5.08.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Granos que mueren para dar vida

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena – Granos que mueren para dar vida

 

“El sufrimiento es la simiente de todas las cosechas. Si muere un grano habrá espiga y, si se enraíza una cepa, también cantarán alguna vez los vendimiadores.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

  

En un momento del Evangelio de San Juan (12, 24) se dice que “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.” Y es más que seguro que el Beato de Linares (Jaén, España) se inspiró en eso dicho en las Sagradas Escrituras por parte del Hijo de Dios para escribir lo que aquí traemos hoy. 

El caso es que nuestro amigo quiere establecer una relación directa entre tal expresión bíblica y lo que es el sufrimiento que tan bien conocía Manuel Lozano Garrido. 

Nos dice Lolo algo que podría parecer exagerado. Y es que quiere que entendamos que el sufrimiento no es sólo sufrimiento sino que, yendo más allá del mismo, puede tener consecuencias que son, al contrario de su ser, de buen provecho, al menos, espiritual… Y, según nos dice a continuación, vemos que no exagera para nada el linarense universal

Debemos tener en cuenta lo que nos dice y a lo que en otras ocasiones ya hemos hecho referencia: la utilización del condicional “si”. Y es que el mismo supone que, ciertamente, puede ser que pase lo que ansía que pase Lolo o que no… Y es no cuando nosotros no queremos que pase o, lo que es lo mismo, que no queremos que muera el grano y que enraíce la cepa… Entonces, no hay consecuencias, digamos, positivas, en nosotros porque nosotros mismos lo hemos escogido… 

De todas formas, debemos ponernos en lo mejor pues, de otra forma, de poco nos va a servir esto que dice aquí Lolo. 

El sufrimiento puede morir si lo ofrecemos por santas intenciones que es seguro sean bien vistas por el corazón de Dios Creador. Muere en el sentido de transformado en lo que ansiamos sea benéfico para otras olmas. Así devendrá en espiga cargada de frutos. 

Digamos, como todo el mundo sabe, que la espiga muestra un desarrollo del grano que ha muerto que es, en dimensiones, mucho mayor que éste. Y por eso mismo cuando nosotros ofrecemos nuestro sufrimiento por las intenciones dichas arriba, también crecerá nuestra alma… 

Y también pone Lolo el ejemplo de la cepa que es un más que bíblico. Y en tal caso, viene a pasar lo mismo que nos dice del grano aunque, sin embargo, haga alguna que otra diferencia. 

Decimos que hay diferencia porque aquí nos habla Manuel Lozano Garrido de que la cepa ha de “enraizar”. Y es que cuando las raíces se aprietan junto a la tierra es cuando la cepa coge la fuerza suficiente como para echar para adelante y dar el fruto que ha de dar. Y algo así pasa cuando el sufrimiento arraiga en nuestro corazón pero lo hace no de forma malsana sino que, desde el mismo, irradia la alegría que supone saber que puede sobrenaturalizarse y ser, en tal sentido, fuente de gozo aunque eso pueda llegar a parecer imposible según el espíritu que guía nuestro corazón. 

Pero todo esto, como decimos arriba, sólo puede llegar a producirse si es nuestra voluntad la que hace que eso sea posible pues, de otra manera, ni el grano se hará espiga ni la cepa dará su fruto… 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy: 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante. 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (77)

 

“Ser y sentirse hijos de Dios. ¿es algo que viene a sobrepasar las ilusiones más apasionadas?”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

4.08.24

La Palabra del Domingo – Domingo, 4 de agosto de 2024

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Jn 6, 24-35

 

“24 Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. 25 Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: ‘Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?’ 26 Jesús les respondió: ‘En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. 27 Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello’.

28 Ellos le dijeron: ‘¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?’ 29 Jesús les respondió: ‘La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado’. 30 Ellos entonces le dijeron: ‘¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer’. 32 Jesús les respondió: ‘En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; 33 porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo’. 34 Entonces le dijeron: ‘Señor, danos siempre de ese pan’. 35 Les dijo Jesús: ‘Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.’”

 

COMENTARIO

 

Buscar a Cristo y entenderlo

 

Es bien cierto que muchos buscaban a Jesús. También es cierto que no siempre lo buscaban por espirituales razones.

El Hijo de Dios los tenía bien calados. Y queremos decir con esto que conocía, humanamente hablando, a los que iban detrás de Él o tras Él. Y no siempre era bueno el resultado de tal conocimiento.

Cuando aquello del milagro de la multiplicación de los panes y de los peces a muchos se les debió alterar más el estómago que el corazón. Y es que si aquel Maestro hacía eso…  ¡Sería bueno ir tras Él!

Pero Jesucristo entiende las cosas espirituales como deben ser entendidas. Y no se equivoca con ellas porque conocer más que bien la voluntad de su Padre Dios Todopoderoso.

La atención la pone Cristo sobre lo que importa y no es, precisamente, lo que es perecedero.

La vida eterna, aquella que dura para siempre no es, por eso mismo, perecedera. No. Nunca termina. Y es la que se debe buscar. Y lo otro, lo que pasa y muere no tiene tanta importancia como le daban aquellos otros nosotros y, ahora mismo, nosotros mismos.

