InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Amigo de Lolo

3.03.25

Un amigo de Lolo- El acierto de Lolo con los títulos de sus libros

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

El acierto de Lolo con los títulos de sus libros

 

Quien, en ejercicio de un don de Dios o, en fin, procurándose él mismo tal actividad, cumple con la función social de escribir, sabe muy bien que cuando se hace eso hay algo que es esencial y que tiene todo que ver, casi siempre, con el buen resultado de la cosa. Y nos referimos al título de eso que se escribe. Y es que cierto y verdad que no siempre es fácil dar con uno que tenga que ver lo más posible con lo que, acto seguido, se va a plasmar en papel o en la pantalla de un dispositivo electrónico que, hoy día, es más abundante de lo que pudiera parecer.

Pues bien, si hablamos de Manuel Lozano Garrido, Lolo, a la sazón Beato de la Iglesia Católica, sabemos más que bien que acertó con cada uno de los títulos de los libros que dio a la luz pública para bien de muchos los que, con el paso de los años los hemos conocido.

Es cierto que alguien puede pensar que la cosa no es para tanto y que, al fin y al cabo, sólo se trata, eso, de títulos y que los mismo no van a determinar lo que viene luego. Sin embargo, pensar eso es no estar de acuerdo con la verdad de las cosas. Y eso es fácilmente demostrable con traer aquí los libros de Lolo y, claro, los títulos de estos que son, a saber:

El sillón de ruedas: perfectamente puesto el mismo pues es el primero que publicó y tiene todo que ver con, eso, aquel sillón de ruedas, desde el que veía el mundo y desde el que contemplaba el pasar de su vida. Compañero inseparable del Beato de Linares (Jaén, España) y, cosas de su existencia, el que mejor define su propia existencia.

Dios habla todos los días: ejemplo de hasta dónde alguien puede darse cuenta de que, en efecto, el Creador no está alejado de sus hijos ni de su Creación sino que cada día se manifiesta en cada corazón que quiere contemplarlo y en quien es capaz de atender a sus gemidos inefables.

Mesa redonda con Diospues al parecer para Manuel Lozano Garrido era accesible estar tan cerca del Todopoderoso con el que mantiene una conversación sostenida por las palabras del Beato a la que Dios, estamos seguros, respondió con su ternura y su aquiescencia.

Cartas con la señal de la Cruzpues, en efecto, las misivas que intercambiaba Lolo con otros enfermos muestran, en efecto, la señal de la Cruz en cada una de las personas con las que intercambia palabras.

Las golondrinas nunca saben la hora: porque “para ellas todo es ‘hoy’, ‘este momento’. Y como alusión a la muerte, esto: “Un aire las trajo, un dulce viento las llevará también algún día. No importa la fecha: será siempre ‘a su hora’, nunca antes, ni después, en aquella que está escriba en el gran catálogo celeste de las golondrinas”. Sustituyan ustedes algunas palabras y verán ahí: vida del hombre, llamada de Dios y su santa Providencia, Cielo… anhelo, cuando Dios quiera…

Pues bien, el Beato Lolo (Linares, Jaén, España) supo muy bien cómo titular sus libros, como ahora podemos ver:

Bienvenido amorque son expresión, los aforismos que recoge este libro, de que, en efecto, entendía Lolo que el amor debía ser bienvenido a la vida de todo hijo de Dios y que no era posible hacer otra cosa pues proviene de Aquel que todo lo crea y mantiene.

Reportajes desde la cumbre: pues Dios, desde esa “cumbre” que es el Cielo dirige su Palabra, palabras todas que constituyen este libro, desde una altura sobrenatural a la que no llegaremos hasta que, si lo merecemos, se nos otorgue tal posibilidad.

El árbol desnudoel título podría parecernos algo extraño pues… ¿qué tiene que ver un árbol con un hombre? Pero Lolo lo sabe decir más que bien. Y es lo que hace en la página 218 de “El árbol desnudo”:

Los árboles. ¿Por qué aquella semejanza de la misión de un hombre con las raíces y la corteza?

Uno, brotaba en la vida como un esqueje que tira hacia lo alto. Luego, los años iban configurando un huevo que se atornilla hacia la tierra y sueña con las estrellas. Y da frutos que se llaman triunfos e hijos.

