Homosexualidad, Iglesia católica y filiación divina
Como hace un par de días tuve algunas críticas sobre el trato que yo le daba a las mujeres que habían llevado al banquillo al juez Calamita (profesional de la justicia destinado en Murcia) y se entendió que manipulaba informaciones y que, además, maltrataba a tales personas por ser lesbianas, no tengo más remedio que desmentir ciertas cosas.
El 23 de junio de 2005, el entonces (y ahora) Portavoz de la Conferencia Episcopal Española Juan Antonio Martínez Camino dijo que ”las personas con inclinación homosexual son hijos de Dios con la misma dignidad y derechos que los demás”.
No parece que haya, en lo dicho por Camino, nada que, objetivamente (ni subjetivamente) vaya en contra de las personas homosexuales.
Pero, quizá un ejemplo de lo que la Iglesia entiende sobre el tema de homosexualidad sea el de la vocación, al sacerdocio, de aquellas personas que son homosexuales.
El 4 de noviembre de 2005 la Congregación para la Educación Católica emitió un documento titulado “Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y a las órdenes sagradas”.
Por lo tanto a lo que tal instrucción se refería era, sin duda, a la situación sexual de aquellas personas que, pretendiendo ingresar en un seminario o en una orden religiosa, manifestaban su tendencia sexual hacia la homosexualidad.
Ahora, años después, se ha visto confirmado el contenido de aquel documento ya que el Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone ha enviado una carta a los obispos del mundo dando a entender que lo que dice la Instrucción citada arriba es de aplicación universal. Además, no tiene excepciones.
Y todo esto con la aprobación, no hay que dudarlo, de Benedicto XVI pues no es posible imaginar que pudiera hacerse tal cosa sin tal beneplácito.
Y es que, en verdad, no podía ser de otra forma, por muy polémica que pueda resultar tal decisión.
La Iglesia católica, por otra parte, no puede vivir a favor de los intereses mundanos ni momentáneos porque está fundada sobre unas bases eternas que no pueden ser modificadas a gusto de quien, en cada momento de la historia, tenga, en el corazón, las llaves que Jesús entregó a Pedro.
En el punto 2 de la Instrucción se dice lo siguiente:
“A la luz de tales enseñanzas este Dicasterio, de acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cree necesario afirmar con claridad que la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay.
Dichas personas se encuentran, efectivamente, en una situación que obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres. De ningún modo pueden ignorarse las consecuencias negativas que se pueden derivar de la Ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas.
Si se tratase, en cambio, de tendencias homosexuales que fuesen sólo la expresión de un problema transitorio, como, por ejemplo, el de una adolescencia todavía no terminada, ésas deberán ser claramente superadas al menos tres años antes de la Ordenación diaconal”.
Pues distingue, el mismo texto, refiriéndose al Catecismo, “entre los actos homosexuales y las tendencias homosexuales”, siendo las últimas las que imposibilitarían la pertenencia al sacerdocio o a una orden religiosa.
Por lo tanto, no se trata de ningún tipo de comportamiento homofóbico (como se suele decir hoy día para atacar a todo aquel que no guste de las relaciones homosexuales, al parecer obligatorias) sino, muy al contrario, del cumplimiento de la Tradición de la Iglesia que es, precisamente, la que establece sus normas de actuación no basadas en caprichos e improntas personales de nadie sino en lo establecido por Jesucristo.
Por eso se dice, en el mismo punto 2 de la Instrucción que “Tales personas deben ser acogidas con respeto y delicadeza; respecto a ellas se evitará cualquier estigma que indique una injusta discriminación. Ellas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en sus vidas y a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que puedan encontrar”Por tanto, no se puede argumentar que se trata de una falta de caridad de la Esposa de Cristo pues queda claro que no es así. Tampoco de la eliminación de perspectivas de vida dentro de la Iglesia de las personas homosexuales ya que en la “Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales”, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 1 de octubre de 1986 se dice, por ejemplo que “Un auténtico programa pastoral ayudará a las personas homosexuales en todos los niveles de su vida espiritual, mediante los sacramentos y en particular a través de la frecuente y sincera confesión sacramental, mediante la oración, el testimonio, el consejo y la atención individual. De este modo la entera comunidad cristiana puede reconocer su vocación a asistir a estos hermanos y hermanas, evitándoles ya sea la desilusión, ya sea el aislamiento”.
