3.03.25

Un amigo de Lolo- El acierto de Lolo con los títulos de sus libros

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

El acierto de Lolo con los títulos de sus libros

 

Quien, en ejercicio de un don de Dios o, en fin, procurándose él mismo tal actividad, cumple con la función social de escribir, sabe muy bien que cuando se hace eso hay algo que es esencial y que tiene todo que ver, casi siempre, con el buen resultado de la cosa. Y nos referimos al título de eso que se escribe. Y es que cierto y verdad que no siempre es fácil dar con uno que tenga que ver lo más posible con lo que, acto seguido, se va a plasmar en papel o en la pantalla de un dispositivo electrónico que, hoy día, es más abundante de lo que pudiera parecer.

Pues bien, si hablamos de Manuel Lozano Garrido, Lolo, a la sazón Beato de la Iglesia Católica, sabemos más que bien que acertó con cada uno de los títulos de los libros que dio a la luz pública para bien de muchos los que, con el paso de los años los hemos conocido.

Es cierto que alguien puede pensar que la cosa no es para tanto y que, al fin y al cabo, sólo se trata, eso, de títulos y que los mismo no van a determinar lo que viene luego. Sin embargo, pensar eso es no estar de acuerdo con la verdad de las cosas. Y eso es fácilmente demostrable con traer aquí los libros de Lolo y, claro, los títulos de estos que son, a saber:

El sillón de ruedas: perfectamente puesto el mismo pues es el primero que publicó y tiene todo que ver con, eso, aquel sillón de ruedas, desde el que veía el mundo y desde el que contemplaba el pasar de su vida. Compañero inseparable del Beato de Linares (Jaén, España) y, cosas de su existencia, el que mejor define su propia existencia.

Dios habla todos los días: ejemplo de hasta dónde alguien puede darse cuenta de que, en efecto, el Creador no está alejado de sus hijos ni de su Creación sino que cada día se manifiesta en cada corazón que quiere contemplarlo y en quien es capaz de atender a sus gemidos inefables.

Mesa redonda con Diospues al parecer para Manuel Lozano Garrido era accesible estar tan cerca del Todopoderoso con el que mantiene una conversación sostenida por las palabras del Beato a la que Dios, estamos seguros, respondió con su ternura y su aquiescencia.

Cartas con la señal de la Cruzpues, en efecto, las misivas que intercambiaba Lolo con otros enfermos muestran, en efecto, la señal de la Cruz en cada una de las personas con las que intercambia palabras.

Las golondrinas nunca saben la hora: porque “para ellas todo es ‘hoy’, ‘este momento’. Y como alusión a la muerte, esto: “Un aire las trajo, un dulce viento las llevará también algún día. No importa la fecha: será siempre ‘a su hora’, nunca antes, ni después, en aquella que está escriba en el gran catálogo celeste de las golondrinas”. Sustituyan ustedes algunas palabras y verán ahí: vida del hombre, llamada de Dios y su santa Providencia, Cielo… anhelo, cuando Dios quiera…

Pues bien, el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) supo muy bien cómo titular sus libros, como ahora podemos ver:

Bienvenido amorque son expresión, los aforismos que recoge este libro, de que, en efecto, entendía Lolo que el amor debía ser bienvenido a la vida de todo hijo de Dios y que no era posible hacer otra cosa pues proviene de Aquel que todo lo crea y mantiene.

Reportajes desde la cumbre: pues Dios, desde esa “cumbre” que es el Cielo dirige su Palabra, palabras todas que constituyen este libro, desde una altura sobrenatural a la que no llegaremos hasta que, si lo merecemos, se nos otorgue tal posibilidad.

El árbol desnudoel título podría parecernos algo extraño pues… ¿qué tiene que ver un árbol con un hombre? Pero Lolo lo sabe decir más que bien. Y es lo que hace en la página 218 de “El árbol desnudo”:

Los árboles. ¿Por qué aquella semejanza de la misión de un hombre con las raíces y la corteza?

Uno, brotaba en la vida como un esqueje que tira hacia lo alto. Luego, los años iban configurando un huevo que se atornilla hacia la tierra y sueña con las estrellas. Y da frutos que se llaman triunfos e hijos.

¿No es fruto la razón y a gloria del árbol? Él también había sentido un secreto empuje de yemas que quieren reventar.

¿La poda también para el corazón…? ¿Las criaturas a su vez y las nobles aspiraciones?

Aún renunciando al fruto, nunca era un árbol un alarde superfluo. Del tronco aserrado nacía la madera y esa bella utilidad que es el mueble y la herramienta. Y aún, en última instancia, quedaba la posibilidad de entreverar do pedazos en forma de cruz para el muro de un hogar”.

