Pedro Miguel Lamet y la crisis de la Iglesia católica
El pasado 8 de noviembre, publicaba Redes Cristianas una entrevista que la revista Éxodo, en su número 95, ha hecho a Pedro Miguel Lamet.
Cada cual hace lo que cree conveniente y, por eso, es recogido por los medios que le corresponden según sus méritos.
Por eso, el 2 mayo de 2005, el diario El País publicada un artículo laudatorio para con nuestro personaje del día de hoy.
Pero lo que ahora importa, siendo más recientes sus declaraciones que aquellas de mayo del 2005, recientemente elegido Papa Benedicto XVI, lo que ha dicho sobre la Iglesia católica y sobre la crisis que, según él, está pasando, en España.
Algunas causas de tal crisis las apunta cuando dice que “El Papa”, se refiere a Juan Pablo II Magno del que no tiene una visión demasiado positiva, “tenía la idea de hacer una especie de sándwich entre Polonia y España y abarcar así a Europa y recristianizarla desde una visión fundamentalista”.
Al parecer, a Pedro Miguel Lamet no le debe parecer que Europa y España necesiten ser recristianizadas porque, seguramente, estará de acuerdo con el clima light que, de lo religioso, se está difundiendo en ambos ámbitos.
Pero, otra causa ha de ser, por fuerza, el nivel de los pastores que, a raíz del pontificado de Juan Pablo II Magno, son nombrados. Así, “El pontificado de Juan Pablo II influye notablemente en España y se nota en los nuevos nombramientos de obispos, que son obviamente mucho más mediocres que los anteriores. La espiritualidad conservadora predomina sobre el diálogo y el entendimiento con las autoridades civiles”.
¿A que esto ya les va sonando?: mediocridad, espiritualidad conservadora, falta de diálogo con autoridades (para seguir los dictados de las mismas, supongo), etc. porque es la cantinela de los, digamos, progres que en la Iglesia católica española hay.
Así, el resultado de tales causas es que “La actitud neoconservadora, apoyada en los movimientos Opus Dei, Neocatecumenales, Comunión y Liberación, etc. sigue la línea de Juan Pablo II”.
¿No les dice nada eso de neoconservadora? y lo de los ¿movimientos fundamentalistas?
Esto es, exactamente, la forma que tienen personas como Lamet de tratar y llamar a la luz que, desde el Concilio Vaticano II (incluso antes) viene iluminando la vida de la Iglesia católica (no sólo, además, española): zahiriendo la actividad de los mismos para, además, atribuir a los Santos Padres ciertas deficiencias que entienden se producen por el desarrollo de los movimientos eclesiales.
Pero lo mejor viene cuando entra, digamos, en “harina” con la situación por la que pasa la Iglesia católica en España porque a la pregunta de si comparte el “diagnóstico de la CEE (Conferencia Episcopal Española) cuando habla de una alarmante ola de laicismo y relativismo en la sociedad española” responde algo que denota un pensamiento, digamos, alejado de la realidad:
“No lo comparto en absoluto. El problema de los obispos es que no se han tragado la pérdida de su protagonismo, no han aprendido a perderse en la sociedad como un fermento humilde, que da testimonio. Un obispo no es un dios, ni un personaje equivalente a lo que puede ser un ministro o un directivo de la sociedad. Eso no se lo han tragado”.
“Pérdida de protagonismo del obispado…”, “perderse en la sociedad…”, no haber tragado ciertas cosas…, etc. son, en realidad, imágenes desenfocadas de la realidad eclesial que Pedro Miguel Lamet ve pero no mira, oye pero no escucha porque, en realidad, no es la realidad eclesial que le gustaría (ni a él ni a Tamayo ni a Pagola ni a “Redes Cristianas”, ni a “Éxodo”, ni a “El País”, ni a “Público”, ni a, ni a…)
¿Cuál es, por lo tanto, la conclusión de lo dicho por Pedro Miguel Lamet?
Pues lo mismo de siempre: querer y no poder, creer saber y estar, en realidad, en su propia crisis nadando.
NOTA: muchas veces se me ha criticado que, por ejemplo, en el caso Pagola yo pudiera escribir algo sin haber leído el famoso libro sobre Jesús. Sin embargo, con lo que hay escrito sobre su contenido creo yo que era, y es, suficiente para entender lo dicho. Pero ahora, en este caso particular, el de Pedro Miguel Lamet sí puedo decir que sí que he leído (y tengo) el libro sobre “Juan Pablo II (Hombre y Papa)” y, al menos, no se me podrá achacar ignorancia absoluta. Y me refiero a la posibilidad de conocer la forma de escribir y el contenido de lo que se escribe. Vamos, su tendencia intrínseca.
