El Domingo de la Palabra - 24 de agosto de 2008
Mt 16:13-20
13 Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".
14 Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas".
15 “Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".
16 Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
17 Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
18 Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. 19 Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
20 Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
COMENTARIO
Una llamada a la eternidad
1.- Muchas veces Jesús quiere explicar a sus discípulos y al resto de personas que le seguían y le escuchaban, el fundamento de su existir; muchas veces está interesado en saber qué opinan de él, qué piensan quienes le rodean aún sabiendo que ya lo sabía.
2.-Jesús, que tiene a sus discípulos muy cerca y que los supone en contacto directo con la gente, se dirige, quizá para probarlos en su fe, a ellos.
El desconcierto entre los que lo conocen es grande. Unos piensan que es Juan el Bautista, otros que Elías. En fin, cada cual según quien ellos creen que puede ser, según el conocimiento que pudieran tener de las Escrituras, etc.
3.-Pero los apóstoles parecen tenerlo claro, y el “principal”, el que sería piedra de la Iglesia, lo afirma; “Tú eres el Cristo”. Con esto le demostraban, o eso pensaban ellos, un conocimiento superior a los demás que le seguían: Tú eres el Enviado de Dios, el Mesías, el que nos salvará.
4.-Y es sobre Pedro sobre quien cae la principal tarea que Cristo encomendará a sus discípulos: ser cabeza de su Iglesia.
5.-Jesús dice muchas cosas de Cefas y le encomienda una misión. Con lo que le dice (que ha sido, a lo largo de la historia muy importante) Pedro hará lo que bien entendió de aquello, que es algo que no podemos olvidar para no llevarnos a engaño de lo sucedido desde entonces.
6.-Le dice que sobre él (Pedro) edificará la Iglesia que, además, será “Suya”. Por tanto lo que aquel Apóstol que le iba a traicionar tenía que llevar a cabo era el hecho mismo de regir la institución que Jesucristo crearía, por decirlo así, a partir de la Última Cena con la institución de la Santísima Eucaristía y, más adelante, el mismo día de Pentecostés cuando envía a sus discípulos a realizar su especial misión.
7.-Además le dice que la “Muerte” no ha de prevalecer contra la Iglesia. Por tanto, ya sabemos, desde entonces, que por más acometidas del Maligno contra la Esposa de Cristo nada ni nadie podrá contra ella por lo que, por nuestra parte, podemos actuar en tal conciencia.
8.-Algo muy importante le dice a Pedro: “Yo te daré las llaves del Reino de Dios”. Esto, dicho así, ha de considerarse de una importancia vital para el cristiano porque supone que se deposita, en Pedro (luego en su sucesor…ahora Benedicto XVI) algo tan fundamental como es “administrar” la doctrina que Cristo entrega, especialmente, a Pedro.
9.-Pero la entrega de tal labor no está exenta de posibilidades pues Jesucristo no se caracterizó, en su vida pública, por decir las cosas sin ton ni son sino con un objeto claro y determinado. Por eso le otorga algo que es fundamental y que, además, fundamenta que sea, precisamente, el Santo Padre, la persona sobre la que recaiga el pastorear a la grey de Dios: atar y desatar en la tierra.
Atar y desatar sólo puede querer decir gobernar la Iglesia fundada por Cristo y, aplicando la doctrina cristiana, llevar a aquella por el camino recto hacia el definitivo Reino de Dios.
Tan sólo eso, pero nada menos que eso.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a comprender la función que el Santo Padre lleva a cabo; ayúdanos a no zaherir a su persona y, sobre todo, ayúdanos a no ser soberbios y a ser humildes ante lo que tú quisiste que fuera Pedro.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto
El texto bíblico ha sido tomado del Servicio de Biblia de www.catholic.net
2 comentarios
Yo creo que cuando alguien dice atar y desatar quiere referirse a poder hacer o no hacer dentro de determinado, por decirlo así, campo.
Por eso yo digo, sin ser téólogo, desde un punto de vista sólo laico, que cuando Jesucristo dijo eso lo que quería decir era, exactamente, que ponía en las manos de Pedro lo que quiso decirle era, más o menos, que le dejaba en sus manos la Iglesia que había fundado el Maestro y que, entonces, podía hacer y deshacer, aplicando la doctrina de Cristo y la Ley de Dios, lo que entendiera que debía hacer.
Y esto siempre es mejor que hacer o deshacer desde el punto de vista exclusivamente humano sin visión de Dios.
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