Es, además, una novela autobiográfica…

Las estrellas se ven de noche: las estrellas, para Lolo, se veían en aquel entonces (ya ciego cuando escribe este libro que, además, será publicado de forma póstuma) en muchas de las cosas que le pasaban y que daban sentido a su vida y que era lo que, de verdad, le importaba. Por eso escribe en la página 142 del libro:

Es verdad que se han escabullido muchas cosas: las oposiciones, mi colaboración, la carrera y, no digamos, la juventud, sin olvidar esta viva morada que es mi cuerpo, aprisionado por el abrazo de una hiedra impalpable. Pero la vida será siempre un camino de ilusión y esperanza, y en el de mi corazón sólo destacan hoy los árboles.”

Luego, por cierto, han venido otros libros que han sido producto del “descubrimiento” de alguno de ellos (Las siete vidas del hombre de la calle”: título genial, por cierto, al relacionar al hombre de la calle con los Sacramentos) o preparados por verdaderos amigos de Lolo (Cuentos en LA sostenido, por ejemplo, y otros más) que también han reflejado el buen sentido de aquellas personas que los han titulado. Y es que la fuente original de la cosa era Lolo y, claro, así no se puede fallar…

Podemos ver, como decimos arriba, que el título de las obras de Lolo son un verdadero tesoro en sí mismos considerados. Y es que cuando alguien, como Manuel Lozano Garrido, atrapa los gemidos inefables del Espíritu Santo y los hace fructificar en su corazón salen cosas así. Y nosotros, como tantas otras veces pasa, nos aprovechamos todo lo que podemos de ellas que para eso están puestas en el mundo gracias a Dios. Y es por eso por lo que no he querido resaltar nada de lo escrito después del título de sus libros porque, francamente, lo que uno pueda decir nada tiene de mejor que lo titulado por Lolo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (105)

Id y referid a todos lo que estás viendo; el grano germina, el pájaro vuela, el sol calienta y el hombre piensa o ama.”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

2.03.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 2 de marzo de 2025

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Lc 6, 39-45
 

29 Les añadió una parábola: ‘¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? 40 No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado, será como su maestro. 41 ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? 42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo’", no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano. 43 «Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno. 44 Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas. 45 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.”

 

COMENTARIO

Del corazón salen las obras

Todo el texto del Evangelio de San Lucas que nos reserva hoy el Calendario Litúrgico tiene que ver con ciertas actitudes que los discípulos de Cristo tenemos a veces. Y, sobre todo, con lo que aconseja el Hijo de Dios que debemos hacer a tal respecto. 

Como suele ser normal, en nuestro caso pecadores somos, no es fácil cumplir siempre con lo que debemos cumplir. Por eso caemos tantas veces en las tentaciones que el Maligno siempre a nuestro corazón. 

Así, por ejemplo, si no somos capaces de darnos cuenta de qué es lo que, espiritualmente, nos conviene, no podemos hacer como si sí lo fuéramos. En tal caso, no podemos ser guías espirituales de nadie porque es más que posible que los hagamos caer en muchos errores. Debemos, primero y pues, conocer mejor la fe que tenemos y, sobre todo, no caer en la trampa según la cual lo que creemos es lo bueno y mejor. 

Pero también suele pasar que miramos al otro por encima del hombro en este sentido. Como vemos, a lo mejor con facilidad, los pecados ajenos, hasta podemos creer que debemos llamar la atención sobre los mismos. Sin embargo, como dice el Hijo de Dios, antes deberíamos mirar en qué nos equivocamos nosotros. Y sólo entonces, a lo mejor, podemos decir a otro en qué falla.. 

A tales personas, a nosotros también, nos llama Cristo hipócritas. Y no le falta razón porque ¿a qué eso si no somos capaces de arreglar nuestro corazón primero? 

El Evangelio Comentado: Saca primero la viga de tu ojo (Lc 6, 39-42)

Es bien cierto, sobre esto, que no siempre estamos dispuestos a reconocer que pecamos y, es más, hasta negamos que sean importantes los pecados en los que caemos. Y así, como es fácil imaginar, no vamos a corregir nunca ciertas actitudes nuestras. Y Cristo quiere que lo hagamos porque nos conviene más que mucho alcanzar la vida eterna y eso sólo se puede conseguir corrigiendo, corrigiendo, corrigiendo y pidiendo perdón… 

Cada cual, sí, somos como somos. Por eso el Mesías habla de que cada árbol da el fruto que ha de dar. Y, así, el que no puede dar fruto bueno… no dará fruto bueno y el que sí pueda darlo… lo dará. 

Pudiera parecer, entonces, que la cosa no tiene remedio. Es decir, que si somos árbol malo… Sin embargo, no es así la cosa porque podemos dar fruto bueno si cambiamos el alimento con el que nos damos vida. Y si lo alimentamos de la Palabra de Dios y atendiendo lo que nos dice su Hijo… entonces es más que posible que pasemos de dar mal fruto a darlo bueno. 

Sabemos que es del corazón de donde salen las obras. Eso ya lo dijo Jesucristo cuando, en una ocasión, hubo quien le planteó que lo que entraba de fuera del cuerpo humano lo podía corromper y hacerlo pecar. Y por eso mismo debemos purificar el corazón para que, del mismo, salga lo bueno y mejor que Dios quiere de nosotros.