Debemos trabajar y obrar para el alimento que nunca muere.

La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado -  InfoVaticana

La pista sobre qué es tal alimento nos lo da el mismo Hijo de Dios. Ni quería entonces ni quiere ahora que hagamos excesivas elucubraciones teológicas. No. Lo dice todo bien claro: el alimento que no perece lo da el Hijo del hombre. Es decir, Él mismo.

Sobre esto puede haber duda alguna. No hay nadie, ni ha habido antes de la llegada del Mesías, ningún otro ser humano que lleve, sobre sí, el sello de Dios ni nadie, por tanto, que pueda ser capaz de hacer lo que en su día hizo su Hijo. Por eso era tan importante escuchar lo que decía y, luego, ponerlo por obra.

Aquellos querían saber más. A lo mejor, seguramente, no habían acabado de entender aquello del alimento que nunca muere, etc. Y preguntan.

Creemos que, con franqueza, ellos querían saber para hacer según les decía aquel Maestro al que muchos querían de verdad. 

Lo que debían hacer era sencillo: creer en el Hijo del hombre, en Aquel que les estaba hablando.

Ellos, sin embargo, aún no acaban de creer. Son duros de corazón.

Seguramente todos los presentes sabían lo del maná que, como alimento y ante el ruego del pueblo elegido por Dios, salvó la vida a los que no acababan de confiar en Aquel que les había sacado de muy malos momentos.

Aquel maná, sin embargo, no era cosa de Moisés. Es decir, no fue el profeta quien les procuró el alimento. No. Fue Dios mismo el que, ante la situación por la que pasaba su pueblo, envió la salvación en forma de alimento.

Ellos, sin embargo, atribuían a quien los llevó por el desierto aquel milagroso hecho que tantas vidas salvó.

Pero Jesucristo sabe que no todo es como pueda aparentar ser. Y ellos, quiere comer del pan que les anuncia porque, según entienden, es que les va a traer la salvación. Sin embargo, no acaban de comprender del todo lo que les dice el Hijo de Dios.

El Mesías no dice nada que no se pueda entender: Él es el pan bajado del Cielo. Por eso, deben acudir a Él y aceptarlo como el Hijo de Dios enviado por el Creador al mundo para que el mundo se salve.

No tener nunca hambre y no tener nunca sed. Y es que una promesa como esa sólo la puede hacer quien sabe que puede cumplirla.

  

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que dudan acerca del Pan bajado del Cielo.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no saben ver la salvación que hay en Cristo.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; gracias por haber enviado a tu Hijo para que fuera el pan bajado del Cielo.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto. 

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

El mayor provecho espiritual del creyente es entender a Cristo.

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

29.07.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – La doble raíz de las lágrimas

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

 

 

Frases que bien valen la pena – La doble raíz de las lágrimas

 

“Trae de nuevo aquí, hermano, tus lágrimas y tampoco escondas el dolor. Si eres hombre y te arden los ojos, no los ocultes avergonzado, porque las lágrimas, cuando son leales y abiertas, cicatrizan y curan, como dicen los médicos o purifican y salvan, como viene a garantizar la Cruz.” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

 

Lo diremos otra vez. Este texto, propio del libro de Lolo “Reportajes desde la cumbre” es un, a modo, de palabras dichas por Dios a su descendencia. Y es que así se pueden entender a Quién hay que llevar las lágrimas. 

Habla el Beato de Linares (Provincia de Jaén, España) de lágrimas. Y eso nos hace pensar en muchas cosas que las pueden producir pero que, resumiendo, la cosa se divide entre las causadas por problemas físicos y las causadas por causas espirituales. 

Nos dice Manuel Lozano Garrido algo que es muy importante. No debemos esconder el dolor porque eso, precisamente eso, puede ser también fuente de otras lágrimas. No. 

El caso es que Lolo escribe con un lenguaje que hoy no sería admitido por la completa necedad que circula por el mundo. Y es que dice nuestro amigo, o se refiere, a “si eres hombre”. Y aquí no podemos entender que se refiera a la categoría de ser humano sino a la del sexo masculino del que se predica (o predicaba) que “no lloraba”. Pero, como decimos, a nosotros nos importa un bledo las consideraciones que se hagan hoy día sobre eso porque lo que, de verdad, es de vital importancia, es lo que luego sigue. Y, de todas formas, bien podemos entender que también se puede aplicar esto la mujer… 

Pues bien, como las lágrimas existen, han existido y existirán mientras existan, hayan existido y existirán las causas que las originen, lo que aquí nos dice nuestro Padre eterno es que las mismas tienen una doble raíz y que, por tanto, también tienen una doble solución. Y vemos, por tanto, que no son inútiles como podría pensarse en un principio. 

Para empezar, debemos tener en cuenta que las lágrimas pueden ser, sencillamente, falsas o fingidas. En tal caso, como nos dice el linarense universal, ni cicatrizan ni curan. Y, al contrario, al ser leales y abiertas producen un efecto sanador. Y eso puede comprobarlo cualquiera en muchos momentos de su vida. 

