Sta. Maravillas de Jesús también los perdona ahora
NOTA: teniendo en cuenta que el día de hoy se ha aprobado, definitivamente, que no se colocará, en el Congreso de los Diputados, la placa en recuerdo de Sta. Maravillas de Jesús por el concurso de más de un laicista y más de un cobarde, me veo en la obligación de repetir el artículo que publiqué hace unos días. Mas que nada para recordar lo que entonces dije y que, ahora, con pena, ha sucedido.
Decía, y dice, lo siguiente:
“La necedad tiene caminos muy diversos por los que manifestarse pero siempre, siempre, siempre, deja, a quien en ella cae y se revuelca, tan mal como, en realidad, merece.
Recoge Religión Digital una noticia que es, a la vez, triste pero gozosa porque pone a cada cual en el lugar que le corresponde.
Al parecer, el Partido Popular tuvo, en su día, una iniciativa loable: colocar una placa en honor, por decirlo así, de Sta. Maravillas de Jesús (María Margarita Pidal y Chico de Guzmán), que fue una de las personas que Juan Pablo II Magno canonizó cuando visitó España por última vez en el año 2003.
Esto se iba, se va, a hacer en el Congreso de los Diputados.
Es fácil preguntarse cuál es la razón de tan extraña cosa teniendo en cuenta el estado de laicismo por el que pasa España y que, fomentado (por ausencia de defensa de la fe) del mismísimo Partido Popular, tanto se difunde.
Pues alguna razón habrá.
Por ejemplo, que la misma Sta. Maravillas nació en un edificio que, hoy día, forma parte del Congreso. Además, su padre y su abuelo, por parte de madre, fueron, también, diputados. Pero, además, su abuelo, por parte de padre, fue presidente del mismo Congreso de Diputados.
Tales parecen razones razonables porque no se utilizó ninguna otra, para promover tal iniciativa, que tuviera que ver con la religión porque además, falleció, a los 83 años, en el Carmelo de La Aldehuela, el 11 de diciembre de 1974, rodeada de sus hijas y repitiendo: “¡Qué felicidad morir carmelita!” y no en la Guerra Civil donde sí fallecieron hermanas (en la fe) suyas.
Sin embargo, María Margarita Pidal y Chico de Guzmán tiene dos realidades en contra: es religiosa y, además, fue canonizada por Juan Pablo II Magno, grave cosa, al parecer.
Claro, ante tales “evidentes” elementos de juicio tan en contra de que, a Sta. Maravillas de Jesús, se le pusiese una placa en el vestíbulo de entrada del número 35 de la Carrera de San Jerónimo, hay algunos partidos que se han posicionado en contra de tan, al parecer, mala idea.
¿Saben, amables lectores, quiénes han sido?
(Piensen durante unos segundos…)
¡Exactamente!, son los mismos partidos que, en su día, promovieron la persecución, de personas como María Margarita Pidal y Chico de Guzmán, luego Sta. Maravillas (aunque no de ella misma): ERC, IU e ICV.
Pero, además, también se ha unido a tales “democráticos” personajes, el PSOE que, por boca de su portavoz, José Antonio Alonso, se ha encargado de dejar las cosas claras: “Creemos que hay que hacer una retirada progresiva de símbolos religiosos en los espacios de ejercicio de la vida pública. Sería incoherente andar abogando por poner simbología que en definitiva es por el carácter religioso de la persona”
Y aún, por si no estaba claro, ha dicho más: respeta a las confesiones religiosas pero “en el ámbito de lo privado y en el ámbito del ejercicio de las libertades individuales“
Pues yo creo que este señor, junto con el resto de partidos, izquierdosos, que se han opuesto a la decisión de la Mesa del Congreso de los Diputados, deberían manifestar algo más de decoro y, al menos, disimular un poco para que no se notara tanto que de vergüenza andan escasos y sobrados de chulería y de rancio laicismo.
Pero no crean que todo ha sido claro y nítido.
El mismo vicepresidente de la Mesa del Congreso, Jorge Fernández Díaz, del Partido Popular, se ha encargado de decir que “No se le coloca la placa por ser santa, sino por ser un personaje de notoriedad pública que viene derivado de su condición de santa”
¡Faltaría más! Por ser santa, lo único que le procuraría sería un recuerdo personal e “intransferible” de la fe (bien escondida y disimulada) que, se suponen, tienen personas como Fernández Díaz.
¡Vaya fauna!”
Hasta aquí el artículo repetido. Y siento, mucho, tener que volverlo a publicar pero sigo pensando que Sta. Maravillas de Jesús seguro que los perdona. Yo, sin embargo, no soy un santo.
14 comentarios
¿No es más fácil respetar las creencias de todos?
¿Hasta cuándo la imposición de imágenes y fiestas católicas que no dicen nada?