 

PRECES

 

Pidamos a Dios por no quieren darse cuenta de sus errores. 

Roguemos al Señor.

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren tener el corazón bueno. 

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a darnos cuenta de nuestros errores y a pedir perdón por ellos. 

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto. 

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

                                                                                                                       

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

¡Qué generoso es Cristo cuando nos habla de la viga que tenemos en el ojo cuando bien sabemos que es una fábrica entera de vigas las que nos llenan los dos!

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

24.02.25

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Es que la fe es creer sin ver

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Es que la fe es creer sin ver

Nuestra fe tiene una exigencia de silencio tuyo. El misterio es así y debe bastarnos.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

Ya sabemos lo que dijo el Hijo de Dios al respecto de aquellos que creen que su fe han de manifestarla con grandes formas como, por ejemplo, hacer ver que han ayunado o cuando quieren que se sepa que han dado limosna. Y, como podemos imaginar, tal forma de hacer las cosas no eran del gusto espiritual de Jesucristo porque, además, lo relacionado con nuestra fe cristiana no se puede corresponder con unas tales expresiones.

Como no puede ser de otra manera, el Beato Lolo (Linares, España)entiende las cosas de una forma más atinada y aquí mismo lo muestra a la perfección.

Aquí aparece una palabra que tiene mucha enjundia en materia de creencia: misterio.

Así, cuando decimos que una cosa es misteriosa suponemos que no tenemos mucha idea acerca de la misma y que no se nos alcanza su origen o cosas por el estilo. Sin embargo, cuando juntamos las palabras misterio y fe ya sabemos que las cosa no son así pues mucho tenemos que conocer, a tal respecto, de qué estamos tratando.

El misterio es así”. Nos dice Manuel Lozano Garrido.

A tal respecto, es muy buena cosa que nos diga nuestro amigo de Linares que debe bastarnos con el silencio de Dios cuando queremos darnos cuenta de qué supone para nosotros el misterio divino.

También sabemos lo que le dijo Cristo a Tomás cuando este quiso meter los dedos en sus heridas porque no creía que hubiese resucitado. Y es entonces cuando dio la mejor definición de fe que se pueda dar: fe es creer sin ver porque así se manifiesta la confianza en Quien se cree.

Tenemos, por una parte, lo que significa el misterio y, por otra, que debemos estar más que seguros del mismo aunque Dios no se manifieste, digamos, ante nosotros como si se tratase de un ser más de los que podemos ver y tocar. Y es que lo relacionado con nuestra fe cristiana, aquí católica, tiene todo que ver con ese “silencio” del que habla Lolo del Todopoderoso hacia sus hijos que no tiene nada que ver, por cierto, con que no nos tenga en cuenta sino, justamente, con todo lo contrario.

En todo caso, el misterio se desvelará del todo cuando estemos en el Cielo (Dios lo quiera porque nosotros lo queramos…) y es que, como dijo San Pablo “Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara”.

Y es que “debe bastarnos”. Y tales palabras muestran bien a las claras qué es lo que nosotros debemos creer y, en el fondo, ser.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (104)

Lo que divino se refleja en las cosas es igualmente embriagador, aunque tenga que pasar por el tamiz de lo invisible

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

23.02.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 23 de febrero de 2025

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Lc 6, 27-38

27 ‘Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, 28 bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. 29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. 30 A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. 31 Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. 32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. 33 Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! 34 Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. 35 Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos. 36 ‘Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. 37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. 38 Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá’”.

COMENTARIO

Consejos para la salvación eterna 

Si el domingo pasado, el Evangelio de San Lucas ponía sobre la mesa las Bienaventuranzas que el Hijo de Dios regaló para bien de quien quisiera escucharlo, hoy mismo abunda, por así decirlo, en lo mismo pero dando un paso más. Sin embargo, el contenido que nos reserva el Calendario Litúrgico para el día de hoy no podemos negar que nos pone el listón muy alto. Incluso, a veces, imposible de saltar según somos…

Cualquiera diría que Jesucristo quiere que hagamos lo que es imposible. Y es que, ciertamente, resulta muy difícil perdonar a quien nos considera su enemigo y trata de hacernos daño. Y, sin embargo, aunque aún no había llegado tal momento, nosotros conocemos qué le pasaría tiempo después al Mesías y cómo sería capaz de pedir perdón a Dios por los que lo estaban martirizando, testigo, como era, de la misericordia de Dios.

Aquí, pues, se nos habla de misericordia, de que seamos misericordiosos. Pero no nos pone el ejemplo, ni siquiera de Él mismo sino de Dios que es superior y supremamente (si se puede decir así) misericordioso. Es el más misericordioso de los seres que pueden serlo. Y Cristo quiere que seamos, nada más y nada menos, así de misericordiosos…

A la altura del comentario a la que hemos llegado ya suponemos que más de uno dirá que sí, que esto está muy bien pero que es más que difícil serlo con determinados seres humanos.

Pues, para eso, el Hijo de Dios nos echa una mano bien grande diciéndonos qué es lo que debemos hacer.

