CONFER: ¿Religiosos sin comunión?

El pasado martes día 11, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) inició su XV Asamblea General.

El que esto escribe, que se cree católico y se siente, digamos, de los cristianos que constituyen, como piedra viva, la Esposa de Cristo como uno más, siempre ha pensado que lo que identifica al católico es que, sobre todo, tiene un sentido de la comunión que lo diferencia, por ejemplo, de otras denominaciones cristianas (protestantes, por ejemplo) donde la común-unión no es, precisamente, el comportamiento ordinario.

Por eso, cuando se leyó el mensaje que el Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Cardenal Franc Rodé y dijera, éste, “estáis aquí para que en comunión con la Iglesia y sus legítimos pastores, encontréis una respuesta a los desafíos“, el que esto escribe no tuvo más remedio que pensar que en la CONFER había, hay, algo que no concuerda con lo que debería ser lo correcto y adecuado. Es más, con lo único que puede esperarse.

Pero, sin embargo, aún quedaba algo más para acentuar la preocupación pues ya dijo Jesús aquello de “por sus frutos los conoceréis” (Mt 7:20)

El Presidente de CONFER, el mercedario Alejandro Fernández Barrajón, dijo, refiriéndose al tema de la comunión (crucial en este caso) que “queremos cultivar nuestra comunión sin descuidar nuestro espíritu crítico por amor a la Iglesia“.

Sin embargo, sabemos que, en un tema como el de Educación para la Ciudadanía se están comportando no siguiendo la comunión exigida sino manifestándose en contra (recordemos, por ejemplo, la FERE) de lo dicho por sus superiores jerárquicos (que creo que tienen algo que ver con la Conferencia Episcopal Española)

Aquí hay demasiado espíritu crítico.

Pero, donde puede verse, quizá, el sentido que se tiene de la comunión es cuando dice, el Presidente de CONFER Alejandro Fernández Barrajón que los religiosos “nunca” van a “cuestionar al poder legítimo”.

No se puede negar que no cuestionar, nunca, al poder legítimo, es ir, muchas veces, contra la debida comunión con la Iglesia católica, la cual se encuentra, muchas veces, atacada y zaherida por el poder legítimo que, al parecer del Sr. Barrajón, puede hacer lo que le venga en gana porque, de su parte (y de la CONFER hay que entender) no habrá cuestionamiento ni nada por el estilo.

Aquí hay demasiado espíritu crítico y un comportamiento excesivamente bizcochable y entregado al poder (el que sea) establecido.

Pero, parece que, aquí, la comunión va por barrios y en algunos está demasiado lejos.

Sin embargo, siempre es de esperar que, cuando una persona pertenece, en lo profundo (y no en la simple pertenencia) a la Iglesia católica, tiene una especial responsabilidad en que lo que hace, dice y muestra a la sociedad esté tocado, sobre todo, por el aliento de la unidad y de la comunidad cristiana de la que forma parte. De otra forma, no se puede decir que haya comunión sino mera apariencia, puro fariseísmo.

Por su parte, y demostrando un necesario (pero excesivo) optimismo, Monseñor Sanz Montes, obispo de Huesca y de Jaca y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la CEE manifestó su deseo de que los trabajos de la Asamblea “aporten luz y abran caminos".

Y es que Monseñor Sanz (al que tantas veces he escuchado, en la COPE, sus comentarios matutinos) es, seguramente, demasiado bueno.

Para ciertos religiosos, incluso, demasiado inocente aunque, no por eso, poco firme.