InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

30.12.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Así se camina hacia el Cielo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Así se camina hacia el Cielo

Caminar es, así, verdaderamente, ahondar en la claridad, iluminarse. El sol, metido dentro de nosotros, un milagro; el amor, ensanchándonos por todos los confines, un prodigio; el corazón nuestro, que se hace pedacitos y se siembra en ellos, un portento: Dios, en todo, alma de las cosas, espíritu y vida y resurrección de los hombres, ¡qué gran suceso!” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)


No podemos negar que, en algunas ocasiones, podemos preguntarnos (como hizo aquel joven rico haciendo lo propio al Hijo de Dios para ganar la salvación - cf. Mc 10,17) qué debemos hacer (es decir, poner en la balanza de nuestro Juicio particular nuestras obras) para alcanzar el Cielo. Es cierto que tal es una ansia de cualquier discípulo de Cristo porque bien sabemos que nos está preparando allí un lugar, como bien se dice en Jn 14, 2.

Es verdad que nosotros mismos nos ponemos muchos obstáculos para arribar, cuando eso sea voluntad de Dios, a las puertas del Reino Eterno pero también es cierto que aquí mismo nuestro buen amigo Manuel Lozano Garrido nos da algunas pistas (como tantas veces hace) al respecto de eso. Y es seguro que nos ha de venir la mar de bien. 

Caminar hacia el definitivo Reino de Dios es algo propio de quien cree, primero, que existe un tal lugar y, luego, que puede ir hacia él. Y se camina, se ha de caminar, sabiendo dónde se pisa para no salirse del camino llevados por las muchas atracciones que el mundo y la carne nos ponen, algo así, como palos en las ruedas de una bicicleta…

Nosotros queremos pisar con firmeza. Es decir que, con Lolo, queremos dar paso a paso, sí (aquí no vale correr ni querer pasar por la puerta ancha, como bien dice Nuestro Señor y recoge Mateo en su Evangelio en 7, 13) para que se nos abran las puertas del Cielo. Y, para eso debemos tener en cuenta todo eso que nos dice el Beato de Linares (Jaén, España)

Nos dice, por ejemplo, eso, lo del mismo camino del que hemos hablado arriba; nos dice, también, que el amor es algo tan esencial que sin él, decimos nosotros y seguro apoyaría Lolo, de nada nos sirve lo demás como el Apóstol de los gentiles explica más que bien en su más que conocido capítulo 13 de su Primera Epístola a los Corintios; también que el corazón, nuestro corazón, es aquí muy importante porque, como bien sabemos, del corazón salen las obras que es algo que ya se escribió en Proverbios 4, 23 y que el Hijo de Dios concretó en Mt 15, 19 cuando dijo “Porque del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias“. Y, claro, también lo bueno inspirado por Dios. 

Por tanto, no podemos negar que algo más que bueno nos dice Lolo y que, siguiéndolo, es más que seguro que vamos caminando por buen camino hacia el definitivo Reino de Dios llamado Cielo.

Pero, claro, no podemos dejar de prestar atención a lo último de lo que habla Lolo o, mejor, a Quien refiere en último lugar que, como bien sabemos, es el lugar exacto para ser los primeros. Y nos referimos a Dios mismo. 

Es, ciertamente, un gran suceso que Dios esté en todo. Aunque, a este respecto debemos olvidar que todo sea Dios pues eso es puro panteísmo y los discípulos de Cristo no pueden estar de acuerdo eso y, claro, no lo estamos. Que Dios está en todo es algo sencillo de entender y estar de acuerdo porque todo lo Creó y, por tanto, todo lo mantiene. 

¿Dónde, pues, está Dios en todo esto? 

