien con su padre. Se alejaría éste muy contento porque, al menos uno de sus dos hijos le había hecho caso. 

El corazón de aquel padre se veía contrariado en un caso y gozoso en el otro, en el segundo. Sin embargo, cuando debió conocer lo que al final había pasado no dejaría de pensar que, muchas veces, las apariencias engañan. Y a él le habían engañado mucho. 

Aquellos dos habían mentido y se manifestaban, de tal forma, como pecadores. Por eso, como ejemplo de lo que había llegado a ser muchos del pueblo que Dios había elegido se encontrarían con la sorpresa de que aquellos que sí se sabían pecadores llegarían antes al Cielo, destino anhelado y definitivo del alma humana. 

Hijo, ve a trabajar a mi viña - Dom 26º Durante el Año - Parroquia de la  Asunción de la Santísima Virgen

Esto podría parecer extraño. De hecho, seguro que les resultó muy raro a los que le escuchaban. ¿Sería posible que publicanos y prostitutas tuvieran mejor resultado vital que ellos? 

El caso es que Jesús bien que les aclara las cosas: unos y otras habían creído en Juan el Bautista mientras que el resto no sólo lo habían despreciado sino que, por su actitud hacia el primo de Jesús, le habían procurado la cárcel y, luego, la muerte por decapitación. 

Lo que Jesús les quería decir era que la voluntad de Dios debía ser cumplida. Lo debía ser, primero, porque era la del Creador y, en segundo lugar, porque el Todopoderoso, lo conoce todo y el corazón de cada cual lo tiene en su mano. Por eso juzga a cada cual de la forma que merece. 
 

PRECES

Por todos aquellos que no aceptan la voluntad de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que se creen a salvo del conocimiento de Dios sobre sus corazones.

Roguemos al Señor.
 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tenerte siempre presente en nuestra vida.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
 El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
  

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

En realidad, no vale de nada y sirve de poco querer mentir a Dios.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

25.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena- En pocas palabras (1)… Esperanza

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - En pocas palabras (1)… Esperanza

La esperanza ¡qué buena es por Ti la esperanza! (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días

No podemos decir que el texto de Lolo que hemos traído aquí sea demasiado extenso. Es más, debe ser el más corto pues sólo consta de 9 palabras que, por decirlo pronto, son bien pocas.

De todas formas, cuando alguien como Manuel Lozano Garrido escribe lo que sale de su corazón es más que probable que no le hagan falta muchas sílabas para dar de lleno en el nuestro y causar buenos efectos.

Ciertamente, al escribir sobre una de las virtudes llamadas teologales, la esperanza, ya podemos imaginar que tiene todo que ver con aquello que es nuestro propiamente dicho y que nos quiere decir algo muy importante.

Sobre esto, sobre la esperanza, sabemos muy bien que se dice eso de que es “lo último que se pierde”. Pero aquí, Lolo, va mucho más allá porque, además de que nunca debemos perderla porque es hacer como de menos a Dios, la relaciona directamente con el Padre Eterno.

Para nosotros, tener esperanza quiere decir que, pase lo que nos pase, siempre vamos a tener un asidero al que cogernos. Y por eso decimos que “tenemos la esperanza de que…”. Y es que, en resumidas cuentas, aún creemos que lo que parece no va por buen camino acabará yendo por el mismo…

Lolo, que es lógico que también estuviera de acuerdo con eso, hace algo más. Y es que se fija en Dios para hablar de la misma. Y no lo hace de una forma, digamos, colateral sino que pone al Creador justo en el centro de la esperanza.

Es verdad que nosotros también creemos que Dios es el centro de toda la esperanza que podemos tener. Pero lo mejor de todo es que, la esperanza, por el Creador no es que sea mejor sino que es buena del todo. Es decir, si tenemos a Dios por el origen de la esperanza, es seguro que saldremos ganando espiritualmente mucho y más que mucho.

Que esto es cierto y verdad lo vemos si analizamos la relación que tenemos nosotros, nosotros por nosotros mismos, con la esperanza. Y es que enseguida nos venimos abajo cuando nos sale mal o no va según nosotros creíamos que iba a salir.

