22.07.23

La Palabra para el domingo – 23 de julio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 23 de julio de 2023 sino sábado, 22. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

  

Mt 13, 24-43

“Otra parábola les propuso, diciendo: ‘El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle: ‘Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?’ Él les contestó: ‘Algún enemigo ha hecho esto.’ Dícenle los siervos: ‘¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?’ Díceles: ‘No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero.’ ‘Otra parábola les propuso: ‘El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.’

Les dijo otra parábola: ‘El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.’ Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: ‘Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. ‘Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: ‘Explícanos la parábola de la cizaña del campo.’ El respondió: ‘El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.”

 

COMENTARIO

Cómo es el Reino de Dios

Jesús habla en parábolas porque es la mejor forma de que le entiendan aquellos que le escuchan. Además, sirve para hacerles ver qué era, exactamente, lo que quiere que entiendan.

Es cierto que Dios planta, siempre, buena semilla en el corazón de sus hijos. Sin embargo, en muchas ocasiones hay personas que se encargan de emponzoñar el mismo con ideas que se alejan de la voluntad de Dios. Plantan, así, la cizaña que, en caso de fructificar, puede dañar, mucho, la cosecha del Creador.

Resulta importante, por tanto, desdeñar aquello que pueda ser cizaña y quedarnos con lo bueno que Dios entiende benéfico para nosotros. Lo demás, como bien se dice en el texto de San Mateo, será quemado cuando Dios quiera.

Es, por eso mismo, este texto en parábolas uno que lo es escatológico. Jesús les dice qué pasará cuando vengan sus ángeles a separar lo bueno de lo malo. Sirve, por eso mismo, para prevenir y saber a qué carta quedarnos en asuntos espirituales y no caer, así, en lo que no debemos caer. Los justos brillarán y los injustos irán, ya sabemos, al infierno.

La parábola de la semilla de mostaza - Primeros15

Pero el Reino de Dios, Dios mismo, es como una semilla muy pequeña y como una pequeña cantidad de levadura. Ambas realidades, en principio, pueden valer poca cosa pero, con el uso adecuado y con el tiempo, llegan, en un caso, a ser un arbusto de grandes dimensiones o, en el caso de la levadura, a dar consistencia a la masa, pongamos, de pan.

Jesús viene a decirnos que Dios, en el corazón del hombre, puede ser poca cosa si el hijo del Creador no lo tiene en cuenta. Sin embargo, si hay aceptación, por parte del creyente, de la voluntad de Dios y sigue sus mandatos, su presencia irá creciendo hasta hacer que su semejanza lo tenga como el más importante de su vida y Quien le guía. Así es el Amor de Dios que, poco a poco, va transformando a su descendencia si es que la misma se deja transformar.

A todo esto, los discípulos de Cristo querían saber, querían conocer, exactamente, lo que les había dicho el Maestro. No actuaron de forma pasiva sino que, al contrario, tuvieron interés en conocer y, así, en formarse en la doctrina de Jesucristo.

PRECES

Por todos aquellos que no quieren escuchar a Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no tienen esperanza en el más allá de este mundo y en la vida eterna.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener nuestro corazón siempre dispuesto a que crezca tu Amor y, así, conducir nuestra vida. 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Nos resultará más que conveniente no ser nunca cizaña.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

17.07.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena- Acercarse a Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena - Acercarse a Dios

   

“Dios se hace fuente de conocimiento a todo hombre que se encarama. Lo que de verdad importa es que la fuerza del corazón no deja de alimentar la nave de la plegaria, devorar y devorar distancias, aproximar a Dios todo eso que engloba nuestro nombre.” (Beato Lolo, de su libro Mesa redonda con Dios)

  

Es posible que por alguna clase de deformación espiritual creamos que Dios Todopoderoso, que nos ha creado y mantiene, puede hacer que lo escojamos. En realidad, nada de eso es posible pues nos da libertad para tomarlo por Padre y confesar diariamente que somos sus hijos con una confesión de fe perfecta. 

Pues bien, el Beato Lolo, al respecto del acercamiento de Dios a nosotros lo dice con toda claridad: debemos encaramarnos o, lo que es lo mismo, hacer todo lo posible para que acercarse al Creador sea, ciertamente, cosa nuestra… porque lo es. Y que no habla Manuel Lozano Garrido de algo así como que Dios nos coge y, hala, allí que nos tiene. No, nosotros debemos poner por nuestra parte y, es más, eso sólo vale si ponemos todo lo que debemos poner de nosotros mismos.

Podemos decir, para empezar, que el Beato de Linares (Jaén, España) quiere que comprendamos que Dios será fuente de conocimiento nuestro si queremos que lo sea. Y ya. 

En el corazón. 

Sabemos que en ese músculo del cuerpo humano que nos da la vida y nos procura la existencia, también reside el templo del Espíritu Santo. Y sí, tal sentido de la cosa lo es espiritual pero no quiere decir, sino todo lo contrario, que de ahí salga sólo sangre. No. Bien sabemos que del corazón salen las obras… 

Que tal cosa es así lo dice muy bien aquí Lolo.