Es sencillo, y lo bien lo dice el bueno y santo de Manuel:en todo, alma de las cosas, espíritu y vida y resurrección de los hombres“.  Ahí es nada donde está nuestro Creador pues es en todo, sencillamente en todo…

Sólo debemos comprender lo que significa que Dios esté en el alma, en nuestra alma; que esté en el espíritu y en la vida y, como no puede ser menos, en el exacto y maravilloso prodigio de la resurrección que ha de ser como una nueva creación por un nuevo venir a ser como éramos…

¿Tenemos, o no, formas de ir al Cielo o, mejor, pistas para eso? Y aquí mismo es gracias a Lolo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (97)

En el relato de la Creación no hay ni una sola palabra que venga con espinas. Se habla del sol y las estrellas, del agua y los pájaros, del hombre y las plantas, pero nunca de un Dios que hubiera modelado el sufrimiento con el afán de sus manos.

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

23.12.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Desde Belén hasta ahora mismo: exaltación de la cuna

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena – Desde Belén hasta ahora mismo: exaltación de la cuna

“Lo bueno de Belén es que la exaltación de tener al Niño con nosotros, con todo lo que supone de salvación y de promesa, nos abre el corazón como una primavera, hasta arrinconar tantas espinas como hay en el tronco del mayor suceso de la historia” (Beato Lolo, de su libro Cartas con la señal de la Cruz)

No es nada de extrañar que Manuel Lozano Garrido, a la sazón Lolo para sus muchos amigos, dedicara en sus libros o artículos de prensa una atención muy especial a lo que llama aquí mismo como “el mayor suceso de la historia". Y no se equivocaba para nada ni tampoco exageraba. 

El caso es que el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) se refería, como podemos estar imaginando, al nacimiento del Hijo de Dios en un pueblo de Israel llamado Belén como, por cierto, había sido profetizado desde hacía muchos siglos (como bien dice Miqueas-5- “Más tú, Belén Efrata… de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño“) y por eso  los más entendidos en las letras sagradas judías sabían que así sería aunque, claro, entonces ya había sido…

Pues bien, las palabras aquí traídas son de verdadero consuelo porque están contenidas en su  libro Cartas con la señal de la Cruz que es, como bien sabemos, uno dedicado a la correspondencia que mantuvo nuestro amigo de Linares con otros enfermos. Y por estas palabras vinieron tan bien a los que entonces las leyeron o escucharon y ahora mismo a nosotros también nos vienen igual de bien. Por eso, a nosotros nos nace esta

Exaltación de la cuna

Meditación sobre el nacimiento de Jesús: "El Pesebre envuelve la gloria de  Dios"

Viniste, Niño, para salvar

lo que perdido estaba, 

viniste para perdonar 

los pecados de este perdido

mundo, 

viniste porque tu Padre 

nos amó hasta el extremo

y nos quiso sobre todo

y sobre todo nos quiso. 

Viniste, Niño, 

porque Dios lo había 

prometido, 

allende los siglos, 

y los profetas contaron

qué pasaría ese día, 

que de una Virgen vendría

a llenar tantos vacíos

y a colmar

los corazones.

Viniste, Niño, 

porque necesario eras,

pequeño como cualquiera

y como nadie limpio,

luz de luz

para desocupar la tiniebla

de la negrura humana. 

Viniste, Niño, 

y con tu entonces

y tu ahora

y tu para siempre

quisiste ser ternura

y lo fuiste,

esperanza

y la repartiste,

Amor sobre los mimbres

de una vida 

que se hace, 

canción con letra nueva

para las cosas renovadas,

mano que acompaña,

soledad ya olvidada.

Viniste, Niño, 

y con eso nos basta,

porque así colmarías

lo por venir, 

aquello que también

fue escrito 

sobre Ti

y sobre 

ese Gethsemaní.

Viniste, Niño,

y desde entonces, 

desde tu pueblo do naciste, 

es cierto que hubo estrella

y que trajo nuestro destino, 

es cierto que los pastores

corrieron y más

que corrieron

y postrándose ante tu cuna

estamos más que seguros 

que descubrieron el Cielo. 