Por otro lado, sabemos que hay un componente espiritual a no desdeñar cuando las lágrimas llegan a nuestra vida. Y podemos decir que no es poca cosa lo que eso supone. 

Para esto pone Lolo el ejemplo inmejorable e incomparable de la Cruz. Y es que la misma (teniendo en cuenta Quién estuvo en ella hasta su muerte) no es la simple conjunción de dos maderos sino que, por causa de Cristo, va mucho más allá su significado y su sentido. 

La Cruz o, mejor, a partir de ella, se produce la purificación de la humanidad (la sangre de Cristo es su causa) y ello conlleva la salvación de todo aquel que crea que el Emmanuel es el Emmanuel enviado por Dios, precisamente y no por casualidad, para que muchos se salven. 

Pues bien, las citadas lágrimas, cuando son “leales y abiertas” no sólo vienen muy bien para cicatrizar y curar el origen de las mismas sino que, a más a más, purifican nuestra alma y la salvan. 

En realidad, bien podemos muchas veces dar las gracias a Dios por tener que verter, desde nuestros pecadores ojos, las tan benditas lágrimas. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy: 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (76)

 

“La ternura de la mirada de Dios cuando más se nota es haciendo por buscarla con las rodillas sobre los guijarros y en hora de orfandad.”

 

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

28.07.24

La Palabra del Domingo - Domingo, 28 de julio de 2024

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Jn 6, 1-15

1 Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, 2 y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. 3 Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. 4 Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. 5 Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: ‘¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?’ 6 Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. 7 Felipe le contestó: ‘Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco.’ 8 Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: 9 ‘Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?’

10 Dijo Jesús: ‘Haced que se recueste la gente.’ Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número o de unos 5.000. 11 Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. 12 Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: ‘Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda.’ 13 Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. 14 Al ver la gente la señal que había realizado, decía: ‘Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.’ 15 Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.”

 

COMENTARIO

Panes y peces

No debemos olvidar que los discípulos más allegados a Jesús, aquellos que eran considerados sus apóstoles, estaban muy cerca de Él. Cualquiera podría pensar que, por eso mismo, lo conocían perfectamente y que nada de lo que hacía se les despintaba nada de nada.

Pues no. La cosa no iba por ahí. Aquellos que tan cerca estaban del Hijo de Dios no daba la impresión de conocerlo demasiado. Sí, habían presenciado sus milagros, habían escuchado su santa Palabra, de Dios y, también, habían acabado cansados de andar por los caminos y se habrían dicho si es que aquel hombre nunca iba a dejar de predicar.

El caso es que se les presenta una situación que, como diría Jesús, sólo con oración puede salirse de ella con buen pie.

Nos dice san Juan que mucha gente iba tras Jesús. Literalmente. Aquí no se trata de nada metafórico como diciendo algo así como “Jesús tiene muchos seguidores” sino que, físicamente, iban tras Él. Tengamos en cuenta lo que serían cinco mil hombres (más las mujeres y niños que, seguramente, serían más) Y llega un momento que tienen que comer.

Ahora mismo, en el siglo XXI en el que estamos sería un problema muy serio dar alimento, siquiera una vez, a tantas personas. Entonces, en aquellos primeros decenios del primer siglo de nuestra era la cosa es, sencillamente, imposible. Vamos, que humanamente nada podían hacer. Y eso bien que lo sabían los apóstoles. Por eso Felipe argumenta que hace falta mucho dinero para poder dar, siquiera, un trozo de pan. Y es que podemos imaginar las hogazas de tal alimento que habrían hecho falta para que comiesen, como dice el texto, “hasta que quisieron” o, lo que es lo mismo, hasta hartarse.

Multiplicación de los panes y los peces - Wikipedia, la enciclopedia libre

Digamos, por eso, que los apóstoles (aquel, en concreto) pensaban como hombres pero no se habían dado cuenta, al parecer, de Quién tenían a su lado, Quién era su Maestro. Y eso que no era la primera situación por la que pasaban que pudiera parecer irresoluble.

Pero Jesús tenía un as escondido en el corazón. Es decir, tenía a Quien acudir en aquella situación y la pregunta que había hecho a Felipe era, ¡pobre apóstol!, para probarlo. Y perdió la prueba, por supuesto.

Al menos tenían hierba para sentarse o, mejor, para recostarse (forma propia de comer en aquellas tierras palestinas) Comida, eso sí, no tenían casi nada. Tan sólo se le presentan cinco panes y dos peces. Y eso parecía poco… para el hombre pero no para Dios.

Jesús pide a su Padre que obre el milagro. Es decir no dice algo así como “¡hala, porque lo digo yo,  pan y peces para todos!”. Y es que sabe que aquel será un momento muy bueno para que el poder y la gloria de Dios se manifiesten. Y bien que se manifestó.

