Rouco lo ha bordado
El Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, celebró, el pasado domingo 12 de octubre, la Santa Misa que se llevó a cabo en la Basílica del Pilar de Zaragoza.
Era un día bastante señalado: día de la Hispanidad y fiesta de su Patrona, la Virgen del Pilar. Un momento, por tanto, muy indicado para poner los puntos sobre las íes y los acentos sobre muchas palabras que definen la situación por la que pasa España.
Buena oportunidad que, lógicamente, no desaprovechó.
Ante el Sí “pleno” que, como hijos de Dios, hemos de dar, y que, como consecuencia, ha de afectar a nuestros “pensamientos, palabras y obras” (¡Vamos, que no actuemos de forma farisaica!), Rouco Varela entiende que se produce esto:
“Reto inevitable ante la constatación de la creciente impregnación de sectores muy considerables de nuestra sociedad por una mentalidad militantemente laicista, alejada de la fe cristiana; más aún, de la misma fe en Dios. O se le niega explícitamente o se le desconoce intelectual y culturalmente o se vive como si Dios no existiese. Esta forma de pensar, de vivir y de comportarse en la vida privada y en la vida pública sin referencia alguna a Dios, ni explícita ni implícita, ha llegado también a los más variados ambientes donde transcurren la vida y la educación de nuestras jóvenes generaciones: la familia, la escuela, la Universidad, lugares y tiempos de las ofertas culturales, del deporte y de las diversiones en general”.
Aquí hay, digamos, avisos para todo el mundo:
1.-Mentalidad militantemente laicista: desde el poder establecido (Gobierno y adláteres) militan, efectivamente, en el laicismo. También desde sectores, incluso, de la Iglesia católica llamados “progres”.
2.-Negación de Dios: fieles católicos que se olvidan de Dios porque no les conviene la responsabilidad que implica tenerlo presente en sus vidas.
Esto trae, como consecuencia, el relativismo más exacerbado en la vida de los españoles; el hedonismo ocupando la vida de los españoles; la aplicación del “fin justifica los medios” en la actuación común (es decir, que se hace lo que conviene en cada momento independientemente de lo que, moralmente, implique tal actuación); la aplicación exagerada de lo políticamente correcto; la puesta en práctica del respeto humano (¡qué dirán si me manifiesto católico o católica!); etc., etc., etc.
Y habiendo sido señalado, esto, por Rouco Varela, dice mucho de la verdadera situación en la que nos encontramos.
Sin embargo, muchos dirán que se trata de exageraciones y de visiones no muy positivas de la vida. Entre ellos, muchos católicos que entienden su fe como algo light y muelle, adaptable a las situaciones por las que pasan de acuerdo a unos intereses personales y que, en realidad, tiene poco que ver con la fe en Dios y mucho que ver con la creencia en la humanidad como sujeto independiente de la relación vertical que le une al Creador y muy arraigado pensamiento de la horizontalidad del ser humano (relacionarse con el prójimo sin aplicar, en la vida, la doctrina de la fe a la que se dice pertenecer) como algo que supera, en mucho, al amor a Dios.
Al contrario, lo conveniente es constatar que “la fe cristiana, vivida en la plenitud doctrinal de la Iglesia católica, continúa siendo no sólo la luz y el aliento espiritual del que vive una gran mayoría de nuestro pueblo, sino también la fuente de los criterios morales y humanos que inspiran y guían sus vidas”.
Pero esto último que dijo Rouco Varela deben ser cosas, seguramente, de alguien alejado de la realidad laicista por la que pasa España.
Justamente alejado, diría yo.
¿Usted, amable lector, no cree lo mismo? ¿Se puede pensar de otra forma siendo católico?
10 comentarios
Asi en las fiestas en honor a la Virgen del Pilar, muchas personas, con mas o menos concimientos religiosos, se han acercado a la Basilica del Pilar a rezar, han participado en la ofrenda de flores a la Virgen o han contemplado su gigantesco manto tejido en la plaza e incluso la asistencia al " Rosario de cristal " ha sido muy buena.
Todas estas personas a su modo han rezado a la Virgen, quien, seguro, que conocera sus corazones y depurando las intenciones y con el cariño de Madre, les llevara a Jesus y les guiara .
Otro ejemplo de que la fe impregna nuestra sociedad aragonesa, es que los dos periodicos de mayor tirada en Aragon el 12 de Octubre, han regalado obsequios relacionados con la Virgen del Pilar y se han agotado en muchos kioskos.