Sin embargo, si nos damos cuenta de que Dios tiene, también, esperanza por nosotros y que jamás desespera (eso sería absurdo) no caeremos en la tentación de hacer de menos a tal virtud por muchos enfrentamientos que tengamos con lo que nos pasa.

Lolo, como vemos, sabe muy bien a qué atenerse al respecto de la esperanza. Y sería más que bueno y recomendable que nosotros tomáramos nota de esto.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (37)

Ternura de madre, fortaleza de padre, cordialidad de hermanos, afecto de amigos. ¡Oh, Señor, qué gozo del amor de todos juntos en Ti!”

23.09.23

La Palabra para el Domingo - 24 de septiembre de 2024

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 24 de septiembre de 2023 sino sábado, 23. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


Mt 20, 1-16

1 “En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. 2 Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 3 Salió luego hacia la hora tercia y al ver a otros que estaban en la plaza parados, 4 les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo.” 5 Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo mismo.6 Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontrar a otros que estaban allí, les dice: ‘¿Por qué estáis aquí todo el día parados?’ 7 Dícenle: ‘Es que nadie nos ha contratado.’ Díceles: ‘Id también vosotros a la viña.’ 8 Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: ‘Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros.’ 9 Vinieron, pues, los de la hora undécima y cobraron un denario cada uno. 10 Al venir los primeros pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno.11 Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario, 12 diciendo: ‘Estos últimos no han trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor.”’ 13 Pero él contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario? 14 Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti. 15 ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?’. 16 Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos.”

COMENTARIO

Ser últimos a fuer de servidores

Dice Jesucristo que el Reino de los Cielos, es decir, Dios mismo, es como aquel propietario que contrató y luego pagó según su libérrima voluntad, manifestando, además, un gran gesto de bondad con aquellos que estaban en peor situación.

La parábola que nos presenta san Mateo es una que lo es relacionada con el amor más que con el dinero. Jesús no está interesado en ningún tipo de lucha sindical ni nada por el estilo de los que más trabajan en detrimento de los que menos trabajan pero, al final de la jornada cobran lo mismo que los otros. No se trata de eso sino de algo que es más importante.

Por una parte, a veces solemos pensar que el Reino de los Cielos lo podemos exigir como si fuera una obligación de parte de Dios entregárnoslo. En realidad, deberíamos pensar si es que tenemos méritos acumulados como para hacer tal cosa o si, al contrario, aún debemos esforzarnos más. Además, no podemos prescindir de Jesús en nuestra tarea, esforzada, de ser hijos de Dios y demostrarlo porque Él mismo dijo que sin su Persona nada podíamos hacer.

En realidad, somos poca cosa ante Dios y, en todo caso, sólo nos ha de servir nuestro esfuerzo, entrega y servicio al prójimo.

Pero, además, en la parábola bien puede dirigirse a nosotros una llamada de Dios. Nos llama para trabajar en su viña y lo hace en nuestra niñez, primera hora de la mañana; en nuestra adolescencia, mediodía o, en fin, en nuestra madurez, última hora del día. Nos llama, por lo tanto, porque nos quiere a su lado. No deberíamos, por eso mismo, reclamar lo que sólo Él sabe que merecemos.

Estudio Biblia: MATEO 20:1-19. Parábola de los Jornaleros

También nos recuerda la parábola que aquellos que son llamados los primeros no tienen razones para proceder contra los demás de forma poco misericordiosa. Sólo Dios sabe lo que nos corresponde a cada uno y no cada uno de nosotros sabemos lo que les corresponde a los demás. No debemos, además, juzgar para no ser juzgados.

Al fin y al cabo los planes de Dios son, para nosotros, desconocidos y nos basta con hacer lo que, según su voluntad, nos corresponde. Ser, además, últimos para ser los primeros.