¿No es fruto la razón y a gloria del árbol? Él también había sentido un secreto empuje de yemas que quieren reventar.

¿La poda también para el corazón…? ¿Las criaturas a su vez y las nobles aspiraciones?

Aún renunciando al fruto, nunca era un árbol un alarde superfluo. Del tronco aserrado nacía la madera y esa bella utilidad que es el mueble y la herramienta. Y aún, en última instancia, quedaba la posibilidad de entreverar do pedazos en forma de cruz para el muro de un hogar”.

Es, además, una novela autobiográfica…

Las estrellas se ven de noche: las estrellas, para Lolo, se veían en aquel entonces (ya ciego cuando escribe este libro que, además, será publicado de forma póstuma) en muchas de las cosas que le pasaban y que daban sentido a su vida y que era lo que, de verdad, le importaba. Por eso escribe en la página 142 del libro:

Es verdad que se han escabullido muchas cosas: las oposiciones, mi colaboración, la carrera y, no digamos, la juventud, sin olvidar esta viva morada que es mi cuerpo, aprisionado por el abrazo de una hiedra impalpable. Pero la vida será siempre un camino de ilusión y esperanza, y en el de mi corazón sólo destacan hoy los árboles.”

Luego, por cierto, han venido otros libros que han sido producto del “descubrimiento” de alguno de ellos (Las siete vidas del hombre de la calle”: título genial, por cierto, al relacionar al hombre de la calle con los Sacramentos) o preparados por verdaderos amigos de Lolo (Cuentos en LA sostenido, por ejemplo, y otros más) que también han reflejado el buen sentido de aquellas personas que los han titulado. Y es que la fuente original de la cosa era Lolo y, claro, así no se puede fallar…

Podemos ver, como decimos arriba, que el título de las obras de Lolo son un verdadero tesoro en sí mismos considerados. Y es que cuando alguien, como Manuel Lozano Garrido, atrapa los gemidos inefables del Espíritu Santo y los hace fructificar en su corazón salen cosas así. Y nosotros, como tantas otras veces pasa, nos aprovechamos todo lo que podemos de ellas que para eso están puestas en el mundo gracias a Dios. Y es por eso por lo que no he querido resaltar nada de lo escrito después del título de sus libros porque, francamente, lo que uno pueda decir nada tiene de mejor que lo titulado por Lolo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (105)

Id y referid a todos lo que estás viendo; el grano germina, el pájaro vuela, el sol calienta y el hombre piensa o ama.”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

24.02.25

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Es que la fe es creer sin ver

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Es que la fe es creer sin ver

Nuestra fe tiene una exigencia de silencio tuyo. El misterio es así y debe bastarnos.” (Beato Lolo, de su libro Las golondrinas nunca saben la hora)

Ya sabemos lo que dijo el Hijo de Dios al respecto de aquellos que creen que su fe han de manifestarla con grandes formas como, por ejemplo, hacer ver que han ayunado o cuando quieren que se sepa que han dado limosna. Y, como podemos imaginar, tal forma de hacer las cosas no eran del gusto espiritual de Jesucristo porque, además, lo relacionado con nuestra fe cristiana no se puede corresponder con unas tales expresiones.

Como no puede ser de otra manera, el Beato Lolo (Linares, España)entiende las cosas de una forma más atinada y aquí mismo lo muestra a la perfección.

Aquí aparece una palabra que tiene mucha enjundia en materia de creencia: misterio.

Así, cuando decimos que una cosa es misteriosa suponemos que no tenemos mucha idea acerca de la misma y que no se nos alcanza su origen o cosas por el estilo. Sin embargo, cuando juntamos las palabras misterio y fe ya sabemos que las cosa no son así pues mucho tenemos que conocer, a tal respecto, de qué estamos tratando.

El misterio es así”. Nos dice Manuel Lozano Garrido.

A tal respecto, es muy buena cosa que nos diga nuestro amigo de Linares que debe bastarnos con el silencio de Dios cuando queremos darnos cuenta de qué supone para nosotros el misterio divino.

También sabemos lo que le dijo Cristo a Tomás cuando este quiso meter los dedos en sus heridas porque no creía que hubiese resucitado. Y es entonces cuando dio la mejor definición de fe que se pueda dar: fe es creer sin ver porque así se manifiesta la confianza en Quien se cree.

