El buen legado espiritual de don Antonio Cañizares
El titular de la noticia decía lo siguiente:
“Cañizares dejará el arzobispado de Toledo para ocupar en el Vaticano la Congregación de Culto Divino”
La información sobre el titular abundaba en el qué del mismo diciendo:
“El cardenal arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Antonio Cañizares Llovera, dejará el arzobispado de Toledo y se irá al Vaticano para ocupar la Congregación de Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos”
La sección de Religión de La Razón.es anunciaba lo que, en realidad, era un secreto a voces: Antonio Cañizares Llovera, nacido en Utiel (Valencia), el 15 de octubre de 1945, Cardenal español, Obispo, sacerdote, hijo de Dios y hermano en Cristo, era llamado a Roma por Benedicto XVI para ocupar un importante cargo, digno de su inteligencia y preparación, en una Congregación que ha de ser considerada muy importante por los católicos.
Está claro que, se diga lo que se diga por parte de quien se diga; es decir, se piense lo que se piense de su actuación como Obispo y como Cardenal, don Antonio Cañizares, valenciano de nacimiento, español de patria y universal de religión católica, nos deja una gran legado espiritual que hemos de saber administrar.
Algunas de las manifestaciones de don Antonio le hacen justicia:
1.- En el curso de verano sobre EpC organizado por la Fundación García-Morente y la Universidad CEU San Pablo en el mes de junio del pasado año 2007 dijo que “Un Estado libre no puede imponer obligatoriamente una formación de la conciencia moral de los alumnos”, referido, esto, a Educación para la Ciudadanía.
Abundando sobre el tema, en un artículo titulado “Educación para la Ciudadanía”, publicado en www.revistaecclesia.info ha dejado dicho que “Se vulnera el principio de la libertad de conciencia; se impone una enseñanza teñida de relativismo moral; se ofrece una visión del hombre laica, sin Dios y donde Dios no cabe propiamente”
En fin, algo que no parece muy de admirar ni de seguir ni siquiera tratando de “adaptar” el ideario de centros católicos cuando el contenido de EpC es tan, pero tan, contrario a los valores cristianos.
2.-En un discurso pronunciado al ser investido en la mañana del día 4 de julio de 2007 doctor Honoris Causa por la Universidad CEU-Cardenal Herrera, acto que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Valencia y centrado en “el problema central de nuestro tiempo: la ausencia, el olvido de Dios”, dijo estas clarificadoras palabras que centran, aún más, la realidad de la que tratamos en el punto, perfecto, de mira de la Fe:
“El silenciamiento de Dios o el abandono de Dios, su confinamiento o reducción a la esfera de lo privado, elementos de una sociedad secularizada como la nuestra de Europa, es con mucho el acontecimiento fundamental de estos tiempos de indigencia en Occidente. No hay otro que se le pueda comparar en radicalidad. Ni siquiera la pérdida del sentido moral, que no es ajena a esta cultura secularizada y laicista. El hombre puede excluir a Dios del ámbito de su vida personal y social o pública. Pero esto no ocurre sin gravísimas consecuencias para el hombre mismo y para su dignidad como persona”
3.-En la homilía de la misa del Corpus Christi de éste 2008 indicó “que en España se respete la auténtica libertad religiosa. Necesitamos libertad religiosa” y “también para los cristianos“, añadió, “porque son muchos los insultos, los agravios y las ofensas que está recibiendo la Iglesia, y ante la pasividad de tantos no puede continuar esta situación“.
4.-Y más recientemente, tanto como el domingo pasado, 6 de julio, en la ordenación de 12 diáconos y 12 sacerdotes dijo que, en efectivo, había que “estar atentos a la mayor pobreza de nuestro tiempo que es la falta de sentido y el alejamiento de Dios”
Además, instó, en tal ordenación “a defender la vida en todas fases de su existencia”
Por tanto, si hay algo que preocupa tanto a don Antonio Cañizares como es la voluntad explícita y, a veces, expresa, de alejarse de Dios que manifiesta el ser humano en este siglo XXI en el que peregrinamos hacia el definitivo Reino de Dios, es que, de verdad, nos debe preocupar, también, a los que nos consideramos hermanos en la fe y, por eso, hijos de Dios. Aquí no existen, ni pueden existir, distinciones por cuestiones de cargo ni de jerarquía sino que, al contrario, el mal, tan extendido, del olvido de Dios pero, sobre todo, del olvido de lo que el Padre significa para nuestro proceder terreno, ni puede ser dejado pasar ni tampoco puede ser, para nosotros, como un tema al que no le prestemos la suficiente atención.
Y tal aportación de don Antonio no podemos olvidarla porque supone, para nosotros, los que recibimos su enseñanza, una acentuación de nuestra libertad (al contrario de lo que muchas personas piensan) y, por eso, una gracia muy especial entregada por el Cardenal valenciano, pronto habitante de Roma.
Sirva, por tanto, este artículo como homenaje a una persona que habiendo entregado su vida por la Esposa de Cristo, ha sabido inculcarnos un amor verdadero por la misma y, sobre todo, una verdadera pasión por el amor a Dios, Padre y Creador.4 comentarios
La Iglesia en España hace un gran sacrificio entregándolo a Roma. Pero el Santo Padre sabe muy bien lo que hace.
Sí, Eleuterio, un gran legado si leemos con atención las palabras transmitidas. Me gustaría destacar algo muy importante que está ocurriendo: la exclusión de Dios de las vidas de muchas personas. Partiendo de ello, todo se desmorona, el ser humano está vacío y va a la deriva.
Y sí, hay mucha pasividad. Si bien los católicos hemos sido pacíficos y hemos callado, siendo testigos de la decadencia, ahora hemos despertado y queremos decir, tenemos derecho a nuestra presencia pública, la cual se nos niega o se nos reprocha. Y las palabras de don Antonio Cañizares nos animan a seguir, sin decaer en el esfuerzo, por muchos insultos o reprobaciones que recibamos.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que Ud. dice. Por eso son algo extrañas las opiniones que, muchas veces, se manifiestan en contra de don Antonio Cañizares por personas que sólo ven en él a un sacerdote ocupando cargos de importancia vital para la Esposa de Cristo.
En verdad que es un gran sacrificio para España que don Antonio se marche a Roma. Sin embargo, la semilla ha de seguir dando fruto porque cayó en buena tierra, abonada por el Amor a Dios y regada con el agua viva de la Palabra de Dios.
Que Dios bendiga siempre a don Antonio y a todas la personas que, como él, saben responder a la llamada del Padre a trabajar en los fértiles campos del Espíritu.
Gracias por haber comprendido el sentido del artículo. Todo es cierto: la nostalgia y, por otra parte, la necesidad de seguir adelante, con esfuerzo y pasión por Dios, por Su Palabra y, con el ejemplo de don Antonio, no perder ni un segundo en la defensa de la fe.
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