14 comentarios
Exactamente eso es lo que pasa: las mismas personas de siempre son las que critican e incordian el discurrir de la Iglesia católica y por el hecho mismo de ser hermanos nuestros cabe la corrección fraterna.
Ya se sabe que la corrección fraterna se ha de llevar a cabo, digamos, en el contacto directo con la persona que se pretende corregir. Sin embargo, como pública es su intervención, creo yo que pública ha de ser la respuesta que merecen.
Lo bien cierto es que las personas que, como Lamet, se manifiestan como lo hacen tienen una idea fundamental que siguen a rajatabla: hacer daño, sembrar cizaña entre los hijos de la Iglesia católica.
Yo comprendo que, a veces, puedan resultar pesados y repetitivos temas como éste pero como nos estamos jugando el sentido de la fe...
No se lo que cuesta una web, su mantenimiento y demás, lo cierto es que el personaje puede costearlo; pero ¿y si el problema como ocurrió con F. Umbral es que hay que hablar de su libro/s?.
¡Cuánta gente malograda, que se ha quedado en una época de su historia personal!, ¿cuando entenderán que "si no hacéis penitencia todos pereceréis"?:
Pues si sólo se trata de que hablemos de sus libros... pues es una pena que elijan tales temas.
"Este señor" es el Padre Lamet SJ, amigo personal mío desde 1974 por lo menos. ¿Bastante mayorcito, dices? Nació en Cádiz el 13 de marzo de 1941. ¿Ahora descalifica a alguien el ser "mayorcito"? Porque eso descalifica a millones de personas, así, sin más, por "mayorcitos".
Caso de que la edad fuera un factor de descalificación, antes habría de serlo la poca edad, con su engreída falta de experiencia.
Con catorce años conocí yo a "este señor" y 35 años depués sigo profesándole la misma amistad y respeto que me mereció entonces, pero ahora con mucho más conocimiento de causa.
Hablar de sus libros, de sus muchíiiisimos libros y artículos.... demasiado para quien sólo gusta de ensañarse en una frase de un entrevista.
Tocaba meterse con alguien, eh, Eleuterio, y sor lucía Caram ya ha sido cruicificada hoy en dos blogs. Así que, tiremos a dar contra este discretísimo jesuita de larga trayectoria intelectual como crítico cinematográfico, profesor de la Escuela de Cine, poeta, novelista, director de revistas...
Tenías que haberlo dejado para otro día, Eleuterio: hoy sor Lucía le resta protagonismo a tu víctima personal.
Pues yo ni conocía a sor Lucía ni sabía nada del vídeo que he visto en el blog de Luis Fernando.
Por otra parte, lo que dice sor Lucía es, por decirlo de forma suave, algo bastante grave que denota una vivencia en la inopia o en Babia. Pero es, siempre, lo mismo de siempre; la misma separación de siempre. En fin, lo de siempre.
Por otra parte, creo que si la amistad que te une con el Padre Lamet SJ es de tantos años la tendrás por buena y eso te honra.
Para empezar, jamás descalificaré a nadie por cuestiones de edad. Eso está fuera de lugar.
Por otra parte, acepto lo que dices de que me ensaño con él con una frase de una entrevista porque, es posible que no le haya hecho justicia en su totalidad. Sin embargo, si lo leído creo que es importante destacarlo, no puedo callar tal cosa porque es una obligación que tengo contraída conmigo mismo y, creo, con mi fe.
Ya he dicho, quizá aquí (aunque ahora no lo recuerdo) que es más que probable que yo no esté en total desacuerdo, siempre, ni con lo que dice Lamet, ni con lo que dice Tamayo ni con lo que dice Pagola porque estas personas, formadas intelectualmente tienen muchos conocimientos que yo no alcanzaré nunca.
Sin embargo, insisto (por mucho que te pueda doler lo que yo diga, también me duele a mí)cuando he escrito este artículo (como los demás) me importa poco (nada) que haya otros que le puedan hacer la competencia. Yo ni busco protagonismo ni me importa lo más mínimo que otras personas (mejor formadas que yo y, por tanto, con mayor capacidad intelectual) escriban de temas que, a lo mejor, son más candentes.
Por ejemplo, mañana le toca al tema del aborto con un artículo que ha tengo escrito. Estoy seguro que otros artículos serán mejores pero yo hago lo que puedo... y si tengo que rectificar en algo, lo hago con mucho gusto.
Perdona, se me olvidó decirte que víctimas somos cada uno de nosotros según hacemos o decimos. Y en esto me incluyo yo mismo.
Es una persona culta, dialogante, que escribe muy bien (a mí me chiflan sus artículos, las novelas menos he de reconocer).
Y viste como un pincel, no hay más que ver la foto.
No pasa nada porque cada persona podemos mantener una opinión que, a lo mejor, a otra persona, no le parece bien.
Pero no creo que haya que darle más vueltas a la cosa.
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