Educación para la Ciudadanía y una sexualidad puramente ideológica

Se ha escrito mucho sobre la voluntad torticera y adoctrinadora de Educación para la Ciudadanía.

Los defensores de tal malhadada asignatura siempre dicen que, en realidad, no se trata de ningún tipo de adoctrinamiento sino que lo que se quiere es “educar” en determinados aspectos que, al parecer, tienen que conocer los educandos si es que quieren ser ciudadanos verdaderamente “libres”.

Informaba, ayer mismo, InfoCatólica que en “Profesionales por la Ética” habían detectado una aberración en el seno de EpC.

Se llama la cosa “Sexpresan” y está, destinado, el material, para alumnos de secundaria.

Todo él es una retahíla de manipulación sexual para adolescentes.

Por ejemplo, no pueden faltar, los Embarazos no deseados.

También Métodos anticonceptivos.

Como no, La píldora postcoital (o del día después)

No podía faltar la Interrupción voluntaria del embarazo.

Y, como no, “Género y sexualidad”.

Un par de “perlas” han de ser más que suficientes como para entender con qué tipo de personas tenemos que vérnoslas.

1.-En el apartado referido a la píldora postcoital se preguntan si se trata de un tratamiento, la tal píldora, abortivo.

¿Cuál es la respuesta que esperaría encontrar?

Efectivamente: “No, en absoluto. Según la definición de la Organización Mundial de la Salud asumida por la comunidad científica internacional El tratamiento postcoital actúa, o bien impidiendo la ovulación si esta no se ha producido ya, o bien la fecundación del óvulo o bien impidiendo la implantación del óvulo fecundado en el útero”.

Y resulta raro que no sea, esto, un tratamiento abortivo porque dicen que “Es un tratamiento de urgencia que puedes utilizar DENTRO DE LAS 72 HORAS SIGUIENTES A LA RELACIÓN COITAL”. Por eso es de creer que la fecundación no espere tal plazo de horas para producirse sino que, efectivamente, se produzca cuando tiene que producirse y que el espermatozoide no esté esperando para que, al usar la píldora postcoital no se le pueda acusar de ser el culpable de la misma.

Y es que los abortistas gustan mucho de las cifras: que si tienen que pasar 14 días para que se produzca la implantación del óvulo fecundado, que si 72 horas en las que, al parecer, no hay fecundación, etc. y etc.

Pero lo que se quiere defender, ante los menores de edad, es que, durante un periodo de tiempo no tienen que preocuparse porque, para eso, ya tiene el remedio farmacológico adecuado. En fin… que todo vale.

2.-Por otra parte, en el apartado “Género y sexualidad” se dice que (y lo tienen esto como bueno, claro) “Queremos romper con la rigidez de los modelos impuestos, para que cada persona pueda dibujar libremente quién es, e involucrarse, si lo desea, en relaciones más satisfactorias y positivas”

Y hablan de “Nuevos modelos de ser mujer, de ser hombre, más ricos y flexibles“. Y para eso, es necesario “una transformación social y política…“

Creo que esto es más que suficiente y debería abrir los ojos de más de un incauto que crea que no se adoctrina con EpC.

En cuanto a la misma ideología de “Género” ya es aberrante que se imponga la misma como si fuera lo más normal del mundo. Por otra parte, ya sabemos lo que quiere decir eso de “modelos impuestos” (matrimonio heterosexual, relaciones matrimoniales y no prematrimoniales, fidelidad matrimonial, etc. Es decir, todo que les parece “carca”)

Lo que se propone, al contrario, es la simple experimentación para ver qué tipo de relación sexual se quiere. Vamos, probar hasta que se dé con lo que uno es porque, al parecer, no saben que más que género lo que existen son sexos: hombre y mujer o varón y hembra. Lo demás es simple manipulación ideológica de la izquierda y políticamente correcta, relativista, etc.

Vamos, un “gran” modelo a seguir por nuestros hijos adolescentes.

¿Y todo esto tiene que ser obligatorio?

Pues sí, por bemoles sociatas y progres. Y, también, de cierta derecha adocenada y aborregada.

Para que se sepa que en todas partes cuecen habas.