 En efecto, es desde el corazón desde nos acercamos a Dios. Y lo hacemos a través de la oración, de la plegaria, con todo lo que eso supone para nosotros que, como seres que debemos ser fieles al Todopoderoso hemos de utilizar abundantemente un instrumento espiritual tan importante como es orar, pedir, dar gracias y, en suma, ser hijos que no quieren alejarse de su Padre por muy maduros que se crean… 

Todo esto no es algo que se consiga de un día para otro sino que, con perseverancia, debemos ir avanzando hacia Dios aunque sepamos que bien lo tenemos dentro de nosotros, que está en nosotros pues eso pasa con Su Espíritu que habita, como dicho arriba, en nuestro corazón como en un templo. 

Debemos, por tanto, saber que es cuestión de permanecer en esa voluntad de querer estar cerca de Dios y, así, “devorar y devorar distancias” como nos dice Lolo. Y es que, además, deberíamos saber ya que la tal distancia será tanto más extensa cuanto más alejados estemos de Quien nos ha creado y mantiene. 

Sabemos que Manuel Lozano Garrido, Lolo, tenía muy en cuenta esto que nos dice aquí y que, por lo tanto, hacía uso de un corazón, el suyo, muy pegado a Dios y, por eso mismo, fuente de lo mejor que pueda emerger al mundo para teñirlo de color esperanza y de color Cielo puro y limpio.  

De todas formas, bien sabemos que acercarse a Dios tiene como objetivo primordial tenerlo muy bien como Padre y, por tanto, no hacer como si lo que nos dice o dijo (ahí están las Sagradas Escrituras y la Tradición) no tenga demasiada importancia para nosotros cuando, en realidad, es todo lo contrario.

Lolo, como bien sabemos, es un ejemplo más que perfecto de haber comprendido esto que él mismo nos dice. 

  

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (26)

 

“¡Qué risa la de Dios, viéndose juzgando en nuestros pensamientos con toga, atestados y alguacilillos, cuando sus manos tiemblan de misericordia, al considerar nuestra debilidad! ”

…………………………… 

Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

15.07.23

La Palabra para el Domingo - 16 de julio de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 16 de julio de 2023 sino sábado, 15. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

Mt 13, 1-23.

 

“13 Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. 14 En ellos se cumple la profecía de Isaías: = Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis. = 15 = Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane. = 16 ‘¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! 17 Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron. 18 «Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. 19 Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino. 20 El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría; 21 pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumba enseguida. 22 El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto. 23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta.’”

 

 

COMENTARIO

Sembrar y dar fruto

 

Cuando Dios siembra en nuestro corazón su Palabra y, así, una forma nueva de ser, lo que trata es de que aceptemos tanto una como otra y vengamos a ser nuevos hijos sometidos a su voluntad que tenemos como santa y buena. 

En qué situación nos encontramos, en cuanto tierra donde pueda caer la semilla del Amor de Dios es, en mucha manera, cuenta de cada uno de nosotros. Podremos ser tierra fértil donde se produzca un tanto por cien muy elevado de lo sembrado o, al contrario, tierra seca donde no arraigue ni el Amor de Dios ni lo que significa creer en el Creador. 

A nosotros, los discípulos de Cristo, nos es dada la comprensión de las parábolas. Lo dice Jesús. Sin embargo, a veces hacemos como si no nos enterásemos de nada porque no nos conviene lo que nos dice. Somos, así, espacio poco fértil y, en nosotros, la Palabra de Dios y lo que significa la misma, no producirá fruto alguno. 

Pues bien, aquellos que eran considerados sus discípulos más “aventajados” (vivían con Él y siempre lo acompañaban) pudiera parecer que conocían todos los secretos de su predicación. Sin embargo, no distaban mucho de los demás en no conocer lo que quería decir el Maestro. 

Resulta curioso que ellos le preguntaran a Jesús las razones de enseñar con parábolas como si ellos lo comprendiesen todo. Sin embargo, Jesús sabe perfectamente que también ellos necesitan mayor explicación y, por eso mismo, les explica esta parábola del sembrador que, como es de esperar en el mensaje de Cristo, tiene más significados de los que, a primera vista, pudiera parecer. 

VIDEO: La Parábola del Sembrador: ¿cómo lograr que la palabra de Dios entre  en nuestro corazón? - Chateando con Dios - COPE

Jesús lo explica, ya no en parábola sino enseñando a sus apóstoles, el significado de lo que acababa de decir al resto de la gente. Y lo que dice es un aviso a navegantes que estén muy seguros de su fe. 

Así, el corazón del creyente puede ser como uno de los tipos de tierra en las que cae la semilla de la Palabra de Dios, entre ellas: alguna de ellas, algunos corazones, no soportarán mucho la tal semilla y, enseguida, se alejarán del Creador; otros serán capaces de aceptar, en un principio, lo que dice Jesús pero enseguida se perderán para el Reino de Dios al ser atraídos por el mundo. Y así hasta la tierra que, verdaderamente, recibe la semilla de la Palabra de Dios y la semilla santa con fruto y será aceptada con gozo. Y tales corazones son los que Dios quiere para sí. 

Así, escuchar la Palabra de Dios y comprenderla es el objeto fundamento fundamental de la vida del creyente en el Todopoderoso.

 

PRECES

 

Por todos aquellos que no quieren que la Palabra de Dios arraigue en sus corazones.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no son tierra buena donde se pueda sembrar la santa doctrina del Todopoderoso.

Roguemos al Señor.

 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser tierra buena, corazón abierto, a tu Palabra.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Debemos ser semillas que den buen fruto. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

10.07.23

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena: saber lo que vale la muerte de Jesucristo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo. 