Si ni la mayoría de los católicos creen en sus santos.
Yo no sé a qué mayoría de católicos se refiere pero no creo que las cosas sean así.
De todas formas,las razones por las que se iba a colocar la placa ni siquiera tenían que ver con el hecho de que la Madre Maravillas fuera la Madre Maravillas, en cuanto religiosa, sino por las circunstancias que concurrían en su nacimiento y familia.
Por otra parte eso de que las imágenes y fiestas católicas no dicen nada lo será para su forma de pensar porque para muchos millones de personas en el mundo sí que dicen. Y mucho.
Pero, también, dicen mucho ciertas actitudes.
Totalmente de acuerdo con Ud.
Además, de ninguna de las maneras vamos a olvidar, por muy grande que sea la ola de laicismo que nos invade, a personas que valen la pena.
Bono estaba de acuerdo .
Las procesiones arrasan y hay colas para Santa Gemma, Niño del Remedio, Jesús de Medinaceli, a alguien le gustará y el que quiera que no vaya .
Lo más importante de la Madre Maravillas fue su vida y su obra
Hace falta una regeneración moral que traiga una nueva democracia,pues ésta no me sirve.
Ahora, no poca culpa de esto tenemos los católicos coetáneos con ésta barbarie. Y alguna tendrán la mayoría de nuestros pastores y religiosos.Veremos en España alguna excomunión de algún diputado ?.
Una excomunión es algo muy triste, pero es un deber ante Dios cuando además hay escándalo, y peligran las almas de los fieles, que ven en la actitud de sus próceres un camino moral a seguir.
No se dará el caso.El Señor les pedirá, nos pedirá cuentas. Y a quién más dio, a quien más alta responsabilidad llegó, más le reprochará su cobardía y dejación de funciones.
No nos engañemos, el socialismo,los ateos,los progres, son los mismos de siempre con otros collares. Los que no son los mismos somos los católicos.Qué diran los mártires de la guerra civil en el cielo ante la cobardía y dejadez de la Iglesia peregrina del Siglo XXI. Quizás, se taparán los ojos de vergüenza.
Por eso mismo molesta que algo que puede pensarse de tan poca importancia como poner una placa en su recuerdo tampoco se quiera hacer. Es un ataque laicista desvergonzado.
Yo no sé si en el Congreso de los Diputados o en el Senado hay, por ejemplo, alguna placa o sala dedicad, por ejemplo, a Largo Caballero. Pues a mí no me gusta que si la hay esté ahí puesta porque yo creo que tal señor no es digno de tener esas cosas.
No sé la razón por la cual tenemos que estar de acuerdo, los católicos, con ciertas cosas como si, en realidad, nada importase lo que nosotros pensamos. Pues sí que importa.
Lo de renunciar al escaño estoy seguro que no hacen porque la coherencia, en materia de fe, es tan difícil de cumplir...
Por lo demás, estoy totalmente de acuerdo con lo dicho por Ud. en su comentario porque aquí hay mucha cobardía, mucho fariseísmo y mucho comportamiento inadecuado con la fe que se dice que se profesa.
Seguramente todos tendremos una parte de culpa pero estoy seguro que unos, por su responsabilidad, tiene más que otros.
Espero que los mártires estén intercediendo por nosotros.
Eleuterio usted siempre contesta y es muy de agradecer
1. Hablando de mayorías ¿No es que el secularismo está haciendo estragos entre los católicos? ¿No es que cada vez menos practican la religión?
Hace poco tuvieron en España su encuesta sobre creencias, y en esta página criticaron hasta el hartazgo a los católicos que no practican.
¿En qué quedamos entonces?
2. Si para muchos millones de personas en el mundo los santos son importantes, está muy bien. Lo que tienen que admitir y respetar es que para otros miles no dicen nada y no deben imponer sus creencias en instituciones estatales. Así de sencillo.
Es cierto que, para las personas que no son creyentes, que otras sí lo seamos, es muy preocupante porque les rompe el esquema que tienen hecho sobre la vida y sus circunstancias.
Sin embargo, a las personas que creemos nos debe importar nuestra fe y, cuando corresponda, defenderla de quien sea que la ataque. De quien sea.
Es cierto que, en España, el secularismo está haciendo estragos. Pero eso no quiere debir (no debe querer decir) que no podamos defender la fe las personas que no nos alejamos de ella.
No se trataba, en el caso de Sta. Maravillas de Jesús, de imponer nada a nadie sino de reconocer una singularidad que, como tal, es especial: el nacimiento de una persona en un edificio que ahora forma parte del Congreso de los Diputados que, además, tenía familiares que habían formado pare del mismo Congreso. No querer reconocer eso es, simplemente, de comportamientos laicistas y necios.
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