Tenemos, por una parte, lo que significa el misterio y, por otra, que debemos estar más que seguros del mismo aunque Dios no se manifieste, digamos, ante nosotros como si se tratase de un ser más de los que podemos ver y tocar. Y es que lo relacionado con nuestra fe cristiana, aquí católica, tiene todo que ver con ese “silencio” del que habla Lolo del Todopoderoso hacia sus hijos que no tiene nada que ver, por cierto, con que no nos tenga en cuenta sino, justamente, con todo lo contrario.

En todo caso, el misterio se desvelará del todo cuando estemos en el Cielo (Dios lo quiera porque nosotros lo queramos…) y es que, como dijo San Pablo “Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara”.

Y es que “debe bastarnos”. Y tales palabras muestran bien a las claras qué es lo que nosotros debemos creer y, en el fondo, ser.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (104)

Lo que divino se refleja en las cosas es igualmente embriagador, aunque tenga que pasar por el tamiz de lo invisible

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

10.02.25

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – La verdad y la Verdad

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).PRESENTACIÓN


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – La verdad y la Verdad


Cada hombre se puede hacer su propia y escuálida verdad, pero sólo Dios tiene la inmensa y generosa verdad que sirve para todo.” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, Amor, 15)

No podemos dejar de reconocer que Manuel Lozano Garrido, a la sazón Lolo para todos sus amigos, conocía a la perfección el cómo ser de sus hermanos porque tenía un “ojo” muy fino para nuestros comportamientos. Y aquí mismo lo vuelve a demostrar más que bien.

El caso es que nuestro amigo Lolo vuelve a hacer aquello que muy sabe hacer y es establecer dos realidades distintas y que una de ellas acabe subordinada a la otra de forma, digamos, natural.

La primera de tales realidades se refiere a nosotros, a cada uno de los que nos movemos y existimos en el mundo por la voluntad de Dios. Y no podemos negar que lo que nos atribuye el Beato de Linares (Jaén, España) es algo más que acertado: vamos a la nuestra…

Es cierto y verdad que cada uno de nosotros solemos creer que tenemos la verdad que es… la nuestra. Y es cierto que por eso es propia y, precisamente por sostenerla una simple criatura de Dios es, en fin… más que escuálida.

¿Cuántas veces no decimos eso de “según yo creo…” esto y lo otro?

No podemos negar que no es nada absurdo creer que tenemos, al menos, lo que consideramos nuestra verdad y que defenderla puede ser a veces, cuestión de honor porque somos como somos y no solemos dar nuestro brazo a torcer salvo cuando la fuerza que se nos opone es esencialmente potente y, en fin, mas que razonable.

Pero verdad, lo que se dice verdad, ¿Quién no cree que la tiene?

Pero ¡Qué razón tiene Lolo cuando dice que nuestra verdad es escuálida! y es que suele ser una nada entre otras nadas…

De todas formas lo que viene a ser la segunda realidad da la que habla Lolo es, verdaderamente, la más potente y decisiva. Y es que se refiere a Dios mismo. 

Que Dios tiene la Verdad porque es la Verdad es algo que nosotros no podemos poner en duda porque sería cuestión de ser acusados de todo lo peor de lo que pudiéramos ser acusados. Y es que el Todopoderoso tiene la Verdad que nunca falla y que siempre acierta con todo lo que diga y haga. Y por eso Manuel Lozano Garrido lo pone aquí como ejemplo de hacia dónde debemos mirar y en Quién debemos fijarnos. 

El caso es que, además, la Verdad es generosa pues siempre podemos optar a ella para no dar malos pasos. Es decir, Dios no se gasta en Verdad por mucho que nosotros nos “hagamos” con ella, por así decirlo. 

Y es cierto que Lolo hizo uso abundante de tal posibilidad. Y a su vida nos remitimos. 


Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.



Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor” (102)

Dicen que la Creación pudo partir de una nube de hidrógeno. También el hombre viene del barro y a ver quién es el que le hace ascos a su vida y a su alma.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

3.02.25

Amigo de Lolo - Frases que bien valen la pena – Cristo está en todo pero no es todo

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena – Cristo está en todo pero no es todo


Ver a Cristo en la voz que levanta dolores de cabeza o en la presencia que crispa los nervios, reclama una valiosa operación de fe, pero también hay que creer muy firme para delinear en unos miembros escarnecidos el resto exacto de un Dios.” (Beato Lolo, de su libro El sillón de ruedas)

Manuel Lozano Garrido hace sabe muy bien  al referirse a dos realidades en un mismo pensamiento. Y es algo que hace muchas y más que veces. Y eso es lo que hace en el texto que hoy hemos traído y que ha salido de su libro El sillón de ruedas título que, por cierto, le venía muy bien al Beato de Linares (Provincia de Jaén, España) porque muchos años vivió literalmente sobre uno de tales sillones…

Nosotros hemos dado el título que hemos dado al artículo de hoy porque quizá hay algo que no se entiende o, a lo mejor, no lo entienden algunos creyentes católicos (los que no lo sean, con franqueza lo decimos, no nos importan tanto) Y es que sí, Dios todo lo creó y Cristo, siendo Dios hecho hombre, también tubo que ver con la Creación y, por decirlo así, Dios está en todo y Cristo está en todo. Sin embargo, eso no quiere decir que ni Dios sea todo ni Cristo sea todo pues resulta mas que evidente (para algunos no lo es tanto) que Jesucristo fue y es Jesucristo y que Dios es y siempre será Dios pero son la Primera y Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Eso son, pero no más (ni menos) 

El caso es que conviene aclarar esto para que nadie se lleve a engaño

Pero, como arriba decimos, aquí Lolo se refiere a dos realidades que no es que sean imposibles de cohonestar (perdón por el palabro) sino que una lleva a la otra si las sabemos entender o, al menos, si tratamos de entenderlas. 

Nos plantea el linarense universal que la fe se las ve tiesas cuando se habla de dos cosas que son, por un lado, expresión de nosotros mismos y, por otro, expresión de la figura de Cristo, Jesucristo, Mesías y Salvador nuestro. 

Pues bien, es fácil entender que para darnos cuenta de que Cristo está en quien pueda darnos cierto malestar o que también está en quien puede llegar a crisparnos los nervios o, por decirlo de otra forma, a sacarnos de nuestras casillas (ambas cosas nos pone en un lugar terrible si bien lo miramos) hay que tener una fe bien arraigada en nuestro corazón. Es decir, que para no mandar a esparragar a quien nos cause dolores de cabeza y nos ponga algo nerviosos hace falta darnos cuenta de que en tales personas también está Cristo…

Sostener eso, que en tales personas está Cristo, ha de querer decir (de inmediato) que no podemos arremeter contra ellas porque, en efecto, nuestro hermano venido a salvarnos, también se encuentra allí mismo. Y no podemos negar que debemos tener una fe muy fuerte y bien arraigada en nuestro corazón como para no proceder como quisiéramos proceder que no es, precisamente, una manera muy santa de proceder con tales personas.

Pero es que lo “otro” es también muy importante. 

¿Y qué es lo otro? 

Lo otro es, nada más y nada menos, no perder la perspectiva de darse cuenta de que Quien está escarnecido en una Cruz no es un hombre cualquiera sino el Único Hijo de Dios engendrado y no creado. Y es que puede no resultar fácil apreciar que sí, que allí mismo, que Aquel que está cubierto de heridas y de sangre no es Otro que Quien bien poco tiempo antes fue recibido en Jerusalén con tintes de gozo y alegría. Sí, es Cristo mismo quien está clavado en dos maderos que los que no sabían lo que hacían habían unido con aviesas razones

En realidad, nuestra fe ha de ser fuerte para no caer en la tentación de escarnecer al prójimo cuando el cuerpo nos pide hacerlo y, luego, para ver en el Crucificado al mismo Dios hecho hombre que, no olvidemos, estaba a punto de vencer a la muerte y, de paso, abrirnos las puertas del Cielo. ¿Verdad, Lolo, que eso es así y que no es poca cosa?

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.



Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (101)

La belleza es tan infinita en Dios que, desbordando su obra visible, se desparrama por lo que, como el campo atómico y el celular, permanecen todavía casi intangibles a la huella del hombre.”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (Con nuevos artículos sobre Lolo)

 

1.02.25

Por influencia de Lolo: nuevo Libro

Sólo escribimos esto para dar noticia de la publicación de un librito que se ha dado a publicar por influencia directa de Manuel Lozano Garrido, Lolo.