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Frases que bien valen la pena: Saber lo que vale la muerte de Jesucristo

  

“En la Semana Santa hay que llorar, porque es una pena que Cristo haya tenido que pasar eso por nosotros, pero, sobre todo, hay que reír y cantar, porque menudo cielo nos abre el Calvario en apenas unas horas.” (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días)

  

Cuando contemplamos los misterios de la Semana de Pasión es cierto y verdad que no es poca la tristeza que, anidando en nuestro corazón, se manifiesta. Y no siendo mentira tal tristeza si es que somos unos cristianos de a pie (como suele decirse) es lo menos que podemos sentir aunque, es cierto, tal verbo a lo mejor no es el más apropiado. 

El caso es el que el Beato de Linares (Jaén, España) tiene más que claro lo que debemos tener en cuenta en la Semana Santa que sí, es cierto, que hace ya unos meses que ha pasado pero lo que no ha pasado, ni pasará nunca, son los efectos que tuvo la primera de la historia que se cumplió, justamente, con la muerte y resurrección del Hijo de Dios. 

Es cierto que lo que nos dice aquí Manuel Lozano Garrido pudiera hacer que más de uno se rascase la cabeza como pensando si es que puede darse a la vez la tristeza y la alegría o el gozo. Pero, para eso, para dar explicación a tan magnífico misterio, tenemos a nuestro amigo de Linares que se lo sabe a la perfección. 

Hay que llorar. ¡Sí! Por muchos siglos que hayan pasado desde que el Hijo de Dios fuese zaherido inmerecidamente, juzgado ilegítimamente y, en fin, condenado a muerte de forma inicua, no podemos negar que hace falta llorar. Y decimos hace falta porque, en efecto, es que hace falta que manifestemos que aquella situación terrible por la que pasó Jesucristo que no sólo era, y es, nuestro hermano, sino que además era, y es, Dios hecho hombre, es para hacernos llorar y llorar mucho. Y ahí queda eso. 

No se equivoca Lolo cuando nos dice que aquello lo pasó el Mesías por nosotros. Y, en realidad, podríamos añadir que lo pasó “por nuestra culpa” (por la de aquellos otros nosotros que entonces vivían, por los que hasta entonces habían vivido pecando y por los que vivirán desde ahora en adelante en pecado…) Y es que, en verdad, murió Cristo con el peso de nuestros pecados en su corazón. Y ya podemos imaginar lo que eso podía pesar… 

Pero no podemos venirnos abajo como abajo se vinieron aquellos sus discípulos más allegados, los Apóstoles, que viendo lo que había pasado se escondieron por miedo a los judíos. Y eso nos hace pensar que ellos ya no se consideraban judíos sino cristianos aunque tal denominación seguramente aún tardaría tiempo en dársele a los seguidores de Jesucristo. Pero ellos, por así decirlo, sabían que eran “otra cosa” y que era casi obligatorio tener pavor de lo que podían hacer con ellos si lo que habían hecho con su Señor era matarlo a sangre fría y mentira sobre mentira… 

No. No debemos venirnos abajo. Y eso es lo que nos dice Lolo cuando, reconociendo que debemos llorar, nos dice que lo bien cierto es que también debemos reír y cantar. 

¿? 

¿Reír y cantar por aquello? 

Bueno, reír y cantar por aquello no sino por lo que resultó de aquello. 

El caso es que la muerte y resurrección de Cristo, además de haber estado ya prevista, por así decirlo, a través del tiempo y en el corazón del Padre Todopoderoso (ahí está el Antiguo Testamento para atestiguarlo) y cumplida como dijo Jesucristo a los discípulos de Emaús que se volvían a su casa decepcionados después del primer Viernes Santo de la historia, tuvo mucho de bueno y mejor. 

Aquí nos lo dice muy bien Lolo. Y es claro, como siempre lo es cuando escribe. Y es que en pocas horas (no fueron muchas desde la muerte a la resurrección del Hijo de Dios) pasamos de tener las puertas del Cielo cerradas a tenerlas abiertas. 

Eso ha de querer decir que no es que el Cielo no existiera antes de la resurrección de Cristo sino que sus puertas, ahí estaba pero no podía ser contemplado antes de la llegada del Mesías al mundo, no podían ser atravesadas. Y es que, para eso, debía cumplirse lo escrito y el Enviado de Dios debía morir y luego de resucitar subir al Padre Eterno para abrir de par las puertas del Cielo. 

Espiritualmente, podríamos decir, para el pueblo judío, el más allá era otra cosa pero no podían tener la concepción que los discípulos de Cristo podían tener después de haberlo escuchado, de haberlo creído y de haber confirmado todo lo escuchado y creído cuando se les apareció el domingo atravesando las puertas y las paredes del lugar donde se escondían. Y entonces creyeron, seguro, muy de veras. 

El Calvario, por tanto, fue malo en sí mismo por lo que suponía de tortura y muerte de nuestro hermano Jesucristo. Pero fue, sin duda, el instrumento espiritual sobre el cual se cimentó la salvación de la humanidad que crea en Jesucristo como Dios y como hombre. De la otra, no, salvo Voluntad de Dios… faltaría más.

  

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

  

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor“ (25)

  

“Secretos de la Ciencia, secretos de la vida, secretos de los hombres: noticias frescas en el diario luminoso de la mente de Dios”.

……………………………

 Para leer Fe y Obras.

 Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

8.07.23

La Palabra para el Domingo - 9 de julio de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 9 de julio de 2023 sino sábado, 8. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


 
 Mt 11, 25-30



 “25 En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: ‘Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque  has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. 26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. 27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie  sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28 ‘Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.  29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; = y hallaréis descanso para vuestras almas. = 30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera’”.


 
COMENTARIO

Humildad y mansedumbre según Cristo

En el evangelio de San Lucas recoge parte del evangelio de San Mateo. Y dice esto que sigue (Lc 10, 21-22): 



“En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo, y dijo: ‘Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. ’Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.’”

Así, mientras que San Lucas recoge estas palabras de Cristo cuando han regresado los 72 discípulos que envió a predicar (Lc 10, 1) el evangelio de San Mateo que corresponde para el día de hoy no establece tal relación, digamos, temporal, sino que trátase de un texto a modo de “en otra ocasión dijo”. 

Bueno. El caso es que las palabras de Jesús tienen importancia en un doble sentido: la revelación de Dios al hombre y, por otro lado, el comportamiento que pide el Hijo del Creador a todo discípulo suyo. Y todo, además, tiene una relación directa. 

Tenemos por bueno y verdad que Jesús había venido al mundo a tener muy en cuenta, de parte de Dios, a los que peor andaban por el mundo. Nos referimos a los pobres, a los desfavorecidos, a los enfermos o, en fin, a todo aquel que sintiese una gran carga sobre su vida y existencia diarias. 

También tenemos por bueno y verdad que Jesús había “desenmascarado” a los que se consideraban sabios y entendidos en la Ley de Dios pero que, ciertamente, habían tergiversado el sentido preciso de la norma divina. A ellos el Creador no podía referirles nada al respecto de su voluntad en tal expresión de la misma pues creían saberlo todo. 

Sin embargo, había muchas personas, no por casualidad las menos consideradas socialmente (los enfermos, pobres, etc. citados arriba) que tenían el corazón abierto y preparado para aceptar a Cristo como el Enviado de Dios y a aceptar, con franqueza, aquello que les quería decir de parte de su Padre, el Padre. 

Miércoles 13 de diciembre - manso y humilde de corazón - Regnum Christi


A tales personas se dirigía, muy especialmente,  Jesús. No es que a los “sabios” no se dirigiese sino que era más que seguro (como, de hecho, pasaba) que pusieran en entredicho todo lo que decía y hacía. Tenía, pues, unos destinatarios bien definidos de su predicación y de la entrega de la Palabra de Dios. 

Pues bien, aquellas personas agobiadas por sus propias circunstancias personales (socialmente marginadas o poco tenidas en cuenta) debían seguir el ejemplo de Cristo. Es más, debían tomar el propio yugo del Hijo de Dios y cargar con él. 

El caso es que eso pudiera parecer mucha cosa para tales personas. Sin embargo, sabe Jesús, como bien recoge este evangelio, que su carga es ligera. Lo es porque Él la lleva y acompaña y auxilia, a todo aquel que se avenga a cargar con ella. 

Y todo eso había que hacerlo con la concurrencia de dos virtudes no siempre habituales: la mansedumbre y la humildad. La primera de ellas para testimonias que se está a la voluntad de Dios aunque la vida sea dura o, precisamente, por eso mismo; la segunda reconociendo que no se es nada ante Dios y que somos como el “humus”, como la tierra de la que el Creador tomó (algo ya existente) para crear al ser llamado hombre y a la especie llamada humana. 

Ser humilde y manso. Eso es lo que propone Jesús a quien quiera seguirlo. Pero no lo hace dejando a su suerte a quien eso acepte y haga sino que le promete acompañamiento y consuelo, unión de manos y de almas.

  
PRECES

Por todos aquellos que no quieren aceptar el yugo de Cristo.

Roguemos al Señor.

 
Por todos aquellos que no se quieren dejar acompañar por el Hijo de Dios.

Roguemos al Señor.
 

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a aceptar el yugo de Cristo y a llevarlo, siempre, con nosotros.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Ser humildes y mansos… ¡qué gran demanda de Cristo!


Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

3.07.23

Un amigo de Lolo – Es Lolo un espejo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).Presentación 


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

  

Es Lolo un espejo

  

Su cristal es puro, 

limpio como una mañana de luz, 

alejado de oscuridades, lleno de dicha.

  

Su cristal refleja lo bueno, 

lo mejor que fue y que es, allí,

en el Cielo.

  

Su cristal sirve de alivio,

anida en nosotros, el corazón

de dicha llena.

  

Su cristal transmite parrafillos 

de alegría, sílabas gozosas

y nítidas.

  

Su cristal viene perfecto 

de la acción creadora de Dios,

sencillo, pues, verdadero entonces.

  

Su cristal mira, así, 

al infinito, y más allá,

hacia nosotros.

  

Su cristal no es frágil

a fuerza de tesón, de perseverancia

hecho y conformado.

  

Su cristal transparenta la fe,

hace cierta la esperanza,

viste de caridad el alma.

  

Su cristal no está muerto

sino vivo y presente,

aquí, ahora, y mañana viene.

  

Su cristal es roca sólida

construida sobre cimientos

de verdad.

  

Su cristal es suave caricia

que nace de sus palabras.

  

Su cristal forma el espejo

donde podemos mirarnos

sin temor a equivocarnos.

 

Su cristal es luz

porque es luz su corazón,

faro que guía

hacia Dios.

  

Su cristal forma el espejo

donde situar nuestra vida

y mirar la suya entera

para imitar su criterio,

su soportar los más males,

su sobrenadar a raudales.

