Tamayo está en la higuera
El pasado día 13 publicaba elperiodico.com un artículo de Juan José Tamayo, Profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y habitante de la higuera, distrito de despiste.
El título es característico de alguien totalmente desnortado: “¿Restos del nacionalcatolicismo?”
Lo dice todo o casi todo.
A estas alturas de la película ya se sabe todo lo que pasó cuando el cardenal Bertone visitó España los primeros días del presente mes de febrero. Todo es más que conocido: con quién habló, qué dijo en su Conferencia y, en fin, qué es lo que vino a hacer entre nosotros el que pasa por ser el segundo, en jerarquía, del Vaticano.
Pues bien, a Juan José Tamayo, habitante de la higuera, distrito de despiste, todo le ha parecido mal.
No le ha gustado lo mediático del asunto porque cree (y en tal pensamiento podemos situar, seguro, a toda la progresía política y eclesial) que se ha escenificado una “estampa político-religiosa” que no es de su gusto.
No le ha gustado, tampoco, que, al parecer, no se vayan a revisar los acuerdos Iglesia-Estado de 1979 porque, entonces, se seguirán manteniendo “los privilegios de los que disfruta la Iglesia católica”.
Ejemplo de despiste, por ejemplo, y lección que no debería olvidar, es la que le han dado 500.000 españoles más que han creído oportuno poner la señal correspondiente en la casilla de la Iglesia católica en la última declaración de la renta. Eso sí que es una forma de demostrar con quién está el creyente español.
Dice, además, que “le interesaba” (a Ejecutivo y al Vaticano, se entiende) “asegurar el mantenimiento del actual marco jurídico de las relaciones Iglesia-Estado y el trato de favor al catolicismo español oficial (no a todo el catolicismo)”
Y es que, en verdad, se han de sentir (los católicos de la cuerda progre) un poco desplazados por la realidad de las cosas que, tozuda, nunca les da la razón. Andan, por tanto, bastante iracundos y manifestando ideas algo, en fin, retrógradas y pasadas de moda.
A eso bien se le puede llamar estar en la higuera, por lo de en la inopia e, incluso, en Babia.
Además, un católico como dice ser Tamayo, se atreve a hacer la siguiente pregunta: “¿A qué precio está vendiendo el Gobierno la laicidad del Estado?”
Y dice eso de Esaú y Jacob. Lo del plato de lentejas. ¡Qué evangélico quien tanto se aleja de su espíritu!
Yo no sé, al fin y al cabo, si lo que le molesta a Juan José Tamayo es la visita del cardenal Bertone, que la hiciera, o que no hubiese sido detenido por el Ejecutivo laicista de Rodríguez Zapatero o que, al fin y al cabo, exista el mismo cardenal, el Vaticano e, incluso, Benedicto XVI.
De lo que sí estoy seguro es que algunas de las posibilidades aquí ofrecidas serían del gusto de Tamayo porque, como dijo Jesús de Nazaret, por sus frutos los conoceréis.
Y algunos frutos están, sobre todo, podridos.
Por otra parte, y por finalizar ya, sabemos que Zaqueo se subió a un sicómoro para ver a Jesús que venía pero que, en realidad, era el principio de una conversión. Sin embargo, Tamayo se ha subido a una higuera no para ver lo bueno sino para quedarse en ella algo despistado.
Pues que se coma el higo de su escasa conciencia espiritual y que le aproveche.
2 comentarios
Lo de Tamayo es otra desviación más de los "cristianos socialistas". Estos señores están tan politizados y son tan sectarios que confunden el culto zapateril con las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Y, lo peor de todo, es que parece que son muchos, aunque no sae así, por todo el ruido que hacen.
Sin embargo, debo expresar mi desacuerdo en que Bertone se prestara al juego mediático de los proetarras del PRISOE (ahora RouresSOE). La Iglesia no debe estar junto con los que apoyan la cultura de la muerte, el asesinato de no nacidos, la desvirtuación de la familia, la ideología de género, etc.
Esto hizo que, muchos, utilizaran la visita para desacreditar a Rouco, lo que, como se demostró, no fue así.
Respecto a Tamayo y todos los que piensan como él, recemos para que se libren de las influencias masónicas y del culto al líder zapateril. Sólo así serán capaces de vivir una verdadera fe en Cristo.
+ CREDO IN UNUM DEUM
Sí que confunden bastante las cosas aquellos que se hacen llamar "cristianos socialistas" porque, en realidad, no puede haber tal confusión: o se es cristiano o se es socialista; las dos cosas, no.
Por otra parte, creo que era inevitable que se produjera el aprovechamiento mediático por parte del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, no creo que les haya servido de nada.
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