En primer lugar, la regla de oro: debemos tratar a los demás como queremos que los demás nos traten a nosotros.

En este caso, no cabe poner el ejemplo de aquella persona que quiere ser maltratada de la forma que sea. Tal caso ha de ser, por fuerza, uno que lo sea de enfermedad mental o algo así pero el común de los mortales quiere ser bien tratado. Pues así debemos hacer nosotros con nuestro prójimo.

De ser capaces de cumplir con esto, en verdad, nada de lo demás haría falta. Y es que ya lo dice San Agustín: “ama y haz lo que quieras”. Y nosotros decimos: ¡Pero ama, primero!

DiócesisMálaga - «Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian,  bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian»  #EvangeliodeHoy  https://www.diocesismalaga.es/pagina-de-inicio/2014058968/palabra-de-dios-evangelio-y-lecturas  ...

De todas formas, nos pone Cristo, ejemplos: poner la otra mejilla cuando seamos golpeados en una, bendecir a los que nos maldicen, que oremos por los que nos calumnian, dar a quien lo necesita (aunque aquí suponemos que quien quita la capa de otra persona es porque tiene frío y no porque quiera robar…). En fin… que todo se resume en “A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames”.

¡Uf! No podemos negar que se nos dicen cosas muy difíciles de implementar en nuestra vida o, dicho de forma más sencilla, de llevar a cabo.

Sin embargo, deberíamos fijarnos en algo que pudiera escaparse entre los consejos que nos del Mesías. Y nos referimos a qué recompensa tiene actuar así. Y es que la tiene porque Dios no deja de premiar nada que sea bueno y que deba ser premiado.

En esto, siempre recurrimos a lo siempre (valga la redundancia): el premio más alto que debemos querer alcanzar son dos palabras bien sencillas de decir pero que son la más anheladas por todo creyente: vida eterna.

Nosotros debemos dar para que Dios nos done el Cielo; debemos no condenar para no ser condenados… al Infierno y, sobre todo, debemos saber cómo medimos al prójimo (si es con el amor o con el odio, si con misericordia o con falta de ella, etc.) por así seremos medidos. No de una forma más exagerada ni nada por el estilo sino, exactamente, igual. Y es que Dios, que es bueno pero, sobre todo (y esto no dejaremos de repetirlo nunca) es justo y su justicia no se aplica basándose en caprichos del Juez (que es el Todopoderoso) sino en tener en cuenta, por decirlo así y en lenguaje moderno, la hoja de ruta que hayamos trazado a voluntad nuestra a lo largo de nuestra vida. Así de sencillo y, ¡Ay!, así de terrible según somos.

PRECES

Pidamos a Dios por aquellos no quieren perdonar.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por aquellos que no comprenden Su Voluntad. 

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a cumplir, lo mejor posible, tu santísima Palabra.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

                                                                                                                      

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Mira que querer Cristo que amemos a nuestros enemigos…

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

17.02.25

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - ¿Vivir sin Dios? Eso sí que es un sin Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amo r“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - ¿Vivir sin Dios? Eso sí que es un sin Dios

Hay cosas sin las que uno no puede vivir, como el oxígeno, el agua y el sol, pero ¿sin Dios?” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, Amor, nº 420)

No podemos negar que el Beato Lolo (Linares, España) tenía las cosas del espíritu bien definidas en su corazón. Y en apenas veinte palabras lo demuestra a la perfección.

El que esto escribe acaba de pasar por un episodio hospitalario y entiende muy bien lo que quiere decir Manuel Lozano Garrido cuando entre las cosas de las que nos son necesarias incluye el oxígeno. Y es más que cierto porque sin él (hablando a nivel ordinario pero más aún cuando acrecienta su importancia por cuestiones de salud) no podríamos vivir. Así de sencillo.

Como suele hacer siempre nuestro amigo Manuel suele poner dos planos distintos para que comprendamos bien las cosas del alma. Y aquí también lo hace.

Como podemos imaginar, no es nada extraño lo que nos dice porque, en efecto, no podemos vivir sin eso de lo que aquí habla Lolo y si podemos llegar a vivir no será por mucho tiempo.

Es cierto y verdad que lo que aquí se nos dice no será extraño para nadie porque es certera la idea según la cual no podemos vivir sin oxígeno (como antes hemos dicho), que tampoco podemos vivir si agua al menos si nos la negamos o nos la niegan durante mucho tiempo y, en fin, que tampoco podemos vivir sin sol porque si careciéramos del astro rey acabaríamos pereciendo como humanidad entera.

Todo eso es cierto y verdad pero luego el Beato Lolo apunta hacia la verdad más extrema aunque la misma no siempre sea tenida en cuenta por según qué tipo de personas…

El caso es que después de poner algunos ejemplos de lo que nos sucedería si nos falta lo que aquí nos dice pone el ejemplo que a muchos seguro que les va a sorprender. Y es que nos habla de Dios.