Pues si así se hace con las personas que, digamos, más relación podían tener con la Iglesia católica, no es lógico pensar que con otras, que no tuvieran tal vocación, la Esposa de Cristo, las trate, digamos, mal o con malas artes. Decir esto es, sencillamente, manifestarse de una forma contraria a la verdad.
Por otra parte, y volviendo al hoy mismo, el pasado 2 de diciembre se publicaba, en Religión Digital que la Iglesia se opone a la despenalización universal de la homosexualidad porque, es muy probable que se utilice tal despenalización para presentar, como buenos, los imposibles “matrimonios” entre homosexuales u otras ingenierías sociales tramadas por mentes laicistas. Seguramente la oposición a tal despenalización ha de tener tal sentido y no otro.
Y esto lo que quiere decir, en realidad, es que a las personas que presentan tendencias homosexuales no se les da deja de lado por parte de la Iglesia católica sino que, como bien dice el documento citado arriba, hay que evitarles la desilusión de pensar que no pueden ser nada dentro de la Iglesia y, sobre todo, esa forma de comportamiento según el cual cabe apartarlas.
Lo que pasa es que no conviene confundir lo políticamente correcto con lo que las cosas son en materia de Fe.
Tales formas de actuar son muy propias de comportamientos acomodaticios. Pero Jesús no se acomodó a su tiempo.
Por eso lo mataron.
Y es nuestro Maestro. Tal realidad no debería ser olvidada nunca.
9 comentarios
2) Algunos piensan que la exclusión de los homosexuales del sacerdocio está relacionado con un intento de frenar los casos de abusos sexuales a menores.
Si esto fuera así, estarían en un error que me gustaría aclarar.
+ El homosexuall se siente atraído por adultos de su mismo sexo.
El heterosexual se siente atraído por adultos de distinto sexo.
La mayoría de pederastas sufre algún tipo de trauma que les impide mantener relaciones sexuales con adultos, sean del mismo o distinto sexo.
Lo que buscan precisamente en los menores es lo que no encuentran en adultos; alguien que no les exija nada, que no les cohíba,alguien inocente y que todavía no haya desarrollado características sexuales.
Así, el pederasta en la mayoría de los casos simplemente es pederasta.
Aunque también hay heterosexuales y pederastas; y homosexuales y pederastas.
Pero si alguien cree que por "limpiar" los seminarios de homosexuales, se libran de posibles pederastas, se equivoca. Tiempo al tiempo.
3) En cuanto a la declaración que Francia, en nombre de la UE, quiere llevar a la ONU, creo sinceramente que tan sólo pretende condenar las leyes que penalizan la práctica de la homosexualidad.
En la propia Francia no existe el matrimonio gay, ni creo que Sarkozy, hasta hace poco el sexsymbol de la política para la derecha española, vaya por ese camino.
Creo que a veces al tratar la homosexualidad de puertas hacia afuera la Iglesia se asusta.
Está muy bien eso de tratar con cariño y comprensión a los homosexuales que están en su seno, pero cuando se trata de cómo la sociedad o las leyes internacionales deben tratarlos, la cosa cambia.
No veo relación entre que se pida a los países islámicos que dejen de ahorcar homosexuales, y que se presione a las naciones para que legalicen el matrimonio gay; sobre todo cuando la mayoría de los estados que firmarían ese documento no pretenden legalizarlo.
En fin, día llegará en que los gays dejen de ser noticia.
Salud.
Creo que lo que dice Ud. sobre la existencia de personas que son
homosexuales o son heterosexuales y pueden ser, a la vez, pederastas,
seguramente es cierto porque ha de haber de todo en cualquiera orden
de la vida.