Viniste, Niño, viniste,

y te quedaste muy dentro. 

Beato Lolo, pídele al Niño, que ya es grande, que siempre nazca para que siempre seamos salvos. 

Amén y un beso al Cielo.


Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:



Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (96)


De la Creación no se conoce la fecha, porque ya siempre existió en el pensamiento divino y aún sigue modelando cada día nuestro espíritu, con el poder de la Gracia

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

16.12.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Dios ha grabado esto en nuestro corazón

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.


Frases que bien valen la pena – Dios ha grabado esto en nuestro corazón


Adiós, hijo. Las últimas palabras no las escribo sobre el papel, sino que las ha de grabar en tu alma con el ardor de un mensaje: “Tu Padre te espera y, cuando llegues, tuyo será su corazón”. (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

Como hemos dicho otras muchas veces (tantas como hemos traído aquí este libro de Lolo de título Reportajes desde la cumbre) es Dios mismo quien, puesto así por el Beato de Linares (Jaén, España) habla a su descendencia. Y lo hace desde la “cumbre” que es lo mismo que decir que desde el Cielo. 

Bueno, pues el caso es que en las palabras que hoy, las traída aquí hoy, nos dice Dios hay mucho de esperanza y, sobre todo, de creencia en que el Padre Eterno nunca ha olvidado ni olvidará a sus hijos. Y Manuel Lozano Garrido, como suele ser habitual, nos lo escribe de maravilla y para que se entienda a la perfección. 

Nos dice Dios que esto que nos dice último, por así decirlo, no tiene intención de que quede en el papel que, al fin y al cabo es fácilmente perdible por su deterioro o destrucción. No que quiere es que quede bien dentro en nuestro corazón donde, por decirlo en palabras de la Sagrada Escritura, la polilla no lo corroe todo…

Pero, en todo caso… ¿Qué es lo que nos quiere decir Dios a nosotros?

En primer lugar, aquí hay una despedida pero, como puede suponerse tratándose de Dios quien se despide, no es un “hasta nunca” sino, justamente, lo contrario porque es un “hasta ahora mismo, hasta ya” porque nuestro Creador ni nunca no has abandonado ni nunca nos va a abandonar. 

Y, claro, si hay un primer lugar es porque, por lo menos, debe haber un segundo lugar. Y es el que deducimos de todo eso: debemos tener esperanza en que lo mejor está puesto ahí para nosotros. Y así debemos creerlo.

Esto lo decimos porque en nuestra alma ha escrito Dios algo que es muy importante y que nunca deberíamos olvidar porque tiene todo que ver con su Amor por nosotros y, claro, también por el mismísimo Lolo que escribió esto que es, desde ya, tan edificante y edificador si de nuestra fe hablamos. 

Dios nos ha dicho dos cosas, es decir, ahora mismo, entendemos que nos ha querido decir, nos dice, primero, que nos espera y, luego que su corazón será nuestro. 

No podemos decir que eso sea poca cosa sino que es mucho y muy mucho que es. 

Como Dios nos espera podemos sostenernos en la vida y por cada tribulación por la que pasemos ahí tenemos al Padre tendiéndonos una mano. 

Como Dios nos espera podemos saber, a ciencia y corazón ciertos, que su Luz siempre está para mostrarnos el camino que nos lleva a su buen puerto que es Su definitivo Reino llamado Cielo.

Como Dios nos espera es así como debemos caminar: sabiendo eso y teniéndolo más que claro.  

Y ¿Qué decir de eso que tiene que ver con que Su corazón sea nuestro?

Decir, por ejemplo, que con eso nos quiere decir Dios que es nuestro su todo, su ser y que, por tanto, jamás debemos desesperar nos pase lo que nos pase que para eso está ahí Él, quien nos ha creado y mantiene este valle, sí, de lágrimas, pero de paso hacia lo eterno. 