A este respecto, resulta extraño que, hoy día, haya teólogos que sostengan que aquello no fue un hecho extraordinario sino que, simplemente, se trató de una llamada de Jesús a la “solidaridad” entre personas y, de repente, todos se pusieron a repartir lo que tenían. Eso se dice para sostener que aquel hecho, y otros, no eran verdaderos prodigios extraordinarios debidos al poder de Dios sino, en todo caso, algo puramente metafórico y creativo de los escritores bíblicos.

Esto, por supuesto, cae por su propio peso porque resulta del todo absurdo que tantas personas llevaran tanta comida encima que, además de comer hasta que quisieron más de 10.000 personas (por lo menos) sobraran 12 canastos de comida. ¡Vamos, cualquiera diría que con ellos iban carros y carros de comida!

En fin… las cosas hablan por sí solas de lo que aquello fue en realidad: manifestación de la voluntad divina de socorrer a quien sigue a Cristo porque cree su Maestro.

En realidad, estos panes y estos peces son ejemplo de lo que el creyente en Dios Todopoderoso cree que puede hacer su Padre. Basta la confianza en la intervención divina y la verdadera fe para que se obre lo que se llama milagro pero que, sencillamente, no es más (ni menos) que expresión de lo que el Padre quiere para sus hijos.

 

PRECES

Por todos aquellos que no aceptan la intercesión de Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no confían en el poder de Dios.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a aceptar tu bondad.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Saciarse de Cristo es una buena medida espiritual.

…………………………….
Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

22.07.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Rastros y huellas de Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual. 

 

Frases que bien valen la pena – Rastros y huellas de Dios

 

“A Dios, como a los planetas, los virus y los átomos, no se le ve, pero hay que irle acusando por los rastros que deja y el modo como actúa.” (Beato Lolo, de su libro Las estrellas de ven de noche)

 

Hay quien cree que sólo puede tener por bueno y existente aquello que ve. Así, el expediente de la existencia de Dios lo resuelve con total rapidez y velocidad: no existe… y ya estaría dicho todo. 

Sin embargo, bien sabemos que las cosas no son tan sencillas ni tan necias porque, en materia de fe y, sobre todo, de la existencia de Dios, hay que ir un poco más allá de lo que vemos o, incluso, sentimos. Vamos, un poco más allá de nuestras narices… 

Por ejemplo, Las personas que no creen en Dios e, incluso, las que creen pero tienen del Creador una visión alejada y muy distante de sus vidas, no tienen la impresión de que Quién los mira, ama y perdona y puede manifestarse de alguna forma en sus vidas.

Así, cuando el Amor de Dios lo entendemos como el actuar efectivo de quien no vemos puede llegar a parecernos que, en definitiva, poco importa lo que pueda hacer o decir Aquel que no vemos, tocamos o, simplemente, podemos sentir.

Actuar de tal manera de permanecer ciego ante lo que nos pasa y no posibilitar que Dios pueda ser, en efecto, alguien que en diversos momentos de nuestra vida, pueda hacer acto de presencia de muchas maneras posibles es lo que no creía el Beato de Linares (Jaén, España)

En diversas ocasiones, por tanto, se producen inspiraciones del Espíritu Santo en nuestro corazón que muestran la presencia de Dios de forma firme y efectiva. Las mismas son, precisamente, “Huellas de Dios” en nuestras vidas porque, en realidad, nosotros somos su semejanza y, como tal, deberíamos encontrar a nuestro Creador, sencillamente, en todas partes.

No es algo dado a personas muy cualificadas en lo espiritual sino posibilidad abierta a cada uno de nosotros. Por eso no podemos hacer como si Dios estuviera en su reino mirando a su descendencia sin hacer nada porque cada día, a nuestro alrededor y, más cerca aún, en nosotros mismos, se manifiesta y hace efectiva su paternidad.

Las huellas de Dios son, por eso mismo, formas y maneras de hacer cumplir, en nosotros, la voluntad de Creador que, así, nos conforma para que seamos semejanza suya y, en efecto, lo seamos porque, como ya dejó escrito San Juan, en su primera Epístola (3, 1) es bien cierto que, a pesar de los intentos de evadirse de la filiación divina, no podemos preterirla y, como mucho, miramos para otro lado porque no es de nuestro egoísta gusto cumplir lo que Dios quiere que cumplamos. 

El caso es que debemos entender exactamente qué quiere decir Lolo con eso de que “no se le ve”. Y es que, evidentemente, a los planetas, virus y átomos no se les ve, digamos, a simple vista sino que hay que hacer uso de instrumentos con los cuales sí se les ve y en tiempos de Manuel Lozano Garrido eso ya era posible. 

¿Entonces? 

Nosotros creemos que, haciendo un símil con tales realidades físicas, Lolo nos quiere decir que a Dios tampoco se le ve a simple vista. Sin embargo, hay otras formas de “verlo” que van más allá de las que pueden proporcionar la técnica más actualizada. 

Sin embargo, el Creador no ceja en su voluntad de llamarnos y sus huellas brillan en nuestro corazón siendo, en él, la siembra que más fruto produce.