El libro se titula “Parrafillos con Cristo”. Y está publicado a través, por decirlo así, de la editorial de Amazon, donde se ha puesto en versión papel y en versión descargable.

Alguien se puede preguntar acerca del título de este librillo que tiene apenas 70 páginas. Pero el caso es que la explicación del mismo viene de esto que sigue (parte de “Explicación de todo").

Todo esto se lo debemos a Lolo porque en su libro “Dios habla todos los días” dice, en un momento determinado (p. 32 de la edición original -1962- y 35 de la publicada en el año 2000) dice esto que sigue en su libro a modo de Diario (ese día es el 15 de abril y es Viernes Santo):

Como en el Sagrario han puesto el Monumento y viene tanta gente, abren las puertas de par en par y así es más fácil. Yo, que estoy ya en el balcón, veo desde aquí los reclinatorios, las velas encendidas y hasta el mismo Cristo, que se nos alza, sacramental y glorioso. Así que, desde que me levanto, hago el propósito de pasar mi día y mis cosas de cara a Él. Si leo, si como, si tomo una medicina, subo mis ojos y allí está, diciendo que vive como cosa propia mis palpitaciones. De vez en cuando, dejo lo que tanta entre manos y le digo que vamos a echar un parrafillo”.

A nosotros también nos gusta eso de echar “parrafillos” con Cristo aunque ya podemos imaginar que no va a ser lo mismo que los eche un santo como la copa de un pino como es Manuel Lozano Garrido a que lo hagamos nosotros, pecadores empedernidos. Y, en todo caso, sólo con suma paciencia por parte del Hijo de Dios seremos capaces de mantener el listón lo más elevado que seamos capaces de elevarlo.”

Allí se ha escrito sobre esto (o sea, el Índice):

Explicación de todo

Parrafillos sobre:

La vida

El amor

El sufrimiento

El prójimo

Dios

Lo de cada día

Los anhelos

La suprema esperanza

El perdón

La lucha interior

Y valga este ejemplo. Les ponemos un “parrafillo” (como una plática o charla con Cristo). Corresponde al apartado de título “Dios":

Dios sabe que lo queremos, ¿Verdad?

Sabes, Cristo nuestro, que muchas veces pensamos que Dios, como somos tan y tan pecadores y cumplimos poco su santísima Voluntad, nos debe mirar con no poco desapego. Y es que Él, que ha entregado hasta su único Hijo al mundo para que el mundo se salve, ha de tener muy claro cuál ha de ser el comportamiento de su descendencia aunque su descendencia diera la impresión de que mira para otro lado. 

Nosotros queremos, hermano bien amado nuestro, que sepa Dios que le queremos con todas nuestras fuerzas aunque a veces parezcan más bien flojas las mismas; que le queremos por muchos jarros de agua fría que nos echemos encima y que siempre acaban estropeando nuestra relación con Él. 

Queremos que nos digas, Cristo hermano, si es posible que sepa Dios que nosotros estamos siempre de su lado y que nos apoyamos en la huella que deja en nuestra vida para seguir caminando hacia su definitivo Reino. Y queremos también, Señor nuestro además, que en el corazón del Padre estemos cada uno de nosotros o, mejor, cada buena intención que sepamos ser capaces de mostrar y demostrar que le queremos porque nos sabemos hijos suyos y no queremos nada más que amarlo muy por encima de nuestras cosas mundanas. ¿Será así suficiente, hermano? 

Y eso es todo. Valgan estas pocas palabras para dar esta pequeña noticia que, al que esto escribe, le llena de orgullo y satisfacción, como diría aquel.

Gracias Lolo, también, por esto.

Eleuterio Fernández Guzmán   

Y ya de paso, esto otro también publicado en Amazon.  Se titula “Ansiar el Cielo". Y es anterior al de Parrafilllos… 

NOTA: se me olvidaba decir que quien quiera tener el libro en formato descargable sólo tiene que decírmelo y le enviaré por correo electrónico tal versión gratis et amore.                                                                                                          
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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Dar las gracias a Lolo es siempre un deber necesario.
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Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (Con nuevos artículos sobre Lolo)