Es un mensaje que debemos tener en cuenta porque nos pone, sobre la mesa, la realidad de ser servidores de los demás e hijos del amor y de la misericordia. Otra forma de actuar no nos llevará al definitivo Reino de Dios por el buen camino sino, todo lo contrario, por el torcido. Y eso no lo quiere Jesús para nosotros.

Por eso, en la Última Cena, Jesucristo se hizo el último de entre los presentes y les lavó los pies. Servir y no ser servido. Y por eso nunca debemos olvidar que Dios nos puede llamar en cualquier momento, como a los trabajadores de la viña.

PRECES

Por todos aquellos que no comprenden el valor del servicio.

Roguemos al Señor

Por todos aquellos que prefieren los puestos de honor.


Roguemos al Señor

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser humildes y servidores de los demás.

Gracias, Señor, por poder ser instrumento tuyo.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Ser últimos, ahora para ser los primeros luego, en la vida que dura para siempre, la eterna.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

18.09.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Lo que da Dios y lo que damos nosotros

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Lo que da Dios y lo que damos nosotros

No hay ni una persona que pudiera decir que ha pasado por la vida sin haber experimentado la bondad de Dios. Por el contrario, Él sí que podría afirmar lo opuesto de la nuestra.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, número 57)

No podemos dejar de reconocer que muchas veces las verdades pueden llegar a doler mucho y, más que nada, a poner las cartas sobre la mesa…

Todas las personas que nos consideramos creyentes y lo hacemos en el seno de la Iglesia Católica sabemos muy bien, además de tener claro que es la única verdadera que existe en el mundo, que tenemos unos principios que debemos tener muy en cuenta.

Entre los principios, el mayor de todos es el Amor. Y lo escribimos así, con mayúscula para poner énfasis en una palabra que, por su importancia en según lo que hacemos o dejemos de hacer, nos muestra bien a las claras lo que somos y cómo somos…

En el texto que traemos hoy aquí de Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católicay creyente fuerte y de raíz, podemos ver muy bien a qué nos referimos arriba en cuanto al Amor, así escrito con mayúscula.

A este respecto, por muy ciego en la fe que se quiera estar o se quiera manifestar al mundo, está algo más que claro que Dios, Creador nuestro y mantenedor nuestro en el mundo en el que nos ha puesto, nos ama. Y una expresión que bien define su Amor es, precisamente, su Bondad. Dios es, pues, bondadoso con nosotros porque no puede querer nada malo para su descendencia lo cual, por cierto no tendía sentido alguno.

Que Dios es bondadoso lo puede atestiguar todo creyente que sabe que lo es y que se ha visto salvado muchas veces por la Bondad del Todopoderoso, perdonado por su Bondad y amado por su Bondad.

Eso que decimos supra lo entendió muy bien Lolo porque, a lo largo de su vida, experimento la Bondad de Dios en su propia carne y en su propia alma.

Lolo comprendió que Dios era bondadoso con él porque lo había dejado en el mundo a pesar de sus circunstancias físicas o, a lo mejor, por eso mismo. Para ser ejemplo de perseverancia y de aceptación del sufrimiento, espejo donde poder mirarnos y, en fin, realidad propia del Amor del Padre. Y eso bien que lo supo el linarense universal. Y por eso dice Lolo que no hay ni una persona que sea capaz de decir que Dios no ha estado bondadoso con su ser personal…

Pero lo otro también es verdad y es, aquí, lo que resulta tan terrible de leer por haber sido escrito por alguien que supo muy bien del Amor de Dios y de su Bondad.

Lo otro” es, sencillamente, nuestra falta de bondad. Sí.

Bien dice Lolo que Dios conoce más que bien que nosotros, muchas veces, no somos bondadosos en muchas ocasiones y, como aquel que tanto debía a su señor que le perdonaba una gran deuda pero no quería hacer lo propio con un deudor suyo de muy poco, nosotros, decimos, no somos bondadosos. Es cierto y verdad.

Cuando dice Lolo que Dios sí puede afirmar que nosotros no somos bondadosos quiere poner sobre la mesa que el Todopoderoso todo lo ve y todo lo contempla; en definitiva, que no podemos escapar al conocimiento total que tiene sobre su creación.