De todas formas, ya sabemos eso que se dice de que “ver es creer”. Pero eso lo puede decir quien, en realidad, no es creyente porque quien lo es como Lolo lo era sabe muy bien y más que bien que la fe es creer sin ver. O, si no, que se lo digan a Tomás…

Y si con lo dicho no es suficiente lo dicho en cuento a lo hecho por el Todopoderoso en nuestras vidas… ahí tenemos su modo de actuar. Y es cierto y verdad que, de tenerlo en cuenta y no estar ciego para ver las cosas como son… entonces, en tal caso, bien que podemos darnos cuenta de que Dios está y permanece a nuestro lado. Y eso Lolo lo tenía más que claro. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (75)

 

“No hay ni un cabello nuestro que no tenga encima el temblor de una caricia de Padre”

……………………………

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

21.07.24

La Palabra del Domingo – 21 de julio de 2024

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Mc 6,30-34

“30 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. 31 Él, entonces, les dice: ‘Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco.’ Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. 32 Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. 33 Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. 34 Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.”

 

COMENTARIO 

Estar como oveja sin pastor 

Podemos imaginar que, en un mundo donde el pastoreo era una actividad muy importante, que el Hijo de Dios haga uso de determinadas palabras, era cuestión principal y que sostenía su predicación.

Lo que pasa en este texto bíblico es síntoma de necesitar mucho más que alguien a quien escuchar. Muchos buscaban porque, en realidad, no habían encontrado a quien pudiera iluminar sus caminos.

También es más que cierto que el pueblo judío se sentía oveja de un Pastor grande que era Dios. Y a él debían seguirlo. Y eso es lo que quieren hacer bastantes con aquel hombre que enseñaba con autoridad y que muchos conocían, ya, en su casa de Nazaret.

Muchos de ellos, por tanto, no encontraban el camino para llegar al definitivo Reino de Dios. Y seguían a Jesucristo porque veían, en aquel hombre sabio, a un verdadero Mesías, al Mesías. Y eso, como bien sabemos, no le venía nada bien a Quien todo lo iba a dar por sus hermanos y, sobre todo, por los más pobres y necesitados.

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También es fácil imaginar que aquel mundo, aquellas tierras de oriente, no eran, en territorio, demasiado extensas. Todos se conocían y no es nada extraño que supiera dónde podía estar Cristo e, incluso, dónde se podía dirigir cuando quería estar a solas con sus Apóstoles para ensañarles. Pero había muchos otros que querían aprender y no podían dejar la oportunidad de escuchar al hijo de María y del carpintero José.

¡Qué dedicación no tendría Cristo que, como se nos dice aquí, no tenía tiempo ni para comer! Y es más que seguro que no hacían remilgos cuando alguien le pedía alguna merced o veía que se necesitaban sus manos y su corazón.

Al parecer no había forma. Y es que fueran donde fueran siempre había gente esperando al Hijo de Dios. Seguramente serían de los más sencillos de entre los del pueblo elegido, aunque no podemos descartar que también estuvieran allí gentes notables y de importancia no pequeña.

Dice el Hijo de Dios que creían que aquellos que allí estaban parecían como ovejas sin pastor. Y eso era más que importante.

Jesucristo conocía y reconocía la situación por la que muchos de aquellos que querían escucharlo no era buena. Muchos eran de los sencillos, de los que lloraban, de los que querían justicia o, en fin, de aquellos a los que se dirigía con un amor más que importante aquel Maestro bueno.

Ellos eran como ovejas, pero no tenían quien las dirigiese. Y querían que fuese Jesucristo quien las condujese a su redil y, también, quien les enseñara a orar y a buscar mejor camino para llegar a Dios. 

Ante aquella situación… ¿qué hacer?

Más de uno de aquellos Apóstoles debió pensar que tampoco iban a descansar en aquella ocasión. ¡Y ellos eran hombres como otros que también necesitaban el reposo! Pero aquel Maestro parecía que nunca se cansaba y no dejaba de enseñar. En realidad, era para lo que había venido al mundo. Y lo cumplía de forma más que eficaz. 

 

PRECES 

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren seguir a Cristo.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que están perdidos en el mundo.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a querer siempre a tu Hijo.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Querer buscar a Cristo es, en cierto sentido, haberlo encontrado.

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Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

15.07.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – No nos damos cuenta de que la felicidad está en Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

 

 

Frases que bien valen la pena – No nos damos cuenta de que la felicidad está en Dios

 

“Si tu ardor se llama deseo de felicidad, no te recortes a ras de tierra. En mi plenitud está el manantial, ¡si hasta saciaros ya aquí es mi justicia!” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

Es verdad que todo hijo de Dios (más aún si es consciente de que lo es) tiene un anhelo y ansia de felicidad. Es decir, no ha de ser posible encontrar a quien no quiera ser feliz a no ser que haya un gran desorden en su vida… 

Hoy también traemos a esta casa un texto del libro de Manuel Lozano Garrido de título “Reportajes desde la cumbre”  y como otras veces hemos dicho, es algo así como que Lolo pone en su libro palabras dichas por Dios Padre que nos escribe desde su cumbre, el Cielo mismo. 