Se pregunta Lolo si podemos vivir sin Dios.

le="font-size: 12pt;” size="3″>Es posible que haya personas (esperamos que nadie de los que lean esto) que creen que se puede vivir sin Dios. Sin duda habrá personas de tal pensar.

De todas formas, ante la pregunta que nos hace Lolo sobre si podemos vivir sin Dios ya sabemos que debemos responder que no.

No podemos vivir sin Dios porque es nuestro Creador y le debemos todo lo que somos.

No podemos vivir sin Dios porque todo lo que existe y hay también lo creó el Todopoderoso y lo puso y pone a nuestra disposición.

No podemos vivir sin Dios porque es Quien nos sostiene y en Quien podemos refugiarnos en caso de tormenta espiritual.

No podemos vivir sin Dios porque es a Quien podemos acudir en nuestras necesidades.

No podemos vivir sin Dios porque es estar muy ciego no darse cuenta de Quién es nuestro Padre del Cielo.

Es seguro que cualquiera de las personas que lea esto podría hacer mucho más larga la relación que apenas hemos escrito arriba. Y eso, aunque sea tan solo eso, es bastante y más que bastante para darnos cuenta de que sí, de que es seguro que no podemos vivir sin oxígeno, sin agua y sin sol pero es más que seguro que sin Dios, sin duda, no podemos vivir y es, claro, un sin Dios. Al menos si queremos tener una vida verdaderamente vital y no muerta. Y Lolo, estamos seguros de eso, eso lo tenía muy claro.

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (103)

La gracia se hace también humilde en la misteriosa función y armonía de la vida infinitesimal

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

16.02.25

La Palabra del Domingo - Domingo, 16 de febrero de 2025

Resultado de imagen de SAnta BibliaLucas 6, 17. 20-26
 


“17 Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre  del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, 20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: ‘Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. 21 Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. 22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. 23 Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas. 24 ‘Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.  25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción  y llanto. 26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.’”
 


COMENTARIO

Los que sufren y los que gozan… ahora 

Estas bienaventuranzas de san Lucas son, por decirlo así, menor en número que las recogidas por san Mateo. Si embargo, en algo también son diferentes: recogen una grave crítica a según qué tipo de personas. 

En cuanto a lo que de bueno tiene que Jesús diga lo que dice de un determinado tipo de personas, basta con repasar a quién se refiere: 

-Los pobres.

-Los que tienen hambre.

-Los que lloran.

-Los que sean perseguidos por causa de Jesús. 

Los casos expresados arriba determinan que muchas personas se encontraban en tal situación. Pues las mismas, si comprendían el mensaje de Jesús, obtendrían no pocos bienes espirituales. 

Lo contrario de lo malo es, claro, lo bueno: 

-Los pobres tienen, ya, el Reino de Dios.

-Los que tienen hambre, serán saciados.

-Los que lloran, reirán.

-Los que son perseguidos tendrán una gran recompensa en el cielo.
 
Esto lo que ha de querer decir es que los más perjudicados por la sociedad en la que viven verán, al aceptar el mensaje de Cristo, muy mejorada su situación: serán otras personas, vendrán a mejor, cambiarán, se convertirán. 

Pero también hay malas noticias para determinado tipo de personas pues no todos eran tratados igual por Jesús. Los desiguales con igualdad hacia el bien y los, digamos, demasiado iguales, desigualmente en su perjuicio.

Los ricos son tratados no como suele pensarse y que es la forma según la cual Jesús podía dar la impresión de que no quería que hubiese ricos. Tal cosa no es cierta. Lo que no quería Jesús era que el dinero se utilizara en beneficio exclusivo de su propietario cuando se podían hacer buenas obras con él. Eso era lo que el Hijo de Dios no podía soportar. Por eso les dice a los ricos que hacen mal las cosas que en la Tierra ya habían tenido bastante, de lo que se deducía que en el definitivo Reino de Dios otro sería su destino (traer, aquí, a colación, en caso del rico Epulón no está mal)

También las personas que, a lo mejor, por su forma de vivir, estaban, digamos, cansados de todas las cosas porque lo habían tenido todo en la vida sin haber hecho nada a cambio y sin reconocer la perjudicial situación de otras personas… a aquellas tampoco les plantea Jesús un destino demasiado bueno: tendrán hambre. 

Sin embargo, hay algo que Jesús les dice que es, aún peor. Les pone delante la situación de sus padres: trataron muy bien a los falsos profetas de otros tiempos y los tenían como enviados de Dios porque, con seguridad, no les cantaban las cuarenta que era lo que sí hacían los profetas, no falsos, a los que con tanta contumacia mataban por, precisamente, poner las cartas sobre la mesa de la situación espiritual del pueblo elegido por Dios. 

Por lo tanto, hay que comprender el sentido exacto de las palabras de Jesús. En realidad, no criticaba porque estuviera de mal humor sino porque, al contrario, quería que caminasen por el buen camino aquellos que se habían salido de él para recorrer las sendas equivocadas del mundo. 

 
PRECES
 

Pidamos a Dios por aquellos que abandonan el camino que lleva al definitivo Reino de Dios. 

