El Cardenal Newman y sus perseverantes adversarios
Ciertas personas, fieles a lo que es, digamos, a la difamación que recaiga sobre la Iglesia católica o sus discípulos siempre acaban dando en la misma mejilla de la misma o de los mismos.
El engendro de Enric Sopena llamado “El Plural” (curioso nombre inversamente proporcional a su contenido siempre singular e izquierdoso) publicó algo así como un artículo titulado “El Papa beatificará al cardenal Newman, polémico por su supuesta homosexualidad”
A eso añaden, aunque esté antes escrito, que Benedicto XVI “Desoye a los activistas gays y a los sectores católicos más retrogradas”
Eso quiere decir que ha oído tanto a unos como a otros.
Pero esto del Cardenal Newman es, ya, muy antiguo.
Yo mismo, en el mes de septiembre de 2008 ya escribí sobre el mismo tema a raíz de algo aparecido en el diario laicista “El País”.
Pero el Mal no descansa. Nunca.
Ya sabemos el supuesto caso: como el cardenal Newnam quiso ser enterrado con el padre Ambrose St. John, colaborador y, también, amigo, no cabe duda que la razón de tal pretensión es demostrar que había “salido del armario”.
Francamente, hay que tener la mente muy enferma para confundir amistad con otra cosa que vaya más allá de la misma.
Lo que pasa es que, como hoy día, la homosexualidad hay que asumirla, casi, como propia de cada uno de los mortales (si es que no queremos ser acusados de homófonos y de otras lindezas por el estilo) pues han aprovechado, los adalides del ataque a la Iglesia católica, para difundir la especie según la cual el cardenal Newman era homosexual.
Y, claro, tal tema no puede ser desdeñado por la jauría de fieras que esperan la más mínima ocasión que se les presenta (por “h” o por “b” o porque el Pisuerga pasa por Valladolid) pues cada vez que surge el nombre del que fuera creyente anglicano y, luego, converso al catolicismo, aprovechan para poner el ventilador en marcha y manchar a todo el que por allí pase con cosas como ésta.
Sin embargo, Ian Kerr, biógrafo del cardenal Newman afirma que, tras haber pasado una enfermedad grave en Sicilia, escribió lo siguiente “Mientras escribo me asalta un pensamiento: ¿para qué escribo todo esto? (…) Sería el tipo de atención que puede dar una mujer y nadie más, y esta atención, así sea, nunca me será dada. (…) Dejo libremente la posesión de este afecto que, lo siento, no me ha sido y no me puede ser dado“.
Y esto, que ya lo escribí en el anterior artículo, sigue teniendo vigor porque el presente sigue teniendo la misma insinuación acerca de Newman.
Resulta que, además, se apoyan en el epitafio de la tumba de Newman que reza “De las sombras y de las imágenes hacia la verdad” para decir que eso lo que, en el fondo, quiere decir es que, en efecto, era homosexual.
En realidad, más bien querrá decir que, al abrazar la fe católica, pasó, sin duda, de las sombras a la verdad.
Pero eso, lo dicho por él mismo, qué les importa a aquellos que tratan de manchar el buen nombre de quien, pronto, subirá a los altares de la Iglesia católica.
A lo mejor cree el ladrón que, sobre la homosexualidad, todos son de su condición.
Para más abundancia, ya dije entonces que “ni es la primera ni tampoco será la última vez que se escriba sobre tal tema porque ya se encargan los maledicentes de propagar cualquiera cosa que pueda hacer algún tipo de daño a la Iglesia católica”.
Pues eso. Así estamos… separando la cizaña del trigo bueno.
10 comentarios
De todas formas, las malas interpretaciones no dependen de lo que diga quien lo dice sino, sobre todo, de la intención de quien interpreta.
Si es mala la intención, el resultado será malo también.
Un saludo.
Que el Cardenal Newman haya escrito lo que fuera de dudoso ententer para un católico antes de su conversión al catolicismo. No quita para que éste, al final de sus días, de palabra o de obra no se haya ratificado en lo mismo.
A la Iglesia Católica, lo que le llama la atención a tener en cuenta es que un hombre al final de sus días: abjure de su rango, puesto y condición para pasarse al lado , si no opuesto, sí contradictorio durante mucho timepo. En estos asuntos de conversión nadie voluntáriamente se baja de su pedestal si no hay intervención divina.
Por lo que fuere respecto a la homosexualidad de Newman, que todos los humanos unos más otros menos de forma acentuada tenemos. Bueno es decir que así como no hay mujer que de vieja muera siendo entera y totalmente femenina; así no hay hombre que muera siendo entero y totalemente masculino. Y que todo hombre tiene su parte de femenino; como así la mujer tiene de masculino
Por otra parte la homosexualidad de origen natural genético o salida del vientre de su madre (eunucos) Como así la que uno se otorga en castidad volutaria por amor a los cielos. Es la línea más recta de conducta para que la mente del sujeto ascienda por las sublimes sendas del misticismo. Impedimentos como el yugosexomatrimonial, -hoy día el más criticado- con distracciones de hecho a tener en cuenta.
"Pues una cosa es que hoy día la especie crezca y se multipli através del sexo, Y otra cosa que no haya habido otro medio más casto de crecer y multiplicarse."
En honor de los homosexuales castos queda escrito:" ,.. los que fueron rescatados de la Tierra. Estos son los que no se mancharon con mujeres y son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero,..(Ap.13,3-5)
La sexualidad como efecto natural de la genética, -que no en todos los humanos se dá de igual forma-
De ningún modo en sí: Ni es un vicio, ni es una enfermedad; Sino todo lo contrario: Pues es una predisposición natural a la virtud y a la castidad que son la salud del alma y del cuerpo.
La homosexualidad maculina o femenina, como así la del macho o de la hembra es una indefinida evolución natural del sexo con la mente de hembra a macho o de macho a hembra; o viceversa. Y tiene sus razones genéticas de continencia natural de ser.
"El les contestó: No todos entienden esto sino
aquellos a quienes ha sido dado. Porque hay eunucos (homosexuales) que nacieron así del vientre de su madre, (por genética) y hay eunucos que fueron hechos por los hombres, ( en honor a sus dioses) y hay eunucos ( en voto de castida) que a sí mismo se han hecho tales por amor del reino de los cielos. El que pueda entender que entienda" (Myt19,10-12)
Ciertamente otra cosa son las carencias morales de la depravación del "Orgullo Gay"
Exactamente.
La Iglesia católica no creo yo que discrimine a los homosexuales como, por ejemplo, se hace en ciertas naciones musulmanas donde tienen a bien colgarlos de una grúa.
Por otra parte, creo yo que no se trata de eso sino de si el cardenal Newman lo era. Hablar, ahora, de tal cosa, sólo puede tener intereses turbios.
De acuerdo con Ud. en lo que dice. Es algo que se está convirtiendo, casi, en obligatorio.
Otra cosa es que hasta el final de sus días Newman hiciera causa común con el mundanal circus de estos energúmenos. Y aquí quien crea que debe beatificarlo: él lo sabrá.
Siempr ha habido homosexuales de irreprimible amaneramiento como se dice que su comportamiento moral y humano ha sido ejemplar.
Yo no sé, seguro,las maneras que tenía de comportarse el cardenal Newman. Lo que sí sé es que atribuirle homosexualidad así como así es bastante grave. Sobre todo porque no puede defenderse.
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