Decir, por ejemplo, que con eso nos quiere decir Dios, y así lo debió entender muy bien Lolo, que siempre está para vernos como quiere vernos y que no puede ser de otra forma que amándolo y haciendo lo propio con nuestro prójimo.

En realidad, lo que debemos tener muy claro es que el Todopoderoso ha hecho por nosotros lo mejor que podía hacer: decirnos que nos ama y que Su corazón es nuestro. ¿Acaso se puede pedir algo mejor o algo más? Y eso lo comprendió Lolo más que bien. 



Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:



Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (95)


Las estrellas tiemblan porque todavía guardan la profunda emoción de Dios cuando las iba creando”

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

9.12.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Perdonar muestra un corazón, el corazón

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Perdonar muestra un corazón, el corazón


No le toques los músculos, para ver su hombría. Entérate de lo que ha perdonado y tendrás o no delante un héroe.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, Amor, nº 604)

No es poco común que nos equivoquemos  a la hora de pensar cómo es una persona. Y es que o solemos poner atención en lo que importa, en lo que verdaderamente importa. Y Lolo nos dice, bien a las claras, el punto exacto sobre el que debe recaer nuestra voluntad, digamos, conocedora del prójimo. 

Nos equivocamos, sí, porque somos unos simples e ilusos mortales. Y así, nuestra especial condición de una cosa y de la otra nos lleva a mirar más por las cosas del cuerpo que por las del alma. Y luego pasa lo que pasa…

De todas formas, y gracias a Dios que suscita de entre sus hijos a los que son mejores, aquí tenemos a Manuel Lozano Garrido para poner blanco sobre negro y para que nos caigamos del burro acerca de que conocemos de primera mano lo que queremos conocer. 

El Beato Lolo (Linares, Jaén, España) apunta exactamente al centro de la diana de cómo somos. Y lo hace para que nos quede claro hacia dónde debemos mirar y no es, precisamente, a lo más mundano del prójimo si lo que queremos saber es ante quién nos encontramos.

En realidad, debemos ir más allá de lo que aparentan las personas o, en todo caso, debemos mirar un poco más profundamente.

Esto de arriba lo decimos porque resulta muy sencillo caracterizar a un ser humano tan sólo atendiendo a lo que parece que es que es como si Cristo hiciera todo el caso a quien le dice “Señor, Señor"  (cf Mt 5,21) pero luego no pone en práctica la Palabra de Dios ni por asomo…

No. No es ahí donde debemos mirar en primer lugar aunque es casi seguro que se ahí donde miremos en primer lugar… No. Las cosas van por otro camino que tiene que ver con lo que, en realidad, es una persona. 

Hay que saber. Es decir, no nos vale con la capaexterna de la persona. Y hay que saber qué y cuánto ha perdonado…

Debemos saber, por tanto, “lo que ha perdona” porque eso resulta esencial para conocer de verdad cómo es una persona.

Así, por ejemplo, si una persona ha perdonado poco es que tiene un corazón duro, de piedra.

Así, por ejemplo, y al contrario, cuando una persona ha perdonado mucho es que tiene un corazón tierno… de carne que es como quiere Dios que sus hijos tengan el corazón porque es así como Él lo tiene y así se explica que nos perdone todas nuestras tropelías.

Saber que una persona ha perdonado mucho nos dice, en primer lugar, que ha tenido mucho que perdonar pero nos dice, sobre todo, que ha sido capaz de sobreponerse al ordinario comportamiento nuestro de no perdonar y dar el paso necesario para hacer lo contrario. Y no nos extraña nada que nos diga Manuel Lozano Garrido que la persona que ha perdonado (entendemos que mucho) tiene adherido en su corazón el título de “héroe". Y cuanto más perdone más héroe pues, de lo contrario, no seguirá el camino que Dios quiere para sus hijos. 

Y es que aquí todo está dicho: “setenta veces siete” (cf Mt 18, 22) ) dice Cristo que hay perdonar. Y es que, de hacerlo, el título del que habla Lolo lo tendríamos bien ganado… pues por para algo es Palabra de Dios.