Roguemos al Señor.
 

Pidamos a Dios por aquellos que no saben encontrar a Dios en sus vidas. 

Roguemos al Señor.

  
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser bienaventurados y a no querer ser como los que, en realidad, traicionaban Tu Ley y Tu Palabra.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

   

Eleuterio Fernández Guzmán
 
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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Dios quiera que estemos en el grupo de los Bienaventurados. Pero eso sí, con el mazo dando…

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10.02.25

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – La verdad y la Verdad

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).PRESENTACIÓN


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – La verdad y la Verdad


Cada hombre se puede hacer su propia y escuálida verdad, pero sólo Dios tiene la inmensa y generosa verdad que sirve para todo.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, Amor, 15)

No podemos dejar de reconocer que Manuel Lozano Garrido, a la sazón Lolo para todos sus amigos, conocía a la perfección el cómo ser de sus hermanos porque tenía un “ojo” muy fino para nuestros comportamientos. Y aquí mismo lo vuelve a demostrar más que bien.

El caso es que nuestro amigo Lolo vuelve a hacer aquello que muy sabe hacer y es establecer dos realidades distintas y que una de ellas acabe subordinada a la otra de forma, digamos, natural.

La primera de tales realidades se refiere a nosotros, a cada uno de los que nos movemos y existimos en el mundo por la voluntad de Dios. Y no podemos negar que lo que nos atribuye el Beato de Linares (Jaén, España) es algo más que acertado: vamos a la nuestra…

Es cierto y verdad que cada uno de nosotros solemos creer que tenemos la verdad que es… la nuestra. Y es cierto que por eso es propia y, precisamente por sostenerla una simple criatura de Dios es, en fin… más que escuálida.

¿Cuántas veces no decimos eso de “según yo creo…” esto y lo otro?

No podemos negar que no es nada absurdo creer que tenemos, al menos, lo que consideramos nuestra verdad y que defenderla puede ser a veces, cuestión de honor porque somos como somos y no solemos dar nuestro brazo a torcer salvo cuando la fuerza que se nos opone es esencialmente potente y, en fin, mas que razonable.

Pero verdad, lo que se dice verdad, ¿Quién no cree que la tiene?

Pero ¡Qué razón tiene Lolo cuando dice que nuestra verdad es escuálida! y es que suele ser una nada entre otras nadas…

De todas formas lo que viene a ser la segunda realidad da la que habla Lolo es, verdaderamente, la más potente y decisiva. Y es que se refiere a Dios mismo. 

Que Dios tiene la Verdad porque es la Verdad es algo que nosotros no podemos poner en duda porque sería cuestión de ser acusados de todo lo peor de lo que pudiéramos ser acusados. Y es que el Todopoderoso tiene la Verdad que nunca falla y que siempre acierta con todo lo que diga y haga. Y por eso Manuel Lozano Garrido lo pone aquí como ejemplo de hacia dónde debemos mirar y en Quién debemos fijarnos. 

El caso es que, además, la Verdad es generosa pues siempre podemos optar a ella para no dar malos pasos. Es decir, Dios no se gasta en Verdad por mucho que nosotros nos “hagamos” con ella, por así decirlo. 

Y es cierto que Lolo hizo uso abundante de tal posibilidad. Y a su vida nos remitimos. 


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.



Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (102)

Dicen que la Creación pudo partir de una nube de hidrógeno. También el hombre viene del barro y a ver quién es el que le hace ascos a su vida y a su alma.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

9.02.25

La Palabra del Domingo – Domingo, 9 de febrero de 2025

Resultado de imagen de SAnta BibliaLucas 5, 1-11

1 Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, 2 cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. 4 Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: ‘Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.’ 5 Simón le respondió: ‘Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.’ 6 Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. 7 Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto  las dos barcas que casi se hundían. 8 Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: ‘Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.’ 9 Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. 10 Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: ‘No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.’” 11 Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.

      

COMENTARIO 

Con Cristo, mar adentro debemos ir

 

El texto del evangelista Lucas está lleno de sentido espiritual. Como no era cosa de poca importancia que el Hijo de Dios fuera llamando a los que serían sus discípulos, tampoco podía ser poco importante lo que Él dijera. 

Pescar supone, por decirlo así, atraer hacia sí a los peces.Por eso Jesús busca, entre los que serán sus discípulos, a aquellos que dedicaban al noble y esforzado trabajo de la pesca. Así, el encuentro con Pedro y los hermanos Zebedeo tiene un sentido muy especial. 

En el encuentro con el primero de ellos, Simón, juega mucha importancia la confianza que, a pesar de todo, muestra el que luego le traicionaría hasta 3 veces, muestra aquel pescador que había perdido la esperanza de obtener alguna captura. 

Jesús le dice que pescara mar adentro. Así, antes que a nadie, le propone, exactamente, qué es lo que hará el resto de su vida y que no será otra cosa que adentrarse en los procelosos mares de la vida para ser pescador de hombres y atraer, hacia Cristo, a los hijos de Dios. 

