¿Religioso vs. Laico? No, simplemente laicista
La versión digital de Valencia de 20 minutos publicaba una noticia el pasado 13 de noviembre que, no por extraña, deja de causar algo de risa.
A veces, imitar tiene las consecuencias de las que ahora voy a escribir.
El titular de la noticia decía lo siguiente: “Editan el primer manual de ceremonias civiles de España para ‘reivindicar lo laico’”. Se presentaba, nada más y nada menos, que en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia.
Y todo esto viene por la sencilla razón de que, el ser humano, por mucho que se diga lo contrario es, sobre todo, un “Homo Religious”, es decir, uno tiene un ser íntimo religioso; ser, que, a partir de su realidad física, tiene el conocimiento de que depende de Alguien que es superior a sí mismo que, por eso, lo ha creado.
Tan es así de verdad esto que digo que, en cuanto pretende, el ser creado por Dios, y quiere separarse, lo más posible, de su Creador, lo ha de hacer, sobre todo, en la relación horizontal que lo mantiene unido al Padre y ha de crear un universo paralelo (pretendidamente laico) en el que manifieste lo mismo que a Dios se le dice con los Sacramentos pero que parezca que se ha desatado el nudo que une hombre a Dios.
Entonces, se hacen cosas como la que aquí se refiere del libro de ceremonias civiles.
La fundación Societat i Progrés ha, digamos, patrocinado la presentación de tan sui generis texto.
La tal fundación, si se mira la página web citada arriba, tiene una tendencia claramente izquierdista y ya sabemos, por lo tanto, lo que quiere esto decir.
Quiere decir el quiero y no puedo. Sólo eso.
No pueden porque, en realidad aquí no se trata de que se quiera oponer a la ceremonia religiosa la ceremonia laica. No se trata de eso porque, además, eso es bastante patético y supone la manifestación de un espíritu algo infantiloide.
Aquí se trata de algo que va más allá de tal pretensión y que no es otra cosa que hacer patente un espíritu laicista que termine, por así decirlo, con la celebración de los Sacramentos porque, en el ambiente claramente contrario a la religión que están creando, pretenden sustituir, por algún tipo de apología del laicismo, lo religioso.
Y eso, se diga lo que se diga, es, para empezar, bastante anómalo y, para terminar, indicativo de tener mala conciencia.
Por eso, lo que se hace, o se quiere hacer (si es que se hace) es celebrar los nacimientos, los fallecimientos y los matrimonios, “incluso la jubilación” (¡Qué buen momento para celebrar algo!) al margen de lo que la Iglesia católica ha venido celebrando desde hace 2000 años.
Pero, no contento con esto, Joan Surroca, autor de tan imaginativo libro, se permite el lujo de decir que la Iglesia católica se ha apropiado de las ceremonias religiosas “para perpetuar el pensamiento conservador en la sociedad“.
¡Ya salió el centro esencial de la cuestión!
Era de esperar que desde instancias, digamos, que cojean del pie izquierdo y que no tienen, en su mente, más idea que zaherir a la Iglesia católica, tenía que salir el tema del conservadurismo y de la intención de perpetuar algún extraño poder que muchas veces se le atribuye por personas doctas en manipular la realidad.
Pensamiento conservador…, apropiación de poder…. Todo esto está demasiado visto.
Y, sin embargo, que se llegue a perpetrar tal engendro no es, precisamente modelo de congruencia con la realidad sino, muy al contrario, un intento muy claro de tergiversarla a favor de unos intereses espurios.
O sea, bastardos y falsos.
3 comentarios
Muchos somos los que vemos la mano creadora de Dios, pero hay que comprender que muchos son los que no la ven. No por ello se ven forzados a crear un universo paralelo. Al contrario; comparten nuestro universo, nuestro mundo y hasta nuestra escalera. No ocurre nada por ello, simplemente es una filosofía que no compartimos. Además nos vemos obligados a relacionarnos con ellos, incluso a compartir las leyes que forzosamente han de servir para unos y otros. Es, me parece, una cuestión de respeto, de amor al prójimo y la vía más recta para lograr una convivencia pacífica.
Por cierto, Eleuterio: "laicismo es la doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa." Hasta allí. Lo demás, y perdone, son ganas de liar las cosas y demagogia barata.
Seguramente es cierto lo que Ud. dice. El problema es que el laicismo que impera en España no es, precisamente, en el que respeta el hecho religioso, sino el que pretende acabar con el hecho religioso mediante el ahogamiento del mismo.
Dejar un comentario