  

Su cristal forma el espejo

que en Lolo da su vida,

imagen de quien lo sufre

y sabe subir arriba.

 

Su cristal forma el espejo

para que sepamos que siempre,

en lo terrible o en lo triste,

que siempre, pues, que sepamos,

tenemos en Lolo a un hermano,

un corazón completo

y, si queremos, ahí dispuesto.

  

Su cristal forma un espejo,

y ahí está Lolo, sonriendo.

  

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

 

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

 

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (24)

 

“Lo que todavía en el tiempo no he aprendido de mí mismo, se lo sabe Dios muy bien de memoria”

 ……………………………

 Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

1.07.23

La Palabra para el Domingo - 2 de julio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 2 de julio de 2023 sino sábado, 1. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


Mt 10, 37-42



“37 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a  mí, no es digno de mí. 38

39 El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. 40 ‘Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. 41 ‘Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. 42 ‘Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa.’”

   
COMENTARIO

Las cosas claras para que nadie se lleve a engaño

Con franqueza decimos que este texto del Evangelio de San Mateo parece la reunión de sentencias espirituales dichas por el Hijo de Dios. Eso no le quita valor al mismo sino, seguramente, se lo porque, por decirlo pronto, es un claro mensaje dado por Jesucristo a sus discípulos. 

Digamos, para empezar, que lo que dice Jesucristo aquí es más que duro. Al menos, las primeras palabras podrían llevar a más de uno a dejar de seguirlo o a no empezar a seguirlo. Y es que decir que debemos dejar de amar a nuestra madre o nuestro padre de la forma cómo lo dice el Hijo de Dios… 

Lo que pasa es que las palabras del Mesías no debemos entenderlas a lo humano sino a lo divino. Y queremos decir, con esto, que cuando dice eso quiere decirnos que, como a Dios se le debe amor, lo mismo se le debe a su Hijo. Por eso, debemos aplicar aquel “Amarás a Dios sobre todas las cosas” al Hijo de Dios que es, como sabemos, Dios hecho hombre.  Y eso es lo que quiere decir Jesucristo cuando, al parecer, podríamos pensar que es muy egoísta cuando, en todo caso, demanda el amor que merece que es, sencillamente, el más alto que seamos capaces de dar. 


CAMINO MISIONERO: III Domingo del T.O. (Mt 4, 12-23) - Ciclo A: “SEGUIR A  JESÚS POR AMOR”Pero hay más. 

Muchas veces dijeron muchos que querían seguir al Maestro que enseñaba con autoridad. Pues bien, el mismo no dice que se le siga de cualquiera manera sino que, tomando cada uno su cruz se vaya pos de Él. Y eso lo dice porque sabe que es la única manera de salvarse y porque siempre iba a acompañarlos en su camino hacia el definitivo Reino de Dios. 

Aquí establece Jesucristo una relación directa entre lo que hacemos y las consecuencias de lo que hacemos. Y nos explicamos. 

Cierto es que nosotros sabemos que Jesús es Dios hecho hombre. Es hombre, sí pero también es Dios. Y en tal sentido, las palabras que dice alcanzan lo que debe ser el comportamiento de un discípulo suyo o, al menos, el de quien, no siéndolo, respeta a quien lo sea. 

Recibir a los enviados de Jesucristo es hacer lo propio con el Hijo de Dios. Por eso, en tal sentido, dijo Jesús a Pablo, en su camino de Damasco, que era Él a quien está persiguiendo el de Tarso. En realidad, perseguía  a sus discípulos pero, en el sentido en el que habla Jesucristo, perseguirlo a los que le siguen es hacer lo mismo con Él. 

Y todo, aquí, tiene relación con la vida eterna. Y es que queremos decir que lo que hacemos tiene recompensa… o no la tiene. Si la tiene es porque hemos actuado de acuerdo a la voluntad de Dios; si no la tiene o la tiene en todo negativo, como condena, es que nos hemos alejado mucho del Todopoderoso y Creador nuestro. 

Es más, como dice Jesucristo, no se ha de perder la recompensa de quien la merezca. Y es que Dios tiene buena memoria para todo: para lo bueno y para lo malo. 
 

PRECES

Por todos aquellos que no quieren tomar su cruz y seguir a Jesucristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no comprendan la voluntad del Hijo de Dios.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a cargar con nuestra cruz y seguirte.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

 Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Escuchar el mensaje de Cristo y seguirlo: ahí está nuestra salvación. 

Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

26.06.23

Un amigo de Lolo – Así se sobrenaturaliza el sufrimiento

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Así se sobrenaturaliza el sufrimiento


En marzo del año 1963 Manuel Lozano Garrido publicó lo que había dado en llamar “Diario de un enfermo".  En realidad, ya llevaba algunos meses haciendo lo propio y cuando llegó el supracitado mes de 1963 tituló a su especial diario “En capilla", siendo el medio de publicación la revista “Enfermos misioneros”

Pues bien, en un momento determinado escribió esto que sigue que es lo que hoy nos convoca aquí mismo:

“DÍA 4. FARO


Hoy comulgué en la cama. Es que me acuesto antes por lo de la inflamación de las piernas. Vino Don José y, con la luz artificial, me di cuenta que ya no le veía. Antes notaba los bultos y las manchas oscuras de los cuadros, pero, ahora ni eso. Si acaso, ayudándome con suposiciones y ruidos, noto algo el movimiento de las personas. Hice un esfuerzo, miré hacia donde yo creía que se encontraba la mesa-altar y sólo vi, muy amortiguados, los destellos de las dos velas encendidas. Eran como dos botones de nácar con luz. Mejor aún, como dos pequeños faros marítimos que taladraban la densa marea verde-amarilla de mis ojos. Durante todo el rato, la luz se mantuvo viva, firme y aguda, como en la insistente y penetrante función de lanzar un mensaje, algo así como si alguien estuviera diciendo en ella: “Ahora te toca vivir el Pentecostés de la Fe. Día y noche te visitarán las tinieblas, pero Yo necesito que te apropies con alegría de estas horas de Getsemaní. De cada Oración del Huerto brotan en el mundo noventa esquejes de cumbres de Tabor. Acepta así y calla; tras de cada nube rutilan siempre las dos órbitas mías que garantizan el Amor”.


Debemos decir que en los anteriores números de “Diario de un enfermo” el Beato Lolo abundó mucho en su situación que es lo que, por cierto, se ha de esperar de un diario. Y en sus letras había mucho sufrimiento y mucho dolor pero también había esperanza y fe. Y eso se ve muy bien en el título de este día, el 4, que es “Faro". Y es por esto que sigue pues aquí no hay desperdicio alguno sino que es una veta de luz, un más que aprovechable filón.

Todo este texto refleja la situación por la que en aquel tiempo pasa Manuel Lozano Garrido. Y aunque en estas páginas internáuticas ya hayamos escrito sobre la pérdida de la vista de Lolo, la verdad que es que volver a escribir sobre lo mismo no sobra nada de nada. Y no sobra porque es una realidad terrible por la que pasó el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) y cada vez que escribe sobre eso, y dadas sus especiales circunstancias, se nos pone la carne de gallina o, como dice aquel, el vello de punta…

El caso es que Lolo recibe una visita. Pero se da cuenta de que ya no la ve sino que, como mucho, aprecia un leve destello de dos velas que tiene allí encendidas. Y es desde la luz, como deducimos de lo que escribe Lolo, desde donde recibe una especie de mensaje que es lo que determina lo especial que es este texto, este otro suceder en su Diario. 

En realidad, el citado mensaje abunda en esperanza y, en fin, en apoyar a Lolo en la situación por lo que está pasando.

Quiere Dios (creemos que se refiere a que es el Creador quien se le dirige) que a pesar de lo que, a partir de tal momento de pérdida de la vista, debe manifestar la alegría que supone saber que todo tiene un sentido por muy difícil que sea entenderlo. Y que, por tanto, en aquel su Huerto de los Olivos particular debe no caer en la desesperanza sino, todo lo contrario, sobrenaturalizar su situación que, como bien podemos imaginar, no es poca cosa sino mucha y más que mucha. 

Quiere Dios que sepa Manuel que sí, que hay sufrimiento, que él sufre, ha sufrido y sufrirá aún mucho. Sin embargo, debe saber que de cada sufrimiento, entendemos que ofrecido y soportado con criterio y fe, nace lo que aquí se llama “esqueje” que es una parte que se saca de otra (pensemos en las plantas) Sin embargo, no se trata de un esqueje del sufrimiento sino de uno que ha cambiado su naturaleza y ahora es propio del monte Tabor donde Jesucristo se transfiguró y donde todo era gozo y alegría. Vemos, por tanto, que sabiendo sobrenaturalizar el sufrimiento lo que parte de este no es dolor sino, justamente, todo lo contrario. 

Acepta así y calla"; “Acepta así y calla"; “Acepta así…” Es lo que dice el mensaje que se le envía a Lolo. Y es, justamente, lo que hace con su sufrimiento y con su vida. Y no se trata de un comportamiento que siga a ciegas el consejo de Dios y ya está sino que lo es de aceptación voluntaria, personal y propia.

¿Acaso hay aquí una esperanza infundada por parte de Lolo?

No. Se le dice en el propio mensaje: el Amor de Dios permanece en la tiniebla, ahí está, siempre está.

De todas formas, tengo que reconocer con franqueza que no he sido capaz de decir lo que este texto me ha dado. Y es que cada uno tiene sus limitaciones…

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.



Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor”(23) 


“¡Qué memoria la de Dios, teniéndonos siempre a todos, vivos y calientes, en el pensamiento y el corazón! ”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

24.06.23

La Palabra  para el Domingo - 25 de junio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 25 de junio de 2023 sino sábado, 24. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.



 Mt 10, 26-33



26 ‘No les tengáis miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse.    27 Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados. 28 ‘Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. 29 ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro  Padre. 30  En cuanto  a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. 31 No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. 32 ‘Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; 33  pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos.”


COMENTARIO

Miedo, sí, a perder el alma 

Este texto del Evangelio de San Mateo es uno en el que Jesucristo trata de que no seamos pesimistas, que no nos dejemos engañar por el Mal que quiere, muchas veces, hundirnos en la fosa del desamor y la desesperanza. 

Dice el Hijo de Dios que no les debemos tener miedo. Y no debemos tener miedo a los que quieren perjudicar nuestra alma. Y, por eso, nos pide confianza en el Todopoderoso que todo lo ve y todo lo sabe. 