En cuanto a lo de la despenalización de la homosexualidad no creo yo
que, al negarse la Iglesia católica quiera criminalizar, por así
decirlo, a los homosexuales sino, sobre todo, evitar males sucesivos
que acaben agravando el comportamiento que, en sí, supone la
homosexualidad que, no olvidemos (sin ser, para mí, una enfermedad)
supone un actuar de forma totalmente contraria a lo que la naturaleza
dice y establece. Eso es difícil de negar.
Por otra parte, no creo, yo tampoco, que exista relación entre que
se pida a los países musulmanes que dejen de hacer lo que hacen (además,
con propaganda de lo que hacen) y la legalización del imposible
"matrimonio" gay. Son cosas distintas porque, seguramente, valdría
la pena permitir lo segundo si se terminara con lo primero pues
de ser gay una persona puede arrepentirse o cambiar de forma
de ser pero del ataúd díficilmente puede salir nada vivo.
En cuanto a lo último, que lleug el día en que los homosexuales dejen
de ser noticia creo yo que lo será así cuando, por desgracia, se
entienda que es un comportamiento tan normal como el natural
heterosexual. Entonces, creo yo que la normalidad será bastante
anormal.
Hay personas que por algún trauma de la infancia desarrollan comportamientos homosexuales. Han sufrido abusos por parte de algún adulto del mismo sexo y se sienten confusos, creen ser homosexuales o estar incapacitados para las relaciones hetero.
Esta gente necesita curarse de su trauma, no de su homosexualidad. Porque su homosexualidad no es la enfermedad, sino el síntoma.
Una vez curados del trauma, serán libres para escoger sus relaciones adultas.
También los hay que desde siempre y sin traumas se han sentido homosexuales. En su caso actuarían contranatura si pretendieran ser heterosexuales a la fuerza.
¿Qué males se van a desarrollar por la despenalización de la homosexualidad?
¿Acaso un argumento contra las bodas gays es que la homosexualidad está penada en muchos países?
Creo que son dos debates distintos.
Está claro que no tenemos el mismo concepto de normalidad.
Creo que desarrollar tus inclinaciones naturales, siempre y cuando no hagas daño a nadie, es la normalidad.
Si la naturaleza o Dios han hecho a algunas personas capaces de amar sexualmente a gente de su mismo sexo, pues habrá que dejarlo correr.
Lo dicho, un debate sin fin.
Al menos puede mantenerse con respeto y sin apasionamientos.
Creo que, efectivamente, es posible que la naturaleza de una persona, la suya propia, le determine a ser homosexual. Y eso no puede ser criminalizado porque es posible que concurran muchas causas en tal determinación
Estoy de acuerdo, al fin, que el hecho mismo de despenalizar la homosexualidad, siguiendo el argumento de que no se puede criminalizar, es el fin correcto y adecuado.
No siempre se puede estar de acuerdo con lo que se diga, digamos, desde Roma.
Pues muy bien.
Al menos hemos demostrado que se puede llegar a estar de acuerdo en algunos aspectos de temas tan polémicos como éste,hablando civilizadamente, sin subir el tono y sin agresividad verbal.
Yo por mi parte creo que no tengo nada más que añadir.
A seguir bien.