Y Simón muestra que Jesús ya era importante para él porque confía en su palabra y, así, hecha las redes. Obtuvo una gran pesca que es el premio que, aquellos que ponen su confianza en Dios, obtienen como fruto. 

El Evangelio Comentado: Homilía del Domingo V del Tiempo Ordinario - Pesca  milagrosa y llamamiento de primeros apóstoles (Lc 5,1-11)

Pero no sólo reconoce su confianza en Jesús sino que, además, se sabe pecador ante el Maestro porque también él había necesitado una prueba del poder que, al parecer, ya le reconocía. Por eso le dice que se aleje porque no se sentía digno de estar en la presencia del Cristo. 

Pero aún no había terminado, Jesús, su especial “pesca”. Era, él mismo, el primer pescador de hombres y así cumplía la misión para la que había venido. Se acercó, así, donde estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, a la sazón, compañeros de trabajo de Simón-Cefas-Pedro. 

Sin duda, la confianza que mostrara Pedro se repite en el caso de los hermanos porque, sin dudarlo un instante, lo dejaron todo (familia incluida) y acto seguido, le siguieron.  Hicieron lo que tantas veces dijera Jesús y que no era otra cosa que dejar su antigua vida para tener una vida nueva, un corazón nuevo. 

 

PRECES

 

Pidamos a Dios por aquellos que dudan de la divinidad de Cristo. 

Roguemos al Señor.

 

Pidamos a Dios por aquellos que prefieren esconderse para no ser pescadores de hombres. 

Roguemos al Señor.  

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a comprender el mensaje certero de Cristo que, desde su corazón, llega al nuestro.

  

Gracias, Señor, por poder transmitir esto

 

  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

  

Eleuterio Fernández Guzmán

                                                                                                                       

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Es seguro que reconocer que somos pecadores es un buen paso para nuestra salvación.

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

3.02.25

Amigo de Lolo - Frases que bien valen la pena – Cristo está en todo pero no es todo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Cristo está en todo pero no es todo


Ver a Cristo en la voz que levanta dolores de cabeza o en la presencia que crispa los nervios, reclama una valiosa operación de fe, pero también hay que creer muy firme para delinear en unos miembros escarnecidos el resto exacto de un Dios.” (Beato Lolo, de su libro El sillón de ruedas)

Manuel Lozano Garrido hace sabe muy bien  al referirse a dos realidades en un mismo pensamiento. Y es algo que hace muchas y más que veces. Y eso es lo que hace en el texto que hoy hemos traído y que ha salido de su libro El sillón de ruedas título que, por cierto, le venía muy bien al Beato de Linares (Provincia de Jaén, España) porque muchos años vivió literalmente sobre uno de tales sillones…

Nosotros hemos dado el título que hemos dado al artículo de hoy porque quizá hay algo que no se entiende o, a lo mejor, no lo entienden algunos creyentes católicos (los que no lo sean, con franqueza lo decimos, no nos importan tanto) Y es que sí, Dios todo lo creó y Cristo, siendo Dios hecho hombre, también tubo que ver con la Creación y, por decirlo así, Dios está en todo y Cristo está en todo. Sin embargo, eso no quiere decir que ni Dios sea todo ni Cristo sea todo pues resulta mas que evidente (para algunos no lo es tanto) que Jesucristo fue y es Jesucristo y que Dios es y siempre será Dios pero son la Primera y Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Eso son, pero no más (ni menos) 

El caso es que conviene aclarar esto para que nadie se lleve a engaño

Pero, como arriba decimos, aquí Lolo se refiere a dos realidades que no es que sean imposibles de cohonestar (perdón por el palabro) sino que una lleva a la otra si las sabemos entender o, al menos, si tratamos de entenderlas. 

Nos plantea el linarense universal que la fe se las ve tiesas cuando se habla de dos cosas que son, por un lado, expresión de nosotros mismos y, por otro, expresión de la figura de Cristo, Jesucristo, Mesías y Salvador nuestro. 

Pues bien, es fácil entender que para darnos cuenta de que Cristo está en quien pueda darnos cierto malestar o que también está en quien puede llegar a crisparnos los nervios o, por decirlo de otra forma, a sacarnos de nuestras casillas (ambas cosas nos pone en un lugar terrible si bien lo miramos) hay que tener una fe bien arraigada en nuestro corazón. Es decir, que para no mandar a esparragar a quien nos cause dolores de cabeza y nos ponga algo nerviosos hace falta darnos cuenta de que en tales personas también está Cristo…

Sostener eso, que en tales personas está Cristo, ha de querer decir (de inmediato) que no podemos arremeter contra ellas porque, en efecto, nuestro hermano venido a salvarnos, también se encuentra allí mismo. Y no podemos negar que debemos tener una fe muy fuerte y bien arraigada en nuestro corazón como para no proceder como quisiéramos proceder que no es, precisamente, una manera muy santa de proceder con tales personas.

Pero es que lo “otro” es también muy importante. 

¿Y qué es lo otro? 