Aquellos que, creyendo que al matar el cuerpo se mata el alma hacen lo primero con voluntad de lo segundo, deberían saber que eso no es posible porque el alma es patrimonio de Dios y Dios tiene a todas las almas de sus hijos (de aquellos que lo aceptan como Creador y Todopoderoso y de los que, no sabiéndolo, actúan según su Ley) en su corazón. Por eso no debemos tener miedo a tales personas sino a los que, en verdad, quieren hacernos caer en tentaciones graves y peligrosas para nuestra vida espiritual.

Jesucristo, en aquella época de predicación, quería que se supiese que el Reino de Dios había llegado al mundo. Por eso recomienda, a quien le escucha, que no esconda debajo de ningún celemín la luz que haya recibido. No. Lo que se debe hacer es todo lo contrario: proclamar que Dios ha enviado a su Hijo al mundo para que el mundo se salve. Y sólo así muchos se salvarán y otros muchos sabrán que pueden salvarse de aceptar tal realidad espiritual. 

TIEMPO DE ENCUENTRO ESPECIAL - Misioneras Mar

Todo, pues, se ha de descubrir. Sí, ¿pero… cuándo? 


Seguramente, Jesucristo se refiere al tiempo en el que vuelva en su Parusía y se juzgue a vivos y a muertos. Entonces, todo lo que cada cual haya llevado a cabo, todo lo bueno y todo lo malo, se pondrá sobre la mesa y se verá con perfecta claridad. Por eso, todo lo que esté oculto se sabrá y todo aflorará a la superficie. 

Eso dicho así por Jesucristo supone un claro aviso a los que vivan entonces pero, también, a los que han vivido a lo largo de los siglos desde que vino al mundo y murió por todos para que muchos se salven. Por eso no debemos tener tales palabras como dichas en un determinado tiempo como si no sirviesen para ahora mismo. Sirven, sí, y mucho, porque trazan el camino a seguir con la misma perfección que cuando dijo aquello que recogió el evangelista Mateo en su Evangelio. 

Hay algo, de todas formas, que debía tranquilizar el alma de los que escuchaban a Jesús: Dios todo lo ve y todo lo sabe. Por tanto, debían abandonarse a su santa Providencia y no preocuparse de lo que no debían preocuparse. 

Sin embargo, sí que contiene este texto un mandato claro que nunca deberíamos olvidar

A este respecto, debemos decir que, ante Jesucristo, podemos optar por una de estas dos disposiciones de nuestra alma: negar al Hijo de Dios y confesarlo como Mesías y Enviado del Todopoderoso. 

No podemos decir que sea igual una cosa que la otra. Y es que no es lo mismo mantenerse alejado del Hijo de Dios que querer tenerlo muy cerca. Y eso tiene consecuencias. Lo dice el mismo Jesucristo: afirmar, confesar, que Jesucristo es el Hijo de Dios supondrá la defensa del mismo ante el Todopoderoso de quien eso haga; al contrario: no confesarlo y negarlo ante los hombres supone, justamente, todo lo contrario. 

Y no digamos que el aviso no es claro y que no tiene consecuencias porque, en efecto, las tiene.

PRECES

Por todos aquellos que esconden lo bueno de Dios por miedo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren declarar, ante los hombres, a favor de Jesucristo.

Roguemos al Señor.

  
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser hijos buenos que no niegan a su Padre.
 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

¡Cuánto miedo deberíamos tener a perder el alma!


Para leer 
Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

19.06.23

Un amigo de Lolo – Una semana después aún vale la pena recordarlo: beatificación de Lolo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunosaños los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares(Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra.Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Una semana después aún vale la pena: Beatificación de Lolo

En el último artículo aquí publicado, el del pasado lunes, 12 de junio, dijimos que no se nos había olvidado que entonces (el lunes pasado) era el aniversario que hacía 13 de la Beatificación de Lolo (2010) Y es que no era un olvido sino que, como entonces dijimos, las cosas de escribir son como son…

Pues bien, hoy, una semana después de que hicieran 13 años de la Beatificación de Lolo en Linares, retomamos este tema porque, de verdad, vale la pena sea o no el día exacto de tal rememoración.

Es cierto y verdad que cualquiera que conozca a Manuel Lozano Garrido ahora mismo y lo hubiera conocido en su tiempo de vida en el mundo no tiene duda alguna de que merecía subir a los altares. Es decir, que el Siervo de Dios iba a ascender (y dadas sus circunstancias físicas la cosa tiene para dar qué pensar…) un escalón más en el Cielo.

El caso es que las cosas de palacio, como suelen decirse, van despacio y no podemos creer que las cosas del palacio Vaticano vayan más rápido que las de cualquier otro palacio-institución.

Hace bien poco, el que esto escribe, publicó en la web de la Fundación Lolo un artículo del P. Rafael Higueras Álamo en el que, en su día, explicaba cómo se encontraba el proceso de Beatificación de Lolo.

El caso es que hay momentos de la historia de la humanidad que se cifran o, mejor, que se recuerdan bien si se relacionan con un tiempo determinado. Por ejemplo, que Jesús pasó cuarenta días en el desierto o que los judíos 40 años en el mismo inhóspito lugar.

Ciertamente las realidades que consideramos importantes se realzan cuando, de ellas, se cumple un determinado tiempo. Y eso es lo que pasa con nuestro Beato de Linares Manuel Lozano Garrido, nuestro querido y amado Lolo.