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.




Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (94)

¡Hermanos!: la alegría y la confianza tienen razón, desde que el Señor nos ha hecho con tanta fe y esperanza.”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

2.12.24

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena –  Resucitaremos

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Resucitaremos

“El Cristianismo no arranca de una culpabilidad, sino de una esperanza” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, amor, 978)

“Creer y convertirse”. Son dos expresiones que manifiestan la voluntad de una persona acerca de qué es lo que quiere no para esta vida (que también) sino, sobre todo, para la que ha de venir cuando se cierre el telón de su existencia y tenga que acudir donde haya merecido acudir. Y eso es lo que le pasó al Beato Lolo (Linares, Jaén, España)

Existe la creencia errónea según la cual basta con no creer en Dios para librarse, automáticamente, de lo que supone la existencia del Creador. Sin embargo, para desgracia de muchos incrédulos, las cosas son como son y por la mañana amanece cuando sale el sol. Y ante la Verdad poco pueden hacer los que prefieren esconder la cabeza bajo tierra pensando que, así, pasa el “peligro” de sentirse hijos de Dios.

Pues bien, quien se sabe hijo del Creador sabe perfectamente que en esta vida está de paso o, como poco, a decir de Santa Teresa, que es una mala noche en una mala posada o dicho hoy día, en una mala pensión de las llamada de “mala muerte”.
Es decir, que poco pasamos aquí con relación a lo que ha de venir tras nuestro final corporal. Y estamos seguros que tal pensamiento dio a Lolo una nutriente esperanza para su alma. 

Tenemos una esperanza clara, como la tuvo Manuel Lozano Garrido, que nos sostiene en el mundo y por la cual vivimos y existimos: la resurrección.

En efecto,
resucitar, cuando llegue el momento en el que Cristo vuelva a la tierra para juzgar a vivos y muertos, ha de ser el anhelo de todos los que estamos más que seguros que todo esto, nuestra fe y Dios mismo, no son una ilusión que necesitamos para vivir sino que ambas realidades son más que ciertas, que lo vemos todos los días y que, no obstante, lo que nos espera es infinitamente mejor y dura para siempre, siempre, siempre como diría Santa Teresa de Jesús.

Resucitar para toda la eternidad y que sea para una eternidad de vida y no de muerte, es lo que nos sostiene, lo que sostuvo a Lolo en su sufriente vida terrena. Es una esperanza fundada en la resurrección de Jesucristo, Hijo de Dios, enviado por el Padre y Mesías de la humanidad toda. Por ella murió pero, no sin embargo, dejando de avisar acerca de los requisitos (¡sí, hay que cumplir algunas condiciones sine qua non!) citados arriba: creer y convertirse.

No basta estar más que seguros de que seremos salvados y vivir dormidos en los laureles. Si Cristo murió para que toda la humanidad se salve, no lo hizo porque estuviese seguro de que toda la humanidad se iba a salvar sino que, en todo caso, se salvarían aquellos que creyesen en Su persona y se convirtiesen. Así, sí; de otra forma, no. Y Lolo creyó y más que creyó en su hermano Jesucristo y por eso completó, con su dolor, el del Enviado de Dios.

El Amor de Dios, llegado directamente a nosotros (a falta de mayor fe en su pueblo elegido) es una garantía de verdad de la que no dudamos porque el Todopoderoso tiene, en efecto, todo el poder y nada para Él es imposible. Ni siquiera hacer posible que nosotros dejemos de pecar y nuestra esperanza se haga carne y sangre en nuestra vida. Ni siquiera eso.

¿Hay mayor esperanza?, verdad, ¿Lolo?

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.


Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor"  (93) 

Da escalofríos pensar que Dios, tan infinito, necesite del amor de los hombres y que aun hasta lo añore

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna (¡Con nuevos artículos! sobre Lolo)