Naturaleza es la esencia y propiedad característica de cada ser, lo que es esencialmente. El humano, biológicamente hablando, solamente es hombre o mujer, con las propiedades que ello conlleva, entre las cuales esta una sexualidad complementaria, esa es su naturaleza...; la variación de esta última propiedad de la naturaleza humana, esta “irregularidad”, hasta ahora tiene varias explicaciones. En el caso que se cita arriba (-“También los hay que desde siempre y sin traumas se han sentido homosexuales”)…, necesidades muy “particulares” o personales (afectivas, etc.), no cubiertas durante la primera infancia…, o también ciertos estímulos recibidos en edades especialmente sensibles (la etapa que va hasta los 3 años tiene particular importancia)…, la ausencia “práctica” de alguno de los progenitores, etc…; son ejemplo de cómo alguien puede decir más tarde (sin aparentes traumas), que siempre se ha sentido así…, pues es difícil que analice su vida antes de los siete años. Hasta ahora no se ha comprobado que se nazca homosexual… Y de ninguna manera, que esta sea la naturaleza de alguien, entendiendo que es naturaleza humana… Por supuesto, a nadie puede hacérsele cambiar a la fuerza, aunque no es imposible que llegue a hacerlo si se lo propone y recibe el apoyo necesario… , respecto a esto último, entonces si actuaría pro-natura, de su verdadera naturaleza…
En cualquier caso, debe respetarse la libertad de cada quien a este respecto…, el problema esta en que ciertas ideologías pretenden distorsionar la “antropología humana”, reconocer esta última tal y como es, no debería impedir la convivencia en una sociedad civilizada…
Por otra parte, ahora mismo se está estudiando el fenómeno de la homosexualización en la sociedad Occidental, es decir, producto del medio ambiente, que la sociedad forme individuos con orientación homosexual, bisexual…
En cuanto a la declaración del Vaticano, no se relaciona con la despenalización, en cuanto a penas, a infringir castigos (legales) a alguien por manifestar determinada orientación sexual (con lo cual la Iglesia esta de acuerdo, con no penalizar), sino con el “valor político” de la declaración, según esta redactada y sus posibles consecuencias…, lo cual ha provocado las reservas del Vaticano, si estuviera redactada de otra forma, no habría problema…, el lenguaje diplomático hay que verlo con mucho cuidado (como sólo los expertos), prever las consecuencias de acciones que "aparentan" ser muy buenas…
Estoy de acuerdo con lo dicho por Ud.
La naturaleza humana es la que es. Por tanto la homosexualidad ha de ser un comportamiento adquirido a lo largo de la vida. Si no pensamos que sea una enfermedad tampoco podemos creer que haya personas que tengan algún tipo de gen que las determine a ser homosexuales. Eso no es, seguramente, posible porque cada cual somos como somos desde el momento de la concepción.
Efectivamente, las ideologías, digamos, mal llamadas "progres" hacen una utilización vergonzosa, entre otras cosas, de la homosexualidad porque les conviene y, hasta podemos creer, porque están de acuerdo con ella. Por eso, por ejemplo, en la llamada ideología de género se encierra muchos males para la persona porque viene a determinar que lo que importa no es el sexo que cada cual tenga sino que, por género, cada cual puede ser lo que quiera. Así se consigue poder hacer posible cualquier manipulación sobre el ser humano (y cuando digo cualquier es cualquiera)
Todo eso, creo yo, debe ser denunciado, por el bien de la misma humanidad.
Y también creo yo que lo que hace el Vaticano es no dar pábulo a futuras manipulaciones derivadas de la despenalización de la homosexualidad porque, de ninguna manera, creo que el Vaticano quiera que se castigue, ni físicamente ni de ninguna otra forma, a los homosexuales. Han de ser otras razones las que han llevado a no estar de acuerdo (recordemos, con otros muchas naciones que, seguramente, sí que están de acuerdo en el castigo) Y seguro que son razones espirituales.
Comentado esto voy a decir un par de cosas:
-Los homosexuales no lo son por ningun trauma de la infacia!(salvo excepcion), cada persona es como es, y como Dios la ha hecho.Los homosexuales han existido a lo largo de toda la historia(lo que pasa es q antes no se daban a conocer porque estaban reprimidos ante la socidad que había)pero siempre han habido, lo cual prueba que es algo totalmente natural, ergo algo hecho de la mano de Dios.Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, recuerdan?, y Dios ha hecho a los homosexuales tal como ha hecho a los heterosexuales, porque es su voluntad.Con esta premisa, Dios ama a todas las personas, homosexuales y heterosexuales, ¿Que derecho tenemos nosotros para tal discriminacion?No es ninguna enfermedad y no veo porque la iglesia se empeña en no poder casarlos ni ejercer.Es la voluntad de Dios!y nadie tiene el derecho por mucha iglesia que sea, a poder hacer eso.Los homosexuales tienen el derecho de poder amar tanto como nosotros.Asique teniendo en cuenta que DIOS ES AMOR, es evidente que estamos equivocados en fin ójala el vaticano leyera esto.
Saludos
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