Lo otro es, nada más y nada menos, no perder la perspectiva de darse cuenta de que Quien está escarnecido en una Cruz no es un hombre cualquiera sino el Único Hijo de Dios engendrado y no creado. Y es que puede no resultar fácil apreciar que sí, que allí mismo, que Aquel que está cubierto de heridas y de sangre no es Otro que Quien bien poco tiempo antes fue recibido en Jerusalén con tintes de gozo y alegría. Sí, es Cristo mismo quien está clavado en dos maderos que los que no sabían lo que hacían habían unido con aviesas razones

En realidad, nuestra fe ha de ser fuerte para no caer en la tentación de escarnecer al prójimo cuando el cuerpo nos pide hacerlo y, luego, para ver en el Crucificado al mismo Dios hecho hombre que, no olvidemos, estaba a punto de vencer a la muerte y, de paso, abrirnos las puertas del Cielo. ¿Verdad, Lolo, que eso es así y que no es poca cosa?

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.



Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (101)

La belleza es tan infinita en Dios que, desbordando su obra visible, se desparrama por lo que, como el campo atómico y el celular, permanecen todavía casi intangibles a la huella del hombre.”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (Con nuevos artículos sobre Lolo)

 

2.02.25

La Palabra del domingo - 2 de febrero de 2025

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Lc 2, 22-40

“Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación de ellos, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley:

‘Todo varón primogénito será consagrado al Señor’. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.

Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:

‘Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel’.

Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de Él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre:

‘Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos’.

Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años.

No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él.’”


COMENTARIO

Una manifestación bien celebrada

En este texto del Evangelio de San Lucas hay mucho a tener en cuenta porque, como dice este Evangelista en el principio de su Evangelio, se había informado para poder escribir bien todo lo que debía escribir. Y aquí también se nota que eso lo hizo bien. Y es que se trata de otra manifestación del Hijo de Dios (sumada a la de su propio nacimiento o a la de la presencia de aquellos Magos venidos de muy lejos o la que vendrá cuando sea bautizado en Jordán en un tiempo muy lejano al de ahora…)

Los padres de Jesucristo no eran, precisamente, de los que no cumplían las leyes (ya empezaron yendo a Belén en su momento oportuno y en aquellas duras circunstancias…). Y una de ellas decía que el primogénito debía ser presentado en el Templo, algo así, como para ofrecérselo a Dios. Luego, pagando lo que debían pagar “rescataban” para su familia a quien habían presentado. Y esto debe ser así pues no hubiera sigo manejable por nadie que todo primogénito nacido en Israel, al ofrecerlo en el Templo tuviese que quedarse allí…

Pues bien, José y María hacen lo que deben hacer en el tiempo que debían hacerlo. Lo que pasa es que se van a encontrar con una sorpresa grande con aquellos dos ancianos, Simeón y Ana, que andaban por aquel lugar desde hacía mucho tiempo sirviendo, a su forma, a Dios en su Templo. 

ALGUNAS CONSIDERACIONES DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR EN EL TEMPLO – 2 -  Santiago de Cangas

Lo que dicen aquellos dos ancianos tiene todo que ver con una clara inspiración del Espíritu Santo. Es más, aquí mismo se dice que en Simeón estaba el Espíritu Santo. Y eso no es un dato baladí o de poca importancia porque supone, exactamente es lo que supone, que al ver a aquel Niño casi recién nacido, supo de inmediato que la misión de su vida se había cumplido en aquel momento. Y tal es así que le pide a Dios que ya puede llevárselo pues ha visto al Mesías y al Salvador lo cual, por supuesto, sólo lo ha podido saber por un “soplo” que le ha dado el Defensor. 

Y luego Ana. Aquella mujer, también anciana, dice algo parecido de Jesucristo. Y es que también sabía ante Quien se encontraba. 

De todas formas, Simeón dice algo muy importante que es lo que luego, con el tiempo, va a pasar (Seguramente estaba dotado del don de profecía). Y es que aquel Niño será una persona muy importante en Israel y que hará lo que tenga que hacer cuando llegue el momento. Pero a su Madre, a la joven que tenía ante sus ojos, le espera una espada que le atravesará el corazón que será, como bien sabemos, al ver la muerte de Cristo en la Cruz. 

Algo, de todas formas, también es importante. Y es lo que nos dice Lucas al final de esta parte de su Evangelio. Y es que aquel Niño, quien bien sabemos su origen y su destino, fue creciendo en sabiduría y la gracia de Dios, “estaba sobre él". Y es que no podía ser de otra forma al ser Dios hecho hombre.

PRECES

Pidamos al Señor por todos aquellos que no aceptan al Hijo de  Dios en sus vidas

Roguemos al Señor. 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren la presencia de Cristo en el mundo y en sus vidas

Roguemos al Señor. 

ORACIÓN 

Padre Dios; ayúdanos a escuchar las palabras de tu Hijo.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén. 

 
Eleuterio Fernández Guzmán                                                                                                                 

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Aquella fue una Presentación con todas las de la Ley… de Dios.

…………………………….

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.