Aquí tratan, sus palabras, precisamente de la felicidad. Y Dios tiene más que claro (es así como debería pensar nuestro amigo Manuel) que la felicidad, sí, seguramente es cosa nuestra pero que debemos hacer algo más o, por decirlo pronto, mirar hacia otro lado e ir más allá de nosotros mismos… 

Aquí, de todas formas, hay tres palabras que tienen mucho que ver con el tema que quiere introducir Lolo y son, a saber, ardor, recortar y saciar. 

Por “ardor” podemos entender el ansia y el anhelo de la felicidad. Y sobre esto bien nos dice Lolo que la palabra siguiente, a saber, “recortar” (“recortes”, dice Dios, en primer persona por ser un Dios personal) tiene mucho que ver con lo que, en realidad, ansiamos o anhelamos o, mejor, con la formad de ansiar o anhelar. Y aquí entre en liza Quien nos ha creado y mantiene. 

Dios mismo nos dice que si lo que queremos es ser felices no debemos atenernos a lo que de horizontal hay en nuestra vida. Es decir, que no debemos ir a “ras de tierra” que es lo mismo que decirnos que no debemos tener en cuenta solamente lo que a nosotros corresponde y, en todo caso, lo que pueda corresponder al prójimo. 

En realidad, como decimos “horizontal” queremos decir, como es lógico entender, que es lo que nosotros vemos o hacemos en nuestra propia vida y, es decir, sin mirar hacia arriba o, mejor, sin tener una visión vertical de nuestras cosas pero, sobre todo, de las del alma. 

Que Dios nos diga que no debemos quedarnos en nosotros mismos, en tal “a ras de tierra” quiere decir que lo tenemos ahí, siempre, y que podemos (debemos, en todo caso) dirigirnos a Quien a tenido a bien crearnos y amarnos. 

Recordamos ahora aquel salmo que habla de la cierva que busca el agua para su subsistencia (Salmo 42, 2) Pues Dios es el manantial al que debemos acogernos, al que debemos acudir, para saciar la sed que seguramente tenemos y para, por tanto, alcanzar la ansiada y anhelada felicidad. 

Lolo tenía muy claro a qué atenerse en tales cuestiones espirituales pues, al fin y al cabo, ser feliz va más allá de tener tales o cuales bienes y es en Dios en Quien debemos hacer residir la felicidad en la seguridad de que, entonces, no será tan pasajera como es la que se cimenta en nuestro mismo ser y nuestras mismas apetencias. 

Tal es la necesidad que debemos tener de abocarnos a Dios para alcanzar la felicidad que, incluso aquí mismo nos dice el Creador (o Lolo pone en su boca) que en el Cielo saciar a las almas que allí están es la justicia de Quien todo ha hecho y mantiene. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación



Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (74)

 

“Nuestro Dios es un padre con fiebre de amor. Que es la más hermosa calentura.”

 

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

14.07.24

La Palabra del Domingo - 14 de julio de 2024

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Mc 6, 7-13

 

 

“7 Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. 8 Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; 9 sino: ‘Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.’ 10 Y les dijo: ‘Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. 11 Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.’ 12 Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; 13 expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.”

      

 

COMENTARIO

 

Para cumplir una santa misión enviados

 

No puede decirse que Jesús no se preocupase por lo que había venido a llevar a cabo en el mundo. Sabía que su labor debía ser continuada por aquellos que había elegido como sus discípulos más cercanos, sus apóstoles. 

Los envía de dos en dos. Y lo hace no de una forma cualquiera sino que les otorga un poder grande. Ellos podrán tener preeminencia sobre los espíritus inmundos, sobre los demonios que, por orden del Maligno, dominan a muchas personas y las hacen ir por el camino de la perdición. Por eso, al final de este texto del evangelio de san Marcos nos dice su autor que “expulsaban muchos demonios” porque tan tipo de exorcismo era muy necesario para limpiar el alma de muchos sometidos. 

Pero Jesús, al enviarlos, les de unas instrucciones que tienen mucho que ver con lo que supone ser discípulo suyo. Así, a saber: 

-Les impone una pobreza material porque sabe que Dios, su Padre, siempre proveerá para los trabajadores de su mies. La confianza, pues, de Cristo, en la santa Providencia del Creador es absoluta. Y es que resulta curioso que sólo les permita lleva un bastón porque les ha de servir de apoyo en su caminar. Todo lo demás será proporcionado por el Todopoderoso. 

ELLOS, SALIERON A PREDICAR LA CONVERSIÓN

-Ofrecer la fe. Cuando Jesús los envía no les dice, por ejemplo, “debéis obligar a que crean y se conviertan”. Tal proceder está muy lejos de lo que es la bondad y la misericordia de Dios. No. Lo que ellos deben hacer es, simplemente, ofrecer la Buena Noticia, poner sobre la mesa de aquellos corazones que los reciben, que el Reino de Dios ha llegado al mundo, que es Jesucristo y que, por tanto, les conviene muy mucho seguirlo, convertir el corazón y seguir al Maestro. 