Mucho me alegro que tenga, Ud. la sensación de que en Zaragoza (yo espero que en todo Aragón) la fe sea una realidad espiritual muy importante para muchas personas. Seguramente hará mucho bien a su tierra. También me alegro de que haya habido mucha participación en la ofrenda de flores (creo que este año celebraban el 50 Aniversario desde que se inició tan buena tradición que aquí, en Valencia, también llevamos a cabo con la Virgen de los Desamparados en fallas, como seguro sabrá Ud)
Cada cual, efectivamente, con la fe que tiene, hace lo que puede con ella pero lo que no podemos olvidar es que, por eso mismo que tenemos tal fe, somos hijos de Dios y que eso supone, ha de suponer, una gran responsabilidad para nosotros.
También estoy yo seguro que María, Madre de Dios y Madre Nuestra (!Qué diré yo de la Virgen del Pilar que soy hijo de Guardia Civil') conoce los corazones de sus hijos y que nos lleva a Jesús y que nos guía.
Muchas gracias por su comentario lleno de la esperanza que un cristiano no puede olvidar.
La verdad es que, tristemente, muchas veces el católico se comporta de una manera que no es muy acorde con la fe que dice profesar.
Lamentablemente hace falta mucha evangelización y, por ejempo, hacer lo que Ud. acaba de hacer ahora mismo (haciendo ver lo que suele pasar) es una forma de evangelización por descubrir el velo de la situación.
De todas formas, también me alegro que haya personas como Dª María Pilar que tengan, de la fe, un sentido correcto.
No seré yo quien diga que el hecho de ser cristiano deba pueda suponer manifestarse como espiritualmente vacíos. Muy al contrario, para mí ser cristiano (y, aquí, católico) es saberse hijo de Dios y, entonces, tener una responsabilidad muy grande: en nuestra vida particular y en nuestros comportamientos en las relaciones con el prójimo, etc.
A este respecto, parece que el nuevo Misal Romano va a incluir unas nuevas fórmulas para el momento de terminar la Santa Misa. Una de ellas será el decir "ir en paz glorificando al Señor con vuestra vida". De eso, creo yo, que se trata: de hacer que nuestra vida sea como decimos que es.
Por eso estoy totalmente de acuerdo con Ud y, por eso, este Blog tiene el nombre que tiene.
Por otra parte, muchas veces se viste el amor a María, Madre de Dios y Madre nuestra, como una, casi, idolatría, aunque no digo yo que sea, éste, el caso.
Por otra parte, gracias por la esperanzadora información sobre el nuevo Misal Romano, por favor siga informándonos en la medida de lo que pueda, estas cosas son las que llenan de esperaza. (por lo menos a mi). Saludos y Bendiciones.
A veces no importa mucho el número de personas que practican una
fe sino si lo que practican lo sienten de verdad o se trata de
una mera apariencia.
Por otra parte, aunque Religión en Libertad ofrece informaciones, como Ud.
sabrá perfectamente, con las que estar al día de lo que pasa en la
Iglesia católica (y otras), en lo que a mí corresponde, haré
todo lo que esté en mis manos para que siga siendo así.
Pero cabe sobre este sustento, intentar que los fieles tengan una mejor base doctrinal, que mejoren su vida cristiana.
Entiendo que puede ser mas facil enceder la llama de la fe de unas brasas que todavia no se han apagado .
En algunas ciudades, con " buena intención" se suprimieron procesiones... por haber elementos superticiosos, por depurar la religiosidad, y creo que se ha debilitado la fe de esas poblaciones.
Hubiese sido mejor aprovechar estas manifestaciones religiosas para formar mejor a los fieles, que suprimirlas.
Yo también creo que es mejor que haya algo a que no haya nada de fe entre los católicos.
Y digo entre los católicos porque, en muchas ocasiones, bien sabe Ud. (como cualquier persona que se fije un poco en, por ejemplo, la recepción de ciertos Sacramentos como el matrimonio sin verdadera fe, etc.) que ciertas manifestaciones de fe no lo son tanto.
Por supuesto que es bueno que se desarrolle lo que hay aunque sea poco que no haya nada. Con eso estoy totalmente de acuerdo y en tal labor tenemos que ocuparnos todas las personas que reconocemos, en la fe, un sustento para nuestra existencia que no se puede comparar con nada más.
E, incluso, a Ud. también, le toca hacer lo que buenamente pueda como, por otra parte, a mí mismo y, creo, que a todos.
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