En realidad, entre lo que Dios da y lo que nosotros damos hay tanta distancia como la que existe entre nosotros y nuestro Creador según creamos en la misma o no. Y Lolo, que estaba muy cerca del Padre Eterno, tenía más que claro que la Bondad, así en mayúsculas, no era una quimera sino que dependía, exactamente, de cada uno de nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (36)

Cuando la felicidad no tiene ya el tormento de una sed, su dicha dosificada o los tijeretazos al tiempo, se llama Cielo.”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

16.09.23

La Palabra  para el Domingo - 17 de septiembre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 17 de septiembre de 2023 sino sábado, 16. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

 
Mt 18, 21-35


 
“21 Pedro se acercó entonces y le dijo: ‘Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?’ 22 Dícele Jesús: ‘No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.’ 23′Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 24 Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. 25 Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. 26     Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: “Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré.” 27 Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. 28 Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes.’”

29 Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: ‘Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré.’ 30 Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. 31Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. 32 Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: ‘Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo  suplicaste.

33 ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?’ 34 Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. 35 Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.’”

       


COMENTARIO
 
Es necesario/obligado perdonar si queremos que Dios nos perdone
 

Ser desagradecidos con Dios no es nada poco común sino que, muchas veces, así nos manifestamos. Eso, como bien sabemos, tiene sus consecuencias.

Una manera de no agradecer, como poco y desde aquí mismo, el don de la vida y, por lo tanto, el de nuestra existencia, es faltar a lo que tantas veces repetimos pero que, en nos pocas ocasiones, olvidamos y que no es otra cosa faltar a la verdad de lo que decimos al respecto de aquella oración que Jesús enseñó a sus discípulos cuando le pidieron que les enseñara a orar (Lc 11,1) y que no es otra que el Padre Nuestro, raíz espiritual de nuestra fe.

Por eso cuando, entre otras peticiones, pedimos a Dios que nos perdone nuestras ofensas lo hacemos con conocimiento del resto de la petición “como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” y no podemos olvidar uno habiendo pedido lo otro.

La parábola a que se refiere
Jesús es una que pone como ejemplo cómo nos tenemos que comportar pero, sobre todo, como no tenemos que manifestarnos en nuestras relaciones con el prójimo.

En justa correspondencia al perdón del señor hacia el siervo que tanto dinero le debía, el mismo tenía que haber, también, perdonado. Es cierto que es una deuda económica pero el perdón también, supone, en tal caso, reparar la ofensa que le esta infringiendo quien no devuelve lo que antes le fue entregado. Perdonar tal ofensa era importante para el siervo que tanto debía a su señor y que se vio favorecido por la magnanimidad de quien podía, en efecto, haberlo puesto en prisión. Supo, así, perdonar porque era bueno.

Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano?»  - CRISMHOM

Pero aquel siervo no se comportó de igual manera sino que abusó de la confianza que había puesto en él su señor y no supo perdonar, a su vez, a quien muy poco le debía. Fue, así, desagradecido con quien a tanto debía y que tuvo, al menos en aquella ocasión, un corazón de carne.

Necesitamos, por lo tanto, perdonar para que se nos perdone lo que de mal hayamos hecho a lo largo de nuestra vida. Pero el perdón no ha de ser algo disimulado que, en todo caso, ve Dios pero, a lo mejor, no el prójimo. No. El perdón lo ha de ser, como dice Jesús, “de corazón” o, lo que es lo mismo, sin doblez ni engaño. Sólo así se entenderá el perdón como dado de verdad, con franqueza y no tratando de ocultar nada.

Perdonar para poder ser perdonados y saber, así, que correspondemos al Amor de Dios.  

PRECES

Por todos aquellos que no saben perdonar las ofensas.

Roguemos al Señor.
 
Por todos aquellos que, en todo caso, perdonan con engaño o falsedad.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a perdonar como Tú, siempre, perdonas nuestras ofensas aún a sabiendas de nuestra falta de fidelidad.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Perdonar, perdonar y perdonar. Es algo más que una repetición espiritual. 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.