Pudiera parecer que Jesús establece una especie de castigo para aquellos que no acepten a sus enviados. No es así la cosa porque lo único que les dice Jesús es que dejen en evidencia su falta de fe. Y es que es a Dios a quien le corresponde juzgar la falta de vista espiritual que tendrán aquellos que no quieran acoger, entre ellos, a los enviados de su Hijo. 

El caso es que aquellos apóstoles, aquellos Doce no parece que se opongan a lo que les dice el Maestro. Ni dicen que no a tal mandato ni, tampoco, a las especiales y específicas condiciones que les impone Jesús. Tal es la confianza que tienen en el Mesías que, ni cortos ni perezosos se lanzan a los caminos del mundo conocido y cercano para predicar que lo que tanto había estado esperando el pueblo elegido por Dios había llegado a hacerse efectivo: había sido enviado el Hijo para que el mundo se salvase. Es más, cumplen a rajatabla todas las indicaciones que les ha dado Jesús antes de partir. Por eso consiguen convertir a muchos y curar a los que estaban necesitados de curación. 

Y es que la confianza, la fe, tiene tal tipo de poder.

 

PRECES 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren ser apóstoles de Cristo en el mundo de hoy.

Roguemos al Señor.

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no aceptan el mensaje de Cristo. 

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

 

Padre Dios; ayúdanos a aceptar aquello que tu Hijo nos dice a lo largo de nuestra vida.

 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

  Eleuterio Fernández Guzmán

  

   

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

 

Hoy día, también nosotros somos enviados al mundo para que el mundo conozca la Buena Noticia. No se puede esconder debajo de ningún celemín de conveniencia.

 

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

8.07.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Materia y espíritu; vida y eternidad

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

 

 

Frases que bien valen la pena –Materia y espíritu; vida y eternidad

 

El corazón dice: ‘Vivo, vivo, vivo’. Y el alma le responde: ‘Yo también, pero en mí es para siempre” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor ( 144)

 

Las personas que tienen del mundo una visión puramente terrestre y se pegan cuanto pueden a esta vida de peregrinación hacia el definitivo reino de Dios aplican a sus vidas un criterio basado, esencialmente, en lo que se puede tocar y ver, mantener como propio o sentir como ajeno y, en general, en todo aquello que es materia y es demostrable como puro ejemplo de pragmatismo. Y Lolo era totalmente contrario en su pensar y hacer a todo eso.

Hay, como sabemos, algo que es mucho más importante y que Jesús supo definir a la perfección cuando dijo algo que recoge el evangelista san Mateo y que muestra y demuestra qué es lo que debe ser importante para nosotros. Dijo en una ocasión que no deberíamos amontonar tesoros en esta tierra porque aquí la polilla y la herrumbre todo lo corroen.

¿Dónde, pues, tenemos que acumular nuestros espirituales tesoros y a qué debemos atender?, ¿Dónde acumuló Manuel Lozano Garrido?

En realidad, de ser tan sencillo todo resulta que no es tan fácil de llevar a cabo a no ser que se tenga un espíritu como el del Beato Lolo (Linares, Jaén, España) Por eso aquel joven rico se fue de la presencia de Jesús muy triste cuando le dijo el Maestro que debía dar todo a los pobres y, entonces, seguirlo. Prefirió la acumulación de riqueza en este mundo pero no atesorar para el que tiene que venir. No supo ni entendió, en definitiva, la Verdad y con tal ausencia espiritual siguió una vida de opulencia material pero de no comprensión de lo que de verdad le interesaba comprender.

Decíamos que nos preguntamos qué es más importante para la vida que queremos y que no es la que ahora tenemos. No es que no sea importante pero no podemos olvidar que estamos hechos para volver al Padre y que, por eso mismo, debemos mesurar muy bien cuáles son nuestros (aunque sean egoístas, santo egoísmo es éste) intereses particulares y tener muy claro, como lo tuvo nuestro amigo Lolo, lo que es importante.

No está, nuestro querer (no debería estar) en lo mundano ni en lo que nos atrae hacia abajo y no nos deja escapar hacia la relación vertical que debemos mantener con Dios. Muy al contrario es la verdad.

Debemos, ante todo, no perder de vista el espíritu que nos mora en el corazón (muy bien lo dijo esto san Pablo cuando escribió acerca del posible olvido en el que caemos de que somos su templo) y que es quien nos lleva por el mundo tratando de que no seamos torpes en nuestra relación al prójimo (como no lo fue Lolo) y en nuestros ordinarios haceres y decires. Todo lo que tenemos de bueno lo tenemos por el espíritu y todo lo que tenemos de malo lo alcanzamos por nuestro proceder alejado del mismo. Así son las cosas. Y esto es así porque Dios es misericordioso y bueno y nos permite el ejercicio de la libertad, donación suya, a la cual respondemos ora obrando bien ora obrando mal y como no debemos obrar.