Proceso de Canonización de Manuel Lozano Garrido | Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

Tras el correspondiente proceso de beatificación (La Iglesia católica no tiene por costumbre hacer esto a ciegas ni a tontas y a locas) llegó el día en el que quien tanto sufriera y gozara en vida debía subir a los altares. Y llovía. Aquel día llovía en Linares porque el Cielo lloraba por ver confirmada la fama de santidad que había atesorado en vida aquel hombre de fe que escribía desde un sillón de ruedas.

Seguramente muchas personas habían trabajado duramente para que llegara aquel momento. Capitaneadas por el P. Rafael Higueras, gran amigo de Lolo, y a la sazón postulador de la causa de beatificación (y ahora de canonización) culminaron una labor dificultosa (como deben ser las que tienen relación con tales procesos eclesiásticos)Fue el entonces Prefecto para la Causa de los Santos, a la sazón el arzobispo Angelo Amato, SDB, quien pronunció la Homilía de aquella gozosa ceremonia. Entonces dijo, entre otras grandes verdades, esto:

“Como el justo de la Escritura, también Lolo vivía de la fe. Era un cristiano que meditaba el Evangelio, se nutría de la eucaristía, amaba a la Bienaventurada Virgen María y era un enamorado de la Iglesia, por la que tenía una verdadera pasión y a la que intentaba servir con amor de hijo.

La lectura del evangelio de hoy nos muestra un aspecto ejemplar de Lolo, su convicción de haber sido amado y perdonado por el Señor y la necesidad de corresponder a esta caridad con un amor sin límites. Con su vida y con sus escritos, Lolo trata al Señor como la mujer del Evangelio, que bañó los pies del redentor con sus lágrimas, los secó con sus cabellos, le ungió la cabeza con aceite y aromatizó sus pies con precioso perfume (cf. Lc 7,36-8,3). Son todas expresiones de un amor grande, como contrapartida por la alegría de vivir que se le daba cada día. Lolo amó al Señor Jesús con todas las fuerzas de su alma y poco a poco fue asimilado cada vez más a Cristo crucificado.”

Dice una gran verdad el Prefecto: que Lolo vivía de la fe. Y dice gran verdad porque sólo es posible pasar por el mundo en las condiciones físicas por las que pasó Lolo si se tiene gran confianza en Dios Todopoderoso y se tiene a Jesucristo como ejemplo de qué hay que hacer en según qué circunstancias.

Todo cuanto hacía Lolo tenía que ver con su fe. Por eso ansiaba tanto la Eucaristía que consiguió que se pudiera celebrar la Santa Misa sobre su mesa camilla; amaba tanto a la Virgen María que en muchos de sus escritos estaba ella, en presencia o en esencia; era tan buen cristiano que nunca se dejó arredrar por sus circunstancias y quiso ser otro Cristo, el mismo Cristo.

Cuando recordamos, ahora mismo, que hace trece años (algo más en días pero…) miles de personas se acercaron al recinto donde se iba a celebrar la beatificación de un paisano suyo y, sobre todo, de un hermano en la fe, es de imaginar que muchas de ellas conocieron al Beato de Linares. Pero otros, sin embargo, sólo habrían escuchado de él sobre su vida y realidad. Y eso les hizo creer que era posible salir delante de los malos momentos por los que se pueda pasar. Y es que Lolo era como una especie de aliento para el prójimo y una tabla de salvación en los malos momentos.

Y es que Lolo, de verdad así lo hacía, correspondía en mucho (a lo mejor él pensaba que en poco) al amor que Dios le había mostrado. Dios lo amó, también, hasta el extremo de haber dado su vida por él y Manuel no quiso, ¡qué menos! responder con poco sino con mucho. Y fue luz porque fue, también, sangre de sufrimiento y de espanto (según los cánones del mundo de entonces y de hoy mismo) pero, a la vez, canto de esperanza de quien creer en la salvación eterna y, poco a poco, acumula para el cielo verdaderas riquezas en su alma. Y sirve de ejemplo. Y, cuando muere, todos quisieran haber sido como él lo fue. O, al menos, imitar lo que buenamente podamos ofreciendo, por ejemplo, nuestro sufrimiento, por buenas intenciones y santas voluntades inspiradas por el Espíritu Santo.

Medalla de la beatificación de Manuel Lozano Garrido | Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

Manuel Lozano Garrido, nuestro (porque es nuestro) Beato Lolo nos ha de mirar desde el Cielo con mucho cariño y comprensión. Sabe perfectamente que nunca seremos como él lo fue pero también sabe que Dios, su Padre y el nuestro, espera siempre una voluntad santa, un claro intento de santidad y, en fin, un mirar hacia quien, con su vida y circunstancias, mostró que ciertas cosas no son imposibles.

Ahora, pues, recordamos los trece años desde aquel 12 de junio en el que Lolo subió alto en la consideración de sus hermanos católicos. Y ahora, también ahora, quedamos a la espera de La finalización del correspondiente proceso de canonización. También es llevado por el P. Rafael Higueras. Y decimos a la espera porque estamos más que seguros que es cuestión de tiempo que se cumplan los requisitos eclesiásticos para que Lolo sea declarado Santo pues, de todas formas, fama de santidad ya tenía en vida. Y ahora sólo queda que, quien corresponda y cuando corresponda, ponga las cosas en su sitio.

Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, ruega por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (22)


“¿Por qué se ocultan los secretos de muchas cosas que tardan en descubrirse? Porque Dios los siembra para que asociándonos a su esfuerzo, participemos en la alegría de la obra creadora”.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.