El voto cristiano merece algo más que caer en manos de unos sepulcros blanqueados
El pasado lunes, 16 de febrero, publicaba Religión en Libertad una noticia que tiene una importancia mayor de la que, en principio, pueda parecer.
Han aparecido, en el panorama político español, dos opciones en las que apoyarse y no dar el voto cristiano por perdido.
Una de ellas es Libertas y ha sido recientemente presentada en España.
Dice Declan Ganley, promotor de tal partido político que tienen una pretensión clara: “Bruselas se ha vuelto antidemocrática y queremos una Europa nueva que defienda la dignidad del individuo, el respeto por la familia, la libertad y la vida”
Ya sabemos las decisiones que, en materia, por ejemplo, de defensa de la vida, se toman, en la Unión Europea. A veces hasta son apoyadas por eurodiputados del Partido Popular.
Será por lo de ser políticamente correctos y cosas así.
Por eso, cuando se dice, explícitamente, que se quiere defender la dignidad del individuo, la familia, la libertad y la vida, no puede dejarse de lado tal opción por la cuenta que le trae a todo cristiano que se precie de serlo y que, en verdad, se reconozca hijo de Dios.
La otra opción es, digamos, una plataforma formada por otros partidos políticos ya existentes: Alternativa Española, Comunión Tradicionalista Carlista, Partido Social Europeo y Europa por la Vida.
La tal plataforma tiene, por decirlo así, las ideas claras: “La protección de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural”; “la protección del matrimonio y la familia, concebida como el compromiso de un hombre con una mujer y abierta a los hijos”; “la Libertad de Enseñanza, cuyo sujeto de derecho son los padres”; y, por último, “el Bien Común”. Estas son ideas propuestas por Benedicto XVI en el año 2006 y son calificadas, justamente, como innegociables porque entrar, siquiera, en la tentación de poder establecer una gradación en su importancia es, ya, perder.
A tales ideas añaden una nueva e importante: la libertad religiosa, muy zaherida y perseguida en España.
Aquí, cuando correspondía hacerlo, ya se hizo referencia a dos opciones políticas, digamos, alternativas, a las tradicionales que, en temas como los relacionados con los valores cristianos, poco o nada dicen o hacen.
Así, por ejemplo, tenemos Alternativa Española y Familia y Vida.
El primero de ellos forma parte de la plataforma citada arriba.
Ahora, poco más se puede decir de las propuestas aquí apenas mencionadas.
Sin embargo, sí que se puede decir algo para que nadie se lleve a engaño y quien corresponda no pueda dar el voto por ganado: la persona que se siente votante de derechas y que tiene fe en unos valores que entiende importantes para su vida no puede tirar el voto a la urna como si se tratara de echarlo a la basura.
Hasta ahora se ha perdido mucho votante español en buenas intenciones porque, a la hora de la verdad, sólo había posibilidad de escoger entre votar al Partido Popular o a nadie.
Pero, ahora, parece que las cosas van a cambiar. Ahora ya hay más de una opción con posibilidad, real, de plantar cara a las decisiones europeas relacionadas con la vida, la familia y la dignidad de la persona.
No vale, por eso, decir que todo sigue igual porque, ciertamente, ahora ya hay a quien dirigirse para que defiendan los intereses no sólo económicos sino, también, espirituales.
Avisado ya está el Partido Popular porque el voto cristiano merece algo más.
Y si, en todo caso, se pierde el voto por no obtener representación parlamentaria europea… es mejor la honra ganada que los barcos perdidos.
Eso, que quede claro.
9 comentarios
Exactamente, se necesita separación entre la política y la religión. Sin embargo, nuestra vida se ha de vivir de acuerdo a unos principios morales y éticos de comportamiento que no podemos olvidar.
Por eso, como resulta que vivimos en un mundo en el que los valores cristianos no parecen muy defendidos por ciertas opciones políticas sino pisoteados en cuanto se puede (incluso por los que podemos llamar de los "nuestros") pues no nos está permitido (porque estamos en el mundo) dejar que las cosas pasen como si no fueran con nosotros.
Lo ideal sería que se respetaran los valores cristianos porque son los que nosotros entendemos como válidos. En ellos confiamos.
Lo que no puede ser es caer en la trampa de pensar que lo mejor es que lo religioso se quede en casa o, como mucho, en la Sacristía que es lo que quieren, precisamente, los enemigos de la fe.
La verdad que, en un primer momento, cunado leí la noticia, me alegré mucho al pensar que todavía hay gente de fe y valerosa en defender unos principios y un modo de entender la vida que son continuamente pisoteados, despreciados y atacados.
A pesar de ello, la política no es sólo tomar decisiones respecto a la familia, la vida o la libertad religiosa (bien entendida, no como relativismo). En política se han de tomar decisiones respecto a la economía, la política exterior, la educación, etc., aspectos que, las plataformas citadas, no contemplan explícitamente en sus programas.
No seré yo quien vote al actual PP, pero si me gustaría que tanto el partido del católico irlandés como la plataforma conservadora española se llenasen de profesionales en distintos aspectos, y de esta forma convertir la ética cristiana en un aspecto transversal de su política y no un fin en si misma.
Por lo pronto, yo ya he ofrecido mis servicios a Libertas. Entre todos debemos construir esa alternativa creible y eficaz.
+ CREDO IN UNUM DEUM
Mucho me alegro de que una persona como tú se ofrezca y adelante un paso para no quedarse atrás.
De acuerdo con lo que dices de que la ética cristiana ha de ser un aspecto transversal a la política en general y que sea, por eso, un medio.
Los valores cristianos son algunos de ellos aceptados por la sociedad civil, otros no tanto y ciertos nada. Si llega al Parlamento un partido católico la cosa no cambiará mucho, porque la política se hace para ciudadanos no para creyentes. No hay que olvidar que el cristianismo no contiene ningún programa político concreto, aunque algunas de sus propuestas harían muy bien los políticos en hacerlas suyas. Para que lo religioso no se quede en casa, lo mejor es llevarlo a la sociedad sin la intermediación de la política. Pero son cosas opinables, pero las experiencias del pasado indican que los partidos confesionales no sirven para lo que pretenden sus fundadores.
Los politicos pueden hacer mucho, por eso es necesario saber como piensan.
Es posible que haya podido ser así. Sin embargo, no es menos cierto que resulta imprescindible que los valores cristianos sean defendidos por quien crea en ellos.
Por desgracia, en muchas ocasiones sabemos como piensan: en contra, por ejemplo, ahora, de la vida humana (aborto y manipulaciones genéticas)
Por otra parte, es cierto que es de pura moral natural la defensa de la vida del ser humano desde la concepción hasta la muerte natural. Pero el sentido mismo de la defensa de la vida tiene de religioso lo que Dios quiere, de ello, que lo tengamos en el corazón como Ley suya.
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