Somos, como sabemos, materia y espíritu, y en nosotros debería prevalecer lo que tenemos de espiritual que debería, así, regir lo material o el comportarse, ser y estar. No son compartimentos estancos de nuestra existencia sino que la relación de una con otro es tan esencial que de romperse la misma a favor de lo material nuestra perdición eterna está casi asegurada pues salvo la voluntad de Dios (que puede lo imposible) de nuestra parte habríamos apostado por lo que se apolilla y no por lo que se amontona en el cielo. Allí, en la vida eterna, no hay ladrones que roben lo bueno que tenemos con propuestas que nos alejan de Dios por bien de alcanzar un deleite mundano, temporal y mortal. Por eso debemos mantener un espíritu limpio y lleno del amor del Creador. Y por eso, exactamente por eso, la eternidad se alcanza con haber sabido escoger entre materia y espíritu y con reconocer que la vida eterna es para siempre, siempre, siempre.

El caso es que el alma también como bien nos dice aquí Lolo. Pero, en efecto, es para siempre, siempre, siempre, como diría Santa Teresa de Jesús.

Así de sencilla es la cosa pero, a la vez, así de difícil de comprender según somos lo cual, como es obvio, no le sucedió a Manuel Lozano Garrido.

  

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (73)

 

“La rosa y el jilguero son dos garantías de la amplia ternura del Padre”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

7.07.24

La Palabra del Domingo -Domingo, 7 de julio de 2024

Resultado de imagen de SAnta BibliaMc 6, 1-6

“1 Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. 2 Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: ‘¿De dónde le viene esto? y ¿Qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus  manos? 3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Jose, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?’ Y se escandalizaban a causa de él. 4  Jesús les dijo: ‘Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio.’ 5 Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó pudiéndoles las manos. 6 Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.”

COMENTARIO

Escuchar  y comprender a Cristo

Suponemos, porque lo hemos leído y porque, lógicamente, sería así, que Jesús iría muchas veces a Galilea. Es decir, en el tiempo en el que estuvo anunciando la Buena Noticia no es de extrañar que quisiera ir a su tierra para decir que el Reino de Dios había llegado. Y qué significaba eso. 

El texto de este Evangelio nos dice, precisamente, que “salió de allí y vino a su patria”. No sabemos de dónde salió exactamente. En el capítulo 5 de su Evangelio, san Marcos escribe acerca de la curación de la hija de Jairo. Podemos entender, pues, que salió de la Decápodos y fue a Galilea. 

Cuando llegó allí Jesús esperaba que sus vecinos, aquellos con los que había vivido y convivido, aceptaran de buen grado lo que estaba a punto de decirles. Jesús creía que viendo a quien había estado con ellos durante, al menos, treinta años, prestarían atención a lo que les iba a decir. Además, es más que seguro que ya tuvieran noticia de lo que su antiguo vecino hacía y decía. 

Y Jesús acude a la sinagoga. Lo hace siguiendo la santa costumbre judía de ir al templo a escuchar. Y, también, a enseñar. En el lugar santo las personas especialmente preparadas explicaban las Sagradas Escrituras. Y eso es lo que hace Jesús muchas veces. También en su pueblo. 

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Imaginamos que, teniendo el texto sagrado ante sus ojos, Jesús explicaba según el conocimiento total que tiene del mismo, de la Verdad en su realidad y, en fin, de todo lo que el Hijo de Dios atesoraba en su corazón. 

Nos dice san Marcos que cuando le escuchaban se quedaban maravillados. Es decir, que gozaban escuchándole y que sus palabras tocaban sus corazones. 

Pero no todos los presentes eran del mismo pensamiento. Aquel “¿De Belén puede salir algo bueno?” cuando se dijo de dónde sería el Mesías toma ahora forma con las dudas de algunos de los que han conocido a Jesús en su tiempo de vida en Nazaret en la casa de José y María. 

¿Es posible que un carpintero pueda decir lo que dice? 

Resulta curioso que se hicieran aquella pregunta. Podían haberse dado cuenta de que si un carpintero decía tales palabras era porque estaba tocado por Dios y porque hablaba bajo inspiración divina. Si no podían creer que fuera el Hijo de Dios… al menos podían haber caído en el hecho de que Alguien le inspiraba lo que decía. A más no podían llegar según parece. 

Pero Jesús, que conoce sus corazones, sabe la verdad de todo aquello. Sabía que el pueblo judío tenía la mala costumbre de no escuchar a muchos de los que Dios les había enviado. Incluso les había matado… 

De todas formas, no por eso iba a dejar Jesús de cumplir la misión para la que había sido enviado: enseña en la sinagoga para quien quiera escucharlo, entenderlo y seguirlo (propone, pues, pero no impone) y cura a los enfermos que le llevan o conoce. Eso sí lo hace. 

Y luego… nos dice san Marcos que continuó recorriendo los pueblos del contorno. Y es que el Hijo de Dios no iba a venirse abajo porque sus propios vecinos, algunos de ellos, no comprendieran lo que estaba diciendo o, mejor, no quisieran comprender.

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren escuchar a Jesús.

Roguemos al Señor.

Pidamos a Dios por todos aquellos que no confían en la sabiduría de Cristo.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a escucharte, a comprenderte y a seguirte.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Saber Quién es el Enviado de Dios; creer en Él… así de sencillo

 

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.